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Por:
Carlos Luis Leal Ollarves
vii
viii
DEDICATORIA
A Venezuela y a todos los que luchamos por un país de oportunidades para la juventud y para
los jóvenes de espíritu, que quieren y queremos emprender proyectos que produzcan un
desarrollo sostenible para la nación, que sí es posible, tal como lo vimos en esta Maestría.
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x
ÍNDICE GENERAL
Pág.
Agradecimientos vii
Dedicatoria ix
Índice general xi
Lista de figuras xii
Lista de cuadros xiv
Lista de ecuaciones xv
Lista de acrónimos xv
Resumen xvii
CAPÍTULO 1. Introducción
1.1 Introducción 1
1.2 Planteamiento del problema 3
1.3 Objetivos de la investigación 5
1.3.1 Objetivo general 5
1.3.2 Objetivos específicos 5
1.4 Justificación e importancia de la investigación 5
1.5 Alcance 8
CAPÍTULO 2. Marco teórico y conceptual de la investigación
2.1 Antecedentes de la investigación 9
2.1.1. Antecedentes sobre el Índice Diferencial Normalizado de Vegetación 9
2.1.2. Antecedentes la identificación de problemas y conflictos ambientales 9
2.1.3. Antecedentes relacionados con el Estudio del Parque Nacional Cerro Saroche 10
2.2 Bases teóricas 12
2.2.1 La administración de áreas naturales protegida 12
2.2.2. Las figuras de ABRAE y sus funciones para la protección de ecosistemas 13
2.2.3. La valoración de bellezas escénicas naturales del Parque Nacional 15
2.2.4 Aspectos técnicos del Índice Diferencial Normalizado de Vegetación –NDVI- 21
2.2.5. Indicadores de calidad ambiental y evaluación de impacto ambiental 23
2.3. El Parque Nacional Cerro Saroche. Antecedentes de su creación 23
2.3.1. La creación del Parque Nacional Cerro Saroche 23
2.3.2. Aspectos físico naturales relevantes 23
2.3.3. La gestión institucional y organizacional del Parque. 29
CAPÍTULO 3. Metodología y técnicas utilizadas en la investigación
3.1. Tipo y Diseño de la Investigación 31
3.1.2. Marco Metodológico 31
3.1.3 Fase exploratoria 32
3.1.4 Fase de diagnóstico 32
3.1.4.1. Procesamiento de Imágenes Satelitales 32
3.1.4.2. Descripción y Evaluación de Impacto Ambiental por conflictos de uso 33
3.1.4.3 Fase de formulación 36
3.1.4.4 Fase final 37
CAPITULO 4. Resultados y discusión
4.1. Análisis de conflictos de uso/intervención del Parque Nacional Cerro Saroche 39
xi
4.1.1. Evolución de la expansión de la frontera agrícola dentro del Parque Nacional C 39
4.1.2. Conflictos de uso dentro del Parque Nacional Cerro Saroche 41
4.1.3. Evolución de los conflictos de uso por año 42
4.1.4. Zonas de mayor intervención y ocupación en el Parque 44
4.1.5. Vegetación bajo NDVI afectada por conflictos de uso 61
4.1.6. Aparición de cantera dentro del Parque Nacional Cerro Saroche 69
4.2. Análisis de vegetación usando el Índice de Vegetación Diferencial Normalizado 73
4.2.1. Pérdida de vegetación por zonas críticas entre los años 1991 y 2016. 75
4.2.2. Vegetación actual del Parque Nacional Cerro Saroche a través de NDVI 85
4.3 Evaluación del impacto ambiental: Pérdida de la cobertura vegetal por conflictos 86
4.4. Matriz FODA del Instituto Nacional de Parques 89
4.5 Análisis de los involucrados en la gestión institucional del Parque Nacional 92
4.6. Árbol de conflictos de uso del Parque Nacional Cerro Saroche 95
4.7. Árbol de objetivos para la resolución de los conflictos de uso 96
4.8. Lineamientos estratégicos para la gestión institucional del Parque Nacional 97
CAPÍTULO 5. Conclusiones y recomendaciones
5.1. Conclusiones 113
5.2. Recomendaciones 114
APÉNDICES
APÉNDICE A. Cálculo del indicador de pérdida de 122
cobertura vegetal por conflictos de uso
APÉNDICE B. Cálculo de magnitud del impacto 126
ambiental
ANEXOS 128
ANEXO I. Mapas Digitales –CD- 128
xii
LISTA DE FIGURAS
Pág.
1.1. Árbol de Problemas: Base del Proyecto de Gestión Parque Nacional Cerro Saroche 4
2.1. Vista panorámica del Parque Nacional Cerro Saroche 16
2.2. Matorrales densos en el Parque Nacional Cerro Saroche 17
2.3. Matorrales del Parque Nacional Cerro Saroche 18
2.4. Cardonales dispersos en el Parque Nacional Cerro Saroche 20
2.5. Fluctuación de la clorofila medida a través de NDVI 22
2.6. Diferencias en la reclasificación de NDVI según el sensor 23
2.7. Ubicación relativa del Parque Nacional “Cerro Saroche”, en el estado Lara 25
2.8. Pluviograma estaciones Barquisimeto - El Cují – Quibor 26
2.9. Hidrografía de Parque Nacional Cerro Saroche 28
3.1. Esquema metodológico seguido en la investigación 31
3.2. Unidad de transformación del indicador 34
3.3. Árbol medios- fines de la investigación 37
4.1. Evolución de los conflictos de uso -ha) Parque Nacional Cerro Saroche 1991-2016 40
4.2. Evolución de los conflictos de uso: medidos en N° parcelas/año Parque Nacional 41
4.3. Zonificación proyectada para el POT y RU 42
4.4. Zonificación y conflictos de uso para el año 2016 43
4.5. Conflictos de uso en las adyacencias de la quebrada Los Yabos en 1991 45
4.6. Conflictos de uso en las adyacencias de la quebrada Los Yabos en 1996 46
4.7. Conflictos de uso en las adyacencias de la quebrada Los Yabos en 1998 47
4.8. Conflictos de uso en las adyacencias de la quebrada Los Yabos en 2001 48
4.9. Conflictos de uso en las adyacencias de la quebrada Los Yabos en 2016 49
4.10. Conflictos de uso en las adyacencias del sector Pozo Salado en 2001 50
4.11. Conflictos de uso en las adyacencias del sector Pozo Salado en 2016 51
4.12. Conflictos de uso en las adyacencias del sector Padre Diego en 1991 52
4.13. Conflictos de uso en las adyacencias del sector Padre Diego en 2001 53
4.14. Conflictos de uso en las adyacencias del sector Padre Diego en 2016 54
4.15. Conflictos de uso en las adyacencias del sector Altos de Simara en 1991 55
4.16. Conflictos de uso en las adyacencias del sector Altos de Simara en 1998 56
4.17. Conflictos de uso en las adyacencias del sector Altos de Simara en 2001 57
4.18. Conflictos de uso en las adyacencias del sector Altos de Simara en 2016 58
4.19. Conflictos de uso en las adyacencias del sector quebrada Las raíces en 1998 59
4.20. Conflictos de uso en las adyacencias del sector quebrada Las raíces en 2001 60
4.21. Conflictos de uso en las adyacencias del sector quebrada Las raíces en 2016 61
4.22. Sector Los Yabos según NDVI y uso de la tierra en 1991 62
4.23. Sector Los Yabos según NDVI y uso de la tierra en 2001 63
4.24. Sector Los Yabos según NDVI y uso de la tierra en 2016 64
4.25. Sector Padre Diego según NDVI y uso de la tierra en 1991 65
4.26. Sector Padre Diego según NDVI y uso de la tierra en 2016 66
4.27. Sector Altos de Simara según NDVI y uso de la tierra en 1991 67
4.28. Sector Altos de Simara según NDVI y uso de la tierra en 2001 68
4.29. Sector Altos de Simara según NDVI y uso de la tierra en 2016 69
4.30. Panorama del sitio de cantera, en noviembre del año 2000 70
xiii
4.31. Panorama del sitio de cantera, en enero del año 2011 71
4.32. Panorama del sitio de cantera, en enero del año 2014 72
4.33. Panorama del sitio de cantera, en octubre del año 2016 73
4.34. Evolución de la vegetación según NDVI en hectáreas 73
4.35. Vegetación bajo NDVI del año 2016 75
4.36. Sector A, fila de La Tapa y Saroche en el año 1991 76
4.37. Sector A, fila de La Tapa y Saroche en el año 2016 77
4.38. Sector B, quebrada de Torres y fila La Sabana en el año 1991 78
4.39. Sector B, quebrada de Torres y fila La Sabana en el año 2016 79
4.40. Sector C, quebrada Mene Cabra y Pozo Salado en el año 1991 80
4.41. Sector C, quebrada Mene Cabra y Pozo Salado en el año 2016 81
4.42. Sector D, Altos de Durigua en el año 1991 82
4.43. Sector D, Altos de Durigua en el año 2016 83
4.44. Zona con influencia sobre el sector D, en el año 1991 84
4.45. Zona con influencia sobre el sector D, en el año 2016 85
4.46. Árbol de los conflictos de uso 96
4.47. Árbol de objetivos de la resolución de conflictos de uso 97
LISTA DE CUADROS
Pág.
2.1. Cobertura vegetal del Parque Nacional Cerro Saroche 18
3.1. Lista de imágenes satelitales utilizadas en la investigación 33
3.2. Jerarquía del valor de los impactos 35
4.1. Evolución de los conflictos de uso en hectáreas Parque Nacional 40
4.2. Evolución de los conflictos de uso por las parcelas instaladas Parque 40
4.3. Intervenciones por cada zona del proyecto de POT y RU 42
4.4. Zonas de vida bajo NDVI para el año 2016 85
4.5. Ficha técnica del impacto ambiental 86
4.6. Valores del indicador e ítems de la matriz RIAM por años 87
4.7. Resultados de RIAM por años 88
4.8. Valores del indicador y la matriz RIAM por zonas 88
4.9. Valor del impacto ambiental por cada zona del proyecto de POT y RU 89
4.10. Matriz FODA del Instituto Nacional de Parques 90
4.11. Valoración de los involucrados en la gestión institucional del Parque 93
4.12. Análisis de involucrados 94
4.13. Lineamiento estratégico N° 1: Regeneración del ambiente natural 99
4.14. Lineamiento estratégico N° 2: Educación e investigación ambiental 103
4.15. Lineamiento estratégico N° 3: Estructura social 105
4.16. Lineamiento estratégico N° 4: Relaciones institucionales 107
4.17. Lineamiento estratégico N° 5: Desarrollo turístico 111
xiv
LISTA DE ECUACIONES
Pág.
2.1. Ecuación de NDVI 22
3.1. Ecuación del indicador para conflictos de uso 34
3.2. Ecuación RIAM 35
LISTA DE ACRÓNIMOS
xv
xvi
UNIVERSIDAD DE LOS ANDES
CENTRO INTERAMERICANO DE DESARROLLO E INVESTIGACIÓN
AMBIENTAL Y TERRITORIAL
Maestría en Gestión de Recursos Naturales Renovables y Ambiente (con énfasis en
estudio de impacto ambiental)
RESUMEN
En la presente investigación se evalúan los conflictos de uso que se presentan dentro del Parque
Nacional Cerro Saroche, al mismo tiempo se analiza la vegetación de esta ABRAE, a través del
Índice Diferencial Normalizado de Vegetación –NDVI-, mediante imágenes satelitales de los
sensores Lansat: 5 TM, 7 ETM+, 8 OLI, Sentinel 2A y con apoyo de imágenes disponibles de
Google Earth Pro. Esto con el objeto de cuantificar el impacto ambiental de la pérdida de
cobertura vegetal por conflictos de uso. Una vez valorados los conflictos de uso, se procede a
analizarlos a través de un árbol de problemas y un árbol de objetivos de donde surgen
lineamientos estratégicos para la gestión del Parque. El estudio concluyó con la evaluación de
los conflictos de uso dentro del Parque Nacional Cerro Saroche, que en 2016 ocupaban una
superficie de 718,59 ha, en contraste con el año 1991 que era de 124,30 ha. La tasa de
parcelación fue en el período 1991 – 2001 de 14,99 ha/año, mientras que entre los años 2001 y
2016 había aumentado a 29,63 ha/año. Se logra comprobar que la vegetación calculada bajo
NDVI, en condiciones óptimas de salud, era en 1991 de 7.066,9 ha mientras que en el panorama
en el año 2016, la superficie ha disminuido a 5.183,65 ha. Para el año 2016 el impacto ambiental
por pérdida de la cobertura vegetal es negativo y de nivel moderado, razón por la cual, como
resultado de la investigación se propusieron cinco lineamientos estratégicos para mejorar la
gestión institucional integral del Parque Nacional.
Palabras claves: Parque Nacional Cerro Saroche, Conflictos de uso en Parques Nacionales,
Vegetación en Parques Nacionales, Gestión institucional de Parques Nacionales, Índice
Diferencial Normalizado de Vegetación -NDVI-.
xvii
0
CAPÍTULO 1
EL PROBLEMA
1.1 Introducción
Uno de los mayores retos que impone la problemática ambiental del siglo XXI, es detener los
procesos de desertificación y pérdida de tierras, que se han acrecentado con los efectos
derivados de la intervención del ser humano en el ambiente, sin considerar estrategias para el
manejo y conservación de los recursos naturales del planeta. En la actualidad un número
significativo de Estados, reunidos en la Organización de Naciones Unidas –ONU- se han dado a
la tarea de buscar, reconocer y propiciar acciones que permitan detener los acelerados procesos
de desertificación global.
Sin embargo, el panorama no es alentador a pesar de los innumerables esfuerzos por cambiar
esta realidad. Es por ello que el desafío para los profesionales de las ciencias ambientales será
mayor en los próximos 50 años. Los retos para los investigadores tienden a ser más complejos e
inmediatos, debido a que se está demandando de ellos las soluciones adecuadas a los propios
problemas físico-naturales y socio-ambientales que están surgiendo en la actualidad.
Muchos territorios sufren procesos de crecimiento anárquico acelerado, que implica la ocupación
de la tierra por emplazamiento de desarrollos urbanísticos o actividades agrícolas e industriales,
lo cual podría solventarse con políticas adecuadas -a nivel local, regional y nacional- de gestión
ambiental. Esta gestión involucra la ordenación del territorio, la planificación ambiental, la
evaluación y el control del ordenamiento territorial y planificación ambiental, en el marco del
desarrollo sostenible como derecho y deber fundamental del Estado y de la sociedad, para
contribuir a la seguridad y al logro del máximo bienestar de la población, tal como está establecido
a nivel nacional en la Ley Orgánica del Ambiente (2006).
A esta realidad no escapan territorios gestionados bajo la figura legal de Áreas Bajo Régimen de
Administración Especial -ABRAE-, que a pesar de su principio de protección como Parques
Nacionales carecen de una adecuada atención política e institucional, tal es el caso del Parque
Nacional Cerro Saroche en el estado Lara, declarado en 1989, y el cual viene sufriendo procesos
de intervención, como queda en evidencia en esta investigación.
En este sentido, resulta de vital interés, conocer la significancia de los conflictos de uso que
amenazan la calidad ambiental de los ecosistemas semiáridos que protege este Parque Nacional,
los cuales pueden degradar los hábitats y afectar la diversidad biológica del mismo, causando
1
pérdidas irreversibles que podrían potenciar procesos de desertificación en los próximos años,
derivados directamente de la pérdida de cobertura vegetal.
Conocer estos dos aspectos y evaluar su evolución temporal, permite simultáneamente inferir el
nivel de eficacia que ha tenido la gestión institucional aplicada para conservar estos ecosistemas,
e identificar los impactos ambientales derivados de las acciones capaces de degradar el ambiente
que se ejecutan dentro del Parque, asimismo evaluar los impactos ambientales negativos sobre
la cobertura vegetal del área en estudio. En este sentido, se debe además considerar que la
significancia de estos impactos guarda una relación directa con la Gestión Institucional del
Instituto Nacional de Parques -INPARQUES-, por lo que ésta se analizó a través de una matriz
FODA, acompañada de un análisis de los involucrados en la gestión de esta ABRAE.
2
información geográfica obtenida durante el período 1991- 2016, la evaluación del impacto
ambiental y los lineamientos estratégicos propuestos para mejorar la situación actual del Parque.
Debido a esta evolución en circunstancias adversas, los ecosistemas semiáridos han alcanzado
una gran riqueza genética, las especies que allí se han desarrollado, lograron una gran
adaptabilidad bioecológica, pudiéndose identificar así elementos y procesos muy importantes
para comprender y utilizarlos en la atención de problemas de desertificación de estos
ecosistemas, que hoy los investigadores reconocen son potenciados mayoritariamente por
fenómenos asociados al cambio climático.
Este Parque Nacional fue decretado en 1989, abarcando una extensión de 32.294 ha,
representativas de la biorregión sistema colinado y bosques secos de Lara y Falcón. El desarrollo
de espinares, cardonales, matorrales deciduos y semideciduos es su expresión florística y
bioecológica más relevante. No obstante se puede decir que desde su creación, presenta una
serie de problemas, entre los que destacan, el marcado desconocimiento que se tiene de su
existencia en el país desvalorándose su importancia bioecológica. Aunado a ello se suma, un
presupuesto institucional deficiente que se traduce en ausencia de personal, falta de
infraestructura y carencia de actividades de seguimiento y control.
3
actividades agrícolas, introducción de especies exóticas, de igual manera que la presencia de
factores sociales negativos que acarrean invasiones y aumento en los niveles de la delincuencia,
también tienen incidencia sobre las actividades de gestión del Ente pertinente y la disminución
del interés turístico por parte de la población.
4
Venezuela y la necesidad que se atiendan a través de planes de gestión institucional,
particularmente en aquellos territorios que se encuentran protegidos por figuras de Áreas Bajo
Régimen de Administración Especial para la protección y el manejo ambiental. Se trabaja por ello
como caso de estudio, el Parque Nacional Cerro Saroche, ubicado en el estado Lara. En tal
sentido, se establecieron como objetivos de la investigación, los siguientes:
Evaluar los conflictos de uso actual del Parque Nacional Cerro Saroche – Estado Lara como base
para una propuesta inicial de lineamientos estratégicos que orienten su atención prioritaria, el
ordenamiento territorial y una gestión institucional más efectiva.
Las Áreas Naturales Protegidas -ANP- son espacios delimitados por el Ejecutivo Nacional de un
país para la conservación de los ecosistemas, la diversidad biológica y las bellezas paisajísticas;
haciendo posible con esto la conservación de la diversidad biológica -ecosistemas, especies y
genes- y cultural de esa nación, para beneficio de las actuales y futuras generaciones. Permiten
además conservar hábitats, así como especies raras y amenazadas, paisajes valiosos y
formaciones geológicas notables. Al mismo tiempo que brindan oportunidades para la educación,
la investigación científica, la recreación y el turismo.1
1 En Venezuela estos territorios están sometidos a un régimen especial de administración bajo la tutela directa del
Estado Nacional a través de una política de figuras de protección, conservación y manejo, denominándose Áreas bajo
régimen de administración especial con sus siglas ABRAE.
5
e) Mantener y manejar los recursos de la flora silvestre, de modo que aseguren una producción
estable y sostenible.
f) Mantener y manejar los recursos de la fauna silvestre, incluidos los recursos hidrobiológicos,
para la producción de alimentos y como base de actividades económicas, incluyendo las
recreativas y deportivas.
g) Mantener la base de recursos, incluyendo los genéticos, que permita desarrollar opciones
para mejorar los sistemas productivos, encontrar adaptaciones frente a eventuales cambios
climáticos perniciosos y servir de sustento para investigaciones científicas, tecnológicas e
industriales.
h) Mantener y manejar las condiciones funcionales de las cuencas hidrográficas de modo que
se asegure la captación, flujo y calidad del agua, y se controle la erosión y sedimentación.
i) Proporcionar medios y oportunidades para actividades educativas, así como para el
desarrollo de la investigación científica.
j) Proporcionar oportunidades para el seguimiento del estado del ambiente.
k) Proporcionar oportunidades para la recreación y el esparcimiento al aire libre, así como para
un desarrollo turístico basado en las características naturales y culturales del país.
l) Mantener el entorno natural de los recursos culturales, arqueológicos e históricos ubicados
en su interior.
m) Restaurar ecosistemas deteriorados.
n) Proteger, cuidar o mejorar sitios de reproducción o de refugio, rutas de migración, fuentes de
agua o de alimento en épocas críticas.
o) Proteger sitios frágiles.
p) Proteger monumentos y sitios históricos en coordinación con las autoridades competentes.
q) Conservar formaciones geológicas y geomorfológicas.
r) Asegurar la continuidad de los servicios ambientales que prestan.
En el caso específico de la figura de Parques Nacionales, su uso se destina a proteger áreas que
constituyen muestras representativas de la diversidad natural del país y de sus grandes unidades
ecológicas. En ellos se protege con carácter intangible la integridad ecológica de uno o más
ecosistemas, las asociaciones de la flora y fauna silvestre y los procesos sucesionales y
evolutivos, así como otras características paisajísticas y culturales que resulten asociadas.
Como lo pauta la vigente Ley Orgánica para la Ordenación del Territorio –LOPOT- (1983) en sus
artículos 15 y 17 y el Reglamento Parcial de la Ley Orgánica para la Ordenación del Territorio
sobre la Administración y Manejo de Parque Nacionales y Monumentos Naturales (1989) en su
artículo 8, el instrumento jurídico legal que sirve a los fines de direccionar la gestión de toda Área
Bajo Régimen de Administración Especial -ABRAE- debe ser el Plan de Ordenamiento Territorial
-POT- con su correspondiente Reglamento de Uso -RU-, ambos debidamente aprobados por el
Presidente de la República, recayendo en el Instituto Nacional de Parques -ente adscrito al
Ministerio del Poder Popular de Ecosocialismo y Aguas MINEA- la responsabilidad de su
administración integral. Ese POT y RU, deben contener entre otra información, la zonificación,
estrategias y políticas generales para la gestión del área; la organización, objetivos, planes
específicos requeridos y programas de manejo; y los marcos de cooperación, coordinación y
participación relacionados al área y sus zonas de amortiguamiento.
6
4.5% de la superficie continental-, ubicándose en cuatro regiones geográficas: a lo largo de la
costa Caribe desde la Goajira hasta el Golfo de Cariaco; en la altiplanicie de Barquisimeto; en las
mesas áridas de Los Andes y en las islas caribeñas. El clima sobre estos territorios es tropical
estacional, con una o dos estaciones secas; los suelos son de poca profundidad, pedregosos y
líticos -litosoles- o con escaso desarrollo -entisoles-, pobres en materia orgánica y en fósforo,
Comerma (1974). La vegetación va desde tipos contraídos en las zonas litorales hasta bosques
y matorrales densos en las vegas de los ríos. Predominan los arbustales y matorrales espinosos,
Matteucci y Colma (1982, 1997). Se alberga una rica fauna donde predominan las aves y reptiles
además de una variedad importante de insectos. El Cerro Saroche en el estado Lara, junto con
el Parque Nacional Sierra Nevada en Mérida, son los únicos parques nacionales en el país que
contienen áreas semiáridas no costeras, de allí su valor representativo a los fines de esta
investigación.
Por lo general, la gestión de territorios protegidos bajo la figura de ABRAE en donde predominan
ecosistemas semiáridos, a nivel institucional, lleva implícita la presencia de un organismo rector
administrador -INPARQUES o el propio Ministerio del Poder Popular para el Ecosocialismo y
Aguas en el caso venezolano-, que labora en coordinación con otros organismos públicos y entes
privados, cuando así resulte necesario. La misma debería responder a lo pautado en el plan de
ordenamiento territorial tal como lo establece la referida Ley Orgánica para la Ordenación del
Territorio –LOPOT-.
En el caso concreto de parques nacionales, este Plan de OT debería estar encuadrado en una
zonificación pre-establecida del Parque Nacional diferenciándose claramente las pautas de
ordenamiento y manejo de las cinco -5- zonas a que hace referencia el Reglamento Parcial de la
Ley Orgánica para la Ordenación de Territorio sobre la Administración y Manejo de Parques
Nacionales y Monumentos Naturales (1989), a saber: Zona de Protección Integral, Zona Primitiva
o Silvestre; Zona de Ambiente Natural Manejado; Zona de Recuperación Natural; Zona de
Servicios, y la Zona de Uso Especial. Ello, tal como lo pauta el reglamento de la LOPOT
relacionado con Parques Nacionales y Monumentos Naturales -Decreto 276: Reglamento parcial
de la Ley Orgánica para la Ordenación del Territorio sobre administración y manejo de parques
nacionales y monumentos naturales, GO Extraordinaria Nº 4.106 del 6/06/1989-.
En el caso especial del Parque Nacional Cerro Saroche, existe una investigación previa sobre el
ordenamiento territorial de López (1994) que sirvió como antecedente para que el Instituto
Nacional de Parques -INPARQUES- elaborara un proyecto de Plan Ordenamiento Territorial y
Reglamento de Uso -POT y RU- en el año 2003, que establece una zonificación no decretada
pero que puede ser usada en un ejercicio académico como esta investigación para evaluar cómo
ha sido la gestión institucional del parque para detener procesos de intervención en el mismo.
Por lo tanto, a objeto de la presente Investigación se efectuó una evaluación de las parcelas
agrícolas y lagunas que se han instalado desde la creación del parque hasta nuestros días,
usando imágenes satelitales de los años 1991, 1996, 1998, 2001 y 2016, lo que permite evaluar
qué tan eficiente es la gestión institucional del Parque al no permitir nuevas intervenciones y sirve
al organismo administrador para tomar medidas contra estas acciones, además de contar con un
inventario de las parcelas ya georreferenciadas.
Asimismo, se realiza una evaluación del estado de la vegetación del Parque Nacional a través
del Índice Normalizado Diferencial de Vegetación -NDVI – Normalized Difference Vegetation
7
Index- lo que permite conocer el cambio de la vegetación a nivel macro, durante estos años, ya
sea por intervención del mismo o por efectos del cambio climático. Al mismo tiempo, puede
convertirse en una herramienta para la gestión del Parque, tomando en cuenta la metodología
descrita en esta investigación.
En este sentido, se hizo necesario evaluar el impacto ambiental de la pérdida de cobertura vegetal
por conflictos de uso dentro del Parque Nacional. Se analizó la situación a través de las
herramientas metodológicas Árbol de Problemas y Árbol de Objetivos de la Matriz de Marco
Lógico –MML-, para identificar los problemas ambientales y conflictos socio-ambientales que
afectan a esta ABRAE. La investigación se complementó con un análisis situacional e institucional
del INPARQUES relacionado con la gestión que adelanta en el Parque Nacional Cerro Saroche;
se utilizó la herramienta Análisis de Involucrados, de la metodología Matriz FODA.
Una vez obtenido un panorama general de la condición actual del parque, se hizo necesaria la
formulación de una serie de lineamientos estratégicos, usando una adaptación de la Matriz de
Marco Lógico -MML-, que puedan reconducir la gestión institucional del Parque Nacional, estos
pueden ser traducidos por el organismo administrador en programas y proyectos enmarcados en
un Plan de Gestión Ambiental Integral que permita la recuperación de esta ABRAE, al mismo
tiempo que evite la fragmentación de sus ecosistemas.
El uso por ello de esta herramienta metodológica, permitiría a nivel gerencial, identificar el cuerpo
de actuaciones sobre las cuales tomar decisiones para atender organizadamente procesos de
ocupación territorial y de manejo integral de este Parque Nacional e impedir una mayor
intervención y deterioro de los ecosistemas en el preservados.
En lo local, puede ser una herramienta de gran ayuda para la gerencia de los Parques Nacionales
donde existan ecosistemas semiáridos y de otras áreas no protegidas que podrían ser objeto de
planes y acciones de conservación.
8
CAPÍTULO 2
MARCO TEÓRICO
En una revisión bibliográfica detallada sobre investigaciones realizadas sobre los conflictos de
uso en la gestión institucional de Parques Nacionales, sobresalieron en particular cinco estudios
que poseen relación con el análisis de conflictos de uso, análisis de vegetación a través del Índice
Diferencial Normalizado de Vegetación, y sobre la gestión institucional de áreas protegidas, cuyas
técnicas y metodologías de análisis y resultados pueden ser considerados como apoyo a la
presente investigación. Destacan en este sentido:
Román (2008) efectuó una investigación titulada: “La utilización de imágenes de Landsat TM para
cuantificar áreas de deforestación en la región de Mato Grosso, Brasil”. Su objetivo fue analizar
la expansión de la frontera agrícola en la Amazonía brasileña, específicamente en el estado de
Mato Grosso. Para ello uso imágenes del satélite Landsat 5 TM de los años 1988, 2000, 2003,
2005 y 2007, siendo procesadas a través del Índice Diferencial Normalizado de Vegetación -
NDVI-, concluyendo, que la tasa de deforestación era de 15.000 ha en períodos de 2 a 3 años.
Hayes (2006), de la Universidad de Indiana, EEUU, quien llevó a cabo una investigación titulada
“Parks, People, and Forest Protection: A Institutional Assessment of the Effectiveness of
Protected Areas”, en español: “Parques, público, y la protección de los bosques: Una Evaluación
Institucional de la eficacia de las áreas protegidas”. Dicho estudio se realizó en 163 bosques de
13 países, para determinar la eficacia jurídico-técnica entre las áreas legalmente protegidas,
como parques nacionales, y bosques protegidos por los habitantes. El estudio no arrojó
resultados estadísticamente representativos, pero encontró que la mayor densidad forestal se
encontraba en los bosques protegidos por los habitantes, es decir, aquellos que no están
legalmente protegidos. La falta de reglas sugiere que la figura de Parque Nacional, podría no ser
la estructura gubernamental más óptima para promover la conservación de áreas naturales y
particularmente de aquellas que no muestran una riqueza y potencial de desarrollo valorable bajo
métodos de conservación ambiental típica.
Rodríguez (2009), realizó una investigación sobre el monitoreo y la evaluación de los efectos
ambientales, socioeconómicos y la actuación institucional vinculados al proyecto “Desarrollo
Comunitario y Lucha contra la Desertificación”, proyecto enmarcado en el Plan de Acción
Nacional de lucha contra la desertificación y la sequía, publicado por la Dirección General de
Cuencas Hidrográficas del entonces Ministerio del Ambiente y de los Recursos Naturales
Renovables –MARNR- Venezuela. El proyecto se ejecutó en las comunidades de El Quebradón,
La Sabanota y Mocoyón ubicadas en la subcuenca de la quebrada Murachí, Municipio Sucre del
estado Mérida. La investigación se llevó a cabo en 16 fincas que participaron en el proyecto. La
9
misma se enfocó a nivel comunitario, en la vertiente izquierda de la subcuenca y a nivel
institucional. Se utilizó la metodología de Monitoreo y Valoración de Impacto -MVI-, presentada
por Herweg y Steiner en 2002, la cual es una metodología del tipo participativa que permite
determinar el efecto de un proyecto mediante el uso de indicadores, mediante la comparación de
dos situaciones: la presentada antes de emprender el proyecto y la existente para la fecha de la
evaluación, lo cual permite realizar correcciones al mismo. Como resultado se obtuvo, que el
proyecto tuvo mayores avances en los aspectos ambientales y socioeconómicos pero a nivel
institucional estos avances eran de baja significación, por lo que el estudio concluyó, que a nivel
institucional existe poco apoyo en su estructura gerencial y que existe escasa sinergia entre las
instituciones, lo cual frenó los logros y el desarrollo del proyecto.
Carrero (2014), refiere el trabajo de Molina y Rivas (2007) sobre los conflictos de uso en el sector
El Nula del Estado Apure. Lo interesante de esta área de estudio es que presenta tres figuras de
ABRAE solapadas que definen usos desde el punto de vista legal - ambiental y por proyectos del
Estado Venezolano que tienen como objetivo impulsar el desarrollo de la región bajo principios
endógenos sostenibles. Mediante la herramienta de los SIG se diseñaron dos modelos con lo que
lograron identificar los conflictos. Entre los resultados arrojados destacan, que los problemas, y
por consiguiente los conflictos de uso detectados surgen porque el uso del suelo no es acorde
con su capacidad agrológica, aunado a la falta de planificación y control de las ABRAE, escasa
vigilancia, relativo aislamiento de áreas urbanas, inmigración ilegal e inseguridad fronteriza
2.1.3. Antecedentes relacionados con el Estudio del Parque Nacional Cerro Saroche
En cuanto a investigaciones recientes sobre el caso de estudio “Parque Nacional Cerro Saroche”,
destaca el trabajo de López (1994), quien llevó a cabo una investigación orientada a proponer el
ordenamiento territorial del Parque Nacional Cerro Saroche, a través de un inventario integrado
de recursos para obtener una expresión espacial de los recursos naturales a conservar en el
parque, proponiendo varias zonas de ordenamiento y manejo:
10
Zonas de Protección Integral: que corresponde a sectores de los Altos de Simara, la parte
alta de la Fila de Las Tapas y la vertiente noroeste del Cerro Saroche. Una zona primitiva
silvestre ubicada en las zonas cercanas al Cerro Saroche y a la fila de Las Tapas como franja
continua, incluyendo los sectores Cañaote y Portachuelo de Algari.
Zona de Recuperación Natural: que comprende sectores como Auyana, Los Pozos, Las
Cocuizas, alrededores de San Pablo, Turturía, Alto de Las Flores, Las quebradas, Potrerito,
Alto de Las Flores y el Hipopal, zonas fuertemente alteradas por la acción antrópica.
Zona de Servicios: lugares ideales para ubicar puestos de guardaparques como aquellos
cercanos al caserío Padre Diego y en la parte plana al pie del cerro Saroche.
Las Zonas de Uso Especial: Se incluyen aquellos territorios que han estado sometidos a
actividades agrícolas y pecuarias antes de la creación del Parque Nacional, entre ellas están
las márgenes de la quebrada Los Yabos, en el Cují, en Montes de Oca, quebrada Torres y en
la parte norte de la carretera a Padre Diego. El cultivo de piña en pendientes de los Altos del
Simara ocasiona marcados procesos de erosión en los suelos. En las partes bajas de los
cerros Las Tapas y Los Puercos, Saroche, Los Caballos y Peña de León, se desarrolla la cría
del ganado caprino que ha ocasionado graves daños a la cubierta vegetal original.
Esta investigación de López (1994) permitió obtener una visión general de los recursos naturales
que encierra el Parque Nacional y hacer un diagnóstico de la situación que presentaba en 1994.
Justifica además la conveniencia de crear zonas de conservación, recreación, investigación, y las
que deben ser sometidas a planes de recuperación ambiental.
Vargas y otros (2013), realizaron un estudio titulado “Lista actualizada y distribución espacial de
la riqueza de anfibios y reptiles del Parque Nacional Cerro Saroche, estado Lara, Venezuela”.
Elaboraron mapas de riqueza de anfibios y reptiles a través de los software DIVAS GIS y ArcGIS,
concluyendo, que el flanco occidental del Parque posee una riqueza de herpetofauna
relativamente alta y que el paisaje se encuentra fragmentado pudiendo tener efectos adversos
sobre la distribución y persistencia de las especies. Destacan también el movimiento diurno de la
herpetofauna hacia las zonas bajas provistas de vegetación como refugio de las altas
temperaturas.
11
Estos últimos resultados expuestos, ayudaron a comprender la dinámica de las comunidades de
la fauna que habitan el Parque Nacional, de cómo interactúan con la vegetación evaluada y como
esas especies de fauna están sujetas a fuerte presión externa.
12
Las 362 declaraciones de figuras de ABRAE que existen actualmente es parte de los logros
alcanzados por esta política la cual permite al Estado Venezolano tutelar los procesos de
intervención y ocupación de territorios de cerca del 70% de la superficie del país, a veces de una
manera más transparente y eficiente al haber sancionado los respectivos Planes de
Ordenamiento Territorial -POT- y Reglamentos de Uso -RU- que son los instrumentos de
planificación y dirección de la gestión que pauta el régimen legal ambiental. Hasta la fecha 62 de
estas figuras de ABRAE disponen de esos POT y RU.
Evidentemente cabe presumir, que en los 23 Parques Nacionales que no disponen de esos POT
y RU su gestión territorial y ambiental no está oficialmente sustanciada. Es de suponer
igualmente, el déficit de atención en la investigación de aquellos ecosistemas que resultan menos
productivos a la vista y la poca atención a los problemas de intervención y usos inadecuados de
recursos y territorios.
2.2.2. Las figuras de ABRAE y sus funciones para la protección de ecosistemas y hábitat de
zonas áridas y semiáridas
Un Área Bajo Régimen de Administración Especial -ABRAE-, según la Ley Orgánica para la
Ordenación del Territorio (1983), son aquellas áreas del territorio nacional que se encuentran
sometidas a un régimen especial de manejo conforme a las leyes especiales, las cuales son:
Parques Nacionales, Monumentos Naturales, Zonas Protectoras, Reservas Forestales; áreas
Especiales de Seguridad y Defensa; Reservas de Fauna Silvestre; Refugios de Fauna Silvestre;
13
Santuarios de Fauna Silvestre; Monumentos Naturales; Zonas de Interés Turístico. Incluyendo
aquellas áreas que se encuentren bajo un régimen especial de manejo -…-.
La figura de Parques Nacionales -creada por Ley Aprobatoria de la Convención para la Protección
de la Fauna, de la Flora y de las Bellezas Escénicas Naturales de los Países de América- (1941)
son aquellas regiones establecidas para la protección y conservación de las bellezas escénicas
naturales y de la flora y la fauna de importancia nacional, de las que el público pueda disfrutar
mejor al ser puestas bajo la vigilancia oficial.
Según la UICN (2008), los Parques Nacionales son áreas protegidas de categoría II, son grandes
áreas naturales o casi naturales establecidas para proteger procesos ecológicos a gran escala,
junto con el complemento de especies y ecosistemas característicos del área, que también
proporcionan la base para oportunidades espirituales, científicas, educativas, recreativas y de
visita que sean ambiental y culturalmente compatibles. Su objetivo primario es proteger la
biodiversidad natural junto con la estructura ecológica subyacente y los procesos ambientales
sobre los que se apoya, y promover la educación y el uso recreativo.
Según Conesa (2010), el ecosistema es un término adaptado por la Ecología para referirse al
conjunto de entidades interaccionantes agrupadas en dos clases: los factores abióticos que
conforman el biotopo, y las especies biológicas presentes que constituyen la biocenosis o
comunidad. Mazparrote y Padilla (2005), lo definen como, “-…- el conjunto de seres vivos que
habitan un área específica, los factores que lo caracterizan y las relaciones que existen entre los
seres vivos y entre ellos y el medio físico”.
Asociado al concepto de Ecosistema aparece el de Zonas de Vida, que según Holdridge (2000),
son conjuntos de asociaciones enmarcadas bajo un determinado rango de calor, precipitación
pluvial y humedad. Estos tres factores determinan las condiciones ecológicas.
Se puede decir que las zonas de vida permiten caracterizar un primer rango o nivel del bioclima
global o básico de un sector geográfico dado, el cual determina también la actividad biológica o
típica para dicho clima, incluyendo la actividad agrícola. La asociación es una unidad más
pequeña y especifica dentro de una zona de vida.
Sobre la importancia de los ecosistemas áridos y semiáridos, Urbano (2001), en relación con este
tipo de biorregiones señala específicamente la recuperación de tierras degradadas, y que la
restauración ecológica comprende “el conjunto de operaciones que devuelven a un ecosistema a
su situación prealterada”, pero que en muchos de los casos el proceso de restauración ecológica
no llega a darse totalmente debido a fenómenos climáticos y biológicos únicos en duración,
intensidad y orden, debido a que las condiciones mínimas han desaparecido. Sobre esto, Miranda
et al., (2004), afirman que, el proceso de restauración puede darse a largo plazo a través de un
proceso de sucesión ecológica, en este caso a través de una sucesión ecológica secundaria, es
decir, aquella que parte de una condición alterada. En ecosistemas semiáridos es un proceso
lento, que puede tardar décadas o siglos, para que se puedan restablecer las relaciones suelo-
vegetación, pasando de especies pioneras a comunidades.
14
2.2.3. La valoración de bellezas escénicas naturales y de la flora y la fauna de importancia
nacional en el Parque Nacional “Cerro Saroche”.
El Ministerio del Ambiente y de los Recursos Naturales Renovables en una publicación del
Proyecto Sistemas Ambientales Región 11 hecha por Hernández y otros (1983), afirma que el
Sistema de Colinas de Falcón y Lara, comprende la zona central y occidental de estos estados,
caracterizados por un relieve de transición entre los dos grandes sistemas montañosos de Los
Andes e Interior de la Cordillera de La Costa, que ocupan una extensa zona de depresión y donde
sobresalen los paisaje de colinas y relieve plano, representado por valles y depresiones, en un
ambiente marcadamente semiárido dominado por una vegetación arbustiva espinosa.
Este relieve está representado por dos grandes depresiones la de Quíbor y la de Barquisimeto-
Bobare al sureste de la biorregión; las serranías de San Luis y La Montañita separadas por el
valle del río Mitare; las sierras de Siruma, Churuguara y Buena Vista, al sur del estado Falcón; la
Sierra Baragua al Noroeste del Estado Lara, y las Serranías de Bobare y Matatere al pie de la
depresión de Barquisimeto.
Se encuentra en los alrededores del Cerro Saroche, Fila de Las Tapas, gran parte de la quebrada
Los Yabos, Padre Diego, Piedra Colorada, los alrededores de Bobare, Durigua y el banco de
Baragua, López y Castillo (1991).
15
Fuente: Propia (2017)
Monte espinoso premontano -me-P-: Se encuentra a más de 800 msnm, con temperaturas
que oscilan los 24 °C, con precipitaciones entre los 250 y 500 mm, con evapotranspiración
potencial de 2 a 4 veces mayor. Se encuentra en los sectores Cerro Saroche, Los
Magueyes, La Sabanita, El Chambo, Simara, Pico Alvarado y el Alto de Las Flores, López
y Castillo (1991).
Bosque muy seco tropical -bms-T*-: Está compuesto por numerosas clases de suelo,
presentando grandes grupos como Chesnut rojizos y Desérticos. Se extiende desde el
nivel del mar hasta los 600 msnm, con precipitaciones promedio anuales entre los 500 y
1000 mm, con una evapotranspiración entre dos a cuatro veces mayor, típico de una
provincia de humedad semiárida. Las fuertes precipitaciones contribuyen a los marcados
procesos erosivos en esta formación. En cuanto a la vegetación el bosque clímax, posee
arboles con alturas de ocho a dieciocho metros con algunas especies dominantes que
alcanzan los veinte metros. Se presentan especies arbóreas como el Gatillo -Capparis
linearis- y la Vera -Bulnesia arbórea-, otros géneros presentes son Platymicium,
Pithecolobium y Tabebuia, el estrato intermedio de entre dos a cinco metros, está
constituido por arbustos de los géneros Jatropha, Lonchocarpus, Cassia, Hyptis y
Poponax, mientras que en el estrato inferior se encuentra la bromelia Maya -Bromelia
humilis- formando manchones que cubren el suelo -Figura 2.2-.
16
Fuente: Propia (2017)
Figura 2.2. Matorrales densos en el Parque Nacional Cerro Saroche
Se encuentra en los alrededores de San Pablo, Pozo Guapo y Turturia, López y Castillo (1991).
Bosque Seco Premontano -bs-P-: Se ubica entre los 500 y 1500 msnm. En cuando a sus
aspectos climáticos presenta una precipitación media anual que varía entre los 550 y 1100
mm. La vegetación está dominada por especies como el Roble -Platymiscium sp-, el
Drago -Pterocarpus podocarpus-, el Cují -Prosopis juliflora-, el Samán -Samanea Saman-
, Capparis sp, Vera -Bulnesia arbórea- y el Indio desnudo -Bursera simaruba-. En estratos
inferiores podemos encontrar el cocuy -Agave sp-, el orégano -Lippia origanoides-,
Hayuelo -Dodonaea viscosa-, sábila -Aloe vera- y en las partes más secas cactáceas de
los géneros Opuntia y Mamillaria. Posee muy poca representación dentro del Parque, se
encuentran en los cerros Piedra de Agua, y un sector cercano a San Pablo, con altitudes
mayores a 1000 msnm, López y Castillo (1991).
Matorral, el cual según Ferrer-Véliz (2007), es una comunidad propia de los biomas de
arbustal, cuya fisionomía está caracterizada por la predominancia de formas de vida
arbustiva, leñosa -frútices y subfrútices-. El autor afirma que en el Parque Nacional Cerro
Saroche existen matorrales colinados, en espacios de colinas secas. Los biotipos
presentes en el matorral han sido sometidos a altos niveles de estrés ambiental, lo que ha
potenciado una selección natural de las especies más adaptadas al entorno adverso del
semiárido. Entre estas adaptaciones están las del tipo morfológico que se manifiesta en
especies vegetales con hojas pequeñas y las frondas de la planta son ramificadas para
darle mayor sombra al suelo, atenuando así la evaporación -Figura 2.3-.
Los Espinares: los cuales son comunidades vegetales naturales constituidas que la
conforman en su mayoría especies armadas, es decir, poseen espinas y aguijones, que
son usados para defensa como para captación de gotas de lluvia y de rocío, también
pueden poseer sustancias con cierto nivel de toxicidad. Se ubican en las zonas de mayor
temperatura y menor humedad, donde la tasa de evapotranspiración puede ser entre tres
y cinco veces mayor que las precipitaciones registradas en la zona.
17
Fuente: Propia (2017)
Figura 2.3. Matorrales del Parque Nacional Cerro Saroche
En el Cuadro 2.1 se muestra la descripción de las comunidades vegetales hecha por López y
Castillo (1991)
En este sentido comentan lo siguiente: El matorral denso ocupa una superficie de 5.975 ha -
18,5% del Parque Nacional-, ubicándose en la cima del Cerro Saroche y Altos de Simara, donde
las condiciones climáticas son más húmedas, por lo general por encima de los 1000 msnm. El
matorral ralo cubre una superficie de 2.110 ha -6,5% del Parque- y se encuentra de manera
dispersa, observándose mayor representado en los sectores Los Quemados y Cerro Las Vacas.
El área de matorral muy ralo representa el 50,4% de la superficie total del Parque -16.257 ha.-
correspondiendo a los sectores de pie de monte de las Sierras de Bobare y Matatere, y en los
alrededores del sector Padre Diego.
18
Una superficie aproximada de 505 ha corresponde a zonas de Bosque bajo espinoso de galería,
el cual se desarrolla hacia las márgenes de los cauces de las quebradas Los Yabos, La Represa
y quebrada de Barco, de igual manera a lo largo de otras pequeñas quebradas.
Finalmente, López y Castillo (1991), señalan una superficie de 7.617 ha -23,0% del área total del
Parque- como áreas desnudas, desprovistas de vegetación debido a factores geológico-naturales
y la acción antropogénicas -pastoreo de caprinos muy intenso-. En algunos casos el material
parental calcáreo impide el crecimiento de vegetación densa. Corresponde a los sectores de
Durigua y San Pablo a ambos lados de la antigua carretera transandina hacia Carora.
Pérez, Tula y González-Carcarí. (2007), refieren como destacable en cuanto a la flora del Parque
Nacional Cerro Saroche, lo siguiente:
Las especies vegetales predominantes son los Cujies -Calliandra minutifolia, Prosopis juliflora-,
cardones -Cereus sp., Stenocereus sp.- y tunas -Opuntia caracasana, O. caribaea, O. eliator, O.
wentiana-. Los árboles más comunes en los paisajes del Parque Nacional Cerro Saroche son el
cotoperíz -Talisia olivaeformis- de frutos comestibles, curarí -Tabebuia serratifolia-, vera -Bulnesia
arbórea- de madera muy fuerte, yabo -Cercidium praecox-, trompillo -Jaquinia aciculata-,
guayacán -Guaiacum officinale-, el cují -Calliandra minutifolia- y el cují yaque -Prosopis juliflora-,
el guamacho -Pereskia guamacho-.
Las especies leñosas olivo -Capparis linearis-, cujicillo -Mimosa arenosa-, Acacia farnesiana y
yacure -Pithecellobium dulce- son hospederos de plantas hemiparasitas dentro del Parque
Nacional Cerro Saroche, las cuales son: Struthanthus dichotrianthus –Loranthaceae-,
Phoradendron lorifolium, Phoradendron sp 1 y Phoradendron sp 2 -Viscaceae-.
Las cactáceas más comunes son las especies del género Opuntia, ya mencionadas, Mammillaria
mammilaris, Melocactus curvispinus de porte bajo, y los cactus columnares, mejor conocidos
como cardonales -Figura 2.4-: cardón guanajo Pilosocereus lanuginosus, Stenocereus ottonis,
cardón dato Stenocereus griseus y cardón lefaria Cereus repandus, entre otras (Parkswatch,
2001).
Las especies de cactáceas columnares, cardón dato, Stenocereus griseus -Haw.- Buxb., y cardón
lefaria Cereus repandus, tienen alto niveles de fecundidad y pueden mantener actividad
reproductiva la mayor parte del año, lo cual les confiere grandes ventajas para la regeneración
natural y propagación en ecosistemas áridos y semiáridos de Venezuela, Nassar y Emaldi (2008).
19
Fuente: Propia (2017)
Para Herrera y Nassar (2009), en el Parque Nacional Cerro Saroche existen especies invasoras
que amenazan su diversidad biológica estas son: algodón de seda -Calotropis procera-, bola de
texas -Salsola kali-, Stapelia gigantea, es una planta carnívora nativa del sudeste de Africa y
Kalanchoe daigremontiana, es una planta tóxica que se reproduce fácilmente por brotes a lo largo
de sus hojas que al caer al suelo forman raíces. Estas últimas se encuentran en las inmediaciones
del caserio Padre Diego. Este sector posee un área aproximada de 64 ha, donde la Kalanchoe
daigremontiana ocupa aproximadamente el 28,5% -18,28 ha- y la Stapelia gigantea el 2,3% -1,45
ha- del área.
En cuanto a la fauna presente en el parque, según Vásquez, Ros y Maldi (2014), el cunaguaro -
Leopardus pardalis- es habitante del parque, junto con la onza -Puma yagouaroundi-, que es el
felino con más frecuencia de arroyamiento en las carretera del estado Lara, el conejo -Sylvilagus
floridanus- y la lapa -Agouti paca- son pocos frecuentes en el parque por efecto de la cacería
ilegal, Parkswatch (2001); los venados matacán -Mazama guazoubira- y caramerudo -Odocoileus
virginianus-, el zorro -Cerdocyon thous-, el mapurite -Conepatus semistriatus-, iguana -Iguana
iguana - y Marmosa xerophila están presentes en el mismo.
Entre las aves presentes dentro del Parque Nacional Cerro Saroche están el cardenalito -
Carduelis cuculata-, la cual es una especie amenazada, y una de las razones para decretar esta
área como Parque Nacional fue para proteger el hábitat de esta ave emblemática del Estado Lara.
También se encuentran el turpial -Icterus icterus- ave nacional de Venezuela, el gonzalito -Icterus
auricapillus- y la tortolita grisácea -Columba passerina-. Cotorra cabeza amarilla -Amazona
barbadensis-.
20
Vargas y otros, (2013) presentaron una lista de réptiles, quelonios y anfibios que se presenta a
continuación. Los anfibios han sido reportados en 23 especies, entre ellas:
Rhinella granulosa, Rhinella marina, Rhinella margaritifera, Rhinella sternosignata, Ceratophrys
calcarata, Dendropsophus luteoocellatus, Dendropsophus microcephalus, Dendropsophus
minutus, Hypsiboas crepitans, Scarthyla vigilans, Scinax rostratus, Scinax ruber, Trachycephalus
venulosus, Phyllomedusa trinitatis, Engystomops pustulosus, Pleurodema brachyops,
Leptodactylus bolivianus, Leptodactylus fragilis, Leptodactylus fuscus, Leptodactylus
poecilochilus, Elachistocleis ovalis, Elachistocleis surinamensis y Lithobates palmipes.
2.2.4 Aspectos técnicos del Índice Diferencial Normalizado de Vegetación -NDVI, en inglés
Normalized Difference Vegetation Index-
Los valores del NDVI están en función de la energía absorbida o reflejada por las plantas en
diversas partes del espectro electromagnético. La respuesta espectral que tiene la vegetación
sana, muestra un claro contraste entre el espectro del visible, especialmente la banda roja, y el
Infrarrojo Cercano -IRC-.
Mientras que en el visible los pigmentos de la hoja absorben la mayor parte de la energía que
reciben, en el IRC, las paredes de las células de las hojas, que se encuentran llenas de
agua, reflejan la mayor cantidad de energía.
21
En contraste, cuando la vegetación sufre algún tipo de estrés, ya sea por presencia de
plagas o por sequía, la cantidad de agua disminuye en las paredes celulares por lo que la
reflectividad disminuye el IRC y aumenta paralelamente en el rojo al tener menor absorción
clorofílica -Figura 2.5-. Esta diferencia en la respuesta espectral permite separar con relativa
facilidad la vegetación sana de otras cubiertas, Verhulst, Govaerts y Fuentes (2010).
𝐈𝐧𝐟𝐫𝐚𝐫𝐫𝐨𝐣𝐨 𝐜𝐞𝐫𝐜𝐚𝐧𝐨−𝐑𝐨𝐣𝐨
𝑁𝐷𝑉𝐼 = -Ec. 2.1-
𝐈𝐧𝐟𝐫𝐚𝐫𝐫𝐨𝐣𝐨 𝐜𝐞𝐫𝐜𝐚𝐧𝐨+𝐑𝐨𝐣𝐨
22
Clasificación del NDVI por sensor
1,6
1,4
1,2
1
1 1
0,8
1
0,6
0,4
Esta diferencia en la respuesta espectral permite separar con relativa facilidad la vegetación sana
de otras cubiertas, Verhulst, Govaerts y Fuentes (2010), tal como se puede observar en la Figura
2.6. Los valores de 0 a 0,35 corresponden a zonas sin vegetación y de vegetación seca en los
satélites Landsat 5 TM y Landsat 7 ETM+, y los valores de 0,35 hasta 1 corresponden a
vegetación sana. En el satélite Landsat 8 OLI, los valores de 0 a 0,15, incluyen zonas sin
vegetación y con vegetación seca mientras que los valores de 0,15 a 1, son aquellos que
representan vegetación en condiciones óptimas.
Al referirse a los indicadores ambientales, Garmendia y otros. (2005) señalan, que es un factor
ambiental que transmite información sobre el estado del ecosistema del que forma parte o de
alguna característica del mismo. Definen los indicadores de impacto ambiental como aquellos
indicadores ambientales que determinan la calidad ambiental o un cambio en la misma
ocasionado por una determinada acción.
23
Las funciones de transformación, son relaciones entre la magnitud de un indicador, medida en
sus propias unidades, y la calidad ambiental expresada en unidades estandarizadas entre 0 y 1,
adimensionales y comparables, donde 0 corresponde al valor pésimo y al óptimo, Garmendia y
otros (2005). Los valores de calidad ambiental pueden llevarse a la magnitud del impacto
ambiental multiplicando la función por – 3.
En el Plan de Ordenación del Territorio del estado Lara de 1986, se propone la creación del
“Parque Nacional Zonas Áridas de Cerro Saroche” ubicado en los alrededores de la ciudad de
Barquisimeto, según una investigación realizada por los investigadores de la Universidad
Centroccidental Lisandro Alvarado -UCLA- Robert Smith y Antonio Rivero en 1981, que fue
tomada en cuenta por el Ministerio de Ambiente y de los Recursos Naturales para proponer dos
ABRAE: el Parque Nacional Cerro Saroche y el Monumento Natural Loma de León.
Este decreto establece un plazo de dos años para la realización del plan de ordenación del
territorio y reglamento especial de uso del Parque Nacional. Actualmente han transcurrido 27
años sin que este proceso se haya completado. INPARQUES ha realizado algunos borradores
de proyectos del plan pero este no ha sido presentado oficialmente y por lo tanto no ha sido
decretado por el Ejecutivo Nacional.
De acuerdo al decreto de creación, el parque abarca una superficie de 32.456 ha, encontrándose
ubicado dentro de los municipios Iribarren, Jiménez y Torres del Estado Lara. En cuanto a la
porción territorial perteneciente a cada municipio se tiene, que 12.400,5 ha están en jurisdicción
del municipio Iribarren, 3.287,5 ha en Jiménez y 16768 ha en Torres, conforme a su ubicación
política territorial, mostrada -Figura 2.7-.
24
Su matriz geológica corresponde a areniscas esencialmente de cuarzo, con proporciones
menores de feldespatos, micas, pirita, circón y fragmentos líticos constituidos por calizas de grano
fino, cuarcitas, esquistos y rocas ígneas volcánicas en menor proporción, como granitos y
gneises. Las lutitas son generalmente de color gris con estratificación irregular.
La Formación Barquisimeto, está compuesta por calizas y ftanitas, se localizan en las colinas de
color claro ubicadas a ambas márgenes de las carreteras Barquisimeto-Bobare en el sector
Durigua y en la carretera vieja Barquisimeto-Carora específicamente en el sector Alto de Las
Flores y Pico Alvarado.
Clima
La región Lara - Falcón se encuentra en las provincias de humedad árida y semiárida, la
precipitación media anual es de 446 mm, de régimen errático, la temperatura media oscila entre
28° y 29 °C, y la evapotranspiración potencial -ETP- se ha calculado en 1700 mm, dándose una
relación de 3,8 lo que la ubica en el límite superior de la provincia semiárida, Ferrer-Veliz (2007).
25
Andressen (2007), refiere un pluviograma de precipitación graficando los valores promedios
mensuales del período 1974-1992 a través de las estaciones Barquisimeto, Quibor y Cují,
reconociendo un régimen bimodal, con un período lluvioso principal hacia mayo-junio y otro
secundario menos importante hacia octubre-noviembre -Figura 2.8-.
Precipitación (mm)
250
200
150
100
50
0
ENE FEB MAR ABR MAY JUN JUL AGO SEP OCT NOV DIC
Para López y Castillo, (1991) en los sectores Cerro Saroche, Padre Diego, Durigua, Simara,
Cañaote, El Cují, entre otros, la precipitación es menor a los 500 mm anuales. En los alrededores
de San Pablo y el Hipopal las precipitaciones exceden los 500 mm/año, y reconocen que las
lluvias esporádicas se manifiestan en forma intensa causando altos grados de erosión en todo el
Parque.
Geomorfología
El relieve regional dentro del cual se insertan los terrenos del Parque Nacional, está conformado
por colinas y cerros formados por las Sierras de Bobare y Matatere, las cuales se extienden de
Este a Oeste, dividiendo el valle medio del río Tocuyo y la depresión de Barquisimeto, esta última
perteneciente a la cuenca del río Turbio.
Se trata de un paisaje conformado por filas de lomas bajas y cerros que forman parte de las
Sierras de Bobare y Matatere, dentro de las que resaltan los Cerros Saroche, Chambo, La Oveja,
Pico Alvarado, Fila de Las Tapas y Los Puercos, ubicados de manera dispersa en las zonas nor-
oriental y noroccidental del Parque Nacional siendo la mayor altitud los 1.200 msnm, López y
Castillo (1991).
Una extensa zona colinada se desarrolla en los alrededores del caserío San Pablo, allí: este
paisaje de colinas se alterna con el de montañas bajas, alcanzándose alturas entre 600 y 900
msnm; son formas de relieve de aspecto desértico, con pendientes relativamente fuertes que
26
pueden llegar a 50%, limitadas por depresiones o cerros vecinos mediante escarpas de fallas.
Este complejo orográfico se extiende desde San Pablo, Puente Torres y todo el sector sur de la
quebrada Los Yabos.
En los alrededores de San Pablo y a ambos lados de la carretera que conduce a Bobare,
principalmente, se encuentran lomas bajas calcáreas, formadas por un modelado suave y
redondeado. Asimismo, existen elevaciones cuarcíticas con gran resistencia al desgaste, que
originan los relieves más altos del Parque Nacional, entre los que destacan las Filas: Las Tapas,
Los Puercos, El Amparo y Saroche.
Entre los espacios colinares y de lomas se han desarrollado sistemas de llanuras aluviales en
forma de conos de deyección y glacis producto del arrastre de sedimentos de las formaciones
Bobare y Matatere, formadas por las quebradas Los Yabos, Los Ranchos, Turturia, Torres y en
los alrededores del caserio Padre Diego. Las zonas aluviales deprimidas ubicadas en los
alrededores de Padre Diego, se caracterizan por presentar relieves planos con altitudes entre 400
y 600 msnm, formados por la dinámica de los procesos de deposición aluvial. Se incluyen también
las márgenes de las quebradas que conforman depresiones interiores o valles estrechos a lo
largo de cada cauce. Este tipo de relieve se evidencia en la parte norte de Padre Diego y en las
quebradas Los Yabos, Los Ranchos, Torres y Turturia.
Finalmente López y Castillo (1991) refieren los problemas de erosión más resaltantes del parque,
ubicándolos en el tramo carretero San Pablo – Alto de Las Flores. Subsisten allí dinámicas de
erosiones intensas con la formación de un flujo de sedimentos que baja por las pendientes fuertes
y pierde fuerza al llegar a terrenos planos formando conos de deyección. Igualmente en la vía a
Bobare, en el sector Durigua, y los alrededores de San Pablo y Turturia, sobre todo en sectores
donde la cubierta vegetal fue eliminada, se ha venido formando una extensa superficie erodada
a nivel de surcos y cárcavas que se reactivan en períodos de lluvias.
Hidrografía
Los terrenos del Parque Nacional se encuentran formando parte de las cuencas de los ríos
Tocuyo y Turbio. La primera descarga sus aguas hacia la vertiente sur del Mar Caribe. Por su
parte la cuenca del Turbio es tributaria de la Cuenca del río Orinoco, a través del río Portuguesa.
27
Ferrer-Veliz (2008) refiere, que el parque es atravesado por alrededor de doce -12- quebradas,
en su mayoría de régimen intermitente u ocasional durante el período de lluvias, entre las que
destacan quebrada de Piedra, quebrada de Barco y quebrada de Torres.
Este autor señala igualmente, que la hidrografía del Parque está dominada por wadíes, que son
senderos asociados a los cauces de ríos y quebradas que durante la época seca son usados
comúnmente por la población como vías de acceso vehicular al Parque -Figura 2.9 y Mapa nexo
1-.
Suelos
Elizalde, Viloria y Rosales (2007) reconocen una variedad de tipologías edáficas en cuanto a su
desarrollo, composición y nivel de afectación por la erosión. Destacan, que los suelos de las
sierras de Bobare y Matatere, son Torriorthents, que corresponden a la orden de entisoles,
tratándose de suelos rejuvenecidos por la acción del acarreo y deposición permanente de
sedimentos por torrentes y desbordamiento de las quebradas de la zona; y los Haplocambids que
se desarrollan en las áreas menos escarpadas, y que corresponden a aridisoles los cuales se
caracterizan por permanecer secos más de 9 meses al año. Estos suelos presentan una erosión
laminar profunda a nivel de surcos y cárcavas. Ese rejuvenecimiento continuo es por remoción
28
superficial. Todos ellos son suelos poco profundos y pedregosos, con frecuentes afloramientos
de rocas y escaso desarrollo pedogenético de su perfil.
El Instituto Nacional de Parques se rige bajo la Ley del Instituto Nacional de Parques (1978), que
en su artículo 6, numeral 1 confiere al instituto “la planificación, construcción, ampliación,
acondicionamiento, administración y conservación, así como la ejecución de las acciones
conducentes al desarrollo integral del Sistema Nacional de Parques”. El Reglamento Parcial de
la Ley Orgánica para la Ordenación del Territorio sobre Administración y Manejo de Parques
Nacionales y Monumentos Naturales en su artículo 55, establece que la administración de los
Parques Nacionales se basa en tres aspectos fundamentales como “la ordenación del territorio;
los recursos naturales existentes en el área; el ente jurídico-económico y los servicios públicos.”
El Parque Nacional cuenta con una superintendencia cercana al sector Padre Diego, la cual es
una pequeña casa rural desde donde despacha el superintendente y también funciona como
caseta de vigilancia, en el pasado, el personal de INPARQUES en el área era solo el
superintendente, estos funcionarios eran constantemente víctimas de la delincuencia, también
llegó a carecer de superintendente durante algunos años, Parkswatch (2001). Este hecho se
desarrolló a pesar que el Reglamento Parcial de la Ley Orgánica para la Ordenación del Territorio
sobre Administración y Manejo de Parques Nacionales y Monumentos Naturales en su artículo
60, indica que el Superintendente del Parque debe tener a su mando a los Jefes de sectores del
Parque, a los guardaparques y debe contar con el apoyo de los funcionarios de la Guardería
Ambiental de la Guardia Nacional.
En el año 2014, producto de la supresión del Ministerio del Poder Popular para el Ambiente y la
creación del Ministerio del Poder Popular para Ecosocialismo, Vivienda y Hábitat, que asumió
competencias ambientales, se creó momentáneamente el Órgano Superior para el Manejo de
Parques Nacionales, este órgano fue eliminado posteriormente, prevaleciendo el Instituto
Nacional de Parques, pero durante su funcionamiento, se intentó un reimpulso del Sistema
Nacional de Parques y se capacitaron un grupo de guardaparques, por lo que el personal de
INPARQUES en el Parque Nacional Cerro Saroche, pasó a ser conformado por 1 superintendente
y 3 guardaparques. Durante este período se realizaron jornadas de erradicación de especies
invasoras en el año 2015, y caminatas ecológicas para promover el ecoturismo, así como
presencia en las redes sociales lo que le ha dado mayor visibilidad al Parque Nacional.
29
30
CAPÍTULO 3
MATERIALES Y MÉTODOS
Hernández, Fernández-Collado y Baptista (2006), define el diseño como un plan o estrategia que
se desarrolla para obtener la información que se requiere en una investigación.
La presente investigación posee un diseño de evolutivo, que de acuerdo con el mismo autor son
estudios que recaban datos en diferentes puntos del tiempo, para realizar inferencias acerca de
la evolución del problema de investigación o fenómeno, sus causas y sus efectos. Esto se obtiene
analizando los conflictos de uso durante el período 1991-2016.
Para el logro de los objetivos planteados, fueron formuladas cinco -5- fases metodológicas.
Los mismos se muestran esquemáticamente en la Figura 3.1 siguiente.
31
3.2.1 Fase Exploratoria
Esta fase de la investigación se centró en identificar los problemas que atraviesa el Parque
Nacional Cerro Saroche desde su creación, a partir de una revisión bibliográfica, la revisión de la
información cartográfica disponible y la elaboración de mapas base con la información disponible,
tanto analógica como digital, buscando siempre obtener una síntesis de los atributos ambientales
más resaltantes de la situación actual del Parque Nacional.
Esta fase concluye con la elaboración del marco conceptual en que se sustenta la investigación
a través de investigaciones similares relacionadas con análisis de conflictos de uso/intervención,
la valoración y el análisis de vegetación a través del Índice Diferencial Normalizado de Vegetación
–NDVI, Normalized Difference Vegetation Index - y la revisión de las propuestas de gestión
institucional que se ha desarrollado particularmente el Instituto Nacional de Parques -
INPARQUES-.
Esta fase involucró la realización de un análisis de los conflictos de uso que se vienen
presentando en el Parque Nacional desde 1991 hasta el año 2016, utilizando para ello imágenes
satelitales Landsat 5 TM de los años 1991, 1996, 1998 con resolución espacial de 30 m donde
se generó una imagen bajo la combinación de bandas 7-4-3; así como la imagen Landsat 7 ETM+
del año 2001 donde se generó una imagen bajo combinación de bandas 7-4-2 con resolución
espacial 30 m. Se hizo uso igualmente de imágenes de la banda pancromática de resolución
espacial de 15 m, Landsat 8 OLI del año 2016 que posee resolución espacial de 30 m y Sentinel
2A del año 2016 con resolución espacial de 10 m. Para todos los procedimientos de análisis
espacial de la investigación -que permitieron la producción de mapa-, se usó el software ArcGIS
Desktop, versión 10.4.1.
Para el uso de las imágenes del satélite Landsat 5 TM, se hizo una rectificación de las bandas
espectrales para ajustarlas a los valores de reflectancia del satélite Landsat 7 ETM+, usando el
32
procedimiento descrito por Firl y Carter (2011) de la Universidad estatal de Colorado, EEUU.
Posteriormente, se aplicó en la calculadora raster la ecuación NDVI= Infrarrojo cercano – Rojo/
Infrarrojo cercano + Rojo, correspondiente a las bandas 4 -infrarrojo cercano – NIR- y 3 -Rojo –
Red- en los satélites Landsat 5 TM y 7 ETM+ y las bandas 5 -infrarrojo cercano – NIR- y 4 -Rojo
– Red- en el Landsat 8 OLI.
A partir de estos criterios de clasificación, se generó un mapa con los polígonos correspondientes
a la vegetación sana, es decir, aquella que no muestra evidencias de estrés según el índice,
estableciendo el NDVI para los años 1991, 1996, 1998, 2001 y 2016. Se produjo igualmente a
partir de toda esta información, los correspondientes datos de las superficies de vegetación sana
para cada año, y a partir de ella se procedió a evaluar su evolución en cuanto a cobertura durante
estos 25 últimos años.
3.1.4.2. Descripción y Evaluación de Impacto Ambiental por conflictos de uso Cerro Saroche
33
El indicador ambiental usado para evaluar el impacto ambiental de los conflictos de uso sobre la
vegetación del Parque Nacional, es el descrito por Gómez (1999), que incluye un factor K que se
expresa como un valor de conservación, la afectación viene dada, en este caso, por la superficie
sometida a conflictos de uso -Figura 3.2-. Su ecuación es:
∑ 𝑆𝑢𝑝𝑒𝑟𝑓𝑖𝑐𝑖𝑒 𝐼𝑛𝑡𝑒𝑟𝑣 ∗ 𝐾
𝐼= ∗ 100
∑ 𝑆𝑢𝑝𝑒𝑟𝑓𝑖𝑐𝑖𝑒 𝑇𝑜𝑡𝑎𝑙
-Ec. 3.1-
Fuente: Garmendia y otros (2005).
Para la cuantificación del impacto ambiental de la Pérdida de la cobertura vegetal por conflictos
de uso, se utilizó una función de transformación lineal creciente, Garmendia y otros (2005).
34
Donde:
y= Magnitud del impacto ambiental
x= Indicador ambiental de la pérdida de cobertura vegetal por conflictos de uso.
Máx= afectación máxima permisible, 30%
La Metodología RIAM toma en cuenta la relación:
Donde ES hace referencia al puntaje ambiental del impacto, el criterio AƬ que se obtiene a través
del producto A1*A2, donde A1 es la importancia del atributo a evaluar, que varía de 0 a 4, donde
cero es sin importancia y 4 de interés nacional e internacional, A2 es la magnitud del cambio o
efecto, varía desde -3 hasta +3 según la naturaleza e intensidad del impacto, que se medió a
través de un indicador ambiental -I- usando una función de transformación para integrarlo a la
matriz.
35
La Evaluación de los Impactos Ambientales, permitirán estimar cuáles son los impactos
ambientales negativos significativos que requiere la proposición de Medidas de Control
Ambiental, en el caso de esta investigación estas medidas se traducen en lineamientos
estratégicos de los que se derivarán programas, proyectos, acciones, líneas de investigación,
relaciones institucionales, entre que deberían formar parte de un Plan de Gestión Integral para la
recuperación del Parque Nacional Cerro Saroche -Figura 3.3-.
Lo complementa una evaluación detallada de la situación institucional actual del Parque Nacional
Cerro Saroche, a partir de la aplicación de un Análisis FODA -Fortalezas-Oportunidades-
Debilidades-Amenazas- del ente administrador del Parque como lo es el Instituto Nacional de
Parques -INPARQUES-. Obteniendo de esta una estrategias para ser aplicadas dentro de la
institución mediante la formulación de arreglos institucionales, necesarios para transformar la
realidad actual del Parque Nacional.
Esta fase representó el aporte más relevante a la evaluación de la gestión institucional del Parque
Nacional, una vez analizados todos los aspectos físico ambientales, de conflictos socio-
ambientales del Parque Nacional Cerro Saroche en la actualidad, e identificados sus efectos
ambientales potenciales y evaluado el impacto ambiental de la pérdida de la cobertura vegetal,
se procedió -siguiendo el modelo de la Matriz de Marco Lógico elaborado por el Instituto
Latinoamericano y del Caribe de Planificación Económica y Social, -ILPES- (2005), a realizar un
análisis de los involucrados, a través de una valoración del poder, importancia y disposición,
Arana (2015) y de una priorización de involucrados de Márquez (2016) con base en Accountability
(2006).
Los involucrados son evaluados según su Poder, Importancia y Disposición con valores que van
del 1 al 4. En la escala del Poder, 1 significa que no tiene potencial para incidir en las operaciones
de la organización, 2 que posee un pequeño potencial para influir en la opinión pública, 3 que ese
potencial es mediano y 4 que posee un alto potencial para articular recursos de la organización.
La sumatoria de los valores dio como resultado la priorización de los involucrados, donde 12 a 10
representa el Poder formal, de 9 a 8 que tiene una influencia mediana, de 7 a 5 su influencia es
baja y los valores entre 4 y 3 donde el involucrado no tiene influencia dentro de la organización.
Este análisis de involucrados se complementa con el análisis FODA de INPARQUES que ayudan
a comprender todos los aspectos institucionales/organizacionales de la gestión integral del
Parque Nacional.
Siguiendo los pasos del Marco Lógico, se elaboró un árbol de problemas derivado de los
conflictos de uso que presenta esta ABRAE, con el cual se analizaron dichos conflictos,
36
relacionando las acciones capaces de degradar el ambiente con posibles impactos ambientales,
pudiendo identificar el origen de muchos de estos.
A su vez, se realizó un análisis a través del árbol de objetivos, de donde parten los lineamientos
estratégicos que deben regir el Plan de Gestión Institucional de este Parque Nacional, estos
atienden a la realidad ambiental, institucional, social y económica de la zona de influencia directa
del Parque Nacional que ha ejercido presión sobre los recursos naturales y el ambiente natural
generando los conflictos de uso identificados por esta investigación.
En esta última fase, se enuncian una serie de conclusiones y recomendaciones arrojadas por el
desarrollo de la investigación y atendiendo a los objetivos que fueron planteados para su
realización.
37
38
CAPITULO 4
RESULTADOS Y DISCUSIÓN
Ahora bien, producto de la presente investigación, se elaboró un mapa identificando los predios
o parcelas agrícolas y pecuarias establecidos, así como las lagunas artificiales de uso
agropecuario y las infraestructuras asociadas -viviendas familiares, galpones, entre otros-. Para
ello se trabajó con una imagen del satélite Sentinel 2A con resolución espacial de 10 m, en color
natural -bandas 4, 3 y 2- de fecha 14-01-2016, así como imágenes de los satélites SPOT y
Pléiades, disponibles en Google Earth Pro del 2014 con una resolución espacial de 1,5 m.
A partir de allí, se establecieron líneas de tiempo para cada uno de los años 1991, 1996, 1998,
2001 y 2016 sobre las imágenes de los satélites Landsat 5 TM, Landsat 7 ETM+, Landsat 8 OLI,
para con ello identificar y analizar los conflictos de uso generados a través de estos años.
2 La administración del Parque Nacional Cerro Saroche se ha estado haciendo usando como referencia legal, lo
establecido en el Decreto Presidencial Nº 276 de 1989 que contiene el Reglamento parcial de la LOPOT para
administrar y manejar los parques nacionales y monumentos naturales.
39
4.1.1. Evolución de la expansión de la frontera agrícola dentro del Parque Nacional Cerro Saroche
A través del trabajo con las imágenes de los mencionados satélites, y utilizando el programa SIG
ArcGIS Desktop, se pudieron mapear las áreas con parcelas agrícolas, lagunas artificiales, casas
y galpones, representativas de conflictos de uso por intervención en el área del Parque Nacional.
Se determinó, que en 1991, dos años después de la creación del Parque, el área que ocupaban
estos era de 124,30 ha, aproximadamente; y para el año 2016, 27 años después de creado el
Parque Nacional está ocupación e intervención había alcanzado las 716,33 ha. Ver mayores
detalles en los Cuadros 4.1 y 4.2 y las Figuras 4.1 y 4.2.
Cuadro 4.1. Evolución de los conflictos de uso en hectáreas Parque Nacional Cerro Saroche
1991-2016
Año 1991 1996 1998 2001 2016
Superficie 124,30 141,33 207,10 274,17 718,59
afectada por
expansión de
la frontera
agrícola -ha-
Fuente: Propia 2017
600
500
400
300
274,17
200 207,1
124,3 141,33
100
0
1991 1996 1998 2001 2016
Fuente: Propia (2017)
Figura 4.1. Evolución de los conflictos de uso -ha- Parque Nacional Cerro Saroche 1991-2016
Como se muestra en la Figura 4.1 anterior, la intervención dentro del Parque ha tenido un
crecimiento exponencial. En el período 1991-1996 se anexaron 17,03 ha, mientras que en el
período 2001-2016 la superficie intervenida se incrementó 444,42 ha. Tomando en cuenta esto,
desde 1991 hasta el 2016, se incorporaron 594,29 ha de intervención al Parque Nacional.
40
Cuadro 4.2. Evolución de los conflictos de uso por las parcelas instaladas Parque Nacional
Cerro Saroche 1991-2016
Series1; 2001; 66
Series1; 1998; 56
Series1; 1996; 30
Series1; 1991; 23
41
Fuente: Propia (2017)
Figura 4.3. Zonificación proyectada en base a Proyecto de POT y RU
Con los datos obtenidos de los satélites Landsat 7 ETM+, Sentinel 2A y Google Earth Pro se
procedió a elaborar un mapa de uso y cobertura de la tierra correspondiente al año 2016 -uso
actual-, el cual permitió estimar que existía para ese año, una superficie intervenida de 718,59
ha, cuyos usos/ocupaciones no corresponden con actividades permitidas en este Parque
Nacional, los detalles de estos conflictos se muestran en la Figura 4.4 -Mapa Anexo 3- y el Cuadro
4.3.
42
Fuente: Propia (2017)
Figura 4.4. Zonificación de conflictos de uso en el Parque Nacional Cerro Saroche para el año
2016
43
Cuadro 4.3. Intervenciones por cada zona del proyecto de POT y RU
Nombre de la Zona/ Superficie zona -ha- Superficie intervenida N° polígonos de
Unidad de -ha- intervención
Ordenamiento
Territorial
Zona de Uso 5.699,62 66,57 34
Especial 1
Zona de Ambiente 1.272,42 32,56 12
Natural Manejado
Zona Primitiva o 4.406,85 10,25 06
Silvestre 1
Zona Primitiva o 3.610,31 2,89 11
Silvestre 3
Zona Primitiva o 1.488,74 2,56 07
Silvestre 2
Zona de 7.910,81 43,63 47
Recuperación Natural
1
Zona de Uso 1.325,46 98,53 24
Especial 2
Zona de 4.056,39 311,46 18
Recuperación Natural
2
Zona Protección 340,33 77,7 08
Integral Altos de
Simara
Zona Primitiva o 376,56 64,71 9
Silvestre N° 05
Zona Silvestre 4 2.070,57 10,81 03
Fuente: Cálculos propios (2017).
Esta zona del Parque corresponde depósitos aluviales en forma de terrazas las cuales tienen
facilidad de acceso. López (1994) la describía como idónea para una zona de recreación, debido
a la presencia de bosques de galería que albergaban en forma constante una vistosa y rica
avifauna, sin embargo, a pesar de la declaración de Parque Nacional siguió siendo ocupada por
predios agrícolas con poca regulación, conforme a lo mostrados en la Figura 4.5 y Mapa Anexo
4.
44
Fuente: Propia (2017)
Figura 4.5. Conflictos de uso en las adyacencias de la quebrada Los Yabos, en 1991
La intervención del Parque por predios agrícolas en las adyacencias de la quebrada Los Yabos
en el año 1991, correspondieron a una superficie de 17,33 ha, siendo seis -6- los polígonos
representados en la Figura 4.5 y Mapa Anexo 4. En este período, habían transcurrido dos -2-
años desde la creación del Parque Nacional. Sobre terrazas de la quebrada El Tigre estaba
instalada una sola parcela agrícola de 5,40 ha -a-. Sobre la quebrada Los Yabos, que poseía una
buena representación de los bosques de galería del Parque, -López y Castillo (1991), se habían
instalado dos parcelas agrícolas, de 1,81 ha -b- la primera y 1,42 ha -f- la segunda.
Mientras que en los márgenes de la quebrada Juan de Barco, que poseía atractivos para el
turismo, López (1994), estaba instalada una parcela de 1,66 ha -c-, cercana a la quebrada Los
Yabos. En la margen izquierda de la quebrada La Represa, se ubicaba una parcela de 6,22 ha -
d- contigua a una laguna de uso agrícola de 0,799 ha -e-.
En el año 1996 la superficie intervenida en las adyacencias de la quebrada Los Yabos había
aumentado a 43,54 ha, existían catorce -14- parcelas agrícolas -Figura 4.6 y Mapa Anexo 5-. De
ellas tres -3- eran nuevas parcelas ubicadas sobre las márgenes de la quebrada Los Yabos, la
45
primera de 2,3 ha -g-, la segunda de 1,7 ha -n- y de 2 ha -m- la tercera. Durante este período
también se intervino por primera vez la quebrada El Isleño, con dos parcelas de 5,03 ha -i- y 2,9
ha -j- respectivamente, así como la intervención sobre las márgenes de la quebrada Pozo Guapo,
donde se instaló una parcela de 3,6 ha -h- con represamiento para laguna con fines de riego.
En el año 1998 la superficie intervenida por parcelas agrícolas era de 44,91 ha, con las catorce -
14- parcelas anteriores y una nueva parcela en los márgenes de la quebrada Los Yabos, este
polígono de intervención tenía entonces una superficie de 1,36 ha -o-, que inclusive se extiende
fuera de los límites del Parque Nacional -Figura 4.7 y Mapa Anexo 6-.
46
Fuente: Propia (2017)
Figura 4.7. Conflictos de uso en las adyacencias de la quebrada Los Yabos, en 1998
Para el año 2001 la superficie intervenida había aumentado a 46,02 ha, las parcelas agrícolas
aumentaron a dieciocho -18-. Se anexaron tres -3- nuevas parcelas -Figura 4.8 y Mapa Anexo 7-
, la primera de 0,70 ha -p-, la segunda de 0,23 ha -q- y la tercera -r- de 0,17 ha, las tres
corresponden a lagunas artificiales. En la zona se desarrolla el cultivo de hortalizas, Gutiérrez y
Salazar (2002).
47
Fuente: Propia (2017)
Figura 4.8. Conflictos de uso en las adyacencias de la quebrada Los Yabos, en 2001
Ya en el año 2016, la superficie intervenida por predios agrícolas fue de 75,32 ha, correspondiente
a veintinueve -29- polígonos representados en la Figura 4.9 y Mapa Anexo 8. En las márgenes
de la quebrada El Tigre aparece una parcela de 4,2 ha. En las inmediaciones de la quebrada Los
Yabos, se instalaron nuevas parcelas con las siguientes características: -u- parcela de 0,5315 ha
correspondiente a una laguna, -t- parcela de 3,32 ha; -ag- parcela agrícola de 1,29 ha; -y- predio
de 2,43 ha y -w- una parcela de 2,42 ha. En las márgenes de la quebrada Peña León y contigua
a la quebrada Los Yabos se instaló una parcela denominada en la Figura como -x-, con una
superficie de 0,7765 ha.
48
Fuente: Propia (2017)
Figura 4.9. Conflictos de uso en las adyacencias de la quebrada Los Yabos, en 2016
Siguiendo en los márgenes de la quebrada Los Yabos, que atraviesa el Parque Nacional, en este
mismo año se encuentra una nueva parcela -y- con un área de 0,9797 ha. En la margen izquierda
de la quebrada Juan de Barco y cercano a la quebrada Los Yabos, se localiza una parcela -ad-
que corresponde a la unión de las parcelas -b- que data del año 1991 y -n- del año 1996, que
eran separadas por una porción de vegetación. Aparece -ae- una parcela de 1,61 ha.
Continuando por el cauce de la quebrada Los Yabos, se encuentran tres -3- nuevas parcelas: -
af- de 4,92 ha, -ab- cuenta con una superficie de 1,12 ha y -ac- un área de 0,2976 ha.
Sobre la quebrada Los Caballos, que es una de las pocas zonas sin intervención dentro del área,
Gutiérrez y Salazar (2002), destacan que se trata de una vegetación de espinar donde dominan
las especies vegetales: Randia gaumeri, Cephalocereus moritzianus, Cereus deficiens, Opuntia
caribaea, Prosopis juliflora, Tabebuia billberguii, Bastarda viscosa, Opuntia schumanii, Jatropha
urens, Cactus caesius, Evolvulus alsinoides, Agave cocui y Ipomoea sp.
49
b) Sector Pozo Salado, quebrada Mene Cabra
Este sector se desarrolla entre los 900 y 1.000 msnm. Hasta el año 2001, se mantuvo sin
intervenciones, fue hasta ese año cuando este estudio detectó que se habían instalado siete
parcelas, cuya totalidad representaba una superficie de 8,93 ha, ubicados en la vega de las
quebradas -Figura 4.10 y Mapa Anexo 9-.
Para el año 2016, la superficie de intervención en este sector fue de 12,21 ha. Es necesario
señalar que debido a la ausencia de datos por la avería del satélite Landsat 7 ETM+, se
desconoce la evolución entre los años 2001 y 2016. Las parcelas instaladas pasaron de siete -7-
en el año 2000 a veintiséis -26- en el 2016, tal como se muestra en la Figura 4.11 y Mapa Anexo
10.
50
Fuente: Propia (2017)
Figura 4.11. Conflictos de uso en las adyacencias del sector Pozo Salado, quebrada Mene
Cabra en el año 2016
El sector Padre Diego, ubicado en altitudes entre los 700 y 800 msnm, ha sido uno de los de
mayor afectación por intervenciones dentro del Parque Nacional Cerro Saroche. En este se
desarrollaba una significativa actividad agrícola, pecuaria y comercial anterior a la creación de
esta ABRAE. Para el año 1991, la superficie de intervención era de 66,35 ha, concentrado en el
sector Padre Diego, estaban instaladas once -11- parcelas -Figura 4.12 y Mapa Anexo 11-, donde
había presencia de galpones avícolas, lagunas y áreas de cultivos.
López y Castillo (1991), señalaban, que debido a sus relieves planos, el sector Padre Diego, era
propenso a las ocupaciones para usos agrícolas, y que en ese año se consideraba una zona de
cría de ganado caprino, cultivo de cebolla y pimentón, con de altos rendimientos económicos.
51
Fuente: Propia (2017)
Figura 4.12. Conflictos de uso en las adyacencias del sector Padre Diego en el año 1991
En el año 2001, se identificó un área de intervención de 76,06 ha. En comparación con otros
sectores del Parque Nacional, este no sufrió mayor intervención entre los años 1991 y 1998,
debido quizás a la instalación de puestos de guardaparques en el mismo. Sin embargo, la
intervención aumentó en 2001 y las parcelas instaladas aumentaron a dieciséis -16-, tal como se
muestra en la Figura 4.13 y Mapa Anexo 12. Para 2002, la producción de hortalizas continuó en
el sector Padre Diego, Gutiérrez y Salazar (2002), ello en detrimento de la calidad ambiental que
debía mantener el Parque Nacional.
52
Fuente: Propia (2017)
Figura 4.13. Conflictos de uso en las adyacencias del sector Padre Diego en el año 2001
Sobre las consideraciones anteriores, la situación del año 2016 contrasta con la del año 2001.
Durante este período de dieciséis -16- años, se incorporaron 32,37 ha de intervención en este
sector, aumentando a 108,43 ha la superficie intervenida, con veinticinco -25- parcelas instaladas
-Figura 4.14 y Mapa Anexo 13-. Además se hizo una nueva intervención dentro de la Zona de
Recuperación Natural N° 01, que incluye la instalación de una laguna artificial.
53
Fuente: Propia (2017)
Figura 4.14. Conflictos de uso en las adyacencias del sector Padre Diego en el año 2016
La zona de Los Altos de Simara, es una de las áreas colinares del Parque Nacional Cerro
Saroche, que se desarrolla entre los 800 y 1.300 msnm, correspondiendo como zona de vida a
un monte espinoso premontano. En el año 1991 las parcelas de intervención ocupaban una
superficie de 24,41 ha -Figura 4.15 y Mapa Anexo 14-, se correspondían con la Zona de
Recuperación Natural N° 02. Sobre los conflictos de uso allí, López y Castillo (1991), afirman que
estaban restringidos a unos pequeños sectores donde se desarrollaban los cultivos de piña y
yuca. Sobre este sector López (1994), destacaba la necesidad de establecer en esta zona
puestos de guardaparques para realizar actividades de vigilancia y control de estos ecosistemas.
54
Fuente: Propia (2017)
Figura 4.15. Conflictos de uso en las adyacencias del sector Altos de Simara en el año 1991
Para el año 1998, la intervenciones ocupaban una superficie de 68,79 ha, los polígonos de
intervención habían aumentado a ocho -8-. Como se observa en la Figura 4.16 y Mapa Anexo 15,
tras una intervención se anexaron otros polígonos en la zona contigua, lo que pudo haber
conllevado a la acelerada parcelación que hoy posee el Parque.
55
Fuente: Propia (2017)
Figura 4.16. Conflictos de uso en las adyacencias del sector Altos de Simara en el año 1998
Para el año 2001, los conflictos de uso dentro de la zona de recuperación natural N° 02, habían
aumentado a 113,06 ha, adhiriéndose un nuevo polígono. Por lo que, para ese año se
identificaron nueve -9- polígonos de intervención -Figura 4.17 y Mapa Anexo 16-. El aumento de
los conflictos de uso, se estimó como un producto de la expansión de las parcelas de cultivo.
Gutiérrez y Salazar (2002) indican la presencia del cultivo de piña la cual estaba estimulando
nuevos problemas al propiciar nuevos focos que ocasionaban erosión en el lugar.
56
Fuente: Propia (2017)
Figura 4.17. Conflictos de uso en las adyacencias del sector Altos de Simara en el año 2001
En el año 2016, los conflictos de uso en este zonificado como Zona de Recuperación Natural N°
02, la Zona Silvestre N° 05 y la Zona de Protección Integral Altos de Simara, aumentaron a una
superficie de 454,28 ha, en quince -15- años, y los polígonos de intervención habían aumentado
a veintiséis -26-, tal como se muestra en la Figura 4.18 y Mapa Anexo 17. Ante estos hechos,
representa el área más afectada dentro del Parque Nacional y donde está latente la posible
desaparición de varios de estos ecosistemas únicos.
57
Fuente: Propia (2017)
Figura 4.18. Conflictos de uso en las adyacencias del sector Altos de Simara en el año 2016
Este sector del Parque se encuentra ubicado hacia la parte sur, zonificado como una Zona de
Recuperación Natural N° 01, delimitado por las márgenes de la quebrada Las Raíces. Se
desarrolla entre 600 y 700 msnm, y en el año 1998 las intervenciones en dicho lugar ocupaban
una superficie de 3,33 ha, registrándose cuatro -4- polígonos de intervención por predios y
lagunas -Figura 4.19 y Mapa Anexo 18-.
58
Fuente: Propia (2017)
Figura 4.19. Conflictos de uso en las adyacencias del sector quebrada Las raíces en el año
1998
El panorama en el año 2001, había hecho que los conflictos de uso se duplicaran llegando a
ocupar una superficie de 6,86 ha y en ese año los polígonos de intervención habían aumentado
a siete -7-, como se muestra en la Figura 4.20 y en el Mapa Anexo 19.
59
Fuente: Propia (2017)
Figura 4.20. Conflictos de uso en las adyacencias del sector quebrada Las raíces en el año 2001
Con respecto a la situación en el año 2016, la superficie que presentaba conflictos de uso en las
márgenes de la quebrada Las Raíces alcanzaba las 29,48 ha y se registraban en ese año treinta
y cuatro -34- polígonos de intervención -Figura 4.21 y Mapa Anexo 20-.
60
Fuente: Propia (2017)
Figura 4.21. Conflictos de uso en las adyacencias del sector quebrada Las raíces en el año
2016
Al igual que el punto anterior, a los fines de mostrar mejor y analizar los resultados dados por la
investigación en cuanto a alteraciones de ecosistema por intervenciones/ocupaciones del suelo
por distintas actividades en esos años específicos y para el período de 25 últimos años, a partir
de la aplicación de la metodología del NDVI y del uso de la tierra, se referirán algunos detalles a
nivel de los sectores más emblemáticos identificados en el Parque.
En la Figura 4.22 -Mapa Anexo 21-, se observa como la superficie con vegetación sana que se
denomina NDVI para el año 1991 era de 324,45 ha, mientras que los polígonos de intervención
que incluyen parcelas de cultivos, ganadería y lagunas artificiales, ocupaban para entonces un
área total de 17,33 ha. Casi la totalidad de la vegetación en buen estado se encontraba en las
márgenes de las quebradas de la zona. Conforme a esto se evidenciaba la existencia de
vegetación densa y la poca intervención que había ocurrido en la zona y que la hacía ideal para
actividades de recreación según lo señalaba López (1994).
61
Fuente: Propia (2017)
Figura 4.22. Sector Los Yabos según NDVI y uso de la tierra en el año 1991
Para este año, el sector es clasificado como un Monte espinoso tropical -me-P-, con
precipitaciones entre 250 y 500 mm, las temperaturas son superiores a los 24 °C, y la
evapotranspiración es de cuatro -4- a ocho -8- veces mayor que las precipitaciones registradas.
En esta misma vista del sector Los Yabos, se observa que en el año 2001, la vegetación sana
calculada con NDVI alcanzaba una superficie de 530,86 ha -Figura 4.23 y Mapa Anexo 22-,
significando una superficie mayor con respecto a la visión 10 años atrás (1991), mientras que los
conflictos de uso aumentaron en la zona afectando unas 46,02 ha, como se mencionó
anteriormente
62
Fuente: Propia (2017)
Figura 4.23. Sector Los Yabos según NDVI y uso de la tierra en el año 2001
Sobre la quebrada Los Yabos, Gutiérrez y Salazar (2002), señalaban la presencia -para la fecha-
de las siguientes especies de la flora y fauna del Parque Nacional: Jebe -Lonchocarpus
atropurpureus-, palo de Brasil -Haematoxylon brasiletto- y bejuco "Barqui" -Arrabidaea
pubescens-. Sobre las aves, la riqueza del lugar y en cuanto a su presencia y avistamiento, estos
autores señalaban las siguientes especies: Phaethornis bourcieri, Zenaida auriculata, Scardafella
squammata, Columbina talpacoti, Columbina passerina, Columbina minuta, Crotophaga
sulcirostris, Tringa flavipes, Tringa melanoleuca, Coragyps atratus, Polyborus plancus, Milvago
chimachima, Colinus cristatus, Dendrocincla homochroa, Xiphorhynchus picus, Pyrocephalus
rubinus, Pitangus sulphuratus, Myarchus venezuelensis, Campylorhinchus griseus,
Campylorhinchus nuchalis, Mimus gilvus, Icterus icterus, Icterus nigrogularis, Sicalis flaveola,
Volatinia jacarina, Sporophila intermedia, Sporophila nigricollis, Carduelis psaltria, Hy elus
ruphicollis, Brachygalba goeringi, Melanerpes rubricapillus, Forpus passerinus y Aratinga
pertinax.
También indicaban estos autores, la presencia de dos especies de mamíferos: Cerdocyon thous
y Sylvilagus floridanus. Así como hábitats de varias especies de reptiles como la: Iguana iguana,
Cnemidophorus lemniscatus y Kinosternon scorpioides.
63
Siguiendo con el estudio del mismo lugar, en el año 2016, la vegetación sana correspondiente de
acuerdo al NDVI fue de una superficie de 218,40 ha. La misma se había reducido en un 32,69%
con respecto a 1991, posiblemente por efectos de cambio climático e intervención humana
directa, asimismo, los polígonos de intervención ocupaban una superficie de 75,32 ha, como se
observó anteriormente. Se puede apreciar en la Figura 4.24 y Mapa Anexo 23, la fragmentación
de la vegetación de galería por efecto de la parcelación, producida posiblemente por la ausencia
de vigilancia y control en la zona. Con este hecho se perdió una zona que pudo ser destinada
para recreación en un Plan Ordenamiento y Reglamento de Uso, donde pudieron desarrollarse
actividades de ecoturismo y senderos de interpretación.
En 1991, el sector Padre Diego era el más afectado por las intervenciones humanas, que datan
de antes de la creación del Parque Nacional, la vegetación en condiciones óptimas, bajo NDVI
ocupaba una superficie de 109,07 ha, con vegetación dispersa y de baja densidad, los polígonos
de intervención afectaba 50,01 ha -Figura 4.25 y Mapa Anexo 24-. Entonces al igual que hoy, era
una zona agrícola y comercial, que sufrió una ocupación mayor después del año 2000, como se
expuso anteriormente.
64
Fuente: Propia (2017)
Figura 4.25. Sector Padre Diego según NDVI y uso de la tierra en el año 1991
Ya en el año 2016, en este sector ocurre un proceso atípico con comparación con los otros casos
estudiados donde ocurrieron retrocesos de la vegetación sana, produciéndose esta vez un
aumento en la vegetación en condiciones óptimas pero se estima que no tiene relación con los
procesos ecosistémicos naturales del Parque Nacional sino que puede tener relación con los
procesos de marcada intervención humana en el área. En este sentido, la vegetación sana había
aumentado a 231,36 ha -Figura 4.26 y Mapa Anexo 25-, en su mayoría por la proliferación de
vegetación alóctona, producto de plantaciones comerciales e introducción de especies invasoras.
Estas especies invasoras se estima estarían amenazando seriamente de diversidad biológica del
Parque Nacional. Según Nassar y Emaldi (2009), en las inmediaciones del sector Padre Diego,
habitan en abundancia dos especies invasoras: Kalanchoe daigremontiana -ocupando 18,28 ha-
y Stapelia gigantea -1,45 ha-. Por otro lado, como ya se mencionó anteriormente la superficie
intervenida, con parcelas, lagunas y galpones, en el año 2016 alcanzaba las 108,43 ha, siendo
una de las mayores amenazas a la integridad del Parque Nacional Cerro Saroche.
65
Fuente: Propia (2017)
Figura 4.26. Sector Padre Diego según NDVI y uso de la tierra en el año 2016
Según las imágenes analizadas en el año 1991, los conflictos de uso dentro de esta área
ocupaban 24,41 ha, que corresponden a una parcela de cultivo de piña en la pendiente de un
cerro y de una laguna artificial cuya parcela de cultivo se extendía fuera de los límites del Parque
Nacional -Figura 4.27 y Mapa Anexo 26-. La vegetación evaluada a través de NDVI fue de
1000,96 ha, que correspondían en su mayoría a zonas calificadas por el POT como Zona Silvestre
N° 05 y la Zona de Protección Integral Los Altos de Simara. También para ese año, se tenía que
esta zona corresponde ecológicamente con un monte espinoso premontano, según López y
Castillo (1991).
66
Fuente: Propia (2017)
Figura 4.27. Sector Los Altos de Simara según NDVI y uso de la tierra en el año 1991
Durante el año 2001, la vegetación sana calculada a través de NDVI era de 1.036,51 ha,
manteniéndose estable en comparación con 1991, pero los conflictos de uso aumentaron hasta
sumar una superficie de 113,06 ha intervenidas -como se muestra en la Figura 4.28 y Mapa Anexo
27-. Gutiérrez y Salazar (2002), indican que en la zona se cultivaba la piña y entre las especies
de árboles de los bosques del Cerro Simara destacanban: Croton xanthocloros, Lonchocarpus
dipteronereus, Inga fastuosa, Erythroxylum orinocense, Tabebuia chrysantha, Acacia paniculata,
entre otros.
Sobre los mamíferos presentes en esta parte del Parque Nacional, estos autores señalan que el
cerro Simara era el lugar donde mayor número de mamíferos podían encontrarse, reportándose
cinco especies: Cerdocyon thous, Didelphis marsupialis, Sylvilagus floridanus, Sciurus
granatensisis y Dasypus novemcinctus.
67
Fuente: Propia (2017)
Figura 4.28. Sector Los Altos de Simara según NDVI y uso de la tierra en el año 2001
Ya para el año 2016, la vegetación sana medida a través de NDVI se había reducido en este
sector a una superficie de 879,62 ha -Figura 4.29 y Mapa Anexo 28-, mientras que los polígonos
de intervención representaban una superficie de 454,28 ha, como lo vimos anteriormente.
68
Fuente: Propia (2017)
Figura 4.29. Sector Altos de Simara según NDVI y uso de la tierra en el año 2016
El análisis de conflictos de uso es parte de los objetivos de esta investigación, es por ello, que en
dicho proceso de análisis se identificó una cantera a cielo abierto dentro del Parque Nacional
Cerro Saroche que se encuentra en las coordenadas UTM REGVEN Zona 19: 421.443,924 E
1.121.820,459 N, la cual posee una extensión de 3,30 ha. El análisis se realizó con Google Earth
Pro, siendo identificada por primera vez en imágenes de año 2011. A continuación se muestra
una secuencia de la evolución de dicho conflicto e ilícito ambiental.
Se inicia entonces, con el análisis de una imagen del año 2000 -Figura 4.30-, en donde se muestra
la zona donde actualmente se encuentra la cantera, en tal imagen se puede observar un área sin
intervención, cercana a las márgenes de una quebrada intermitente. Se percibe a su vez, una
diferencia de densidad de vegetación entre ambas zonas, siendo la zona actualmente intervenida
la de menor densidad vegetal. En ella se ubican dos -2- estructuras donde presumiblemente se
realizó la intervención.
69
Fuente: Google Earth Pro (2017)
Figura 4.30. . Panorama del sitio de cantera, en noviembre del año 2000
Posteriormente en el año 2011, se aprecia por primera vez la cantera, también aparecen dos
estructuras más pequeñas anexas a las que ya existían en el año 2000 -Figura 4.31-. La
intervención se encuentra en una zona intramontana cercana a la autopista Carora –
Barquisimeto, el área afectada por esta actividad poseía en ese momento una extensión de 3,30
ha.
70
Fuente: Google Earth Pro (2017)
Figura 4.31. Panorama del sitio de cantera, en enero del año 2011
De igual manera, en análisis de la imagen del año 2014, se observa la continuidad de la acción
degradante de la calidad ambiental del Parque Nacional, con algunos cambios en el lugar donde
se ubican las estructuras -Figura 4.32 -.
71
Fuente: Google Earth Pro (2017)
Figura 4.32. Panorama del sitio de cantera, en enero del año 2014
Siguiendo con el cotejo de imágenes, en el año 2016, se observó una aparente inactividad en la
cantera, lo que habría influido en el crecimiento de vegetación en la berma de la misma, asimismo,
se observa la manifestación de procesos concentrados de erosión hídrica que agrupan las aguas
de escorrentía hacia el centro de la cantera -Figura 4.33-.
72
Fuente: Google Earth Pro (2017)
Figura 4.33. Panorama del sitio de cantera, en octubre del año 2016
El cálculo del NDVI de los años 1991, 1996, 1998, 2001 y 2016 -Figura 4.34-, permitió realizar un
análisis temporal de la evolución de la vegetación en una visión general y compararlo con
fenómenos regionales y globales que pueden estar alterando la evolución natural de la vegetación
natural del Parque Nacional Cerro Saroche.
Hectáreas
12000
10000 10210,76
8472,08
8000
7066,9 7119,8
6000
5183,65
4555,03
4000 3925,3
2000
0
1991-02 1996-08 1996-9 1998-02 2001-01 2015-04 2016-02
73
Catillo (1991) publicaron una investigación que afirmaba que toda la vegetación del Parque era
de 24.847 ha -76,5% de la superficie total-. Este análisis se realizó con imágenes aéreas, e
incluye vegetación con niveles bajos y altos de clorofila, siendo aproximadamente 28,44% la
extensión de vegetación sana para febrero de 1991.
En agosto del año 1996, la vegetación con altos niveles de clorofila declinó a su nivel más escaso
durante los años estudiados y se registró en 3.925,25 ha pero un mes después en septiembre de
1996, alcanzó el valor más alto del período en evaluación, registrándose en 10.210,76 ha. Este
aumento súbito pudo estar influenciado por la llegada de lluvias, que activaron la vegetación que
estaba en letargo para sobrevivir a la sequía, reconociéndose que este es uno de los mecanismos
de adaptación observado en la vegetación de los ecosistemas semiáridos.
Al estimar el NDVI para imágenes satelitales de abril de 2015, observamos una superficie de
vegetación sana de 7.119,8 ha, el hecho de no presentarse picos en este período indica que no
se registraron precipitaciones días previos a la toma de imagen por el satélite.
Por último, referente a los análisis de las imágenes más recientes de la zona, correspondientes
a febrero de 2016, se identifica una superficie de vegetación sana según NDVI que disminuyó a
5.183,65 ha, a pesar que la imagen fue tomada en pleno período seco.
4.2.1. Pérdida de vegetación por zonas críticas entre los años 1991 y 2016.
74
Fuente: Propia (2017)
Figura 4.35. Vegetación bajo NDVI del año 2016
El sector A, se corresponde a una zona dentro del cerro Saroche cuya superficie para el
año 1991 la superficie era de 3.379, 42 ha mientras que para 2016 se había reducido a
2.843,52 ha. Como se evidencia en las Figuras 4.36 y 4.37 -Mapas Anexos 30 y 31-, la
pérdida de vegetación corresponde a disminuciones en la densidad de la vegetación en
condiciones óptimas.
75
Fuente: Propia (2017)
Figura 4.36. Sector A, fila de La Tapa y Saroche en el año 1991
Conforme a sus características, esta zona debe formar parte de la Zona Silvestre que albergue
las zonas de Protección Integral Fila Las Tapas y Fila Saroche, a sabiendas de que la vegetación
en ecosistemas semiáridos que se activa en presencia de precipitaciones podría inferir en que la
superficie mostrada por NDVI fuese mayor durante el período lluvioso, sin embargo los datos
NDVI de 1991 corresponden al 05 de febrero de ese año, en pleno período seco, al igual que los
datos del 2016 que son de fecha 10 de febrero de ese año.
Sobre la vegetación del Cerro Saroche, Gutiérrez y Salazar (2002), señalan la presencia de
especies vegetales arbóreas y arbustivas tales como: Bulnesia arbórea, Prosopis juliflora,
Capparis linearis, Talisia olivaeformis, Tabebuia billbergi, Pereskia guamacho, Opuntia
schumanii, Opuntia caribaea y Heliotropium angiospermum.
Asimismo, sobre la fauna asociada a esta vegetación, Vargas y otros (2013), que en algunos
sectores de la zona silvestre N° 01, con altitudes entre los 400 y 600 msnm, se registran hasta
veintitrés -23- especies de anfibios, que representan el 100% de los anfibios registrados por su
investigación dentro del Parque Nacional.
76
Fuente: Propia (2017)
Figura 4.37. Sector A, fila de La Tapa y Saroche en el año 2016
El Sector B, se corresponde zonas con vegetación de galería que ocupaba una superficie
de 278,02 ha en 1991, la cual había disminuido en 2016 a una superficie de apenas 82,18
ha -Figuras 4.38 y 4.39 – Mapas Anexos 32 y 33-.
Este Sector presenta en su mayoría quebradas de régimen intermitente, entre las que destaca la
quebrada de Torres. Es característico en esta zona, la vegetación en galería que es alimentada
por el flujo subsuperficial de los cuerpos de agua. En 1991, la vegetación sana era abundante
pero en los datos obtenidos de la imagen de 2016, se evidencia una reducción posiblemente por
las sequías que han azotado a la región por el Fenómeno del Niño.
77
Fuente: Propia (2017)
Figura 4.38. Sector B, quebrada de Torres y fila La Sabana en el año 1991
A objeto de completar el análisis, se realizó un cotejo de esta información usando una imagen
con la combinación de las bandas 7, 4 y 3 de 1991 -Landsat 5 TM-. Se pudo interpretar la misma
debido a las tonalidades de color verde. Obteniéndose una imagen con la combinación de bandas
6,5 y 4 del año 2016 -Landsat 8 OLI-, donde se evidenció la escasa vegetación, que presentaba
tonalidades opacas del color verde. Con este dato se realizó el mismo procedimiento con una
imagen del mismo satélite del año 2015, obteniéndose resultados similares.
78
Fuente: Propia (2017)
Figura 4.39. Sector B, quebrada de Torres y fila La Sabana en el año 2016
Sector C, esta vista corresponde a una zona montañosa, cercana a Pozo Salado y la
quebrada Mene Cabra, que en 1991 mostraba vegetación densa de una superficie de
844,03 ha -Figura 4.40 y Mapa Anexo 34- pero la misma disminuyó a 158,52 ha en el año
2016. En este sector nacen algunas quebradas de régimen intermitente.
79
Fuente: Propia (2017)
Figura 4.40. Sector C, quebrada Mene Cabra y Pozo Salado en el año 1991
En los datos obtenidos en 2016 se observa como la mayor densidad de vegetación NDVI se
encuentra cercana a los cauces de las quebradas principales -Figura 4.41 y Mapa Anexo 35-. Se
evidencia la disminución de la vegetación en las zonas más elevadas.
80
Fuente: Propia (2017)
Figura 4.41. Sector C, quebrada Mene Cabra y Pozo Salado en 2016
Sector D, esta zona corresponde también a una zona montañosa del Parque Nacional que
en 1991 poseía una superficie de 446,59 ha pero en la evaluación de NDVI de 2016 esta
se redujo a 198,92 ha. La reducción de la vegetación sana, se puede apreciar
comenzando desde el exterior del Parque, creándose pequeños relictos de vegetación en
condiciones óptimas, visiblemente con menor densidad que en 1991 -Figura 4.42 y Mapa
Anexo 36-.
81
Fuente: Propia (2017)
Figura 4.42. Sector D, Altos de Durigua en el año 1991
Al observar los resultados obtenidos con NDVI en el año 2016 y cotejándolos con el año 1991,
se observó que la disminución de la vegetación sana se producía en toda la zona -Figuras 4.42
y 4.43 – Mapas Anexos 36 y 37- pero también se dirigía en dirección norte-sur desde el exterior
del Parque Nacional, en una zona agrícola contigua.
82
Fuente: Propia (2017)
En la imagen satelital generada por las bandas 7,4,2, correspondiente a enero de 1991, se
observa una zona agrícola con presencia de un embalse y múltiples lagunas de uso agrícola -
Figura 4.44-. Se destaca que este sector, se encuentra en una zona montañosa con abundante
vegetación y donde la densidad de vegetación sana arrojada por el NDVI también lo es.
83
Fuente: Propia (2017)
Figura 4.44. Zona con influencia sobre el sector D, en el año 1991
Ya para el año 2016 -en el mes de febrero-, en la imagen generada por las bandas 5, 6, 2, del
satélite Landsat 8 OLI, se muestra una reducción en la extensión del sector D, derivada de una
disminución en la cobertura vegetal, la misma se restringe a las márgenes de las quebradas, de
igual forma se aprecia una reducción de las lagunas del área, asimismo de los campos regados,
el embalse se ha secado en su totalidad -Figura 4.45-.
84
Fuente: Propia (2017)
Figura 4.45. Zona con influencia sobre el sector D, en el año 2016
4.2.2. Vegetación actual del Parque Nacional Cerro Saroche a través de NDVI
Con la descripción de las zonas de vida del Parque Nacional realizada por López y Castillo (1991),
y los datos obtenidos del análisis de vegetación en condiciones óptimas de clorofila, a través del
NDVI, se obtuvieron valores de superficie y porcentaje de la vegetación sana en el año 2016,
obteniéndose los datos que se muestran en el Cuadro 4.4.
85
En su mayor parte el Parque Nacional estaría ecológicamente formando parte de la zona de vida
monte espinoso tropical -me – T-, el cual representa el 61, 34% de su superficie con vegetación
en condiciones óptimas. Otro 34,85% lo ocupa el monte espinoso premontano, que se encuentra
a altitudes superiores a los 800 msnm.
4.3 Evaluación del impacto ambiental: Pérdida de la cobertura vegetal por conflictos de
uso
Una vez seleccionados los impactos a describir y a evaluar, se procedió a determinar su puntaje
ambiental, considerando para ello la Metodología RIAM, el impacto ambiental “Pérdida de la
Cobertura Vegetal”, fue evaluado con respecto a los años 1991, 1996, 1998, 2001 y 2016, y a las
zonas del proyecto de POT y RU.
Cuadro 4.5. Ficha técnica de la evaluación del impacto ambiental Perdida de la cobertura PN
86
Cuadro 4.5. Ficha técnica del impacto ambiental… Continuación
Cuadro 4.6. Valores del indicador e ítems de la matriz RIAM por años
Año ha I A1 A2 B1 B2 B3
1991 124,3 1,76 4 0 3 3 3
1996 141,33 1,99 4 0 3 3 3
1998 207,1 2,93 4 0 3 3 3
2001 274,17 3,88 4 0 3 3 3
2016 718,59 10,17 4 -1 3 3 3
Fuente: Propia (2017)
Una vez aplicada la matriz RIAM, se obtuvo el puntaje ambiental -ES- de los años mencionados.
-Cuadro 4.7-.
Para el año 2016, la pérdida de la cobertura vegetal dentro del Parque, representaba un impacto
ambiental negativo significativo, siendo el puntaje ambiental – 36, ubicado en rango -RB- – D,
que amerita medidas especiales. En este año el impacto ambiental negativo comienza a ser
significativo dentro de toda la superficie del Parque Nacional Cerro Saroche.
87
Cuadro 4.7. Resultados de RIAM por años
Comp Impacto ES RB A1 A2 B1 B2 B3
BE Pérdida de la cobertura 0 N 4 0 3 3 3
vegetal 1991
BE Pérdida de la cobertura 0 N 4 0 3 3 3
vegetal 1996
BE Pérdida de la cobertura 0 N 4 0 3 3 3
vegetal 1998
BE Pérdida de la cobertura 0 N 4 0 3 3 3
vegetal 2001
BE Pérdida de la cobertura -36 -D 4 -1 3 3 3
vegetal 2016
Fuente: Propia (2017)
En el cuadro 4.8 se muestran los valores del indicador y la matriz RIAM de las zonas: Zona de
Recuperación Nacional N° 2 -ZRN2-, Zona de Uso Especial N° 2 -ZUE2-, Zona de Protección
Integral Altos de Simara -ZPI AS-, Zona Primitiva o Silvestre N° 5 -ZPS5-, Zona de Uso Especial
N° 1 -ZUE1-, Zona de Ambiente Natural Manejado -ZANM-, Zona Primitiva o Silvestre N° 2 -
ZPS2-, Zona de Recuperación Natural N° 1 -ZRN1-, Zona Primitiva o Silvestre N° 4 -ZPS4-, Zona
Primitiva o Silvestre N° 3 -ZPS3-.
Con estos datos se obtuvo el puntaje ambiental a través de la metodología RIAM para cuantificar
el impacto ambiental en cada una de estas zonas.
88
Cuadro 4.9. Valor del impacto ambiental por cada zona del proyecto de POT y RU
Comp Impactos ES RB A1 A2 B1 B2 B3
BE1 ZRN2 - -E 4 -3 3 3 3
108
BE2 ZUE2 - -E 4 -3 3 3 3
108
BE3 ZPI Simara - -E 4 -3 3 3 3
108
BE4 ZPS5 - -E 4 -3 3 3 3
108
BE5 ZUE1 - -E 4 -3 3 3 3
108
BE6 ZANM -72 -E 4 -2 3 3 3
BE7 ZPS2 -72 -E 4 -2 3 3 3
BE8 ZRN1 -36 -D 4 -1 3 3 3
BE9 ZPS4 -36 -D 4 -1 3 3 3
BE10 ZPS3 0 N 4 0 3 2 3
Fuente: Propia (2017)
Por otro parte, el impacto ambiental de la pérdida de la cobertura vegetal en la Zona Primitiva o
Silvestre N° 3, resultó neutral según la matriz RIAM, a pesar que en la misma se han producido
conflictos de uso siendo no representativo al menos para el año 2016, sin embargo, dichos
conflictos deben ser tratados en los programas de recuperación ambiental.
4.4 Matriz FODA del Instituto Nacional de Parques con respecto a la gestión institucional
del Parque Nacional Cerro Saroche
89
aporte importante para la investigación y este análisis institucional. Esto ha contribuido a la
expansión de la frontera agrícola dentro del ABRAE como se ha evidenciado en esta
Investigación.
En este orden de ideas, se consideró importante a los fines de este trabajo, evaluar el contexto
del Instituto Nacional de Parques desde el punto de vista de su gestión integral dentro del Parque
Nacional Cerro Saroche, tomando como base de partida los conflictos que se han presentado en
el mismo desde su creación en 1989.
Con este propósito se elaboró un ejercicio de planificación institucional que permite identificar las
estrategias de gestión que demanda el Parque para atender sus objetivos de creación. Para ello
se ejecutó un análisis del contexto interno y externo de esta organización pública utilizando la
herramienta de análisis organizacional como lo es la Matriz FODA, la cual permitió evaluar al
instituto desde los puntos de vista institucional, ambiental y social con respecto a sus fortalezas,
oportunidades, debilidades y amenazas. Los resultados destacados se muestran a continuación
en el Cuadro 4.10.
Cuadro 4.10. Matriz FODA del Instituto Nacional de Parques Lara Parque Nacional Cerro
Saroche año 2016
Oportunidades Amenazas
Puede llegar a las Pérdida progresiva de su
comunidades que autoridad y presencia activa
Aspecto habitan dentro del dentro del Parque.
institucional Parque, desarrollando
programas para su
gestión.
Fortalezas Estrategia FO Estrategia FA
Es un órgano con Establecer enlaces Establecer enlaces con los
facultades legales con las comunidades órganos militares y
para gestionar organizadas para policiales para establecer
óptimamente el gestionar el Parque de un orden de acuerdo a su
Parque manera conjunta, a condición de administrador
través del del ABRAE.
voluntariado.
Debilidades Estrategia DO Estrategia DA
Posee un Generar visibilidad a Establecer alianzas con
presupuesto la gestión del Parque organizaciones
relativamente bajo, a través de la ambientales y liderazgos
históricamente le ha participación de la comunitarios para apoyar el
dado menos comunidad en desarrollo de programas de
importancia al Parque programas para su recuperación del Parque.
gestión.
Fuente: Propia (2017)
90
Cuadro 4.10.2. Aspecto Ambiental
Oportunidades Amenazas
Puede desarrollar un Ha permitido una fuerte
Aspecto ambiental programa de presencia de especies
reforestación del Parque vegetales invasoras en
el Parque.
Fortalezas Estrategia FO Estrategia FA
Tiene acceso a otras Establecer bancos de Erradicar las especies
ABRAE así como al semillas, esquejes, invasoras, reforestando
material genético en raíces para reforestar el según las especies de
ellas Parque, incluyendo de cada zona de vida.
especies en el
Monumento Natural
Loma de León.
Debilidades Estrategia DO Estrategia DA
Carece de estudios Establecer enlaces Establecer líneas de
propios sobre la institucionales con investigación sobre el
recuperación de la universidades y centros impacto de las especies
capa vegetal en el de investigación para invasoras en el Parque.
mismo comprender la dinámica
ecológica de estos
ecosistemas.
Fuente: Propia (2017)
91
Cuadro 4.10.3. Aspecto social
Oportunidades Amenazas
Puede propiciar No ha participado en
Aspecto social cambios en la programas eficientes
estructura socio- de gestión ambiental
económica de las junto con otros
zonas aledañas al organismos.
Parque a través del
fomento del turismo,
entre otros.
Fortalezas Estrategia FO Estrategia FA
Es un órgano Establecer enlaces Ejecutar arreglos
gubernamental capaz institucionales que institucionales que
de establecer enlaces fomenten cambios en dinamicen la gestión
con instituciones y las la actual estructura institucional y
comunidades socio-económica de la permitan el trabajo
organizadas zona de influencia con instituciones
directa del Parque. involucradas en la
gestión del Parque.
La legislación ambiental venezolana establece que la gestión ambiental debe ser compartida.
Conociendo que INPARQUES es el ente rector de la administración de este Parque Nacional, y
92
que existen otras instituciones que deben cumplir funciones de apoyo en el ámbito cercano a los
límites del Parque Nacional, era importante determinar a los fines de esta investigación, cuál es
su nivel de poder sobre las decisiones de las funciones administrativas sobre el Parque Nacional
y qué enlaces institucionales pueden establecer.
Cuadro 4.11. Valoración de los involucrados en la gestión institucional del Parque Nacional
Actor involucrado Poder -1-4- Importancia - Disposición - Total Prioridad
1-4- 1-4-
INPARQUES 4 4 4 12 Poder
formal
Comunidad 4 3 4 11 Poder
organizada formal
Dirección Estadal - 2 3 4 9 Mediana
Ministerio de influencia
Ecosocialismo y
Aguas (Ambiente)
Universidades del 2 3 4 9 Mediana
estado Lara influencia
Ministerio de 3 3 3 9 Mediana
Agricultura y Tierras influencia
Organizaciones 1 3 4 8 Mediana
ambientalistas influencia
Guardia Nacional - 2 3 3 8 Mediana
Guardería ambiental- influencia
93
En ese mismo sentido, se definieron para hacer el análisis de entes involucrados, cuatro -4-
órdenes de importancia y jerarquía que responde a inquietudes como ¿qué tipo de función
cumple? y ¿qué puede hacer para mejorar la gestión de dicho Parque Nacional?. En el Cuadro
4.12 se destacan esas respuestas atendiendo a consideraciones de competencias jurídico
legales
94
Cuadro 4.12. Análisis de involucrados… Continuación
En la Figura 4.46 se muestran las principales acciones capaces de degradar el ambiente que
actualmente se desarrollan dentro del Parque Nacional y los impactos ambientales que se derivan
de estas acciones.
95
Fuente: Propia (2017)
Figura 4.46. Árbol de los conflictos de uso
Estos impactos ambientales derivan de los conflictos de uso e intervenciones dentro del Parque,
deteriorando el ambiente y la dinámica ecológica del mismo. La deforestación y la parcelación
son las principales acciones detonantes de impactos ambientales y alteraciones en los
ecosistemas semiáridos del Parque -Figura 4.46-.
En la Figura 4.47 se encuentran en la parte superior, los resultados esperados del control de los
impactos ambientales que se han estado produciendo dentro del Parque Nacional Cerro Saroche,
estos se conectan los cuatro lineamientos estratégicos, en los ámbitos: político-institucional,
técnico-ambiental, socio-económico y científico-educativo, para atender el origen de los conflictos
que afectan hoy a dicho Parque.
96
Fuente: Propia (2017)
Figura 4.47. Árbol de resolución de conflictos de uso
4.8. Lineamientos estratégicos para la gestión institucional del Parque Nacional Cerro
Saroche
97
continuación a nivel de propuestas de programas y acciones para grandes lineamientos
estratégicos, siguiendo una adaptación de la Matriz de Marco Lógico.
98
Lineamiento Estratégico 1: Regeneración del ambiente natural
Debe ser expresado en disposiciones y líneas de acción presentes en programas y proyectos, con el objetivo de
recuperar/mitigar áreas que fueron afectadas por conflictos de uso/intervenciones tales como parcelas agrícolas, lagunas
artificiales, estructuras de concreto, minas de arcilla y/o arena, entre los más urgentes.
99
Cuadro 4.13. Lineamiento estratégico N° 1: Regeneración del ambiente natural…Continuación
Proyecto de Restaurar la Planificación de Superficie Evaluar la Hectárea / Minea – Desincorpor
reforestación cobertura las áreas a reforestada evolución de año Inparques ación de
vegetal del reforestar según /año las zonas Densidad - parcelas,
Parque cronograma reforestadas especie/m2- Empresas lagunas,
mediante de específico y orden según el tipo públicas y entre otros.
reforestación de importancia. de Índice de privadas Investigacion
Actividades de vegetación a Biodiversidad es previas
reforestación con tratar de Shannon Organizaciones sobre
participación de la no especies
comunidad, gubernamentales vegetales
empresas públicas pioneras,
y privadas, entre ideales para
otros. iniciar
sucesiones
ecológicas
secundarias
en el lugar.
Programa de Atender Participación de la N° Determinar N° Inparques – Desarrollo de
preparación incendios que comunidad voluntarios el N° de voluntarios Universidades – enlaces
de bomberos pudiesen organizada, capacitados voluntarios Comunidades institucionale
forestales presentarse funcionarios de capacitados organizadas – s.
para la dentro del Inparques, como organizaciones
atención del Parque organizaciones bomberos en ambientalistas Mejora en la
Parque ambientalistas, cada capacidad
Nacional universidades y organización presupuestar
demás centros de ia del
investigación. Parque.
100
Cuadro 4.13. Lineamiento estratégico N° 1: Regeneración del ambiente natural…Continuación
Proyecto de Recuperar los Identificar zonas Superficie Zonificar los Hectáreas - Minea – Determinació
recuperación suelos bajo con problemas de erosionada niveles de ha- Inparques n mediante
y procesos de erosión y recuperada erosión investigacion
conservación intervención - compactación del dentro del Universidades es las zonas
del recurso agricultura, suelo. Parque erosionadas
suelo ganadería y del Parque.
minería- y Aplicar técnicas de Evaluar la Desalojo de
atenuar los recuperación con recuperación las áreas a
procesos de la participación de de las zonas tratar.
erosión voluntarios. erosionadas Capacitación
de
voluntarios.
Proyecto Erradicar las Realizar Superficie Evaluar la Hectárea - INPARQUES – La
comunitario- especies actividades para sin erradicación ha- Comunidades priorización
escolar para la invasoras tales erradicar especies presencias de las organizadas – de áreas
erradicación como: algodón vegetales de especies especies Grupos afectadas
de especies de seda - invasoras con la invasoras invasoras escolares por especies
invasoras Calotropis participación de que invasoras,
procera-, bola niños y amenazan la con atención
de Texas - adolescentes diversidad especial en
Salsola kali-, puede tener la biológica del el sector
Stapelia participación de Parque Padre Diego.
gigantea, y sus padres y
Kalanchoe representantes, Desarrollo de
daigremontiana, cumpliendo con la enlaces
mejor conocida premisa “el niño institucionale
como mala enseña al adulto”, s.
madre, entre logrando que este
otras. tipo de educación
ambiental tenga
mayor alcance.
101
Cuadro 4.13. Lineamiento estratégico N° 1: Regeneración del ambiente natural…Continuación
Programa de Coordinar con Liberar las Densidad de Evaluar la N° de INPARQUES – Estudios de
liberación de el MINEA la especies de fauna especies de presencia e individuos / MINEA – biodiversidad
fauna liberación de cuyas poblaciones fauna interacción m² Universidades – y
autóctona en fauna silvestre hayan sido de especies Centros de poblaciones
el Parque en el Parque a mermadas por la dentro del investigación disminuidas
Nacional través de los presión del Parque de la fauna.
Cerro Saroche distintos entorno humano
zoocriaderos sobre los Establecimie
con que cuenta. ecosistemas del nto de áreas
Parque. de liberación
donde no
Efectuar estén en
monitoreo de la peligro de
adaptación de cacería las
estas especies a especies
los entornos liberadas.
naturales del
Parque Mejora en el
presupuesto.
Fuente: Propia (2017)
102
Lineamiento Estratégico 2: Educación e investigación ambiental
Este lineamiento responde a la ausencia de educación ambiental en la ciudadanía y habitantes del entorno del Parque
Nacional, así como el desconocimiento de su importancia. Al mismo tiempo, busca responder a través del establecimiento de
enlaces institucionales y la promoción de investigaciones que ayuden a mejorar la condición actual de esta ABRAE.
103
Cuadro 4.14. Lineamiento estratégico N° 2: Educación e investigación ambiental…Continuación
Lineamiento Estratégico 3: Estructura social para la gestión eficiente del Parque Nacional Cerro Saroche
La instalación de parcelas para uso agrícola y pecuario está acompañada casi siempre por la instalación de lagunas
artificiales. Históricamente en este tipo de tierras se ha cultivado la piña, el sisal y se ha establecido la cría de ganado caprino
y ovino, siendo la estructura económica del ámbito inmediato al Parque Nacional, la mayor amenaza a su integridad como se
ha evidenciado en esta investigación.
104
Cuadro 4.15. Lineamiento estratégico N° 3: Estructura social
Programa Objetivo Actividades Indicadores Objetivo del Unidad de Actores y Supuestos
general indicador medida responsables
Programa para Propiciar un Reubicación de Superficie Evaluar el Hectáreas - MINEA – Relaciones
el desarrollo cambio en la los habitantes recuperada proceso de ha- INPARQUES institucionales
de actividades estructura fuera de la desincorporación – MAT con la autoridad
económicas socio- poligonal del de las parcelas ambiental y el
en las económica en Parque agrícolas, ministerio de
inmediaciones las Nacional, así lagunas, agricultura
del Parque inmediaciones como de los construcciones y productiva y
Nacional que del Parque, agricultores y minas dentro del tierras.
contribuyan hacia sus parcelas en Parque
y/o no actividades otro lugar con
interfieran con sostenibles características
su gestión similares
eficiente
Programa para Estimular el Establecimiento Tasa de Evaluar los T/ha MINEA – Reglamentación
la producción cultivo de los de cultivos producción rendimientos de INPARQUES del cultivo de
de frutos de cardones para experimentales la producción de – MAPT cardonales.
cactáceas la producción para mejorar fruto de
columnares de mermeladas las técnicas de cardones dato y
para a base del fruto producción lefaria. Relaciones
elaboración de de estas actual, las institucionales
mermeladas cactáceas y el cuales son entre MINEA –
establecimiento artesanales. INPARQUES y
de viveros para Realizar cursos el MAPT.
especies de la sobre la
flora de los importancia, Proporción Evaluar el
Censo
de alcance de la
ecosistemas proyección capacitación
semiáridos futura y productores técnica en cultivo
ejecución de de cardón de cardones
esta actividad en la región
económica.
105
Cuadro 4.15. Lineamiento estratégico N° 3: Estructura social…Continuación
Lineamiento Estratégico 4: Relaciones institucionales para la gestión del Parque Nacional Cerro Saroche
Luego de realizar el análisis de los involucrados en la gestión del Parque Nacional Cerro Saroche, se muestra un panorama
en el cual se puede llegar a una gestión ambiental compartida, para lo cual es necesario crear directrices y líneas de acción
que contribuyan al logro de este propósito.
106
Cuadro 4.16. Lineamiento estratégico N° 4: Relaciones institucionales
Acción Objetivo Actividades Indicadores Objetivo del Unidad de Actores y Supuestos
general indicador medida responsables
Coordinación de Integrar a la Desarrollar un Número de Evaluar la Número - Inparques Establecimi
acciones que comunidad plan de participante cantidad de N°- ento de un
consolidad las organizada y involucramient s. participantes y Plan de
relaciones entre a las o con estos el nivel de Ordenamie
las organizacion actores, para conocimiento nto
comunidades es integrarlos adquirido Territorial y
organizadas, ambientalista como Reglament
organizaciones s a los voluntarios a o de uso.
ambientalistas y programas las actividades
entes que se han de del programa Desarrollo
gubernamentale desarrollar a de de un Plan
s. través de la regeneración de Gestión
formulación del ambiente del Parque
de un Plan de natural. Nacional.
Gestión del
Parque
Nacional
Cerro
Saroche,
multiplicando
así la fuerza
de trabajo
para este
propósito
107
Cuadro 4.16. Lineamiento estratégico N° 4: Relaciones institucionales…Continuación
Coordinación Coordinar la Integración de Proporción Evaluar las Número Inparques – Disposición
con la Guardia colaboración los territorios de acciones de GNB del
Nacional de con este cercanos al acciones vigilancia Comando
Venezuela a componente Parque a los de planificadas y Estratégico
través de la de la Fuerza planes de vigilancia las ejecutadas Operacion
Dirección de Armada vigilancia de la al de la
Guardería Nacional guardería FAN para
Ambiental sobre la ambiental del mejorar la
vigilancia y estado Lara. vigilancia
control de los Coordinar con en los
sectores más el puesto de alrededore
vulnerables GN ubicado en s del
del Parque el sector El Parque.
Hipopal
Coordinación Desarrollar Realizar cursos Porcentaje Evaluar las Porcentaje Inparques – Establecer
con la programas y de capacitación de nuevos actividades -%- Gobernación relaciones
gobernación del acciones en conjunto con visitantes realizadas a de Lara – instituciona
estado Lara y directamente las alcaldías y del Parque través de su Alcaldía de les a nivel
las alcaldías de con la la gobernación. alcance Iribarren – estadal y
los municipios gobernación Inclusión del Alcaldía de municipal.
Iribarren, y alcaldías Parque en Torres –
Jiménez y para atraer el rutas de Alcaldía de
Torres turismo local, turismo del Jiménez
con las estado, con
alcaldías para coordinación
colaborar en para aumentar
el retiro de los la seguridad del
desechos mismo.
sólidos que
se
encuentran
dentro del
Parque
108
Cuadro 4.16. Lineamiento estratégico N° 4: Relaciones institucionales…Continuación
Coordinación Coordinar la Realizar un Proporción Evaluar la INPARQUES Establecimi
con el Ministerio planificación Plan de de realización de –MAPT ento de
del Poder territorial de desarrollo proyectos proyectos acuerdos
Popular para la los sectores sostenible del sobre el para
Agricultura del área de semiárido desarrollo establecer
Productiva y influencia larense, para sostenible en los usos de
Tierras inmediata del establecer un materia de agro-
Parque con cambio en la agricultura y ecosistema
miras hacia estructura turismo en las s
un cambio de socio- inmediaciones semiáridos,
la estructura económica y y dentro del así como el
socio- mejora de las Parque estímulo a
económica técnicas las
actual agropecuarias actividades
sostenibles
y
permisione
s mediante
cartas
agrarias.
Coordinación Fomentar la Establecer Número de Evaluar los Número INPARQUES Establecimi
con investigación acuerdos entre acuerdos acuerdos – ento de
instituciones de y el desarrollo Inparques e alcanzados alcanzados al Universidade áreas de
educación y ambiental instituciones de con otras segundo año s – Centros recreación,
centros de dentro del educación institucione de aplicación de educación educación
investigación. Parque media, s del Plan de e ambiental e
Nacional, diversificada, Gestión. investigación investigaci
ante superior y ón.
centros de
investigación a
nivel nacional y
regional.
109
Cuadro 4.16. Lineamiento estratégico N° 4: Relaciones institucionales…Continuación
Coordinación Fomentar un Realizar cursos Número de Evaluar el Número INPARQUES Establecimi
con la Cámara modelo para capacitar acuerdos alcance de , Cámara de ento de
de Turismo del turístico a actores alcanzados aquellos Turismo del zonas de
Estado Lara sustentable a turísticos sobre con otras acuerdos Estado Lara y turismo y
través del el desarrollo de institucione alcanzados empresas recreación.
emprendimie actividades s entre privadas
nto para turísticas INPARQUES, Establecimi
transformar dentro del la Cámara de ento de
las actuales Parque. Turismo y con programas
estructuras sus de turismo
socio- integrantes. y normativa
económicas. de dicha
actividad
en el
Parque.
Fuente: Propia (2017)
110
Lineamiento Estratégico 5: Desarrollo turístico en ecosistemas semiáridos
Debe ser expresado en disposiciones y líneas de acción presentes en programas y proyectos, con el objetivo de promover el
desarrollo turístico en ecosistemas semiáridos y en las zonas destinadas al turismo dentro del Parque Nacional Cerro Saroche.
111
112
CAPÍTULO 5
CONCLUSIONES Y RECOMENDACIONES
5.1. Conclusiones
La metodología y técnicas utilizadas en la investigación para evaluar los conflictos de uso dentro
del Parque Nacional Cerro Saroche, lograron demostrar ser muy eficientes al permitir localizar,
cuantificar e interpretar los impactos ambientales en que se han traducido. Se pudo determinar
que existen 718,59 hectáreas -ha- dentro del Parque donde los usos de la tierra se encuentra en
conflicto técnico-legal con la figura de Parque Nacional. Asimismo, desde 1991 y hasta el 2016,
anexaron 594,29 ha intervenidas al Parque Nacional. El número de polígonos de intervención en
1991 fue de 23, mientras que en 2016 habían aumentado a 167.
Los sectores aledaños a la quebrada los Yabos, el sector Padre Diego y Altos de Simara, son los
que mayor número de conflictos de uso poseen dentro de la poligonal del Parque Nacional Cerro
Saroche. La parcelación y las actividades que en dichas parcelas se desarrollan han fragmentado
los ecosistemas semiáridos que protege esta ABRAE y ponen el riesgo la diversidad biológica y
la dinámica de estos ecosistemas.
A través de esta investigación se pudo evidenciar además, que los conflictos de uso no sólo se
limitan a la agricultura establecida, actividades pecuarias y construcciones sino que también se
desarrolla la minería ilegal dentro del Parque Nacional, mediante la extracción de minerales no
metálicos. En una zona cercana a la carretera Carora – Barquisimeto se instaló una cantera en
el año 2011 o antes, la cual ha afectado en superficie 3,30 hectáreas.
La investigación pudo demostrar igualmente, que la mayoría de las nuevas intervenciones dentro
del Parque Nacional Cerro Saroche se produjeron a partir del año 2001. En ese sentido la tasa
de parcelación entre 1991 y 2001 fue de 14,99 ha/año mientras que entre los años 2001 y 2016,
había aumentado a 29,63 ha/año.
El uso del Índice Diferencial Normalizado de Vegetación -NDVI, en inglés Normalized Difference
Vegetation Index-, resulta muy útil para analizar la vegetación en su condición de salud. Con este
índice se pudo estimar las superficies con vegetación sana o en condiciones óptimas de clorofila,
a través de los años. Se estimó que, en febrero de 1991 la vegetación sana ocupaba una
superficie de 7.066,9 ha. Al mismo tiempo se logró observar, como en febrero de 1998, la misma
se había reducido a 4555,03 ha por efecto de la sequía causada por el Fenómeno del Niño (1997-
1998), y posteriormente se recuperó hasta extenderse a 8472,08 ha para enero de 2001,
demostrándose así la resistencia de estos ecosistemas al estrés hídrico. Sin embargo, el proceso
de reducción de la vegetación sana se repite en el panorama de mayo de 2016, cuando se redujo
a 5183,65 ha a pesar de estar en temporada de lluvias, lo que involucra realizar nuevas
investigaciones que permitan inferir estos comportamientos.
Se evaluó el impacto ambiental de la pérdida de la cobertura vegetal de los años 1991, 1996,
1998, 2001 y 2016, siendo negativo significativo en el año 2016. Con respecto al mismo impacto
ambiental, en las zonas del proyecto de POT y RU, en las zonas: Zona de Recuperación Natural
113
N° 2, Zona de Uso Especial N° 2, Zona de Protección Integral Altos de Simara, Zona Silvestre N°
5 y Zona de Uso Especial N° 1, este alcanzó un puntaje ambiental que lo clasificó como mayor
negativo.
El análisis institucional determinó que el precario presupuesto del Instituto Nacional de Parques
en este Parque Nacional ha ocasionado la progresiva pérdida de autoridad del mismo en la zona.
Las instituciones involucradas tienen un peso preponderante en la mejora de la calidad ambiental
y conservación del Parque.
El estudio concluyó con una serie de lineamientos estratégicos alineados con una serie de
programas, proyectos y líneas de acción para corregir las situaciones adversas dentro del Parque
Nacional, que pueden viabilizar la aplicación de un plan de Gestión Institucional para la
recuperación del Parque Nacional Cerro Saroche por parte de INPARQUES.
5.2. Recomendaciones
Se debe realizar y ejecutar un Plan de Gestión Institucional del Parque Nacional que contemple
los argumentos esgrimidos en esta investigación, para contrarrestar los procesos degradantes en
dicha ABRAE.
Se deben detener los procesos de minería ilegal que se desarrollan dentro del Parque Nacional
Cerro Saroche, asimismo, se aplique la Ley Penal del Ambiente a los presuntos responsables.
Que esta zona sea sometida a un proceso de evaluación y restauración.
Se deben desarrollar programas para cambiar los usos de tierra actuales hacia actividades
sustentables y menos degradantes que se desarrollan en la actualidad tanto dentro como fuera
del Parque, como el cultivo de piña sin prácticas conservacionistas del suelo.
114
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119
120
APÉNDICES
121
Apéndice A.
Cálculo del indicador de la pérdida de cobertura vegetal por conflictos de uso
A continuación se presentan los resultados del cálculo del indicador para la pérdida de cobertura
vegetal por conflictos de uso dentro del Parque Nacional, para el período de año 1991 – 2016 y
para las zonas de ordenamiento territorial proyectadas.
∑ 𝑆𝑢𝑝𝑒𝑟𝑓𝑖𝑐𝑖𝑒 𝐼𝑛𝑡𝑒𝑟𝑣 ∗ 𝐾
𝐼= ∗ 100
∑ 𝑆𝑢𝑝𝑒𝑟𝑓𝑖𝑐𝑖𝑒 𝑇𝑜𝑡𝑎𝑙
124,3 ℎ𝑎 ∗ 1
𝐼= ∗ 100
7066,59 ℎ𝑎
𝐼 = 1,76
b) Indicador para el año 1996
141,33 ℎ𝑎 ∗ 1
𝐼= ∗ 100
7066,59 ℎ𝑎
𝐼 = 1,99
c) Indicador para el año 1998
207,1 ℎ𝑎 ∗ 1
𝐼= ∗ 100
7066,59 ℎ𝑎
𝐼 = 2,93
122
d) Indicador para el año 2001
274,17 ℎ𝑎 ∗ 1
𝐼= ∗ 100
7066,59 ℎ𝑎
𝐼 = 3,88
e) Indicador para el año 2016
718,59 ℎ𝑎 ∗ 1
𝐼= ∗ 100
7066,59 ℎ𝑎
𝐼 = 10,17
2) Cálculos del indicador para las zonas de ordenamiento territorial, año 2016
311,46 ℎ𝑎 ∗ 1
𝐼= ∗ 100
364,08 ℎ𝑎
𝐼 = 85,55
b) Indicador para la Zona de Uso Especial N° 02 para el año 2016
98,53 ℎ𝑎 ∗ 1
𝐼= ∗ 100
152,52 ℎ𝑎
𝐼 = 64,6
123
c) Indicador para la Zona de Protección Integral Altos de Simara para el año 2016
77,7 ℎ𝑎 ∗ 1
𝐼= ∗ 100
364,08 ℎ𝑎
𝐼 = 28,46
d) Indicador para la Zona Silvestre N° 05 en el año 2016
64,71 ℎ𝑎 ∗ 1
𝐼= ∗ 100
239,71 ℎ𝑎
𝐼 = 27
e) Indicador para la Zona de Uso Especial N° 01 en el año 2016
66,57 ℎ𝑎 ∗ 1
𝐼= ∗ 100
256,5 ℎ𝑎
𝐼 = 25,95
f) Indicador para la Zona de Ambiente Natural Manejado en el año 2016
29,04 ℎ𝑎 ∗ 1
𝐼= ∗ 100
144,6 ℎ𝑎
𝐼 = 20,08
g) Indicador para la Zona Silvestre N° 02 en el año 2016
2,56 ℎ𝑎 ∗ 1
𝐼= ∗ 100
16,92 ℎ𝑎
𝐼 = 15,13
h) Indicador para la Zona de Recuperación Natural N° 01 en el año 2016
43,63 ℎ𝑎 ∗ 1
𝐼= ∗ 100
391,42 ℎ𝑎
𝐼 = 11,15
124
i) Indicador para la Zona Silvestre N° 04 en el año 2016
10,81 ℎ𝑎 ∗ 1
𝐼= ∗ 100
197,93 ℎ𝑎
𝐼 = 5,46
j) Indicador para la Zona Silvestre N° 03 en el año 2016
2,89 ℎ𝑎 ∗ 1
𝐼= ∗ 100
300,14 ℎ𝑎
𝐼 = 0,96
125
Apéndice B.
Cálculo de la magnitud de la pérdida de cobertura vegetal por conflictos de uso
𝑋
𝑦= ∗ −3
𝑀á𝑥
y= Magnitud del impacto ambiental
x= Indicador ambiental de la pérdida de cobertura vegetal por conflictos de uso.
Máx= afectación máxima permisible, 30%
1,76
𝑦= ∗ −3
30
y= -0,18
b) Magnitud para el año 1996
1,99
𝑦= ∗ −3
30
y= -0,199
c) Magnitud para el año 1998
2,93
𝑦= ∗ −3
30
y= -0,29
126
d) Magnitud para el año 2001
3,88
𝑦= ∗ −3
30
y= -0,39
e) Magnitud para el año 2016
10,17
𝑦= ∗ −3
30
y= -1,02
85,55
𝑦= ∗ −3
30
y= -8,56
b) Magnitud para la Zona de Uso Especial N° 02 para el año 2016
64,60
𝑦= ∗ −3
30
y= -6,46
c) Magnitud para la Zona de Protección Integral Altos de Simara para el año 2016
28,46
𝑦= ∗ −3
30
y= -2,85
d) Magnitud para la Zona Silvestre N° 05 en el año 2016
27
𝑦= ∗ −3
30
y= -2,7
127
e) Magnitud para la Zona de Uso Especial N° 01 en el año 2016
25,95
𝑦= ∗ −3
30
y= -2,60
f) Magnitud para la Zona de Ambiente Natural Manejado en el año 2016
20,08
𝑦= ∗ −3
30
y= -2,01
g) Magnitud para la Zona Silvestre N° 02 en el año 2016
15,13
𝑦= ∗ −3
30
y= -1,51
h) Magnitud para la Zona de Recuperación Natural N° 01 en el año 2016
11,15
𝑦= ∗ −3
30
y= -1,11
i) Magnitud para la Zona Silvestre N° 04 en el año 2016
5,46
𝑦= ∗ −3
30
y=-0,55
j) Magnitud para la Zona Silvestre N° 03 en el año 2016
0,96
𝑦= ∗ −3
30
y= -0,096
128
ANEXOS
129