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Gingivoestomatitis Herpética Primaria:

Agente causal: Virus del herpes simple tipo I.

Las manifestaciones de la infección representan la exposición primaria del enfermo al virus. Con
mayor frecuencia se observa en la infancia temprana, pero también puede presentarse en
adolescentes, adultos jóvenes y pacientes con déficit inmunitarios.

Evaluación:

Es preciso investigar la exposición reciente a una persona infectada. Es importante la falta de


antecedentes sobre una infección similar, pues la causada por virus aporta inmunidad para toda la
vida. Los cultivos virales, las concentraciones séricas de anticuerpos y el análisis citológico pueden
ayudar a elaborar un diagnóstico.

Diagnóstico:

Los síntomas consisten en un pródromo viral de malestar general, artralgia y anorexia, aunado a
fiebre y escalofríos.

Signos:

Es un principio se presentan vesículas en la mucosa labial, lingual y gingival, que al poco tiempo
revientan para dejar ulceras grandes y dolorosas. La encía presenta edema y eritema, y sangra con
facilidad al menor estimulo. La lengua puede mostrar una cubierta blanca.

Tratamiento:

1. La enfermedad cede por sí sola, y por lo general la etapa aguda dura de 7 a 10 días. El
tratamiento consiste en reposo en cama, y administración de antipiréticos y analgésicos
para controlar la fiebre y aliviar el dolor.
2. Se fomenta la ingestión de líquidos, para evitar una probable deshidratación, en particular
en el paciente de corta edad.
3. Se aísla al paciente de sus compañeros y hermanos, con el fin de evitar la diseminación del
trastorno.
4. Las ulceras sanan sin dejar cicatriz.
5. Están contraindicados los antibióticos, a menos que ocurran signos específicos de
infección secundaria.
6. No se deben administrar conticoesteroides.
Herpes Labial:

Agente causal: virus del herpes simple tipo I.

Se cree que las lesiones se producen por la activación del virus que se encuentra inactivo en el
ganglio del nervio trigémino, en un huésped con infección previa.

Evaluación:

Por lo general, la historia clínica dental registra la aparición de lesiones semejantes en otra época.
Se buscan lesiones vesiculares o ulceradas pequeñas que afectan los labios en la unión
mucocutánea, las comisuras labiales o debajo de la nariz.

Diagnóstico:

A menudo los síntomas incluyen un pródromo de prurito, con una sensación de cosquilleo antes
que se manifiesten las lesiones. Los pacientes pueden experimentar síntomas leves de tipo gripal.

Signos:

Vesículas de 2 a 4 mm de diámetro que se localizan en la unión mucocutánea labial, comisuras


labiales y por debajo de la nariz, que después se rompen y forman costras en 36 a 48 horas. La
cicatrización ocurre en 7 a 10 días.

Tratamiento:

Se proponen múltiples modalidades de tratamiento, ningún bien fundamentado. Por lo general, es


mejor conservar bien lubricadas las lesiones emolientes, para promover la cicatrización, se aísla al
paciente de las personas en riesgo de presentar infección herpética primaria. Las ulceras curan sin
dejar cicatriz.

Herpangina:

Agente causal: Virus coxsackie A.

Es un padecimiento común en niños menores de 4 años de edad, causado por el virus coxsackie A
de tipos 2, 3, 4, 5, 6, 8 y 10.

Evaluación:

Se debe investigar un posible contacto reciente con una persona infectada, debido a que la
enfermedad puede ocurrir en forma epidémica.
Diagnóstico:

Los síntomas incluyen un pródromo viral de rápido inicio, consistente en fiebre, malestar general,
mialgias, rinitis, dolor de garganta y disfagia.

Signos:

Incluyen lesiones vesiculares múltiples, pequeñas, ovoides que se presentan en el paladar blando y
los pilares amigdalinos. Las vesículas sufren ulceraciones rápidas y dejan una zona central gris o
blanca, rodeada por una base eritematosa.

Tratamiento:

1. La enfermedad cura por sí sola, y por lo general los síntomas agudos persisten durante 3
días.
2. Las lesiones bucles cicatrizan en 7 a 10 días sin dejar huella.
3. El tratamiento es paliativo y consistente en reposo en cama, antipirético y analgésico.
4. Se debe alentar la ingestión de líquidos, para evitar la deshidratación.

Candidiasis:

Agente causal: Cándida albicans

Cerca del 50% de la población presenta este microorganismo como parte de la microflora bucal
normal. A menudo su presencia carece de importancia clínica, sin embargo la infección puede
ocurrir en recién nacidos, pacientes debilitados o individuos que reciben antibióticos a largo plazo
y presentan alteraciones de la microflora bucal normal.

Evaluación:

Es importante identificar la causa fundamental, que puede abarcar enfermedades sistémicas como
diabetes mellitus, leucemia, uremia, anemia aplásica, síndrome de inmunodeficiencia e
inmunosupresión.

Diagnóstico:

Síntomas: el paciente puede quejarse de faringitis en los casos de afección esofágica. De otro
modo permanecer asintomático o quejarse de ardor de boca o de la presencia de revestimiento
bucal.

Signos:

1. Placas blancas grumosas que dan la impresión de estar apiladas.


2. El raspado de las lesiones deja una superficie cruenta, hemorrágica.
3. Las lesiones pueden ocurrir en cualquier parte de la superficie mucosa.
4. La preparación de un frotis con hidróxido de potasio revela la presencia microscópica de
hifas.

Tratamiento:

1. Enfermedad leve; antimicótico tópico. (nistatina)


2. Trastorno moderado: pudiera indicarse un fungicida parenteral. (Ketoconazol)
3. Padecimiento grave: antimicótico parenteral.

Lesiones Ulcerosas

Ulceras Traumáticas:

Son lesiones causadas en el neonato por iatrogenias o por automutilación.

Tratamiento:

Antiguamente consistía en la escisión de la lesión. Actualmente el tratamiento oscila entre una


actitud más radical, que consiste en la extracción de los dientes erupcionados causantes de la
lesión y una actitud más conservadora que implica el mantenimiento de estos dientes pero
modificando su morfología, mediante pulido de bordes cortantes o aplicando composite en los
márgenes incisales hasta que queden romos.

Queilitis Angular:

Edad pediátrica y sexo: Primero y segundo decenios, sin predilección por sexo.

Datos clínicos:

Fisuras profundas que sangran y se ulceran, costras exudativas superficiales, sensación de


resequedad y ardor.

Localización:

Comisuras labiales.

Importancia pediátrica:

Con mayor frecuencia se presenta en niños que respiran por la boca y en aquellos que
repetidamente se humedecen los labios con saliva; los microorganismos causales incluyen cándida
albicans, estafilococos y estreptococos.

Tratamiento:

Lubricación de los labios, ungüentos antimicóticos o antibióticos para lesiones persistentes,


propensión a la recurrencia, puede dejar cicatriz.

Diagnóstico diferencial:
Ulcera herpética secundaria, impétigo, queilitis Exfoliativa.

- LESIONES VASCULARES:

Hemangioma:

Edad pediátrica y sexo:

Primero decenio, la mayoría se detecta en el primer año de vida. Predilección por el sexo
femenino.

Datos clínicos:

Lesión localizada a difusa, de roja a azul, puede ser lisa, nodular o corrugada, blanda y
comprimible, se produce isquemia cuando se palpa.

Localización:

Labios, lengua y mucosa vestibular, puede afectar hueso.

Importancia pediátrica:

Puede producir macroglosia o macrequelia, la complicación más frecuente es la hemorragia por


traumatismo.

Tratamiento:

Excisión quirúrgica, agentes esclerosantes y crioterapia, sufre involución espontanea, no recurre


con eliminación adecuada.

Diagnóstico diferencial:

Malformación vascular, linfagioma, granuloma piógeno, granuloma periférico de células gigantes.

Linfagioma:

Edad Pediátrica y sexo:

Primer decenio, la mayoría se detecta en el segundo año de vida sin predilección por sexo.

Datos Clínicos:

Excrecencia localizada a difusa, de color rojo azulado a traslucida, con una superficie lisa a nodular,
vesicular, cede a la compresión y es esponjosa, presenta crepito a la palpación, es múltiple.
Localización:

Lengua, labios, mucosa bucal, piso de la boca y cuello.

Importancia pediátrica:

Puede producir macroglosagia y macroquelia, las lesiones en el cuello se llaman higroma quístico,
lo que produce disfunción respiratoria, puede aumentar de volumen durante la infección del
tracto respiratorio o menstruación.

Tratamiento:

Biopsia excisional, la regresión espontánea es rara, las recurrencias son frecuentes.

Diagnóstico diferencial:

Hemangioma, fenómeno de retención de mucosa o ránula.

Patología oral del recién nacido:

Perlas de Epstein:

Pequeñas lesiones quísticas localizadas a lo largo del rafe palatino medio. Se originan a partir del
epitelio que fue atrapado durante la fusión de los procesos palatinos. Aparecen en el 65% de los
recién nacidos.

Diagnóstico diferencial:

Con la ulcera traumática y los quistes de la papila palatina.

Tratamiento:

Observación.

Nódulos de Bohn:

Presentes a lo largo de las superficies bucal y lingual o palatina de los rebordes mandibulares y
maxilares del recién nacido y en la unión del paladar duro con el blando. Siendo más frecuente en
el maxilar superior.

Estas lesiones se originan a partir de restos de tejido glandular mucoso. Los nódulos de Bohn son
los quistes de inclusión que más fácilmente se confunden con dientes neonatales, debido a forma,
color, localización, y momento de aparición puesto que en ocasiones se hacen más visibles en os
30 días posteriores al nacimiento.
Diagnóstico diferencial:

Con los dientes natales y neonatales.

Tratamiento:

Observación y masaje digital suave.

Épulis congénito del recién nacido:

Es una tumoración exofítica benigna que se presenta en el neonato en la encía del reborde
alveolar maxilar superior, en la región caninoincisal y con menos frecuencia en el reborde
homólogo de la mandíbula. También se denomina tumor de células granulares congénito, tumor
de Neumann o tumor gingival benigno de células granulares del recién nacido.

Prevalencia:

Claro predominio por el sexo femenino con mayor frecuencia en el maxilar superior.

Etiología:

Es de origen desconocido.

Clínica:

Se manifiesta en el momento del nacimiento como una masa rosa lisa o lobulada y pedunculada,
bien delimitada de consistencia firme y no dolorosa cuyo tamaño varía desde unos pocos
milímetros hasta 9cm de diámetro con una media de 1cm.

Diagnóstico diferencial:

Debe realizarse con otros procesos de apariencia similar que puedan representarse a esta edad,
como hemangioma, fibroma, granuloma piogénico, tumor neuroectodérmico melanótico de la
infancia.

Anomalías del desarrollo y variaciones del tejido blando:

Gránulos de Fordyce:

Edad pediátrica y sexo:

Primero y segundo decenios, sin predilección por sexo.

Datos clínicos:

Pápulas pequeñas, amarillas y multifocales, que son discretas o que semejan placas, un poco
elevadas, asintomáticas.
Localización:

Mucosa vestibular bilateral, mucosa labial y papila retromolar.

Importancia pediátrica:

Hasta 60% se presentan en niños menores de 10 años, durante la pubertad hay tendencia mayor.

Tratamiento:

No se requiere tratamiento.

Diagnóstico diferencial:

Hiperqueratosis focal.

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