Documente Academic
Documente Profesional
Documente Cultură
La psicología del consumidor se ha desarrollado en diferentes países del mundo, sin embargo,
se institucionalizó en los Estados Unidos en los años cincuenta cuando destaco con gran
impulso propiciando su posterior escisión de la psicología industrial. Esto se refleja en varios
eventos como, por ejemplo, la creación de la división número 23 de la American
Psychological Association, encargada de apoyar la investigación y práctica en psicología del
consumidor. Desde 1948 la revista Psychological Abstracts cuenta con un área dedicada
exclusivamente a la publicidad y la psicología del consumidor, denominada Industrial and
Personnel Problems (Tortosa, Quintanilla, Pastor, 1988). El Anual Review of Psychology
tiene, desde su creación en el año 1950, un apartado que publica revisiones del estado y los
avances realizados desde la psicología del consumidor. Así mismo, en el año 1970 fue creada
la principal asociación de investigadores en el campo titulada Association for Consumer
Research (A.C.R.) quienes fundaron la Journal of Consumer Research en el año de 1974
(Quintanilla, 2002). Esta asociación ha realizado varias investigaciones en motivación,
psicología de la percepción, aprendizaje, así como bases y estrategias de mercadeo, lo que dio
como resultado en 1980 una sociedad conformada por científicos interesados en mercadeo,
comunicación, publicidad y áreas afines. Adicionalmente, hay varias revistas en Estados
Unidos con una gran tradición y que están dedicadas exclusivamente a la publicación de
artículos relacionados con la psicología del consumidor. Entre estas se encuentra la Journal of
Marketing Research fundada en 1964, la Journal of Consumer Research de mediados de los
años setenta y la Journal of Consumer Psychology de 1991.
Durante las primeras décadas del siglo XX se utilizaron técnicas psicológicas para la
elaboración de anuncios y demás soportes de las campañas publicitarias. De forma gradual se
dio paso a la psicología del consumidor, dirigida fundamentalmente a la investigación de la
conducta del consumidor. Esta aproximación ha ido evolucionando y ampliándose; por un
lado ha propiciado su consolidación académica; por otro, debido en parte a los cambios y
transformaciones que se han operado en el marketing hasta el momento actual y, también en
parte, por su considerable actividad investigadora ha evolucionado hacia una reflexión más
integral y global, más amplia y que se ocupa de las múltiples parcelas del marketing
entendido también en toda su extensión.
La psicología del consumidor ha sufrido un notable desarrollo cualitativo: ha ampliado su
campo interventivo y, siguiendo las actuales tendencias del marketing, se ha transformado en
una función en las organizaciones de gran alcance e importancia que incluye grandes parcelas
del funcionamiento empresarial. Esta evolución ha venido determinada por variadas razones:
resultados y efectividad de las intervenciones, madurez del campo, avances cosechados por la
psicología y desarrollo de la sociedad de consumo. Además, el marketing ha representado
una gran influencia. Han existido relaciones de interdependencia disciplinar entre la
psicología, la psicología del consumidor y el marketing. En ocasiones ha sido la psicología
del consumidor ocupada en la publicidad o en la investigación de motivaciones la que ha
marcado la pauta, otras la psicología de la percepción y del aprendizaje y, en otras, la
investigación de las bases y las estrategias de los programas de marketing.
En la actualidad hemos visto el notable desarrollo sufrido por el marketing, la psicología, es
en parte responsable de los avances de él, esta aparece como un instrumento imprescindible
para el desarrollo del marketing moderno, y éste como un sustento filosófico e inspirador de
no menor importancia para la psicología del consumidor.
La psicología del consumidor se ha definido como una rama de la psicología económica que
tiene como objeto principal comprender y predecir la actitud de compra (Katona, 1967). Más
específicamente, es un área en la cual se aplican teorías y modelos de la psicología básica
para la descripción, explicación y predicción de la conducta humana dentro de los mercados
reales (Sandoval, 1994)
Antes de los años 50, se pensaba que sólo los economistas podían estudiar al consumidor, y
que el consumidor era un ser racional. En la actualidad se sabe que esto es un gran error,
consumidor racional significa que la persona sabe para qué compra y por qué. El 80% de las
compras tienen carácter de impulso. Más aún, sus gustos no variaban con el tiempo, con lo
que la publicidad era siempre igual, de la misma manera que se pensaba que su única
preocupación era el precio. Se consideraba que el consumidor era conocedor de la
satisfacción que le reportará el producto, así la única motivación de compra era la
maximización de la utilidad. Después de los años 50, se empezó a notar cómo el consumidor
compraba por impulso, por necesidad, y por sentir alivio. Hay muchas variables para estudiar
que van más allá del precio, como los factores culturales, sociales, personales y psicológicos.
Todo esto lleva a estudiar el comportamiento y necesidades de los consumidores, pues varían.
Los anuncios reflejan conductas, roles, motivaciones que tienen los consumidores; por esto,
la evolución que sufren los ejes de comunicación cambian en función de las necesidades de la
sociedad.
Entonces decimos que la psicología del consumidor es la disciplina encargada de estudiar
científicamente el comportamiento, las tendencias cognitivas, emocionales, y otros aspectos
que se rigen por medio de procesos mentales preestablecidos, para poder determinar la forma
en que estos influyen en la toma de decisiones de las personas, en el campo de la economía y
el consumo. Y a través de tres aspectos los cuales son:
1. Los grupos de referencia primarios: en este grupo se encuentra la familia, de la
cual, el individuo aprende en primera instancia las pautas, patrones o roles de
comportamiento hacia el primer grupo social que es su familia, cumpliendo con
determinadas funciones y comportamientos que son guiados por los padres, hermanos,
abuelos, tíos.
2. Los grupos secundarios: son las amistades y la escuela, es decir, el contacto con
grupos diferentes que amplían o limitan el desarrollo, conocimiento y expectativas del
individuo en un grupo social determinado, mediante factores socioeconómico
culturales, los cuales delimitarán su función social posterior.
3. Los grupos terciarios: se cuentan los medios masivos de comunicación que moldean
el carácter, así como las pautas y expectativas sociales a seguir, dentro de un contexto
cronológico o temporal.
Estos grupos inciden en la psicología y en la conducta del consumidor, por lo tanto, son
determinantes en lo que respecta a la dinámica de consumo. Así, la familia define los
patrones de consumo del individuo en tanto que es a través de sus pautas y creencias que
aprendemos inicialmente cómo comportarnos a la hora de consumir, siendo más o menos
conscientes de ello. El grupo secundario igualmente genera cierto efecto que repercute en el
comportamiento de los consumidores, sobre todo en lo que a asimilación a la norma respecta.
Y el grupo terciario ejerce por último una influencia determinante, ya que generalmente es el
que más marca tendencias, como por ejemplo los deportistas, cantantes, etc. El individuo
además de estar influenciado por estos grupos, los factores individuales psicológicos depende
de otros factores los cuales son: