CRÍTICAS AL DERECHO PENAL CONSUETUDINARIO

Ever Néstor Amambal Cholán*1

RESUMEN

INTRODUCCIÓN

Nuestra constitución política al margen de la unidad y exclusividad de la jurisdicción regulado en el artículo

139° inciso 1), con excepción de la jurisdicción militar y arbitral, en el artículo 89° reconoce la existencia y
autonomía de las comunidades campesinas y nativas, y en el artículo 149° de la misma reconoce que estas
pueden ejercer funciones jurisdiccionales dentro de su territorio conforme al derecho consuetudinario y
siempre que no violen los derechos fundamentales; si perjuicio a ello, la jurisdicción es una sola en base al
mencionado principio de unidad y exclusividad siendo esta autónoma, empero deja en claro la constitución
que puede las rondas campesinas y nativas ejercer dichas funciones, en coordinación con los juzgados de
paz y demás instituciones del poder judicial.

Evidentemente es necesario señalar que no existe una justicia paralela (derecho consuetudinario y derecho
penal ordinario), toda vez que las rondas campesinas y nativas no ejercen por si solas jurisdiccional alguna,
sino que estas coadyuvan al desarrollo de la jurisdicción en apoyo de otras instituciones del poder judicial,
de esta manera cumpliendo un papel secundario.

En cuando a los orígenes de las estas comunidades tienen existencia muy remota, sobre la base de los
antiguos pobladores de nuestro país, concretando sus propios sistemas jurídicos y convivencias conforme
a sus pueblos existentes, es decir sistemas que se arreglaban conforme a sus territorios, colonias, etc.; y
que consecuentemente han surgido hasta alcanzar un reconocimiento Constitucional, tanto como una
comunidad y como derecho fundamental como es el derecho a la identidad étnica y cultural (inciso 19 del
artículo 2° de la Constitución), así mismo se ha alcanzado un reconocimiento internacional como en el
Convenio sobre Pueblos Indígenas y Tribales de 1989, la Declaración de Naciones Unidas sobre derechos
de los pueblos indígenas, aprobado por la Asamblea General en setiembre del 2007.

Hoy en día dentro de estas comunidades campesinas y nativas se han organizado las llamadas rondas
campesinas para ejercer justicia comunal o justicia especial, siempre en apoyo de las instituciones del
poder judicial tal como está establecido en la Carta magna de 1993 artículo 149°. Sin embargo, han surgido
muchos problemas respecto a su aplicación jurisdiccional, violándose derechos fundamentales como la
privación de la libertad, configurándose delitos de secuestros, lesiones graves, homicidios, usurpación de
funciones, etc., más aun con la existencia de las mal llamadas rondas urbanas, las mismas que no tienen
un amparo constitucional; si bien tienen legitimidad, pero no legalidad.

1
* Bachiller en Derecho por la Universidad Nacional de Cajamarca, autor de los artículos “La pobreza como factor de la
delincuencia en Cajamarca”, “El esclavismo laboral subsecuente de muerte”, entre otros.
Si bien es cierto el tema en mención es muy tocado, el presente contiene la crítica sobre la vulneración de
derechos, en cuanto a la aplicación del derecho consuetudinario, la crítica respecto de las rondas urbanas,
diferencias entre las rondas campesinas y su amparo legal, y finalmente la crítica sobre los últimos
acontecimientos.

DESARROLLO

CONCLUIONES

BIBLIOGRAFIA