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ÍNDICE DE CONTENIDOS

INTRODUCCIÓN ........................................................................................................... 2
CAUSAS GINECOLOGICAS ...................................................................................... 3
EMBARAZO ECTOPICO .......................................................................................... 3
Manifestaciones clínicas ................................................................................... 3
AMENZA DE ABORTO ............................................................................................. 5
Signos y síntomas ................................................................................................. 6
Diagnóstico ............................................................................................................. 6
Diagnóstico ............................................................................................................. 6
DEGENERACION LEIOMIOMA UTERINO ........................................................... 7
ENDOMETRIRIS ....................................................................................................... 8
ENFERMEDAD PELVICA INFLAMATORIA ......................................................... 8
Fisiopatología ......................................................................................................... 9
Diagnostico ............................................................................................................. 9
ABSCESO TUBOOVÁRICO .................................................................................. 10
GATROINTESTINALES ............................................................................................. 10
GASTROENTERITIS .............................................................................................. 11
Etiopatología ......................................................................................................... 11
APENDICITIS ........................................................................................................... 11
Fisiopatología ....................................................................................................... 12
GENITOURINARIO ..................................................................................................... 12
CISTITIS .................................................................................................................... 12
Síntomas ................................................................................................................... 13
Cistitis bacteriana .............................................................................................. 13
Cistitis no infecciosa ........................................................................................ 14
INTRODUCCIÓN

El dolor abdominopélvico agudo es una de las causas más frecuentes de consulta


ginecológica y la causa más frecuente de hospitalización. La valoración inicial más
importante que se debe realizar es determinar si se trata de un abdomen agudo
quirúrgico y si precisa hospitalización inmediata. Es importante descartar la gestación al
comenzar la evaluación de la paciente (considerar posibilidad de gestación ectópica
rota, que puede convertirse en una situación de riesgo vital). Dentro de los posibles
diagnósticos se presentan: gestación ectópica, torsión de quiste de ovario (la
importancia de su diagnóstico precoz radica en una rápida intervención para preservar
el ovario y la trompa), dismenorrea, endometriosis y los miomas. (1)
Se debe tener en cuenta el comienzo, carácter, localización y patrón de irradiación del
dolor y correlacionarlos con los cambios (micción, defecación, relaciones sexuales,
actividad física…), la regularidad de los periodos menstruales, la posibilidad de
embarazo, la presencia de sangrado vaginal o flujo, antecedentes medico quirúrgicos.
Una historia reciente de dispareunia o dismenorrea es sugestiva de patología pélvica.
Las causas más frecuentes de dolor pélvico agudo en las mujeres incluyen: enfermedad
inflamatoria pélvica (EIP), masas o quistes anexiales con torsión, rotura o sangrado,
gestación ectópica, endometritis o degeneración, infarto o torsión del mioma. Cuando
se presenta una mujer con dolor abdominopélvico, la valoración inicial más importante
es determinar si se trata de un abdomen agudo quirúrgico. Las dos siguientes
consideraciones son averiguar si se encuentra embarazada, (considerar la posibilidad
de embarazo ectópico) y si precisa hospitalización inmediata. Hay que hacer una
valoración rápida para identificar pacientes que requieren intervención quirúrgica
urgente, incluyendo anamnesis, si es posible, y exploración física, incluyendo examen
pélvico. Pueden presentarse signos de gravedad que indican necesidad de cirugía
urgente (inestabilidad hemodinámica: hipotensión, confusión, diaforesis,
obnubilación…).(1)
Para facilitar el diagnóstico diferencial de las posibles etiologías debe pensarse en las
más frecuentes según la edad de la paciente. En este aspecto, la dificultad se
incrementa en la adolescencia, ya que es una etapa de desarrollo de cambios y de
transición de la infancia a la edad adulta en la que pueden coexistir dolencias propias
de ambos períodos, siendo esencial en las pacientes de sexo femenino descartar el
dolor secundario a patología ginecológica, ya sea congénita o adquirida (2)
CAUSAS GINECOLOGICAS

La aproximación diagnóstica y terapéutica al dolor abdominal durante la gestación sigue


siendo un reto para el clínico: la sintomatología se confunde con las modificaciones fisio
gravídicas, hay limitaciones en la indicación e interpretación de las pruebas
complementarias, que ocasionan retardo en el diagnóstico y tratamiento que puede
influir negativamente en el pronóstico materno y fetal.(3)

EMBARAZO ECTOPICO

Embarazo ectópico es una de las urgencias ginecológicos más frecuentes,


constituyendo la primera causa de muerte materna por shock hemorrágico.

La incidencia es del 1%, en aumento (EIP, dispositivo intrauterino -DIU-, tratamiento de


reproducción asistida (TRA), cirugía conservadora, mayor edad...). Gestación
heterotópica (1/30.000).

Manifestaciones clínicas

Aparecen habitualmente con 6 o 7 semanas de amenorrea, aunque puede ocurrir más


tarde. Puede presentarse desde asintomático hasta shock hipovolémico y muerte.

Los síntomas clásicos son (EE íntegro o si rotura)1,2:

- Dolor abdominal: es el síntoma más importante, en el 99% casos

- Amenorrea en el 75%

- Sangrado vaginal (escasa cantidad, intermitente, oscuro) en el 56%

Un EE debe ser sospechado en cualquier mujer en edad reproductiva con estos


síntomas, especialmente con factores de riesgo, para poder tratar de forma menos
agresiva (aproximadamente la mitad pasan desapercibidos en la primera visita).

Factores de riesgo:

- Alto riesgo

• EE previo
• Cirugía tubárica previa (aumenta riesgo un 5-10%)

• Ligadura de trompas (x 20 veces)

• Patología tubárica/endometriosis.

• Dietilestilbestrol intraútero

• DIU (más frecuente en «liberador de hormonas»)

- Riesgo moderado

• Infertilidad. Fecundación in vitro (FIV): (incidencia 1-3%)4

• Cervicitis previa

• Historia de EIP (Chlamydia, riesgo x6)5

• Múltiples parejas sexuales

• Tabaco

- Bajo riesgo

• Cirugía abdominopélvica previa (adherencias)

• Comienzo precoz de relaciones sexuales

Es importante realizar una prueba de embarazo en mujeres con dolor abdominal o


sangrado vaginal para enfocar la evaluación posterior.

Amenorrea más dolor abdominal con presencia o ausencia de sangrado vaginal son
síntomas de complicación del embarazo precoz (amenaza de aborto, rotura o torsión de
cuerpo lúteo, degeneración de leiomioma uterino, EE.).(1)

TEST DIAGNÓSTICOS RECOMENDADOS:

Ecografía transvaginal: El test Eco transvaginal es el más útil para determinar la


localización del saco. Posee alta sensibilidad y especificidad. Si hay rotura aparece
líquido libre en abdomen. Detecta la presencia o ausencia de un saco gestacional dentro
o fuera del útero y así establece el diagnóstico.
Una masa anexial compleja + test de embarazo positivo y útero vacío es altamente
sugestiva de un EE y es la alteración ecográfica más común (E: 99,9%, VPP 96,7%,
VPN 99,4%) . (1)

ßhCG: La combinación del Eco transvaginal y la gonadotropina coriónica ßh permite el


diagnóstico definitivo en casi todos casos, de forma muy precoz, permitiendo trata-
mientos menos invasivos que la escisión quirúrgica. (1)

AMENZA DE ABORTO

La amenaza de aborto es la presencia de hemorragia de origen intrauterino antes de la


vigésima semana completa de gestación, con o sin contracciones uterinas, sin dilatación
cervical y sin expulsión de los productos de la concepción. Los síntomas abarcan
amenorrea secundaria, presencia de vitalidad fetal y cólicos abdominales con o sin
sangrado vaginal entre otros. Para el diagnóstico se puede hacer una ecografía
abdominal o vaginal, examen pélvico y de laboratorio. Así mismo, para el tratamiento
siempre se recomienda reposo en cama y reposo pélvico. El pronóstico es bueno
cuando se resuelven la hemorragia y el dolor cólico.

Los abortos espontáneos aislados pueden producirse por ciertas virosis


(citomegalovirus, herpes virus, parvovirus y rubéola) o por trastornos que pueden causar
abortos esporádicos o pérdidas recurrentes (p. ej., anomalías cromosómicas o
mendelianas, defectos de la fase lútea). Otras causas incluyen anormalidades
inmunológicas, traumatismos mayores y anomalías uterinas (p. ej., fibromas,
adherencias). Con mayor frecuencia, se desconoce la causa.

Los factores de riesgo para aborto espontáneo incluyen

 Edad > 35
 Antecedentes de aborto espontáneo
 Tabaquismo
 Uso de ciertos fármacos (p. ej., cocaína, alcohol, altas dosis de cafeína)
 Un trastorno crónico mal controlado (p. ej., diabetes, hipertensión, trastornos
evidentes de la tiroides) en la madre

No se ha demostrado que los trastornos tiroideos subclínicos, el útero en retroversión y


los traumatismos menores sean causa de aborto espontáneo.
Signos y síntomas

Los síntomas del aborto espontáneo incluyen dolor pelviano tipo cólico, sangrado y,
finalmente, expulsión vaginal de tejidos. El aborto espontáneo tardío puede comenzar
con un chorro de líquido cuando se rompen las membranas. La hemorragia rara vez es
masiva. Un cuello uterino dilatado indica que el aborto es inevitable.

Si los productos de la concepción permanecen en el útero después del aborto


espontáneo, puede haber un sangrado vaginal, a veces después de algunas horas o
días. También puede producirse una infección, que provoca fiebre, dolor y a veces,
sepsis.

Diagnóstico

 Criterios clínicos
 En general, ecografía y subunidad beta de la gonadotropina coriónica humana
(beta-hCG) cuantitativa

El diagnóstico de la amenaza de aborto y los abortos inevitables, incompletos o


completos a menudo son posibles basándose en criterios clínicos y una prueba urinaria
de embarazo positiva. Sin embargo, la ecografía y la medición cuantitativa de la beta-
hCG en suero en general se realizan para excluir un embarazo ectópico y para
determinar si los productos de la concepción siguen en el útero (lo que sugiere que el
aborto es incompleto más que completo). Pero los resultados pueden no ser
concluyentes, especialmente durante la primera parte del embarazo.

El aborto retenido se sospecha cuando el útero no ha aumentado progresivamente de


tamaño o cuando hay una beta-hCG cuantitativa baja para la edad gestacional o no se
duplica en 48 o 72 h. El aborto retenido se confirma si la ecografía muestra:

 Desaparición de la actividad cardíaca embrionaria previamente detectada


 Ausencia de tal actividad cuando la longitud vértice-nalga fetal es > 7 mm
 Ausencia de polo fetal (determinado por ecografía transvaginal) cuando el
diámetro promedio del saco (promedio de los diámetros medidos en 3 planos
ortogonales) es > 25 mm(4)

Diagnóstico
Tu profesional de salud puede realizarte una variedad de exámenes:

 Examen pélvico. El profesional de salud podría controlar si el cuello del útero se


empezó a dilatar.

 Ecografía. Durante una ecografía, el profesional de salud controlará los latidos


cardíacos fetales y determinará si el embrión se está desarrollando normalmente.
Si no se puede hacer un diagnóstico, es posible que debas realizarte otra ecografía
en aproximadamente una semana.

 Análisis de sangre. Tu profesional de salud podría revisar el nivel de la hormona


del embarazo, el cori gonadotropina humana, en la sangre y compararla con
mediciones anteriores. Si el patrón de cambios en el nivel del cori gonadotropina
humana es anormal, podría ser indicativo de un problema. Tu profesional de salud
podría hacerte análisis parar ver si estás anémica, lo que podría ocurrir si has
experimentado sangrado abundante, y puede que también determine tu grupo
sanguíneo.

 Análisis de tejidos. Si has expulsado tejido, puede que se lo envíe a un


laboratorio para confirmar que se ha producido un aborto espontáneo y que los
síntomas no están relacionados con otra causa.

 Estudios cromosómicos. Si has sufrido dos o más abortos espontáneos previos,


puede que tu profesional de salud indique análisis de sangre para ti y tu pareja
para determinar si los cromosomas son un factor.

DEGENERACION LEIOMIOMA UTERINO

El leiomioma uterino, como también se le conoce, puede experimentar gran crecimiento,


hasta alcanzar dimensiones impresionantes. Los miomas de 11 kg y más son bien raros.
El término de mioma gigante se usa para aquellos que alcanzan similares dimensiones.
El tamaño exagerado del tumor hace que la sintomatología se haga bien florida. Los
síntomas dependientes del tamaño directamente, es decir, los compresivos, se hacen
más marcados a medida que el útero va invadiendo el espacio de los otros órganos, y
aparecen entonces síntomas del sistema afectado en sí. Los otros síntomas dependen
también de la localización del mioma dentro del útero, según su localización en las
distintas capas del útero (submucosos, intersticiales o intramurales, y los subserosos o
subperitoneales). Los primeros se encuentran debajo del endometrio, y son los que más
metrorragias provocan, pueden ser sésiles y salir a través del orificio cervical externo,
denominado parto del mioma; los intramurales lo que más producen es
hiperpolimenorrea, son causa de dolor, alcanzan gran tamaño, y mayormente son
múltiples; y los subserosos, que con frecuencia se pedicular, y hacen torsión del mioma,
con la consiguiente necrosis. Otros síntomas son el dolor, así como los síntomas de la
anemia, cuando las pérdidas sanguíneas son excesivas. (5)

ENDOMETRIRIS

La endometritis postparto comprende la inflamación del revestimiento endometrial del


útero, que además del endometrio, también puede implicar el miometrio y
ocasionalmente los parametrios. La infección del endometrio o decidua normalmente
resulta del ascenso de gérmenes a través del tracto urogenital bajo.

La endometriosis se define como la presencia de glándulas endometriales y estroma


fuera de la cavidad endometrial y de la musculatura uterina. Estos implantes de
endometrio ectópico suelen estar ubicados en la pelvis, pero puede presentarse en casi
cualquier parte del cuerpo; puede estar asociada con muchos síntomas molestos y
debilitantes, tales como dolor pélvico, dismenorrea severa, y dispareunia, o puede ser
asintomática y ser descubierta en laparoscopia o cirugía exploratoria(6)

Esta patología, al ser en su mayoría una infección intrahospitalaria, es el reflejo de la


calidad de atención en la institución. Se conoce por un estudio previo en el Hospital
Edgardo Rebagliati Martins que la prevalencia es 2,6%; además, se encontró mayor
incidencia en pacientes menores de 20 años y mayores de 40, en pacientes primíparas
y gran multíparas. Así mismo, en las pacientes en las que el parto fue vía abdominal se
encontró una incidencia de endometritis puerperal de 47%, con relación al 9,5% en las
que tuvieron parto vaginal.

ENFERMEDAD PELVICA INFLAMATORIA

En el campo de la ginecología y obstetricia, las infecciones pélvicas forman parte de un


gran grupo de patologías que generan cuadros clínicos variados, desde procesos no
complicados hasta síntomas severos como los cuadros sépticos, los cuales pueden
llegar a comprometer la vida de las pacientes y en el peor de los casos causarles la
muerte. Dentro de las afecciones pelvianas tenemos la enfermedad pélvica inflamatoria,
que es una patología infecciosa polimicrobiana, causada tanto por microorganismos de
transmisión sexual como por otras bacterias que ascienden hacia las estructuras
pélvicas. La EPI (como suele llamarse a la enfermedad pélvica inflamatoria) afecta
principalmente a mujeres jóvenes sexualmente activas, que iniciaron su vida sexual a
edades tempranas y está relacionada también con la promiscuidad
Es un síndrome clínico que abarca procesos inflamatorios e infecciosos del tracto genital
superior en la mujer, incluye una o varias de las siguientes condiciones: endometritis,
salpingitis, peritonitis, absceso de trompas y ovarios; dichas entidades generalmente se
encuentran combinadas; siendo la salpingitis el proceso más frecuente.

Fisiopatología

Los órganos genitales femeninos internos son estériles en estado normal, haciendo
excepción durante los periodos menstruales, ya que en esos momentos puede haber
pequeños inóculos transitorios de algunas bacterias. La mejor barrera protectora para
el endometrio y tracto genital superior contra infecciones por la flora vaginal es por medio
del canal endocervical y el moco cervical. Cuando se lesiona el canal endocervical
alterando esta barrera protectora, permite la infección de diversas zonas anatómicas.
Dentro de los órganos que afecta la enfermedad están el cérvix, endometrio, trompas
uterinas, ovarios, parametrios, peritoneo pélvico, y extragenital como la perihepatitis. La
competencia inmunológica intrínseca de la mujer, el estado nutricional de la misma y la
alteración de los mecanismos barrera de defensa como lo es el moco cervical, favorecen
el ascenso de los distintos patógenos, y determinan en gran parte la susceptibilidad a la
agresión bacteriana. La infección que se produce alcanza las trompas uterinas y genera
una reacción inflamatoria, ocurriendo varios cambios como vasodilatación, destrucción
del endosalpinx y producción de exudado purulento, lo cual provoca una alteración
importante en la superficie de la mucosa tubárica. Esta alteración de la mucosa es la
responsable de una clínica más insidiosa y consecuencias más graves (7)

Diagnostico

El diagnóstico de la enfermedad se basa en las manifestaciones clínicas y se


complementa con ciertos exámenes de laboratorio y otros estudios más especializados.
Para realizar el diagnóstico se toman en cuenta los criterios de Sweet: mayores y
menores, se debe tener todos los criterios mayores y al menos uno menor para decir
que una paciente está diagnosticada con EPI. Se puede diagnosticar y clasificar la EPI
según las características clínicas de la enfermedad en tres diferentes grados:
Grado I: cuando la enfermedad es no complicada, sin masas ni signos de
irritación del peritoneo.
Grado II: enfermedad complicada (ya sea masa o abscesos que involucran
ovarios y/o trompas uterinas) y tienen agregado signos de irritación peritoneal.
Grado III: ya se encuentra diseminada a estructuras fuera de la pelvis y con
respuesta sistémica. La laparoscopia se considera el estándar de oro para el
diagnóstico de la EPI; puede identificar el edema, eritema y exudado purulento,
dentro de los cuales se pueden realizar biopsia y pruebas microbiológicas que
confirman las sospechas y dan el diagnóstico definitivo (7)

ABSCESO TUBOOVÁRICO

El absceso tubo-ovárico es una complicación de la enfermedad inflamatoria pélvica


(EPI), entidad poco frecuente en mujeres sin actividad sexual previa. Presentamos el
caso de una paciente de 13 años, sin relaciones sexuales, que consultó por cuadro de
dolor abdominal, fiebre y diarrea. Fue diagnosticada de absceso tubo-ovárico bilateral
que se resolvió mediante antibioterapia por vía intravenosa y drenaje laparoscópico. El
diagnóstico del absceso tubo-ovárico y su tratamiento precoz son esenciales para
prevenir posibles secuelas (infertilidad, embarazo ectópico o dolor abdominal crónico) y
debe ser sospechado aun en ausencia de relaciones sexuales.(8)

GATROINTESTINALES

Determinadas enfermedades gastrointestinales pueden evitarse si se siguen unos


hábitos y tratamientos dietéticos adecuados. La celiaquía, la enfermedad por reflujo
gastroesofágico o la dispepsia son tres ejemplos de enfermedades digestivas que
pueden tratarse desde la dietética, además de trastornos gastrointestinales tan
comunes como el estreñimiento, la diarrea o el meteorismo. Entre las enfermedades
gastrointestinales más susceptibles de tratarse mediante hábitos dietéticos se
encuentran la celiaquía, la enfermedad por reflujo gastroesofágico (ERGE) o la
dispepsia. Por su parte, entre los trastornos gastrointestinales más comunes, y que
también están ligados a determinados hábitos dietéticos, se hallan la diarrea, el
estreñimiento y el meteorismo o flatulencia.(9)
GASTROENTERITIS

Se puede definir la gastroenteritis aguda (GEA) como una inflamación de la mucosa


gástrica e intestinal, habitualmente de causa infecciosa, que va a cursar clínicamente
con un cuadro de deposiciones líquidas en número aumentado que suele acompañarse
de vómitos, fiebre y dolor abdominal.

Etiopatología

La causa más frecuente de GEA en la edad pediátrica es la infección entérica, que


puede estar originada por: – Virus (fundamentalmente Rotavirus, y con menor
frecuencia, Adenovirus, Calicivirus, Astrovirus...). Constituyen la causa más importante
de GEA en la infancia; especialmente en los países desarrollados. – Bacterias
(Salmonella, Campylobacter, Shigella, Aeromonas, Yersinia...). Predominan en
determinadas épocas del año y en niños mayores. Cobran especial relevancia en países
en vías de desarrollo. – Parásitos (Giardia lamblia). Estos gérmenes van a producir la
GEA alterando la absorción y secreción de agua y electrolitos a nivel intestinal mediante
tres mecanismos: – Enterotóxico (V. cholerae, E. coli): liberación de toxinas que
estimulan la secreción e inhiben la absorción a nivel del intestino delgado. Conlleva
importantes pérdidas hidroelectrolíticas, con gran riesgo de deshidratación. –
Enteroinvasivo (Salmonella, Shigella, Campylobacter): reacción inflamatoria en colon e
íleon terminal. Da lugar a deposiciones numerosas con moco y, a veces, sangre, pero
con menor riesgo de deshidratación por menores pérdidas hidroelectrolíticas. –
Osmótico (virus): invasión y descamación de los enterocitos de las vellosidades
intestinales que conlleva una disminución de la absorción de agua y electrolitos (diarrea
acuosa) así como de la actividad de las disacaridasas con la consiguiente malabsorción
de carbohidratos (diarrea osmótica). Otras causas menos frecuentes de diarrea en niños
son las infecciones no enterales en los primeros meses de vida (otitis media aguda,
infecciones del tracto urinario...) y la etiología no infecciosa: causas dietéticas y
nutricionales (intolerancia a las proteínas de leche de vaca o gluten, introducción de
nuevos alimentos inadecuadamente, dietas hiperconcentradas, hiper o hipocalóricas),
enfermedades inflamatorias intestinales (enfermedad de Crohn, colitis ulcerosa),
enfermedades sistémicas (fibrosis quística, hipertiroidismo...), inmunodeficiencias,
tumores (neuroblastoma), tóxicos (laxantes)(10)

APENDICITIS
La apendicitis aguda, descrita desde 1886, es la emergencia quirúrgica más común.
Tiene su mayor incidencia durante la adultez joven y su menor incidencia en niños y
adultos mayores. Su diagnóstico se basa en una historia clínica completa, un examen
físico bien orientado y en una adecuada interpretación de los exámenes de laboratorio
y gabinete. A pesar de ser una entidad de resolución quirúrgica, su tratamiento engloba
diferentes aspectos médicos.(11)

Fisiopatología

La fisiopatología de la apendicitis aguda continúa siendo enigmática, sin embargo,


existen varias teorías que intentan explicar esta patología. La más aceptada por los
cirujanos describe una fase inicial que se caracteriza por obstrucción del lumen
apendicular causada por hiperplasia linfoide, fecalitos, tumores o cuerpos extraños
como huesos de animales pequeños, o semillas; esto favorece la secreción de moco y
el crecimiento bacteriano, generándose entonces distención luminal y aumento de
presión intraluminal. Posteriormente se produce obstrucción del flujo linfático y venoso,
favoreciendo aún más el crecimiento bacteriano y desencadenando la producción de
edema.

En este momento encontramos un apéndice edematoso e isquémico, causando una


respuesta inflamatoria. Esta isquemia a la que se somete al apéndice puede generar
necrosis de la pared con translocación bacteriana, desarrollándose la apendicitis
gangrenosa. Si este proceso se deja evolucionar y el paciente no es intervenido el
apéndice ya gangrenoso se perfora y puede generar un absceso con peritonitis local
siempre y cuando la respuesta inflamatoria y el omento logren contener el proceso, pero
si estos son incapaces se producirá una peritonitis sistémica.

Otras teorías han sido descritas como el compromiso del suministro vascular
extrapendicular, la ulceración de la mucosa por infección viral y posterior colonización
bacteriana, así como una dieta pobre en fibra con enlentecimiento del tránsito intestinal
y retención de las heces en el apéndice(12)

GENITOURINARIO

CISTITIS
es el término médico para la inflamación de la vejiga. La mayoría de las veces, la
inflamación es causada por una infección bacteriana y se llama «infección urinaria».
Una infección en la vejiga puede ser dolorosa y molesta, y puede volverse un problema
de salud grave si la infección se disemina a los riñones.(15)

Con menos frecuencia, la cistitis aparece como una reacción a determinados


medicamentos, a la radioterapia o a irritantes potenciales, como los aerosoles de higiene
femenina, los geles espermicidas o el uso prolongado de un catéter. La cistitis también
puede aparecer como una complicación de otra enfermedad. (15)

Los antibióticos son el tratamiento frecuente para la cistitis bacteriana. El tratamiento


para otros tipos de cistitis depende de la causa de fondo. (15)

Síntomas
Algunos de los signos y síntomas de la cistitis suelen ser:

 Necesidad imperiosa y constante de orinar

 Sensación de ardor al orinar

 Orinar frecuentemente en pequeñas cantidades

 Sangre en la orina (hematuria)

 Orina turbia y con olor fuerte

 Molestias pélvicas

 Sensación de presión en la parte inferior del abdomen

 Fiebre baja

Cistitis bacteriana

Las infecciones de las vías urinarias suelen ocurrir cuando las bacterias que se
encuentran fuera del cuerpo ingresan en las vías urinarias a través de la uretra y
comienzan a multiplicarse. La mayoría de los casos de cistitis se producen por un tipo
de bacteria Escherichia coli (E. coli). (15)

Las infecciones bacterianas de la vejiga pueden aparecer en las mujeres como resultado
de las relaciones sexuales. No obstante, incluso las jóvenes y mujeres que no son
sexualmente activas están expuestas a infecciones urinarias más leves, ya que la zona
genital femenina a menudo alberga bacterias que pueden causar cistitis. (15)

Cistitis no infecciosa

Aunque las infecciones bacterianas son la causa más frecuente de la cistitis, diversos
factores no infecciosos también pueden hacer que se inflame la vejiga. Algunos
ejemplos son los siguientes:

 Cistitis intersticial. La causa de esta inflamación crónica de la vejiga, también


denominada «síndrome de vejiga dolorosa», es poco clara. La mayoría de los
casos se diagnostican en mujeres. La afección puede ser difícil de diagnosticar y
tratar.

 Cistitis inducida por los medicamentos. Ciertos medicamentos, especialmente


los de quimioterapia ciclofosfamida e ifosfamida, pueden producir inflamación de
la vejiga cuando sus componentes descompuestos son expulsados del cuerpo.

 Cistitis por radiación. El tratamiento con radiación de la zona pélvica puede


producir cambios inflamatorios en el tejido de la vejiga.

 Cistitis por cuerpos extraños. El uso prolongado de un catéter puede


predisponerte a sufrir infecciones bacterianas y daños de los tejidos, dos
situaciones que pueden provocar inflamación.

 Cistitis química. Algunas personas pueden ser hipersensibles a las sustancias


químicas que contienen ciertos productos, como los baños de espuma, los
aerosoles de higiene femenina o los geles espermicidas, y tener una reacción
alérgica que cause una inflamación dentro de la vejiga.

 Cistitis asociada a otras afecciones. En ocasiones, la cistitis puede aparecer


como una complicación de otros trastornos, como la diabetes, los cálculos renales,
el agrandamiento de la próstata o las lesiones de la médula espinal. (15)

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