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Desarrollo Embrionario
Al final de la tercera semana aparecen en el saco vitelino las células germinales, que migran
por el mesenterio del intestino posterior, en la 5a semana comienzan a llegar a la cresta
genital, en la que ejercen una acción inductora.
Del epitelio celómico nacen brotes celulares que penetran en la cresta genital y forman los
cordones sexuales primitivos. Estos corresponden en el ovario a las células del folículo, que
rodean el óvulo (célula germinal).
En la tercera semana del desarrollo, a cada lado de la membrana cloacal, se forman dos
elevaciones, los pliegues cloacales. En su porción alta se unen entre sí en la línea media y así
forman el tubérculo genital, que dará origen al clítoris. Los pliegues cloacales forman en su
porción anterior los pliegues uretrales, correspondientes después a los labios menores y, en su
porción posterior, los pliegues anales. En el lado externo de los pliegues uretrales se originan
dos solevantamientos genitales, de los que se desarrollan los labios mayores.
Figura 6.1
Trayecto de las células germinales por el intestino
posterior y mesenterio dorsal a la cresta genital (según
Sadler TW (1990) Langman's Medical Embriology, 6th Ed.
Williams & Wilkins, Baltimore; modificado)
Figura 6.2
A: conductos genitales femeninos al final del 2º mes de vida
intrauterina y B: después de la involución del conducto
mesonéfrico y del mayor desarrollo del conducto paramesonéfrico
(según Sadler TW (1990) Langman's Medical Embriology, 6th Ed.
Williams & Wilkins, Baltimore; modificado)
Organos vestigiales
(Fig. 6-3)
Conducto de Gärtner. Continuación del conducto común del epoóforo, discontinuo, ubicado
en la cara lateral del útero y de la vagina.
Figura 6.3
Restos embrionarios paraováricos (según Gompel C, Silverberg SG
(1994) Pathology in Gynecology and Obstetrics, 4th Ed., Lippincott,
Philadelphia; modificado)
Estos órganos vestigiales tienen importancia en patología en cuanto a que: 1º) pueden
desarrollarse quistes a partir de ellos: paraováricos o paratubarios, del ligamento ancho o
paravaginales (quistes del conducto de Gärtner). Son frecuentes y pueden complicarse al
aumentar de tamaño con torsión o ruptura; 2º) pueden dar origen a neoplasias primarias
mesonéfricas. Son muy raras.
Tienen un origen común los epitelios de la mucosa cervical uterina, del endometrio, de la
mucosa tubaria , el epitelio superficial del ovario (mal llamado epitelio germinal del ovario) y el
epitelio peritoneal: todos se originan del epitelio celómico.
En los epitelios de revestimiento interno del cuello uterino, cavidad endometrial y trompa
uterina son frecuentes las metaplasias. Así como hay tipos histológicos de carcinomas
característicos del cuello, endometrio y trompa, así también cada epitelio puede dar origen a
cualquier tipo histológico de carcinoma.
Malformaciones
Son poco frecuentes. Sin embargo, si se incluyen las anomalías menores, como duplicación del
ostium tubario, pueden encontrarse desde 1 en 500 a 1 en 2000 mujeres. Su importancia es
doble: por una parte, frecuente asociación con malformaciones urológicas y, por otra, pueden
ser causa de dolores crónicos e infertilidad por obstrucciones (el aparato genital es un sistema
tubular).
1. Utero didelfo (útero doble): es bicorne (dos cuerpos), bicollis (dos cuellos) y dicolpos (dos
vaginas). Representa el grado mayor de disrrafia. Es excepcional con doble vulva.
2. Utero bicorne, bicollis, pero con una vagina. Las duplicaciones del cuerpo y cuello se dan en
1: 10000 mujeres.
3. Utero bicorne, unicollis, monocolpos. Puede tener un cuerno secuestrado, sin comunicación
con el resto del sistema, por atresia de ese cuerno.
4. Utero arciforme. Con leve depresión en el fondo. Puede haber tabiques, a veces
incompletos, en la cavidad endometrial.
Figura 6.4
Anomalías congénitas más frecuentes del útero y de la vagina
(según Sadler TW (1990) Langman's Medical Embriology, 6th Ed.
Williams & Wilkins, Baltimore; modificado)
Otras malformaciones son duplicaciones tubaria o vaginal (de la placa vaginal) y atresias
(vaginal, cervical, tubaria, de un cuerno secuestrado).
Patogenia
Se producen generalmente por infección. Los factores que la favorecen son los siguientes:
1. El aparato genital femenino representa un sistema tubular relativamente corto a través del
cual existe una comunicación directa entre el exterior (por la vagina, de 6 cm de longitud) y
la cavidad abdominal.
Hay tres tipos de procesos inflamatorios de patogenia diferente, que pueden llegar a
comprometer varios segmentos del aparato genital femenino y órganos vecinos, como pelvis
y peritoneo (enfermedad inflamatoria pelviana ). Estos son: gonorrea, infección puerperal y
tuberculosis.
Gonorrea
El agente etiológico es la Neisseria gonorrhoeae . Se pensaba que la inflamación producida
por este agente era específica, sin embargo, hay otros organismos que pueden producir una
inflamación similar: infección polimicrobiana (ej. estreptococo-escherichia coli), Chlamydia
tracomatis (tipos diferentes de los que producen la linfoadenopatía venérea), Actinomyces
israeli (frecuente en uso de dispositivo intrauterino).
Es una inflamación ascendente por extensión superficial. Comienza por un foco como
uretritis, cervicitis o inflamación de la glándula de Bartholino (no toda inflamación de esta
glándula es gonocócica). En las niñas se produce una vulvo-vaginitis, no así en las mujeres,
pues en éstas el epitelio es más grueso y resistente. En el adulto se produce una cervicitis y
endometritis, pero la lesión más intensa es una endosalpingitis.
Infección Puerperal
El alumbramiento o desprendimiento placentario (también el aborto provocado y raspado
uterino) deja en el útero una superficie interna cruenta, que favorece la infección. Los
gérmenes más frecuentes son los estreptococos, estáfiloco, la Escherichia coli y los Clostridia
. Estos agentes producen así una endometritis aguda, con compromiso inflamatorio de vasos
linfáticos en el miometrio (linfangitis) y de vasos sanguíneos (flebitis y tromboflebitis
miometrial). La inflamación se extiende al tejido conjuntivo entre las hojas del ligamento
ancho (parametrio) y tejidos blandos intersticiales de la pelvis. Puede producirse una
septicemia, a veces, una pioemia o una septicotoxemia. Las superficies mucosas están
relativamente poco comprometidas.
Tuberculosis
Representa una tuberculosis aislada de los órganos, originada en un foco hematógeno
(tuberculosis metastásica). El foco inicial suele estar en el extremo distal de la trompa. La
inflamación puede extenderse a otros órganos por contigüidad y por vía linfática. La
tuberculosis genital no está especialmente relacionada con la actividad sexual, puede
producirse en vírgenes.
Las dos partes anatómicas están delimitadas por el orificio cervical externo: el exocérvix
anatómico o porción vaginal del cuello y el endocérvix anatómico o canal cervical.
La mucosa del endocérvix tiene un estroma conjuntivo revestido por epitelio cilíndrico simple,
mucoide. La superficie es muy irregular, con pliegues y repliegues que en un corte histológico
aparecen como glándulas.
(Fig. 6-5)
E= Epitelio
C= Epitelio cilíndrico
M= Metaplasia pavimentosa en mucosa endocervical
Figura 6.5
Modificaciones de la zona de unión escamoso-
columnar del cuello uterino con la edad: a: antes de la
pubertad, b: después de la pubertad y durante el
embarazo: se desplazan mucosa endocervical y unión
escamoso-columnar hacia el exocérvic, c: durante la
vida reproductiva, d:después de la menopausia: se
desplazan mucosa endocervical con metaplasia
escamosa y unión escamoso-columnar hacia el canal
endocervical (según Coleman DV, Evans DMD (1989)
Biopsy Pathology and Cytology of the Cervix. Chapman
and Hall Medical. Modificado)
Entropion: después de la menopausia, por ortoatrofia, el cuello disminuye de volumen, la
mucosa endocervical vuelve al canal e incluso más adentro del orificio externo, por el que se
introduce mucosa exocervical.
(Fig. 6-5)
En la metaplasia inmadura hay mayor estratificación epitelial y las células de los estratos
superiores tienen más citoplasma que las células basales; no se reconocen aún todos los
estratos del epitelio escamoso maduro.
Hiperplasia
Pólipo endocervical
Es una proliferación circunscrita del epitelio cilíndrico con formación de estructuras tubulares
pequeñas. Se presenta como pólipo sésil en mujeres que toman anticonceptivos orales.
Carcinoma
Tipos Histológicos
2. Bien diferenciado. También es de células grandes, pero con evidente diferenciación córnea.
Las células tumorales presentan menor pleomorfismo, se encuentran menos de 2 mitosis por
campo. Abundantes perlas córneas (con disposición celular en tela de cebolla).
3. Poco diferenciado. Es de células pequeñas, sin diferenciación córnea. Las células son de
escaso citoplasma, generalmente se encuentran más de 4 mitosis por campo. Tendría un
comportamiento más agresivo.
Ha habido un aumento absoluto del adenocarcinoma del cuello uterino, que según algunos
autores sobrepasa el 30% de los carcinomas cervicouterinos. Ha disminuido el promedio de
edad de las mujeres con este tipo de carcinoma: hoy, menos de 50 años. Hay estrecha
asociación con virus papiloma, en particular, con el tipo 18. Se han descrito lesiones
intraglandulares atípicas como precursoras de este adenocarcinoma. El pólipo y la hiperplasia
microglandular aparentemente carecen de potencial maligno, a menos que tengan atipías
celulares.
Diseminación
1. Local. Es la más frecuente. Se produce hacia abajo (vagina) y arriba (útero), generalmente
por la pared profunda, no por la mucosa; hacia adelante (vejiga y ureteres), hacia atrás (recto),
hacia los lados (en los parametrios).
2. Metástasis linfáticas. A los ganglios pelvianos, ilíacos internos y externos, más raramente,
en los sacros, parametriales, ilíacos comunes y paraaórticos.
Factores de riesgo
Los más importantes son: si el tumor está confinado en el cuello o hay extensión a órganos
vecinos o metástasis; si hay compromiso de bordes (vaginal, profundo pericervical) en las
resecciones quirúrgicas.
Carcinoma microinvasor
Es un carcinoma que, a pesar de invadir el estroma de la mucosa, tiene una probabilidad casi
nula de originar metástasis. Esto rige cuando:
Las lesiones precursoras del carcinoma invasor del cuello uterino se localizan en la zona de
transición (generalmente en el exocérvix anatómico, debido a que es más frecuente en edad
fértil, de 20 a 40 años). El promedio de edad para NIE I está entre 25 y 28 años; para NIE II y III
en conjunto, entre 31 y 33 años. Para el carcinoma invasor está por sobre los 50 años.
Las lesiones no se reconocen a ojo desnudo. Pueden comprometer tanto la superficie como
tener extensión "glandular", que no constituye invasión. En estos casos, el contorno de los
brotes epiteliales es redondeado, sin interrupción de la membrana basal. Son signos de
invasión del estroma el contorno irregular de los brotes epiteliales y la reacción desmoplástica
e inflamatoria. Pueden extenderse en superficie a lo largo del perímetro del cuello, hacia el
exocérvix y hacia el canal cervical.
Se piensa que este virus es el factor etiológico principal del carcinoma cervicouterino (también
se lo ha asociado con el virus herpes y el cigarrillo). Con técnicas de detección de ácido
desoxirribonucleico viral en tejidos se ha demostrado que el virus está presente en más del
95% de los carcinomas invasores del cuello uterino y de las lesiones precursoras.
Figura 6.7
Condiloma acuminado. (P) Nótese papilomatosis, (A) acanosis
e (H) hiperqueratosis.
En la actualidad son frecuentes las lesiones por virus papiloma en el epitelio pavimentoso de la
vagina y, especialmente, del cuello uterino, donde pueden pasar inadvertidas cuando son
pequeñas y sin forma de papilomas típicos. En el cuello uterino es más frecuente la lesión
plana o la que compromete pliegues o "glándulas" (papiloma invertido ). Aunque no sea
solevantada y esferoidea se le sigue llamando condiloma del cuello uterino.
La lesión por virus papiloma consiste en hiperplasia del epitelio con papilomatosis, acantosis,
queratinización de células aisladas, células binucleadas y una forma característica de citolisis
parcelar en las células intermedias: la coilocitosis (de koi'lo" (kóilos): hueco ). Las células
presentan citoplasma de aspecto vacío y núcleo retraído, oscuro, a menudo excéntrico, sin
aumento de la relación núcleo-citoplasma; frecuentemente hay células binucleadas. En esta
fase el ADN viral flota en el núcleo constituyendo el episoma y hace que la actividad
metabólica de la célula epitelial produzca gran cantidad de viriones (partículas virales
completas), lo que se manifiesta histológicamente sobre todo por coilocitosis. Es la fase
productiva de infección viral .
El ADN viral también puede integrarse al genoma de la célula epitelial: fase de virus integrado .
En esta condición no se producen partículas virales, ni la citolisis parcelar; el ADN viral
interactúa con oncogenes de la célula huésped estimulando genes que activan la proliferación
celular e inhibiendo genes que suprimen la proliferación. Histológicamente se manifiesta como
displasia epitelial. Al ir aumentando la intensidad de la displasia, se va haciendo menos
frecuente el hallazgo de coilocitos.
Existen más de 70 tipos de virus papiloma y 22 afectan el tracto genital. Se clasifican en tipos
de baja oncogenicidad (no oncogénicos según algunos): 6, 11; de oncogenicidad intermedia:
31, 33, 35, 51, y de alta oncogenicidad: 16, 18. Todos los tipos virales tienen primero una fase
productiva de infección. Los tipos virales oncogénicos pasan de esta fase a la de integración
viral. Así, se produciría una displasia que tiende a progresar. La displasia leve frecuentemente
regresa, las de mayor intensidad rara vez lo hacen. Se reconocen así dos tipos de lesiones
intraepiteliales: a) de bajo grado : condiloma y displasia leve (fase productiva de infección viral,
virus episomal), producida por cualquier tipo viral, aunque frecuentemente por virus de baja
oncogenicidad; con frecuencia hay regresión; b) de alto grado : displasia moderada, avanzada
o carcinoma in situ (fase de integración viral, sin producción de partículas virales, virus
oncogénicos), tendencia a la progresión.
PATOLOGIA VULVA
Histología
Labios mayores: constituidos por piel. Epidermis con epitelio escamoso estratificado,
cornificado. Anexos cutáneos: pelos, glándulas sebáceas, odorosas apocrinas y ecrinas
sudoríparas. Tejido adiposo en el conjuntivo subepitelial.
Labios menores: epitelio escamoso estratificado no cornificado; tejido conjuntivo
vascularizado, sin tejido adiposo. Hay glándulas sebáceas, escasas glándulas apocrinas y
ausencia de folículos pilosos.
Vestíbulo (espacio entre el clítoris, labios menores y meato urinario): revestido por
epitelio escamoso estratificado no cornificado; tejido conjuntivo vascularizado, con
glándulas mucosecretoras (glándulas vestibulares menores).
Distrofias Vulvares
Son lesiones que se presentan como zonas blanquecinas y que histológicamente
muestran alteraciones mixtas, de la arquitectura epitelial y de la dermis, no neoplásticas.
No tienen potencial maligno mientras no se encuentren en ellas atipias celulares del
epitelio escamoso. Producen prurito. Se reconocen las siguientes:
Liquen escleroso (distrofia vulvar atrófica): atrofia epidérmica, con borramiento de las
crestas interpapilares e hiperqueratosis superficial; homogenización de la dermis
superficial e infiltrado redondocelular bajo esta banda dérmica homogénea.
Displasias
Son equivalentes a las encontradas en el cuello uterino. Se denominan neoplasias
intraepiteliales vulvares (NIV I: displasia leve, NIV II: displasia moderada, NIV III:
displasia avanzada o carcinoma in situ). La asociación con el carcinoma invasor es
menos estrecha que en el cuello uterino, lo mismo vale para la asociación entre
neoplasia escamosa vulvar y el virus papiloma. Se manifiestan como lesiones
blanquecinas, generalmente ubicadas hacia la línea media, pruriginosas. NIV I es
frecuentemente multifocal; NIV II y NIV III, frecuentemente únicas, en el 50% de los
casos hay lesión intraepitelial o invasora en el resto del tracto genital, con mayor
frecuencia en el cuello uterino.
Estas lesiones se dan en dos tipos de pacientes: a) mujer joven (generalmente de menos
de 40 años), con NIV de largo tiempo de evolución, asociada a infección por virus
papiloma y multifocal. Virus papiloma de oncogenicidad baja, intermedia o alta (los
mismos tipos que en el cuello uterino); b) mujer mayor, con lesión intraepitelial de corta
evolución, que infiltra precozmente, sin asociación con virus papiloma.
Cáncer Vulvar
Carcinoma escamoso
Representa cerca del 90% de los cánceres de la vulva y el 3,5% de los ginecológicos.
Cuando es microinvasor ( infiltración de no más de 1 mm de profundidad en el estroma)
el riesgo de metástasis es despreciable.
Melanoma
En frecuencia es el segundo tumor maligno de la vulva (cerca del 10% de los cánceres
vulvares). Constituye el 3-4% de los melanomas en la mujer, a pesar de que la vulva
representa sólo el 1% de la superficie corporal. La mayoría es de tipo de extensión
superficial o de lentigo maligno.
Adenocarcinoma
PATOLOGIA VAGINA
Lesiones Intraepiteliales
Las neoplasias intraepiteliales vaginales corresponden a: NIVA I: displasia leve, NIVA II: displasia moderada, NIVA II
Lesiones de bajo grado pueden ubicarse en cualquier zona y ser multifocales.
Carcinoma
Es poco frecuente: menos del 1% de los cánceres genitales. Por lo general es escamoso. Cabe mencionar el adenoc
Histología
Endometrio de un ciclo menstrual normal (28 días)
Endometrio gravídico
Alteraciones de la fase proliferativa
Alteraciones de la fase secretora
Hiperplasia del endometrio
Tumores del cuerpo uterino
Heterotopia del endometrio
Hipertrofia idiopática del miometrio
Histología
Fase proliferativa media (8-10 días): endometrio más alto, glándulas más
largas (mayor que el grosor del endometrio: leve tortuosidad), células
glandulares cilíndricas más altas, mitosis en glándulas y estroma, edema
del estroma, células del estroma más grandes.
Día 14 o 15 Ovulación
El 100% de las glándulas con vacuolas infranucleares. Núcleos ordenados en una fila,
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desplazados hacia tercio medio de la célula por las vacuolas.
22 Máximo edema del estroma. Agrandamiento de las células del estroma, aún fusadas.
Arteríolas prominentes (crecen 5 veces en longitud y el endometrio, 2 veces en
23 espesor: enrollamiento de arteríolas). Redondeamiento y aumento de tamaño de
células del estroma alrededor de arteríolas.
Desintegración del retículo del estroma: disgregación del estroma. Descamación del
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endometrio. Aparición de detritus en lúmenes glandulares.
Endometrio Gravidico
2. Endometrio mixto (en partes proliferativo, en partes secretor): áreas que no responden a la
progesterona.
3. Endometrio secretor desfasado, sincrónico: con secreción retardada (retardo de más de 2 días)
en forma homogénea en todo el endometrio. Generalmente se debe a ciclo bifásico (ovulatorio) con
ovulación tardía.
Los pólipos endometriales son frecuentes; generalmente, sésiles. En el 20% de los casos son
mútliples. Se producen alrededor de la menopausia. Por lo común son asintomáticos, pero pueden
sangrar. Se desarrollan por estimulación estrogénica prolongada en áreas de endometrio
refractarias a la progesterona. De regla el resto del endometrio es proliferativo.
Hiperplasia (difusa)
Corresponde a un aumento de volumen del endometrio por aumento tanto del componente
glandular como del estroma. Las glándulas son de tipo proliferativo, pero con mayor estratificación
nuclear y más mitosis. El endometrio puede ser normal macroscópicamente o estar engrosado y ser
irregular. Se presenta generalmente alrededor de la menopausia y se produce por niveles
prolongadamente altos de estrógenos con ausencia o disminución de la actividad progestativa. Da
origen a metrorragia. Básicamente existen dos formas de hiperplasia del endometrio: la normotípica
y la atípica.
Hiperplasia atípica: puede interpretarse como una respuesta anormal del endometrio a la
estimulación estrogénica elevada y mantenida. Las glándulas son irregulares; el estroma, escaso. La
atipia nuclear está dada por núcleos redondeados, grandes, con cromatina clara y nucléolos
prominentes, a diferencia del endometrio proliferativo, que tiene núcleos, hipercromáticos,
alargados, en cigarillo . La hiperplasia atípica es una lesión precancerosa. El riesgo de que se
desarrolle un carcinoma es mayor en las hiperplasias con atipias nucleares.
Figura 6.8
Hiperplasia glandular quística del
endometrio.
Leiomioma
Es el tumor uterino más frecuente: ocurre en una de cuatro mujeres en edad fértil. En dos tercios de
los casos son múltiples. Aumentan de volumen en el embarazo y disminuyen de tamaño después de
la menopausia. Tienen más receptores estrogénicos que el miometrio vecino y una mayor
proporción de receptores estrogénicos en relación con receptores de progesterona.
Histológicamente están hechos de haces de musculatura lisa, desordenados y más celulares que el
miometrio normal. Frecuentemente sufren fenómenos degenerativos: necrosis y hemorragia
(degeneración roja ), especialmente los grandes, además, los que se encuentran en el embarazo y
en usuarias de anticonceptivos hormonales. Suele haber reemplazo de miocélulas por fibrosis, a
veces, con hialinización (degeneración blanca ). Puede haber degeneración quística con líquido
seroso o calcificación.
Leiomiosarcoma
Constituyen sólo poco más del 1% de los cánceres uterinos. La razón con los leiomiomas es de 1:800.
El recuento de mitosis es el elemento fundamental para el diagnóstico: más de 15 mitosis por 10
campos de aumento mayor. Son altamente agresivos y pueden dar metástasis. De regla son muy
celulares, con mitosis atípicas y necrosis.
Los tumores de esta estirpe con 2 a 15 mitosis por 10 campos de aumento mayor son de
comportamiento biológico intermedio entre leiomioma y leiomiosarcoma.
Presentación
En países desarrollados es el tumor genital invasor más frecuente. Se dan en dos grupos de
pacientes:
Morfología
En el 25% restante se encuentran otros tipos histológicos: seroso papilar, mucinoso, carcinoma de
células claras, carcinoma escamoso puro (raro).
El carcinoma del endometrio se disemina como los carcinomas en general: primero, a ganglios
linfáticos regionales (pelvianos), después, a más distantes (paraaórticos); localmente se extiende a
órganos vecinos, puede haber diseminación transperitoneal, transtubaria y hematógena.
Factores pronósticos
Tumor del endometrio derivado del estroma (lámina propia) de la mucosa endometrial. Constituido
por células de escaso citoplasma, núcleo redondeado, ovoideo, y con abundante proliferación
vascular. Pueden ser nodulares o difusos. De bajo grado: menos de 10 mitosis por 10 campos de
aumento mayor. Tienen frecuentemente crecimiento intravascular y bordes infiltrantes, a pesar de
esto, rara vez dan metástasis. De alto grado: más de 10 mitosis por 10 campos de aumento mayor.
Son infiltrantes, tienen acentuadas atipias nucleares, las metástasis son frecuentes.
Tumor con un componente carcinomatoso y otro sarcomatoso. Es el tumor uterino más frecuente
con componente sarcomatoso y representa el 1,5% de los cánceres del útero. El componente
carcinomatoso más frecuente es el endometrioide, puede ser seroso papilar, de células claras y
otros. El componente sarcomatoso puede ser homólogo (dado por estirpes celulares que se
encuentran normalmente en el útero), como sarcoma del estroma endometrial o
leiomiosarcomatoso, o heterólogo (con otras estirpes celulares), como rabdomiosarcomatoso (el
componente heterólogo más frecuente), condrosarcomatoso, osteosarcomatoso o liposarcomatoso.
Con frecuencia hay antecedentes de radioterapia. El tumor es altamente agresivo, en especial si es
heterólogo. El tumor derivaría de la célula endometrial más primitiva, capaz de diferenciarse en
estructuras epiteliales y del estroma.
Otros tumores
Entre los mixtos hay con componente epitelial benigno y componente sarcomatoso (ej.:
adenosarcoma) y a la inversa (ej.: carcinomesenquimoma). Son raros. Linfomas y hemangiomas del
útero también son poco frecuentes.
Adenomiosis uterina
(Fig. 6-11)
Endometriosis
Son lesiones muchas veces puntiformes, coalescentes, hemorrágicas, generalmente con algún signo
de antigüedad manifestado por el color ocre por la hemosiderina o por organización o fibrosis y
adherencias. A veces son lesiones nodulares o quísticas. Pueden ser quistes bien circunscritos, de
contenido achocolatado, semifluido (endometrioma ). Ocurre en mujeres en edad fértil. Como se
trata de endometrio funcional hay dolor menstrual y hemorragia. Después se produce fibrosis. Hay
infertilidad.
PATOLOGIA OVARIO
Histología
Quistes del Ovario
(Fig. 6-12)
Quistes foliculares
El cuerpo lúteo normal mide 2 a 3 cm. Signo de ovulación es el festoneamiento de los contorno
a) cuerpo lúteo quístico: cuerpo lúteo mayor de 3 cm en que los fenómenos de organización de
b) quiste del cuerpo lúteo: cuerpo lúteo con gran hemorragia central que condiciona un retardo
Se trata de un aumento de volumen de ambos ovarios (2 a 3 veces lo normal) que muestran una
que es frecuente causa de infertilidad. A veces se presenta con la tríada del síndrome de Stein-L
En cuanto a la patogenia, se ha propuesto que un aumento del factor liberador de hormona lute
éstos a estrona y, por último, mayor liberación de hormona luteinizante (por estimulación posit
la producción de andrógenos, ya sea tratando la obesidad para disminuir la conversión periféric
Quistes endometrióticos
Pueden ser únicos o múltiples, contienen una papilla achocolatada. La pared tiene islotes de en
Quistes simples
a) Tumores serosos
Benignos
Constituyen el 20% de los tumores benignos del ovario y en el 10% de los casos son
bilaterales. Se presentan como una formación quística, un cistoadenoma (Fig. 6-13),
frecuentemente unilocular. Pueden alcanzar gran tamaño, más de 20 cm de diámetro, y tener
múltiples cavidades a modo de compartimientos: cistoadenoma multilocular (los de gran
tamaño rara vez son uniloculares). Las formaciones quísticas serosas benignas de más de 1
cm hoy se consideran cistoadenomas serosos. La cavidad contiene líquido incoloro
transparente (seroso). Frecuentemente la superficie interna tiene papilas (cistoadenoma
seroso papilar), generalmente éstas son escasas y se ven como pequeñas proyecciones
granulares. La superficie interna está revestida de células neoplásticas epiteliales cilíndricas,
algunas ciliadas similares a las del epitelio tubario (epitelio seroso ) y son normotípicas.
Malignos
Histológicamente se encuentra invasión del estroma ovárico por brotes epiteliales, que se
reconocen por la irregularidad en la interfase epitelio-estroma. El estroma muestra reacción
inflamatoria, aspecto mixoideo y a veces focos de luteinización. Las papilas están revestidas
por epitelio seroso atípico, frecuentemente con calcificaciones con estratificación concéntrica
(cuerpos de psammoma). El grado de diferenciación histológica se define por criterios
referentes a la arquitectura tumoral: en el grado 1, las papilas están bien constituidas, con ejes
conjuntivos generalmente no ramificados; en el grado 2, en partes no hay patrón papilar,
existen zonas densas de papilas adosadas entre sí, muy ramificadas e irregulares; el grado 3
es predominantemente sólido.
Tumores limítrofes
Benignos
Representan el 20% de los tumores benignos del ovario y en el 5% de los casos son
bilaterales. Se presentan como una formación quística unilocular o multilocular. Los de gran
tamaño (se ha descrito de hasta 40 Kg) generalmente son multiloculares. Contienen material
mucinoso. La superficie interna por lo común no tiene papilas y es lisa y brillante. La
superficie interna está revestida de células neoplásticas epiteliales cilíndricas, normotípicas,
mucoides, similares a las del endocérvix. Frecuentemente hay mezcla con otros tumores
epiteliales müllerianos, por ejemplo, tumor de Brenner.
Malignos
c. Carcinoma endometrioide
En el grupo de los tumores endometrioides del ovario son excepcionales los benignos.
El 30-50% de los carcinomas endometrioides son bilaterales. Son tumores en partes sólidos,
en partes quísticos, de arquitectura cribiforme y tubular, con formaciones glanduliformes
similares a las del carcinoma endometrial. Más del 50% son bien diferenciados. Puede
originarse de focos de endometriosis (en el 20% de los casos se asocia a endometriosis).
Constituyen el 5 a 10% de los tumores ováricos. Frecuentemente hay áreas sólidas, quísticas
y papilares en el mismo tumor. Originalmente se catalogaban como mesonefroides , sin
embargo son de origen mülleriano. Es el tumor epitelial más frecuentemente asociado a
endometriosis. Se combina con otros tipos histológicos müllerianos, como endometrioide o
seroso. Está formado por células de citoplasma claro y núcleos que con frecuencia ensanchan
la célula hacia el ápice celular (núcleos en tachuela) (Fig. 6-15). Por lo general, es de alto
grado de malignidad, existen variantes limítrofes.
Figura 6.15
Aspecto citológico característico de un carcinoma de células claras
del ovario. Nótese hipercromasia nuclear y aspecto vacío del
citoplasma.
e. Tumores de Brenner
Constituye el 1,5% de los tumores del ovario. Son las más de las veces unilaterales, sólidos,
fasciculados. Histológicamente está formado por brotes de epitelio de tipo transicional y un
estroma fibroso denso, frecuentemente con calcificaciones distróficas. Los núcleos de las
células epiteliales con frecuencia son hendidos (en granos de café). Por lo común son
benignos, hay variedades malignas y limítrofes.
f. Tumores Müllerianos
Mixtos malignos: similares al tumor correspondiente del cuerpo uterino, con componente
epitelial mülleriano y componente mesenquimático, homólogo o heterólogo.
Mesenquimático puro: sarcomas primarios del ovario del tipo del sarcoma del estroma
endometrial.
Estos últimos dos tipos, a pesar de tener un componente mesenquimático, derivan del epitelio
superficial del ovario. Se originarían de células primitivas.
Teratoma
Es el tumor germinal más frecuente. Presenta diferenciación en elementos de las tres capas
embrionarias: endoderma, mesoderma y ectoderma. Macroscópicamente pueden ser quísticos
o sólidos, e histológicamente los tejidos que componen el tumor pueden ser maduros (bien
diferenciados, como los tejidos adultos) o inmaduros (como tejidos embrionarios).
Los teratomas sólidos son poco frecuentes, las más de las veces, unilaterales y en niñas. El
maduro es benigno; el inmaduro, maligno.
Coriocarcinoma
Disgerminoma
Carcinoma embrionario
Tumor derivado de célula multipotencial primitiva, que se diferencia en estructuras del saco
vitelino. El tumor es unilateral, sólido o quístico, muy agresivo y se da en mujeres jóvenes.
Histológicamente presenta estructuras conectivas perivasculares revestidas por epitelio
cuboideo, similares a las que se hallan en el divertículo endodérmico del saco vitelino de la
placenta de la rata (seno de Duval o seno endodérmico). Produce a-feto-proteína. Es poco
frecuente.
Poliembrioma
Tecoma
Fibroma
Figura 6.20
Salpingitis crónica. Nótese formación de espacios
granduliformes cerrados.
Tumores de Sértoli-Leydig
Metástasis nodulares
Tumor de Krukenberg
PATOLOGIA TROMPA
a) una porción distal, el infundíbulo, con una abertura (ostium ) y numerosas proyecciones digitiformes, la
b) hacia la línea media, la porción ampular (ampulla );
c) proximalmente, el istmo (porción más estrecha) y
d) la porción intramural (intrauterina).
Carcicoma Tubario
Es poco frecuente, corresponde a sólo el 0,2% de los tumores malignos del aparato genital femenino. Segú
y mucosa tubaria no tumoral. Si además hay masas tumorales voluminosas en el ovario o útero, no es posib
endometrioide y el de células claras.
PATOLOGIA EMBARAZO
2) lacunar, del 8º al 13º día: capa trofoblástica en espacios llenos de sangre proveniente de vasos
maternos erosionados por el trofoblasto;
b) vellosidades secundarias, con eje mesenquimático (18º-21º día); c) vellosidades terciarias, con
eje de mesénquima vascularizado (día 21º en adelante) (Fig. 6-21).
Figura 6.21
Esquema del desarrollo placentario humano (según Keeling JW
(Editor) (1993) Fetal and Neonatal Pathology, 2nd Ed. Springer,
London Berlin Heidelberg New York Paris Tokyo Hong Kong
Barcelona Budapest. Modificado)
Desde el 2º al 4º mes las vellosidades se arborizan rodeando primero todo el huevo. Las ubicadas en
el polo embrionario, hacia la profundidad de la pared uterina, se siguen desarrollando y constituyen
el corion frondoso (la futura placenta); las que se ubican en el resto de la superficie involucionan y
forman el corion leve . La decidua bajo el corion frondoso es la decidua vera ; aquélla situada entre
el huevo y la cavidad uterina es la decidua capsular , y la que se encuentra en el endometrio que
recubre el resto de la cavidad uterina, donde no se implantó el huevo, es la decidua parietal .
A fines del tercer mes están fusionadas la decidua capsular (y corion leve) y la decidua parietal, con
obliteración de la cavidad endometrial. Ya se reconoce la placenta (etimológicamente, torta)
macroscópicamente constituida.
Figura 6.22
Anatomia microscópica de la placenta humana.
Embarazo Ectopico
Embarazo tubario
Patogenia. Los factores patogenéticos principales son: 1) condiciones ovulares que determinan que
el trofoblasto alcance ya en la trompa la capacidad de invasión antes de llegar a la cavidad uterina.
El huevo puede migrar hacia la trompa opuesta, con lo que alcanza a haber maduración del
trofoblasto. De hecho, en el 20 a 30% de los casos el cuerpo lúteo está en el ovario contralateral; 2)
condiciones locales que facilitan la implantación (por ejemplo, focos endometrióticos); 3)
condiciones que dificultan la migración del huevo. Así, en el 35 a 45% de los casos se encuentra una
enfermedad inflamatoria pelviana con salpingitis crónica. A este último grupo de condiciones
pertenecen también: operaciones pelvianas previas, procedimientos diagnósticos anteriores, como
histerosalpingografía; tuberculosis genital, dispositivo intrauterino (6 a 20% de los embarazos con
dispositivo intrauterino son ectópicos); anticonceptivos orales, que alteran la motilidad ciliar de las
trompas y harían más probable un embarazo ectópico.
Evolución. Cursa generalmente con hematosálpinx y rotura, en el 75% de los casos la trompa se
rompe a las 2 a 6 semanas. A veces hay regresión o aborto tubario a la cavidad abdominal.
Excepcional es que el embarazo llegue a término.
El 50% de estos casos tienen antecedentes de infertilidad y cerca del 20%, uso de dispositivo
intrauterino. Se produciría por fertilización del óvulo al salir del folículo o por un óvulo fertilizado
que se cae de la fimbria. El ovario aparece ocupado por una masa hemorrágica, con vellosidades
coriales y con la trompa intacta. Histológicamente se reconoce tejido ovárico en continuidad con la
masa hemorrágica.
Embarazo ectópico intrauterino
Puede ocurrir en el cuerno uterino o en el cuello del útero. En el cuerno puede evolucionar hasta
completar 12 semanas. Al romperse se puede lesionar la arteria uterina. En el cuello uterino se
manifiesta como un aborto incompleto.
Se entiende por tal el conjunto de alteraciones caracterizadas por proliferación anormal de tejido
trofoblástico de la gestación, con potencial maligno progresivo. Incluye la mola no invasora (parcial
o completa), la mola invasora y el coriocarcinoma gestacional.
Constituye alrededor del 30% de los embarazos molares. El útero rara vez está aumentado de
tamaño, la preeclampsia es menos frecuente y más tardía, el alza de las gonadotrofinas es menor.
Entre las vellosidades alteradas hay vellosidades normales. Las alteraciones son edema de las
vellosidades y proliferación focal del trofoblasto. Las vellosidades tienen contornos muy irregulares,
con hendiduras, y frecuentemente hay brotes de trofoblasto inmersos en el estroma y sin conexión
con el de la superficie. Estas alteraciones también se encuentran en abortos con cariotipo triploide.
El trofoblasto presenta escasas atipias. El cariotipo de esta mola es triploide: 66XXY, resultante de la
fertilización de un óvulo 22X (con el material cromosómico completo) por dos espermios (22X y
22Y). El embrión es viable algunas semanas. Histológicamente pueden encontrarse partes del
embrión y eritroblastos en las vellosidades.
El 8 a 40% de las molas en general pueden progresar a molas invasoras y el 2,5%, a coriocarcinomas.
No hay correlación entre el grado de atipia nuclear y el riesgo de progresión de la enfermedad. Se
acepta que este riesgo es mayor en las molas completas que en las parciales, en esta última el riesgo
alcanzaría a sólo 4%.
Figura 6.23
Esquema de una vellosidad de una mola
hidatidiforme completa. E: edema
vellositario, C: citotrofoblasto
hiperplástico, S: sinciciotrofoblasto hiperpástico.
Mola invasora
Ocurre en 1/20.000 embarazos. Corresponde al tumor maligno derivado del trofoblasto gestacional.
Se origina en un embarazo que puede ser molar un embarazo anterior ectópico o normal y también
puede originarse de un aborto previo. El 50% de los casos se originan en molas; el 25%, en abortos
espontáneos previos y el 22%, en embarazos anteriores ectópicos o normales.
El tumor primario suele ser pequeño o inaparente. El tejido tumoral tiene tendencia a la hemorragia
y necrosis. Histológicamente se reconocen citotrofoblasto y sinciciotrofoblasto atípicos con estroma
ricamente vascularizado (Fig. 6-24). No se encuentran vellosidades. Hay muy elevadas
concentraciones de gonadotrofina coriónica en la sangre.
Figura 6.24
Cariocarcinoma. C: componente
citotrofoblástico, H: hemorragia, S: componente
sinciciotrofoblástico.
Es poco frecuente, puede ser nodular o difuso y está formado casi exclusivamente por células del
trofoblasto intermedio. Las células son mononucleares y multinucleadas, no se forman vellosidades,
el tejido tumoral tiene tendencia a la invasión vascular. A pesar de esto, la mayoría es de
comportamiento benigno. La mortalidad alcanza al 10%.
Acretismo Placentario
Histológicamente no se reconoce decidua, que está reemplazada por tejido conectivo laxo, en el que
pueden estar incluidos pequeños grupos de células deciduales. Las vellosidades están separadas del
miometrio exclusivamente por un material de aspecto fibrinoide.
La frecuencia varía en diferentes países, desde 1/1.600 a 1/70.000 embarazos. Las condiciones
encontradas en el acretismo placentario y que aumentan el riesgo de acretismo son: 1) placenta
previa, en 1/3 de los casos (placenta implantada en la parte baja del cuerpo uterino, en el segmento
correspondiente al istmo en el útero no gestante); 2) raspados uterinos anteriores, en el 30% de los
casos; 3) cesáreas previas, en el 25% de los casos; 4) otras, como leiomiomas y malformaciones
uterinas. El acretismo es más frecuente en multíparas y embarazadas de edad mayor. Las
complicaciones son: hemorragia, dificultad en el alumbramiento y en el 14% de los casos,
perforación uterina.
Infección Ovular
Las consecuencias de la infección ovular son el aborto (embrión o feto de menos de 500 g),
mortinatos (fetos de 500 g o más), prematuros y recién nacidos con lesiones y secuelas diversas
(sordera, ceguera, malformaciones y otras).
Vía ascendente
Vía hematogena
Ocurre en una septicemia materna, los agentes alcanzan la placenta y producen inflamación en el
espesor del tejido placentario (inflamación vellositaria). Esta puede ser exudativa, supurada,
necrotizante, granulomatosa o proliferativa linfoplasmocitaria. Por lo común, la placenta no muestra
alteraciones macroscópicas, a veces está tumefacta, hiperémica y edematosa. Las membranas
ovulares no están comprometidas. puede contaminarse la sangre fetal y producirse una sepsis en el
feto. Los agentes pueden ser bacterianos, como Listeria monocytogens (inflamación supurada y
granulomatosa), espiroquetas, parásitos, como el Toxoplasma y virales, como el Citomegalovirus.