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ANEMIA DURANTE EL EMBARAZO

La anemia es una de las


complicaciones más frecuentes
durante el embarazo (la sufren
hasta en el 95% de las mujeres
embarazadas) y es causada por un
descenso del hierro por debajo de
los valores normales. El hierro es
esencial para la producción de
hemoglobina, la proteína que se
encuentra en los glóbulos rojos y
que lleva el oxígeno a otras células. Durante el embarazo, la cantidad de
sangre en el cuerpo de la mujer aumenta hasta un 50 por ciento más de lo
usual. Por lo tanto, necesita más hierro con el fin de producir más hemoglobina
para toda esa sangre adicional que se suministrará al bebé y a la placenta.

Normalmente, durante el embarazo aparece una anemia hiperplasia eritroide,


y la masa eritrocítica aumenta. Sin embargo, un aumento desproporcionado
en el volumen plasmático produce hemodilución (hidremia del embarazo): el
hematocrito disminuye del 38 a 45% de las mujeres sanas no embarazadas al
34% en un embarazo único a término y al 30% en un embarazo multifetal a
término. Por lo tanto, durante el embarazo se define la anemia como la
presencia de una hemoglobina < 10 g/dL (Hct < 30%). Si la hemoglobina (Hb)
es < 11,5 g/dL al inicio del embarazo, la mujer puede ser tratada
profilácticamente, porque la hemodilución posterior reduce la Hb a < 10 g/dL.
A pesar de la hemodilución, la capacidad de transporte de oxígeno sigue
siendo normal durante todo el embarazo. El Hct normalmente aumenta de
inmediato después del nacimiento.

La anemia aparece en hasta un tercio de las mujeres durante el tercer


trimestre. Las causas más frecuentes son

 Deficiencia de hierro
 Deficiencia de ácido fólico
Los obstetras, en consulta con un perinatólogo, deben evaluar la anemia en
pacientes embarazadas que son testigos de Jehová (quienes probablemente
rechazarán las transfusiones de sangre) tan pronto como sea posible.

SIGNOS Y SÍNTOMAS
En general, los síntomas
tempranos de la anemia son leves
o inespecíficos (p. ej., cansancio,
debilidad, mareos, disnea leve
durante el ejercicio). Otros signos
y síntomas pueden incluir palidez
y, si la anemia es grave,
taquicardia o hipotensión.

La anemia aumenta el riesgo de

 Parto pretérmino

 Infecciones maternas posparto

¿CÓMO SABER SI LA EMBARAZADA ESTÁ ANÉMICA?


La anemia puede provocar cansancio y fatiga,
así como palidez y taquicardia. Todo esto es
debido a que al haber menos glóbulos rojos que
puedan transportar oxígeno por la sangre, el
corazón debe trabajar más aumentando la
frecuencia cardíaca. Sin embargo, también es
posible que la embarazada no tenga ningún
síntoma, especialmente si se trata de una
anemia leve. Para salir de dudas, el ginecólogo
hace un análisis de sangre en la primera consulta prenatal que le permite
detectar una posible anemia. De todas formas, lo más común es que la anemia
se desarrolle a medida que el embarazo avanza, por lo que hará otro análisis
de sangre al final del segundo trimestre o al comienzo del tercero.
Su proveedor de atención médica verificará si usted tiene anemia en sus
exámenes prenatales. Suele encontrarse durante un análisis de sangre de
rutina que se hace para ver los niveles de hemoglobina o hematocrito. Otras
maneras de comprobar si hay anemia pueden incluir análisis de sangre
adicionales y otros procedimientos de evaluación.

 La hemoglobina es la parte de la sangre que distribuye oxígeno de los


pulmones hacia los tejidos del cuerpo.

 El hematocrito es la medición del porcentaje de glóbulos rojos dentro de


un volumen específico de sangre.
¿CUÁLES SON LAS CAUSAS?
La falta de hierro es la causa más común de la anemia, pero no es la única.
También se puede desarrollar anemia si no se toma la cantidad suficiente
de ácido fólico o vitamina B12, si la mujer pierde mucha sangre, o debido a
ciertas enfermedades o trastornos de la sangre hereditarios como son la
anemia drepanocítica o de células falciformes. También es importante tener en
cuenta que en ocasiones la anemia real es algo menor de lo que marcan las
analíticas, ya que durante el embarazo aumenta la cantidad de líquido en la
sangre y se produce un fenómeno de “hemodilución”. Esto significa que aunque
la cantidad de hierro y hemoglobina sea normal puede parecer que están algo
bajos en los análisis; es porque están diluidos en unamayor cantidad de
líquidos.
¿PUEDE TRATARSE?
La dosis de hierro recomendada en el embarazo es de 30 mg diarios, es decir
más del 30% de la dosis habitualmente indicada. Si los análisis indican que
existe anemia, los médicos recetan un suplemento de hierro de 60 a 120 mg
por día o más. Para absorber la mayor cantidad de hierro posible, lo mejor es
tomar las tabletas de hierro con el estómago vacío, ya sea con agua o con
zumo de naranja (la vitamina C ayuda a la absorción). Ojo a tomarlas con
leche, pues el calcio dificulta la absorción.
Para cubrir la dosis de hierro adecuada a todas las mujeres embarazadas se
les recomienda comer alimentos ricos en hierro. La carne roja es la mejor
opción, aunque la carne de ave (carne oscura), otras carnes y los mariscos
también son buenas fuentes. Entre los alimentos ricos en hierro que no
provienen de animales se encuentran los siguientes: legumbres, tofu, pasas,
dátiles, ciruelas, higos, albaricoques, patatas (con piel), brócoli o brécol,
remolachas, vegetales de hoja verde, panes integrales y cereales fortificados
con hierro. Es importante tener en cuenta que el cuerpo absorbe mejor el hierro
de fuentes animales (hierro hemínico) que de fuentes no animales (hierro no
hemínico).
TRATAMIENTO

 Tratamiento para revertir la anemia

 Transfusión si se considera necesaria por síntomas severos

El tratamiento de la anemia durante el embarazo está dirigido hacia la


reversión de la anemia (véase abajo).

Con frecuencia, la transfusión está indicada para cualquier anemia si hay


síntomas generales (p. ej., mareos, debilidad, cansancio) o signos y síntomas
cardiopulmonares (p. ej., dispnea, taquicardia, taquipnea); la desición no se
basa en el Hct.
DIAGNÓSTICO

Hemograma completo, seguido de pruebas basadas en el valor del volumen


corpuscular medio (VCM)

El diagnóstico de la anemia comienza con un hemograma completo; en


general, si la mujer tiene anemia, los estudios posteriores se basan en si el
volumen corpuscular medio es bajo (< 79 fL) o alto (> 100 fL):
 Para las anemias microcíticas: la evaluación incluye búsqueda de
deficiencia de hierro (ferritina sérica) y de homoglobinopatías
(electroforesis de hemoglobina). Si estos estudios no son diagnósticos y
no hay respuesta al tratamiento empírico, en general se justifica una
consulta con un hematólogo.
 Para las anemias macrocíticas: la evaluación incluye los niveles de
folato sérico y de B12.
 Para la anemia con causas mixtas: se requiere evaluación para ambos
tipos.
¿QUÉ REPERCUSIONES TIENE LA ANEMIA EN EL BEBÉ?
El bebé cubre su necesidad de hierro tomando su parte antes de que la madre
tome la suya. Sin embargo, las embarazadas que estén anémicos durante los
dos primeros trimestres, corren más riesgos de tener un parto prematuro o un
bebé de bajo peso. Por lo tanto, hay que tomarse este tema muy en serio, pues
las reservas de hierro del bebé a la hora de nacer pueden verse afectadas, lo
cual aumenta el riesgo de que padezca anemia durante la infancia.
CUIDADOS DE ENFERMERÍA

La labor de la enfermera es brindar un cuidado al paciente con principios


científicos por lo cual al saber todo lo referente con la anemia se puede
realizar las intervenciones cuando la persona se encuentra hospitalizada
como:

 Educar al paciente acerca de su patología.


 Suministrar oxigeno ya que el nivel de
hemoglobina ha bajado y esto quiere decir que no
hay suficiente oxigenación en los tejidos.
 Administración de medicamentos como:
 Acido fólico
 Sulfato ferroso
 Vitamina b 12
 explicar los efectos adversos de estos como en el
caso específico de le sulfato ferroso, que
ocasiona que haya un cambio en el aspecto de
las heces ya que se cambian su color normal por
un negro.
 Vigilar el peso corporal diario.
 Vigilar la ingesta de líquidos administrados y eliminados
 Cuidados con la piel.
LA VARICELA
Es una infección causada por el virus de la
varicela zoster. Causa una erupción en la piel con
picazón y pequeñas ampollas con líquido. La
varicela es muy contagiosa para personas que no
tuvieron la enfermedad antes o no se han
vacunado. En la actualidad, hay una vacuna
disponible que protege a los niños contra la
varicela. Los Centers for Disease Control a nd
Prevention, CDC (Centros para el Control y la
Prevención de Enfermedades) recomienda la
vacunación dentro del programa de rutina. La
vacuna contra la varicela es una forma efectiva y
eficaz de evitar la enfermedad y sus posibles complicaciones.

SÍNTOMAS

La erupción de ampollas que dan comezón


causada por la infección de varicela se
presenta de 10 a 21 días después de la
exposición al virus y, generalmente, dura entre
cinco y 10 días. Otros signos y síntomas, que
pueden aparecer uno o dos días antes de la
erupción, incluyen los siguientes:

 Fiebre
 Pérdida de apetito
 Dolor de cabeza
 Cansancio y sensación de malestar general
Una vez que aparece la erupción de la varicela, pasa por tres fases:

 Bultos rojos o rosados elevados (pápulas), que brotan durante varios días.
 Pequeñas ampollas llenas de líquido (vesículas), que se forman en más o
menos un día y luego se rompen y drenan.
 Costras que cubren las ampollas abiertas y necesitan varios días para
curarse.
Van a continuar apareciendo nuevos bultos por varios días, de manera que
puedes tener las tres fases de la erupción (bultos, ampollas y lesiones con
costras) al mismo tiempo. Puedes contagiar el virus a otras personas durante
un máximo de 48 horas antes de que aparezca la erupción y vas a seguir
contagiando hasta que todas las ampollas se hayan cubierto de costra.
En general, la enfermedad es leve en niños sanos. En casos graves, la
erupción puede cubrir el cuerpo entero y se pueden formar lesiones en la
garganta, los ojos y el recubrimiento de las mucosas de la uretra, el ano y la
vagina.

CAUSAS

La infección de la varicela es producida por un virus. Se puede propagar


mediante contacto directo con el sarpullido. También puede propagarse cuando
una persona con varicela tose o estornuda y tú inhalas las gotas que se
encuentran en el aire.

FACTORES DE RIESGO

El riesgo de infectarse con el virus de la varicela zoster que causa la varicela es


mayor si aún no tuviste varicela o si no recibiste la vacuna contra la varicela. Es
especialmente importante que las personas que trabajan en guarderías o
entornos escolares se vacunen.

La mayoría de las personas que tuvieron varicela o que tienen la vacuna contra
la varicela son inmunes a la varicela. Si estás vacunado y aun así tienes
varicela, los síntomas suelen ser más leves, con menos ampollas y fiebre leve
o sin fiebre. Algunas personas pueden contraer varicela más de una vez, pero
esto es poco frecuente.

COMPLICACIONES

En general, la varicela es una enfermedad leve. Pero también puede ser grave
y causar complicaciones, incluidas las siguientes:

 Infecciones bacterianas de la piel, tejidos blandos, huesos, articulaciones


o el torrente sanguíneo (septicemia)
 Deshidratación
 Neumonía
 Inflamación del cerebro (encefalitis)
 Síndrome de choque tóxico
 Síndrome de Reye en niños y adolescentes que toman aspirina cuando
tienen varicela
 Muerte
¿QUIÉNES ESTÁN EN RIESGO?

Las personas con mayor riesgo de


sufrir complicaciones de la varicela
son:

 Recién nacidos o bebés cuyas


madres nunca tuvieron varicela
o nunca recibieron la vacuna
 Adolescentes y adultos
 Mujeres embarazadas que no
han tenido varicela
 Personas que fuman
 Personas cuyo sistema inmunitario está debilitado por medicamentos,
como la quimioterapia, o por una enfermedad, como cáncer o VIH
 Personas que toman medicamentos esteroides para otra enfermedad o
afección, como el asma
VARICELA Y EMBARAZO

El bajo peso al nacer y las anomalías en las extremidades son muy comunes
entre los bebés nacidos de mujeres infectadas con varicela al principio del
embarazo. Cuando una madre se infecta con varicela en la semana previa al
nacimiento o después de un par de días del nacimiento, el bebé tiene un mayor
riesgo de desarrollar una infección grave potencialmente mortal.

Si estás embarazada y no eres inmune a la varicela, habla con tu médico


sobre los riesgos para ti y el feto.

PREVENCIÓN

La vacuna contra la varicela es la mejor manera de prevenir esta enfermedad.


Los expertos de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades
(CDC) calculan que la vacuna provee completa protección contra el virus para
casi el 98 por ciento de la gente que se da las dos dosis recomendadas.
Cuando la vacuna no proporciona una protección completa, reduce
significativamente la gravedad de la enfermedad.

La vacuna contra la varicela (Varivax) se recomienda para:

 Niños pequeños. En los Estados Unidos, se debe dar a los niños dos
dosis de esta vacuna —la primera, entre las edades de 12 y 15 meses y la
segunda, entre los 4 y los 6 años— como parte del plan de rutina de
vacunación infantil.
Esta vacuna puede combinarse con la vacuna contra el sarampión, las
paperas, y la rubéola, pero para algunos niños entre los 12 y los 23
meses, la combinación puede aumentar el riesgo de fiebre y convulsiones.
Analiza con el médico de tu hijo las ventajas y las desventajas de
combinar las vacunas.

 Los niños mayores que no se han vacunado. Los niños entre los 7 y los
12 años que no se han vacunado deben darse dos dosis de la vacuna
contra la varicela con al menos tres meses de diferencia. Los niños de 13
años o mayores que no se han vacunado también deben darse dos dosis
de la vacuna para actualizarse, y estas dosis deben darse con al menos
cuatro semanas de diferencia.
 Los adultos que no se han vacunado y que nunca han tenido
varicela, pero que tienen un alto riesgo de exposición al virus. Este
grupo incluye a trabajadores del área de la salud, maestros, empleados de
guarderías, viajeros internacionales, personal militar, adultos que viven
con niños pequeños y todas las mujeres que pueden quedar
embarazadas.
Los adultos que nunca han tenido varicela y que no se han vacunado
generalmente necesitan dos dosis de la vacuna de cuatro a ocho
semanas aparte. Si no recuerdas si has tenido varicela o si te has
vacunado, un análisis de sangre puede determinar tu inmunidad.
CUIDADOS EN NIÑOS CON VARICELA

No existe ningún tratamiento curativo de la varicela. A pesar de ello, sí se


puede controlar la enfermedad a base de medicamentos antitérmicos (para
disminuir la fiebre), antivíricos específicos y antihistamínicos para controlar el
comezón de las costras secas del salpullido.

Sin embargo, a continuación encontrarás unos consejos para ayudarle a pasar


la varicela:

 Vigila que tu hijo no se rasque la piel, de lo contrario le pueden quedar


señales y cicatrices.
 Mantén la piel del niño siempre limpia. Báñalo a diario con jabón de
avena o loción de calamina, esto le aliviará el picor.
 Córtale y límpiale las uñas para evitar lesiones del rascado e
infecciones.
 Vístele con ropa amplia y de algodón.
 Evita que tu hijo esté expuesto al sol. No obstante, que esté al aire libre
es bueno para que cicatricen antes las ampollas.
La enfermedad de Parkinson es una enfermedad progresiva del sistema
nervioso que afecta el movimiento. Los síntomas comienzan gradualmente. A
veces, comienza con un temblor apenas perceptible en una sola mano. Los
temblores son habituales, aunque la enfermedad también suele causar rigidez
o disminución del movimiento.

En las etapas iniciales de la enfermedad de Parkinson, el rostro puede tener


una expresión leve o nula. Es posible que los brazos no se balanceen cuando
caminas. El habla puede volverse suave o incomprensible. Los síntomas de la
enfermedad de Parkinson se agravan a medida que esta progresa con el
tiempo.

A pesar de que la enfermedad de Parkinson no tiene cura, los medicamentos


podrían mejorar notablemente los síntomas. En ocasiones, el médico puede
sugerir realizar una cirugía para regular determinadas zonas del cerebro y
mejorar los síntomas.

SÍNTOMAS

Los signos y síntomas de la enfermedad de Parkinson pueden ser diferentes


para cada persona. Los primeros signos pueden ser leves y pasar
desapercibidos. A menudo, los síntomas comienzan en un lado del cuerpo y
usualmente continúan empeorando en ese lado, incluso después de que los
síntomas comienzan a afectar a ambos lados.

Los signos y síntomas de la enfermedad de Parkinson pueden incluir los


siguientes:

 Temblores. Un temblor, o sacudida, generalmente comienza en una


extremidad, a menudo en la mano o los dedos. Puedes frotar el pulgar y el
índice hacia adelante y hacia atrás, lo que se conoce como un temblor de
rodamiento de la píldora. Tu mano puede temblar cuando está en reposo.

 Movimiento lento (bradicinesia). Con el tiempo, la enfermedad de


Parkinson puede retardar tu movimiento, haciendo que las tareas simples
sean difíciles y lleven más tiempo. Puede que tus pasos sean más cortos
cuando caminas. Puede resultar difícil levantarte de la silla. Puede que
arrastres los pies mientras intentas caminar.
 Rigidez muscular. La rigidez muscular puede ocurrir en cualquier parte
del cuerpo. Los músculos rígidos pueden ser dolorosos y limitar tu
posibilidad de movimiento.

 Alteración de la postura y el equilibrio. La postura puede volverse


encorvada o puedes tener problemas de equilibrio como consecuencia de
la enfermedad de Parkinson.

 Pérdida de los movimientos automáticos. Es posible que tengas una


capacidad reducida para realizar movimientos inconscientes, como
parpadear, sonreír o balancear los brazos cuando caminas.

 Cambios en el habla. Puedes hablar suavemente, rápidamente, insultar o


dudar antes de hablar. Tu discurso puede ser más monótono debido a la
falta de las inflexiones habituales.

 Cambios en la escritura. Puede resultarte más difícil escribir y tu letra


puede parecer pequeña.
Causas

En la enfermedad de Parkinson, algunas células nerviosas (neuronas) en el


cerebro se descomponen o mueren gradualmente. Muchos de los síntomas
obedecen a una pérdida de las neuronas que producen dopamina, una especie
de mensajero químico en el cerebro. Cuando los niveles de dopamina
disminuyen, se genera una anomalía en la actividad cerebral, lo que causa los
síntomas de la enfermedad de Parkinson.

Se desconoce la causa de la enfermedad de Parkinson, pero varios factores


parecen influir, como los siguientes:

 Genética. Los investigadores han identificado mutaciones genéticas


específicas que pueden causar enfermedad de Parkinson. Sin embargo,
estas son poco comunes, salvo algunos casos en que muchos miembros
de la familia padecen enfermedad de Parkinson.

No obstante, ciertas variaciones genéticas parecen aumentar el riesgo de


tener enfermedad de Parkinson, pero con un riesgo relativamente menor
de la enfermedad de Parkinson para cada uno de estos marcadores
genéticos.
 Desencadenantes ambientales. La exposición a ciertas toxinas o
factores ambientales puede aumentar el riesgo de tener la enfermedad de
Parkinson en el futuro, pero el riesgo es relativamente menor.

Los investigadores también han observado que se producen muchos cambios


en el cerebro de las personas con la enfermedad de Parkinson, aunque no
resulta claro por qué ocurren estos cambios. Entre estos cambios se incluyen
los siguientes:

 La presencia de cuerpos de Lewy. Las masas de sustancias específicas


dentro de las células cerebrales son marcadores microscópicos de la
enfermedad de Parkinson. Estas masas se llaman cuerpos de Lewy, y los
investigadores creen que estos cuerpos de Lewy contienen un indicio
importante de la causa de la enfermedad de Parkinson.

 Dentro de los cuerpos de Lewy se encuentra la alfa-sinucleína. Si bien


se encuentran muchas sustancias en los cuerpos de Lewy, los científicos
creen que una sustancia importante es la proteína natural y generalizada,
llamada alfa-sinucleína (a-sinucleína). Se encuentra en todos los cuerpos
de Lewy en forma de una masa que las células no pueden descomponer.
Actualmente, esta sustancia es un foco importante entre los
investigadores de la enfermedad de Parkinson.
Factores de riesgo

Entre los factores de riesgo de la enfermedad de Parkinson se incluyen los


siguientes:

 La edad. Los adultos jóvenes rara vez padecen la enfermedad de


Parkinson. Originalmente comienza en etapas medias o avanzadas de la
vida, y los riesgos aumentan con la edad. Las personas normalmente
manifiestan la enfermedad alrededor de los 60 años de edad en adelante.

 Predisposición genética. Tener un pariente cercano que sufra la


enfermedad de Parkinson aumenta las probabilidades de que desarrolles
la enfermedad. Sin embargo, los riesgos son aún pequeños a menos que
tengas muchos parientes en tu familia con enfermedad de Parkinson.

 Sexo. Los hombres son más propensos a desarrollar la enfermedad de


Parkinson que las mujeres.

 Exposición a toxinas. La exposición constante a herbicidas y pesticidas


puede aumentar ligeramente el riesgo de enfermedad de Parkinson.
Complicaciones

La enfermedad de Parkinson a menudo está acompañada de estos problemas


adicionales, que pueden tratarse:

 Dificultad para pensar. Es posible que tengas problemas cognitivos


(demencia) y dificultad para pensar. Esto suele suceder en las etapas más
avanzadas de la enfermedad de Parkinson. Tales problemas cognitivos no
suelen responder a los medicamentos.

 Depresión y cambios emocionales. Es posible que tengas depresión, en


ocasiones en las primeras etapas. El tratamiento para la depresión puede
facilitar la forma de lidiar con otras dificultades ocasionadas por la
enfermedad de Parkinson.

También es posible sufrir otros cambios emocionales, como miedo,


ansiedad o pérdida de la motivación. Los médicos pueden prescribir
medicamentos para tratar estos síntomas.

 Problemas para tragar. Es posible que se desarrollen dificultades para


tragar a medida que evoluciona la enfermedad. La saliva puede
acumularse en la boca a causa de la forma lenta de tragar, y así se
produce el babeo.

 Problemas para masticar y comer. La enfermedad de Parkinson en


etapas avanzadas afecta los músculos de la boca, por lo cual se dificulta
la masticación. Esto puede ocasionar atragantamientos y desnutrición.

 Problemas para dormir y trastornos del sueño. Las personas con


enfermedad de Parkinson a menudo tienen problemas para dormir, que
incluyen el despertar frecuentemente durante la noche, despertar
temprano o quedarse dormidos durante el día.

También es posible que presenten un trastorno de comportamiento de


sueño de movimiento ocular rápido, en el cual se actúan los sueños.
Algunos medicamentos pueden ayudar a tratar los problemas del sueño.

 Problemas con la vejiga. La enfermedad de Parkinson puede ocasionar


problemas en la vejiga que incluyen la incapacidad de contener la orina o
tener problemas para orinar.
 Estreñimiento. Muchas personas con enfermedad de Parkinson
manifiestan estreñimiento, principalmente porque su sistema digestivo
funciona más lento.

Es posible que también te suceda lo siguiente:

 Cambios en la presión arterial. Quizás te sientas mareado o aturdido


cuando te pones de pie a causa de una disminución de la presión arterial
de repente (hipotensión ortostática).

 Disfunción del olfato. Es posible que tengas problemas con el sentido


del olfato. Quizás tengas dificultad para identificar algunos olores o para
diferenciarlos.

 Cansancio. Muchas personas con enfermedad de Parkinson pierden la


energía y sienten fatiga, en especial al final del día. Se suele desconocer
la causa.

 Dolor. Algunos pacientes con enfermedad de Parkinson presentan dolor,


ya sea en áreas específicas o en todo el cuerpo.

 Disfunción sexual. En algunos casos, los pacientes que tienen la


enfermedad de Parkinson notan una disminución del deseo sexual o en el
rendimiento sexual.
Prevención

Debido a que se desconoce la causa de la enfermedad de Parkinson, las


maneras probadas para prevenirla también son un misterio.

En algunas investigaciones se ha demostrado que el ejercicio aeróbico regular


podría reducir el riesgo de tener la enfermedad de Parkinson.

Otras investigaciones han demostrado que las personas que beben cafeína,
que se encuentra en el café, el té y las bebidas cola, presentan enfermedad de
Parkinson con menos frecuencia que las personas que no la consumen. Sin
embargo, aún se desconoce si la cafeína en realidad previene la enfermedad
de Parkinson, o si está relacionada en algún aspecto. En la actualidad, no
existe evidencia suficiente para indicar que el consumo de bebidas con cafeína
tenga un efecto protector contra la enfermedad de Parkinson. El té verde
también está relacionado con un riesgo menor de tener la enfermedad de
Parkinson.

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