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Hay gente que saca excusas absurdas para no dar su brazo a torcer
frente a nadie aun sin tener la razón. Esto genera traumas a la hora de
mantener relaciones interpersonales.
En el mundo hay varios grupos de personas:
1- Los incomprendidos: esos que dicen que nadie los entiende, nadie
los apoya, nadie los quiere... son como los emo( nadie me quiere
todos me odian me voy a comer un gusano)
2- Los sabelotodo: son los que siempre creen que tienen la respuesta
para todo y no aceptan lo que los demás dicen (hijos de don
zapata, cuando no gana empata)
3- Egocéntricos. Se alimentan de su propio yo y quieren que todos le
rindan pleitesía y todo gira en torno a ellos
4- Los envidiosos. Les da dolor cuando otro es feliz y el no, cuando el
vecino compra y el no y desmeritan todo lo que tienen los demás
5- Amargados. Son los que todo les da rabia, se enojan por todo. Si
lo ven se enoja, si no lo ven también, si se le saluda se enojan y
sino también
Existen muchos más grupos, pero estaba viendo a cuál de ellos
podíamos pertenecer nosotros y me di cuenta que no cabemos en
ninguno de ellos, porque aunque nosotros estamos en el mundo no
somos del mundo. Nosotros pertenecemos a un grupo que se llama
iglesia
Todos los que pertenecemos a este grupo Tenemos una forma de vida
diferente a todos
- Si nos hacen mal nosotros hacemos bien
- Si nos ofenden somos nosotros los que pedimos perdón
- Si nos piden damos
- Bendecimos cuando nos maldicen
- Si no nos saludan nosotros saludamos
- Si nadie nos entiende nosotros si entendemos a los otros
- Si no nos apoyan nosotros si apoyamos
- No tenemos más alto concepto de sí que el que debemos tener
- No nos alimentamos de nosotros mismos sino de cristo
- Nos alegra que a otros les vaya bien
- Amamos aunque no nos amen
- Damos aunque no nos den
Porque? Porque la iglesia tiene un mismo sentir, ese sentir que tubo
cristo Jesús
Flp 2:4 no mirando cada uno por lo suyo propio, sino cada cual
también por lo de los otros.
Flp 2:5 Haya, pues, en vosotros este sentir que hubo también en Cristo
Jesús,
Flp 2:6 el cual, siendo en forma de Dios, no estimó el ser igual a Dios
como cosa a que aferrarse,
Tenemos un vínculo que nos hace diferentes ese vínculo es el amor de
Dios