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HISTORIA DE LAS MENTALIDADES

Bartolomé Bennassar

1. Nada es totalmente nuevo en la historiografía. La historia de


las mentalidades, tanto como las otras formas de la historia, tiene sus
antecedentes. A su niancra.Benedetto Croce era un historiador de las
mentalidades. Y el Rabelais ou le probléme de l'incroyance du XV¡^
siécle de Lucien Febvre, aunque sus argumentos y conclusiones se;in
hoy en parte discutibles, fue un modelo precursor del género. El gran
libro de Américo Castro, España en su historia: cristianos, moros y
judíos, a pesar de sus defectos, fue un intento precoz de estudio de la
génesis de una mentalidad colectiva. Sin embargo, es evidente que la
amplitud del fenómeno, es decir, el número y la calidad de libros y
artículos dedicados a la investigación en el campo de las mentalida-
des, en todos sus aspectos, constituye algo nuevo, una verdadera re-
volución historiográfica en los últimos veinticinco años, un cuarto
de siglo.
Esto no puede ser gratuito. En la colección francesa "Le Temps
et ¡es Hommes", dirigida por Jean Delumeau, se afirma que ios auto-
res "interrogan al pasado a partir de las esperanzas e inquietudes del
presente".
Yo creo que la mayoría de los historiadores (no todo.s, pero sí
la mayoría) plantean su problemática, consciente o inconscientemen-
te, para contestar a las llamadas, a veces patéticas, del presente. El de-
sarrollo fantástico de la historia económica a partir de los años trein-
ta de este siglo coincidió con la gran crisis de aquellos años y conser-
vó su empuje con la reconstrucción que siguió a la Segunda Guerra
Mundial y durante el extraordinario crecimiento de ios años 1945-
1974.
No es un azar si se otorgó una atención especial a los precios, evi-
dentemente exagerada (en Beauvais et le Beauvaisis de Fierre
Goubert, 154 páginas de las 625 se dedicaban a los precios, y el pro-
pio Goubert no duda hoy en decir que si escribiese ahora su libro re-

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duciría mucho cstu tema): es que durante el decenio de los treinta También abarca a la moral: es digna de subrayarse la crisis del matri-
los precios se habían hundido y después del 45 subieron, y a gran monio y de la familia humana, la reivindicación del aborto, aunque
velocidad, mientras que durante todo el siglo X I X el nivel medio de sea de forma limitada, y hasta la superación del modelo heterosexual,
los precios había cambiado poco, por lo menos en los países de Occi- con el paso del homosexualismo vergonzante al homosexualismo
dente. de solemnidad. Ciertos autores han querido establecer que la fre-
Esta mirada hacia atrás que sugiere la relación entre la actualidad cuencia de los divorcios hoy correspondería a la frecuencia de los
de los años treinta a setenta y el éxito de la historia económica, pue- matrimonios rotos por la muerte ayer, o que los abortos de hoy
de servirme de hilo conductor para entender el ímpetu arrollador de sustituirían a la mortalidad infantil de ayer, a veces aceptada de
la historia de las mentalidades. Yo diría que el fenómeno se explica antemano por el abandono de los niños o su crianza por nodrizas
antes que nada por la crisis de los valores religiosos, ideológicos y mercenarias.
sociales en los últimos decenios. En la difusión de esta peculiaridad Entonces la ansiedad actual frente al destino, a la muerte, a Dios
tuvieron un papel destacado, por una parte, una corriente derivada o a la ausencia de Dios, al amor, a la procreación, produce esta llama-
de los Annales, pero también investigadores totalmente independien- da al pasado: ¿Qué creían nuestros antepasadps?, ¿por qué y cómo
tes, tales como Philippe Aries, y la escuela anglosajona, especialmen- creían?, ¿qué número de hijos tenían?, ¿existí i o no contracepción?,
te inglesa, por otra. ¿de qué manera?, ¿existía o no el amor mateíno? etc. ¿Cuáles eran
los sentimientos (miedos, angustias, alegrías, etc.)?
La crisis de los valores me parece esencial, puesto que ha tocado,
Quizá son la historiografía francesa y la inglesa las que han con-
más o menos, a todos. Primero, a la Cristiandad: las certidumbres testado , o intentado contestar, mejor a estas preguntas. Pero esta
asentadas por el concilio tridentino, especialmente en los dogmas, se opinión puede ser el reflejo de mi ignorancia. Por otra parte, me doy
han hundido para mucha gente y les resulta muy difícil tener la mis- perfectamente cuenta de que existen en otros países investigadores
ma fe que los Padres conciliares de 1563. Los descubrimientos cien- de alto vuelo en este campo: pensemos todos en el italiano Cario
tíficos que demuestran la gran antigüedad del ser humano y la Ginzburg, la norteamericana Nathalie Davis, el danés Gustavo
existencia del universo desde varios millones de años no han dismi- Henningsen o el español Julio Caro Baroja, para limitarnos a unos
nuido la fe en Dios -aunque se haya hablado, y se sigue hablando, de ejemplos.
"la muerte de Dios"— pero es innegable que han puesto en tela de La historiografía francesa pudo dar avances en el campo de la
juicio -para muchos- el contenido de sus creencias. Dentro de la historia de las mentalidades por la acumulación de varias circunstan-
Cristiandad se ha vuelto a descubrir la angustia de la salvación que cias. Por la "Escuela de los Armales" que apareció en 1929, en parte
aterrorizó a nuestros antepasados de finales de la Edad Media. gracias a la coincidencia en la Universidad de Estrasburgo de Marc
Pero la crisis es tan grave o tal vez más profunda dentro del Bloch y Lucien Febvre, que había insistido en la necesidad de situar
ateísmo. Los ateos tienen que elegir entre lo absurdo de la vida sur- la historia en la encrucijada de las ciencias sociales, utilizando la geo-
gida de la nada y prometida a la nada o la construcción de un pa- grafía, la sociología, la etnología, etc. como ciencias auxiliares
raíso terrenal. La creencia en un progreso continuo, propia del X I X , y sirviendo ella misma de ciencia auxiliar a dichas ciencias. Esta po-
ya se había quebrantado, y la revelación de las atrocidades cometidas sición dio a la Escuela la preparación conceptual adecuada para
por los nazis provocó un trauma que dio nueva fuerza al tema del ab- contestar a la problemática de la historia de las mentalidades cuando
surdo. Pero, durante medio siglo, el marxismo hizo el papel de una surgió. Por otra parte, la corriente dirigida por Roland Mousnier
religión para varios millones de individuos para quienes la U.R.S.S. oponía a la temática marxista de las clases la temática de la sociedad
se había convertido en una nueva Roma o una nueva Meca. Hasta que estamental, lo que llamó la atención hacia otros valores distintos del
el informe de Kruschev, las sublevaciones populares de Berlín o de dinero: prejuicio de la sangre, prestigio social, honores, etc. Incluso,
Budapest, más todas las revelaciones progresivas sobre el Gulag y la la corriente marxista no se limitó al análisis del enfrentamiento de
desmitificación del modelo chino, demuestran que el marxismo, las clases, como pudo comprobarse con Le Roy Ladurie cuando era
todavía útil como instrumento de análisis del siglo X I X , no brindaba aún marxista, y hoy todavía con Michel Vovelle. También, pioneros
ninguna esperanza para edificar el futuro, ni siquiera el presente. aislados, pero de talento excepcional, como Philippe Aries ejercieron
gran influencia. Finalmente, los métodos de la historia serial, ya
Ahora bien, la crisis de los valores no se limita a la ideología,
"rodados" por los historiadores de la economía y de la sociedad, se
a la significación de nuestro destino, de nuestro paso por este mundo. revelaron perfectamente idóneos para la historia de las mentalidades.

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Sin embargo, la aportación inglesa fue tan importante como la paso, el análisis de los retablos ofrece posibilidades infinitas a la in-
francesa. Aunque hayan manejado con algún retraso el m é t o d o se- vestigación española por la gran abundancia que allí existe. Pero el
rial, los ingleses, con el grupo de Cambridge, se adelantaron a los retablo refleja el mensaje de unas élites sociales e intelectuales —el
franceses en el estudio de la estructura famihar, demostrando la do- clero por una parte, los artistas por o t r a - y resultaría igual en el caso
minación absoluta de la familia nuclear en el caso inglés. También la de las custodias, que en ninguna parte han sido objeto de un estudio
escuela inglesa se adelantó en el campo de la historia de la alfabetiza- sistemático. Es distinto el resultado que se puede sacar de los "ex-
ción y de la niñez. Pero, quizá, el papel esencial de los historiadores votos", siguiendo el método de Bernard Cousin que fue alumno de
ingleses sea otro. Los franceses casi siempre pecan por exceso de ra- Vovelle. En este campo Italia, pero también Austria, Alemania, Amé- »
cionalidad, y para conseguir la claridad fragmentan de manera artifi- rica Latina pueden enseñarnos mucho a propósito de la sensibilidad
cial la realidad; pero resulta que en el análisis de las mentalidades no religiosa popular, las creencias y la expresión de la fe de los que Juan
cabe siempre bien la racionalidad. Los historiadores ingleses, así co- Regla llamó "hombres sin historia" y que por mi parte prefiero lla-
mo Julio Caro Baroja, por ejemplo, prefieren conservar en sus ponen- mar "mudosí de la historia". En Italia ya se han señalado unos
cias la complejidad de la realidad del vivir, que puede ser, tal vez, la 60.000 exvotos pintados. Pon su parte, Bernard Cousin ha estudiado
mejor manera de plantear la historia de las mentalidades. Además, más de 4.000 exvotos en Provenza, desde el X V I al X I X ; que son
están limpios de los abusos del vocabulario esotérico de moda, del reveladores de la piedad de los humildes, especialmente en el siglo
vocabulario in que tanto gusta a los franceses. Ya en su Crisis of the X I X , puesto que el 63 por ciento de sus exvotos se sitúan en este si-
/ I m r o c r a o ' , Lawrence Stone había otorgado mucha atención al pro- glo, y más en la segunda mitad que en la primera; también para cono-
blema de la mentalidad de los "Lords". En cierto modo el libro de cer cuáles fueron las angustias más preocupantes de nuestros antepa-
Peter Laslett, Este mundo que hemos perdido, puede ofrecerse como sados del citado siglo: la muerte, evidentemente, y la enfermedad,
un modelo, puesto que la caracterización de dicho mundo debe qui- pero también la inquietud amorosa hacia el hombre o la mujer amada
zá más a lo mental que a lo económico o social. y, más todavía, hacia el niño y su frágil existencia.
Sin embargo, la fuente más privilegiada por los historiadores de
las mentalidades es tal vez la constituida por los documentos de
índole judicial, que fueron casi descuidados durante mucho tiempo.
2. Pero para contestar a las preocupaciones que ha provocado el
Proceden de la jurisdicciones civiles, miUtares, eclesiásticas o especia-
éxito de la historia de las mentalidades hacían falta fuentes adecua- les. Así los archivos militares nos permitieron conocer, gracias a Guy
das. Entonces los historiadores movilizaron fuentes ya. conocidas, Pedroncini, la verdad sobre los motines del año 1917 y la mentahdad
pero abordadas con un criterio distinto, como es el caso de los del ejército francés en esta trágica ocurrencia. Pensamos en los
protocolos notariales, especialmente los testamentos, cartas de dote y fondos de los Parlamentos franceses, que han sido el coto de caza •
matrimonio e inventarios de bienes post-mortem. Ya se sabe cómo, preferido de mi colega y amigo Yves Castán, utilizando principalmen-
por ejemplo, Michel Vovelle utilizó los testamentos en su clásica te las declaraciones de los testigos y los juicios civiles para llegar a
Pieté Baroque et déchristianisation en Provence au XVIU^ siécle. Les entender cuál era la opinión prevalente, la mentalidad de "l'honnéte
altitudes devant la mort d'aprés les clauses des testaments. La misma homme", mientras que Nicole Castán, su esposa, se dedicaba a los
fuente ha sido explotada, y sigue siéndolo en España, por Baudilio criminales y a sus jueces. Pero también las "Audiencias" españolas,
Barreiro Mallón en el caso de la nobleza asturiana, por Molas Ribalta los "justice of peace" ingleses son fuente de primera importancia en
y Ricardo García Cárcel en los casos catalanes de Mataró y Barcelo- esta investigación. Pero los tribunales eclesiásticos no tienen menos
na. Yo mismo descubrí en los protocolos castellanos una categoría de peso, sean los Consistorios calvinistas, usados por Jeannine Garrison
documentos de gran valía para nuestra temática, aunque dichos o de las iglesias luteranas por Bernard Vogler; sean los tribunales
documentos son poco frecuentes; se trata de las cartas de perdón. íia inquisitoriales, no solamente valederos para España sino también para
También las fuentes iconográficas presentan un interés excepcio- Italia, Portugal y América española. Hay que pensar en la diversidad
nal para la investigación acerca de las mentalidades. Siento limitarme de trabajos de gran calidad producidos a partir de la explotación de
a ejemplos franceses, pero en dichos casos no conozco otros. Tene- dichas fuentes, tal como el inolvidable El queso y los gusanos de
mos, por una parte, el trabajo que realiza Michéle Menard sobre los re- Cario Ginzburg; el no menos excepcional The Witches'Advócate del
tablos de la región de Le Mans, aproximadamente un millar. Dicho de

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danés Gustav Henningsen o el muy reciente y estupendo libro de de análisis social; pero tiene toda una parte que se refiere al problema
Jaime Contreras, El Santo Oficio de la Inquisición de Galicia. Sobre de las mentalidades, cuando se trata de entender la reacción de estos
Méjico, el norteamericano Richard Greenleaf nos demostró lo que se hombres frente a la más trágica prueba que hubieran podido pensar,
puede saber sobre la religión de los indios a pesar del hecho que el y eso casi no se podrá conseguir sin computadoras.
Santo Oficio no perseguía a los indios, y esperamos la obra maestra Ahora la historia de las mentalidades tendrá que insertar sus pro-
de Solange Alberro, ya esbozada a partir de unos artículos, así como pios métodos y lo está haciendo para explotar las imágenes; las fijas
el trabajo monumental emprendido por el equipo portugués de la de ayer, las móviles de hoy; para e n t e n d e r é ! sentido del vocabulario
fundación Gulbenkian. El camino explorado a partir de las fuentes y de sus evoluciones; para analizar los discursos o los objetos del pa-
judiciales por Robert Mandrou o Lawrence Stone está ya más tra- sado... Buscando fuentes nuevas tenemos que forjar métodos nuevos.
zado.
Pero también hay que utilizar otras fuentes que se habían descui-
dado más o menos, y que tratadas según el método serial, descubren 3. Nos queda por ver cuáles han sido y cuáles son los temas privi-
la evolución de las opiniones y de los comportamientos: ; sí los libros legiados de la historia de las mentalidades. Tarea difícil que apenas
de sermones. Pienso en el artículo sugestivo, publicado en la Revista se puede esbozar, porque se trata de una realidad móvil, en proceso
de la Universidad Complutense de Madrid, en 1983, por Carmen Fer- de cambio perpetuo y con una producción de gran riqueza. Me limi-
nández, Delia Rosado y Fermín Marín, "La sociedad del siglo X V I I I taré a proponer como esenciales las temáticas siguientes:
a través de su sermonario", realizado a partir de la catalogación de - El universo de la creencia, sea ortodoxa, sea heterodoxa, sea clan-
los sermones en España hecha por Herrero Salgada Los manuales de destina, pertenecientes a lo que se ha llamado contra-cultura. Quizá
confesión o penitenciales, tales como la serie de 43 estudiados por en este campo una obra maestra puede ser el hbro de Keith Thomas:
Jean Louis Flandrin y que, del siglo V I al X I , establece las prohibi- Religión and the decline of the magic, publicado hace ya más de diez
ciones sexuales de la primera Edad Media en el Occidente cristiano. años, puesto que en este libro vemos cómo cambia en un gran país
Evidentemente los diarios personales, tal como el de Gouberville, al del Occidente cristiano el contenido de la creencia, en la cual el
cual se dedica Madeleine Foisil, el diario que descubrió .y publicó " l i b r o " , la Biblia consigue el primer puesto. Pero todos pensamos
Daniel Roche o este extraordinario diario de varios miles de páginas también en la reconstrucción del universo mental del molinero Me-
de un emigrante francés a la Argentina, sobre cincuenta años de vida nocchio por Cario Ginzburg o en el choque de mentalidades descrito
(1884-1934) en el sur de la Pampa, y que corre el riesgo de perderse por Louis Cardiallac en su Moriscos y cristianos o evidentemente en
por indiferencia de la comunidad científica. Las cartas privadas, los la baja de un tipo de fe según el modelo de Vovelle, Pieté baroque et
hbros de razón; en la época contemporánea las fichas de la policía, déchristianisation, mientras que Jean Pierre Dedieu nos ofrece al
la prensa... sin olvidar las fuentes orales: a veces han nacido ellas contrario la construcción de la fe católica postridentina en el espacio
mismas del escrito, como lo demostró Philippe Joutard en el caso de Castilla la Nueva.
de los "camisards'; pero también la tradición oral permite llegar a - La muerte. Pierre Chaunu ha subrayado con acierto en uno de sus
la huella escrita, según el apasionante ejemplo tratado por Nathalie últimos libros, Pour l'Histoire, cómo la muerte había sido olvidada
Zemon Davis en el Retour de Martin Guerre. por la historiografía (y casi por la literatura) en el siglo X I X y prime-
La historia de las mentalidades ha usado métodos creados para ra mitad del veinte. Olvido que parece inconcebible puesto que actua-
otros fines, especialmente el m é t o d o serial, tan imprescindible en ban los historiadores como si la muerte estuviera ausente del pensa-
la demografía histórica y la historia económica y social. No ha duda- miento humano, de la previsión económica y social, de la manera
do en explotarlo con la ayuda de computadoras: este único medio de construir cada uno su destino y de llevar su vida. Aunque la pro-
de sacar todo el jugo y todas las correlaciones de documentos bastan- ducción de los veinte últimos años haya sido importante, el porcen-
te homogéneos para constituir corpus. y a la vez verdaderamente ma- taje de los libros relacionados con la muerte sigue bajando: O'l por
sivos, como las 50.000 relaciones de causas de la Inquisición españo- ciento de 1955 a 1978 ha calculado Chaunu contra V5 a 2 por cien-
la o las 15.000 de la portuguesa o las matrículas de reclutas. Por to en el siglo X V I I I y 5 por ciento a mediados del X V I I . Ha tenido
ejemplo, en la tesis de Jules Maurin sobre los soldados de Languedoc mucha influencia en despertar esta temática Philippe Aries y después,
en la Primera Guerra Mundial: esta obra no está dedicada sólo a las en Francia, entre otros, Michel Vovelle y Fran^ois Lebrun o el mismo
mentalidades, es también una construcción de antropología histórica.
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Biraben a través del estudio de la peste. En España se ha publicado ñez es el de Carlos Alvarez Santaló sobre los niños expósitos de la Ca-
todavía poco sobre el tema (pero el librito de Angel Rodríguez Sán- sa Cuna de Sevilla. Debo confesar m i ignorancia sobre la investigación
chez, Morir en la horca en Extremadura, es una pequeña maravilla) y que se lleva sobre el particular en Alemania, Italia o Países Bajos
se está trabajando, por ejemplo, en Galicia, donde Domingo Gonzá- por ejemplo.
lez Lopo ha elegido la Galicia occidental y los siglos X V I I y X V I I I En cambio se trabaja y publica mucho sobre el paso a la cultura
para analizar la actitud frente a la muerte, y, en Barcelona, Ricardo escrita (la alfabetización) y el libro: desde los artículos pioneros de
García Cárcel. Parece que el tema está en el centro de la investiga- Lawrence Stone y el jesuíta Dainville, el auge de los trabajos de
ción histórica en toda la Europa occidental. calidad ha sido tanto que pronto podremos dibujar mapas de la alfa-
- El sexo y los amores. También había quedado el sexo fuera de la betización y de la lectura en Europa.
ley en el siglo X I X , como si fuera ausente de nuestra historia. Uno de Pero cada día se extiende el campo de la investigación: Jean De-
mis buenos maestros, cuyo apellido callaré, me dijo cuando empecé lumeau ha dedicado un extenso libro a la historia del miedo en Occi-
mi vida científica: "eso no es historia". Pero sí, lo es, es asunto his- dente. Yves Bercé,excelentes estudios a la fiesta, la cual puede per-
tórico, 'porque cambian las actitudes frente a la sexualidad, las rei- fectamente casarse con la revolución, lo que Pillorget no negaría,
vindicaitiones amorosas, el discurso del sexo y de los amores. Hay pienso yo. Pero evidentemente la verdadera historia de las mentalida-
que reconocer que la conquista de los libreros y de las editoriales ha des tiene por fin que fundirse en la historia total, desaparecer porque
sido facilitada por las especulaciones comerciales. No hace falta ci- el hombre no es sólo miedo o sexo, o pensamiento de la muerte.
tar ejemplos: son numerosísimos. Yo recordaré solamente que el Existe el hombre político, el "homo oeconomicus", el ser social. La
italiano Ruggiero Romano fue el primero en sospechar públicamente tarea descomunal del historiador exige que todas estas dimensiones
que el delirio erótico tuvo su papel en la epopeya de los conquistado- del ser humano sean integradas en la historia de su vivir, lo que puede
res al lado de la busca de gloria, de riquezas o de almas. Y lamento explicar y será m i conclusión, el nuevo éxito de las biografías, que la
que una obra de primera clase, que abarca a nuestros tres primeros escuela inglesa y norteamericana no había nunca abandonado, pero
temas: la fe y las creencias, la muerte y el sexo, la tesis de Isabel que la historiografía francesa había mandado al infierno. Es que la
Teston Núñez, Estructuras mentales y vida cotidiana en la sociedad biografía o las biografías (se puede pensar en el plural), que no de-
extremeña en el siglo XVII, no haya aún encontrado editor. Tam- ben ser dedicadas forzosamente a figuras ilustres, son la única manera
bién hay que apuntar que la atención al sexo ha permitido poner más de restablecer, dentro de la dialéctica de la duración, la complejidad
énfasis en los cambios de percepción del cuerpo a través de la histo- infinita de la vida.
ria. Es muy interesante lo que nos enseñan Van Bulik sobre China,
Alice y Catherine Salles sobre Atenas y Roma, Jean-Louis Flandrin
y Alain Corbin sobre el último siglo, cuando, por ejemplo, esboza la
historia del olfato en Les miasmes et la ¡onquille; Mireille Laget ha
reunido la historia del cuerpo femenino cuando prepara una vida nue-
va y la aparición del nuevo ser en su libro Naissances, historia del
parto antes de que hubiese clínicas.
- Cuarto tema, el de la niñez y de la educación. Me parece que so-
bre esto Inglaterra ha dado pasos más avanzados. Se han publicado
varios libros sobre la niñez, empezando por el de Linchbeck y
Hewitt. En Francia se ha trabajado sobre todo sobre los niños margi-
nados: los entregados a nodrizas por una parte, los abandonados, por
otra. Casi no se sabe nada sobre los niños criados con su familia has-
ta la edad del trabajo, a pesar del esfuerzo de Philippe Aries, o de la
educación. Esta ignorancia pudo favorecer la producción de un libro
tan discutible como lo es el de Elisabeth Badinter, L'amour en plus.
En España pasa algo igual. El mejor libro que conozco sobre la ni-

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