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COMENTARIOS DIDAQlJE
NUEVO TESTAMENTO
lNTRODUCClON y COMENTARlO
por
LEON MORRIS
Recior del Ridley College, Melboume, Australia
EDICIONES CERTEZA
. BUENOS AIRES
1977
Título Oliginal: The Rfmelation of Sto Jo/jn
Copyright ©1969, Tbe Tyndale Press
39, BedfordSquare, .Londres WC1B 3EY
Traducción por Ernesto Buárez Vilela
· .
. Es· ostensible el interés que eH l'stosúltimos años ha hahido
en el estudio de las Sagradas Escrituras. Sé trata de un ver-
.dadero despertar b:blico que no se limita a lbs teólogos pro-
fesionales síno que se extiende a muchísimos cristianos tanto
.. eii~l campo protestante como e11 el catolicorromano.
A pesar de la proliferación de literatura que caracteriza
. este momento ·de auge {'scriturístico,éxisteaún una necesi-
· dad ampliamente sentida entre quienes desean profundizar
en el estudio de la Biblia: la de comentarios que, sin ser
. técnicos, expliquen el significado. del texto haciendn uso
. de todos los recursóspi'opios de ~áexégesis. Esta es la ne-
··cesidad que quisiéramos llenar cci!l la publicación de los
Comentarios Didaqüé. El pr-opósitoque nos anima es poner
· en manos del lector una serie de .obras que, aunque escritas
· por diferentes autores, tienen en común el deseo de mante-
. ·ner la calidad exegética mediante una referencia constante
i1 los idiomas originales y a la situación histórica de los es-
eritores sagrados, a: fin· de proITlÓver una: genuina teología
híblica. El énfasis de estos comentarios está en la inte..-pre-
tadón, aunque sin dejarcompleta.mente de lado la nota ho-
milética. Prima el criterio de dejar que la Biblia hable por
su propia cuenta. Quedan C'xcluidas las >alegorizaciones y
las l1plicaciones que, aunque se inspiren en el afán de mos-
trar la actualidad del mensaje bíblico, nO puedan despren-
derse legítimamente del texto. Todos 10satItores son gente
· de reconocida competencia enCl mundo de los estudios
bíblicos; .
Casi todos los títulos incluidús en esta colección forman
parte de .llna setie de comentatios de failla mundial, puhli-
cada por la T)indale Press en Inglaterra. Para la trac! IIcd(lII
s~ ha tomado como base la más difundida de las versiones
el" la Bihlia, la Reina-Vakra (Revisión deHJ60). Sin eJ11har-
5
g¡J, también se ha hecho uso de ~afias otras traducciones
castellanas, incluyendo la populal" Dios llega al hambre en
el caso del Nuevo Testamento.
Por todos lados hoy día hay señales evidentes de un an-
helo de renovación espiritual. Lanzamos estos comentarios
al público hispanoparlante con la esperanza de que, gracias
a su magistral combinación de erudición bíblica, sencilJez y
fidelidad a ]a' Palabra escrita, sirvan al propósito de que
esa renovación mantenga una orientación' auténticam0nte
bíblica, para la gloria de Dios y la edificación de la Iglesia
de Cristo.
LOS EDITORES
CU.\tE.\:lDO
AHREVIATURAS P1UNClPALES 1I
¡:--iTRODUCCION"
flltel'prf'taciiin 15
La Revelaeión de Sun .luan y la liter¡¡tura
upocalíptka 24
El autor 27·
Fecha 38
Fut'lltes
:\NALISIS 48
(O~IENTARIO 50
PROLOGO DEL AUTOR
9
lI¡a gelleral con f:'! añadido del específico recollocimipJlto
que dejo constancia en el texto propiamente dicho del Co-
mentario y en las IlOtas al pic de página.
Este Coml'lltario ha c!'tado en preparación durailte mu-
l'hos nños y, por lo tanto, he tenido tiempo de reflexionar
l'ollsidcrablenlt'nte resp('cto <1 alguno de sus problemas. No
ohstante ello, ha sido escrito en los intervalos -=demasiado
pocos y breves - de una intensa actividadr::omo director
dc una, institución universitaria. Consecuentemente, ruego
d perdón dd lector por las muchas imperfecciones' que
hallará. Por otra parte, deseo manifestar mi gratitud por
la paciencia demosh'ada por los edit'ores como también por
('] editor gem·ral. Me .habían encargado este libro haee ya
vmios años y tenían todo i.'l derecho de esperarlo desde
('ntoll(,(,s; no obstante, han considerado mi retraso con bon-
dad y comprensión. L('s estoy agradecido.
LEON MORRIS
10
ABREVIATUHAS PHl'\CII'ALES
u
Caird A Commentary On the Repeiation.oiSt, ]ohn
the Dívine por G. B. C;ri.írd (BllÚ;k's New
Testament Commentaries );1966. . . . . .
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Revelaticn.ol St. J ahn poi' R. H. Charles (I11- ..
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\Valvoord The Revelation of Jesus Christ por John F.
Walvoord, 1966.
14
INTRODUCCION
1. INTERPRETACION
15
APOCALIPSIS
16
INTRODUCCION
B. El en.foque "historicista"
Quienes consideran al libro en esta forma aseguran CjlH'. es
una inspirada predicción de toda la historia humana. Con-
sideran que los símbolos establecen a grandes rasgos un
bosquejo de historia de la Europa occidental que abarca
hasta la misma segunda venida de Cristo. Tal posición por
cierto hace significativo al Apocalipsis para esta generación,
por lo menos en parte. Fortalece la fe el. ver que toda la
historia se halla bajo el control de Dios. Sin embargo, los
primeros cristianos poco habrían podido obtener de un tbi.'o
cuya principal preocupación fuera básicamente con períodos
posteriores. Para ellos la mayor parte del libro dehería
17
/\.FOCALIPSIS
D. El enfoque "idealista"
Algunos sostienen que en el Apocalipsis hay pocas referen-
cias, o ninguna, a acontecimientos del tiempo del autor
18
lNTRODUCCION
19
APOCALIPSIS
20
INTRODuce/( l.\ .
21
APOCALIPSIS
22
INTRODVCCIOX
2.3
APOCALIPSIS
24
INTRODUeeION
25
.tPOCALIPSIS
26
. '
JNTRODUCClON
111. EL AUTOR.
27
APOCALIPSIS
17 P. xxxiii.
18 E. Stauffer cree que la relación entre el apocalipticista,. por un
lado, y la igleSia de Efeso y las iglesias relacionadas con' ésta en el
Asia Menor, por otrÓ lado, es muy semejante a la del evangelista
con sus discípulos y sus iglesias. Cita Ap. 1 :4; 2:1, 5 y Jn. 21 :22, 24
como evidencia de ello (Netv Testament Theology, 1955, p. 264, n.
75).
19 Justino dice con referencia a Ap. 20: "Había con nosotrós un
cierto hombre cuyo nombre era Juan, uno de los apóstoles de Cristo,
que profetizaba por revelación ... " (Dial Try. Ixxxi , ANF, 1, p. 240).
Charles, quien cree que Justino estaba equivocado, reconoce que éste
es un testimonio antiguo y lo sitúa "tan temprano como l': año 135
d. c., aproximadamente" (1, p. xxxvii, n. 2).
28
INTRODUCCION
20 P. xxxv.
21 En A1:d. Haer. IV. 20:11, IV. 30:4, V. 26-1 (ANF, 1, pp. 491,
.504, 554) dice que el Apocalipsis fue escrito por "Juan, el discípulo
del Señor", cosa que la mayoría entiende como referido al apóstol.
22 Ver J. Stevenson, A New Euseb{us, 1963, p. 146.
29
APOCALIPSIS
30
lNTRODUCCIOJV
31 Eusebius, H. E. ~ii 25, Loeb edn., 11, pp. 207s. James Orr re-
smr!e la objeción con estas palabras: "Son dos obras muy diversas
en sus características. Por una parte, el Evangelio, reposado, espiri-
. tual, místico, abundando en expresiones características tales como
vida, luz, amor, etc., escrito en griego correcto. Por otra parte, el
Apocalipsis, abrupto, misterioso, materialista en sus simbolismos, ine-
xacto y bárbaro en sus expresiones idiomáticas, empleando a veces
"olecismos. Estos dos libros, se argumentaba, no podían procedel' de
IIn mismo autor" (ISBE, IV, p. 2583).
32 A Neto Commentary on Holy Scripture, ("d. G. Gore et al, III,
19-.'37, p. 681.
.'31
APOCALIPSIS
32
lNTRODUCCION
.34
I:\'TRODUCCION
42. Gp. cit., p. 681. Ver además Codet, C01llmentary on the Cospel
of .Jolm, 1, s.e pp. 182-190-, AlfOl'd, pp. 224-228, C. Salmon, A.
Historical Introduction to the Study of the Books of the NetO Tes-
tament, 1892, pp. 211-221.
<1:: Op. cit., p. 2fl.
35
APOCALIPSIS
36
INTRODUCCION.
37
APOCALIPSIS
IV. FECHA
38 ,
INTROVUCCJOI\;
:39
" .
APOCALIPSIS
40
lNTROJ)['CCIO."
41
APOCALIPSIS
42
, lNTRODUCCION
4.3
,1 FOCALIPSlS
44
lNTRODUCCION
45
APOCALIPSIS
V. FUENTES
41'
ANALISIS
48
VI. SIETE SEÑALES SIG"IIFICATI\AS 11~:I-ll::2()I.
A. La nmier \estitla d,,1 "ni I 1:2: I-n l.
B. Satamís (·xplllsado (1:2:7-121.
C. Satanás en .gllerra - contru la 1llllkr y ,·1 Ilijo cit· esta
(12:1:3-17).
D. La bestia del lllar( 1:3: 1-10).
E. La hestia de la tielTa (1:3: 11-1 H) .
F. El Cordero dd lllOnt'· Si,'m (1-1: 1-." 1,
G. La cosecha d" la 1i"ITa (J..I: 6-20 J •
VII. LAS SIETE ULTIMAS PLAGAS (1 i1: 1-111:211 .
.-\. Preliminart's (1.5: 1-1> l.
B. La primera copa (Hi: 1-2 l.
e. La segunda copa (16::3 J.
D. La tercera copa (16:-1-7).
E. La cuarta copa (16:8. H).
F. La quipta copa (16:10, 11).
C. La sexta copa (16:12-16).
H. La septima copa (16:17-21 i.
VIII. EL TRIUNFO DEL DIOS TODOPODEROSO (17:1-20:15).
A. El juicio de la gran ramera (17:1-18).
B. El juicio de Bahilonia (18:1-19:,,)).
C. Las bodas del Cordero (lH:6-10),
D. L;¡ victoria final (19:11-20:1i1~.
IX. UN NUEVO CIELO y UNA NUEVA TIERRA (21:1-22:5).
A. "Dios ... con ellos" (21:1-4).
R. La separación entre .el bit'n y ,,1 mal (21: 5-8).
c. La santa ciudad (21: 9-2} ) ,
1). "No hahrá allí [mis Hocb!''' (21 :22-22:5),
\. EPILOGO (22:fj-21).
49
COMENTARIO
l. PROLOGO (1:1 • 20)
51
AFOCALIPSIS 1:4
B. Salutación (1 :4-8)
El libro de Apocalipsis está redactado en forma de una
carta .. Algunos han opinado que esto es artificial pero nO
hay razón valedera para dudarlo. Va dirigido a las siete
iglesias del Asia Menor y aunque, evidentemente, estaba
destinado a un círculo más amplio, es claro también que
llevaba el propósito de establecer una comunicación seria
con tales iglesias. En cuanto a la forma epistolar acostum-
brada, véase la nota sobre 1 Tesalonicences 1: 1. 1
52
APOCALIPSIS 1:4
53
APOCALIPSIS 1:5·6
54
APOCALIPSl~ 1:7
56
l\POCALlPSlS 1:9, lO
57
, I/'OCALJ PSI S /: ll,l:]
S8
APOCALIPSIS 1:12,lJ
59
,',['OCALlI'S/S J: 1-1, IS
60
¡\roC¡\UPSIS 1. 16,17
:2 Art. "Sword",
61
APOCALIPSIS 1:18,1.9
plo, 6:8; 8:7 con 9:4; 8:12;' 14:4; 17:1 con 3; 20:3; 20:13).
Las palabras no temll8 ("deja de estar temeroso") son fa-
miliares ya en los Evangelios donde Jesús habló varias veces
en esta manera. El primero y el último (usado nuevamente
con respecto a Cristo en 2:8; 22:13) significa casi lo mismo
que "el Alfa y la Omega" utilizado con referencia a Dios
en el versículo 8 (et. Is. 44:6; 48:12). Se trata- de otra apli-
cación de términos divinos para referirse a Cristo.
62
A.POCALIPSIS 1:20
63
MOCALlPS¡S 2:1-3:22
las iglesias. Así Swete dice: "En este libro simbólico el án-
gel de la iglesia puede ser simplemente una expresión del
espíritu prevaleciente, siendo así identificado con Cristo
mismo".
Otros prefieren pensar en algún representante terrenal de
las iglesias: La gran ventaja de este punto de vista es que
una persona tal resulta Un destinatario mucho más natural
de una carta para una iglesia que lo que puede ser cualquier
personaje celestiaL La desventaja consiste en saber quién
puede ser tal persona. Se mencionan los mensajeros que lle-
varon las 'cartas a las iglesias, pero no parece haber razón
para dirigir las cartas a tales "carteros". Más verosímil pa-
rece ser el punto de vista que sugiere que los "ángeles" son
los obispos o pastores de las iglesias. Esta sería una !'1olución
adecuada, excepto que no sabemos si las iglesias tenían
ohispos o pastores individuales en época tan temprana co-
mo ésta. Si los tenían, ¿por qué llamarlos ángeles? Surgen
dificultades en cualquier manera que se encare la interpre-
tación, aunque quizá todo resulte más simple si se ve a los
ángeles como los espíritus de las iglesias, representando y
simbolizando a las .mismas. Los siete candeleros o, mejor,
"candelabros", son las siete iglesias, es decir, las iglesias exis~
tentes propiamente dichas. Vale la pena notar que las iglé-
si as no son más que "candelabros". La luz es Cristo, y ellas
deben manifestarlo a él.
64
APOCALIPSIS 2:1-3:22
65
AJ'OCALlPSIS 2: 1-7: 1
66
APOCALIPSIS 2:2
67
APOCALIPSIS 2:3-5
69
APOCALIPSIS 2:7'
70
APOCALIPSIS 2:8-1l
71
APOCALIPSIS 2:8,9
72
APOCALIPSIS 2: 10
73
APOCALIPSIS 2:11; 1'2-17
74
APOCALIPSIS 2:12,13
75
;\POCALIPSIS 2:14
14. Llegamos ahora a las cosas erradas, que son unas po-
cas y parecen estar relacionadas con la falsa enseñanza. Nues-
tra informaciqn no nos permite identificar el error con exac-
titud. Sin embargo BalatJm (véase nota sobre versículo 6)
fue el hombre que habiéndosele impedido que maldijera a
Israel, al parecer sugirió á Balac, rey de Moab, que los is~
rae litas perderían la protección de Dios si les podía inducir
a que adorasen los ídolos (Nro. 31:16).
El incidente de Baal-peor dejó profunda impresión en las
generaciones posteriores. Se hizo proverbial en lo referente
a decadencia espiritual. La alusión aquí tiene .que ver con
Balaam enseñando a Balac a poner tropiezo ante los hiio8 de
Israel. El tropiezo (ikandalon) era el palo que hacia fundonar
ei mecanismo de la trampa cuando un pájaro se posaba sobre
76
APOCALIPSIS 2:15-17
77
APOCALIPSIS 2:17
78
,\l'OCALlI'SIS 2:1k-29
79
. \/'OC\U I'S/S .2: 18-.20
80
APOCALIPSIS 2:20
81
APOCALIPSIS 2:21,22 -
82
APOCALIPSIS 2:23,24
83
AFOCALIPSIS 2:25
25. Esto no quiere decir que la vida sea fácil. Hay una
tarea necesaria que tiene que llevarse a cabo. Ellos tienen
que retener ("retener con mano firme") lo que (singular)
84
APOCALIPSIS 2:26-28
85
APOCALIPSIS 2:29; 8:1-6; 1
86
APOCALIPSIS 3:2,:1
2. Sé vigilailte (et. Ro. 13: 11; 1 Co. 16: 13) (:'s una reco-
mendación que tiene que haber llegado con especial fUCIza
a la iglesia de una ciudad que ya dos veces habla sido cap-
turada debido pre(!isamente a la falta de vigilancia. De igual
modo, la falta de alerta espiritual puede resultar muy cos-
tosa. Sin embargo, no todo está perdido todavía porque hay
cosas que aún existen, aunque están para morir. Si las ascuas
no son apantalladas y avivadas hasta que nuevamente surja
la llama, pronto se apagan. Está iglesia puede haber agra-
dado a los hombres pero no agradó a Dios. Nada de ]0 que
hizo fue perfecto (es decir, "completo") delante de Dios. No
prosignieron sus obras hasta el cumplimiento pleno. Pode-
.mos preguntamos por qué tanto los judíos como los romanos
no molestaron, al parecer, a esta iglesia, en contraste con lo
sucedido con otras iglesias vecinas. La respuesta bien-pu-
diera ser que el'o fue debido a la falta de un cristianismo
pujante y positivo. "Satisfechos con su mediocridad, raren-
te~ de entusiasmo e inquietudes como para aventurarse en
una herejía, y faltos de la profunda convicción que provoca
la intolerancia, tal iglesia no tenía méritos como paTa ser
perseguida" (Caird). .
87
APOCALIPSIS 3:4
88
APOCAUPSlS 8:.5,6: 7-1;]
89
APOCALIPSIS 3:7,8
90
APOCALIPSIS 3:9,10'
91
APOCALIPSIS 3:11,12
92
APOCALIPSIS 3: 13
93
,\FOCALIPSIS 8: i4-22; 14
94
/\POCAUPSTS :3:/5,10
Jn, 1::3; Col. 1: 15, 18). Hay varias semejanzas con Colo-
senses (carta que Pablo hab!a recomendado fuese leída en
Laoclicea, Co!. 4:16). Es razonable llegar a la conclmión
de que la iglesia laodicense' había copiado y atesorado la
Carta a los colosenses y que Juan está ahora apelandú al
conocimiento que ellos tenían de la misma.
95
APOCALIPSIS 3:17-18
96
APOCALIPSIS 8: 19,20
97
APOCALIPSIS 3:21, 22; 4:1-11; 1
98
APOCALIPSIS 4: 1
99
APOCALIPSIS 4:2,3
100
,\POCALlPSIS 4:4
10 EB, 'i804s.
11 NBV, p.632.
101
APOCALIPSIS 4:5
1:! Cf. N. B. Stonehouse, P01l1 before the Areopagus, 1957, cap. IV.
102
APOCALIPSIS 1:6
103
APOCALIPSIS 4:6
104
APOCALIPSIS 4:7
105
APOCALIPSIS 4:8,10
106
APOCALIPSIS 4: 11
107
APOCALIPSIS 5: 1-8:5
108
APOCALIPSIS 5:.1-4
109
APOCALIPSIS 5:2,3
110
APOCALIPSIS 5:4,5
111
APOCALIPSIS 5:6
112
APOCAUPSIS .5:;'
Enoc 40:9 los macabeos son corderos con cuernos (ef. Test.
José 19:8ss). También debemos tener en cuenta que el
cordero era la típica víctima sacrificial. En manera alguna
era el. único animal ofreCido en los altares de la antigüe-
dad, pero era sí ofrecido muy a menudo. Cuando Juan
habla del Cordero eomo inmolado no puede haber duda
que está pensando en términos de sacrificio. Pero no es
que piense que el Cordero esté muerto, sino "como si fue-
ni inmolado", puesto que este Cordero está rebosante de
e vida. El tiempo perfecto del griego significa aquí que el
Cordero no sólo fue inmolado a su debido tiempo sino
que la eficacia de su muerte está vigente con todo supoder.
El Cordero tenía siete cuernos. En el Antiguo Testamen-
to el cuerno es con frecuencia usado como símbolo de
fortaleza (por ejemplo Dt. 33: 17). Siete es el número de
la perfección, de manera que los siete cuernos indican la
perfecta fortaleza deL Cordero que está capacitado para
hacer frente a cualquier emergencia. También tenía siete
o;os, los cuales son interpretados como los siete espíritus
de Dios enviados por toda' la tierra (ef. Zac. 4:10)-. La
expresión puede aludir al Espíritu Santo (ver nota sobre
1:4). En este caso el Espíritu está estrechamente relacio-
nado con Cristo (cf. "el Espíritu de Jesús", Hch. 16:7, mg).
Pero parece haber 'pocas razones para aludir aquí al Es-
píritu Santo. Es posible que el simbolismo simplemente
atribuya omnisciencia al Cordero. Los siete ojos en este
caso denotan perfecta visión. Nada pasa inadvertido para
él. ¿Qué es lo que Juan quiere decirnos con estos distin-
tos símbolos? Al parecer lo que manifiesta es que Cristo,
de la tribu de Judá y de la casa de David, es supremo,
tanto. en poder como en conocimiento, y que ha vencido
mediante su muerte expiatoria y sacrificial. Tenemos aquí
una impresionante combinación de pensamientos referidos
a la suma del poder y a la suma de la abnegación.
113
APOCALIPSIS 5:8-10
114
APOCALIPSIS 5:9,10
115
\
APOCALIPSIS 5:9,10
116
APOCALIPSIS 5:11,12
117
APOCALIPSIS 5:13
118
APOCALIPSIS 5:14; 6:1-2
119
APOCALIPSIS 6:1
120
APOCAl.. IPS1S (;:2
121
APOCALIPSIS 6:2 '
122
APOCALIPSIS 6:3,4
123
APOCALIPSIS 6:5,6
6. Juan no oyó una voz sino "como una voz" (así en BJ).
En esta expresión aparece nuevamente su característica re-
serva .• N o dice quién habló, vero como' la voz llegó de en
medio de los cuatro seres vivientes, tiene que haber sido
la de una Persona divina.
Un coinix era aproximadamente 'un litro; nuestra versión
traduce dos libras ("dos litros", BJ). El denario era el jornal
de un trabajador común (Mt. 20:2). Charles cita a Herodoto
y a otras. autoridades para mostrar que un coinix" de trigo
Era la ración diariá de un hombre. Sin embargo, como un
jornalero compraría cebada más bien que trigo y habría
seis libras de cebada por un denario, nuestro texto señala
que las cantidades disponibles para la familia del jornalero
son pequeñas. Es el precio del hambre, pero no el.precio de
la inanición. Dañar es un verbo muy extraño aplicado con
referencia al aceite y al vino. Pero el significado parece ser
que, junto con la escasez de pan, habrá abundancia de acei-
te y de vino. Las necesidades vitales de los pobres serán
insuficientemente atendidas, mientras que el lujo de los
ricos no cesará. Charles habla de un momento cuando Do-
miciano, en un esfuerzo por estimular la producción de ce-
reales, ordenó que no se plantase ninguna nueva viña en
Italia y que la mitad de las viñas existentes en las provin-
das fuesen destruidas. Esto provocó tales protestas· lue el
edicto tuvo que ser derogado. Algo semejante es lo que
124
APOCAÜPSIS (;:7.8
125
APOCALIPSIS 6:9
126
APOCALIPSIS 6:10
128
· .
A.POC:\UPSIS 6; 1:1, f;l
129
APOCALlPSlf¡ 6:14-16
130
- APOCALIPSIS 6:17; 7:1-8
131
APOCALIPSIS 7: 1
132
APOCALIPSIS 7:2,3
133
APOCALIPSIS 7:4
134
APOCALiPSIS 7:5-8
135
APOCALIPSIS 7:0
136
APOCALIPSIS 7:10-12
137
APOCALIPSIS 7:13,14
138
APOCALIPSIS 7: 15-17
15. Por esta razón (por esto) están delante del trono de
Dios. Allí le sirven de día y de noche (cf. 1 Cr. 9:33). Ju!!n
no contempla el cielo como el escenario de una. santa inac-
tividad. El término templo, (naos propiamente .significa
"santuario") hace surgir problemas, particularmente en vis-
ta de la posterior afirmación de que en el estado final de
cosas no h~brá templo (21:22). Es probable queatooo el
cielo se lo considere· aquí como un santuario en el cual
los componentes del pueblo de Dios son sacerdotes ( 1: 6; -
5:10) y disfrutan de su presencia inmediata. El que está
Slmfado sobre el trono (es decir, Dios en su carácter de
Rey) extenderá su tabernáculo sobre ellos. El verbo skenosei
trae el recuerdo del tabernáculo (skene) del desierto. Podría-
mos traducir así: "El hará que su Shekinah more con ellos",
tomando· "Shekinah" (como lo era entre los judíos) como"
indicativo de la presencia de Dios.. Hubiéramos podido es-
perar el uso del tiempo presente, pero Juan utiliza el futuro
al señalar la gloriosa perspectiva que aguarda.
139
APOCALIPSIS 8:1 .
140
APOCALIPSIS 8:2.3
141
APOCALIPSIS 8:4,5
. 142
APOCALIPSIS 8:6-11: 19
143
APOCALIPSIS 8:6-7
. -
petas más bien atraen nuestra atepción sobre la actividad
divina:. Dios actúa contra el pecado. También debemos te-
ner en cuenta que éstos no son los juicios finales. En cada
caso solamente un tercio es afectado, lo cual sirve de -ad-
.vertencia. Ciertamente el sonido de la trompeta es' para
hacer un llamado de atención (Ez. 33:3).
144
APOCALIPSIS 8:8,9
145
APOCALIPSIS 8:1.0-12
146
,\/'OCALIPSIS 8:13; 9:1,12
147
APOCALIPSIS 9:i-12 '
148
APOCALIPSIS 9:1
149
AP9CALIPSIS 9:1
150
APOCALIPSIS 9!'Z-"
rsI
APOCALIPSIS 9:5'
5. Y les fue dado nos recuerda una vez más las limita-
dones del podér del mal. Los demonios solamente pueden
ejercei' el poder que les es concedido. En esta ocasión tie-
ntn poder para .ltonnentar, pero no se les permite m.llar.
El período de cinco me.ses asignado para que realipen su
tomento concuerda. con el hecho de que es como. tot"inento
de escorpión. La mordedura del escorpión, aunque dolo-
rosa, rara vez es fatal. E! tiel:1pO mencionado puede de:
berse al hecho de qUi' la vida natwalde un escorpión
abarca más o menos ese páíodo. O quizá esté implícita la
i(lea de lo incompleto. Ol~caba cinco duodécimos de afio
(cf. el usq de un tercio para referirse. a las plagas. ante-
ríe Tes). SBk llama la atención al.frecuente uso del número
cinco, como en el caso .de los drico pajarill6s(Lc. ]2:6),
cinco en una familia (Le. 12:52), cinco yuntas de bueyes
(Le. 14: 19), cinco talentos(Mt. 25:15), dos gr:upüs de
cir.co vírgenes (Mt. 25:2), cinco días (quizasignificando
"unos pocos días", Bcb. 20:6;24:1), cinco maridos (1n.
4;18, los cinco hermanos del hombre rico (Le. 16:2'8),
CÍllco panes de cebada (Mt. 14:17), las cinco azotairias
~ufridas por Pablo (2 Ca. 11 :24). Algurios de estos ejem-
plos ciertamente no ~on arbitrarios. Por ejemplo, si el pre~io
en el mércado porlos pajariilos era cinco por dos cuartos,
(·ntonces. ningún otro numero era posible. Sin embargo, al-
gunos de los otros ejemplos son de. tal naturaleza que
(~ejan la impresión de que a veces "cmco" se usaba en
el sentido de "unos pocos". Si es ese el significado aquf,
152
ÁPOCALIPSIS 9:6,7
153
.i.p(}(:ALlPSlS 9:R~11
154
APOCALIPSIS 9:12; 1!3-21.
155
APOCALIPSIS 9: 13;14
156
¡\]'OCALlPSIS .9: 13,1-4
157
-
APOCALIPSIS 9:15--17
158
APOCALIPSIS 9~ 18-20
159
APOCALIPSIS 9:21~ 10;1-11:4
160
APOCALIPSIS 10: 1
1. El librito y los 'siete truenos (10: 1.4). Algunas <te las co-
sas de los que se habla en el libro son más misteriosas que
otras. Con los siete truenos llegamos a un secreto que no
puede ser reVelado.
161
APOCALIPSIS 10:2
162
APOCALIPSIS 10:3,4
163
APOCALIPSIS lO:~7
164
APOCALIPSIS 10:.5.6
100
APOCALIPSJS 10:8,9
167
APOCALIPSIS 10:9
168
APOCALIPSIS 10: 10,11; 11: 1-14
169
APOCALIPSIS 11:1-14
170
APQCALIPSIS 1i: 1
171
APOCALIPSIS 11:2
172
APOCALIPSIS 11:2
174
:APOCALIPSIS 11:5,6
175
APOCALIPSIS 11:7
17ft
APOCALIPSIS 11 :8,9
177
APOCALIPSIS 11:10,11-
11. Han concluido ya los tres días y medio. Los testigos '
regresan a la vida porque entró en ellos el espíritu d.e vida
CIlCiadO por Dios (et. Ez. 37:10). Hay un cambio al tiempo
gramatical pasado que ahora se vuelve c;aracterístico. Las
circunstancias no han variado, pero Juan ve estos aconteci-'
mientos con tanta certidumbre qu.e puede hablar de ellos
como ya ocurridos. Los testigos se'pusieron de pie y cayó
g,'an temor sobre ,lo~ q~ los. ,¡¡eron, En el curso de la' hjsto-
ria con frecuencia'se ha vis4> :1 la iglesia oprimida hasta los
límites de la, extinció~, pero también se la ha visto resurgir
desde esa circunstancia extrema. Cada uno de estas resu-
, rrecdone9 conmueve a sus opresores hasta la consternación.
178
t\POCALIPSIS 11: 12-14
179
APOCALIPSIS 11:15-19; 15
180
APOCALIPSIS 11:16-18
181
APOCALIPSIS 11:19
182
APOCALIPSIS 12:1-14:20
183
APOCALIPSIS 12:1
184
APOCALIPSIS 12:2
185
· APOCALIPSIS 12:3 .
186
APOCALIPSIS 12:4,5
187
APOCALIPSIS 12:6
188
APOCLIPSIS 12:7.8
189
APOCALIPSIS 12:9
190
APOCALIPS'IS 12: 1O,1l
191
APOCALIPSIS 12: 12
192
APOCALIPSIS 12:13,14
193
APOCALIPSIS 12:15,16
194
APOCALIPSIS 12: 17; 13:1
195·
APOCALIPSIS. 13:2
196
APOCALIPSIS 13:3
197.
A.POCALIPSIS .13:4,5
199
APOCALIPSIS 18:8
para alguien que sólo puede hacer aquello que el Dios que
aoora la pequeña iglesia cristiana le permite hacer! En esta
ocasión se le autoriza para que haga la guerra .a los santos
(ef. Dn. 7: 21). Tales palabras están ausentes de algunos
manuscritos pero deben ser aceptadas (ver nota en GNT).
Como resultado de esta guerra la bestia obtiene autoridad
(exousia) sobre toda tribu,' pueblo, lengua y nación (ver,
nota sobre 5:9). Esto muestra, de paso, que algo más que
la persecución nerónica es lo que aquí se tiene en mente,
dado que aquélla no fue de alcances mundiales.
200
APOCALIPSIS 13:9,10
201
APOCALIPSIS 13: 11,12
202
AfOCALIPSIS lS:13,Z4
203
:\POCAIrIPSIS 13:15,16
204
APOCALIPSIS 13: 17,18
.18. Aquí hay sabiduría es .una pausa que sirve para dar
énfasis (cf. 17: 9). La importante declaración que sigue pro-
vee medios para que el lector inteligente (el que tiene en-
t(1ndimiento) pueda interpretar el nlÍmero de la bestia. Las
'únicas claves que da Juan es que se trata de un número de
hombre y que es 666 (o como aparece ,en algunos MSS, 616).
La mayoría de los estudiosos se basa en que en el muudo
antiguo (donde se carecía de nuestros prácticos mlmeros
arábigo,s ) era habitual emplear: l~ra:s Pa,ra significar nlí-
meros: En griego las, priíneras nUeve letras. del alfabeto se
usaban pal'a denotar las unidades; las siguientes, para' las
295
AFOCALII'SIS 13: 18
007
APOCALliSIS 14:2,3
209
. APOCALIPSIS 14:4
210
APOCALIPSIS 14:5; 6-20; 6
.211
APOCALIPSIS 14:7
212
APOCALIPSIS 14:8
213
APOCALIPSIS 14:9,10
eJla. Babilonia hizo beber a todas las ,naciones del vino del
furor de su fornicación (nuevamente en 18: 3). Juan está
combinando aquí dos pensamientos: primero, que Babilo-
nia hace .qtie las naciones beban del vino de su iInpure;la,
es decir, ella las corrompe con sus malos caminos y, se-
gundo, que esta impureza atrae sobre sí la ira de Dios (c(
Jer. 25:15). "Las naciones, habiendo bebido el vino de 'la
fomicación de Babilonia, han beqido realmente el vino de
la ira· de Pios" (Charles). .
214
APOCALIPSIS 14:11
215
APOCALIPSIS 14: 12,13
217
APOCALIPSIS 14: 14
218
APOCALIPSIS 14:l.'i
219
, APOCALIPSIS 14: l6: 17-1f..J
220
A¡>OCALIPSIS 14:20; 15:1-16:21
221
APOCALlf_5..{S 15: 1,2
A. Preliminares (15:1-8)
Er. característico del método de Juan hacer algunas obser-
vaciones preliminares (el capítulo 5 es un preludio a los
sellos, y 8:1-5, a las trompetas). Aquí subraya la majestad
de Dios quien domina todo el proceso histórico.
222
A.POCALIPSIS 15:3
223
A,POCALIPSIS 15;4
224
APOCALIPSIS 15:5,6
225
APOCALIPSIS 15:7,8
226
APOCALIPsis lfj:l.2
(el. Ex. 40:34; 1 R. 8:10; Is. 6:4; E~. IP:4; 44:4,). En este~o- '
mento solemne se manifiesta especialmente la gloria de
Dios. Con la gloria está relaciona..do $U ,poder, cosa que en-
cuentra su debido lugar en un libro'como éste, tan pleno del
poderío del Señor. Juan nos dice que~nadie podía entrar en
el templo (es decir, el santuario) hasta que las siete plagas
se hubiesen cumplido. No dice que fuese el humo o alguna
otra cosa la causa de este impedimento, aunque ello podría
estar en mente. Lo más importante es lo inevitable de las .
p!agas. CuaIid~ llega el tiempo designado por Dios, nada
pnede detener su juicio definitivo.
22i
,AFOCALIPSIS~ 16:1,2
228
APOCALIPSIS 16:3-5
229
:\I'OC;\UI'SlS lfi:fi
voz que salía de los cuernos del altar (9:13). Puede ser
muy significativo que el altar esté especialmente relacio-
nado con las oraciones de los santos (8:3, que introducen el
juicio de Dios (8:5). El ángel que ordenó que las uvas
fuesen vendimiadas salió del altar (-14:18), otro vínculo
entre el altar y el juicio. El altar manifiesta su acuerdo
con el ángel. Hace esto primeramente con la palabra cier-
tamente seguida por la invocación a Dios como Señor Dios
Todopoderoso, título muy apropiado en vista del poder
divino manifestado en los juicios bajo cqnsideración. En
segundo término, el altar habla de los juicios de Dios como
ver.dader08 y justos. Los mismos adjetivos, aunque en or-
den inverso, ,se han utilizado para referirse a los caminos
de Dios (15:3).
231
" ;APOCALIPSIS 16:10,11
233
APOCALIPSIS 16:13
234
APOG.4LlPSIS 16; JI. 1.5
·2.'35
APOCALIPSIS 16:16
236
APOCALIPSIS 16:17
2.37
APOCl\LTPSTS 16:18-20
238
APOCALIPSIS, 16:21; 17:1-20: 1$
239
AI'OC/\/,/l'S/S Ji: 1-/8: I
que los íuÍl'uos \lO haccn ni pueden hacer más -que aque-
llo que Dios les permite hacer.
Ahora Juan fija su mirada en el hn de los tiempos. No
se ocupa del aparente triunfo de la maldad sino con su
final y definitiva derrota. Ve a Dios demoliendo todo ba-
lmute y lanzando sus juicios contra los malvados. No
hay -poder que resista. Dios es el completo y absoluto
triunfador.
240
ÁPOCALIPSIS 17:1
241
"\l'ÓCALlPSIS 17:2,3
242
APOCALIPSIS 17::3
243
APOCAUPSIS 17:4,5
244
APOCALIPSIS 17:5
h'ado por sil 'nombre, el cual a~rece en su frente para que '
'todos puedan verlo. Charles llama la atellción a ciertas
dtas de autores J,'omanos que informan aCerca de prostitu-
tas que en Roma llevaban rótulos en sus frentes indicando
sus respectivos nombres. La ra,meraqueda así caracterizada: '
Misterio (ver nota sobre 1:20). indi~aría que eJ significado
del nombre de la ramera no es .claro para todos sino que
es objeto de revelación. y ciertamente el ángel procede a
levelarlo (v. 7). Algunos eruditos consideran que mistf3rW
forma parte del nombre, pero esto es improbable. Es una
manera de destacar la importancia de lo que sigue. Moffatt
, traduce u a ]amanera de símbo]o"" traducci~n ésta que sub-
raya que'el nombreti~ne significado, pero en cambio debi-
.lita el concepto de que su significado no puede discernirse
sino mediante-revelación, El ángel ]0 da a cOnocer ea Juan
y. éste a los creyentes. PeJO los mund,anos' no lo ,han de ~-
nacer en absoluto. ' .
La primera parte del"nombre es Babilonia (ver nota.so-
bre 14:8). Previamente nos hemos encontrado con esta ciu-
dad presentada como una grande urbe' pervertidora de to-
do el género humano y objeto de ]a hostilidad divina (1.4:8;
16: 19). Ahora la vemos individualizada como la madre de
las rameras. No es sólo ramera elIa misma 'sirio que incuba
maldades semejantes a su propia naturaleza. Con esto',se
relaciona'la expresión abominaciones de la tierra, Como en
el versículo 4 se atribuyen a]a gran ciudad toda 'clase de
co~as abominables, no un vicio en particular solamente. Bar-
day cita algunas vívidas expresiones de ]os' propios escrito-
rES romanos -tales como Juvenal- quien ,describe la ma-
n~ra en que la emperatriz Mesalina acostumbraba servir
de prostituta en ,un burdel común. Por su parte, Séneca lla-
mó a Roma "inmunda cloaca". Barday, por su parte, co-
menta: "el cuadro que pinta Juan no es, en manera alguna
exagerado; en realidad está hecho con moderación cuando
se lo compara con algunas descripciones que los mismos
romallOS hicieron de su propia ciVilización."
245
APOCALIPSIS 17:6,7
246
APOCALIPSIS 17:R
247
APOCALIPSIS 17:9,10
248
APOCALIPSIS 17:11
249
APOCALIPSIS 17:12
250
APOCALl J'SIS /7: 13.f.l
2.51
APOCALIPSIS 17:15-17
252
APOCALIPSIS 17:18; 18: f-19:.5
253
,\.POCAUl'SIS 18:1,2
254
ci6n de demonios. Ha sido· abandonada por los hombres, y
sólo se ,la considera como morada de demonios. Segundo, es
gua:rido, de todo espíritu inmundo. La palabra guarida es
traducida albergue en este mismo versículo y "prisión" en
20:7. Aquí significa algo así como "habitáculo". Es ellúgar
donde los espíritus malignos tienen su ser. Terceró, es al-
bergue de toda ave inmunda y aborrecible. Tales aves ge-
nt'ralmente se refugian en lugares desiertos y tal es aquí la
significación del término. Quizá deberíamos notar que el
Antiguo Testamento menciona a Babilonia como convertida
en habitación de algunas curiosas criaturas (Is. 13:2ls.; Jer.
5] :37; ef. también Is. 34:10ss.).
255
APOCALIPSIS 18:4,5
16: 23ss.; Is. 48:20; 52:11; Jer. 50:8; 51:6, 45; Zc. 2:6s.). Y
tampoco falta en el Nuevo Testamento (2Co. 6:14s.; Ef.
5:11; 1 Ti. 5:22). El compromiso con la mundanalidad re-
sulta fatal. El pueblo de Dios, mientras desempeña su rol
en la corilUnidad, tiene que mantenerse alejado del mundo
en muchq.5 aspectos. '
256
APOCALIPSIS ¡fUi.7
251
~.... ,"
APOCALIPSIS 18:8; 9-19
258
APOCALIPSIS 1~:9,1f)
259
APOCALIPSIS 18:11-1:3
260
APOCALIPSIS 18:14-17
261
APOCALIPSIS 18:18,19
262
APOCALIPSIS 18:20
263
. ...... ~
~ ~
. APOCALIPSIS 18:21,22
l. Juan nos dice que oyó como una gran voz ("como si
fuera un grande estruendo", VM) Y no una gran voz. Esto
e8 sorprendente, puesto que no hay nada que se está refi-
riendo a un cántico entonado por ejércitos celestiales. De-
bemos tomarlo como un ejemplo más de su reserva al des-
cribir las realidades celestiales. No se nombra a los canto-
265
APOCALIPSIS 19:2
266
APOCALl.PSIS 19:3-5
267
APOCALIPSIS 19:6,7
268
APOGALlPSIS19:8.9
26H
AfOCALIPSIS 19:10
270
APOCALIPSIS 19:11 -20:1.5; JI
271
\L'OCALlPSIS 19:12
272
APOCALIPSIS 19:13,14
273
APOCALIPSIS 19: 15)6
274
APOCALIPSIS 19:17-19
275
\I'OCALIPSIS 19:20,21: 20: 1-3
276
AJ'()CALIPSIS 20: 1-3
277
APOCALIPSIS 20:1
278
APOCALIPSIS 20:2,3
279
_-\/'OCALlNiIS :J():-¡
280
AI'OCALlPSlS 20;)
281
APOCALIPSIS 20:5,6; 7-10
282 .
APOCALIPSIS 20:7-1)
283
" .r
284
i\PO(:.\UPSlS ~O: J2
285
APOCALIPSIS 20:13,14
286
APOCALIPSIS 20:1.5; 21:1-22:.')
287
A POCALIPSIS21: 1
288
·4.POCALlPSIS 21:2
289
APOCALIPSIS 21:3,4
290
APOCALIPSIS 21:.15,6
6. Parece que tenemos otm vez las palabras ,rle Dios. He-
cho está debería leerse "hechos están". Probablemente esto
se refiera a todos los ac(\ntecimientos que tenían que suce-
c:er. Ante los atribulados cristianos el futuro aparecía muy
. azaroso y por eso que la firme palabra de Dios ahora los
291
.4.POCALIP.SIS 21:7,8
292
APOCALIPSIS 21:9-12
293,
\POC,\LlI'SIS 2U)
294
Ap'OCALIPSIS 21: LO,U
295
APOCALIPSIS 21:12-14
296
APOCALIPSIS 21:15~17
297
,APOCALlPSI'S 21:18.
298
A.POCALIPSIS· 21: 19,2U
299
,\P()C:ALlPSl~ 21:2/
300
APOCALIPSIS 21:22-2-1
301
APOCALIPSIS 21:2.5-27
302
APOCALIPSIS' 22: 1.2
303
/\/'OCAL1PSIS 22:3,4
304
APOCALIPSIS 22,:5; 6-21; 6
X. EPILOGO (22:6-21)
.:307
·.
:\I.'OCALIPSJS 22: Ji-,U
308
APOCALIPSIS 22: 15,lfi
309
APOCALIPSIS 22: 17-19
.'310
APOCAUPSIS 22:20
311
APOCALIPSIS 22:21