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IDEAS-FUNDAMENTALES.

DI.! 1;05

PARTIDOS POLITICOS
DE LA

NUEV1\ GRANADA ..
Am n,1STl~GtJIJ)O MA;ESTRO DR. FLOItF!llTINO GOJ1lZ¡\LEZ,
ANTIGUO DEFENSOR !lE LAS LIBERTADES SUn·AJ\fERlCA.NAS.

-0-

Tout lheDSOtr¡:~fépélé, tI~,íen~


une Térlté,-CJUTllAtlnnuND.

A. ItateecclcIltes.
Los-hombres que al ruido del nombre de Colon abor-
daren a Ias cemaroas ,de Ja A'merrca, ¿ qué encontraron en
el~as ~ r. Qué trajeron a ellas P ¿ Qué ñié 10 que en ellas es-
tableuieron-P '
Encoutrarou la barbarle : mas ménes, eso era la bar-
bdrie. Que esa sftuacíon social de losaborfjenes america-
rros fuera la ruina de unal;lntit;lla eívílízaclen, o .los prime-
ros pasos de la "ida cerril hacia el progreso social, esta es
cuestión de lu'!;!ue?loj.ia, i estamos en ~l terreno politice. .
'- Los ,CO'mttll a(lóI'C.s trajel'onaqul dos elementos eo'Q.- -
teudíctorios : la conquista i el cristiaoismo_)La 'Prime I"u:oo
todas sus defomnídades le violencia, de fm:ocidacL' e per- ~
fidia; el' segundo con tndessus encantos ínti s ; pero
afeados pOI' las sombras que afnOljaba,sobl'e su
dad, el ultraje flagi-ante de todos los derechos
E8t~ amalgama oousti~uía una eSI)J'€ccIHÜi1 de la
la santi-
hombre.
ílizacien,
J'

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I -2.-....1
\iDa barbarie no natural, sino formada: la parle fea de Id-
que se llamaba vida oivil en el mundo culto, En-la barba-
rie natural haí cierta injeuun belleza, ciertos rasgos en qué
asoma la primera inocencia del hombre: en la, barbarie en-
jendrada en el seno de upa sociedad adelantada, no se en-
cuentra. sino una bruta,lid1:ld estúpida, carcomida por todas
las lepras que forman las desigualdades sociales, Lo prime-
1'0, constitu'ye un 'puuto de partida de la tiniebla a la luz,
es como el exordio incomprensible de un libro portentoso:
v lo segundo no es., sino el último trago de \10 vino jeneroso,
Ias heces: , , . colores degradados hasta ,la sombra, basta la
tiniebla mas impenetrable,
Los conquisLadores estabfecieron aquí lo que podían
establecer. Su presencia era una uscrpaeíon, su creencia,
un fanatismo grosero : el brillo del sable eclipsaba la lám-
para del santuario, La ignorancia i In tiran la no daran ja-
mas bellos frutos, Los pueblos' conquistadores forman
síempre gobiernos de 'raza, El vencedor es siempre noble i
el vencidQ menos qtle creatnra humana, esclavo l , •. La 'ra-
za es 1m3 linea bien notable de demercaoion. El español
cansado de élegollar pobres indios tímídos e indefensos, SQ
tendió. sobre sus trofeos ipidi6 el sudor a los. hombres de
quienes ya habia casi agotado la sangre, El indio pagó a
peso de 01'0 la fortuna dé tener un amo, hasta (¡ue la filo-
sofia de aquellos tiempos, sintió algunos l'elll01!djl1~ientG5,O
hizo otros cálculos, i levantádose de encima de la osamen-
la ele mirladas de hombres cobrizos degollados o muertos
entre ra~1:r~tts de la tierra, fué a componer 511 conciencia
i su bolsa aurancondo al,Africa !lUS hijos llara convertirlos
en 'oro, i devurnrles tranquilamente. La tiranía i la avari-
.eía tienen su lójioa : en vez de continuar hacinando indios·
para la tumba en los socavones de las raleas, valia mas, ro-
bar negros para el mismo destino: al nrénos, estos duraban
mas saoabae mas Ol"O en ménos tiempo, ,: Qué mejor ra.:
í

zon p,(\l'a aquietar la conciencia; que la adquisicíou de una


gran fortuna? La sensibilidad en favor de unos hombres-
que se han esterminado i que no sirven bastante, bien para
el cñcío de la estermíuaoíen, no pierde por ello sus mejore.
timbres. En medio de ese cataclismo de barbarie i de íni-

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quidad, Las Casas b rilló como esas luciérnagas que cruzan
las tinieblas de nuestros bosques. ~
Pero el español, el español coloniradar de las primeras
incueslouesv eunque aventurere I poco culto, trajo aquí su
lengua, sus nocioues de vida óivil, i en relijiou. El cl'istia~
ntsmo difundido a guisa de mahomc~~mo. es como 111l tro-
110 de oro .envuelto en ci~no: r l'-lfe~' el precioso me-
tal se liberta del frájil polvo que lo afea, brilla en todasu
í

pureza natural, El COlODOe.pañel vino a veegal'se a Amé-


rica de la tiranía que lo aquejaba en Sil patria. Las 50m-
hras de Cnrlo V.' _~,E.~~'. tendidas al truves del océa-
no, se re e aroll so I'ect mun o de COIOD. ¿ Podria ser (le
otro modo? La Europa, no había visto la libertad sino como
UD fantasma, en medio de las batallas de la República del
93. Antes, no habia visto sino la lueha de dostiranias : los
castillos i los trenos. Esta no era cuestion de síervos : erll
una riña doméstica entre los amos: diseuslon sobre el me-
talo la forma de las cadenas de los pueblos. 1 al quese ahoga,
i. qué le importa que la onda que le sine de tumba sea dul-
ce como lade un l"iacbiJelo,oamal'gacomo]adelocé¡lllo? ..
, Es preciso ser justos. LOI aventureros colonizadores
eran, en lo jeneral, hombres de la masa popular de España.
Esa masa era en ronces, bárbara i esclava en to da Ia EUTo-
pll. -¿Por pué se ha de exijír que al pasar a Amél'Íca fuese
una tropa de filósofos líberales?· El mundo marcha con' 105
siglos, i en historia, una exijencja iuoportnua es unauacro-
nísmo ridloulo. El hombre educado en la servidumbre, na-
da ve mas all.t de la tiranla en q-l!leha sitio amamantado.
'- El español eolnnizador no cOIT{)oÍa sino dos condicic- ~
nes : la de amo i la de siervo Planteo aquí Jo que traia del _____
hogar paterno; i pudiendo ser !'íflñ.ori' eneontraudo quienes
pudieraq ser esclavos, tomó para sí lo mejor de su patria, el
señorío)Todo esto está en el orden lójíeo del corazen hu-
mano, a la altura de las tradiciones que lo han nntd,l,!:o,5i
mas tarde hubo entre: nosotros un Nariño que tradujera los
Derechos del Hombre, i héroes para la libertad e·50 fué,
.euando un siglo méuos sombrlo, trajo para el . ndo, las
o

.glorías de Washington i el poderoso refleja de la licrtad de


Ia Francia.

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e Q~lé deesbl'añot pues, que el Gt1bierno colonial de
,6,mérica fuera lo flue fué ] ¿Qn~ <le estraño que mas Iuegn
el incendio del mundo s,epropagar",:r estas comancas P ¿ Era
esa otra cosa que el !!QP)ode Dios, que guil) los destinos del
jénero humano? .. La leí que, por Intervalos siembra la bó-
veda de los cielos de astuos desconocidos, es la misma que
trae al mundo los héroes que nadie bahia visto ánlE¡s; pero
que nio~ gua,'daba entre S~lS arcanos providenciales. _
En resumen, nuestro punto de partirla, nuestros ante-
cedentes como pueblos, como naciones ante el mundo sao'
estos :
La barbarie aborijen.
La barbarie de la celanizaciou.
La barbarle del gobierno colonial.
Camino de tinieblas, desde la antropofajla omerioana ,
basta la Iuquisiciou europea. ,¡Tal es Dllesh'aej,c6u(orla)
Eseuela eOD.scr'l'ador.a.
Una vez, los españoles en Arirhica, con ellos vino a es-
ta'! rejioues lb mejor ~ne el mundo poseía, el Cristianismo ¡
bieu que ell~utll'to elí la capa de la conquista i al brillo del
cable estecmínador ; pero víno,' vino esa ghli1 razoude la
cívilísacíen modeena ¡ i ensu seno, se fundieron como en un
va to cniscl, los elementos hererojénees (fue ocultaban sus
grandes pel'feceiones. En el fondo de ese gran crisol, que-
daron los elementos primitivos de una conquista providen-
cial, conjunto de lo malo de Améri0a i de lo pésimo de En-
ropa: la harharie del salvaje irlélatl'a i la barbarie del aier-
V:Q cristiano, Esto constituyó el foudo dé la clvilizaeiou his-
pano-americana, como punto de partida en la vida civil de
los pueblos de oríjen español en estas comarcas.
E! hombre se vuelve siempre cOG encanto hicia lo pa-
sado : por e;so es tan dificil reformar el munde : es que cada
índivlduo recuerda C011 deleite los j liegos de su níñes, las
fantasías de su, juventud i 10.5 goces saboreados pOI' el cál-
culo i la reflexión de la edad madura, .Esto espliea el poder
de las tradlclones. dI qué no es tradicional en el hombre?
desde el primer vocablo de nuestra Infancia, hasta la plaga-
l'ia de nuestra-última agonía, -

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Desde ~4g2ha5ta 18:10¿qué hubo en la Amé¡,iQaespa-
<ñola? Ignorancia jeneral, orgullo de raza, tírarria polttlca i
fanatismo relijioso. Ji}stoéramos ; i esto, quedamos ser, esto
queriamos COnservar. ¿ Por qué? porque no óonociamos
nada mejor; i el hembre, si no lo enseñan, no aprende.
Toda civilizacioD, desde el Eden hasta hoí, tiene un inicia-
dor"de otra parte.
El Gobierno era 011 gobierno fuerte; ni podía ser de
otra manera, siendo la. espresion de una sociedad cuyos
elementos reclamaban esa fórmula'politica. ConsenJar eso,
era vivir. Por eso, cuando aparecieron nuestros libertado-
l'es, hombres emancipados moralmente por el :estudio de
otros antecedentes, el pueblo 'no podia comprenderlos, i les
vio degollar sin saber que eran sus redentores : de otro mo-
(10, habria muerto con ellos o despednzado a sus, víctima-
rios, antes de una lucha. tan prolongada i costosa.
Con el ~jglo pasado, espiraban en Europa sus fórmulas
i sus tradtclones. Voltail'c i Bousseau habían sembrado la
semilla que cosecharon desde ~lil'abeau hasta el emperador
Napoleon: lo que no recojió el tribuno, lo pusoel soldado
en 5\1$ vivaques j hombres, instituciones i glorias.
La Francia fué un volean cuyas lavas eubrian a toda la
Europa; i los ecos de sus rujidos viuieron á l:efieJarse sobre
las cumbres de los ineTes. La América se estremeció como.
volviendo de un sueño ¡¡jitado pOI' espectros. ,Ella no sabía
lo que queria ; pero quería.algo que estaba eucérrado en el
jenio de sus grandes hombres. , '
En Europa, las viéjas ideas pasaban como nieblas COD
10J tiempos que las hahian traido ; i un parvenir inesplica-
hle abría pat'a el mundo sus mas fecundns aroanosvPero la
libertad vino aqll Í como UD viajero estraviado, que no en-
tiende la lengua de los moradores (le una rejion descouoci-
da, Su belleza sedujo, su' acento halló ecos en los coraeo-
Res; pero no esa fuerza de céuvíoclon, qUe hace de cada
hombre una dootelua, de cada mirada uu rayo, dej;ada
instante un siglo, i de un pueblo la humanidad. "'
Una rejíon da ciegos, el dia que recobra la ví~~'ÍÍ, sise
fija en el sol, queda mas ciega q\l6 nunca, Pero hao';a en la
atmósfera del globo, UIl elemento de.inquietud vibl' te, que

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lo sacudía een violencia de un polo al otro. La vida de Ma-
peleen comunicaba su fuego a toda la tierra. El paso de sus
Iejiones resonó hasta nosotros al descolgarse por los Piri-
néos, Era necesario que la cola de ese inmenso cometa, 'se
viera hasta en los desiertos de nuestras saledades ...•
Todo se ajitó aqnl ; porque tode se ajltaba en el mun-
o do, Era una época de comba les, presidida por el jénio de la
guerra. Las-armas vinieron a las manos.siu saber cómo: era
preciso ajitarse, batirse, morir i CUbllÍL'SC de gloria; porque
esa era la leiprovideucial de esos tiempos,
Nuestro pueblo, COIDO tantos pueblos de la tierra, se
lanzó al combate por la libertad; lucho, murió, i se cubrió
del lauro ele los héroes ...• ¡SUPO lo que hizo? d Compren-
dió a los hombres (lue tocaron el clarin i le enseñaron el
enemigo', •.. Los resultados hablan.
El pueblo se enamoró de ese sonido libertad': algunos
. soñaren con Ia Bepublica.; 105mas solo pensaron en lanzar
de aqul a los españoles, estorbos venidos de ultram¡n'J18oia
tresoientos años j pero era preciso vengar sobre ellos, sangl'c'
nuestra, nuestrapropia sangre derramada por' ellos~,euel~de.
gl,leUojeneral de nuestros bárbaros visabuelos, EI'a preciso
que se alejaean, para que otros señores Ocupal'ao sus flomi-
nios, vistieran sus insignias i hasta hablm-an !lUS baldones.
El pueblo dió su sangre, p(wqlle el pueblc.oomo los ni-
ños, da cuanto se le pide: él no habla visto nunca la Replí-
blica, ni tenia la cultura bastante pal'a adivinada, Los mag-
_ nates que le }labian euseñado el campo de batalla, le pre-
sentaron un mamarracho i le dijeron: esta es la República t
UD gobierno sin realidad, con las leyes de.1,l11 pueblo libre, i
en contraste con las costumbres coloniales, Durante la re-
volucion, el pueblo no hiso sino luchar, i no aprendió sino a
ve~'Cel': esto na es la'República.
El soldado libertador se acordó del conqutstador ultra-
marino i djjo,~esc soi yo! Para eso hemos echado a 105
españoles.
E! criollo, por' su orljeu español, se acordó de los señores'
que antes venian de Espalla a 105 obispados, a las goberna-
ciones, a las audiencias, a las presidencias, a las :cDpitanlas

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-'1-- . ,
Jénerales, ajos vireiilatoJ_&, &, i dijo,-eu $0' yo! para esO:
hemos echado a los españoles ..•... " .
El ricacho monopolista, recordó Jos bellos días en que
sus abuelos, a favor de las leyes coloniales, ganaban un qui-
nientos por ciento sobre sus baratijas traídas de la península,
i dijo tambíen 's~soi yo! para eso hemos echado a Ios espa-
,ñales.' . ~
El sacerdote leyó la hístoela de la conquista del Perú i ,
de n1éjico, vió cuantas riquezas habia amontonade su clase,
rodeada de esenclones legales. i de respetos sociales, i dijo,
i esos $omo.' nosottos,,!para eso hemos echado a los españoles,
El propietario rural recordó, q.ue en otro tiempo hubo
señores con encomiendas, para remedar el .feudalísmo del
viejo mundo, j dar solaz al conquistador español, rniéntras
que el indio lanzado a latigazos de su hamaca, se entercaba
vivo en busca de un oro que no seria par.a él, famílíatladn-
dose GOO el sepulcro en las entnañas de la· tierra, como con
un amigo, único que podria libertarlo de la codicia i de la
tiranla ; i el hacendado, mieándose rodeado de numerosos
colonos, dijo, ese so'i yo,! pal'a eso hemos eóhadoe los espa-
ñoles. '
Cada uno fué tomando su puesto,
El pueblo, la masa, se puso a contemplar lo que babia
ganado en la sangrienta lucha de la índependencia ; contó
, sus hazañas por las tumbasde sus padres, de sus hijos i de
IUS bermanos ; en sos brazas miró las cicatrioes de las ca-
denas de tres siglos, confundidas can las señales que el, ace-
ro enemigo babia deJado ensus miembros; reconocíd la
honda sima que lo separaba del antiguo criollo, del antiguo
soldado, del antiguo comerciante, del antigup sacerdote, del
antiguo propietario, i vió que ese foso aun no habia sido su-
ficientemente colmado por los oadáveres de una batallajde
diaz años, apesar de la gloria que la servía de aureola, •Se
enoonsró pobre, mutilado, espletado en su sangre para la
guerra en su SU.dO.I' paTa la.paz ; i en medio de las mas b '
í

Ilas leyes, los hombres por cuya libertad se había Sa..OJirUla~


do, todavía lo llamaron, la plebe, la canalla; i le dleron un
puntapié cuando quiso ser algo, apénas algo In. s, que Io
que habia aidohaje los esbirros de la tiranía ultramarina.

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" Despuee de la guerra nacional de la enratrcípacísn ul:
I

estos paises, ¿quéganal'on los pueblos, las masas, que ha-


bian hecho el enorme gasto de esa fiesta terrible i> Donde
estaban sentados los españoles de Europa, se sentaron 101l'
españoles de' América, con todas sus viejas tradiciones ~o-
lonlales j, con 5dbl'a(lo campe pal'a remedar a los antiguos
opresol'e~El mundo de Colon era UI~ impensa osario mez-
clado d6trofeo~ de glle1"fa, sobre cuyo conjunto, la espada
de BoHvar brillaba suspendida come el astro de la victoria
Pero esto" ¿ qué vale para la muchedumbre? La gloria dif
Alejandro,_no es de sus falanjes, ni la de Césarla de sus le-
jlones. En Franela; cuando eayóla cabeza de Luis XVl. ca-
yb un mundo con ella.porque allá la transfermaclon del es-
píritu humano precedió a la practica de la perlpeeia : el
órden Iojice, eJ_espiátu ántes que la materia. Aqt1ifue todo
10 eonti-ario : seejecutó un movímiento de remolque, por-
que nuestra fiebre revclucinríaria no nos vino de nosotros
mismos, sinoporun gt'an ooutajio atmosférlco, En Francia
\\\11 mundo dio paso a otro mundo : aquí DO hubo-sino un cam-
Iriede hombres ; dejando el cambio de las ideas, que debía
haber precedí do, relegado a un aplazamiento sin término.
Las victorias de la índepesdeucía no oonstlmyerou una
Nacion de estas viejas colonias, sino las colonias separadas
de la España pOI' 'una inmensa Ilnea de cadáveres. ¿ Qué
otra cosa tuvimos después de los trrunfcs qlle no lo tuviéra •
mos antes del combate? una soja cosa: la Independencia.
En euanto, a la libertad, la libertad no se aprende con él
'!labIeen la mano, después de trescientos años de ir uiaria-
mente a 111 escuela del vasallaje. IJa venganza no sabe en-
leñar cosa olgulla n los hombres.
En 1819, el.Jeneral Santander, se descaleé las espue-
las de Boyaca en las antesalas del palacio de Gobierno: 001-
gó la espada del seldado i tomó la pluma del estadista
pata dernostrar vsus grandes talentos admlnlstratívos. Bo-
lívar era un poseído, poseído por el jenio de los combates,
]>01' la ambieron de. la gloria, ¿ Qué le importaba enlóncee
a él el gobierno? El no quería sino goberoar a la fortuna, i
remadar 105 dest 1I0s del gt'ande astro de Ia Francia, do
qnien apenas faé el mas bello atélite.

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Esos dos hombros se encontraren, al fin ffenle a f'ren-
te, Santander con su clientela de empleados, Boltvar con
sus veteranos victoriosos. ¿ Qué queria oada UDO de ellos? ,
¿ El Gobierno? pero no podían compaetíeselo ; porque en sus
p;:etensiones esclusívas, cada cual 10 quería todo para si,
oon un tip'o pl'opio recíprocarnente inadmisible.
Alrededol' de Santander se a~l'upó el.antrguo criollaje, 1
vestido de todos colores, i buscando' la antigua preponde-
rancia, al an-imo del órdcn civil de que Santandel' se había
hecho el patrono, .
All'ededol' de Bolívar estaba
eon la viciada por titules.
la: democracia del sable,

En hada de esto hahía ideas de verdadera República.


Esto no era mas qtlC la antigua colonia' CSp<lÜ0Ja, con otros
vestidos que los que le venían <Ínles de la Espaüa.
Los prohombres el'oyeron que el odio a los españoles
era amor a la demccrecia ; pero una vez que los españoles
desaparecieron, los orlollos dijeron: ¿ quién haí aqu ¡igual
a UOSQtl'OS fuera de nosotros mismos? e Quién nos impide
ser ahora mas que los e'pa:üolasque hemos arroja-
do ~ aq~i? Es preciso tomar ~are"aocba de tres siglos de
huiuíllecioues !. . . . 4~ .
El gobierno esp31101había creado aquí una larga séríe
de J1liaciones de 'sangre, desde el infeliz esclavo aíricano,
basta el fidalgo de uuramar. Duraba todavía el combate
contra la madre-patria i ya esas, filiaciones hablan desapa-
recido bajo la igualdad de hierro del cuartel i de la orde-
nanza; pero allá dentro del cuartel. En los ejércitos, las
balas establecen la igualdad de la muerte, como un título
para los honores comunes: la derrota ó la. gloria une a los
hombres i los pesa eu una misma balanza, La jerarquía
militar no es mas que una o'rgallizacioll indispensable para
el oficio de los ccmbates ; pel'O la punta del sable o de la
bayoneta aloanza a todas las alturas. Bajo este aspecto, la
democracia guerrera del héroe de Colombia.tenía mas títu-
los a la República. que las estudiadas claaíñcaciones de lo
• que eutóoces se llamaba el parlido ci1J;il; i sinembarlrfY,IllP'f!f'l'l~
....

¿;~r~~::~,..-?
~
partido se llamó el partido liberal,
• La Colonia vestída .cQD la fornitura, ofrecía: todos 5\15

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-10-
rangos (1 todas las clases del pueblo, cuando en el gran 11'1'1-
oleo de la cnlonia civil" las ideas del pasado se oponían con
el poder de las tradlctones, ala admislon de, todos los hom-
bres en todas las categorias sociales.
La rudeza riel soldado, Juvo enténces todo el aspecto
de una tiranía verdadera, i la oculta petulanoia del partido
civil, afectaba bajo la casaca Íl~ra del ciudadano pacífico,
sus viejos resabios de las distinciones oolouíales.
El ejercito era una democracia de hombres afiliados
bajo la duralai rle la ordenanza militar,
E! partldo civil, aunque profundamentearístocrdtico,
oponía sus téyes impotentes i SU,S 'tradiciones pode'l'vsas, a esa de-
mocracia semi-salvaje, sin mas brillo que el lustre de sus
a..rmas victoriosas,
Podía decirse, que en esos riempos la República estaba
'en el cuartel.
En el fondo de las poblaciones, el antiguo colono in \"0-
caba la libertad, sin olvidar las viejas l'retcnsion~ del a n-
tiguG señor ultramarino; que deseaba emnncipar de la
democracia del cuartal, como antes trabajó para emsuot-
parla del esclusivismo insultante del gobierno español.
, Bolívar había tenido la debilidad <le preferir en grado;
i decoraciones a sus paisanos de Venezuela, i esto perjudicó
inmensamente el éxito de sus idea¡¡, cuando -ese grande an-
tng-onismo del soldado i del ciudadano, vino a combate so-
bite lID tereeno estrafio para el soldado venezolana. Ideas
mezquinas de provlucíalismc, tomaron las proporciones co-
losales de grandes principios; i los compañeros det ltberta-
.é!OI',sl1cumbier()Dbajo los nombres odiosos de' enemigos del
pueblo, en una rejíon en que la parte civil de la sociedad
aspiraba a las viejas jerarquías borradas por el sable i los
vigores.
!Huerto el Iibcrtador, sus amigos huyeron o abdicaron.
El partido dyiL quedó solo en el teatro de sus triunfos, sin
enemigos que comliatir, pen) acostumbrado a la lucha.
Colombia se había desplomado sobre la tumba de su crea-
dor, i algunos pigmeos, se ilustraron en la magna obra de •
eseupie sobre los restos del hombre, que habla ilustrado la
barbarie, de UD mundo don la gloria de su nombre .• , . Es-

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-ll~'
tos mirmidones se hicleron un leatro pcoporcíouado a sus,
estaturas (le enanos, i a,lli aparecieron como jigantes entre
las pequeñeces que 19$rodeaban. Entónees los corifeos que
se hablan lanzado coun-a la democracia del sable i 'de la
gloria, no pudieron entenderse unos cou otros: jeueraeíon
pendenciera, pal'a quien la paz parece un id cal irrealizable.
Ya no se trató mas de gobernar con la espada o con la leí:
cada cual, con la leí en la mano, quiso un sistema mas o
ménos conforme con 01 pasado o con el prícveuh-. Los hom-
bres que apoyados en el ejército habían Ianzado a tos espa-
ñoles mas allá del ecéane, cavaron a BolíV!lI' ti na sepultura
vulgar i.no pudieron gozar de la paz de aquel sepulcro.
fin -cesúmen, la escuela conservadora en estos países. '
no ha sido una leoria de principios fundamentales, sino la
simple Iíberaeíon de la ~ieja colonia, entregada a sns pro-
pios instintos de pasadas jerarquías, opresiones j leuden-
cías, Detrás del conquistador espuñol, está el Libertador de
Colombia: detr as del héro~, los hijas de tres sigl(lS de escla-
vitud , SÍ11 roas difercncla.que la que imprlme el soplo de los
tiempos en todas las cosas del universo,
E~eucl'3 Ubcral.
¿ ffai realmente' en este país una' teorta social o políti-
ca que pueda llamarse liberal, en presencia de los restos de
la colonia libre'!., .. Los enemigos' de Bolíva« se llamaron
liberales, en vez de llamarse tejistas. ¿ Qué los difereueiaba
dé Bolivar i de sus soldados? AIg\lDOS cuadernos con leyes
dcpapd sinapoyo en las costumbres, ni en el carácter de 1011
UÚSlVoS que las habían dictado, El liberalismo no es el [,.
jisma. Santander, el hombre de 'la.sleyes, no puede aparece¡'
sino como un patricio romano.en los bellos dias de 3qllelllf
Hepública, cuando los Granos moriau apaleados porlos Se-
nadores, a causa de sus tendencias demoeráaícas.. m hom-
bre que al morir, cuando las verdaderas grandezas hMoftt.~.......
nas se elaporan a las puertas de la ereruidad,
narrar sos títulos a una oscura hidalgu ía, sérja t b.,
un liberal en sentido democrátíeo. ¿ Valian al Q esas mi-
sedas, esas polvosas vejeces, al lado del fftnlo liberta-
dor de un mundo? La teoría gubernativa del I crta(tor

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-12-'
era la ordenanza del ejército: s~s .titulos, al gobierllo, la!!.
batallas de la Independencia .. El quería UI! gobierno a, su
modo; como Santander quería un gobierno al suyo.
De la lucha de estos dos hombres resultó alguna vís-
lumbre. La teoría de Santander era cualquiera eosa, con
tal que eso Iuera una Ieí. C0!l estoypuede uo hombre que-
darse muí inferior a su tiempo. Autos de Justíniauo exís-
tieron NeNo) Callgula i Heliogábalo, í nunca hubo mas
leyes en Roma. En medio. de esas leyes se depravó el pueblo
1:eÍ i bajó la frente ,ante los soldados de Aladeo. ¿ Acaso va-
leo las leyes escritas, donde las loyo!>de UDa educacion vi-
ciada tíeücn hondas raíces en las conciencias populares! ..•
Un hombre que no es mas que fiel a·¡ cumplimiento de la!
leyes, no es mus tampncoj.ni puede negar a ser mas, queun
buen empleado puhlioo. Dntre esto i una escuela pelíttca
cabe un mundo.
Lo que se ha llamado liberalismo en Nueva Granada
aste 18{¡'9,no va mas állá de la preolamaoíon del gobier-
O l'eglllarizado pOI' la lei, i nada, liada mas alláJ:E1 Jene-
"fal Santander gustaba de la I'eu'ógl'ada contribucíon de la
alcabala, í, mucho mas, de la pena de muerte en los deli-
tes politlcos. Con tal que el goblerno fuera electivo i ajus-
tado a las leyes dadas por UD congreso, se había llegad,? al
cielo. Este uo era mas que una espresion de la practica,
oonservadora en el foodo, de un goblerne-regniar, pero de
cardcter estacionario.
............. Siuembargn, seria injusto el desconocer que durante
la administraclon del Jeneral Mosquera, la sociedad tuvo
sus arraoq11es de verdadera reforma en el grdeo material,
en el orden moral i en.el Orden i!lteJjjeu~ En ese tiempo
se hablé de caminos, de institutos, de monedas; de navega-
cion, de grandes edíflclos: durante esa adminístraoiou se
ti'ató de iumigl'aeion,de tolerancia de cultos i 'de la verda-
dera libertad de imprenta. Bntónces hubo un buen eolejio
militar, profesores oíeutlfloos europeos , en fin, algo !loe
áotes no se babia visto, i que si hubiera eontinuadn, hnbria .
transformado 'profundamente la fisonomía de la sociedad
en el sentido de la Yerdaderu civílízacíen. Pero el Jeneral
MosC[llcra tenia qu~ habérselas con hombres de rutiea i de-

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-13-
laisser aller; tenia que combatir el espíritu egoísta, enjen-
dro de la vida de inseguridad revolucionaria que Ie babia
precedido: tenia el inconveniente de ser corifeo de un par-
tido, que se babia conservado en el poder por encima de
montones de muertos, i los muertos políticos hablan, gritan
mas que los vivos. Por eso, este hábil gobernante, hombre
de talento i de patrlctismo, no pudo eocontrar a su derre-
dor el esfuerzo reunido i compacto de todos los oiudndauos,
nliéotras que el miraba al porvenir del país, UD partido nu-
meroso que él había contribuido 'a postrar en la mas inde-
bida auulaclen, en vez de secundarlo, preparaba su eleva-
cion en las fraguas ardientes de una democracia tumultuo-
sa. Con todo, al Jeneral JUosque'l'a se deben en este país
bastantes [érmenes de pl'og~e$o, que apesar de mil elemen-
tos perturbadores, han servido ¡serviran de exordio a los
grandes destinos de esta República, La organjzacien de la
contahilidad nacional, el sistema de monedas, la navegll-
cion pOI' vapor, la libertad de la industria i la descentraliza-
cíen municipal que é1 inició, le deben a este distinguido Je-
neral, los beuefioios de carácter permanente, que de tan
útiles reformas deri"a hoi In nacíon.
Los matice de partido liberal i paNido con$UtlUlor que
tan torpemente, han traído ajitada a la NUfl'8' Granacla por
UD período de treinta años, DO prueban otra COS;;!, sino la
falta de critl\l'lo i la sobra de pasiones rerolncieuaeias, en-
jendradas pOl' ambiciones ruiues de adquisioaes de sueldos
i de empleo" ,
El Iiberalismo 110 puede consistir, sino en la ¡ov¡olal,¡.
lídad práctica de los derechos constitutivos del hómbre, co-
mo axioma fundamental de todo el orden público de una
sociedad: en la estricta ígualdad legal i moral enla Iei, i mas
que en la leí. en la COI/ciencia, cerno el gran nivel de 13 .{ s-
tieía i oc) derecho; i todo esto, basado en lag .
progl cso cristiano, dei-ivaoion ne una proteceíee de 'la fuer-
1

za de todos para la conservaciou del derecho d 'cada UIlO.


/;rOtO ha sido este el liberalismo en la Nucv&Graaado.
¿ Puedeeste Iíberalísreo, tomande cuanto es i (loto ba si-
do, decir este sol yo ? i a su yiojo cdversario, ¿ cu eres tú P •••
Yéamolllo¡

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l:¡ parl;ido conservador reconoeío una Beljjion doml-
nante, hasta 18[13,
El partido liberal reconoció una Belljiorr dominante
hasta 1'8Z2.
El partido couservador estampo las facultades C5t!'UOI'-
diuarias del Poder Ejecutivo en la Constitucíon colombiaua
de 1821; antigualla de los dictadores transitados de Roma,
El ~artido liberal recouoció !a!.'facultades estrnordina-
das del Poder .Ejecwtivo en la Cunstltucínn granadina san-
clonada en 1832, copiando servílmeute tan pefigl'osa i afili·
liberal iestirucíon. '
• El partido conservador hizo una dictadura contra el
érden legal en 1!\\28,.
, El p~r[jdo liberal en 1830, oprimió al Congreso de Co-
lombia i lo hizo volaT por mejístrades del sabor de una ba-
rra tumultuaria.
El partido conservador conspiró en julio de 1833 i en
octubre de 1834, contra la legalidad. '
El partido Iíberal se alzó contra esa misma legalidad,
desde 1839 a 1842, i en 18l¡,9 repitió la zambra de la barra
del Congreso celombíano de 1830, oprimiendo al Congreso
nacional p<ll'a arrancarle un Presidente de su agracio. "
El partido conservador conspiró i se rebeló contra el
gobierno legal en 185'1.
El partirlo liberal conspiró i se rebeló contra el gobio!'-
no legal en 185[,.
Durante estos deplorables escéndalos.Ia tierra ha bebí.
d'e la sangre del pueblo en los combates i en 10('; cadalsos ..•
¿ Habrán tenido razon todos estos revolucionaeios P Ellos ),0
pretenden.
Si estos crimen es, errores o locuras, son oemúnes a
ámbas parcíalídades, las buenas instituciones del país tie-
nen el mismo carácter de comunidad.
----.:: Nin~rll1 partido puede reclamar para sí i ante si en é~
ta sociedad, la apropiaeinn esclusiva de las reformas libera-
les que hacen parte de nuestras leyes, Semejante proteo-
l. .sion no seria sino una jactancia ínsosteuible.
~ / Liberales i conservadores han abogado por la libentad
de imprenta, por la libertad relijiosa, por la abcliclon de la

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-15-
esclavitud, por la abolicion del cadalso polltlcn, por la íns-
trnccion gratuita, por la "desceutcalizeclon municipal, por la
reduccion del presupuesto de gastos, por la libertad índus-
trial, &.a, &.a, &.a '"1
- En resumen, estos. dos parüidos, no SOn SiDO dos hijos \
de unos mismos padres, con unas mismas enseñanzas, CGn
unas mismas ideas, que una vez huérfanos, te han disocia-
do por razon ele la herencia, EL PODER, i se han dado de
puñaladas sobre la tumba de sus padres, No es mas, hasta
cierto limite. .
COlIllO nombre o con otro, la misma terquedad, el
mismo esclusivlsmc, el mismo espü-itu pnrcial de partido,
el mismo odio de hauder .a, el mismo espirítu mezquino go-
do e ínsólente de familia, la misma ambicion interesada)
las mismas Inconsecuencias de hacer hoi, lo que se censu-
raba ayer; en fin, los mismos defectos, los mismos hom-
, br~~ ¡Clreulo vicioso traeado con la sangre de los pueblos
por el egoismo i la mala fe 1•...
A.loh·los, todos son patriotas, desinteresados, amigos
de la jl1~tieia i de la moral. ¡Lástima qne todo esto no sea'
masJ que uua fal a monedo, con que se pagan las ¡¡¡grimas
de Ias jeneraclones vestidas de luto l....
1.0 que se ha llamado partido liberal en este país, no
es mas que una variación de la escuela conservadora. Si
r\
aquí hubiera habido una verdadera escuela Iíberal, desde
que haí hombres que llevan ese nombre, no se hahria en-
sangrentado la Msloria de nuestra vida, ni denigradocou
.tantos escándalos nuestro nQmbl'e ante el estranjero.
Una escueta libeual l.'.eposasobre enante tiene éle civili-
zador i de fraternal el cristianismo ; i de cuanto tiene de
pcogresivo el principio de justicia escrita i de justicia prác-
tica. Una escuela liberal ha-ría esto:

'In relijion, libertad perfecta.


En industria, Iibertad i fomento.
En libertad polltíoa, toda la del hombre
En libertad de impventa, la g¡ll'alltla roo ltl del honor.
En lejislecion jeneral, senoilles.
En elecciones, la directa, '" ""

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-16- .
En el Impnssto, el .directo.
Eñ el ejército, el sorteo conel remplazo voluntario.

l- EuIa
En la
En la
justicia criminal, el jurado,
propiedad' raíz, la organiaacion.
instrucoion , la graluilidad.
'

No es que varias .de estas bases del orden social no


existan ni hayan existido en /«3 lsycs: ' Pero Jos partidos no
estáN solo en el gob.ierno : están en la- socledad ; pues no es
solo gobernando que un partido pone en-accíon sus ideas:
las profesa en la tribuna i en el periadísmo ; realizándolas
, tambíen en la acción practica del ejerclcio de la autorí-
. dad,
. Pero :si aliado de la libertad de 11\idea relijios3, escrita
.en la lIJi, estau la Inteleraucie iel fanatismo prácticos ¿ qué
es lo' que realmente hai? la 'boda!
Si al Iado de la libertad i.ndustrial, escrit« en la tei, es-
táu Jos monopolios i las coutrlbucíones vejatorias, ¿qué es
lo que realmente hai? la burla !
Si al lado de la Iíbertad polftica(}scrita tfn la leí, está la
pessecneion contra elsufrajio, las esclusiones polltioas por
causa de Ia opininn, las contribuciones exlierbltentes por
causa de Ia opíniou, el odio i la calumnia por causa de la
opiuion, ¿ qué es lo que realmente hai 1 la burUl'!
Si al lado de la libertad de impronta, escrita en ta tei,
está la completa Irspunidnd de la calumnia, sin que la so-
ciedad diga únicamente al calumniader ihas mentido! ¿ qué •
es lo qeue realmente hai? algo peor que la burla! ¡algo del
estado salvaje, el desenfreno impune de la violencia, i esto
es inferior a la nada, porque es el crimen! iet crimen con
carta de impunidad! .. ,.
Si al lado de los jueces i tribunales creados en la lei; es-
tán Jos prevaricatos, las eompadreelas i el espíritu de secta
o de favoritismo, las reglas de procedimientos rancios i em-
b.rollados, el cohechó i la Iníquidad, ¿ qué es lo que realmen-
te hai 1 la burla!
Si al lado dc un sistema l'egwar eleccíouarío escrito en
la lei~ están las esclusiones antojadizas de los olndadanos,

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-17-
los votos suplantarlos i los robos de los dineros de la naclon,
obtenidos en empleos alcanzados pOI' medio de la viclcncia
i del fraude ti qué es lo 1}11e realmente hui? la hurla l
Si al lado del impuesto díreoto, escrito en la lei, se san-
eiona el comunemo, la guenra a los ricos con exíjenoías
monstruosas, o la guenll a la op,Q:¡ion con exacciones que
no son sino rohos escandalosos, d qué es lo que realmente
hai? la huela!
Si al lado del precepto ~.a1·ito ~ lit {d,de hacer igoal
plll'a todos los ciudadanos el deber de defender a la patria,
solo se e~:jje el servicio militar del infeliz Jabnego, .¿ qué es
lo que realmente bai? la burla! .
Si al lado de la iustitucíon del jurado escrita e11la lel ,
se hacen sorteos fr¡lUaUIClIIOS pal'a absolver a los crimina-
les, o pata condenar a los iaooentes, por iutereses de pal'-
tido, o pOI' compadrerías inicuas, ¿ qué es lo que realmente
hai P la burla! ....
Si al lado de la oonsagracion legal de la propiedad raiz,
está la tiran la feudal del propietario sobre hombres líbres
que tienen los mismos derechos que él, ante Dios i ante la
sociedad, ¿ qué, es lo que realmente hai? la burla!
Si al lado de la instruoolen gratuita escrita en la tú, se
elijen preceptores, que en vez de aptitud pedagojlca, DO ríe-
nen sino la aptitud de ajentes eleccíonarlos, i qué es lo que
realmente hai? la hunla I •..•
Sí; la burla mas amarga I . ' . ¿ Qué valen las mejores
leyes sin la aplioacion práctica Plo que los lIIasl pomposo!
epitafios para el polvo de lossepulcros. ',"
Si la escuela conservadora reposa sobre el sello de una-
tradicion sin vida ni movimiento, la escuela liberal debe
marchar con Ja palahea i el acto que la confirma,
I Vana esperanza la de los hambres que creen que las
burlas, que las ficciones pueden oCllpar el ral'lgo ile la ver-
dad! El labrador que Onje sombrar trigo j solo echa ie~
dras en la tierra, ¿quéf~utos podrá recojer~.... .
La escuela líbetal, no es J~ escuela del de '~}¡¡ie1'llo, ti' :
el sistema de la fuerza antojadiza de los pal'ii lares. La
escuela liberal reconoce la autoridad como b e de su evo-
Iuciorr, Su diferencia en esto de la escuela O iservadcra,
3

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-18-
consiste, en que esta últim:i, vejéta aferrada al pasado, qne-
l'iendo resucitar los tiempos que, como las jeneraciones,
pasando han muerto para el mundo.' Consíste 'en' que la
escuela oeaservadoea, es' la escuela del miedo a UDa liber-
tad completa pero iuocente ; consiste en que, la escuela
conservadora, rechaza de [¡eclzo i en 'virtud de 50S, repugnan-
cias heredadas <le la colonia, la igualdad nreral de los. hom-
bres, crea el pupilaje gubeenativo, niega ele hecho, la sebera-
nia popular, i se encierra en el principio ij_elstatú qua, con-
fiándose· en las tradicloues, i en el espíritu de autorldad Ile-
vado ,hasta la obediencia pasiva. Es una traslacíou de la
autoridad relijiosa, a la vida civil,1 política i social de los
pueblos. El esplritu de Una direecion confiada a nombres i
apellidos, separ-a a los conservadores de los verdaderos libe-
rales. La escoda liberal, no es que niegue la autoridad ni
el gobierno, siuo que en vez de asentar-esas bases del orden
público en la dirección absoluta de clrculos ele familia se-
mlmonárqulcos ; parte del dogma de la soberania del hom-
hre, i coloca la autorldad i la direccíon de los negocios pú-
hlicos en manos de la sociedad entera, es decir, en manos-
del pueblo, .oomo dueño de sus propios destines, La escuela
liberal marcha al progreso; pero cuando destruye, es por
qnc ,iDtes ha creado algo.

La secta ra.Ueal.

I En 1849 fué elevado. a la presidencia de Ia Nueva Gra-


nada el jeueral José Hilario Lépea, antiguo defensor de la
íudépendencia hispano-americana. ,
El1 la elevaclon de este sujeto a la majistratura supre-
ma ejecutiva, hubo ocuerenoías que pintaa el estado de esa
polícica de palabras articuladas sin idees que le correspon-
dan; comedia en un jel'gou' semi-bárbaro, a qn.e conducen
a 1@5,pueblos los continuos escándalos revolucionarios.
~ Eljenel'al López había obtenido una gran mayoría na-
cional de sufrajios para ser Presidente de la República; i
bajo este aspecto, SIlS t itulos a ese puesto eran innegables.
Pero el Congreso g¡'anaclino tenia la Iuoalíflcahle facultad de
perfeccionar la. eleccion presidencial en ciertos casos, i la

, ® Biblioteca Nacional de Colombia


-19._
mui absurda atríbucíon de poder imponer nn candidato im-
popular a fa bien espresada opínícn de las mayorías: es de-
cir, el derecho de burlarse del sentimiento nacional como /
lo haria un señal' feudal con sus siervos, ...._./
El Congreso de 4.9 quiso abusar, de sus facultades,
desoyendo la espresíen pQPular mnuifestada en las urnas
electorales a favor del jeneral LÓ'Pe~; en lo cual, si el CQn-
gI'eso no cometió UD delito, ,si una ínconsecuenoia, síeado
111 representante del pueblo i burlándose de la mayoría de
la opínlon <leese pueblo ql.l,eafectaba re'pl'esenJ:lI'. 'l!Ista era
una zancadilla conservadora, de mala leí ante los dogmas
de la soberanla popular. El Congreso debió, a todo trance,
i aunque se desplomara el firmamento, babel' confirmado
la opinion en mayorla ~ porque esa es la leí de la República
i el tipo politlco de las conciencias PQPulal'e~ Pero quiso
lanzar un reto a la uacion, desdeñando. el voto del pueblo
hasta el estremo de <luerer imponerle el candidato presiden.
cíal ~~ ménos sufrajiol! había obtenido para lal. majístra-
turno \!ntónc.e5 una parte del pueblo de. Bogotá, lan mal
aconsejada, como lo-estaba el Congneso, i sin derecho de
ninguna clase para oprimir a la repnesentacion nacional;
hizo una zambra demagójica i obligó al Congreso, con men-
gua de la dignidad dél pueblo gr'al~adino, a confirmar la in- r
díeacíon popular del jenesal Lopez para Presidente de la !
República. Los. que hicieron la absurda Constitueion de__}
i8h3, son los eulpahles de este atentado. -- .
POI' este tiempo la Francia asabaha de volcar el trono
de Luis Felipe, i sus acentes poderosos hacían estremecer
el mundo, La Francia tiene el gl'an prtwílejio de remolcar
las naciones a su destino. Su palabra se escucha en los úl-
timos confines de la tlierra; i ouando Sl1~ cañones truenan,
todos los pueblos ponen el oído i esperan el fin de la bata-
lla, para saber qué se hará i cómo deberá pensal's.e:. l\'las
grande que Roma, la Francia tiene en sus manos por cetro
una antorcha, que como el sol.arropa el mundo i se re~1' j
en los espacios del porvenir. . ,
'El [eneral López debió la mayoría electoral, a esa vi-
brucion repentina de los espíritus, ocasionada por el uelce
de ladinastia de Orleans, que de HIl momento a 'ot~b, rodó

® Biblioteca Nacional de Colombia


-20-
pór los grandas del trono, .al soplo de una dornocracia so-
cíalísta.
Hombres de aliente l de cabeza volcánica inspirados
por el infortunio del proletario, hablan levantado su voz,
sinó como un argumento, si como una inmensa (¡ueja con-
tra las desigualdades de la vida humana. Voceros del po-
bre, abogndos del desamparo i (le la Inocenola entregada a
peores agolllas que el orímen, los socialistas de Europa tie-
nen una escusa en SU! vaporosas lucobracíenes : sus- teorl as
no son sino los tremendos alaridos de las muchedumbres
desheredadas ; i cuando se habla en nombre de una desgra-
cia tan jigantesca, lo grande del objeto magnifica al orador.
El rumor de estos jemidos armonizados en sistemas mas o
ménos bellos e inadmisibles, venían rodando sobre los ma-
res a dejat· en nuestras playas ecos Iníuteljjiblcs ; pero ecos
del delor de la humanlded.que sine negaban al fondo de las
cnbezns.sl penetraban ¡poseían los corazones. , En esas tco-
Has, fuera d'el sentimiento que las patrocina i del motivo
que las provoca, lo demas, es el sueño de tilla alma [enero-
su, la embriaguez de. unos corazones dignos de recursos mas
e¡;¡c¡lI;)es,de medios ménos fantásticos,
Ese rumor aqul, era en Francia una tempestad, Esa
borrasca proscribié a la dinastía de Julio, i en sus exijen-
cías exejeradas Fué hasta acusar de traición 'a la .República
Cjtle hahín enjendrado. Cavaígnac i Changarnier salvaron
a la hija de la revolnoíen, de los raptos de su propia rna-
dre, , .. ,i el pueblo de París aprendió esa vez) que la gloria
11d conoce a las muchedumbres .•..
1..a atmósfera del marido estaba recargada de elemeu-
tos rc:volucjona1'ios, i uosorros, reflejo del va to Íllcendio
revolucionmío de la Francia de 89, no podiamos dejar de
vibrar, cuando el vasto arsenal de los combustibles del
mundo, tronaba en tan grandes detonaciones.
El partido Iíbernl de la Nueva Granada era por esos
tiempos un fantasma 'agobiado por el pesar, la impotencia
i quizá el remordimiento. Su adversarín, se .habla hecho
indigno .de sus triunfos por el abuso que había hecho de
ellos. Desde' 1837 a .1M9, los liberales fueron en este país
como los Parias en la Indla, Tanto se les-habla gritado qtle

.'
® Biblioteca Nacional de Colombia
,
--~l-
tli'3Í1ladronc!l, banHdos i salvajes., que es pl'obable que ellos'
mismos llegaron a creerlo ; cuando no eMU ni son mas
que lo que somos lodos nosotros, hijos de los españoles de
o1;rostiem pos; hermanos de !J;l$ españoles de boí,
Con el 7 de marzo de 49 el partido liberal tomó uu as-
pecto dé sspansion estupenda. Doce años de represion, aún,
melaron en su seno los jérmenes de uua esplosion narecida
a la venganza. El partido liberal, ~alilS de su tumba como'
un fantasma IlMO de rabia i cubierto de cica tr ices.' .....

1
El [eneral Lopez que tenia el pode!' de crear un miIJiS
t-erio, lo rectbío de los mismos a quienes debia el solio pre-
sidencial, El creyó que solo se trataba del líbcrnlis1no, úni-
ca dnctsina qne él conocía i había servido, Pero los horn-,
bres que lo rodearon habían leido a Luis Blane, a Ji'olll'I'ier,
a Cabet, a Proudhon .... DOIl Incita terrlble se empeñó en-
tre las doctríues conouídas por dmbos partidos, vencido i
vencedor, I de en medio de una berrasca estrepitosa, al t ra-
ves de sus ráfagas i de sus uníehlas, el socialismo, UIl socia-
lismo dejeneradQ, levantó su cabeza de hidra i todos ~embla-
~on •... El Preside,nle mismo, retroce?ió cspamado. •.•... ._j
Entonces el Jefe ele la idea SOQJal,con una risa sem~-
jauto a la convúlsicn de la ira, volvió la espalda al jefe de
la nación, i Ilamando a sus (dientes, gritó con el ácent0
de un inspirado : i el porvenir es nuestro 1 A este g.ri(,o, el
esptrítu de novedad hallo un grande eco en Ja juventud, i
sin saberlo, un embrión poll!lco apareclé en escena: la ec-
ta radical levanté una bandera, en cuyo fondo se leyó esta
sola palábl'a- ¡Adelante! ....
¿ Pero es osa la 1Ioz, el eco propio de la secta radica 1~
No! ella palla tener un,!iH*~as simbólico, deberte babel'
escrito en él este otro~ote: j Sdi'I/~S¡¡ quien pueda! • \ Ya jos-
tif1'Üaremos este ooncepto a la luz de un examen áei;preocu.
nades
• En 'vano se ha pedido a la secta radical, el conjunto
<le sus verdades fundamentales, el 'programa de sus axío-
mas .. Estrechado el jefe ele e ta lucida falanje.a l ñu, c~'oIi&"'~"" ....
para ceder a una importuna l apremiante exjjencia"'Q"'1Nm~
roo, acaso sin peusal' mucho en lo que decia : N(te
trillas eJt!Ín clmsigMdM m la histovia del partido libel'
·Ú¿p~· ~ ¿_.A/r",~.J"7

~.~~.
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-22--
. lo esaeto P. ••••• No! 11010 es. La verdad habría sido esta ~
"ábrid las obras de San Símon, de Fouríer, de Luís
Blanc, de Cabet, de Proudhou, i si en esas teor las no encon-
trais las nuestras, De os fatiguéis en buscarlas en oh-a paf-
te." Esto habl'ia síde mas franco, mas veraz.
En Ios dias q1le, cruzamos, el mundo tiene una ardiente
sed de euricsidad i una incansable vehemencia de investí-
gaciQu: 10$ hombres de hol mueren perdidos sobre los híe-
IQs desiertos del polo, buscando el paso al Oriente a la luz
de .las auroras boreales ; se sepultan en las en tl'<lña~ de la
tierra preguntando a la muerte p0r las obras de una crea"
cioa desconocida; revuelven el polvo i1e los lmperlos'I las
obras de las jeneracíones, i no se contentarán jarnás con
una respuesta evasiva. Bol es preciso oír al poeta inglés; 10
¡,~al' not to be; so pena de que el poeta francés responda
desde su tumba:
Bien 7t' es'! beau: q4c le VI'ai, le vrai seal. est aimable ••.•••
El viejo veterano q\le no había temblado al sentarse so-
bre un paHbulo para J1ar su sangre por la patria, se estre-
meció al borde de un abismo abierto a sus píés, i protesté
contra los que. pretendían empujarlo a aquella honda sima,
El tsíbuno radical, sonrió con el aire de una burla amena-
zante, i esgrimió su bien cortada pluma contra el hombre a
quien él mismo había elevado i que lo habia elevado a él
mismo. El jeneral López, vió a su an:tig~lOamigo, a sufe-
goso Seoretarjo de Haeienda, asestar a su autoridad los gol-
pes redoblados de un enemigo en ideas. El Presidente con-
testó con una Protesta permanente en un periódico redactado
.en las altas rejiones del Gobierno; pero- Lutero quemó la
ula de su escomunion •••••.
" . De entónees aoá, la secta radical ha ido de exajera-
eíon eo exajeraclon, arrancándonos dia pob dja una ilusion
sobre sus miras, sobre sus' armas i sobre las consecuencias
de SU$ problemas, '
o ........Hoí su programa es este:
Libertad ilimitada de la prensa. Si un hombre calum-
nia a etro, que ese calumniado se deflendaccmé pueda: si
.no puede o no sabe defenderse, que sucumba I La sociedad
no debe darle ninguna proteccíon, níngun amparo

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-23-
contra un agresor íníouo ...•••.••• ¡Sálvese quien p(tedCl!
Líbertad absoluta de la palabra : DO hai ínjuría en ha-
blar ; aunque lo que se habla sea una imputacion del ma-
yor cnimen, de la peor Infamia, i que esa írnputacíon sea
una atroz ímpostnra ; uno se defiende como puede, i si tío lo
puede, que sucumba! La sociedad no debe mezclarse en
esas miserias: ella no debe sino fallar, i fallará a.favor del
mas diestro o del mas poderoso; sjn hacer nada para .salvar
el derecho del débil, aunque la jnstieía lo favorezca. iSdl-
1)ue quien pued,t!
Libertad dp hacer moneda concedida a todo el mundo.
Es verdad que.las pobres masas populares.no entienden de
metalurjia ni de qntmica : es cierto que seran robadas sin
misericordia ; pero que vean bíeu lo que hacen ; isi DO sa-
ben ver bien lo que hacen; porque eso no depende de la
voluntad humana, q!:le sucumban! .•• i Sál'Q6SCquien paeda!
Abolicion de las aduanas; Es cierto que los artefactos
estranjeros l1~ando a esteerna baratura, dejaron a nuestros
artesanos con los brazos cruzados; pero que el zapatero
aprenda a alhañi}; el sastre a boga o a pescado», i el herre-
ro a agricola; é i miéntras aprendeu P ¿i si no aprenden?
ql!C sucumban! j SáLvese quien pttlJ.da!
Abolicioll de toda fueres rrmada permanente. Es cier-
to 'qué uua nacíon cualquiera puede declararnos la guerra;
pero ¿ quién ha dicho que para hacer la guel'l'a se necesitan
soldados P Se euvían unos cincuenta discurses al enemigo
sobre la barbarie de derrama" la ,sang¡'e humana, i el ene-
migo habrá de someterse! ..•. Vanidad de vanidades! ..•..
Pero si el enemigo se burla de los discursos i se burla de
nuestra vanidad, i nos prueba qae una nacion sin verdade-
ra circunspeccion, es un pueblo sin respetabllidad, incapaz
de figurar dignamente en la familia de las paoiones, j su-
cumben nuestras fronteras i nuestras Ieyes.r. •. ql1e sucum-
ban! t Sálvese quien. pueda !
AboHcion de la pena de muerte, Las mas graves UO;.Q.Í.
Des del globo, llenas de ciencias i de guíndes raoralís .'t ,¡ de
gl'a'ndes filósofos, i de gl'andes estadistas, han disc ;) o esa
gnn reforma sin atreverse a plnntearla, él la luz su alta
civilízacíon¡do 'u g" n moralldad; p"'. nosotr "le:;.

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mas que esos grandes pueblos: .nosotros, pobres colonos de
ayer, sin mas titulosque una vlslnmbee (le olvillznc íon
. prestada, al través de,medio siglo de escandalos afrsu toses
valemos moralmente mas qHe la Europa! Qué vanidad! Qué
delirante jactancia! .... Es cierto que habrá sicarios a ba-
jo precio; que donde no se han podido hacer verdaderas
cárceles, no pueden sup(merse buenos pan ópticos i pero eso
¿ qué impol·ta'1 La sociedad no time- 0'11"0 derecho, respecto de tos
tlelillcuentes,.que eeijirlos la (J.Q1tfl!sionde su crimen. (~El
Tiempo, número 16'2. ..o'J) m crimlual que se escapa de
SQS jueces, confiesa su delito i queda a paz! salve con la so-
ciedad .... (lcl. i~. íd.) Con estas mashnaa, bajo tal siste-
ma, ¿ quién tendrá seguridad? .. El q~le pueda dársela par
su brazo ; la suciedad no debe meterse eu mas honduras ..•
¿i el que no pueda precaverse o defenderse, qué hal'ál que
_ snoumba ! i SdLvesc quien pueda !.. J\lazzi_ni ha rechazado con
ind~guacÍ(Hl, con horror, su alianza con las cárceles de Jé-
nova: en nuestra A~ét:ica, esas delicadezas pasariau pOl'
pUl'a necedad, '
~bol,Íílilm de toda edueacieu social gratuita. ¿Por qué
se le ha (le pedir a un hombl'e:coD qué educo!' al hijo ajeno?
, aunque el primero sea rico i pobre el seg.undo.¿ Acaso esa
mdxima del vetusta catolicismo: ensoñar' ál que no S(Ü)6, vale'
algo? ¿I PQI' qué se le ha de pedi!' a un rico ¡pal'a pagarun
~obierilo que él se puede pI'OpOI'.ciOl1al· con sus crIados hién
armados? ..• ¡Sin duda t ••• Es verdad ~)l1C en este sistema
el pueblo pobre queda eternamente sepultado entre las tj-
nieblas de una barbarie inapelable; pero el pobre no s~ el(uca
nllnea, sagpn el Gobernador de Santander. Se educarán Jos
hi~os de los ricos; porque esas sí Henep Oflr110 paga¡' maes-
l'1'OS para sus hijos, Los de los pobres sueumbinla : que $\\:
Cl1lUbOl11, ¡SeiLv1!sequien plteda! Es~o formaría un país CQIDO
elímperío euso. Alta clase bien nutrida de conoeimlentos :
, pueblo perdido entre las sombras oG la nada: situación pro-
vocante .Dallan n- despotismo normal !.•• Esto osplica lassim-
patlas I'j,LM-J'tJ.dit:a!c~ de la -Nueva Granada en los días de la
cI.Lestían de Q'rie~lle••.. t Oh malvado i Sdttrese qúien pueda!
Nada de hospitales, lli de hospicios, ni de cunas de espé-
sítds costeadas P.Ol' la sociedad. Por 1;:\misma razon porque

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no hai ,lr.reo/¡o parapedil'le al rico pora educar al hijo del po~
bre, que acaso ha nacido con talentos qlle pueden luego
servir al mismo rico j de gloria al país, se dirá por el rico:
¿ por qué he de pagar yo pata curar, para hospedar ni para
salvar al hijo de otre P Que. cada .cual se cure, se hospede i
se orle como puedn ; i el 'fue !Jo lo pueda, que sucumba l ..
i.Sát1!es~ quüm pUilJia !. , , ,
Libertad de pesas i medidas. Las masas no saben que
diferencia haí entre el metro Ia valla, entre el gramo i la
í

onza; serán estafadas sin que lo adviertan; pero que apren-


dan a advertirlo, i si no Jo advierten, que sucumban! ¡Sál-
vese quien. pueda! ,
. Eu fin, abajo la autoridad social' Abajo el g9bierno í
Esta es la: últíma palabra del sacerdocio radícaí, Pero ¿ có-
mo? ¿Acaso gradualmente, moralizando al heínhre por in '
sanrid d del derecho i Ia armonía deIa justicia'universal ?No
tal! que esa .seria obra (le romanos i los romanes DO son hoi
sino un poco de polvo, mudo ante el víajero asembrado ..•
t.a tarea es raas fácil: se deroga 1'11 código penal •••. ¿ 1 qué
queda p81'a mantener ileso el dereche ante el egoismo bru-
tal (le los malvados'! ¿qué queda t pues la opínion l ••. Los
malvados contenidos pOI' la opínien l.•.Ellos que son mal-
vados porque desprecian la moral i toda nocion de dIgnidad
personal! .•. y~, no es la oonfesion de su clli,men lo que los
pono a paz j salvo con una familia cubierta de duelo i de
lágrimas pOI' el puñal de un facineroso !•.•.La risa huma-
• na es impotente para celebrar estas luminosas concepeío-
nes .....•.• ¡La opíníon, sombra sin vida para todos les
hombres sin pudor, pal'a todos los peores euemíges del
derecho ajeno, el incendiario, el salteador i el asesino;
j sínembaego, sirvíendo de obstáculo a los desbordes
de los mas atroces instintos'! El imperio de la opi-
níon, supone probi4ad, delicadeza. poslcíou social, i deseas
de la es1imacion pública, ¿Tie.nen todo esto los salteadores,
los oalumuiaderes i los lIsesi~os 1••• El hombre que concibe
i ejecuta un robo bolielle honor? ~conoce la dignidad o ",p--
decoro personal? Si Ja opiaíoa, ese espectro, sin vida , !Jio-
nifioac:ion para el crimen, es-Io que ha de contener! '1fqué
será del porvcmr social ? •••• ¡ •••

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Hé aquí la escuela radical de nuestro país. ¡Haiquien
~e levente a des1Ylt~t1tiI'L10,~q QL1C lo ose ; per0 que no retro-
ceda ante las pruebas .• ,.,. Aloe la frente i pidalas; se le
darán 1.•. ', .
z Es eso el el'iSlia~ísmo7 .No I Blasfemia! ..••
...... El Cl'j&tianjsmo es la fraternidad . .Ante la Cruz, el rnun-
do llO es sino ami vasta hermandad, con el Cds.to PQ·rpadre.
por maestre i por red~lJtor del jénero humano. La -frater-
nldad es la m úbua protecciou entre todos Los hombres ; i él
$#I)ese quien pueda .• 11O es sino él ceo áspero de un corazon
de bronce. Esto.merece la mas séeia meditación de todo
hombre humane í pat¡;iota,
¿ Es pesíble qtHl una juventud bella, iritelijente i 01'15- '
tiaua, uua juventud que es la heredera de nuestras últimas
conquistes, que es el eslabou que uue nuestras tumbas a 5US
glorias, caiga, i caiga ~ nuestros ojos' atonitos en tan deplo-
loables del ir-ios ~
,. QwU ¿ha muerto palla T:Josotllps el amor del p,ój~l1'lO p
J~a sangre .de ese inmenso martirio del Cristo i de SUB ceo.
fesores, murjeudo treseienros años en los circos 1'000111105,
n DO nos 111).I'[t pi 1.:II1a sola gottl de tanta sangre para salvar-
nos de tanta ignornillia?, .. No, no hai fatalidad ¡ La fata-
lidad no es !lino un fautasma del, caos, sin poder i~Sj¡l virla,
Slqn [era los social'ístas europeos son Jos apóstoles del
inmrtl1nio, son los s·aMos del Iram bre de'Jas;muched1.1ln-
hres. SllslIIedi.os pueden ser erróneos, alarmantesyínad-
mísibles ; per~ al rnénos en esos tremendos alaridos, en el.
fondo de esas ne~l'\1S tempestades, brilla algo parecido a la
car'idad del EVaIljél(o .. , . _.. .
Los hombres que queriendo remedar aquí a esos gr~n-
des jenlos de la desesperaelon de las masas atormentadas
por el desamparo.rsc han leva'ntado para sistematizar la fi.
Iosofla dellaissel' {aire, van pel' otro camino que sus mode-
los; van en PQi del reiuado del hombre por si i para si, , • t
en esta hU1IHl,roa,; -S!(JI'i;t alcanzar ian en'Ia derrota que ell
Jos mayores ~riUnr05. , .. Sí, van en pos de una deshereda-
píon de Lahumanidad desvalida ... El pobre pat'a ellos es un
espectro de otro muudo .' sus dolores, !lUS ares no deben
f9f.?ntl'ar 1)t1 solo eco. , . Di,gámoslo de una vez,: van ell po'

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tic un monstrueso egoísmo! ¡Qué gl'nn conquista! •... : '
¿Es'esto ir adelaute ? Sí, Ir adelante, como los agonia~
de la muerte, van adelante de las tumbas. '
L Triunfad esta secta? i Imposíble I Pero pOdl·¡j hacec
algo parecido a una victoria satárrica t barbarizar la sociedad
por algunos años, secar todos los eonazones i ahogar mill!!-:
res de' hombres entre un océano c:Te' sangl'~.i de lágl'imas,' •.
Este es su por¡¡enil'! .•• LPor qué? por lo que hemos dicho
áutes de empezar este trabajo: Tout mensonge rep€té, devíent
une vér¿té ¡ no para siempre; pero eso sucede ,pO'1' alguli
ti:enlpo..· . . . • ,
hora decldme, vosotros los que detestaís la autoridad

i el gobierno, ¿ cómo es que con tales ideas, buscaís, em¡;e-
ro, por todas (lartes, el solio del poder q t A qué esas candi-
damras para jueces, lejisladores i gobernantes t ¡;B~q\1(~.
deseáis P<l,SCCl' la a g~orid~dt p'~~a hacer por la fuerza de su
poder, IQ que no alcauzais a hacer C011 vuestras contradíc-
torias pretencioues t Pero enténces, ¿en que queda vues-
tra soheranln lndividual, si el individuo sebepaoo en vez de,
un ooncencimiento previo, recibe de vuestras manos.Ia elimi-
nacícn de lo qut¡! vuestra palabra no alcanza siqulera a con-
mover? .. , Oh 1 Estp serfa ya algo peol' que el simpleerror:
eslo no hada honor a vuestra probidad. El. hombre dañino.
por eqnívocacíon, merece todavía algunas consideraciones.
El que daña sil) esa disculpa, vosotros sabéis qué es lo qll~
m'crece.· , , ,.
. '~Si vosotros '~oquereis leyes ui gobiemo, sed' conse-
cuentes; quedaos en ~'u,eS¡I'~ tribuna i buscad desdeallt la
desistencta popular, respecto de ónlen social i de funeíona-
ríos públicos; pOI'CIlle un, hombre de bien, no auheba (m puesto
que él mira como una «sw'pflcion :si lo acepta, es para honrarlo:
la sociedad le exlje siempre esta Im;¡mesa prévia ; i ningulI
-ser meralizado acepta un compuorníso con ta arriére pensée de;
violarlo Indignamente. ~ .
!o he 01: natto be. Sed l.oq~le ~tlerais; pero sed siem_--_._
pre dignos de nuestro aprecio, .1 hasta de nuestro res'pe ;,
popq\1e al• (10, sois hombres i sois ademas

nuestros ~~í'OS
eompa
Ó Ir intas,
IJ:ffSi realqulflle
;.. • I
detestáis
~
el ¡;obierno i sus leyes, rélirao~

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. ele ias ni-nas eíectorales ! De esta manera,' aunque no acep-
temos vuestras ideas, no tendremos un derecho a negaros
nuestra estimaeíon . .t:tJ
Esto es justo; i vuestro escepticismo respecto del poder
social. uo podrá ir jamás hasta la negacion de la justiciá;
porque entónces, negadais a Dios i dejaríais de ser hom-
Mes ...•.• i Vana esperanza! Vosotros n6 Emtl'3is en discu-
siones íundaoaentalésa callaís irepetis millares de veces 10
que no podeis demostrar; confiados en una verdad de rus-
fr,az elH:en-ada en nuestro testo: Tout mei'lsóngerdpété,
Uc'vient une vérité ••.•.••• " Toda mentira repetida viene-a
Ser como una verdad". . • • • • • • .'

ll\1PRI!lNTA. D'E "EL NUCLEO LIBERAL;'

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