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INTRODUCCIÓN

El parto humano, también llamado nacimiento, es la culminación del embarazo


humano hasta el periodo de la salida del bebé del útero. La edad de un
individuo se define por este suceso en muchas culturas. Se considera que una
mujer inicia el parto con la aparición de contracciones uterinas regulares, que
aumentan en intensidad y frecuencia, acompañadas de cambios fisiológicos en
el cuello uterino.
El proceso del parto natural se categoriza en cuatro fases: el borramiento y
dilatación del cuello uterino, el descenso, nacimiento del bebé y el
alumbramiento de la placenta. El parto puede verse asistido con medicamentos
como anestésicos o la oxitocina, utilizada ante complicaciones de retraso grave
de alumbramiento. Junto con la episiotomía (incisión quirúrgica en la zona del
perineo), todo esto no debe hacerse nunca de manera rutinaria, ya que el parto
más seguro es el que evoluciona espontáneamente y en el que no se interviene
innecesariamente. En algunos embarazos catalogados como de riesgo elevado
para la madre o el feto, el nacimiento ocurre por cesárea: la extracción del bebé
a través de una incisión quirúrgica en el abdomen.

La tasa de mortalidad materna sin asistencia médica (que incluye el embarazo,


parto y puerperio, siendo el parto el momento de mayor riesgo) es de alrededor
de 1 en 150. Por su parte, la tasa de mortalidad neonatal sin asistencia médica
es mucho mayor y a tasa de morbilidad para ambos, es decir, enfermedad y
secuelas, es evidentemente aún más elevada. Esto se constata observando las
estadísticas históricas previas a la introducción de las técnicas de asepsia y
antisepsia, así como el uso de líquidos intravenosos, transfusiones,
antibióticos, oxitocina, antihipertensivos, cirugía y muchos otros procedimientos
médicos.
Desafortunadamente estas elevadísimas tasas de mortalidad persisten en los
partos naturales sin ninguna asistencia médica que siguen sucediendo en
numerosos países debido a la falta de acceso a los recursos sanitarios o por
razones ideológicas.
ATENCIÓN DEL PARTO

1. DEFINICIÓN:
Conjunto de actividades, procedimientos e intervenciones, para la atención de
las mujeres gestantes en los procesos fisiológicos y dinámicos del trabajo de
parto, expulsión del feto vivo o muerto, con 20 o más semanas de gestación,
alumbramiento y puerperio inmediato.
2 ADMISIÓN DE LA GESTANTE:
Si la gestante tuvo control prenatal, solicitar y analizar los datos del carné
materno.
1. ELABORACIÓN DE LA HISTORIA CLÍNICA COMPLETA:
a. Identificación.
b. Motivo de consulta y anamnesis:
 Fecha probable del parto.
 Iniciación de las contracciones.
 Percepción de movimientos fetales.
 Expulsión de tapón mucoso y ruptura de membranas.
 Sangrado.
c. Antecedentes:
 Personales: Patológicos, quirúrgicos, alérgicos,
 ginecológicos, obstétricos y farmacológicos.
 Familiares.
d. Examen físico:
 Valoración del aspecto general, color de la piel, mucosas e
 hidratación.
 Toma de signos vitales.
 Revisión completa por sistemas.
 Valoración del estado emocional.
 Valoración obstétrica que analice la actividad uterina, las
 condiciones del cuello, posición, situación y estación del feto.
 Fetocardia.
 Tamaño del feto.
 Número de fetos.
 Estado de las membranas.
 Pelvimetría.
e. Solicitud de exámenes paraclínicos:
 VDRL.
 Hemoclasificación, si la gestante no tuvo control prenatal.

2. IDENTIFICACIÓN DE FACTORES DE RIESGO Y CONDICIONES


PATOLÓGICAS:
a. Biológicos:
 Primigestante adolescente (<16 años).
 Primigestante mayor (>35 años).
 Gran multípara (Más de 4 partos).
 Historia obstétrica adversa.
 Antecedente de cirugía uterina (cesárea previa o miomectomía).
 Edad gestacional no confiable o no confirmada.
 Ausencia de control prenatal.
 Edad gestacional pretérmino o prolongado.
 Paraclínicos o ecografías con hallazgos anormales.
 Fiebre.
 Hipertensión arterial.
 Edema o anasarca.
 Disnea.
 Altura uterina mayor a 35 cm o menor a 30 cm.
 Embarazo múltiple.
 Taquicardia o bradicardia fetal.
 Distocia de presentación.
 Prolapso de cordón.
 Obstrucciones del canal del parto.
 Presencia de condiloma.
 Sangrado genital.
 Ruptura de membranas.
 Líquido amniótico con meconio.
b. Psico-sociales:
 Inicio tardío del control prenatal.
 Falta de apoyo social, familiar o del compañero.
 Tensión emocional.
 Alteraciones de la esfera mental.
 Dificultades para el acceso a los servicios de salud.

3. CLASES DE PARTO
3.1. Parto natural
En el parto natural, el bebé nace cruzando por la vagina de la madre, con la
asistencia de poca o ninguna tecnología y sin la ayuda de fármacos.4 En la
mayoría de los centros asistenciales el parto vaginal ocurre en una posición
ginecológica, con la gestante en posición decúbito dorsal, es decir, acostada
sobre su espalda y sus pies sostenidos a la altura de los glúteos con el objetivo
de favorecer la comodidad del personal médico. Se conoce con el nombre de
posición de litotomía,5 y ha sido usada durante años como rutina en el
nacimiento. Sin embargo, es una posición controvertida, pues el parto puede
ocurrir naturalmente en posición vertical por ejemplo agachada en el cual la
gravedad ayuda a la salida natural del niño. En la litotomía existe más
probabilidad de descensos lentos, expulsivos prolongados, sufrimiento fetal y
desgarros perineales maternos. Idealmente, el entorno de la madre en el
momento del parto debería ser de tranquilidad, sin prisas, intimidad y
confianza: luz suave, pocas personas y pertenecientes a su entorno íntimo, una
posición cómoda elegida por ella, tal vez música o flores o aromas si a ella le
gustan. También existe el parto en agua caliente, en el propio hogar, en
hospitales o en centros privados.
3.3. Parto vaginal instrumental
Ocasionalmente el parto vaginal debe verse asistido con instrumentos
especiales, como el vacuum o el fórceps, que sujetan la cabeza del bebé con la
finalidad de asirlo y tirar de él fuera del canal de parto. Se indica con poca
frecuencia en ciertos partos difíciles.
3.3. Parto abdominal o cesárea
Cerca del 20 % de los partos en países desarrollados como los Estados
Unidos, se realizan quirúrgicamente mediante una operación abdominal
llamada cesárea.6 No todas las cesáreas son por indicación médica en casos
de partos de alto riesgo, un porcentaje de ellos son electivos, cuando la madre
considera que su bebé no nazca por vía vaginal.
4. Parto eutócico
Lo mejor es tener un parto eutócico, es decir, uno que transcurre con
normalidad, que comienza de manera espontánea al terminar la gestación
(entre la semana 37 y la 41), por vía vaginal, con el bebé colocado en posición
cefálica y sin requerir apenas la intervención médica más que para ayudar a la
madre en los pujos.
 Este parto es el que desean todas las mujeres ya que es el que menos
riesgos conlleva para la mamá y el bebé.
 Puede ser con anestesia epidural o sin ella, según prefiera la mamá y
según se haya preparado ya que para un parto sin anestesia hay que
estar bien preparado para aguantar el dolor.
 Y siempre hay que tener en cuenta que, aunque se esté desarrollando
como un parto eutócico, en cualquier momento puede surgir alguna
complicación que obligue a la intervención médica, aunque no sea lo
habitual.
5. Parto distócico
Se llama así a aquellos partos en los que hay determinadas complicaciones
que requieren de la intervención médica para que el alumbramiento se
produzca sin riesgos. Los problemas pueden ser de origen fetal, materno o de
los anexos fetales (placenta, cordón umbilical, líquido amniótico).
 Las distocias maternas pueden ser a su vez de tipo mecánico,
relacionadas con la posición de los huesos de la pelvis o el canal del
parto; o dinámicas, referidas a algún problema en las contracciones (que
no sean fuertes, que se paren, que no sean efectivas…).
 Aparte de las distocias maternas, existen las del estado fetal.
Generalmente, hacen referencia a la posición del bebé: si está de
nalgas, de pies o transversal es posible que sea necesario una cesárea,
sobre todo en el último supuesto.
 Otras distocias asociadas al feto tienen que ver con un tamaño
demasiado grande del mismo, malformaciones, pérdida de bienestar
fetal, etc.
 Según el problema, el médico valorará cuál es la mejor solución:
cesárea, uso de fórceps o ventosas, etc.

6. Etapas del parto y procedimientos


Desde un punto de vista médico, un parto tiene tres fases:
- La dilatación. Se corresponde al inicio de contracciones de parto,
dilatación del cuello del útero y descenso de la cabeza del feto por el
canal del parto.
- El expulsivo. Es la parte final del parto.
- El alumbramiento. Corresponde a la salida de la placenta.
A pesar de que el parto es todo el proceso desde su inicio hasta la expulsión de
la placenta, en ocasiones se habla de “trabajo de parto” para definir lo que
técnicamente se conoce como dilatación, y de “parto” para la salida del feto
propiamente dicha.
6.1. Primera etapa del parto: la dilatación
En mujeres primímaras, el borrado del cuello del útero y la dilatación puede
durar varios días. Durante este tiempo, el cuello de la matriz tiene que
ensancharse totalmente para permitir la salida del bebé.
a. Criterios que definen el trabajo de parto activo:
 Dilatación del cuello uterino de 4–9 cm.
 Tasa de dilatación 1 cm/hora.
 Inicio del descenso fetal.
b. Explicación y apoyo:
 Una vez decidida la hospitalización, se le explica a la gestante y a su
acompañante la situación y el plan de trabajo.
 Debe hacerse énfasis en el apoyo psicológico a fin de tranquilizarla y
obtener su colaboración.
c. Posteriormente, se procede a efectuar las siguientes medidas:
 Canalizar vena periférica que permita, en caso necesario, la
administración de cristaloides a chorro, preferiblemente Lactato de
Ringer (Solución de Hartman). Debe evitarse dextrosa en agua
destilada, para prevenir la hipoglicemia del recién nacido.
 Tomar signos vitales a la madre cada hora: Frecuencia cardiaca, tensión
arterial, frecuencia respiratoria.
 Iniciar el registro en el partograma y si se encuentra en fase activa,
trazar la curva de alerta.
 Evaluar la actividad uterina a través de la frecuencia, duración e
intensidad de las contracciones y registrar los resultados en el
partograma.
 Evaluar la fetocardia en reposo y postcontracción y registrarlas en el
partograma.
 Realizar tacto vaginal de acuerdo con la indicación médica. Consignar
en el partograma los hallazgos referentes a la dilatación, borramiento,
estación, estado de las membranas y variedad de presentación. Si las
membranas están rotas, se debe evitar en lo posible el tacto vaginal.
 No hay evidencia clara que justifique el uso de enemas en la primera
fase del trabajo de parto. Los estudios existentes no muestran claras
diferencias en la incidencia de infecciones en la madre o el recién nacido
cuando se usan o no.
d. Al alcanzar una estación de +2:
La gestante debe trasladarse a la sala de partos para el nacimiento. El parto
debe ser atendido por el médico y asistido por personal de enfermería.
La amniotomía no tiene indicación como maniobra habitual durante el trabajo
de parto.
e. Partograma anormal:
Cuando según la curva del partograma se detecte progresión anormal
(prolongación anormal de la dilatación), debe hacerse un esfuerzo por
encontrar y corregir el factor causante. Los factores causantes de distocia en el
primer período del parto, pueden dividirse en dos grandes grupos:
 Distocia mecánica: En la mayoría de los casos hace referencia a la
desproporción céfalo-pélvica. Si la gestante no progresa
significativamente luego de la prueba de encajamiento y existe la
sospecha de esta, se debe remitir a un nivel de mayor complejidad.
 Distocia dinámica: En este caso, los factores afectan el mecanismo de
la contracción en presencia de una relación cefalo-pélvica adecuada.
6.2. Segunda etapa del parto: el expulsivo
a. El descenso y encajamiento:
El descenso y posterior encajamiento de la presentación, son fenómenos
relativamente tardíos en relación con la dilatación cervical; esta circunstancia
es particularmente válida en las primíparas más que en las multíparas. Por otro
lado, estas últimas tienden a exhibir mayores velocidades de dilatación y
descenso. Durante este período es de capital importancia el contacto visual y
verbal con la gestante a fin de disminuir su ansiedad; así como la vigilancia
estrecha de la fetocardia.
b. Evaluación de membranas ovulares:
Inicialmente es preciso evaluar el estado de las membranas, si se encuentran
íntegras, se procede a la amniotomía y al examen del líquido amniótico.
c. El pujo:
El pujo voluntario sólo debe estimularse durante el expulsivo y en las
contracciones.
d. Líquido amniótico con meconio:
En presencia de líquido amniótico con meconio y sin progresión del expulsivo,
es necesario evaluar las condiciones para la remisión, si éstas son favorables,
la gestante deberá ser remitida al nivel de mayor complejidad bajo cuidado
médico.
e. Episiotomía:
Actualmente no se indica la episiotomía de rutina y sólo debe practicarse a
juicio del médico.
Si se restringe la episiotomía, hay menos incidencia de trauma perineal y
posterior reducción de la incidencia de desgarros de tercer grado (1,2% con
episiotomía, 0,4% sin ella), además se reduce el número de suturas realizadas,
aunque se aumenta el riesgo de trauma perineal anterior.
No hay investigaciones controladas sobre partos controlados o protección del
periné para evitar el trauma.
La atención del recién nacido debe hacerse de acuerdo con la
Norma Técnica para la Atención del Recién Nacido.
f. Pinzamiento del cordón umbilical:
6.3.Tercera etapa del parto: el alumbramiento
Generalmente la placenta se desprende de la pared uterina y se expulsa de
manera espontánea.
Pero el manejo activo de esta etapa es superior al manejo expectante en
cuanto a pérdida de sangre, hemorragia posparto y otras complicaciones;
aunque se asocia con aumento de efectos indeseables como náuseas y
vómito, también de hipertensión cuando se usa ergometrina maleato
(ergonovina).
La atención en este período comprende:
a. Signos de desprendimiento de la placenta:
Esperar a que se presenten para traccionar el cordón. Estos signos son:
 Contracción del fondo uterino.
 Formación del globo de seguridad.
 Expulsión súbita de sangre por genitales.
 Descenso de la pinza señal (descenso del cordón umbilical).
 Reaparición de contracciones dolorosas.
 Palpación de la placenta en la vagina.
 Signo del pescador: tracción leve del cordón para valorar el descenso
del fondo uterino si no ha ocurrido el desprendimiento.
 Signo del pistón: Tracción cefálica del segmento para valorar el ascenso
del cordón cuando no ha ocurrido el desprendimiento.
b. Recepción y revisión de la placenta:
 Al visualizar la placenta, se toma con las dos manos, se inicia un
movimiento de rotación para enrollar las membranas y favorecer su
expulsión completa.
 Es importante tener en cuenta que durante este período del parto ocurre
el mayor número de complicaciones graves y eventualmente fatales, por
lo que este proceso debe vigilarse estrechamente.
 Debe revisarse la placenta tanto por su cara materna (observar su
integridad), como por su cara fetal (presencia de infartos, quistes, etc)
 También debe verificarse la integridad de las membranas, el aspecto del
cordón umbilical, su inserción y el número de vasos (lo normal, dos
arterias y una vena).
 Ante la duda de que haya alumbramiento incompleto, debe procederse a
la revisión uterina y extracción manual de los restos retenidos.
c. Uso de oxitocina:
 Normalmente el útero se contrae adecuadamente una vez ha ocurrido el
alumbramiento, pero se administra una infusión I.V. de 5-10 Unidades de
Oxitocina diluídas en 500 ó 1.000 C.C. de Cristaloides para prevenir la
hemorragia postparto por atonía uterina. El gran beneficio de esta
conducta están relacionados con la disminución de sangrado posparto y
documentado en la literatura.
 Se considera normal una pérdida de 500 C.C. de sangre luego del parto
vaginal normal.
d. Aplicar el DIU postparto si la madre lo ha elegido:
Éste debe aplicarse antes de la episiorrafia o de la sutura de un desgarro
perineal; si no es posible se hará dentro de las primeras 48 horas del postparto.
En la sutura de piel se prefiere la técnica de sutura continua subcutánea versus
puntos separados por ser menos dolorosa.
e. Sutura de desgarros de cuello y/o perineales y episiorrafia:
Se sutura en forma anatómica por planos, con puntos separados con
materiales sintéticos absorbibles, y sin dejar espacios muertos o hemorragia
activa.
f. Registros:
El médico que atiende el parto debe diligenciar la historia clínica materna y del
recién nacido, el certificado de nacido vivo y el carné materno.

Bibliografía

1. MINISTERIO DE SALUD. REPÚBLICA DE COLOMBIA. Dirección


general de promoción y prevención. Guía de atención del parto.
Resolución 412.del 2000.
2. Centro Nacional de Información sobre la Salud de la Mujer (julio de
2007). Parto. Citado por National Institutes of Health. Último acceso 20
de febrero de 2008.
3. Instituto Químico Biológico. Posiciones - letra P. Diccionario Ilustrado de
Términos Médicos. Último acceso 21 de febrero de 2008.
4. https://es.wikipedia.org/wiki/Parto
5. https://mibebeyyo.elmundo.es/parto/tipos-de-parto/parto-eutocico-
distocico
6. https://www.conmishijos.com/embarazo/parto/las-etapas-de-dilatacion-
antes-del-parto/
7. https://www.guiainfantil.com/articulos/parto/natural/etapas-del-parto-
dilatacion-expulsion-y-alumbramiento/
Atención del parto

Parto natural parto vaginal instrumental

Parto abdominal o cesárea


Parto eutocico

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