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Kant, I., “Analítica del juicio estético”, Libro Segundo: Analítica de lo sublime, en: Crítica del
juicio,
#- 23-29
-Sublime es lo absolutamente grande (lo grande por encima de toda comparación y magnitud) –
Lo sublime estético no pertenece a la naturaleza, es una satisfacción –universalmente
comunicable- en el ensachamiento de la imaginación en sí misma. No se trata de un juicio-
determinante matemático, sino de uno reflexionante estético. Es una magnitud que sólo a sí
misma es igual; “es aquello en comparación con lo cual toda otra cosa es pequeña”.
-Nada objeto de los sentidos puede llamarse sublime. Pero justamente como en nuestra
imaginación hay una tendencia a progresar en lo infinito y en nuestra razón una pretensión a
totalidad absoluta se da esta inacomodación (..) Sublime es, no el objeto sino una disposición
del espíritu. “Sublime es lo que, sólo porque se puede pensar, demuestra una facultad del
espíritu que supera toda medida de los sentidos”
# 26 Apreciación de las magnitudes de las cosas naturales exigida para la idea de lo sublime
Apreciar las magnitudes mediante conceptos de números o signos es matemática
(comprensión lógica, objetivamente determinada). El infinito matemático es progresivo
Apreciarlas por la mera intuición (la medida de los ojos) es estética ( comprensión estética
subjetivamente determinada por la imaginación. El infinito estético es… pensarlo como
totalmente dado (un todo absoluto)
La comprensión estética de lo sublime no hay que buscarla ni en el arte ni en la naturaleza
dominada según su concepto, sino en la representación de la ilimitación, a partir de la
naturaleza bruta (cuya intuición lleva consigo la idea de infinito)
-Los juicios estéticos de lo sublime son necesarios según la modalidad. (Ver ejemplos)