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Tierra, en economía, es el concepto que abarca a todos los recursos naturales cuyo suministro está
inherentemente fijado (es decir, no cambia respondiendo a las variaciones de sus precios en el
mercado).
En ese conjunto se incluyen las tierras propiamente dichas, definidas por su localización geográfica
en la superficie terrestre (concepto que excluye las mejoras debidas a las infraestructuras y el capital
natural, que puede ser degradado por las acciones humanas -factores biogeográficos, como el suelo,
el clima, la hidrología, etc.-), los depósitos minerales del subsuelo, e incluso las localizaciones en
órbita geoestacionaria y una parte del espectro electromagnético.
En economía clásica se considera la tierra como uno de los tres factores de producción, siendo los
otros el capital y el trabajo; la remuneración derivada de la propiedad o el control de la tierra (o de los
recursos naturales en ella incluidos) se suele denominar renta o renta de la tierra.
La tierra, particularmente los yacimientos mineros y los campos o localizaciones geográficas de
especial valor para su uso agrícola (tierras de cultivo), ganadero o forestal (el sector primario que
identifica principalmente al paisaje rural); ha sido históricamente la causa de todo tipo de conflictos
sociales, políticos y bélicos.
FACTOR TIERRA
El factor tierra (cada vez más alterado por la intervención humana) se considera hoy, bien como
componente del capital, bien como un componente de un factor natural más amplio (recursos
naturales o capital natural).
La tierra, en el sentido económico del término, no es producto por el trabajo humano, sino sólo de las
fuerzas de la naturaleza. Los Georgistas sostienen que esto implica una curva de demanda inelástica
perfecta (elasticidad cero), sugiriendo que un impuesto sobre la propiedad agraria que recupere en
beneficio público la renta de la tierra, no afectaría al coste de oportunidad del uso de la tierra, sino
que sólo haría decrecer el valor de su posesión. Este punto de vista se apoya en la evidencia de que
aunque la tierra puede entrar y salir del mercado, la disponibilidad de tierra en el mercado no muestra
relación con su precio, o si acaso, muestra una relación inversa (elasticidad negativa). Aunque la
tierra (especialmente en la forma de yacimientos minerales) debe primero ser descubierta en orden a
tener valor o ser puesta en uso, se considera generalmente que los frutos de los descubrimientos
científicos, sean leyes naturales o yacimientos minerales, no pueden en justicia ser monopolizados en
beneficio de rentas privadas.
Los renovables incluyen a la flora y fauna ya que pueden regenerarse y reproducirse si son
manejados de manera eficiente.
Los no renovables incluyen todos aquellos que se van agotando a medida que se utilizan. Así
por ejemplo: minas de oro, fuentes de petróleo, etc.
Los permanentes se refieren a aquellos que parecieran permanentes porque su uso por el ser
humano no parece reducir su disponibilidad. Así por ejemplo: energía solar, aire (aunque este
está siendo contaminado) o sal.
¿QUÉ SON LOS SECTORES DE PRODUCCIÓN?
Los sectores de producción, o lo que es lo mismo, los sectores de actividad económica,
establecen una clasificación de la economía en función del tipo de proceso productivo que lo
caracteriza.
Cada país apuesta más firmemente por uno u otro sector en función, entre otros factores clave,
de los recursos propios —y/o ajenos— con los que cuenta, de sus posibilidades de crecimiento y
expansión, y de sus preferencias a la hora de adoptar una estrategia de desarrollo concreta,
caracterizando así su modelo productivo y, con ello, determinando en gran medida las políticas de
gestión que deberá adoptar para alcanzar los objetivos económicos que se haya establecido. Los
sectores productivos de la economía española se caracterizan por un peso muy alto en el sector
de los servicios, pero otros países como México se basan más en las industrias manufactureras y
el comercio.
Como es de suponer, los distintos sectores de producción presentan grandes diferencias entre sí,
especialmente en áreas clave y tan fundamentales como las de abastecimiento, suministro y
logística, y por supuesto en los procesos y las actividades directamente implicadas en la
producción. Es decir, la planificación y la gestión de la cadena de suministro en función de las
necesidades y las especificidades propias de cada sector juegan un papel fundamental en su
definición.
¿CUÁLES SON LOS SECTORES ECONÓMICOS?
SECTOR PRIMARIO, SECUNDARIO Y TERCIARIO: LA EVOLUCIÓN
La clasificación de la actividad económica en sectores de producción básicamente responde,
como decíamos, a la consideración atenta de las especificidades que caracterizan los distintos
tipos de procesos productivos, agrupados en función de semejanzas y afinidades. Se trata, por
ende, de conceptos maleables, dinámicos y cambiantes que a lo largo de la historia han
experimentado evoluciones y transformaciones de mayor o menor entidad a veces
completamente dispares entre sí, dando lugar al surgimiento de nuevos sectores productivos.
Indisolublemente unidos al afán por ofrecer respuestas eficientes y efectivas a las necesidades
humanas, cada vez más complejas, el devenir de los sectores productivos ha evolucionado parejo
a la imparable y progresivamente sostenida sofisticación de la vida. Un devenir fundamentalmente
condicionado por el desarrollo de nuevas soluciones tecnológicas, que no solo han determinado el
grado de eficiencia y eficacia de las respuestas ofrecidas a las nuevas necesidades que han ido
surgiendo en las distintas etapas históricas, sino también las transformaciones y los avances de
ciertas ramas de la actividad económica que, finalmente, han terminado por emanciparse de su
sector originario y troncal, dando lugar a nuevos sectores productivos.