EXÁMENES

PSICOMÉTRICOS
¿PARA QUÉ SIRVEN?

Permiten a las empresas conocer las

habilidades cognitivas y el
comportamiento de un empleado potencial
y de esta manera valorar si es afín a la
cultura de la empresa.
 10 TIPS

PARA

RESOLVERLOS
DALES IMPORTANCIA

Nunca pienses que los test son solo una

formalidad, en muchas empresas el resultado
de una prueba puede ser determinante para
decidir quién se queda con el puesto.
CONOCE LOS TIPOS DE

EXÁMENES

Algunos sirven para conocer tus aptitudes

naturales, otros se encargan de evaluar tu
personalidad y otros evalúan los diferentes
tipos de inteligencia.
EVITA PENSAMIENTOS

NEGATIVOS

Deja fuera el autosabotaje y aleja

pensamientos como:

"Mi mente se queda en blanco"

"Siempre me confundo"

"Nunca me alcanza el tiempo para responder"

PREPÁRATE

Mantén una actitud tranquila y positiva.

Procura descansar bien un día antes de la
prueba, alimentarte y beber suficiente
agua.

Intenta reducir la tensión con alguna

técnica de relajación o ejercicio antes de
realizar tu examen.
HAZ UN TEST EN LÍNEA

En Internet hay muchos recursos para

prepararte para un test psicométrico.
Te ayudará a tener una idea clara de tus
fortalezas y debilidades.
CUIDADO CON LAS MENTIRAS

En los exámenes psicométricos no hay

respuestas buenas ni malas.

Están diseñados para encontrar

discrepancias y contradicciones en las
respuestas, de modo que si mientes puede
reflejarse en los resultados.
ACLARA TUS DUDAS

Escucha atentamente las instrucciones que

te proporcione la persona que te aplicará
la prueba.

Asegúrate de entender sus indicaciones y no

temas preguntar si algo no te queda claro.
LEE LAS INSTRUCCIONES

No des por hecho que sabes lo que tienes

que hacer, lee dos veces las indicaciones y
entiende cada pregunta, de este modo tus
respuestas serán más acertadas.
DOMINA TUS NERVIOS

Mantente pendiente del tiempo y trabaja a

buen ritmo, pero evita cometer errores por
querer terminar lo antes posible.
SÉ TÚ MISMO

Si no te quedas con el empleo por el

resultado de la prueba.

No lo veas como un fracaso, sino como un

indicio de que quizá no era el trabajo para
ti y una oportunidad de descubrir cuáles
son tus motivaciones y objetivos.