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LA ACCIÓN CAMBIARIA
Se puede decir entonces, que la acción cambiaria es el derecho que tiene el sujeto activo
de la obligación contenida en un título de crédito ( tomador, beneficiario o último tenedor)
para pretender el pago en la vía judicial, por medio de un proceso ejecutivo.
La acción cambiaria es un derecho genérico para todos los títulos; de manera que cuando
se pretenden exigir el cumplimiento forzoso de los mismos, se ejerce dicha acción.
SURGIMIENTO DE LA ACCIÓN CAMBIARIA
El artículo 615 del Código de Comercio establece que la acción cambiaria se ejercitará:
4º. De la comisión de cambio entre la plaza en que debería haberse pagado la letra de
cambio y la plaza en que se le haga efectiva, más los gastos de situación.
LA CADUCIDAD
(623 CoCo), ocurre cuando:
El título no es presentado en tiempo para su aceptación o para su pago.
Porque el protesto no se levante conforme los términos establecidos en el
Código de Comercio.
LA PRESCRIPCIÓN
Ocurre en la siguiente forma:
En la vía directa prescribe en 3 años a partir del día del vencimiento (626CoCo)
La prescripción en la vía de regreso del último tenedor prescribe en un año
contando desde la fecha del vencimiento. (627CoCo)
La acción cambiaria del obligado de regreso, contra los demás obligados
anteriormente prescribe en 6 meses, contados a partir del pago voluntario o de la
fecha de notificación de la demanda (628CoCo).
Se realiza por medio de Juicio ejecutivo regulado por el código procesal civil y mercantil.
A este tipos de proceso se les denominan Juicio ejecutivo en ejercicio de la acción
cambiaria ya sea directa o de regreso. Para el cobro de bono de prenda este deberá
presentarse al almacén general de depósito correspondiente el que se regirá por las
disposiciones de la ley específica.
El último tenedor de un título debidamente protestado (cuando ello fuere necesario, por
supuesto) o el obligado en la vía de regreso que hubiere pagado, puede cobrar lo que le
adeuden los demás signatarios, mediante dos formas:
Cargándoles o pidiéndoles que le abonen en cuenta el importe del título más otros gastos
y costas procesales. Girando a cargo del signatario y a la vista, otro título en su favor o
a favor de un tercero, que cubra el importe del título no pagado, gastos y costas
procesales. En el caso de la letra de cambio, esto último se hace por medio de la llamada
“letra de resaca”.
ACCIONES EXTRACAMBIARIAS
Fuera de las acciones cambiarias y del regreso extrajudicial, que tienen su fundamento
en la relación contenida en el título de crédito, pueden corresponder al tenedor o
poseedor del título la acción causal y la de enriquecimiento indebido. Estas dos acciones
reciben el nombre de extra cambiarias ya que se basan en una relación ajena al título
mismo. También se llaman acciones extra cartulares.
LA ACCIÓN CAUSAL
Es un recurso procesal de naturaleza extracambiaria que tutela el derecho del portador
de la letra a recibir su importe, pero cuyo fundamento y origen no radica en la letra misma,
sino en las relaciones o negocios jurídicos subyacentes, y ejercitable únicamente contra
el sujeto que en ellos haya sido parte con el tenedor.
PROCEDENCIA
si el acreedor insatisfecho es el tomador, podrá dirigirse reclamando el reembolso contra
el librador; si es un endosatario, podrá dirigirse contra su endosante; y si es el propio
librador, dado de la letra «a la propia orden», éste podrá dirigirse contra el librado al que
proveyó oportunamente de fondos.
La emisión o transmisión de todo título de crédito tiene un motivo o causa que puede ser:
una deuda, la compraventa de un bien a plazos, etcétera; sin embargo, esa causa es
autónoma e independiente del título; de allí surge la característica de los títulos conocida
como AUTONOMIA. En otras palabras, cuando se crea un título de crédito queda
separada de la causa que motivó crear el título de crédito, de donde nace una obligación
cambiaria. De manera que, la obligación cambiaria (o sea pagar el título de crédito) es
totalmente independiente del cumplimiento o incumplimiento de la obligación que le da
origen al mismo, conocida como obligación causal.
En todo título de crédito hay una causa. Quien recurre a la creación o emisión de un título
de crédito lo hace por el interés de movilizar así su derecho, por lo que cual se da la
situación de que haya siempre un negocio causal anterior y un negocio de segundo grado
que es el título.
Una vez emitido el título se desliga de su causa, la cual ya no tiene ninguna relevancia
sobre el mismo, pero sin que el negocio o relación causal se extinga.
Ejemplo:
Si se compra un vehículo, se materializa el contrato en una escritura pública o en
documento privado, según el caso. Esa compraventa es la relación causal. En el antiguo
Código de Comercio esta relación causal desaparecería si con relación a ella se creaba
un título de crédito. Si este título, a su vez, perdía consistencia jurídica porque se
perjudicaba, el vendedor del vehículo se quedaba cruzado de brazos para cobrar el
precio diferido porque el documento de la relación causal no le servía, ya que la
obligación en él contenida había sido novada; y si el documento “novatorio” que en tal
caso lo era el título, estaba perjudicado, no había manera expedita de cobrar el saldo
debido por la compra del bien.
La ley, congruente con lo dicho, expresa que “la emisión o transmisión de un título
de crédito no producirá, salvo pacto expreso, extinción de la relación que dio lugar
a tal emisión o transmisión” (Artículo 408 párrafo primero del Código de
Comercio). Por consiguiente, en caso de que no exista novación o extinción
expresa, el tenedor del título puede actuar con base en la relación o negocio
causal, es decir, puede ejercitar la acción causal.
La acción causal no puede ejercitarse más que entre dos sujetos (tenedor o poseedor
del título y el deudor), mediante la restitución del título de crédito al deudor y siempre
que el actor haya ejecutado los actos necesarios para que el demandado pueda ejercitar
las acciones que pudieran corresponderle en virtud del título (Artículo 408 párrafo
segundo del Código de Comercio).
REQUISITOS
1. Subsistencia de la acción es decir no ha prescrito ni ha caducado.
2. Rechazo del título por parte del obligado cambiario en la presentación para su cobro.
3. Restitución del título al demandado.
Por ejemplo cuando se paga a un acreedor con un título valor de contenido crediticio, en
caso de que el acreedor pagado con el título valor lo deje caducar o prescribir, de igual
forma se extinguirá la obligación que fue pagada con el título, pero en este caso al
acreedor aún le queda una opción la cual es hacer uso de la acción de enriquecimiento
sin causa en contra de quien se haya enriquecido por la prescripción o la caducidad.