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JURIDICA PROCESAL
a) En cuanto a la función desempeñada: jueces y partes (éstas son el demandante, el
demandado, los intervinientes y los sucesores)
b) En relación a la función judicial desempeñada: jueces de primera instancia, de segunda
instancia, de casación
c) Desde el punto de vista de la posición procesal de las partes: partes Principales y
secundarias (están los terceros que intervienen corno simples coadyuvantes); partes
permanentes (demandante, demandado. imputado o procesado, interventores principales
o coadyuvantes de aquellos)
DISTINTA POSICION DEL JUEZ Y DE LAS PARTES EN EL PROCESO
Los actos procesales de las partes se ejecutan por un motivo especial que su autor tiene o
con un fin concreto y subjetivo que persigue (que no es el fin general del proceso,
naturalmente); es que decir, las partes obran impulsadas por su propio interés.
En cambio, el juez representa únicamente el interés del Estado o de la sociedad en la
realización normal de la justicia; es decir, el fin que el juez persigue (salvo que obre con
mala fe o colusión) es el mismo del proceso.
El sujeto principal de la relación jurídica procesal y del proceso es el juez. En los procesos
civiles dominados por el criterio privatístico, que los consideraba un asunto entre
particulares y les negaba a los jueces las facultades para impulsarlo, para investigar
oficiosamente la verdad de los hechos alegados y para valorar el material probatorio
conforme a las reglas de la sana crítica, la función del juez se encontraba muy disminuida;
pero en los modernos procesos civiles se puso fin a esta situación y se ha recuperado para
el juez la posición de verdadero director del proceso y dispensador de justicia (no de
simple juez espectador, como antes ocurría) De ahí que indudablemente la justicia "es un
problema de hombres, más que de leyes", pues si fallan los jueces se tendrá mala justicia.
1.- EL JUEZ
El Juez, ya sea en forma unipersonal como en forma colegiada, es el que ejerce la función
jurisdiccional, esto es, resuelve las controversias de derecho o dilucida las incertidumbres
jurídicas que se le proponen. La función de administrar justicia, en efecto, se ejerce por
personas naturales o físicas, a quienes el Estado les confiere la potestad de resolver los
conflictos que se le someten para su decisión. Cabe aclarar que si bien la función
jurisdiccional en rigor es desarrollada por personas naturales, empero, el Estado, para el
cumplimiento de su aludida función, ha estructurado los denominados organismos
jurisdiccionales (los Juzgados y los Tribunales), conformado por un solo Juez o por varios
Jueces colegiados. Por ello es que la persona del Juez adquiere una importancia tal que a
él se le confía la tutela del honor, de la libertad, de la vida, de la propiedad de los
ciudadanos, razón por la cual se le exige una serie de requisitos especiales para su
nombramiento, se le rodea de un sin número de garantías para su ejercicio funcional y,
eventualmente, se le impone sanciones cuando incurre en inconducta funcional. La
autonomía y la independencia como garantías de la administración de justicia se han
establecido en función de la persona del Juez. El Juez natural es aquel que ha sido
nombrado de acuerdo con la Constitución Política del Estado y las leyes pertinentes y que
se le asigna un determinado cargo en función a s nombramiento, con el carácter de
permanente, de modo que los usuarios de la administración de justicia tengan
conocimiento pleno de quienes son sus jueces con antelación al planteamiento de alguna
demanda y que el demandado conozca en igual forma al Juez ante quien ha sido
emplazarlo. Concluimos reiterando que el juez es el sujeto central y principal del proceso.
1.1.- DEBERES Y FACULTADES DE LOS JUECES CIVILES
La Ley Orgánica del Poder Judicial señala los deberes, los derechos y las facultades que
tienen los jueces en general. Nuestro Código Procesal Civil señala los deberes y las
facultades que tienen los jueces civiles, comprendiendo a todos los magistrados que
integran los distintos organismos jurisdiccionales en materia civil, dentro del proceso civil
en concreto. El incumplimiento de esos deberes por los jueces es sancionado por la ley
(Art. 48, último párrafo, CPC).
1.1.1.- DEBERES DE LOS JUECES
Son deberes de los jueces en el proceso civil los siguientes:
a) Dirigir el proceso, velar por su rápida solución, adoptar las medidas convenientes para
impedir su paralización y procurar la economía procesal (Art. 509, inc. 1, CPC). Si los
jueces tienen estos deberes mal se ha hecho en establecer de modo genérico el abandono
del proceso en el nuevo Código. Hay un contrasentido. Esto es lo que se denomina una
antinomia. El abandono del proceso se justifica en los procesos que sólo se impulsan a
instancia de parte.
b) Hacer efectiva la igualdad de las partes en el proceso empleando las facultades que el
Código les otorga (Art. 50, inc. 2, CPC). Este deber concuerda con el principio procesal
contenido en el artículo VI del Título Preliminar del Código denominado principio de
socialización del proceso.
c) Dictar las resoluciones y realizar los actos procesales en las fechas previstas y en el
respectivo orden que ingresan al despacho, salvo prelación legal u otra causa justificada
(Art. 502, inc. 3, CPC), como en el caso de los juicios de alimentos en las acciones de
amparo, en los que la ley prevé la prelación en la decisión frente a otras causas.
d) Decidir el conflicto de intereses o incertidumbre jurídica, incluso, en los casos de vacío
o defecto de la ley, situación en la cual aplicarán los principios generales del derecho, la
doctrina y la jurisprudencia (Art. 509, inc. 4, CPC). Esta previsión hay que concordar con
el principio contenido en el segundo párrafo del artículo III del Título Preliminar del
Código Procesal en estudio. Aquí vale la pena hacer algunos comentarios importantes. Es
que los jueces no pueden dejar de administrar justicia por defecto o deficiencia de la ley.
En tales casos, deben aplicar los principios generales del derecho y, preferentemente, los
que inspiran el derecho peruano (Art. VIII, T. P., CC). Algo más: "El Juez que se niega a
administrar justicia o que elude juzgar bajo pretexto de defecto o deficiencia de la ley
(...)"incurre en el delito de denegación y retardo de justicia previsto y penado por el
Código Penal vigente (Art. 422 CP). Es más: conforme a la Ley Orgánica del Poder
Judicial, las Salas Especializadas de la Corte Suprema ordenarán la publicación trimestral
de las ejecutorias que fijen principios jurisprudenciales que han de ser de obligatorio
cumplimiento en todas las instancias judiciales, los que serán invocados por los jueces en
sus decisiones judiciales como precedente de obligatorio cumplimiento (Art. 22 LOPJ) .
Esta norma en la realidad práctica no se cumple. En cuanto a los principios generales del
derecho, a los que debe acudir el Juez en caso de defecto o de deficiencia de la ley, la
doctrina es discrepante; empero, en el caso práctico, nos inclinamos por señalar que los
jueces, en caso de deficiencia de la ley, deberían decidir el caso concreto de acuerdo con
la regla que el mismo Juez establecería si fuese legislador, pero debiendo inspirarse para
ello en la doctrina y en la jurisprudencia análoga consagrada, así mismo de integración
del derecho si fuese posible. En conclusión, podríamos precisar que la estimación de los
principios generales del derecho y los principios que inspiran el derecho peruano en
particular quedan enmarcadas como una cuestión de la competencia de loa Jueces.
Finalmente, debemos agregar que la Constitución del Estado consagra como una de las
garantías de la administración de justicia la obligación de los magistrados de no dejar de
administrar justicia por vacío o deficiencia de la ley, pues, en tal caso, deben aplicar los
principios generales del derecho y el derecho consuetudinario (Art. 1392 inc. 8, Const.).
En el volumen relativo a la argumentación judicial y la motivación de las resoluciones
judiciales tratamos con alguna amplitud sobre estos temas.
e) Sancionar al Abogado o a la parte que actúe en el proceso con dolo o fraude (Art. 502,
inc. 5, CPC).
f) Fundamentar los autos y las sentencias, bajo sanción de nulidad, respetando los
principios de jerarquía de las normas y de congruencia (Art. 5O2, inc. 6, CPC). Esta
previsión concuerda plenamente con una de las garantías de la administración de justicia
establecida por la carta magna de 1993, que exige al Juez la motivación escrita de las
resoluciones, en todas las instancias, con mención expresa de la ley aplicable y de los
fundamentos de hecho en que se sustentan (Art. 1392, inc. 5, Const.). Esta norma del
Código Procesal Civil tiene congruencia también con los principios constitucionales que
prevén, por un lado, que la Constitución prevalece sobre toda otra norma legal, la ley
sobre cualquier otra norma de inferior categoría, y así sucesivamente, de acuerdo a su
jerarquía jurídica; y por otro lado, que en caso de incompatibilidad entre una norma
constitucional y una ley ordinaria, el Juez prefiere la primera. Igualmente, prefiere la
norma legal sobre toda otra norma subalterna (Art. 138° Const.). Sobre la motivación de
las resoluciones judiciales igualmente tratamos en el volumen relativo a la argumentación
judicial.
g) Por último, el Código establece como un deber procesal que el Juez que inicia la
audiencia de pruebas concluirá el proceso, salvo que fuera promovido o separado. El Juez
sustituto continuará el proceso, salvo que fuera promovido o separado. El Juez sustituto
continuará el proceso, pero puede ordenar (no dice debe, como sostienen algunos
estudiosos), en resolución debidamente motivada que se repiten las audiencias si lo
considera indispensable (Art. 50°, último párrafo, CPC).