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Filosofía de la Educación

i.
A modo de introducción

a.
La filosofía y sus modos.

La filosofía de la educación debe ser en el fondo una metafísica de la educación.


Responde a dos preguntas básicas: ¿por qué alguien aprende? ¿qué es la educación?

Objeto material: potencias humanas.

Objeto formal: cualidades que perfeccionan a las potencias humanas.

Método: inductivo-deductivo.

Fin: especulativo o teórico.

Nivel de abstracción: tercero o separatio.

Causalidad: causas primeras.

Naturaleza del saber: filosófico.

b.
La educación como centro del ser humano o philosophia cordis.
c.
La pérdida del centro de atención.

Espíritus contemporáneos:


Espíritu cuantofrénico: aquella mentalidad que piensa que los cambios se dan
por aumento cuantitativo. Ya lo formulaba Diderot: “¿cuántas bolas de nieve
hacen falta para encender una estufa?”. No hay respuesta cuantitativa sino
cualitativa.

Estadistofilia: La estadística no es nada menos ni nada más que el arte de mentir
con exactitud (Umberto Eco en “Trampas y verdades de la pedagogía”). Un DT
danés decía que la estadísticas eran como las minifaldas: te dan algunas ideas,
pero esconden lo más importante.

Tecnofilia: amor desmedido a lo tecnológico.

Mentalidad rentística o economicista: si no es útil, si no sirve, sino me da
beneficio rápido, no lo quiero.

Mentalidad patronal: “yo pago, por lo tanto debe ser satisfecho lo que pido”.

Pauperismo valoral: captación infantil; lo esencial no se capta y lo secundario
cobra importancia. De cualquier manera me parece que lo que quiso decir era
“parvulismo”, porque pauperismo significa pobreza.

Paidocracia: Dictadura de los infantes.

d.
Los niños y la sobre exigencia
e.
El paidovidens.
f.
Los ideales de formación e información: dominios cualitativos o
cuantitativos.

Estos ideales están en disputa. Por un lado, el ideal informativo, que es más rápido, y
apunta a los DATOS. Y por otro lado el ideal formativo, más lento, y que apunta a los
HÁBITOS, producto de la formación de la Inteligencia y la Voluntad; genera criterio; si
cambia, lo hace en función de la perfección. La formación, dice Komar, implica el
desarrollo armónico de las distintas potencias de la mente, de los hábitos que
perfeccionan al intelecto en general y contemplando determinadas disciplinas en
especial.

g.
Parallaxis y eidopoiesis.

Hay dos clases de cambio: perfectivo y alterativo.

En el primero se trata de una intensificación progresiva de la verdad, o de una


actualización progresiva de las virtualidades presentes en el ente. La identidad no se
pierde en el proceso, se robustece y lo distinto de la fase siguiente de la perfección no
resulta ajeno al ente, sino muy propio. La novedad no es enajenante, sino revelación de
lo propio. Implica un mayor retorno a lo que algo es. A1 – A2 – A3 –A4 – AN…

En el segundo caso se va a lo otro. Es el cambio de la dialéctica hegeliana. La identidad


queda destruida por la contradicción. Se va a lo otro, ad alterum, para allo: paralláxis.
A – B – C – D…

El cambio perfectivo es en rigor solamente explicación o actualización de las


virtualidades de la propia esencia: entonces eidopoíesis, significando eidos: esencia,
forma, idea creadora divina impresa en un ente; y poiein, elaborar, realizar, actualizar.
h.
La educación como atención (Weil).

La atención debe ser el único fin de la educación. “La fuerza del espíritu la constituye
toda la atención.” La filosofía de Simone Weil (1909-1943) desarrolla esta afirmación al
hacer de la atención la clave para una acción justa y eficaz. Sin embargo, para hacer
verdadera esta atención parece algo imposible. No es sólo que el espíritu humano
deteste ejercerla, sino que, existe toda una serie de opresiones sociales que la aletargan.
Simone Weil “Sobre el porvenir de nuestros estudios”:


la primera intención del estudio es hacer bien el ejercicio.

La segunda intención del estudio es, que habiendo hecho bien el ejercicio,
descubra la verdad del ejercicio: didáctica de la verdad.

Así, lo peor es la búsqueda del resultado, porque oculta la verdad del ejercicio. El
alumno que hace bien el ejercicio y no descubre la verdad es un mediocre.

i.
La educación como ayuda (tesis realista).

Se me ocurre que se puede chamuyar con lo de causa eficiente adiuvans.

j.
La concepción de la persona humana y del educando como tal (Gesualdo
Nosengo).

k.
La persona como ser en crecimiento o la maturitas.

l.
Análisis y definiciones del término educación.

La educación es el acto y efecto de educar y de educir.

Definiciones:

Tomás: “conducción y promoción de la prole al estado [no firme sino dinámico]
perfecto de hombre en tanto que hombre [no en tanto que animal], que es la
virtud”. Nutritio (alimento del cuerpo) + instructio (alimento del alma;
disciplina; doctrina; enseñanza; trívium + cuadrivium).

Antropológica (by A. Millán Puelles): “perfeccionamiento intencional de las
potencias que son estrictamente humanas (Inteligencia y Voluntad)”, para que
ejerzan un dominio sobre las potencias concupiscible e irascible. Ese dominio
puede ser: despótico, en el que se impide que el resto de repertorio sensible
alcance su objeto; o político, que hace que cada potencia se consagre
debidamente a su objeto.

Metafísica: “cambio perfectivo cualitativo que dispone a la sustancia humana
para el recto ejercicio de la libertad”.

Otras definiciones más pedorras:


Russel: “engaño de los poderosos a los débiles”.

Piaget: “proceso por el cual se adquieren conocimientos”.

m.
La educación: intimidad y sencillez (García Hoz).

La intimidad es la zona espiritual interior, propia y reservada de una persona o grupo,


especialmente de una familia. Ser persona significa ser en intimidad o poseer intimidad.
La vida humana se logra cuando las cosas y los hechos externos son aprovechados para
enriquecer nuestra intimidad, y al mismo tiempo, cuando fecundamos, con nuestra vida
interior las actividades exteriores. La educación personalizada supone el cultivo de la
intimidad, el autoconocimiento.

n.
Erudición y formación según Gregorio Marañón.

El enciclopedista (el erudito) quiere dar apariencia de sabiduría a la multitud de sus


datos. Al humanista, su saber, cuanto más vasto, más radicalmente le lleva a una
conclusión modesta, pero transida de comprensiva ternura de su sabiduría ante la de los
demás. Mide el enciclopedista su saber por el número de cosas que conoce. Al
humanista no le interesa sabe mucho, sólo saber las cosas esenciales, que son muy
pocas, para comprender lo que no puede comprenderse, que es infinito. Identificar el
saber y la personalidad.
ñ. Educación y cultura.
Por lo general se subordina a la cultura dominante, es decir, la educación no puede
cambiar la cultura.

o.
Educación: simplicidad y rumiación.

El estudio sólido a base de profundizaciones, de repeticiones (antaño se decía: “repetitio


est mater studiorum”), de rumiaciones, para llegar a ver claro y con precisión, ya no
tiene muchos partidarios. El universitario moderno pide comida liviana, premasticada y
predigerida, presentada en forma dogmática y categórica, para evitar casi del todo el
temido trabajo de pensar.

p.
Voces griegas y latinas: paideia y satélites, educo y satélites.

Paideia: plasmar según logos, crianza de niños, obra de arte, tradición, cultura,
virtud, alto ideal humano, excelencia. De paideuo: llevar de la mano.

Satélites: arete, kyrios, kosmos, tekne, didaje. Lo importante no es


el paiduon (educando) sino el pepaideumenos (educado).
EducAre: criar, alimentar, cuidar, formar, producir, arrojar. Es el movimiento desde
afuera hacia dentro, como por cierta imposición externa a un sujeto.
EducEre: hacer salir, hacer sacar, sacar, llevar desde, elevar, llevar hacia, avanzar. Es
cierto imprimir o sellar en un sujeto cierta forma o cualidad que deviene de la
potencialidad del mismo sujeto. No es mera emanación, el principio activo está afuera.
El alumno sale a buscar afuera algo q esta en acto. La inteligencia se alegra cuando
entra en contacto con el “to ti einai”.
La raíz verbal duco expresa mando, señorío, conducción, orden racional. Otros verbos
de la misma raíz: induco, traduco, deduco, conduco, manuduco.
Satélites: Magister – minister. Discipuulus. Alumen – alumnus: hacia la luz; la cría. Se
exige del alumno constancia, frecuencia y reverencia.

q.
Polaridad y unidad de los conceptos de educare y educere.

La armonía de los dos movimientos de búsqueda y de encuentro denuncian la verdadera


educación. Lo difícil es establecer el modo de relación de ambos movimientos: lo hace
un procedimiento racional estándar, una metodología general, un método preciso, una
intuición, la prudencia del maestro.

También es necesario decir qué sale a buscar el sujeto. Lo que busca es la verdad y el
bien, que como exigencia de la natura racional deber ser estable en él, o sea, reviste, el
modo de hábito al bien y a la verdad.
Por parte del que educa: éste debe dar el bien y la verdad, teniendo en cuenta la
naturaleza del que recibe a estas, puesto que todo lo que se recibe es al modo del
recipiente, el ajuste es esencial, pero no debe ser exagerado. El modo de adquirir
educación es el mismo que el de adquisición de la virtus.
Desde el alumno: educere: debilidad parcial.

Educación.
Desde el que enseña: educar: actualización parcial.

r.
Definiciones de Santo Tomás.

Nutritio (alimento del cuerpo) + instructio (alimento del alma; disciplina; doctrina;
enseñanza; trívium + cuadrivium).1

Conduccion y promocion de la prole al estado perfecto de hombreen tanto que hombre,


que es el estado de virtud.


promocion = mover desde abajo.

prole: referencia al orden biologico

el ambito donde se limita esta definiocn es la familia.

Nutritio + instructio: la primera la hace la madre; almus = nutrimento. La
segunda la hacian los q podian. “pueri oblati”.

Estruere = construir dentro.

Al estado perfecto: ese estado cada vez puede ser mas perfectible.

Del hombre en tanto q hombre: la educacion lo distingue de la animalidad.

s.
Hacia un concepto de educación.

By Jonte: “Cambio perfectivo cualitativo que dispone a la sustancia humana para el


recto ejercicio de la libertad”.


cambio: paso de la potencia al acto; no meramente altertivo, sino

perfectivo: que consagra algo que en el cambio per se no está; de algo que
cierra. (perfecto = acabado; ultimum in re depotentiam).

Que dispone: esto es, puede ser que quede sólo como una disposición, pero que
jamás llegue a arraigar, como los hábitos...

para el ejercicio de su libertad: una persona bien educada decidirá libremente,
con soberanía, sobre sus propios actos. Es un modo vivendi, porque la filosofía
es ars vivendi. Implica superar la etapa informativa.

t.
Sobre el equívoco de la educación como proceso según Bolzán.

u.
¿Proceso o resultado?

v.
Las falacias in terminis: todo cambio es mejor, el aprender a aprender, la
educación permanente.

“Aprender a aprender”: generar la capacidad de juicio generando hábitos intelectuales


rigurosos. El maestro lo que hace es motivar al discípulo a que él mismo forme los
conceptos cuyos signos el maestro ofrece exteriormente. Nadie puede llamarse maestro
de sí mismo. Bolzán lo critica por activismo.

No todo cambio es mejor: ponele los vicios.

ii.
El ser de la educación

A.

a. Importancia sobre la orientación metafísica de la educación.

b. Aspecto teorético como determinativo del fin de la educación.


c. Lo sapiencial en educación.

La metafísica es la ciencia en sentido eminente, y es maximamente inteligible
porque:
o
es la que da más certeza (pero también la más difícil)
o
es la más universal
o
es ordenadora de las demás ciencias
o
intelecto e inteligible son uno

Pero la metafísica no es sólo un saber racional (filo. mod.) sino también
experiencial, vivencial: es sabiduría. Es conocimiento sabroso, vida
contemplativa. Se elige por sí misma y no para otra cosa. El metafísico, si es
sabio conoce las causas de las cosas. La metafísica es sapiencial en cuanto
ordena, juzga y dirige.

La educación debe tener esta vocación de sabiduría más que de ciencia.

d. El modo aristotélico- tomista de la ontología.


La filosofía como toda ciencia es un saber organizado, estructurado y sistemático, es
máximamente universal, por el grado de abstracción (separatio) y por el ente que
enfrenta (universal). La metafísica trata con el ente en cuanto ente, las otras partes de la
filosofía, no tratan con el ente en sí. La metafísica se mueve en el ámbito de la
universalidad, de la certeza plena y de la inmaterialidad.
La metafísica es la sabiduría que versa sobre la totalidad de lo que es en cuanto es y
sus causas.


Objeto material: lo que es, ente real.

Objeto formal quod: ente como ente.

Objeto formal quo: separación de la materia.

e. Los nombres del saber: filosofía primera, metafísica y ontología.


Teología: trata de lo no material: Dios

Metafísica: más allá de lo físico.

Filosofía primera: estudio de las causas primeras. De aquí surge la sabiduría
como lo máximamente cognoscitivo y ordenadora

Nombres modernos: ontología (Wolff) y teodicea (Leibniz).

f. El ente como lo primero conocido.


Es una verdad fundamental que las cosas “son”, son entes. El ser es lo más básico que
tienen todas las cosas, es su condición primera. Por lo tanto, el ser es el objeto
fundamental de la metafísica.
La noción de ente es la primera noción que adquiere nuestra inteligencia (prioridad en el
conocimiento humano). Se posee al principio de manera imperfecta, y se va
perfeccionando con la experiencia, al conocer muchos entes y diversas maneras de ser.
Desde el primer momento conocemos los accidentes como manifestación de un sujeto
que subsiste en sí mismo; lo primero conocido por la inteligencia es el ente, y ente en
sentido propio es la sustancia; así, el entendimiento no puede captar los accidentes sin
entender simultáneamente su sujeto, porque no puede tener evidencia ni descansar en
algo que propiamente no tiene ser.
g. La Metafísica como ciencia del ente.
El sujeto de la metafísica, la realidad que se estudia, es el ens commune: el ente en
cuanto común a toda la realidad; no un ente concreto singular, ni un concepto abstracto,
sino lo más real de todo.
h. Importancia.
Mucha.
i. Grados de abstracción.
1°) de la ciencia física: lo universal realizado en la mat. ssible. común

2°) de la matemática: lo realizado en la materia, pero sin considerarla (materia


inteligible; cantidad)

“3°”) de la metafísica: consideración sin ningún tipo de mat.; “separado” de la materia


(por eso en el fondo no es un grado de abstracción, sino una cosa distinta:
la separación). Separatio: capacidad de alcanzar lo inmat. directamente
j. El modo de predicar el ente (analogía): La educación como ente.
La noción de ente no puede ser sino analógica: se dice de seres diferentes en tanto caen
bajo un aspecto en parte semejante y en parte distinto (secundum quid eadem, secundum
quid distinctam). El concepto de ente o el de ser conviene a todos los seres, de cualquier
tipo o clase: a Dios, al ángel, al hombre, al perro, al árbol, a la estrella, a la palabra, al
aire, a la vida, a la amistad, al número, etc. Pero no conviene a todos los seres en igual
sentido, pues cada cual es a la vez una manera absolutamente especial y propia de ser.
La analogía de atribución tiene primacía metafísica sobre la de proporcionalidad. La
razón es que la de atribución es la versión lógica de la participación del ser, hay
semejanza entre Dios y la creatura porque en embos hay ser, pero en uno esencialmente
y en el otro participativamente.
La analogía de atribución es la de un concepto que conviene a muchas cosas en razón de
su relación con otra, a la que únicamente se aplica el concepto propia y principalmente.
La analogía de proporcionalidad es la analogía de un concepto en tanto conviene a
muchas cosas en razón de una semejanza de relación. Son también las igualdades de
proporciones entre los números. Utilizada en la poesía.
k. Las propiedades trascendentales: res, unum, aliquid, verum, bonum y
pulchrum.
Significan aspectos comunes a todos los entes. Perfecciones de los entes en cuanto
entes, más allá de los individuos y especies, están en todos los entes. Dan visión más
completa de la realidad.


Unum: indivisibilidad, individuo; niega división interior de cada ente.

Res: expresa la patencia, la contundencia. Sólo se aplica al ente creado en tanto
tiene esencia y es de un modo u otro.

Aliquid: expresa la diferencia entre entes: cada uno es algo no como opuesto a la
nada, sino como “otro que”, otra naturaleza; niega identidad de una cosa con las
demás.

Verum: conveniencia a la inteligencia.

Bonum: conveniencia a la voluntad.

Pulchrum: conveniencia a ambas potencias: quae vis placet. Notas
clásicas: claritas, proportio, perfectio.

l. La pareja trascendental de acto y potencia.


Primera enantiosis2 que plantea Aristóteles, en este caso para solucionar el problema del
cambio.
El acto es, en este primer análisis, cualquier perfección de un sujeto. Es entelequia, lo
completo. Puede ser primero, si lo consideramos en acto en el ser; y segundo, si es en
el obrar. La potencia, en cambio, dice imperfección, poder, capacidad, relación a
futuro: es la capacidad de tener una perfección, es lo que puede recibir una perfección o
lo tiene ya; es sujeto receptivo. La potencia se divida en pasiva, que es la capaz de
recibir el acto primero o entitativo; y la activa (enérgeia), que es la capacidad de obrar
un acto segundo o acción u operación. Tiene más bien carácter de acto, pero en las
creaturas la capacidad activa tiene algo de pasividad. Son activas las potencias
vegetativas y de los cuerpos. Las operaciones y sus correspondientes potencias activas
son accidentes. La educación es claramente una potencia pasiva.
m. La substancia (primera y segunda) y los accidentes (esenciales y derivados).
Otra enantiosis artistotélica, planteada para resolver el problema de la constitución de
los cuerpos, al igual que la estructura hilemórfica. En las cosas existe un sustrato
permanente y estable, que es la sustancia; y unas perfecciones secundarias y mudables
que son los accidentes. En otras palabras, en cada cosa hay un solo núcleo sustancial
pero afectado por múltiples modificaciones accidentales. La sustancia se define como
aquella realidad a cuya esencia compete ser en sí. La sustancia primera es real, y la
llamada sustancia segunda tiene sólo realidad nominal o lógica. Los accidentes se
definen como realidades a cuya esencia le conviene ser en otro como en su sujeto.
Según su origen se dividen en: propios, inseparables, separables, extrínsecos. Los
accidentes son: cantidad, cualidad, relación, dónde, posición, posesión, acción, pasión y
cuándo.
Substantia, substare, suppositum, res naturae, subiectum, hipóstasis,
hypokeímenon. Accidens (accedere: entrar a lo que sostiene), symbebekos (crece con, se
perfecciona con), katá agorein (lo que envuelve, rodea a la sustancias).
El esse es el fundamento de la unidad de sustancia y accidentes. Toda la realidad
accidental y sustancial de un ente es en virtud de un único acto de ser, que pertenece
propiamente a la sustancia.
La educación es una modificación accidental, de cualidad.


Tiempo (temporalidad): es el numero del movimiento según lo anterior y lo
posterior. Pero se podría hablar de una sustancia natural que tenga principio pero
no tenga fin: el alma humana es eviterna o sempiterna (eviternidad).

Eternidad: viene de éter, concepto de la física antigua: posesión total y simultánea de


una vida sin término.

Xrónos: para los griegos, tiempo lineal, horizontal, que una hora siga a la otra.

Horaíos: tiempo vertical; tiempo subjetivo. Hace de musa.

En la educación interviene el tiempo, pero es muy relativo. Se necesita una dimensión


de tiempo que tiene que ver con la madurez, y la madurez implica lentitud... el
tiempo per se no mejora las cosas.


Habitudo: lo que recubre a la sustancia. La naturaleza en nosotros es como la
piel, y lo artificial es el ropaje. “El habito no hace al monje”. En la educación, el
uniforme o la fachada no hacen a la calidad y eficacia de la acción educativa.
Los pedagogos dirían que los mejores colegios son los de las mejores zonas, con
las mejores instalaciones.

Ubi: donde se encuentra la sustancia.

Situación: cómo se encuentra la sustancia en ese lugar (sentado, parado).

Acción: capacidad de realizar u operar un acto.

Pasión: capacidad de recibir un acto.

n. La estructura hilemórfica de materia y forma.


Otra enantiosis aristotélica que explica la constitución de los cuerpos. La materia es
aquello con lo cual y de lo cual algo es. Puede ser materia prima (en la realidad no
existe, porque es pura potencialidad por definición) o compuesta; según se una a
la forma sustancial o a las formas accidentales respectivamente. Éstas son las
divisiones de la forma, que es lo que hace que la materia sea, lo que la especifica o
determina.
ñ. Esencia y existencia: complejidad y simplicidad en la resolución metafísica.

&

o. El acto de ser (actus essendi).


La noción de ENTE ("lo que es") es una noción compuesta, comprende un sujeto: "lo
que", el algo o la esencia y un predicado: "es", el acto de ser.

La ESENCIA (quidditas, natura) es el modo de ser de los entes, aquello que hace que
una cosa sea lo que es, lo que la identifica, cualifica. Es principio potencial.

El ACTO DE SER (esse) es el acto del ente, es principio actual.

- es un acto o perfección de la cosa,

- es un acto universal y total, abarca todo lo que las cosas son,

- es el acto constitutivo y más radical, primero y más íntimo del ente; desde dentro le
confiere toda su perfección.

- es un acto intensivo, se da en grados de intensidad, pues hay realidades más perfectas


que otras; la que "más es" es Dios.

- "ser" no es lo mismo que "existir": lo primero es un acto, muentras que lo segundo


indica que una cosa "se da de hecho", está en la realidad. Ser es más abarcativo que
existir. "El mero existir puede también entenderse como el 'efecto formal primario' del
ser. O sea, que no hay ser sin existir, y tampoco existir sin ser. Por ello, si algo tiene ser,
indudablemente existe, aunque el ser no se reduzca al mero existir, pues se trata de la
actualidad fundamental de cada cosa, y la perfección de todas las perfecciones." (Jesus
Garcia Lopez, METAFISICA TOMISTA).

- el verbo "ser" funciona como cópula en el juicio, une el sujeto con el predicado.
p. El sistema causal intrínseco y extrínseco a lo causado.
B.

a. Estructura esencial: materia y forma.


La educación es un accidente de la sustancia que es el hombre y por tanto lo exige como
sujeto. Así, no puede decirse por ejemplo, que la educación sea causa del hombre, o que
de la conjunción de educación y hombre resulte un nuevo ser.
Dos preguntas se pueden plantear:

1.
¿existe?
2.
¿qué es?

1.
Existencia

La existencia de la educación es un hecho que exige explicación, pero que no puede


negarse. La educación tiene una existencia inherente, adjetiva y relativa, tal como le
compete en su carácter de accidente. Su existencia le está prestada de la existencia
misma del hombre.

2.
Esencia

La esencia de la educación también es relativa a la del hombre y se halla radicada en


ella. La educación es forma accidental de un ser, y por ello no tiene ni subsistencia ni
materia propia.
Materia

La materia puede ser ex quo o in quo. La educación no procede desde ningún lugar, por
lo que no tiene ex quo. En cambio, sí se halla radicada en un sujeto, y por lo tanto sí
tiene in quo: todo el sujeto receptor que es el hombre. El hombre, podemos decir, es
educable3.

El hombre es susceptible de educación tanto en su cuerpo (ed. Física) como en su alma


(ed. Espiritual). Sin embargo, no hay escisión rigurosa entre unas y otras.
El sujeto próximo de la educación son las facultades humanas (no las del hombre):
+ Religiosa -

Social

Moral

jerarquía Sentimental condicionamiento

Intelectual

Estética
- Física +
Forma

La estructura accidental implica tanto un acto accidental como una potencia


accidental. Esta última es denominada también facultad. ¿Y qué tipo de accidente es la
educación? Es una cualidad, y más precisamente, un hábito, es decir, una disposición
cualitativa estable que hacer al sujeto hábil o inhábil para ejercer bien las operaciones
que le son propias. Es susceptible de perfeccionarse desenvolviéndose, en crecimiento
cualitativo.

Esencia

Así llegamos a la esencia de la educación, expresada en la siguiente


definición: modificación accidental perfectiva de modalidad cualitativa radicada en
el hombre por la cual se hace más apto para el buen ejercicio de las operaciones en
aquello que tienen de específico.

b. La educación como Naturans y como naturata


El hábito no es sólo segunda naturaleza en el sentido de naturata, es decir, pasivo, ya
constituido o alcanzada, sino también en el sentido de naturans, es decir, activo, in fieri,
como una segunda fuente de vivificación, dinámica.
c. La educación como cualidad, acción - pasión y relación.
La educación es un tipo de relación. La cualidad y la relación son los únicos accidentes
que se refieren al ámbito espritual (ver folia pág. 19, cualidad y relación).
d. La cantidad versus la cualidad.
La cantidad puede ser dimensional, discreta o uno. Se le asocia la calidad, que no
debe confundirse con la cualidad. La cualidad se dice de las formas, nunca de la
materia. La cantidad adhiere, pero la cualidad inhiere. La cualidad es el único accidente
que modifica de por sí y absolutamente a la sustancia.
e. Natura de la cualidad: las definiciones de Aristóteles y Tomás y sus alcances.
La cualidad es un haber perfectivo o defectivo de la sustancia. Se califica la forma. Sus
definiciones:


Qualitas est dispositio substantiae: responde a la pregunta “de qué modo”.
Dice relación directa al modo de ser sustancial, a la diferencia entre sustancias, a
su característica esencial.

Qualitas importat quemdam modum substantiae: hace referencia a la
diferencia accidental o simplemente a todos los accidentes, o a las formas
accidentales en tanto todos los accidentes cualifican a la sustancia.

Praedicatum quod inesse subiecto per se et absolute ut consequens formam
est qualitas: aparece la cualidad en sí misma, como accidente esencialmente
cualificativo de la sustancia y desde la forma. Se dice en relación a la forma
como lo determinado, la forma cualifica en tanto actualiza.

f. Clases de cualidad :


hábito/disposición: la disposición es más fácil de mover, y el hábito es más
difícil por su carácter de segunda naturaleza.

potencia/impotencia: la potencia dispone al sujeto a operar con perfección o a
resistir; se da con potencia si se da con facilidad, rapidez y eficacia; de lo
contrario, es impotente y lo dispone a obrar con debilidad.

pasivo/pasible: pasible es remota y pasivo es cercano, y dice alteración.

forma /figura: forma es proporción cuantitativa de un cuerpo o su hermosura,
se dice de la concavidad o convexidad; y la figura de si es triángulo, círculo, etc.
Está más relacionado con la cantidad, es la disposición de su cantidad.

g. La medición de las cualidades.


“Medidas” se dice propiamente de la cantidad y de manera análoga de las demás
cosas, entre ellas, la cualidad.

Hay dos sentidos de las cualidades:
o
Absoluto (ej.: “es pesado”=”tiene peso”).
o
Relativo: por exceso o defecto (ej.: “es pesado”=”tiene mucho peso” o
“es más pesado que…”).

Las cualidades absolutas no implican ningún elemento de cantidad, pero si están
en comparación entonces son mensurables y revisten un aspecto cuantitativo, un
más y un menos.

No puede establecerse una unidad medida, aplicarla y ver cuántas veces está
contenida en el objeto: la posibilidad de adición no conviene a las cualidades.

Sin embargo, su aspecto cuantitativo hace posible la siguiente forma de
medición: se establece una serie ordenada según grado de intensidad y se le
asigna un número a cada elemento, número que es sólo ordinal y no indica
cantidad absoluta; no guarda la misma proporción con los otros ordinales que la
que guardan los números.

Este método a veces es inmediato y otras veces no, sino que se hace por la
medición de fenómenos físicos concomitantes.

Cuanto más alejado de la materia, menos adecuada será este tipo de medición.

h. Los hábitos como segunda naturaleza.


El hábito espiritual bueno también es llamado virtud o segunda naturaleza. No es
naturaleza en sentido filosófico, no es sustancia, sino un accidente del ser humano. Pero
no es un accidente en el sentido de una modificación superficial, sino profunda.
Una segunda naturaleza tiene caracteres muy parecidos a la primera y en primer lugar,
el de naturalidad. Quien tiene un hábito obra con cierta naturalidad, en ese orden de
cosas. Una persona formada actúa con espontaneidad, y por eso la vida se le hace más
fácil y llevadera. La facilidad no establece al hombre definitivamente en un nivel
determinado, sino que lo empuja a desarrollarse aún más y a vencer ulteriores
dificultades.

C.

a. La relación educativa. Natura e importancia.


En griego, relación se dice pros tí. Es el orden de una cosa para con otra. Aristóteles
distingue dos binomios dentro de la relación:
b. Tipos: real, de razón, predicamental, trascendental.


real: entre cosas

de razón: número/imaginación/futuribles/recuerdo


trascendental: esencial, se da en las enantiosis metafísicas.

predicamental: accidental.

Vayamos a la educación: la relación profesor-alumno es claramente predicamental, pero


en la educación en el fondo se da una relación triádica, donde el alumno y el maestro
están unidos trascendentalmente por un tercero:
Alumno Maestro

Verdad & Bondad

Esencia de las cosas

Decimos de la bondad y verdad que estás “alquiladas”, y que “la posta” es la esencia de
las cosas. Maestro y alumno se relación por la verdad, para la verdad.
c. La educación como acción/pasión. Natura e importancia.

d. Relación como diálogo y comunicación.

e. Amistad, soledad y amor educativo.


f. Asimetría relacional.

Entendemos aquí la asimetricidad como rasgo constitutivo de toda situación didáctica,


en la que la relación profesor-alumno tiene un contenido, una intención y una
autopercepción del campo comunicativo diferente, según que se trata de la relación en el
sentido profesor-alumnos, o en el sentido alumnos-profesor. Podemos distinguir la
asimetría cognitiva (el profesor sabe cosas que el alumno ignora), la asimetría práctica
(el profesor sabe hacer lo que el alumno trata de aprender a hacer), la asimetría
situacional (alumnos y profesores tienen responsabilidades y derechos diferentes),
etcétera….

D.

Causas de la educación:
Todos los binomios que vimos (acto-potencia, sustancia-accidente, materia-forma,
esencia-ser) son lo que se llama “metafísica estática”. Ahora veremos la “metafísica
dinámica”: las causas. La causa (aitía) es un principio (arjé); un principium influxu
entitatione, diría Tomás. Entonces tenemos un influjo que es efecto, causado.

División de las causas:

Intrínsecas:

Material: ex quo et in quo aliquid fit. Ex quo implica un tercero, e in quo sólo un
segundo. La materia de la educación no puede ser causa ex quo porque entonces
implicaría que se generara una nueva naturaleza, un tercero. Entonces es una materia in
quo. La materia in quo puede ser, según la inhesión, remota o próxima, y ésta a su
vez, mediata o inmediata.

En la educación, la remota es la naturaleza del hombre, a la que


modifica accidentalmente (y no sustancialmente). La próxima inmediata, las potencias
pasivas (inteligencia & voluntad), en las que pueden darse hábitos especulativos y
prácticos. La mediata, el alma en tanto forma. Pero uno no se educa en tanto que pura
naturaleza, sino en tanto naturaleza anímico-corporal, por lo que podemos decir que son
los componentes esenciales del hombre, e incluir al cuerpo.

Formal: forma dat esse et unitatem rem. Se divide en la forma sustancial, que se
relaciona con la materia prima; y forma accidental, que nunca es constitutiva, sino
consecutiva. Una forma devenida de la propia naturaleza, sale en búsqueda de una
forma devenida de fuera. La causa formal accidental de la educación se denomina medio
modo; no es ni completamente intrínseca ni completamente extrínseca. Primariamente
es una cualidad (hábito) y secundariamente una relación y una acción-pasión. Las
potencias pasivas: esse in, esse ex, esse ad. ¿?4

Extrínsecas:

Eficiente: omne agens agi propter forma, omne agens agi propter fine. Algunas
divisiones que no figuran en mi apunte de metafísica: primaria – secundaria, essendi
– fiendi. La educación obviamente es secundaria y fiendi. Otras: concilians, disponens,
perficiens. La concilians es, en el caso de la verdad, la mente del alumno, y en el caso
de la bondad, el corazón del alumno; el profesor explica y aplica, abre el pliego, el
texto. La disponens es la que dispone al alumno, lo motiva: en la carta VII, Platón dice
que el alumno necesita dos disposiciones: la grandeza de ánimo o megalopropeia para
dejarse enseñar, y la visión, para que primero vea y después discierna; lo primero, con
el intellectus sicut intellectus, y lo segundo con el intellectus sicut ratio o
discursus. La perficiens implica corrección, cor-rectum, la corrección fraterna, con
amor.

También hay principal, adiuvans e instrumental. En la educación, la instrumental son


los distintos medios didácticos: libros, etcétera, y de ésta la más importante es la
palabra; la adiuvans o coadyuvante es el maestro y la principal es el alumno.

En el ejercicio del eficiente, sus facultades educables son los principios intrínsecos que
son: originación, progresión y consumación (consunción). Son intencionalmente (no
espontáneamente) naturales. Es necesario un agente externo: padres, maestros,
comunidad, sociedad, cultura.

Ejemplar : La causa ejemplar es el modelo que guía al agente en la realización de su


obra. Se equipara a la causa formal intrínseca, aún permaneciendo siempre exterior al
objeto. Se encuentra en todos los procesos causales y es una condición esencial para que
el agente sea realmente causa. Toda causa agente propia es a la vez causa ejemplar de
sus efectos, y esto sucede de dos maneras:
o
las causas naturales poseen la perfección que comunican del
modo natural
o
la causas inteligentes poseen la perfección que producen de un
modo intencional o espiritual, como “idea ejemplar”.

La regla y la medida de la educación se da por la causa ejemplar, quien dirige la


acción. La causa ejemplar de la educación está en la mente del educador y es una idea
de perfección humana. La causa ejemplar de la educación cristiana es la persona de
Cristo.

El maestro deja de ser mera causa eficiente secundaria para convertirse en causa
ejemplar. Es la noción fundamental del maestro. Magister: “magis” es más, “ter” es un
sufijo comparativo: “más que…”.
Final : Todo agente obra por un fin. Todo obrar de las creaturas tiene una orientación,
un objetivo que es causa. Si observamos la naturaleza, vemos que hay una causa final
aún en los seres no libres:

o
vemos que hay un orden en la naturaleza
o
vemos regularidad en los procesos naturales
o
vemos la existencia de males físicos

El fin inmediato de todos los entes es alcanzar la perfección de su especie. La finalidad


natural exige una inteligencia ordenadora: la acción del agente para alcanzar su fin, debe
guardar proporción con ese fin: esto debe ser hecho sólo por una inteligencia que
conozca el fin. Esta inteligencia a veces está unida al agente pero a veces no: las
creaturas sin conoc deben estar ordenadas al fin por una inteligencia superior: Dios.

Lo propio de la causa final es atraer al agente, moviendo algún apetito u orientación


natural. El fin atrae porque es un bien. La causa final tiene razón de bien: el fin es lo que
colma una inclinación. Cuando una inclinación alcanza su término, se perfecciona.
Alcanza el bien porque el fin es el bien.
El fin de la educación está subordinado al fin del hombre y el fin de la educación
determina el fin de la actividad educativa. El finpróximo de la educación es
una consunción pero el fin último es una consumación. Es una perfección absoluta y
no relativa. La causa final se dirige a las potencias humanas, a su acabamiento y
perfección que es la virtud. Aunque el fin del último no es la virtud sino la posesión del
Sumo Bien.

iii.
Estructura dinámica de la educación
a.
La persona humana.
b.
Integridad de la persona humana.
c.
Las facultades humanas. Inteligencia y voluntad.

&

d.
Sus objetos.

&

e.
Sus hábitos.

La potencia dice relación a muchos objetos y es entonces cuando necesariamente exige


una determinación por otro principio… y precisamente por eso la potencia necesita
hábitos para determinarse al bien.

El objeto propio de la inteligencia es la esencia de las cosas materiales o quididad, y el


de la voluntad, su bien.
Los hábitos pueden ser buenos o malos, y así tendremos virtudes o vicios.
La división de los hábitos es en entitativos y operativos. Los entitativos pueden ser
naturales como la salud, o sobrenaturales, como la gracia. Los operativos a su vez
pueden ser intelectuales o morales. Mayores precisiones se verán más adelante.

Los justos medios de la moral no pueden ser rígidos, sino se partirían: esklerotikos.

Cómo se arraigan las virtudes y los vicios.

Las potencias (cualidades) salen de la forma sust.

Rawls: las virtudes perfecccionan al sujeto solamente.

Clasicos: la virtud perfecciona a todo lo q tiene q ver con el sujeto; a los demas tmb.

El arraigo se da en primer lugar a nivel de la potencia y en 2do a nivel del acto.

Entra en empatia con la fs y con el objeto.

Entre el alma del santo y el objeto de todos sus actos no hay ninguna diferencia.
La potencia, cuando se va arraigando el habito, se da CON-FA-RA-DE


CON: conveniencia. Primero se encuentra conveniencia para con
eso. Totalmente subjetiva, no hay exigencia para eso. En los vicios se ve: pucho,
alochol, droga. Un motivo interior. Lo encontramos conveniente.

FA: fácil. Despues de repetición intensiva -mas q extensiva- se da con
facilidad.

RA: rapidez.

DE: débil (potencia obedencial). Se inclina casi naturalmente hacia ese objeto.
Se vuelve débil frente a él. Ve el pucho y sale corriendo. Socrates era debil
frente a la verdad.

En el acto se da FIR-SE-MAS:


FIR: firmeza. Cada vez más decidido.

SE: seguridad.

MAS: más ser. Mayor intensidad en la virtud, más ser. Heroe → santo

f.
Intelecto y razón. Natura, diferencias.

La causa eficiente disponens es la que dispone al alumno, lo motiva: en la carta VII,


Platón dice que el alumno necesita dos disposiciones: la grandeza de ánimo
o megalopropeia para dejarse enseñar, y la visión, para que primero vea y después
discierna; lo primero, con el intellectus sicut intellectus, y lo segundo con el intellectus
sicut ratio o discursus.

g.
La intuición y sus clases.
h.
La voluntad como natura y como libertad.
i.
Atentitividad de las potencias (Weil).

j.
Educabilidad y docilidad de la inteligencia y la voluntad.

Dadas la inagotabilidad e inaprehensibilidad de lo real, se necesita espíritu crítico para


hacer ciencia, y para ello, docilidad a lo real. También saber ver, y poder alcanzar el
sentido del ser. Todas estas actitudes son previas al conocimiento y pueden ser
educadas. Se habla entonces de la educación de una buena actitud de espontaneidad.
Hay dos tipos de espontaneidad: una primitiva, que termina siendo inhibidora; y otra
madura, que permite el desarrollo y sobre la que se construyen los hábitos.

k.
La verdad como forma de la educación.

l.
Los hábitos en Dilthey y en Erich Fromm.

Erich Fromm: los hábitos como historia personal:

“En este proceso varía nuestra capacidad de elegir con cada acto, con nuestra práctica
de la vida cada paso de la vida que aumente la confianza que tengo en mí mismo, en mi
integridad, en mi valor, en mi convicción, aumenta también mi capacidad para elegir la
alternativa deseable, hasta que al fin se me hace más difícil elegir la acción indeseable
que la deseable. Por otra parte, cada acto de rendición y cobardía me debilita, prepara el
camino para nuevos actos de rendición”.

m.
El bien y la persona humana.
n.
La vida teorética y la vida práctica.

El saber teórico no "sirve" para nada ulterior, no es un medio para ningún otro fin, sino
que es un fin en sí mismo que tiene su placer propio; sin embargo, como hemos visto al
analizar las virtudes éticas, el hombre debe atender a todas las facetas de su naturaleza,
por lo que necesariamente ha de gozar de un determinado grado de bienestar material si
quiere estar en condiciones de poder acceder a la sabiduría.

o.
Las virtudes éticas y dianoéticas.

Los hábitos son disposiciones permanentes y dinámicas, que pueden ser morales o
intelectuales, o como se las conocer mejor: ética y dianoéticas. Las primeras se agrupan
en torno a las cardinales: prudencia, justicia, fortaleza y templanza. Las segundas,
clásicamente se decía que eran cinco5: intuición de los primeros principios, ciencia, y
sabiduría (especulativas), arte y prudencia (prácticas). Pero también hay otros ejemplos
más modernos: sentido crítico, sentido histórico, capacidad de intuición y observación,
mente lógica, espíritu científico, sensibilidad humanística…

p.
Prudencia, justicia, fortaleza y templanza.

1. phrónesis: conocimiento de los limites (de ahí viene 'frontera').

Noción de Pieper: ''Virtud que permite metamorfosear el … en acción práctica activa


del bien''.

2. diké: era una musa entre los griegos. Junto con niké, el triunfo. El triunfo tiene q ser
justo. La idea de q las cosas vayan de a dos no es cristiana, sino griega.

Definición de Ulpiano (II, IV): ''Voluntad constante y permanente de dar a cada uno lo
que le corresponde''. La toma santo Tomas.
3. fortitudo/andreia: virtud del varón: ''virtud del apetito irascible q permite superar los
obstáculos para llegar al bien q esta detrás''. ~ lucha. Llama la atención, congrega; pero
queremos q sea breve.


anécdota de los bracitos enterrados en las venas de Nicaragua.

4. sofrosyne: movimiento normal x los cañutos del cuerpo.


ejemplo del infarto.

Virtudes aplicadas a la formación intelectual.


Templanza:


frente a los placeres del intelecto buscados desordenadamente:
o
poco
o
liviano
o
predigerido
o
dogmático y categórico
o
codicia de lo nuevo
o
éxito barato

un saber superficial nunca puede ofrecer aquellas profundas alegrías, que
experimenta el estudioso al llegar a la visión clara de los problemas, alegrías
éstas que hacen olvidar el cansancio y restauran las energías gastadas en los
esfuerzos laboriosos.

Fortaleza:


porque hay que luchar frente a una realidad abrupta y que ofrece resistencias

desórdenes:
o
escepticismo
o
dogmatismo
o
eclecticismo
o
monólogo
o
fascinación por la lucha, pero la lucha corta

Magnanimidad.

Justicia


Reconocer el mérito de cada uno

Evitar iconoclastias insípidas.

Prudencia


Intelectual: porque descubre cómo están las cosas y nos indica lo que conviene
hacer de acuerdo a la relación real

Moral: porque inclina a la voluntad a hacer lo que corresponde.

¿Qué conviene hacer? Necesito visión clara de la realidad, para así poder
establecer fines y medios.

El método apriorístico se cae por su propio peso. Frente al método, hay que
defender el hábito, que es vivido y espontáneo.

Además de la adecuación intelectual a la realidad, se da la adecuación
volitiva, que llamamos amor, y en este caso es amor a la verdad, queriendo su
bien y nunca como instrumento.

Desórdenes:
o
Sectarismo
o
Celos
o
Polémica
o
Fanatismo

Cómo se forman
Como todas las otras: mediante el ejercicio prolongado de actos, luchando contra los
vicios opuestos, en un ambiente propicio y con ejemplos vivientes.

Muchas veces sucede que falta el “espíritu” de la disciplina estudiada (ej.: un historiador
sin espíritu o sentido de la historia). Otras veces, una formación previa obstaculiza la
generación de hábitos: la ciencia sin humanidades lleva a reduccionismo y las
humanidades sin ciencia llevan a la falta de rectos razonamientos. Recordemos que el
conocimiento no es lo mismo que formación intelectual6.
Cómo se arraigan


Para adquirir hábitos intelectuales es necesario la continuidad del estudio.

Los vicios son difíciles de desalojar y tienden a aumentar si son dejados a sí
mismos, por eso hay que darles a los alumnos bases modestas pero sólidas en la
formación de virtudes intelctuales.

El crecimiento espiritual es cualitativo, y por tanto la cantidad (de información, etc.) no


me dice nada. También es maduración, y por eso no se pueden dar saltos o hiatos, y
debe ser lenta y constante

q.
Tesis de Brie y de Komar.

Komar:
La formación es esencialmente formación de hábitos.

La formación ha de tener por resultado una serie de actitudes permanentes, de


disposiciones enriquecedoras de la vida. Y para la formación hacen falta entrenamiento
y continuidad.

Dinamismo y fecundidad de los hábitos.

Como el hábito es espiritual, moviliza a toda la persona humana y no sólo a la potencia


en la inhiere próximamente. Tiende a perfeccionarse. Se da, porque es superabundancia.

El hábito se parece a la pasión.

Cuando obramos a partir de hábitos, obramos con toda el alma (vegetativa, animal,
racional). La inteligencia y la voluntad, en las que inhieren los hábitos, son tan naturales
como las pasiones. De hecho, se puede obrar ex passione o cum passione, es decir,
acompañando a las pasiones, sino oponérseles. Así se obra desde los hábitos.
El hábito como sobreelevación de la espontaneidad viviente.

Los hábitos son el resultado de la perfección que el espíritu tiene de suyo. Hay derechos
y deberes frente a los medios para formarse y adquirir cultura. Si uno no puede
formarse, se buscan caminos torcidos para expandirse, porque es natural esta expansión
del hombre.

El hábito actúa como un devenir continuo y ordenado.

La expansión humana no es caótica o anárquica, sino que se da en el orden.

El hábito crece identificándose con el sujeto.

El hábito de por sí implica estabilidad, pero ésta no es rígida sino que permite la
dinamicidad. De aquí surge la definición de la personalidad. Cuanto más se despliega el
hábito, más se arraiga al sujeto y se identifica con él.

Brie
Crisis de pensamiento y capacidad propia de juicio

A mayor organización racional-funcional en la sociedad, mayor cantidad de conductas


irracionales en los individuos. Esto produce conflictos y crisis. El problema es que hay
muchas racionalidad funcional pero poca sustancial. Esto tiene un efecto paralizador
sobre la capacidad de juicio propia. ¿Cómo educar a la inteligencia para que conozca la
realidad y a ella se ordene?

Hábitos

Hay dos acepciones de ciencia: la subjetiva y la objetiva. Para Aristóteles, la


inteligencia se perfecciona por el conocimiento del objetoy por el conocimiento del
método (aquí estarían los hábitos). Para Tomás, la scientia puede darse en el actum o
en el habitum. Nos interesan los hábitos perfectivos de la inteligencia en relación con la
verdad. (Pensar los hábitos no implica la generación de nuevos conocimientos o el buen
uso de la mente).

Los hábitos del pensamiento

¿Cuáles son los actos o procedimientos que deben ejercitarse para pensar
rigurosamente? Los actos que generan estos seis hábitos:
1.
Definición: definir es decir lo que la cosa es, tener en claro su significado
y su sentido en un contexto determinado, considerar correctamente su
comprensión y extensión. No basta con decir las reglas de la definición,
hay que ejercitarlas en casos concretos. Definir es poner fin, pero en el
sentido de plenitud y acabamiento.
2.
Distinción: Separamos conceptualmente aquello que en realidad está
unido. Pero podremos conocer la unidad en la medida en que separemos.
3.
Relación y causalidad: unir las ideas por un pasaje que no sea artificial;
necesitamos buena observación y reflexión; es clave tener en cuenta una
pluralidad de elementos a relacionar.
4.
Sistematización: sistema es un conjunto de elementos interrelacionados y
ordenados a un fin. Así, por un lado se ve una dependencia recíproca, y
por otro una teleología que le confiere unidad, un principio ordenador.
Además, hay que decir que es siempre deliberado o consciente.
5.
Crítica: examen positivo o negativo. Someter un juicio a una prueba de
validez con instrumentos considerados válidos. Cronológicamente,
primero se acepta una autoridad y a medida que se va creciendo, se
genera la capacidad propia de jucio, y esto, sólo si hay una voluntad
eficaz de buscar la verdad.
6.
Síntesis: tendencia del entendimiento por lograr visiones lo más
inclusivas posibles de todos los conocimientos. Relación totalizante.

El aprendizaje de los hábitos del pensamiento riguroso

“Aprender a aprender”: generar la capacidad de juicio generando hábitos intelectuales


rigurosos. El maestro lo que hace es motivar al discípulo a que él mismo forme los
conceptos cuyos signos el maestro ofrece exteriormente. Nadie puede llamarse maestro
de sí mismo.

r.
Sabiduría, primeros principios y ciencia.

Los primeros principios son evidentes y no necesitan ser demostrados. Tenemos


conocimiento inductivo de ellos en cualquier experiencia. Son el principio de no
contradicción, del tercero excluido y de identidad. Ni se enseñan ni se aprenden.

La ciencia es el saber por demostración. La lógica es su camino. A partir de unos


principios. Es el saber cientifico. Se enseña y se aprende.
La sabiduría es la meta de los estudios filosóficos y teológicos, y en ella se conjugan la
ciencia y la intuición de los primeros principios. Es la virtud que permite no quedarse en
los detalles, en una relación fragmentaria o utilitaria con el conocimiento. Es la
capacidad de conocer lo global, de tener una visión de conjunto, de interpretar lo
particular dentro de un contexto amplio. Se caracteriza por la pretensión de llegar a la
última claridad posible. No se enseña pero se aprende.

s.
Influencias y relaciones.

Necesito cierta formación moral para seguir creciendo en la perfección del intelecto.

t.
El bien como forma de la educación.

u.
El orden, la autoridad y la libertad. La educación en el orden, con
autoridad para la libertad.

El hábito actúa como un devenir continuo y ordenado. La expansión humana no es


caótica o anárquica, sino que se da en el orden.

v.
Educación y felicidad.

Ambos tipos de virtudes, la éticas y la dianoéticas, expresan la excelencia del hombre y


su consecución produce la felicidad, ya que ésta última es "la actividad del hombre
conforme a la virtud".

w.
El amor humano, la ternura y el fin educativo.

Tomás fue un gran maestro por la dulzura de su corazón. El verdadero maestro tiene
vida activa y vida contemplativa. Mirada puramente receptiva: admiración. Enseñar
rejuvenece, porque te mete en la mente del joven.

El amor y sus frutos no se aprenden: se lo vive o no, se los tiene o no. Para Jaspers lo
más importante de la enseñanza socrática es el amor al alumno.
El fin de la educación es la adquisición del estado de virtud.

1 Ver el punto L, “Análisis y definiciones del término educación”.


2

Conceptos opuestos (no contradictorios) que, imbricados, se implican mutuamente. El


dualismo separa; la enantiosis une, esos conceptos se entre-necesitan. Acto y potencia
siguen este principio.

3 No puede decir, sin embargo, que la educación no confiere al hombre esencia alguna,
ni tiene razón de esencia completa ni es parte de la esencia humana.

4 Acá salí unos minutos afuera así que no sé de qué estaba hablando.

5 A veces se considera también como virtud dianoética práctica a la sindéresis, y


entonces se cuentan seis.

6 Ver unidad I, apartado f.

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