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Origen
Todas las palomas descienden de la Columba Livia, también llamada paloma de las rocas, por
vivir en acantilados rocosos inaccesibles, donde nidifica en las oquedades de la pared. Al
desplazarse diariamente a los campos cercanos a buscar el agua y las semillas, desarrolló un fino
mecanismo de orientación, basado en una vista y en una memoria prodigiosas.
En 1818 se funda en Bélgica la primer sociedad colombófila. Las actuales campeonas mensajeras
son descendientes de aquellas primitivas mensajeras de Bagdad, a través de una línea que pasó
de los árabes a los Paises Bajos, en donde proliferaron centros de cría a partir del siglo XVI.
Años después, financieros belgas utilizaban palomas para conocer, antes que sus competidores,
los resultados de las bolsas de Londres y París, ganando verdaderas fortunas en el proceso, por lo
que las palomas más rápidas eran las más cotizadas. La competición y por tanto el deporte
colombófilo habían nacido.
Sin embargo fué la clase obrera la que popularizó éste deporte. Se empezaron a organizar las
carreras de palomas con apuestas en metálico. Al principio las carreras se resolvían a la vista, es
decir, ganaba la paloma que primero se posaba en su palomar. Posteriormente inventaron el
“reloj constatador”. La paloma retornaba con el rossor, el cual se introducía en el constatador,
que imprimía la hora de llegada. Conociendo la distancia volada (en kilómetros), y el tiempo
invertido en recorrerla (en horas), fue posible calcular la “velocidad” (kms/horas). Desde
entonces las carreras de palomas se resuelven por la velocidad.
2. La paloma
Si empieza con pichones verá que todos no son iguales. Unos tienen mas
salud que otros, o viajan mejor que otros, o reproducen mejor que otros. La Cesta irá descartando
a todos los débiles y enfermizos, y los supervivientes producirán a la nueva generación. Si
hacemos las cosas bien, los hijos serán mejores que sus padres, mas sanos, mas inteligentes, mas
completos. Naturalmente, es mejor empezar con un lote de pichones de un palomar de élite. Pero
hay palomares buenos que solo destacan en las distancias cortas, o en las largas. Por tanto, hay
que elegir. Los mejores esprinters de la actualidad provienen de cultivos basados en las palomas
Janssens. Mientras que los mejores cultivos para el fondo están basados en las palomas
JanAarden (Delbar x Stichelbaut). Otra opción, es disponer de dos líneas puras, y usar los
productos cruzados para competir.
En general, no se aconseja cruzar los esprinters con los fondistas, aunque hay una excepción, el
mítico Piet de Weerd decía: ‘No conozco ninguna raza que no pueda ser mejorada por la sangre
Janssen, especialmente con una buena hembra Janssen pura’. Por eso muchos campeones
introducen en sus cultivos alguna hembra de esta raza, pero nunca otro macho. El legendario
Delbar, solo introducía hembras viejas, pero que ya habían producido campeones. Con el método
Delbar es mas fácil. También puede crear su propia raza. Es lo ideal. Solo necesita un macho
extra, preferentemente de fondo, y tres buenas hembras. Recuerde que tanto la raza Janssen,
como la JanAarden, se crearon a base de la Endocria y de la cesta. Reproduzca con todas sus
palomas, y cambie las parejas todos los años, pero anote todo en un cuaderno, o estará perdido.
El criador León Petit, decía que: ‘la clave para producir buenos pichones esta en la salud de los
padres en el momento del acoplamiento’. Los Janssens no tenían palomas cautivas, quizás por
eso producían tantos pichones extras.
* De 0 a 25 días.– En esta crítica época de la vida del ave en que es totalmente dependiente de
sus progenitores para cubrir el 100% de sus necesidades en
cuanto a alimento, temperatura, defensa, etc, las posibles carencias que padezca
serán un lastre para su futuro, por lo que debemos asegurarnos de que los progenitores
encuentren en su palomar todo lo que necesitan para cubrir las necesidades de sus pichones, y
por supuesto las suyas propias, con el aporte de una comida equilibrada y abundante, grits,
vitaminerales, etc.
* De 25 a 90 días.- En este periodo, unas veces un poco primero, otras un poco más tarde, según
la costumbre del colombófilo, el pichón pasa por el periodo de “destete”; periodo que si se ha
criado sano y fuerte, no debe resultarle problemático superar con éxito. Una vez rebasado esta
etapa, el pichón pasa a realizar las primeras salidas del palomar, época en la que un ejercicio
moderado le será tremendamente útil para comenzar a desarrollar esa portentosa musculatura que
en un futuro le posibilitará cubrir las enormes distancias a que les obligamos a enfrentarse.
Nunca debemos de olvidar que en esta época de su vida, todavía joven pichón, está formando
todo su cuerpo, por lo que la comida debe ser variada y de calidad, pero sin caer en el exceso que
le conduciría a un sobrepeso del que debemos huir, ya que todos hemos sufrido alguna vez
viendo aquel o aquellos pichones que se niegan a volar, yendo de tejado en tejado si les “damos
bandera” y remoloneando hasta exasperarnos diariamente.
* De 3 a 12 meses.- A partir de los tres meses de edad, además de continuar mejorando el estado
físico de la paloma, debemos comenzar a educar su sentido de orientación; es más, de no hacerlo
en este periodo, una vez sobrepasados los 12 meses de edad, el aprendizaje y desarrollo de este
aspecto resulta si no imposible, mucho más dificultoso, o al menos así lo hace ver el hecho de
que las palomas que por una circunstancia determinada no han sido educadas en orientarse
durante su primer año de vida, posteriormente suelen perderse en el primer concurso con cierto
grado de dificultad. La educación del sentido de orientación de la paloma debe ser siempre
progresiva, y debe al mismo tiempo fortalecer el estado emocional del ave, de forma que aprenda
poco a poco a superar las dificultades que sin duda le surgirán en los vuelos de regreso a su
palomar, haciendo cada vez más férreo su deseo de regresar a pesar de cualquier dificultad o
contratiempo. Un pichón que en una de sus primeras salidas de educación además de enfrentarse
a una distancia excesiva deba sortear a uno o varios halcones o azores, puede quedar tan
“tocado” psicológicamente hablando que acabe desarrollando un miedo o fobia que le incapacite
para un adecuado regreso, entrando en el primer palomar que encuentre en su camino y
resignándose a acabar en él sus días antes que volver a arriesgarse en un vuelo lleno de peligros.
Muy al contrario, un pichón que, en las primeras salidas ha estado bien dirigido y ha logrado
adquirir un cierto grado de seguridad en sí mismo, será mucho más combativo y tenaz en el
intento de regreso cuando surjan pequeñas o grandes dificultades y podrá llegar a ser una
mensajera de la que nos sintamos orgullosos de poseer en nuestro equipo.
* De 12 a 24 meses.- Estas palomas, a las que solemos denominar como “jóvenes” o
“yearlings”, al contrario de lo que se podría pensar aún no han alcanzado todo su desarrollo,
tanto físico como psíquico. Por ello, es necesario seguir actuando con precaución a la hora de su
manejo, pues los excesos de la competición quedarán grabados en sus organismos y sus mentes y
si no somos cautos, podemos “quemar” a el que pudiera ser un atleta campeón en su primer año.
Y es que ha veces las apariencias engañan y nos dejamos llevar por lo inmediato y obligamos a
nuestras mensajeras a jornadas de 10 -12 o más horas de agotador vuelo, cosa que como ya he
dicho, a estas edades puede ser “pan para hoy y hambre para mañana”, ya que de no retirar a
nuestros “jóvenes” de la competición a una distancia prudencial, que según la edad precisa del
ave y otros parámetros, puede variar entre los 300 y los 500 kilómetros, de reiterar en el esfuerzo
y la competición estaremos como digo, liquidando el futuro de la paloma y por consiguiente del
palomar.
* Palomas de 2 años.- Si hemos sido prudentes con la paloma hasta llegar a su segundo año de
vida y la hemos sabido dirigir, este puede ser el momento de comenzar a recoger los mejores
frutos, los más codiciados premios. Esta es si duda una opinión personal, pero para mí es la
mejor época deportiva de la paloma, ya que a los dos años, ya formada física y psíquicamente la
paloma puede dar todo lo que lleva dentro con la ventaja de que su juventud le permitirá lograr
cosas que en un futuro le estarán vetadas y al mismo tiempo ya cuenta con la suficiente veteranía
que le permitirá encontrar la mejor línea de vuelo, el lugar más cómodo en el bando, el quiebro
más eficaz en los ataques de los depredadores, etc. Además, se ha observado que a esta edad, la
paloma coge más fácilmente la forma que cuando tiene tres o más años, siendo también “su
mordiente” y deseo de regreso rápido al palomar superior en esta etapa que en cualquier otra.
* Palomas de 3 a 5 años.- A esta edad, la paloma aunque ya ha perdido parte de la fogosidad de
la juventud, es capaz de suplir esta con la experiencia que ha acumulado a lo largo de su vida
deportiva, por lo que sobre todo en sueltas de gran dificultad, son estas palomas las que suelen
imponerse al resto de la concurrencia, y las que con más fe esperamos en el palomar es sueltas
catastróficas. Por otra parte, en zonas poco favorables para el desarrollo de la colombofilia es
difícil encontrar paloma compitiendo con más de tres años, ya que las perdidas son tan
cuantiosas que pocas llegan a su tercer año de vida deportiva, y muchas menos a realizar una
cuarta o quitan campaña. En estos casos compensa más guardarlas para la reproducción, que no
exponerla concurso tras concurso.
* Palomas de 6 o más años.– A esta edad ya es prácticamente imposible encontrar palomas en la
competición y si han logrado superar todas las dificultades y demostrar su valía en la cesta, las
palomas a esta edad las encontraremos en el palomar de la reproducción.
2.3 La muda
En pichones la muda será total o parcial dependiendo de la época de su nacimiento. Los que
abandonan sus nidos el mes de marzo, efectúan una muda total, a partil del mes siguiente. Por el
contrario, los tardíos, nacidos en agosto o septiembre, efectúan una muda parcial, debido a que el
frío de invierno corta el proceso fisiológico normal. Esta vuelve a reanudarse a la primavera
siguiente.
3. El palomar
Los palomares varian de unas regiones a otras,
pueden ser totalmente abiertos, semiabiertos o cerrados; construidos de madera, de obra,
aluminio, etc. y se pueden instalar en azoteas, jardines,aticos e incluso en balcones y ventanas,
variando su volumen, desde una simple jaula de 1 m de volumen o un gran palomar con 4,5, 6 o
incluso mas divisiones.
Es de suma importancia para este deporte que el palomar responda a estas tres exigencias:
– estar bien limpio, soleado y seco.
– que sus instalaciones resulten practicas y sencillas, libre de todo nido de parasitos.
– que quede protegido de las alimañas.
Debe estar construido atendiendo:
– al numero de palomas que debe albergar.
– a su emplazamiento.
– a evitar corrientes de aire.
La orientacion del palomar sera tal que evite siempre la direccion en que los vientos puedan
hacer penetrar la lluvia en el interior de los locales.
Conviene buscar la orientacion que proporcione una temperatura agradable y permita a las
palomas gozar de los primeros rayos de sol. Una buena orientacion es la de Suroeste o la de
Sureste.
El palomar debera tener buena luz natural, pero no excesiva, porque las hembras buscan con
preferencia las partes oscuras para construir sus nidos.
Las paredes y los techos deben ser lisos.
Capacidad y distribución
4.1 La cebada
Es un cereal ligero y refrescante que no tiene un contenido calórico tan elevado como otros
cereales pero si tiene alto contenido en proteínas ( 12%). La cebada es igualmente un gran
alimento energético, contiene el 10% de elementos plásticos y albúminas, siendo un alimento de
construcción al mismo tiempo que energético y mineralizante, pues tiene mucho hierro y
magnesio. Es de los cereales más ricos en fósforo, siendo bueno para el sistema nervioso. Posee
entre un 60 y un 75 % de hidratos de carbono . Bajo contenido de agua y valor calórico bastante
elevado, debido a su contenido de hidratos de carbono. Las proteínas constituyen
aproximadamente el 10% del peso del grano. A parte de estas consideraciones más o menos
teóricas y que pueden no decirnos mucho, estoy por asegurar que la cebada es el grano “de la
salud” para la paloma, ya que su aporte en la ración, además de proporcionarle elementos que
requiere el ave, sirve en gran medida para evitar problemas de sobrepeso, de toxicidad y facilita
el transito intestinal. Esto, traducido a lenguaje colombófilo quiere decir que cuando damos un
porcentaje adecuado en la ración, nuestras aves van a volar mejor (por la carencia de excesiva
materia grasa que les hace de lastre) van ha tener una digestión más corta y fácil, lo que le
supondrá un mejor estado de los órganos que en ella intervienen, y esto mismo hará que los
excrementos adquieran esa forma dura y redondeada que tanto nos gusta observar en el palomar.
¿Y que porcentaje es el adecuado? Depende de varios factores, tales como el ejercicio que realiza
el animal en su entrenamiento alrededor del palomar, si además esta sacando unos pichones, la
temperatura ambiente, la reserva de grasa que queramos que adquiera para afrontar el próximo
concurso, etc.
En muchas ocasiones, la única diferencia que existe entre que una paloma regrese a su palomar
en cabeza o lo haga en la cola del pelotón o que incluso se pierda irremediablemente, es el
sobrepeso que esta lleva en su organismo en forma de grasas acumuladas y que la obligan a
apearse, con las nefastas consecuencias que esto puede suponerle, sobre todo si vuela sobre el
mar.
5. Prevención en colombofilia
La prevención en colombofilia, al igual que en otros tipos de cría aviar sigue siendo
el mejor aliado del criador en la lucha constante por mantener el palomar y las instalaciones de
cría libres de enfermedades para conseguir los resultados más óptimos durante la temporada de
competiciones, para lo cual es necesario seguir un programa sanitario sistemático durante todo el
año que nos evite auténticos desastres a la hora de competir.
Si a pesar de ello, las enfermedades se presentan , reconocer los primeros síntomas puede ser
vital para actuar de inmediato y frenar el contagio.
5.1 Tratamientos
7. Entrenamiento
La forma mas sencilla de enseñarle a los pichones a ‘vivir’ dentro de una cesta de
concurso es, poner una dentro del departamento de los pichones, y usarla como lugar de destete. Otra
buena forma seria colocar la cesta delante del agujero de salida del palomar de los pichones. Una vez
que los pichones empiezan a hacer buenas bandadas, al terminarlas se les enseña a entrar rápido al
palomar, y no a quedarse parados sobre el techo mirando todo lo que pasa. Eso se consigue soltandolos
con el buche vacio, y alimentandolos despues de la bandada diaria.
La primera vez que se sueltan a los jóvenes, se hace desde un sitio muy cercano, y se liberan uno a uno,
para que aprendan a buscar el palomar por ellos mismos, y nunca se dejen arrastrar por el bando.
Después vienen las ‘sueltas colectivas’.
– Proporcionarle el vigor y la preparqación necesaria para que regresen a su palomar con alta
seguridad y a la mayor velocidad.
La paloma se aquerencia con mayor o menor rapidez según la edad de introducción al palomar:
– Pichones nacidos en el palomar: sólo abandonan el nido cuando son capacez de alimentarse por
sí sólos. Es el momento de llevarlos al departamento específico de educación. Se les ha de dejar
tranquilos para que reconozcan y hagan sus primeros vuelos dentro del departamento cuando
tienen fuerzas para ello. Luego hacen las salidas, sin lanzarse al aire. Cuando finalmente
emprenden el vuelo, describen círculos sin alejarse del palomar; poco a poco se van uniendo al
bando para volar y regresar con el.
– Pichones procedentes de otro palomar: se adaptan al nuevo entorno en un periódo de 10-15
días, siempre que tengan menos de un mes.
Las primeras salidas se efectuarán por la tarde.
Las palomas que vayan a ser soltadas para entrenamiento o para concurso, se
intruducen en las jaulas o cestas de viaje. Antes de meter las palomas en las mismas, se deben
reconocer una por una minuciosamente, comprobando el estado de forma, estado de las plumas,
sequedad de las patas y nariz, asi como el estado de las mucosas.
Una vez seleccionadas las palomas se llevan al club colombofilo donde pertenezcan y desde alli
son rexpedidas en cestas especiales a los lugares de suelta. El colombófilo debe velar en todo
momento que se cumplan las condiciones minimas de enceste y de cuidados con sus palomas.
Algunos de estas condiciones son:
– los locales de enceste deben estar ventilados, con la sola presencia del personal responsable del
control de las palomas, prohibiendose teminantemente en los locales cerrados fumar.
– las cestas de viaje han de estar limpias y libres de parasitos antes del enceste.
– las cestas han de ser manipuladas con cuidado durante las operaciones de carga y descarga de
los vehiculos de transporte para evitar golpes y caidas que perjudicarian a las palomas,
restandole capacidad de vuelo.
– Al termino del viaje, y hasta el momento de la suelta, las cestas han de quedar resguardadas de
las inclemencias del tiempo, en lugar cubierto, seco, moderadamente ventilado, para qu las
palomas puedan descansar y ser debidamente atendidas, dándoles agua y comida necesaria.
8. Tipos de juego
9. La selección
Si empezamos con un palomar de 100 palomas, y las seleccionamos por la cesta hasta que solo
queden las mejores, y despues criamos con las supervivientes hasta tener otra vez 100, habremos
mejorado la calidad bastante. Si repetimos el proceso durante algunos años, la calidad seguira
aumentando hasta un maximo. Eso se produce porque hemos tenido que usar la endocria.
Hemos tenido que acoplar padres con hijos, hermanos con hermanas, familiares entre si. En ese
momento, la mejora no es posible por la seleccion con la cesta. Han quedado fijadas cualidades
como: la mordiente, la inteligencia, y la velocidad.
Al mismo tiempo que se ha perdido un poco de vitalidad, de facilidad para entrar en forma, y de
adaptabilidad al clima. Precisamente, para mejorar esa perdida tenemos que recurrir a la exocria,
introduciendo sangre nueva. Si hubieramos hecho lo mismo con otro palomar de 100 palomas,
entonces tendriamos dos cultivos no relacionados, que podriamos cruzar entre si para mejorar la
vitalidad, la forma, y la adaptabilidad. Con la exocria mejoran esas tres cualidades, pero las otras
cuatro varian con el cruzamiento. La resultante será una media de ambos cultivos para esas
cuatro caracteristicas.
Louis Vermeijen quizas fue uno de los primeros en practicar la colombofilia cientifica. Aunque
suena imponente, tan solo significa que basaba sus actuaciones en los hechos y en las
experiencias contrastadas, y nunca en las teorias. Por eso siempre se le cita en los libros serios
sobre la colombofilia. Decia que seleccionaba a las mejores palomas por la cesta, y despues las
dejaba que se acoplaran como ellas querian. Retaba a todo aquel que decia tener un metodo
mejor. Su fiel discipulo y amigo Jan Aerts, que tambien practicaba el acoplamiento libre, fue un
ferviente defensor del pedigrí; salud y vitalidad, cesta y pedigrí, era su canción. El pedigrí tan
solo es una ficha, en la que figuran algunos datos sobre los antepasados de una paloma. Jan Aerts
estudiaba minuciosamente el pedigrí antes de adquirir un refuerzo nuevo. Solo cuando el pedigrí
era bueno, incluso podia comprarla sin verla. Para el, la garantia del pedigrí estaba en la calidad
familiar; pues creia ciegamente que el peor de una gran familia valia mas que el mejor de una
mala familia. En su caso, adquiria palomas HuyskenVanRiel, porque conocia ‘muy bien’ tanto a
Jef Van Riel, como a sus palomas. Le gustaba ver en un pedigrí, tantas campeonas viajeras, o a
sus padres, como fuera posible. Pero no le daba demasiada importancia a que hubieran palomas
repetidas (endocria), o no (exocria), en el pedigrí; era suficiente con que ‘todas’ fueran buenas.
El y su manager, Louis Salembier, seguían los resultados de las carreras mas importantes, tanto
en Francia como en Bélgica. Siendo inmensamente rico compraba lotes enteros de pichones, de
las mejores parejas, de los mejores palomares del momento, mayormente Wegges, rojos y bayos.
Los pichones eran educados a su palomar en Mouveaux, y viajados sin excepción. Solo
conservaba a los mejores, y entre estos favorecía a los que cumplían con el Standard Franco
Belga, que el mismo ayudó a crear en 1907. Con este sistema fue campeón de Francia durante
muchos años, y ganó mas premios que estrellas hay en el Cielo, decía su hijo Robert.
Paul Sion era un hombre práctico, solo le interesaban los resultados, y juntando cracks no
relacionados, del tipo standard, consiguió dominar a la competencia durante décadas.
Naturalmente, como ejemplo de grandes campeones, opuestos a la continua mezcolanza de razas,
tenemos a los Janssens de Arendonk. A partir de seis palomas de base, formaron un cultivo de
palomas homogéneas, con características bien definidas. Usando la endocria y la cesta, crearon la
raza mas vendida de la historia de la colombofilia. Desde la segunda Guerra Mundial, hasta la
actualidad, tan solo introdujeron una paloma, que era 50% Fabry y 50% Janssen.
Pero han habido muchos mas como ellos: Bricoux, Delbar, Stichelbaut, Cattrysse,
Desmetmattijs, Vanspitael, Jan Aarden, etc. El mismo Pol Vanhecke decía: ‘La Endocria es el
único modo de conservar el valor de las palomas de élite’. Si miramos hacia atrás, vemos que el
trabajo de unos pocos endocriadores, como Janssens y JanAarden, por ejemplo, ha superado el
test del tiempo y, en la actualidad, la mayoría de palomares emplean esa sangre, pero no para
conservarla pura, sino para cruzarla, buscando un nuevo vigor, o simplemente porque ‘temen’ a
la consanguinidad.
Pol Vanhecke regalaba pichones a sus amigos y familiares, y después iba a sus palomares en
busca de su propia sangre para conservar puro su cultivo. De esa forma se mantuvo en lo mas
alto, hasta su retirada en 1925.
Esta extraordinaria raza consanguínea es otra de las que ha superado ampliamente el test del
tiempo. Piet de Weerd, ayudó a Jan Aarden, y a otros, a crear su raza, era un gran partidario de la
endocria. Decía que sin razas puras no había con que trabajar. El las usaba para crear otras razas
puras. Aseguraba que con un buen macho de fondo, y con tres buenas hembras (alguna Janssen),
se puede formar un gran palomar.
Cuando una paloma regresa al palomar después de varios días, bien sea de un concurso o de un
entrenamiento, puede haberse infectado o contaminado con algún virus, microbio o parásito, que
ésta, a su vez, trasmitirá al resto del palomar produciéndose así un riesgo para nuestra colonia
alada, lo cual puede derivar en un problema sanitario leve, o incluso grave,
Para evitar estos graves problemas, es suficiente con actuar de la manera que a continuación se
expone, según el caso de que se trate:
Caso A.- Una paloma llega al tercer o cuarto día de un concurso o un entrenamiento: estas
palomas se han visto obligadas a buscar agua e incluso algo de comida donde han podido (ríos,
pantanos, charcas, sembrados, cultivos, otros palomares, etc.); pero como las veces que ha
comido y bebido han sido pocas, existen así mismo escasas, pero no nulas, posibilidades de que
hayan cogido alguna enfermedad. Por ello es recomendable actuar de la forma siguiente según el
estado físico en que se encuentre la paloma:
1º- Si la paloma, a pesar de prácticamente no haber comido ni bebido durante tres o cuatro días,
y a pesar del esfuerzo realizado por el vuelo presenta un buen aspecto y no “ha quemado”
totalmente sus energías, si al cogerlas en las manos observamos que aun le quedaban unas
mínimas reservas en su organismo, lo más prudente es sin dejarla comer ni beber en el palomar,
aislarla en una jaula-enfermería, en la que inmediatamente le proporcionaremos el agua y la
comida que ansía y la dejaremos descansar hasta el día siguiente. A la mañana siguiente, le
retiraremos la comida temprano; más tarde, con el estómago vacío le administraremos una
pastilla anti-tricomonas y otra pastilla contra coccidios volviendo a ponerle la comida uno hora y
media o dos horas después de la administración de los medicamentos, pues si se la
administramos con comida en el buche, en ocasiones la paloma puede vomitar la comida y por
tanto la pastilla. Posteriormente y sin mucho tardar le administraremos una dosis de tratamiento
contra parásitos internos (lombrices). Finalmente y trascurridos dos días desde su regreso al
palomar, siempre y cuando los excrementos se hayan normalizado, la integraremos en su
palomar, no sin antes rociarla con un funguicida para parásitos externos.
2º- Puede ocurrir que cuando la paloma regrese a su palomar al tercer o cuarto día de haber sido
liberada en el concurso haya gastado absolutamente todas sus energías, cosa que se nota en su
comportamiento, pues no acierta a entrar por el spuny, y cuando la ponemos en la “jaula-
enfermería” cierra los ojos, dormitando, sin intención de beber ni comer. Además al cogerla
observamos que ha desaparecido la grasa y el músculo de su pecho, siendo una huesuda quilla lo
único que nuestras manos notan bajo las plumas. En este caso, el animal se encuentra totalmente
extenuado, al borde del colapso y la muerte. El único motivo para regresar fue su fuerza de
voluntad y amor por el nido, la pareja o los pichones, por lo que la única forma de conseguir que
esta tenaz ave no sucumba a la deshidratación y al agotamiento es dándole “ayuda moral”, es
decir, reintegrándola inmediatamente en su palomar sin pasar por la enfermería, a pesar de correr
el riesgo de que contagie al resto del palomar, riesgo que como ya he dicho antes, en tres o
cuatro días de tardanza no es demasiado elevado, y si la paloma lo merece, se puede asumir este
riesgo para intentar salvarla. Dos o tres días más tarde, y ya parcialmente recuperadas sus
fuerzas, será el momento de trasladarla a la “jaula-enfermería” para realizar el tratamiento
preventivo correspondiente.
Caso B.- La paloma regresa a su palomar tras haber estado vagabundeando durante cinco o más
días: para que una paloma haya podido sobrevivir por sus propios medios durante un periodo tan
largo de tiempo es indudable que ha logrado encontrar agua y por supuesto alimento. En este
caso el riesgo de haber sido contagiada con alguna enfermedad o parásito es mucho más elevado,
pues una de las formas más comunes de encontrar comida es uniéndose a palomas bravías o
zuritas, palomas que se encuentran en total libertad y pueden por lo tanto ser portadoras de
enfermedades propias de su especie; o bien unirse a un bando de palomas domésticas, palomas
que tampoco suelen estar desparasitadas ni medicadas por lo que también constituyen una
posible fuente de contagios. Con estas premisas, la necesidad de aislar a la paloma es aun más
prioritaria y el periodo de tratamiento debe ser mayor, por lo tanto, la cuarentena más larga.