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3 MÉTODO DE EXPLOTACIÓN
26
Inicio del hundimiento: Corresponde a la condición existente inmediatamente
después de la socavación del área inicial que entrará en producción (debe
recordarse que dependiendo de la variante del método de hundimiento, los
frentes de socavación y de extracción pueden ser diferentes).
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(a)
(b) (c)
Figura 2.6 Proceso de hundimiento. Tomado de “Altura de Roca Primaria en Minería por Panel
Hundimiento”, Karzulovic, A. (2001).
28
(d)
(e) (f)
Figura 2.7 Proceso de hundimiento. Tomado de “Altura de Roca Primaria en Minería por Panel
Hundimiento”, Karzulovic, A. (2001).
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2.3.1 DESCRIPCIÓN DE LOS MÉTODOS DE EXPLOTACIÓN APLICADOS
EN MINA RÍO BLANCO
30
5.5 x 5 [m]. El conjunto de galerías se encuentra a una cota de 3185 m.s.n.m. A
este nivel llega el mineral proveniente del Nivel de Producción y lo hace a través
de labores llamadas Piques de Traspaso de mineral (OP) que son desarrolladas
desde el Nivel de Transporte hacia el Nivel de Producción.
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Figura 2.8 Esquema del método de explotación Hundimiento de Bloques. (www.atlascopco.cl)
32
Dentro del diseño de esta metodología de explotación se deben desarrollar
ciertos niveles, los cuales aplicados al caso del III Panel de la mina Río Blanco
son:
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Aquí existen cámaras de picado en donde es recepcionado el mineral
proveniente del Nivel de Producción, y por medio de parrillas se controla la
granulometría, de manera que el mineral que cumpla con esta, pasa al nivel
inferior a través de los piques de traspaso de mineral (OP). Si una colpa no
tuviese la granulometría requerida y quedase en la parrilla de control, debe ser
reducida por un martillo picador posicionado en las salas de control, hasta que
pase completamente por la parrilla.
34
Figura 2.9 Panel caving convencional típico con sistema LHD, donde se construyen las galerías
y luego se socava y extrae el mineral. Fuente: Cavieres (1999)
Figura 2.10 Nivel de producción para malla típica de Panel Caving utilizada en División Andina.
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En cuanto a la fortificación de este método de explotación usualmente el Nivel
de Hundimiento usa como soporte el sistema de fortificación de perno tipo Split
Set, (Pernos huecos en su interior, con un diámetro levemente mayor al de la
perforación, motivo por el cual, una vez insertados en ella, quedan fijos y logran
contener bloques menores de roca sueltos) malla metálica, para el Nivel de
Producción, específicamente en las calles de producción. Además de contar
con pernos y malla, se incorporan cables y Shotcrete, (Mezcla de cemento,
gravilla y agua la cual se proyecta en las paredes y techo de las galerías para
ejercer soporte).
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subterránea depende de los lugares de trabajo, volumen del trabajo que en ella
se está haciendo y de la naturaleza del yacimiento explotado.
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Tabla 2.1 Principales dimensiones en el método Panel Caving en División Andina.
Malla de extracción 9.0 x 9.0 Sección galería de hundimiento (GH) 4,0 x 3,6
Sección calles de producción (CP) 3,0 x 3,0 Sección cruzados (Xc) 4,0 x 3,6
Sección socavones y cruzados 4,0 x 3,6 Dimensiones de slot 4,0 x 3,6 x 8,0
Dimensión frontón de producción 2,5 x 2,5 Distancia entre paradas 1,6
Dimensión de embudo (diámetro) (0,5 x 1,5) x 9,0 Nº de tiros en abanico 1,6
Sección de chimenea de embudo 1,5 x 1,5 x 9,0 Altura de socavación 8,0
Altura crown pillar 9,0
Sección de galerías de transporte 5,5 x 9,0 Sección de pique gran longitud 3,9 x 3,9
Sección de pique producción roca 3,0
primaria (diámetro)
Nivel de ventilación
Sección de pique producción roca 1,8 x 1,8
secundaria
1,5 x 1,5
Sección de galerías 6,0 x 6,0 Sección de chimenea de ventilación 2,0 x 2,0
5,5 x 5,5
4,5 x 4,5
4,0 x 4,0
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Figura 2.11 Mallas de extracción utilizadas en III Panel en los sectores LHD y Parrillas
respectivamente. Modificado a partir de PND 2005, se debe destacar que esta figura es
meramente explicativa, debido a que los niveles de producción Parrillas y LHD poseen un
desfase en cota de 26 (m).
40
CAPÍTULO 3
41
3.1 INTRODUCCIÓN
A comienzos del siglo XX, los yacimientos subterráneos que explotaba Codelco
estaban situados en roca con un grado de fracturamiento mediano a intenso,
brindando un ambiente altamente propicio para la aplicación del sistema de
explotación por hundimiento de bloques. Sin embargo, esta minería desde hace
algunos años se ha visto enfrentada a escenarios más exigentes y difíciles,
debiéndose adaptar a yacimientos más profundos, de menores leyes, con
condiciones de macizos más competentes y de altos esfuerzos.
Figura 3.1 Isométrico del método de hundimiento de bloques. Muestra en forma esquemática
como se propaga el hundimiento y va dando forma a la cavidad, también la disposición de la
infraestructura de extracción. Fuente: Cerrutti (2008)
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Desde el punto de vista económico, los métodos de hundimiento de bloques o
paneles (Block o Panel Caving; Figura 3.1) son los de menor costo para la
explotación subterránea en yacimientos masivos.
Hoy por hoy, un alto porcentaje de los recursos minerales que se explotan en
Codelco, se emplazan en roca denominadas primarias, con pocas estructuras
abiertas, o bien, con fisuras selladas con rellenos cohesivos según la definición
clásica derivado del ambiente geológico geotécnico. La proyección futura es
que el total de mineral a extraer se sitúe en dicho tipo de roca, principalmente
en los proyectos estructurales de la Corporación.
43
de dispositivos y elementos que facilitaron su aplicación con mayor eficiencia y
seguridad. Todas estas actividades forman parte de las innovaciones que ha
impulsado Codelco durante los últimos años 1999-2010.
44
4.1.1 RESEÑA HISTÓRICA DEL PA
45
La acción más inmediata fue detener el tiraje en los puntos de extracción y
buscar la forma de cuantificar el tamaño de la cavidad, además de medir el
espesor de mineral quebrado sobre el Crown pillar, entre otras. El 5 de
diciembre de 1999, solamente diez días luego de lo ocurrido en Australia, se
produjo el descuelgue espontáneo del sector provocando también un air blast,
lo que gracias a las medidas preventivas tomadas evitaron consecuencias
fatales.
46
Durante el año 2001 comenzó otra etapa experimental, esta vez en División
Salvador, con el objetivo de iniciar el desarrollo del FH y su combinación con
DDE, conocido como PA mixto. En esta oportunidad, el mayor impacto de
resultados se obtuvo en las variables de fragmentación, colgaduras y daño a la
infraestructura de extracción.
Posteriormente, entre los años 2004 y 2005, División Andina realizó un extenso
programa de estandarización del PA mixto mediante la intervención de un
sector de aproximadamente 20.000 m2 que tuvo como resultado una
disminución del tamaño de clastos en la fragmentación, sin presencia de daños
en los puntos de extracción.
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morfología de las fracturas hidráulicas y el modelamiento numérico de la
mecánica de fracturamiento de estas. Se ha avanzado a su vez en el desarrollo
de técnicas acústicas para cuantificar el nivel de daño provocado por el PA al
macizo rocoso, a partir de ensayos en testigos de roca. Finalmente se están
desarrollando técnicas para geocaracterización del macizo, que se realizan para
obtener los parámetros básicos que permitan diseñar en forma científica la
tronadura con DDE.
Por otra parte, en Andina se ejecutó el año 2010 una prueba de aplicabilidad del
PA con DDE para el proyecto Sur-Sur Subterráneo (SSS). Los resultados
indican que es posible intervenir el macizo rocoso en un ambiente con altos
esfuerzos sin provocar daños relevantes. Además, se estima que es posible
disminuir considerablemente la rigidez del macizo, característica que resulta ser
uno de los principales focos de interés ya que con ello se busca indicar una
medida del daño provocado por el PA al macizo que se quiere explotar. En mina
Río Blanco del III Panel de Andina y en mina El Teniente, también se han
levantado los datos de las variables mineras relevantes para los distintos
sectores preacondicionados y línea base; esta última permitirá comparar y
medir el efecto por la aplicación de las distintas variantes de PA.
48
3.1.2 PRUEBAS DE PREACONDICIONAMIENTO ANDINA
49
Figura 3.3 Planta nivel de producción III Panel, indicando las áreas preacondicionadas.
Fuente:Molina et al. (2008).
50
Tabla 3.1 Planta nivel de producción III Panel, indicando las áreas preacondicionadas. Fuente:
Molina et al. (2008)
División Andina
Periodo 1999 - 2002 2004 - 2006
Sector III Panel III Panel (Área 11)
Pozos con FH - 9
51
3.2 CONCEPTOS PARA LA COMPRENSIÓN DEL PA
52
Figura 3.4 Representación esquemática de un volumen de macizo rocoso con estructuras o
discontinuidades mayores y menores como fisuras que lo dividen en bloques de roca intacta o
matriz. El comportamiento mecánico del macizo depende, entre otros factores, de la geometría
del conjunto de bloques y la condición de contacto entre ellos. Fuente: Cerrutti (2008)
Todas o casi todas sus fracturas están selladas con minerales relativamente
duros o competentes como anhidrita, turmalina o pirita, aunque también pueden
presentar rellenos más débiles de clorita, sericita o molibdenita, entre otros.
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presentan un porcentaje importante de fracturas abiertas con rellenos blandos a
muy blandos de limonita, yeso, arcilla, etc. Por lo tanto, es una roca permeable
y de menor calidad geotécnica, ubicada hacia la superficie sobre la roca
Primaria.
54
3.2.2 MÉTODOS DE EXPLOTACIÓN:
1. Material quebrado: Compuestos por bloques de roca que han caído desde
el techo del hundimiento.
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5. Macizo rocoso intacto: Sobre la zona sismogénica la roca aún está intacta,
y se caracteriza por tener deformación elástica.
Figura 3.5: El método de hundimiento gravitacional, o caving, propuesto por brown (2003)
permite desequilibrar la roca y provocar su colapso por gravedad que se extiende hacia arriba.
Fuente: Cerrutti (2008), en base a Brown (2003)
56
3.2.2.1 MECÁNICA DEL HUNDIMIENTO
Diferentes factores tales como las características geológicas del macizo rocoso;
los esfuerzos in situ; la configuración geométrica del frente de hundimiento, y
las condiciones de borde (p. ej. caras libres) influyen en la mecánica del
hundimiento.
Según Laubscher (1994), existen dos tipos de caving: de altos esfuerzos y por
subsidencia. En el primer caso, que ocurre básicamente en sectores vírgenes
(Figura 3.6), el esfuerzo en el techo, entre la zona de desplome y fracturamiento
excede la resistencia del macizo rocoso. Por ende, el hundimiento se puede
detener por la formación de un arco estable, y para inducirlo nuevamente se
debe incrementar el área socavada o debilitar sus bordes. En tanto, el caving
por subsidencia sucede cuando existe una minería adyacente que sirve de cara
libre y puede generar una rápida propagación del hundimiento. Según
Karstulovic (1979) el mecanismo de caving estaría definido por la magnitud y la
orientación de los esfuerzos in-situ respecto al undercut y debilitamientos de
contorno que allí se practicaren. Estas cavidades modifican el estado de
esfuerzos desconfinando las rocas y alterando sus propiedades intrínsecas
(Módulos). Las rocas así desconfinadas experimentan deformaciones que se
traducen en aberturas de micro grietas que facilitan el desplome de los techos.
En rigor el desplome progresaría cuando el desconfinamiento se traduce en
estados de tracción que superan la resistencia de la roca y/o sus microfracturas.
57
Figura 3.6 Las distintas etapas del caving: a) Mediante un corte basal se desestabiliza el
macizo rocoso para provocar su desarme; b) El macizo rocoso empieza a colapsar dando inicio
al caving o “caving virgen”; c) El desarme del macizo se propaga de forma ascendente hasta
conectar a superficie o a un nivel superior ya explotado; se habla de caving en régimen o
conectado a cráter. Fuente: Cerrutti (2008)
58
Las zonas mineralizadas en roca secundaria por su naturaleza de desarme
estructural se explotan mediante un sistema gravitacional con buitras, lo cual
permite una baja mecanización, altas productividades y bajos costos (Figura
3.7). No obstante, esta solución tecnológica no es válida cuando se explota
mineral primario. Ello ha llevado consigo la introducción de un mayor grado de
mecanización con equipos de LHD (Load Haul Dump) así como automatización,
y de cambios relevantes al diseño minero que permitan manejar un mineral de
menor grado de fragmentación y alta dureza típico de la roca primaria.
Figura 3.7 Isométrico con sistema block caving gravitacional con buitras utilizado en la
explotación de roca secundaria. Fuente: Cavieres (1999)
Sin embargo, este orden de los trabajos genera un daño en las galerías
ubicadas delante del frente de socavación debido a la redistribución de
esfuerzos en el entorno del área hundida. Además, las tronaduras de
socavación del nivel de hundimiento y para incorporar la batea a la producción,
provocan una actividad sísmica que, a su vez, debilita el macizo y por ende las
galerías haciendo necesaria una fortificación definitiva (Figura 3.9A).
60
Figura 3.8 Esquema isométrico de una minería por hundimiento de paneles (Panel Caving),
método convencional (Karzulovic: “Altura de Roca Primaria en Minería por Panel Caving”,
2001).
Este efecto dañino se agrava aún más en las galerías del nivel de producción
debido a su cercanía al nivel de hundimiento y por la disposición geométrica de
las calles y zanjas. Ello significa que existe un gran número de galerías
excavadas, pero una baja proporción de roca, desestabilizando el ambiente y
facilitando el colapso de túneles.
61
Figura 3.9 Las variantes del panel caving. A) El método convencional consiste en desarrollar
las galerías y luego socavar; B) Mediante el hundimiento previo, que implica la socavación del
nivel de hundimiento, se obtiene una mayor estabilidad para las galerías; C) El hundimiento
avanzado da mayor flexibilidad en la construcción de los niveles de producción bajo el área
socavada. Fuente: Cerrutti (2008)
62
frente de socavación, dejando las galerías y zanjas para ser desarrolladas bajo
el área socavada.
63
causando la ruptura del macizo y dando origen a una actividad sísmica
relevante en frecuencia y magnitud.
64
mediante métodos por hundimiento está sujeta a varios factores que
condicionan su viabilidad técnico-económica de explotación.
65
3.3.1 EN LA EXPLOTACIÓN SUBTERRÁNEA
Las perspectivas de largo plazo para las faenas de minería subterránea –sobre
todo en los ámbitos de minería continua y profunda– han aumentado el interés
por desarrollar metodologías que permitan modificar propiedades físicas del
macizo rocoso.
66
Tabla 3.2 Resumen de las aplicaciones potenciales del PA de macizos rocosos y sus objetivos,
beneficios, debilidades y amenazas que de su utilización en la extracción minera subterránea.
Fuente: Cerrutti et al. (2007)
Aumenta velocidad de
propagación del caving
67
lateral al mejorar la condición de colapso y hundimiento de la columna
mineralizada. Asimismo, se disminuiría el riesgo de las decisiones tempranas
de los proyectos subterráneos (Cerrutti et al., 2007).
Estas potenciales alternativas del PA deben ser abordadas tanto desde una
perspectiva de estudio fenomenológico así como de implementación práctica,
evaluación de los resultados y de resguardo de la experiencia adquirida.
68
Tabla 3.3 Resumen de las aplicaciones potenciales del preacondicionamiento de macizos
rocosos a otras áreas. Fuente: Cerrutti et al. (2007)
69
explosivos y la aplicación de PA con DDE, aumentaría la conectividad de los
poros en el macizo mejorando su permeabilidad.
70
Por otra parte, durante la explotación y dado el aumento de deformabilidad del
macizo, provocado por el PA, la magnitud del efecto del abutment stress– sería
menor respecto al que se produce en una explotación sin PA. Es así como en la
División El Teniente el efecto del PA sobre el estado tensional in situ inhibe la
amenaza de estallidos de roca y evita la formación de macro bloques que
puedan provocar colapsos por carga puntual.
71
CAPÍTULO 4
FRACTURAMIENTO HIDRÁULICO
72
4.1 INTRODUCCIÓN AL FH
73
4.1.2 FH Y MINERÍA POR HUNDIMIENTO
Figura 4.1 Esquema general de desarrollo de FH en minería de caving. Fuente: Cerrutti (2008)
74
La orientación de las fracturas generadas por el FH es una función del campo
de esfuerzos in situ y del fracturamiento natural preexistente. Por lo tanto, el
conocimiento de estos factores in situ es crucial para el éxito de la aplicación de
esta tecnología. En general, las fracturas hidráulicas se propagan en el plano
principal de esfuerzo σ1-σ2 y se abren en la dirección del esfuerzo principal
mínimo σ3 (Figura 4.2).
Figura 4.2 Fractura hidráulica en relación con el estado tensional. Se propaga en el plano
principal de esfuerzo σ1-σ2 y se abre en la dirección del esfuerzo principal mínimo σ3. Fuente:
Modificado de: Economides y Nolte (1989)
Esto tiene mayor relevancia al buscar una orientación favorable para las
perforaciones de inyección. Sin embargo, cuando la diferencia σ1-σ3 es
mínima, la orientación de las fracturas hidráulicas resulta poco predecible o
poco controlable, y se requiere un seguimiento de las fracturas durante el
evento de propagación. En dicho caso se debe evaluar la aplicabilidad de la
tecnología de FH en forma empírica, realizando pruebas de campo. En Codelco
no hay experiencia respecto a esta situación, debido a que en todas las
operaciones actuales esta diferencia de esfuerzos in situ es considerable.
75
Una gran ventaja del FH es que una o más fracturas pueden ser producidas
desde una sola perforación y cubrir un extenso volumen de roca. Los resultados
empíricos han indicado la formación de fracturas de radios entre 20 a 40 m
desde el pozo de inyección (resultados empíricos para las condiciones de
aplicación y equipos) convirtiéndolo en un método atractivo en términos de su
uso en el PA.
Otro punto a favor es que el pozo puede ser perforado en cualquier dirección;
además, las tecnologías de bombeo requeridas para producir estas fracturas en
condiciones de rocas típicas están disponibles en el mercado.
76
De acuerdo a Cerrutti (2008), tanto para la aplicación industrial del FH y/o para
el dimensionamiento de un sistema de bombeo a gran escala, se requiere
conocer previamente varios parámetros relativos a las propiedades del macizo
rocoso que deben ser determinados empíricamente, ya que están
condicionados en gran medida por las propiedades del macizo rocoso. Estos
parámetros son la presión máxima requerida para iniciar una fractura, la presión
de propagación y la presión de cierre de la fisura. La capacidad de inyección
(caudal) del equipo de bombeo tiene también mucha importancia ya que está
directamente relacionada con la velocidad de propagación de la fractura, y por
lo tanto es una variable crítica para determinar la eficiencia técnica del FH.
Durante una operación de FH se debe aplicar una presión neta suficiente para
vencer la resistencia a la tracción de la roca, iniciar la fractura y hacer que ésta
crezca y se propague hasta alcanzar el tamaño deseado. Esta presión neta es
77
la BHTP menos la tensión aplicada por el macizo rocoso en la dirección del
esfuerzo principal menor (Toledo et al., 2010).
Sin embargo esto no siempre es así, y existen casos en los cuales la presión de
propagación puede superar a la de quiebre. En este caso se deberá monitorear
con especial precaución la BHTP, ya que podría superar la resistencia de los
elementos hidráulicos tales como mangueras, uniones, empaquetaduras e
instrumentos, provocando serios problemas.
Cabe señalar que una fractura se crea más fácilmente si el fluido de inyección
tiene mayor viscosidad (en la práctica ello induce mayores presiones).
Adicionalmente percola en menor cantidad a través de las caras de la fractura
en crecimiento; es decir que el fluido tiene pocas pérdidas. Una vez creada la
fractura, el fluido actúa como una cuña forzándola a crecer.
78
constante, se considera estabilizada. Durante esta etapa teóricamente es
posible estudiar la geometría y orientación de la estructura creada. Esta etapa
finaliza cuando se detiene la inyección; sólo en este momento se registra uno
de los puntos más relevantes, puesto que la fractura se mantiene abierta
simplemente por inercia. Es entonces que en virtud de la acción y reacción es
posible registrar la magnitud del esfuerzo principal menor in situ en los
instrumentos. La presión que registran los manómetros en este instante se
denomina presión instantánea de fin de inyección (ISIP, según sus siglas en
inglés: o instantaneous shut-in pressure).
La cuarta etapa y final ocurre después del cierre y en ella es posible apreciar
fenómenos propiamente hidrodinámicos relacionados con la respuesta
poroelástica del macizo.
79
Figura 4.3 Ejemplo de comportamiento de una fractura hidráulica realizada en la mina
Chuquicamata Subterránea. Fuente: González y Toledo (2009)
80
4.1.3.2. FACTOR DE INTENSIDAD DE ESFUERZOS
Puede demostrarse que estos dos criterios son equivalentes (Kostrov y Das,
1988) por lo que tradicionalmente se utiliza el primero. Lo relevante es que si un
macizo se muestra homogéneo, entonces este factor no sería gravitante.
Igualmente, en presencia de una formación heterogénea es de esperarse que la
tenacidad juegue un rol destacado. González y Toledo (2009) han reportado los
primeros antecedentes de este parámetro medidos en laboratorio con muestras
frescas obtenidas desde la mina Chuquicamata Subterránea, en las mismas
perforaciones ocupadas para fracturar. Es conveniente que la medición de la
tenacidad sea incorporada a la batería de parámetros que caracterizan
geomecánicamente un macizo para fines de la aplicación de FH.
81
4.1.3.3 PRUEBA DE FRACTURA CORTA
82
Figura 4.4: Ejemplo de una prueba de fractura corta realizada en Chuquicamata Subterránea.
Fuente: González y Toledo (2009)
83
4.1.4 LIMITACIONES FUNDAMENTALES
Uno de los aspectos críticos, que deben ser considerados en una operación de
FH, es la iniciación y orientación de las fracturas hidráulicas. A partir de la
experiencia adquirida en los distintos procesos de intervención del macizo
rocoso Primario, a través de escaneo acústico, ha sido posible observar que la
orientación de las fisuras no coincidía con lo esperado. En todos los casos
investigados se observó que las fracturas se iniciaban en forma longitudinal con
el eje de la perforación, no obstante la orientación (dada por el diseño de las
perforaciones) estaba dirigida a que las fracturas se orientaran de forma
perpendicular al pozo.
Figura 4.5 Tortuosity effect sobre las fracturas hidráulicas creadas. La fractura se inicia
longitudinal al eje del pozo; en la medida que ésta crece y se aleja del pozo, comienza a tomar
la orientación esperada. Fuente: Modificada de Valkó y Economides (1997).
84
Las mediciones experimentales han demostrado que las fracturas comienzan a
adoptar la orientación esperada pero a una cierta distancia del pozo de
inyección, provocando una distorsión en los planos de fracturamiento cercano al
pozo (near-well o turtuosity effect; Figura 4.5). Las dimensiones y el efecto real
de esta distorsión aún están indeterminados; no obstante, ha sido posible
establecer que esta perturbación es inducida por la propia geometría del pozo
de inyección y por la condición de esfuerzos local que provoca la presurización
del sistema de packers.
85
Figura 4.6 Inicio de fracturas hidráulicas en pozos preestimulados: Las fracturas se debieran
generar en una dirección perpendicular al eje de la perforación y se comprobó empíricamente
que es posible reducir substancialmente la presión requerida para su inicio. Fuente: Chacón
(2007)
86
base de caracterización sólida e inequívoca de los procesos de intervención.
Sobre la base de consideraciones tanto empíricas como conceptuales, la roca
Primaria puede ser descrita invariablemente en término de sus características
intrínsecas de deformabilidad y competencia antes y después de la aplicación
del PA, sea cual sea el mecanismo utilizado. Si una roca competente, tal como
la roca primaria, sea más o menos deformable después de un proceso de PA,
dependerá exclusivamente de la intensidad del tratamiento aplicado.
El macizo rocoso primario (Figura 4.7) puede ser caracterizado por su módulo
de elasticidad in situ (E). Éste a su vez es calculado como una función de la
velocidad de propagación de las ondas longitudinales (Vp) y de corte (Vs), y de
la densidad del macizo rocoso (ρ). En virtud del efecto del PA –vale decir, el
incremento de las superficies de ruptura– es propio que haya una reducción en
su rigidez, y por lo tanto una disminución de las velocidades de propagación.
Figura 4.7 Características estructurales típicas de la roca primaria con sistema de vetillas
selladas cuya resistencia al cizalle está controlada por la rugosidad de los planos de
discontinuidades y la resistencia a la compresión de sus paredes. a) Esquematiza situación del
macizo rocoso sin Preacondicionar, y b) Situación del macizo Preacondicionado. Fuente:
Chacón et al. (2003)
87
4.2 APLICACIÓN DEL FH EN MINERÍA CAVING
El camino recorrido desde aquel primer experimento, permite decir hoy que el
FH en su estado actual de desarrollo cuenta con una sustentación conceptual
basada en la teoría de la mecánica de fracturas. Además, una serie de
tecnologías complementarias permite evaluar su eficacia, tal como es el
escaneo digital de pozos, la tomografía sísmica de alta resolución y la
instrumentación microsísmica, dándole así un marco de alto nivel tecnológico.
88
parámetros relevantes requeridos para el diseño de una operación de FH son la
orientación de las fracturas, el tamaño de las fisuras generadas y la distancia
crítica de interacción entre ellas.
89
mediante la caracterización del macizo rocoso previa a la aplicación del PA
(Cerrutti et al., 2007).
En el momento de diseñar las perforaciones para realizar desde ellas el FH, los
parámetros a definir son su orientación, longitud, rumbo e inclinación.
Considerando que la tecnología puede ser usada en forma ascendente y
descendente, la orientación depende de la disponibilidad de labores,
dimensiones y facilidades de accesos efectivos hacia el área. Otro aspecto
importante es la disponibilidad para conectar los suministros requeridos
90
(eléctricos, neumáticos, hidráulicos, etc.) e interferencia con la operación
minera.
El rumbo e inclinación de las perforaciones es función de la orientación del
tensor de esfuerzos principales en cada sector. Las perforaciones idealmente
deben ser perpendiculares al plano formado por σ1 y σ2.
Figura 4.8 Ejemplo del diseño de un pilar de protección entre las fracturas hidráulicas y el nivel
de hundimiento. Fuente: Zamora et al. (2006)
91
4.2.1.3 MALLA DE PERFORACIÓN
De esta manera, los elementos del sistema, tales como la sarta de barras y los
dispositivos de fracturamiento, permanecen en una perforación en roca sana sin
presencia de fracturas, previniendo pérdidas de equipo o trabamiento por
eventuales inestabilidades en la perforación. En este contexto, es importante
señalar que la generación de fisuras podría activar fracturas vecinas existentes,
provocando la obstrucción de la perforación. Además, en el caso de una
operación ascendente, podría ocurrir caída de rocas sobre los equipos producto
del deterioro de fracturas adyacentes.
92
Para no interferir con otras operaciones, la secuencia entre los pozos debe ser
definida considerando el plan de producción, socavación e incorporación de
nuevos sectores. Importante también es considerar los casos en que el FH sea
aplicado en áreas vecinas a sectores en producción, donde ocurre alteración
del campo tensional en la zona de abutment stress, dado que la dirección de los
esfuerzos principales rigen la orientación de las fracturas o se pueden perder
perforaciones o fluidos por subsidencia.
93
Alternativamente, pruebas efectuadas en Chuquicamata Subterránea con
perforaciones NQ (75,7mm) confirmaron que desde el punto de vista del
proceso de FH no existe ninguna desventaja respecto de las perforaciones HQ;
por el contrario, son de menor costo y permiten alcanzar alturas de pozos
verticales ascendentes del orden de 500 m, cifra que en forma descendente se
puede incluso duplicar.
94
4.2.2.2 PRESIÓN DE PROPAGACIÓN (PPROP)
95
4.2.3 PRUEBAS PRELIMINARES: MINIFRAC
4.2.3.2 PROCEDIMIENTO
97
geología y geotecnia. Una vez determinado el punto donde se hará la prueba,
se procede a introducir dentro de la perforación las barras del equipo (straddle
packer; Figura 4.9) y fiándolas a la profundidad acordada (Álvarez y Pardo,
2005). A continuación se comienza a presurizar el sistema de packers hasta
que la presión sea levemente superior a la de iniciación (+2 MPa). Esto produce
el sello de la zona donde se genera la fractura y, por lo tanto, se puede iniciar el
proceso de inyección del fluido dentro de la cámara hasta lograr que se inicie la
fractura para que luego se propague al interior del macizo. El sistema funciona
a través de bombas manuales que son capaces de inyectar el fluido hasta una
presión máxima de 40 MPa y a una tasa de flujo máxima de 200 ml/min. La
profundidad máxima que se puede alcanzar con este equipo es de 40m.
Figura 4.9 Vista de un equipo Minifrac junto con el sistema de barras que inyectan el fluido.
Fuente: Álvarez y Pardo (2005)
Una vez creada la fractura hidráulica, se deja de inyectar el fluido por algunos
minutos y después se libera la presión permitiendo el retorno del fluido para
iniciar nuevamente la operación y reabrir la fractura hidráulica manteniendo la
presión por un minuto. Finalmente, se reinicia el ciclo del proceso en otro lugar
de la perforación. En este proceso se obtiene desde cada perforación y fractura
un registro de tiempo versus presión. También se obtienen datos que sirven
98
para determinar los rangos de presiones sobre los cuales se debe trabajar con
el equipo de bombeo principal. Es posible además caracterizar la geometría de
la fractura, estimar el coeficiente de pérdida de fluido y la presión de cierre.
99
Figura 4.10 Ubicación de la prueba Minifrac en el nivel Teniente 5-Acarreo, División El
Teniente. Fuente: Álvarez y Pardo (2005)
Tabla 4.1 Resultados de la prueba minifrac en División El Teniente. Fuente: Álvarez y Pardo
(2005)
1 19,90 18
2 16,70 16
3 15,25 18
4 13,70 15
100
4.2.4 EQUIPOS Y COMPONENTES PARA FH
Manguera
Alta Presión
Amortiguador de
Pulsaciones
flujo agua
Valvula Alivio
de Presión
Sensor de
Bomba de Presion Packer
cebado
Estanque
de Agua
Packer
flujo agua
Bomba Inflado
del Packer Salida Agua
Registro Digital a Presión
Proceso de Bombeo
(presión, flujo)
Packer
Figura 4.11 Esquema del sistema de bombeo para FH tal como fue implementado en la
División Salvador. Fuente: Chacón (2005b).
101
Se requiere también un sistema digital de monitoreo y adquisición de datos que
registre las señales evacuadas por los transductores y las transforme mediante
un software en valores de presión y caudal.
102
Figura 4.12 Bomba de fracturamiento de la marca Sugino Jet que fue utilizada en las pruebas
de División Salvador, Andina y Teniente.
La máquina fue concebida para ser operada totalmente a control remoto, el que
se efectúa a través de un computador portátil conectado a la máquina con un
cable de comunicación Ethernet con un largo máximo de 70 m. Considera,
además, una operación local a través de un touch screen donde se puede
operar íntegramente toda la máquina. Su fabricación fue encargada a la
empresa canadiense CONMICO INC., e inició su operación en el año 2007.
103
Figura 4.13 Equipo hidrofracturador durante su puesta en marcha. Integra en una sola unidad
los componentes necesarios para realizar el proceso de fracturamiento: sistema de bombeo,
compresor y sistema de monitoreo. La bomba es de alta presión de la marca Hammelmann
Modelo HDP 250 / 45E. Fuente: Espinoza (2006)
Los packers son elementos inflables que se utilizan para sellar el pozo e impedir
la filtración del fluido entre este elemento y la pared del pozo.
104
y permite la inyección de agua dentro de la cámara, el risal conduce el agua
que permite el inflado de los packers a alta presión.
COMPONENTE Andina
• Bomba Hammelmann, Modelo HDP-252
• Motor eléctrico trifásico de 400 V (triángulo),
690 V (estrella) y 50 Hz-Potencia 248 KW
Bomba de fracturamiento • Capacidad de bombeo: 266 l/min
• Presión máxima: 51 Mpa.
de agua
105
Figura 4.14 Esquema de un sistema de straddle packers. La cámara estanca formada por el
espacio entre ambos sellos es presurizada mediante un fluido, que es conducido a través de la
línea de inyección formada por tubos de alta presión. Fuente: Elaboración propia, IM2
106
mina, haciendo un arreglo local con acelerómetros y geófonos de alta
resolución que permiten captar eventos de frecuencias mayores a los inducidos
por la actividad minera.
107
compradas posteriormente por las divisiones Andina y El Teniente, el sistema
mismo realiza de forma automática los procesos de inflado, fracturamiento y
despresurización, una vez posicionado el packer dentro del pozo.
La colocación del straddle packer dentro del pozo requiere en primer término
tener posicionada la máquina sondeadora en forma alineada con la perforación.
Cumplida esta condición, se introduce el elemento hasta alcanzar la posición
deseada agregando el número de barras que sea necesario. A la última barra
se le conecta el cabezal de inyección de agua.
108
Una vez alcanzada, se detiene la bomba y se cierra el circuito, dejando los
packers presurizados.
109
físicas. Toda esta información, que queda registrada digitalmente, se puede ir
visualizando en pantalla. La tasa de muestreo es definida previamente en
función del tipo de investigación que se quiera hacer posteriormente.
110
Figura 4.15 Diagrama de flujo de actividades para la generación de fracturas hidráulicas.
Fuente: Labbé y Zamora (2005)
111
4.2.6 ÍNDICES OPERACIONALES Y PARÁMETROS DEL FH
112
4.2.7 MORFOLOGÍA DE UNA FRACTURA HIDRÁULICA
113
Figura 4.16 Escaneo óptico de una fractura longitudinal. La imagen óptica muestra un tramo
de pozo de aproximadamente 2,0 m de longitud, donde se aprecia, entre las dos líneas
amarillas, la propagación de la fractura en forma axial al pozo. Fuente: Rojas (2009)
Cabe señalar que los packers siempre tienen una mayor presión que el fluido
inyectado, y resulta esperable que las fracturas puedan iniciarse en la zona
donde éstos ejercen presión, sin embargo, éstas no pueden propagarse al
interior del macizo por no tener presión del fluido. Otras conclusiones de los
modelos desarrollados señalan que:
• La presión de seguridad (Δp) debe ser la más pequeña posible dentro de los
límites operacionales, para evitar la creación de grandes fracturas en la zona de
packers que puedan producir pérdida de fluido por reconexión con la
perforación.
114
En la estimación de la presión de ruptura es importante tener presente que las
magnitudes y orientaciones estimadas de los esfuerzos para un sector en
explotación no necesariamente corresponden al nivel donde se realiza el FH.
Por otra parte, el estado tensional real puede corresponder a esfuerzos
inducidos por una cavidad cercana y en consecuencia discrepar
significativamente de los esfuerzos in situ estimados.
115
las pruebas de terreno descritas por Zepeda y Brzovic (2008), donde se
interpreta que pasados los 30 minutos de inyección no se registra un avance
concreto en la propagación de la fractura, esto para los parámetros propios de
esta prueba en específico (Figura 4.18).
117
Figura 4.19 Gráfico resumen distancia v/s tiempo de inyección. Se aprecia que pasados los 30
min de inyección de fluido la fractura no sigue creciendo. Fuente: Zepeda y Brzovic (2008)
119
4.2.8.1 DIVISIÓN ANDINA
Figura 4.20 Ubicación de las pruebas de monitoreo micro-sísmico de fracturas hidráulicas, nivel
16 de hundimiento, Mina Río blanco (Galería GH-79 entre los cruzados XC-66 yXC-75 Fuente:
Belmonte (2009)
120
El sistema de monitoreo estaba compuesto por 24 acelerómetros (22 uniaxiales
y dos triaxiales) con una sensibilidad de100 mV/g y rango de frecuencia de 5-
25.000 Hz. La unidad de registro y adquisición de datos constaba de 14
unidades GS con una tasa de muestreo de 48.000 Hz en forma continua. Los
24 sensores fueron dispuestos en nueve pozos ascendentes de diámetro HQ
(96 mm; Figura 4.21).
Figura 4.21 Disposición de pozos y sensores para el monitoreo las fracturas hidráulicas, nivel
16 hundimiento, Mina Río blanco. Fuente: Belmonte (2009)
Del total de fracturas realizadas se analizaron solamente dos por estar más
centralizadas o equidistantes al arreglo de sensores instalados. Un interesante
resultado es que en ambos casos se obtiene una tendencia que se puede
explicar como un plano, con una forma circular de radio de 25 m, para 20 min
de inyección de agua a una altura de 27 y 38 m sobre el nivel de hundimiento
(Figura 4.22).
121
Figura 4.22 Vista en sección mirando en dirección N30°W de los eventos sísmicos detectados
por el sistema de monitoreo. Fuente: Belmonte (2009)
122
CAPÍTULO 5
123
5.1 TEORÍA DEL DDE
124
Figura 5.1 Mediante la detonación de explosivos se provoca la apertura de estructuras y
propagación de micro cavidades. Esto disminuye la resistencia al fracturamiento del macizo
rocoso. Fuente: Cerrutti (2008)
125
Este pulso de presión ejercida de forma directa sobre las paredes de la
perforación por la onda de choque es mayor que la resistencia del macizo
rocoso. En consecuencia queda una zona triturada alrededor de la perforación
(Figura 5.2).
126
Como consecuencia de los esfuerzos tangenciales se inicia la propagación de
fracturas radiales desde los extremos de las discontinuidades en la masa
rocosa. Su desarrollo permanece activo mientras dura el paso de la onda de
esfuerzo sobre ellas. Sin embargo, la extensión que estas fisuras alcanzan es
limitada ya que la velocidad de propagación es bastante menor que la velocidad
de propagación de la onda de esfuerzo. Se estima que las fracturas se
propagan aproximadamente a 1/6 de la velocidad de la onda compresional
(onda P).
Por otro lado, se establece que la presión ejercida por los gases permanece alta
por más tiempo que el periodo de detonación, y produce a continuación de la
onda de esfuerzos una distribución o un estado tensional cuasi-estático. En
consecuencia, la acción de los gases abre y extiende las fracturas radiales
creadas por la onda de esfuerzo. Así, las que están en propagación pueden
interceptarse entre ellas, o con caras libres, permitiendo formar fragmentos de
variados tamaños.
127
"
(!) = $%&%' (Ec. 5-1)
"#
*%+
"#$
! = (Ec. 5-2)
%
Este aspecto tiene una gran implicancia desde el punto de vista práctico:
mientras más baja es la frecuencia característica de los sistemas estructurales y
defectos del macizo en toda su gama de tamaños, mejor se aprovecha la
energía irradiada en el PA. Por otra parte, este concepto deja ver la posibilidad
de fabricar una fuente explosiva con un contenido de frecuencia siempre mayor
en magnitud que el rango de las frecuencias características de los sistemas
estructurales, permitiendo así maximizar el uso de la energía contenida en las
ondas de esfuerzo en el PA (Chacón et al., 2003).
128
Otro factor importante de considerar es el sistema de ondas elásticas generado
por los esfuerzos que se propagan desde el límite exterior del anillo de roca
triturada. Ese es controlado predominantemente por la razón entre la velocidad
de detonación del explosivo (Cd) y las velocidades de propagación de las ondas
de esfuerzo a través del macizo rocoso. En general, existen tres casos posibles
en esta relación:
2. Transónico: Si Cd es menor que Cp, pero todavía mayor que Cs (Cp> Cd >
Cs), el frente de las ondas P se pierde.
129
A lo largo de este periodo se ha producido un continuo proceso de
mejoramiento de los sistemas existentes junto con la introducción de nuevas
tecnologías. Uno de los mayores avances ha sido el desarrollo de los
detonadores electrónicos, lo que ha permitido reducir substancialmente la
dispersión de los retardos al rango de unos pocos microsegundos y a un
número ilimitado de intervalos de retardos. Mediante esta tecnología se ha
logrado mejorar considerablemente la eficiencia de las tronaduras industriales.
130
5.2 INTRODUCCIÓN AL DDE
131
posible al macizo rocoso, pero resguardando la infraestructura circundante.
Significa definir una estrategia de detonación múltiple a lo largo de la columna
de explosivo, y al mismo tiempo una estrategia de iniciación del conjunto de
pozos. Este último punto, es en donde se aprovecha la interacción de las
cargas explosivas. Para este objetivo es la fase previa de modelamiento
numérico, cuyos datos de entrada se obtienen de la caracterización
geodinámica del macizo y caracterización del explosivo.
132
Conocido el régimen de propagación y la geometría de la carga, se puede
estimar la forma y amplitud de las ondas. El modelamiento de las vibraciones
mediante el software FLAC 2D (axisimétrico) y calibración con las velocidades
de partícula (PPV) calculadas a partir de los datos registrados, permite
determinar el nivel de esfuerzo en función de la distancia de la carga.
133
geófonos, que captan la velocidad de propagación de las ondas sísmicas
generadas por la detonación del explosivo.
Figura 5.3 Diagrama para una prueba de geocaracterización con pozos descendentes. En los
extremo se ubican pozos con los explosivos y en el centro se instalan los pozos con los arreglos
de geófonos triaxiales para el registro de los frentes de onda generados por la detonación.
Fuente: Cerrutti et al. (2007).
134
El contenido energético es la energía contenida en las ondas materiales de
esfuerzo que se propagaran ya sea bajo una condición supersónica o
transónica, según sean las magnitudes relativas de las velocidades de
propagación de las ondas sísmicas de cuerpo en el medio rocoso (Vp, Vs) y la
VOD. El objetivo de las pruebas fue proveer los parámetros característicos de la
roca primaria y su respuesta a la detonación de ambos explosivos para evaluar
el uso en la fase experimental a gran escala.
Cabe señalar que esta emulsión fue especialmente formulada para cumplir los
requerimientos del PA. Se redujo su densidad a 1,15 g/cm3 a fin de disminuir la
carga hidrostática, considerando que se requieren alturas de columna de
explosivo (emulsión) del orden de 100 m, y que el peso de la columna podría
inducir la migración de la fase gaseosa de la emulsión (hotpoints) dejándola
inerte. Fue necesario entonces reemplazar las burbujas de aire por
microesferas sólidas huecas que tienen una fase gaseosa que mejora y
garantiza la sensibilidad en esas condiciones.
En otro experimento posterior, se utilizó emulsión gasificada, por el beneficio de
tener un menor costo y por ser inerte hasta que se le adicione la fase gaseosa a
borde de pozo, lo que facilita la logística de traslado. Los resultados no fueron
135
buenos, se estableció que la emulsión con microesferas sólidas es el explosivo
que mejor se adecúa a las condiciones y tipos de DDE.
La Tabla 5.1 muestra las principales características de los explosivos utilizados
en las pruebas de Andina.
Según Cerrutti et al. (2007), la primera acción respecto del diseño del DDE es
dejar un pilar de protección apropiado de 20 m a 30 m entre el sector a
preacondicionar y otros sectores mineros, ya sean productivos o de
infraestructura. Luego se adaptan a esta condición la malla de perforación, el
carguío y la tronadura.
136
5.3.2.1 MALLA DE PERFORACIÓN
137
5.3.3.1 PERFORADORAS
En la División Andina para las aplicaciones de los años 2001 y 2005, se perforó
en forma ascendente usando un equipo Cubex 6200 que incluye un martillo de
fondo de aire reverso montado sobre orugas. Éste equipo tiene autopropulsión y
dispone de todos los elementos y accesorios para el trabajo al interior de una
mina subterránea (Cerrutti y González, 2008).
Cuenta, además, con un resorte para mantenerlas en contacto con las paredes
de la perforación. Desde la parte inferior de este cuerpo cuelga un eje que
soporta una polea por donde pasa el cable de acero que constituye el elemento
central de la guirnalda.
138
El anclaje está diseñado para trabajar en pozos de 5¼” a 5¾” de diámetro. Las
muelas se retraen hasta un mínimo de 128 mm cuando están en la parte inferior
del cuerpo cónico, y se expanden hasta 148 mm cuando se ubican en el
extremo superior. Se impide que el anclaje se trabe debido a reducciones en el
diámetro de los pozos, provocados por el desgaste de las cabezas de
perforación o por el recambio de las mismas.
La función del taco es contener el explosivo al interior del pozo y evitar que se
libere la presión ejercida por los gases.
139
La parte central del taco está constituida por un dispositivo compuesto por tubos
de PVC de 1” y 1½” con distintas funciones:
-El paso de cables de guirnalda y manguera de alivio de presión
-Carguío de emulsión
-Inyección de lechada para el taco
-Despiche
-Testigo de nivel de taco
• Perforación
• Colocación de anclaje para guirnalda
• Confección e instalación de guirnalda
• Construcción del taco de retención
• Carguío del explosivo
• Detonación
140
Por ello al final de la descripción de las operaciones de la variante ascendente,
se indican las diferencias constructivas operacionales de la variante
descendente
5.3.4.1. PERFORACIÓN
141
Figura 5.5 Ubicación en planta de los pozos perforados para DDE en al área 11 del nivel 16 de
producción, III Panel, División Andina. Muestra la desalineación en la dirección norte-sur de los
pozos perforados desde el nivel de producción (azul). Fuente: Gonzales Y Cerrutti (2008)
El anclaje es introducido hasta el fondo del pozo mediante las barras del equipo
de perforación. Junto con el anclaje se introduce el cable de acero (piola) de 3 a
5 mm de diámetro, que sirve de cable tractor para izar posteriormente la
guirnalda de iniciación. Una vez finalizada la operación se debe tener especial
cuidado en dejar los extremos de la piola amarrados convenientemente.
142
confeccionar la guirnalda; esto evita la corrosión del cable, o en su defecto,
utilizar cable de acero revestido.
143
5.3.4.4 CONSTRUCCIÓN DEL TACO DE RETENCIÓN
• Relleno del taco: Para completar se inyecta lechada preparada con una
dosificación proyectada. Para la aplicación en el sector Sur Andes Pipa (SUAPI)
de la División El Teniente, la altura de taco para los pozos que parten desde el
nivel de producción fue de 30 m y para los que parten del nivel de hundimiento
fue de 20 m.
144
Figura 5.6 Esquema de las tres etapas para la construcción del taco: a) Sellado de dispositivo
de PVC para formar el pretaco b) Construcción del pre-taco c) Relleno de taco con lechada de
cemento. Fuente: Elaboración IM2
145
Debido a las características del agua industrial disponible al interior de las
minas, puede ser necesario transportar agua limpia junto con el explosivo para
lograr el propósito de lubricante del flujo. Previo al bombeo del explosivo es
conveniente inyectar agua al sistema para probar posibles fugas en la línea.
Figura 5.7: Esquema de carguío del explosivo en pozos ascendentes para DDE.
Fuente: Elaboración IM
146
5.3.4.6 DETONACIÓN
Figura 5.8 La iniciación longitudinal simultánea (T=0), genera un gran frente de ondas que
arranca paralelo al pozo, favoreciendo la interacción transversal pozo a pozo. Fuente: Chacón
et al. (2003)
147
El beneficio de esta secuencia se verifica en dos aspectos. En el efecto de la
interacción de las ondas en los puntos de colisión de las mismas se duplica y,
por otra parte, se logra una detonación instantánea de la columna de explosivo
que permite la generación de un gran frente de onda que arranca paralelo al
pozo y que favorece la interacción pozo a pozo (interacción transversal). Esto
constituye un elemento relevante, dado que en este proceso se aprovecha y
maximiza el efecto de interacción de las ondas provenientes de la detonación, a
lo largo de la columna de explosivo y del arreglo de pozos iniciados en el
proceso.
Existen dos formas de realizar la tronadura, una modular y una masiva. Con el
diseño modular de tronadura se pretende satisfacer dos elementos. El primero
es minimizar el daño a la infraestructura cercana, es fundamental no concentrar
gran cantidad de explosivo en una misma tronadura (Cerrutti y González, 2008).
Y el segundo es que la técnica de PA pueda ser hecha como una operación
unitaria más dentro del ciclo de preparación del hundimiento, se requiere que
sea ejecutada en un tiempo razonablemente breve.
148
revés. En el esquema de módulos de cuatro pozos, dos corresponden a
producción y dos a hundimiento.
Figura 5.9 Configuración proyectada de módulos para DDE en el área 11, III Panel, División
Andina, la cual consideraba detonar grupos de a tres y cuatro pozos con diferentes
distribuciones entre los niveles de producción y hundimiento. Fuente Gonzales y Cerrutti (2008)
Las guirnaldas, están formadas por la línea de cebos, el cable soportante (de
acero) y un lastre en el extremo para permitir su descenso. Para su armado se
utiliza un mesón donde se va amarrando al cable de acero, el APD de 150 g o
450 g con sus respectivos detonadores en forma inversa, es decir, el primer
cebo que se arma es el que queda más cerca del collar del pozo. Esto se debe
a que a medida que la guirnalda se va armando, se debe ir enrollando en un
carrete, y debe quedar el extremo que va al fondo del pozo al final. El cable
soportante, elegido por su menor elongación, será empleado para controlar las
distancias y posiciones de los cebos, marcando sobre éste las posiciones
correspondientes al collar, al extremo del taco y a los diferentes cebos.
150
paso es introducirla hasta el fondo del pozo y luego bajar la guirnalda. Cuando
la manguera de carguío alcanza el fondo, o cercano a este, se inicia el bombeo
de la emulsión y luego se va retirando gradualmente a medida que el llenado
del pozo avanza, cuidando de no dañar la guirnalda. Alcanzado el volumen de
diseño, se retira la manguera y se procede a la colocación del taco que se
construye generalmente de cemento, aunque en la mina El Salvador fueron de
gravilla. Antes de vaciar la lechada, se introduce un separador que consiste en
un cilindro de poliuretano, que se baja hasta tocar la emulsión. Este dispositivo
cuenta en su parte central con un tubo de PVC que lo atraviesa y permite el
paso de los cables de detonación y cable soportante (Figura 5.10).
Figura 5.10 Separador de poliuretano para taco descendente. Este elemento se utiliza para
separar la columna de emulsión del taco. Fuente: Gonzales y Cerrutti (2008).
151
Para bajar el cono se deberá ir pasando los chicotes de los detonadores y el
cable soportante a través de los trozos de cañería de PVC, antes de unirlos
mediante coplas. Cuando el dispositivo llega a la posición deseada, se fija con
mordazas apoyadas sobre el collar del pozo, y luego se procede a inyectar la
lechada sobre el cono hasta que se completa el taco. Finalizada la construcción
del taco, se verifica el estado de la línea de detonadores electrónicos quedando
en condiciones de la detonación.
152
CAPÍTULO 6
MÉTODO MIXTO
153
6.1 PREACONDICIONAMIENTO MIXTO
154
Figura 6.1 Bloque experimental de la primera experiencia del PA mixto realizado por Codelco
en el sector Inca Central Oeste (ICO) de la mina El Salvador. Fuente: Chacón et al. (2002.)
155
6.2.1 FRAGMENTACIÓN
Mediante el FH se introducen nuevas fracturas que pueden ser más débiles que
las estructuras geológicas naturales, y de más fácil activación, por lo que
gatillan el quiebre del macizo en reemplazo de las estructuras naturales. El
impacto no se ve necesariamente reflejado en la reducción del tamaño de los
fragmentos que llega al nivel de producción por los puntos de extracción, ya que
esta condición depende de la separación entre las nuevas fracturas. Si éstas se
acercan entre ellas, debería mostrarse un efecto en la fragmentación.
156
6.2.2 HUNDIBILIDAD
157
Figura 6.2 Hundibilidad en el macizo rocoso: A) En un macizo primario sin PA la zona de
fracturamiento es menos extensa y se reduce la velocidad de propagación del caving. De este
modo, es probable que se formen arcos estables con riesgo de air blast. B) Al realizar el PA se
forman nuevas estructuras que tienen menor a nula resistencia al cizalle y a la tracción. En
consecuencia, la roca es menos competente, lo que facilita su fallamiento progresivo y
controlado. Fuente: Cerrutti (2008)
158
resistencia del macizo, se produce un colapso y la energía se libera en forma
sísmica, produciendo eventos de magnitud proporcional a la cantidad de
energía liberada (Figura 6.3).
Figura 6.3 Proceso de fracturamiento y respuesta sísmica de un macizo rocoso con PA. A) En
el caving sin PA, debido a la rigidez y resistencia del macizo primario, se observa ruptura
violenta y propagación de fracturas naturales de gran tamaño con alta liberación de energía
sísmica. B) El PA reduce la rigidez del macizo rocoso y la capacidad de acumular energía.
Además provoca la formación de bloques con microfracturas, impidiendo una ruptura violenta
del macizo primario. Fuente: Cerrutti (2008)
159
El riesgo sísmico se define como la probabilidad de ocurrencia de sismos de
una cierta intensidad durante una ventana de tiempo específica y una región
determinada. Depende de un gran número de factores, y se han desarrollado
modelos simplificados que permiten estimar las variables fundamentales
involucradas en el cálculo.
Para evaluar el riesgo sísmico de una zona es necesario contar con una
estimación del número de sismos que se puede esperar; ésta se puede
determinar a partir de la ley de Gutenberg-Richter (Ec. 6-1; Gutenberg y Richter,
1949), que establece una relación entre la frecuencia de sismos y sus
respectivas magnitudes.
M: Magnitud.
a,b: Dos constantes que representan el número de sismos de magnitud mayor que cero, y la proporción
de sismos con magnitudes pequeñas y grandes, respectivamente. Dependen del periodo de datos
considerado, del área y de las propiedades físicas del medio. Son indicativos del nivel de sismicidad.
160
Este cálculo forma parte de una metodología probabilística y define que al
existir una disminución en la frecuencia de los microsismos inducidos, la
magnitud de un potencial evento sísmico futuro aumentaría debido al
incremento de la energía acumulada. En cambio, si crece la frecuencia de los
microsismos, la magnitud disminuiría debido a la liberación continua de la
energía sísmica. Por ende, la frecuencia de los sismos (N) frente a su tamaño
(M) tiende a tener una forma lineal fija.
Para cada evento se entregan la fecha y hora en que ocurrió junto con las
coordenadas del hipocentro –norte [y], este [x] y profundidad focal [z]– además
de las magnitudes registradas, ya sea la magnitud local (Ml), magnitud de
ondas superficiales (Ms), magnitud de ondas de cuerpo o magnitud a partir del
momento sísmico (Mw). Sin embargo, para efectos de este estudio, se usa la
escala Mw (Tecnología y Geociencias, 2009).
161
,$ = , - . - / (Ec. 6-2)
1
,0 = % - log%(,$ ) * 3457 (Ec. 6-3)
2
162
9%:;<
68 = (Ec. 6-4)
9%>?;
Los valores sistemáticamente altos de índice de energía indican una alta tasa
de liberación de energía por unidad de deformación en la fuente debido a
factores como la competencia de una roca, el grado de confinamiento, altos
valores de esfuerzos en el volumen que ocurre la fuente, entre otros. Mientras
tanto, valores sistemáticamente bajos de IE indican bajas tasas de liberación de
energía, y que la fuente está eventualmente compuesta por rocas poco
competentes, desconfinadas, y con bajos niveles de esfuerzos locales.
163
BCD
@A % = % [, 2 ] (Ec. 6-5)
1E-9
164
medios existentes en el volumen de interés en el que ocurre la sismicidad, y el
volumen aparente acumulado como una aproximación a la deformación
inelástica sísmica acumulada por el macizo.
165
El PA mixto es la aplicación de ambas técnicas (FH y DDE) por separado y en
forma secuencial, pero en un mismo volumen de roca. Su objetivo es provocar
un mayor grado de PA en el macizo producto de la combinación de los efectos
de los dos métodos.
Aun así, la técnica mixta permite la aplicación de DDE modular; esto significa
que la cantidad de pozos tronados en un mismo evento se reduce
considerablemente, con ventajas de tipo operativas como del nivel de riesgo
asociado. Además, el tamaño de la operación se reduce a niveles en que es
posible ejecutar los trabajos en periodos de tiempo compatibles con otras
operaciones unitarias comunes del proceso de desarrollo minero, por lo que se
pueden integrar sin generar interferencias significativas.
166
Otra ventaja destacable es que el nivel de riesgo disminuye substancialmente
ya que los pozos se cargan con explosivo y se detona el módulo en un mismo
turno. La tronadura masiva, por la cantidad de pozos involucrados, obliga a ir
dejando pozos cargados por más tiempo, con la consiguiente interferencia
operacional.
167
CAPÍTULO 7
168
7.1 EFECTOS DEL PREACONDICIONAMIENTO EN DIVISIÓN ANDINA
Tabla 7.1 Variantes de las diferentes técnicas de PA y su efecto en macizos rocosos sometidos
a hundimiento gravitacional. Fuente: Cerrutti (2008) (*) DDE masivo. (**) Fh+DDE modular. (***)
Considera respuesta sísmica a la tronadura. La variable no fue medida en la etapa de
explotación
Fragmentación √ √
Colgaduras √ √
Reducción secundaria √ √
Respuesta Sísmica √ √ (***) √
Hundibilidad √ √ √
169
Dado el estado del arte y la experiencia adquirida a la fecha, se puede hacer
una evaluación cualitativa del efecto directo del PA en un macizo rocoso
sometido al proceso de hundimiento gravitacional. Mientras el DDE modifica
todas las variables operacionales analizadas, el FH demostró sólo un efecto en
la respuesta sísmica y la hundibilidad (Tabla 7.1; Cerrutti, 2008).
Por su parte, la variante mixta, que incluye el DDE en forma modular, también
tiene incidencia sobre todas las variables estudiadas.
170
7.1.1 FRAGMENTACIÓN
Estado del punto de extracción Observación en el punto de Cada 1.000 t (semanal) (2)
(1) extracción
Fuente: Cerrutti et al. (2009). Se refiere a la condición de flujo del punto de extracción (en flujo,
colgado, bloqueado, etc.). Frecuencia válida para Andina, en Teniente y Salvador es turno a
turno o diaria y es tomada por la división.
171
7.1.1.1 IMÁGENES DIGITALES
Para ello se diseña una plantilla con porcentajes de distribución típicos para
cada rango; las distribuciones granulométricas, por restricciones de tiempo, se
obtienen posteriormente a partir de la observación de las fotos y utilizando la
medición del eje mayor para la colpa de mayor tamaño observada en el punto
(Cerrutti et al., 2009).
172
Figura 7.1 A) Fotografía de un punto de extracción; b) imagen digitalizada por software a partir
de foto del mismo punto de extracción; C) curva granulométrica construida computacionalmente
a partir de imagen con el programa Split Engineering. Fuente: Cerrutti et al. (2009)
Tabla 7.3 Metodología medición fragmentación por pruebas Fuente: Castro (2010a), Castro
(2010b), Chacón et al. (2003), Zamora et al. (2006a), Zamora et al. (2006b), Zamora et al.
(2007)
DDE Nivel 16, III Panel 2001 2001-2003 Imagen Digital (Wipfrag)
FH+DDE Área 11, nivel 16, III 2005 10/2005-12/2006 Imagen Digital (Split Desktop)
Panel
FH+DDE Área 11, nivel 16, III 2007 12/2007-09/2010 Observación: (Flip-Chart)
Panel
FH Área 11, nivel 16, III 2008 06/2008-09/2010 Observación: (Flip-Chart)
Panel
173
7.1.1.3. CURVAS DE FRAGMENTACIÓN
El software WipFrag, que fue utilizado sobre todo en la División Andina, permite
analizar imágenes digitales de buena calidad en cuanto a visibilidad y
uniformidad de la luz, y que posean algún medio de referencia que permita
escalar el tamaño de los fragmentos y corregir errores asociados a la tercera
dimensión de las imágenes (profundidad). El contorneo de los fragmentos que
se realiza con el programa, ya sea en forma automática o manual, más el
escalamiento permite obtener el área plana asociada a cada fragmento, dicha
área posteriormente puede ser convertida en volumen en base a un factor de
forma. De este proceso es posible construir las curvas de fragmentación
asociadas a cada imagen procesada (Chacón et al., 2003a). Del procesamiento
de las imágenes mediante Split-Desktop, el resultado final son curvas de
fragmentación que utilizan para su generación el largo equivalente, que genera
un tamaño de partícula bastante cercano al promedio (Figura 7.1.c).
174
determinada cuya área evalúa internamente el sistema Split, además de la
longitud del eje mayor y eje menor de cada una de estas partículas planas.
175
quedan ocultos detrás o entremedio de los fragmentos mayores, o bien porque
la resolución de la fotografía es insuficiente. Finalmente, cabe mencionar
también que la forma de los fragmentos es absolutamente aleatoria. No
obstante en ocasiones con algunas tendencias reconocibles, deben modelarse
en términos de geometrías simples tal como esferas, cubos, esferoides, o
elipsoides (Martínez, 2009).
Las relaciones estereológicas sobre las cuales se basa este algoritmo de Maerz
fueron propuestas originalmente por Santaló (1976). Según este autor, para un
volumen orientado al azar y con un conjunto de partículas aleatoriamente
distribuidas, el número de partículas por unidad de área NA sobre la sección
plana se calcula en base a la curvatura media de los fragmentos M y el número
de partículas intersectado por una sección plana por unidad de volumen N V
(Ec. 7-1). Para evaluar la distribución granulométrica 3D de rocas fragmentadas
mediante el análisis de imágenes 2D, en que se asume que los bloques son
esféricos, la curvatura M depende del diámetro de estas esferas (Ec. 5-2;
Maerz, 1996).
176
"
! =
#$%&%
$% ' % (Ec. 7-1)
Donde
-
' +*, =%
.$/+.,
$% !% $ +*, (Ec. 7-3)
1 . 3
0+*, = ' +*, $ 3 $ ) $ 4 # 5 $ 6 (Ec. 7-4)
177
permitía tener resultados actualizados, sumado a un estudio comparativo que
demostró que los resultados del Flip Chart eran muy similares al fotográfico
(Mella, 2004).
• Reducción secundaria
• Bloqueado
• Colgado
178
9:;<>?%.<%<@<AB?C%.<%DAB<>>:EFD?A%E?>%E<>D?.?
778 = % $ LMMM (Ec. 7-5)
G?A<HIJ<%<KB>ID.?%E?>%E<>D?.?
179
+,& ).* -
!" #$%&')(* = %%%%%%% (Ec 7-6)
+,/
c Cachorreos
q Quemadas
NTM Se refiere al número total de turnos correctamente registrados
y tabulados para cada rango de tonelaje; criterio de validez: NTM > 20
7.2 FRAGMENTACIÓN
Una de las variables más representativas para medir el impacto directo del
proceso de PA es la fragmentación, evaluada como producto final en el punto
de extracción. En la medida que se va completando el proceso de socavación y
hundimiento del macizo se debe comenzar con el seguimiento del producto
fragmentado obtenido en cada punto de tiraje. Idealmente se debe también
realizar el mismo seguimiento en un sector aledaño sin tratamiento previo, a fin
de establecer una base de comparación.
180
7.2.2.1 PRIMERA FASE 1999 – DDE
Figura 7.2 Ubicación de las áreas experimentales del III Panel donde se aplicó el PA en la
División Andina. Fuente: Cerrutti et al. (2009)
181
Como base de referencia, se estableció contrastarla fragmentación obtenida del
sector experimental con la curva empírica para roca primaria (Chacón et al.,
2003). Ésta se realiza a partir del mapeo sistemático de los puntos de
extracción asociados con macizo primario, y en que se registra el
comportamiento natural de la roca sin considerar el material quebrado por el
polvorazo, ni el proveniente de la tronadura secundaria, como tampoco la roca
secundaria.
Este mapeo consistió en registrar el tamaño del eje mayor de los bloques y su
factor de forma, incluyendo los que se encuentran trancados o colgados dentro
de la zanja, incorporando a su vez toda la información de fragmentación
recolectada en la historia de la explotación del III Panel en roca primaria. La
curva predictiva muestra que el tamaño característico P80 para la roca primaría
sin PA es del orden de 1,4 m (Figura 7.3a).
182
Figura 7.3 Curvas empíricas de fragmentación de roca primaria sin preacondicionar. a) En
volumen; b) lineal en metros (m).Fuente: Chacón et al. (2003)
Cabe destacar que las curvas asociadas a las calles CP-69 y CP-75 están más
desplazadas hacia la línea empírica, y representan los límites del área
experimental (Figura 7.4).
183
Figura 7.4 Curvas de fragmentación promedio para las cuatro calles de producción 69, 71, 73 y
75, en que 71 y 73 se ubican en el centro de la zona experimental. Fuente: Chacón et al. (2003)
Por otra parte, una imagen de la calle de producción CP-73, también procesada
con Split-Desktop, muestra un tamaño P80 inferior de aproximadamente 0,83
m. No obstante, hay un solo bolón cuya dimensión equivalente máxima es de
1,6 m. (Figuras 7.5b y 7.6b)
185
interrupción del flujo normal del material fragmentado en el punto de extracción,
haciendo necesaria su reducción secundaria. El resultado se compara con la
curva y el valor P80 de predicción del sector.
186
7.7; Zamora et al. 2007). Luego comienza a decrecer aceleradamente hasta
llegar a valores de 1,00 m a los 70 m de extracción de la columna.
Figura 7.7 Comparación de la curva medida en el punto de extracción para las fracciones
gruesa, media y fina versus los valores de predicción para el sector noroeste del III Panel,
División Andina. Fuente: Zamora et al. (2007).
Para toda la ventana observada 0-70 m, los valores de P80 en promedio son
menores en un 30% respecto de P80 de predicción (1,80 m) para el sector. Las
mayores diferencias ocurren en rango 0-10 m y sobre los 50 m de extracción.
Por lo tanto, se consideró una prueba exitosa de acuerdo al criterio de
evaluación establecido. En ese contexto, es importante indicar que el material
hasta 10 m proviene principalmente de la socavación de hundimiento y del
destace de bateas.
187
De acuerdo a Zamora et al. (2007), las curvas de fragmentación del material
preacondicionado muestran una proporción de sobretamaño (2,0 m) del orden
de 10%, proporción que también disminuye a medida que progresa la
extracción. El tamaño máximo es cercano a 6 m, y considerando dimensiones
de las bateas éste no debiera generar o participar de colgaduras superiores a 4
m medidas desde la visera del punto de extracción.
188
Figura 7.8 Distribución de los sectores en estudio con PA mixto (área 12) y FH (área 13), Nivel
16, División Andina. Fuente: Cerrutti et al. (2009)
189
Figura 7.9 Curvas de distribución granulométrica promedio por zonas. Considera información
recolectada hasta el 15 de julio de 2010. Fuente: Maira y Castro (2010).
Tabla 7. 4 Valores medios de tamaños por sector, tercera fase de monitoreo, División Andina.
Fuente: Cerrutti et al. (2009).
Sector P80 Diferencia P80 respecto línea Diferencia P80 entre zonas FH-
(m) base (%) Mixto (%)
FH+DDE 1,17 -18,4 -5,4
FH 1,24 -13,7 -
Sin PA 1,44 - -
190
7.2.3 RESUMEN RESULTADOS PA DIVISIÓN ANDINA
Tabla 7.5 Impacto del PA (en %) en la variable de fragmentación respecto de las líneas bases
de la División Andina. Fuente: Cerrutti et al. (2009).
Para la aplicación mixta realizada en el año 2005 se obtuvo una reducción del
P80 del 30%, respecto a la curva predictiva para el sector. Para la aplicación de
PA mixto del año 2007 realizada en la misma división, se obtuvo una reducción
de 18,4%, referida a una línea base sin PA. Se puede observar, que las
aplicaciones solamente con FH producen un impacto menor en la
fragmentación e indican una reducción de un 13,7%.
191
7.3 DESCUELGUE Y REDUCCIÓN SECUNDARIA
192
Figura 7.10 Distribución porcentual índice de cachorreo para sectores con y sin PA. Fuente:
Martínez y Pinilla (2003).
193
El índice de cachorreo para los distintos rangos de tonelaje extraído se reduce
en promedio 48,18% en el sector con PA. En cambio el índice de quemadas
promedio para los mismos rangos de tonelaje extraído disminuye en promedio
43,45% (Figura 7.10 y Figura 7.11; Tabla 7.6; Chacón et al., 2003)
Figura 7.11 Distribución porcentual del índice de quemada para sectores con y sin PA. Fuente:
Martínez y Pinilla (2003)
194
Tabla 7.6 Índices de cachorreo y quemada por rango de tonelajes, División Andina. Fuente:
Modificada de Martínez y Pinilla (2003).
Cachorreo Variación (%) c/s S/PA -42,15% -27,64% -53,17% -64,82% -44,77% -52,55%
Quemadas Variación (%) c/s S/PA -25,08% -30,93% -43,51% -59,41% -55,80% -45,96%
195
7.3.2 SEGUNDA FASE DE MONITOREO 2004 – 2006
Figura 7.12 Disposición general del área 11 del III Panel de Andina donde se aplicó PA Mixto y
las áreas de referencia A, B, C, D y E, que corresponden al programa de hundimiento anual.
Fuente: Modificado de Zamora et al. (2007)
196
Los resultados obtenidos durante 2006 se compararon con los del sector de PA
de la primera fase, y al interpretar los índices de cachorreo se observa que para
las primeras 6.000 t en la zona de PA de 2006 prácticamente no ocurre
actividad de reducción secundaria (2% índice), pero sí en la de 2001, donde se
observa una frecuencia de ocurrencia del orden de 45% (Figura 5-24).
Sin embargo, cercano a las 15.000 t ambas zonas muestran una frecuencia de
ocurrencia similar del orden de un 4%. En promedio, la diferencia de frecuencia
de cachorreo disminuyó en un 26% respecto de la línea base considerada para
evaluar el Preacondicionamiento en 2001, lo que demuestra que la prueba fue
exitosa de acuerdo al criterio de evaluación establecido.
197
Tabla 7.7 Impacto del PA (%) en la variable descuelgue y reducción secundaria respecto de las
líneas base de la División Andina. Fuente: Cerrutti et al. (2009), Castro y González (2010). s/v :
sin variación. s/i : sin información.
198
CAPÍTULO 8
199
8.1 ESTRATEGIAS Y CRITERIOS DE DISEÑO
El diseño minero hace una diferencia entre estrategias y criterios. Con el fin de
separar las decisiones que podrían modificar el proyecto (estrategias) y las que
influencian en la efectividad del método de explotación (criterios de diseño).
200
Tabla 8.1 Variantes de PA y efecto en las estrategias de diseño para el método de explotación.
Fuente: Cerrutti (2008)
Lo modifica el PA (1)
Estrategias de diseño Hipótesis del trabajo
FH Mixto
Punto de inicio del Permite el inicio en columnas de rocas altas. En macizos masivos
caving Si Si y rígidos disminuye el potencial de sismicidad inducida
Secuenciamiento Disminuye el efecto de estructuras mayores al dejar el macizo
(orientación del frente) Si Si pretratado.
Geometría (tamaño y Permite explotar frentes más amplias si la variación del abutment
forma) del frente Si Si stress es favorable (2)
(1) Se refiere a un efecto positivo para el método de explotación. No considera el daño que
eventualmente podría generar la operación del PA en el crown pillar, caso que lo afectaría
negativamente.
(2) Aún está en estudio el efecto que tiene el PA en la variación de los estados tensionales,
tanto durante la operación del PA, como el efecto posterior durante el inicio y avance de la
extracción. Respecto a la operación del PA también puede resultar un efecto diferente con la
variante FH que modifica el estado in situ de un gran volumen de macizo rocoso pero en un
tiempo relativamente largo respecto al efecto con DDE.
201
8.1.1.1 MÉTODOS DE EXPLOTACIÓN
Los macizos rocosos en los sectores de explotación son cada vez más
competentes, más difíciles de hundir, de fragmentación gruesa y con bloques
de mayor altura, haciendo necesario aumentar su productividad. Los
yacimientos profundos cuentan con altos estados tensionales y leyes en
descenso. Otros desafíos son la introducción de nuevas tecnologías de manejo
de materiales, como la minería continua y la transición de grandes rajos a minas
subterráneas explotadas por métodos de caving.
202
importante definir el riesgo geomecánico por la respuesta sísmica del macizo
rocoso.
Una alternativa es el PA que puede ser evaluado como una estrategia adicional
en la conexión a cráter, en sus distintas variantes ha sido un aporte en disminuir
los riesgos de respuesta sísmica y mejorar la hundibilidad. Cuando se le
compara con el caving inducido, constituye una alternativa de menor costo y
menos complejidad operacional, ya que se puede realizaren forma previa sin
interferir con los desarrollos y puesta en marcha del sector, y no requiere
extracción de marina o esponjamiento.
203
8.1.1.3 VARIANTES DEL PANEL CAVING
204
La respuesta sísmica para el punto de inicio es más intensa, debido a la
condición de altos esfuerzos en que progresa el quiebre del macizo. El modo de
falla predominante para esta condición es tracción y cizalle, liberando una gran
cantidad de energía sísmica. Sin embargo, una vez que se conecta con el
cráter, se reduce el estado de confinamiento de la zona y comienza a
predominar el fallamiento por tracción con desplazamientos por volcamiento de
los fragmentos de roca, situación que provoca una menor liberación de energía
sísmica.
El diseño del frente de explotación tiene alta influencia en la condición global del
macizo rocoso, como la estabilidad de la infraestructura, productividad y
actividad sísmica. Así es que debe orientarse perpendicular respecto a la
dirección del esfuerzo principal mayor (σ1), ya que de esta manera la zona de
concentración de tensiones delante del frente de socavación será menor y por
lo tanto más favorable.
205
Para mitigar el aumento del estado tensional en la frente es mediante el PA,
debido a que incorpora nuevas fracturas en el macizo rocoso reduciendo así el
efecto que pueden causar las estructuras mayores en el frente de hundimiento.
Por lo tanto, daría mayor flexibilidad al criterio de orientación del frente por la
presencia de estructuras mayores y orientación de los esfuerzos.
206
8.1.1.6 INTERACCIÓN ENTRE SECTORES
La interacción entre sectores productivos tiene relación con el efecto que puede
provocar la subsidencia, además de los esfuerzos inducidos por la explotación
de un sector sobre otro adyacente y viceversa. Así es que el progreso del
caving genera cambios en la condición de esfuerzos.
207
Desde 1970 la altura de bloque en minas subterráneas por block y panel caving
presenta una tendencia creciente. En principio la altura típica de bloquea
extraer alcanzaba alrededor de 100 m, luego de 1970 a 1990 subió a unos 160
m, y para el periodo de 1990 a 2002 se registraron alturas de unos 240 m.
Hay aspectos que tienen relación con la altura de columna y que son
beneficiados por el uso de PA. Por ejemplo, resultaría una mayor vida útil de los
puntos de extracción ya que hay un menor desgaste de visera. Al mejorar la
hundibilidad habrá menor posibilidad de introducción lateral de material, y una
granulometría uniforme provocaría el retraso de la dilución de sobrecarga,
favoreciendo de esta manera un menor grado de dilución.
También hay que evaluar los criterios de diseño que podrían ser beneficiados
por el PA (Tabla 8.2). Podrían depender de cuál sea el propósito del PA. Por
ejemplo, es posible que si se desea disminuir la sismicidad se deba privilegiar
ciertas variables, pero si se desea afectar la fragmentación, se deben priorizar
otras. Por lo tanto, previamente debe definirse el objetivo que se busca con esta
tecnología.
208
Algunos factores a considerar en el diseño de la malla son la recuperación de
reservas y dilución, la estrategia de hundimiento, condiciones geotécnicas,
factores y riesgos operacionales, estabilidad y reparación de viseras, además
de los costos asociados. La disminución del tamaño de fragmentos al aplicar el
PA, podría tener un efecto en el dimensionamiento de mallas de extracción que
permitan asegurar una mayor interactividad del flujo de mineral.
Tabla 8.2 Variantes de PA y efecto en los criterios de diseño para el método de explotación.
Fuente: Cerrutti (2008)
FH Mixto
Piques de traspaso No No
Método de socavación No No
Tamaño y forma de galerías No No
(1) Un efecto positivo para el método de explotación. No considera el daño que eventualmente
podría generar la operación del PA en el crown pillar, caso que lo afectaría negativamente.
(2) Está en estudio el efecto que tiene el PA en la variación de los estados tensionales, tanto
durante su operación como el efecto posterior durante el inicio y avance de la extracción. Puede
resultar un efecto diferente con la variante FH que modifica el estado in situ de un gran volumen
de macizo rocoso pero en un tiempo relativamente largo respecto al efecto con DDE.
(3) No influye en el diseño, sin embargo, el menor tamaño de fragmentación generado por el PA
mixto genera menos colgaduras y menos reparaciones en los puntos, aumentando su duración.
209
8.1.2.2 ESTABILIDAD DE PILARES DE INFRAESTRUCTURA DE
PRODUCCIÓN
8.1.2.2 FORTIFICACIÓN
210
1- Reforzar el macizo aumentando la trabazón delos bloques de roca que lo
conforman.
211
Tabla 8.3 Estimación de mejoras en los parámetros de planificación con PA. Fuente: Cerrutti
(2008)
Variante del PA
FH DDE / PA Mixto
(1) En base al mismo ángulo de extracción con y sin PA entre 30º y 45º.
Es la tasa máxima con que puede ser retirado el mineral quebrado sin producir
su agotamiento y manteniendo un nivel de sismicidad bajo los criterios de
aceptabilidad de cada faena.
212
Otro aspecto es que un proceso de quiebre rápido puede generar mayor
cantidad de rupturas, de mayores extensiones y encadenamiento, provocando
actividad sísmica de alta magnitud.
213
La disponibilidad se define como la participación del área disponible del área
abierta (Ec. 8-1; Cerrutti, 2008), y la utilización es el cociente del área utilizada
por área disponible (Ec. 8-2; Cerrutti, 2008). Se puede señalar que estos dos
índices se relacionan directamente con el daño en la infraestructura, las
colgaduras de los puntos de extracción y las rocas de gran tamaño que
requieren reducción secundaria.
Á-./*012345167.
!"#$%!&!'!()(*(+*á,+)* = (Ec. 8-1)
Á-./*861.-9/
Á-./*012345167.
*******:;!'!<)>!$%*(+*á,+)* = (Ec. 8-2)
Á-./*861.-9/
Área abierta
214
8.2.3 ÁNGULO DE EXTRACCIÓN Y DE QUIEBRE
A)
215
B)
Figura 8.2 Variación del ángulo de quiebre en un macizo rocoso, A) Sin PA, y B) Con PA.
Cerrutti (2008).
216
8.2.4 VELOCIDAD DE PROPAGACIÓN DEL HUNDIMIENTO
- Velocidad de extracción
- Disponibilidad y utilización del sector para extraer
- Geometría del área de inicio de extracción
- Condición geológica-estructural del macizo en la zona
- La altura de columna sólida de mineral primario
217
Debido a que el PA disminuye la generación demacro bloques bajando la
probabilidad de ocurrencia de colapsos, su aplicación disminuye las pérdidas de
infraestructura. De hecho, en sectores explotados a la fecha con PA no se han
producido eventos de colapsos. Con esto, se podría estimar que la pérdida ante
colapsos puede ser reducida hasta 0%.
(Cerrutti, 2008).
218
CAPÍTULO 9
CONCLUSIONES
219
caving, pero no aporta un mayor grado de fragmentación (con clastos más
finos) de la roca.
220
rango de aplicación hasta 200 m en labores subterráneas en forma ascendente.
Para esto se implementará una tecnología para bombear el explosivo hasta esa
altura, y se desarrollará el explosivo para que soporte las presiones que se
puedan alcanzar.
221