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Ensayo sobre

LA RESPONSABILIDAD DEL CIENTIFICO Y SU IMPACTO EN LA SOCIEDAD 1

A lo largo de la evolución del ser humano, éste ha ido cambiando su dinámica social,
familiar, cultural, económica y productiva como también ha cambiado la forma de
aproximarse a su realidad y a explicar o entenderla a través de la generación de
conocimiento. Para comprender este desarrollo es preciso citar a Alvin Toffler
(Toffler, 1980) quien con su concepto de “línea de avance” describe desde una
perspectiva histórica y utilizando la metáfora del oleaje, “la sucesión de
encrespadas olas de cambio desplazándose a una determinada velocidad”, de esta
manera comienza mencionado el nacimiento de la agricultura como el primer
momento de inflexión en el desarrollo social humano, en la ola agraria el principal
objetivo era el de producir, al menos, los recursos necesarios para subsistir y un
poco más para poder realizar trueques y solventar otras necesidades, el eje
fundamental de esta época era la familia, el aprendizaje de oficios muy delimitados
al rol masculino o femenino; posteriormente, en la ola industrial, el eje fundamental
era el de producir con ayuda de las máquinas y con la mínima de inversión, grandes
volúmenes de productos los cuales a su vez condicionaban el mercado; hoy en día
en la ola postindustrial, llamada por algunos como la era de la información y del
conocimiento, la era tecnotrónica o “revolución científicotecnológica”, cuyo eje
fundamental es el flujo de información en tiempo real, la tecnología al servicio de la
ciencia, el rompimiento de la barreras geográficas (globalización), la ampliación de
la expectativas de experiencias únicas (la sociedad del espectáculo), entre otros
aspectos que conlleva a la búsqueda de un nuevo sentido de vida para el individuo,
de tal manera que éste en sus esfuerzo por mostrarse diferente quiere acceder a
bienes, objetos o servicios que lo pongan en una situación de prelación, tal como
se explica en la teoría del darwinismo social de Spencer. El comportamiento anterior
hizo que, entre todas las cosas, la dinámica económica y comercial cambiara y por
tanto el proceso productivo también cambiara ahora determinado por la demanda y

1
Trabajo presentado por Carlos Augusto Ocampo Duque, al profesos Marco Alexis Salcedo en el Seminario de
investigación, Modulo II La ciencia como problema filosófico y político. Maestría en Psicología. Universidad
San Buenaventura. Cali. 2016
no por la oferta, sumado a lo anterior, o más bien basado en lo anterior, surgen los
modelos capitalista y neo capitalistas, donde la dinámica del consumo resume todas
las necesidades al poder adquisitivo, dinero, que a su vez suple las necesidad, e
implícitamente las ansias de poder como sinónimo de libertad. No por nada esta
tercera ola ha tardado escasamente 4 décadas.

Estos cambios no han surgido porque sí, son el producto de transformaciones


sociales y políticas, si se le pone atención a éstas, se puede vislumbrar como la
migración del campo empujo el desarrollo de las ciudades pero también el desarrollo
de éstas jalonó e incrementó el fenómeno migratorio, en primera instancia por una
necesidad económica dando paso a una necesidad de organización social y al
advenimiento de instituciones sociales integradoras diferentes como las escuelas,
las fábricas, los sindicatos, los hospitales, las cárceles, etc. a su vez, estas
contribuyeron al distribución de diferentes roles sociales y al alejamiento de la
institución eclesiástica dominante. En cuanto a las transformaciones políticas, la ola
industrial ha propiciado el desarrollo de estructuras de poder jerarquizadas en las
instituciones, mientras que la tercera ola ha propiciado la estructuración de súper
elites, de un sistema político económico injusto que ha dividido la sociedad, ya que
agrupa la riqueza mundial y poder, en muy pocos (Stiglitz, 2012) .

Desde el punto de vista científico, los mismos cambios sociales, en sus respectivos
momentos históricos, propiciaron el desarrollo de diferentes paradigmas de ciencia
y de científicos, inicialmente todo se le atribuía a Dios y a las fuerzas místicas
(magia); posteriormente Sócrates habla de la experimentación y el inductivismo,
mientras que Rene Descartes dio las bases científicas y contribuyo al
establecimiento del positivismo y la matematización como método, pasando a ser
innecesaria la religión, ocupando la razón este protagonismo (Santacruz, 2005), sin
embargo el papel del científico se centrada básicamente a una actividad temporal,
la cual no guardaba relación con su rol social, por tanto, una vez terminada éste
retomaba su rol. El propósito de la ciencia era el develamiento de la verdad; El
advenimiento de la problemática social y la carencia de soluciones por parte de la
ciencia dio paso a la ilustración y a un nuevo paradigma científico moderno
(kantiano) donde el propósito de ciencia es el de dar soluciones a esta problemática,
es pragmática, y la verdad no es absoluta está en el horizonte y es imposible llegar
a ella, a causa de la duda constante y el desvelamiento de pequeñas verdades, en
este paradigma la consigna es que conocimiento nos hará felices. Finalmente el
tercer modelo científico da un vuelco rotundo a la idea de la ciencia como camino a
la felicidad y empieza a preocuparse más por su empleabilidad argumentando que
la ciencia tal como se está empleando hoy en día no es pragmática, por el contrario
está generando soberbias problemáticas sociales, ambientales, biológicas, políticas
y económicas que están conduciendo al mundo a su destrucción, peor aún, es en
el ilustrado, el hombre de ciencia y más el dogmático (petrificado de la verdad) , en
quien aflora la barbarie; lo anterior dio como resultado el empleo de un modelo
interpretativo de la ciencia ligado a lo histórico cultural, donde el eje fundamental no
es la ausencia de verdades, por el contrario, la hiperpresencia de las misma que
hace que toda realidad tenga diferentes interpretaciones, cayendo en el relativismo
absoluto.

En mi apreciación este relativismo científico, absoluto, ha conllevado al


desplazamiento de responsabilidades como un mecanismo psicológico para librarse
de la culpa, convirtiéndose en oveja como diría Koffman (Koffman, 202) y como esta
resentida por el mundo. De alguna marera esto es lo que está sucediendo con el
científico, el cual no asume una posición ética y responsable sobre el conocimiento
que está develando y la consecuencia que está generando, catalogándose a sí
mismo como otra víctima de su conocimiento a no visualizar los interés de sociales,
políticos y económicos de los grupos de intereses (un idiota al servicio de las
súperelites). Podemos afirmar que la ciencia ha favorecido en gran medida al
hombre y su calidad de vida así la penicilina, ¿cuántas vidas ha salvado?; el
descubrimiento del carbono_13 ¿cuántas enfermedades metabólicas ha curado?;
Sin embargo ¿qué podemos decir de la bomba atómica? cuando toda una Nación
recibió el peor castigo de sus vidas, decimos que eso indudablemente no nos
favoreció, pero ¿a quien se le atribuye la culpa?, lo mismo sucedió con el accidente
radiactivo de Chernobil, ¿Habrá sido la ciencia o tal vez el ser humano?.
Nuevamente aflora el relativismo.

La contextualización anterior no es ajena para la psicología como ciencia, que en


muchas ocasiones ha dejado de situarse como una ciencia social humana para
posicionarse como una disciplina al servicio del capitalismo, como se concebía la
psicología Industrial y de las organizaciones (desde el siglo XIX) donde la principal
preocupación de ésta era la organización del trabajo para optimizar la inversión y le
generación de riqueza, nuevamente el modelo económico capitalista, para
posicionarse ahora como una Psicología del Trabajo y de las Organizaciones donde
se supone que los modelos teóricos y el quehacer profesional se embadurnan más
de aspectos éticos y morales, y se concibe a la persona como sujeto activo en la
relación sujeto-trabajo y no simplemente como una maquina más en la cadena
productiva, tal como lo aborda Ramos en su artículo la Historicidad crítica de la
psicología industrial/organizacional: hacia una nueva psicología del trabajo y las
organizaciones (García-Ramos, Díaz-Juarbe, & Santiago-Estrada, 2013).

El desconocimiento del sujeto como sujeto en la relación laboral apalancó el


concepto marxista de alienación del individuo por causa del trabajo en donde el
trabajador desplaza sus necesidades materiales y de auto-realización, y asume
como propias las necesidades de su explotador (empleador) bajo un yugo llamado
dinero (Rojas, 2010); Dejours concibe esta alineación o malestar psicológico y
acuña el concepto de sufrimiento en el trabajo y las bases de la psicodinámica del
trabajo (Dejours, 2011).

Basado en los anteriores acontecimientos y entre otros más, es que la psicología


como disciplina y el psicólogo como científico debe reflexionar sobre cuál es su
papel en la sociedad y cuál es la responsabilidad de su quehacer científico, no es
simplemente investigar por investigar o deconstruir para construir, hay que
fundamentar la ciencia desde un plano ético y prospectando las consecuencias de
ese conocimiento, citando a Richaud M. hay que saber realizar investigaciones en
forma ética no solamente como habilidad para obtener resultados válidos, sino
también interponiendo otros aspectos como la cooperación necesaria de los
participantes y el apoyo social necesario para sustentar la ciencia, no basta con el
establecimiento de códigos de ética, es la profundidad y honestidad con las que el
investigador social las lleva a cabo, en ultimas es más una ética personal. (Richaud,
2007)
El ser humano es el mismo responsable de todos los acontecimientos como ser
racional, más nosotros como psicólogos, estudiosos del ser y de su comportamiento
en las diferentes esferas donde se interactúa el sujeto, estamos llamados a
pensarnos muy bien la utilidad de nuestras construcciones de conocimiento, ya que
el conocimiento del proceso psíquico individual y colectivo permite fácilmente la
manipulación del individuo a partir de diferentes estrategias, entre ellas el dinero
como seductor, como ejemplo particular se puede mencionar el papel juega el
dinero (como poder adquisitivo) en los procesos de motivación individual como
“supuesta condición favorable para el trabajador” cuando la verdadera intención
está en el gran retorno económico de esa pequeña inversión económica y
psicológica.

Todo lo anterior me lleva a repensarme minuciosamente cual es el objetivo último


de la investigación sobre los aspectos, individuales, moduladores en la percepción
del riesgo psicosocial en el ambiente laboral, será principalmente el desvelamiento
del proceso psicológico de la autoeficacia para su posterior fortalecimiento y
desarrollo de factores protectores individuales?; será el develamiento de una
herramienta más, de gran utilidad, para la maquinaria productiva que ultimas
fortalece su musculo económico y sigue oprimiendo al sujeto?; me pone a pensar,
también, cómo el Estado Colombiano como garante y responsable último de su
clase trabajadora, en el establecimiento de la normatividad maneja un discurso
protector, paternalista, (por ejemplo en riesgo psicosocial) pero es él mismo el que
incumple sus políticas (por ejemplo la tercerización en la empresa pública) y en
ocasiones bajo la mesa se negosean intereses laborales y sociales (por ejemplo la
poca regulación de la tasa de usura en el sector financiero, donde la presión está
en función al incremento del índice del desempleo por emigración de empresas, no
solo en este sector). En fin, ésta preocupación acerca de la utilidad de la
investigación no cesa en esta reflexión, al contrario ésta es el inicio.

Por todo y todo, es que debemos asumir la responsabilidad frente a muchas formas
de pensar y obrar, debemos analizar de forma crítica los acontecimientos pasados
para no cometer los mismos errores, si nosotros como estudiosos y científicos
sociales, preocupados por las problemáticas, llamados a transformar el mundo para
mejor, permitimos o propiciamos el abuso, el dominio y las injusticias, haremos que
la ciencia se volqué más a la destrucción que a la construcción de una mejor
sociedad. Para finalizar, quiero resumir mi posición frente al quehacer científico
social trayendo dos frases célebres la primera es la de Albert Einstein "Si buscas
resultados distintos, no hagas siempre lo mismo" y la segunda es de Peter
Drucker "Hacer lo correcto es más importante que hacer las cosas bien".

Referencias bibliográficas
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VII(1), 13-16. Recuperado el 5 de seotiembre de 2016, de
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García-Ramos, T., Díaz-Juarbe, R. O., & Santiago-Estrada, S. (enero-abril de 2013).
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Richaud, M. C. ( 2007). La ética en la investigación psicológica. Enfoques, vol. XIX(núm.
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