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El golpe de estado de 1948

El 27 de octubre de 1948, se amotina en la ciudad de Arequipa el general Odría, después de dos


días de forcejeo gana la adhesión de las Fuerzas Armadas y derroca al presidente Bustamante.2 Se
proclama un manifiesto desde la ciudad de Arequipa, ciudad desde la cual históricamente habían
comenzado revueltas y donde dieciocho años atrás Luis Sánchez Cerro había proclamado su propio
Manifiesto de setiembre. Odría, a la cabeza de la guarnición de Arequipa, se levantó en contra del
gobierno constitucional de Bustamante y Rivero. La justificación expresa del movimiento, que
significativamente se autodenomina “revolución restauradora”, es el anti-aprismo o la “defensa de
la patria contra el aprismo”. Fue precisamente ese antiaprismo radical lo que permite a Odría contar
con el apoyo del sector del ejército más nacionalista y menos inclinado a una alianza con la
oligarquía.3 Odría leyó un Manifiesto a la Nación a través de Radio Continental, en el que declaró
lo siguiente:
la revolución que estalló en Arequipa es por una causa justa, noble y patriótica: salvar a
los institutos armados que son la base de la defensa nacional; reconstruir la vida
democrática, restablecer el imperio de la Constitución y, finalmente, terminar con el
período de miseria y de hambre que agobia a nuestro pueblo.

Aspecto económico
La prioridad del régimen de Odría en el aspecto económico era acabar con la crisis financiera que
había afectado al Perú desde el término de la Segunda Guerra Mundial. El primer paso fue contratar
a una misión americana liderada por el economista Julius Klein. Como era de esperarse, el reporte
de dicha entidad recomendó que era necesario liberalizar aún más la economía. De este modo se
puso especial énfasis en la eliminación de los controles de cambio impuestos por las
administraciones anteriores, una recomendación que Odría siguió al pie de la letra. Optó a su vez
por una política económica liberal y de fomento de las exportaciones; en parte, debido al pacto que
había establecido el dictador con algunos personajes de la derecha oligárquica, quienes habían
financiado y ayudado a organizar el golpe de Estado de 1948.
Una vez hecho esto, el valor del sol cayó y, como consecuencia, subieron las exportaciones para el
deleite de la oligarquía, en especial aquellos con intereses en los sectores de algodón y azúcar. La
liberazión de la economía no solo benefició a los exportadores domésticos, sino que presentó
nuevas oportunidades para las empresas extranjeras., sobre todo estadounidenses, cuya presencia en
el territorio peruano llegó a niveles no vistos desde los días del régimen de Leguía.
Sin embargo, las medidas del gobierno se encontraban a cierta distancia de las pretensiones de los
exportadores. Odría no cedió ante la presión de sus aliados y patrocinadores porque tenía miedo de
que una desregulación inmediata diera lugar a una inflación y pauperización de los trabajadores, lo
que podría costarle el poder en que recién se venía afirmando. Además, debe tenerse en cuenta el
deseo del gobierno de no verse identificado como instrumento de la oligarquía.
Una señal de qué tan dependiente se había convertido la economía peruana en relación con el
mercado de América del Norte vino con la Guerra de Corea. Debido a la demanda estadounidense,
el valor de las exportaciones peruanas se incrementó dramáticamente. Este hecho acarreó para el
Perú una mayor recaudación estatal, la cual fue usada para financiar las obras públicas que
incrementaron el apoyo de la población a Odría. Así, Odría y su equipo comenzaban a mostrar una
vena populista, lo que era inquietante para la oligarquía. El presidente creía que no era conveniente
una cesión incondicional frente a los exportadores que llevase a ser suya una política de resultado
problemático, ya que le podía costar el poder.
Aspecto Social
Muchas cosas habían cambiado con relación al Perú de comienzos del siglo, dentro de lo social, el
país iniciaba desde los años cuarenta una verdadera explosión demográfica, donde se empezaría a
reducir la tasa de mortalidad infantil y se mantendría una relativamente alta tasa de nacimientos. La
población del país se duplicó en treinta años: siendo de seis y medio millones en 1940, llegó a
nueve millones novecientos mil en el censo de 1961 y hasta trece millones y medio en el censo de
1972. Esta población demandaba crecientes servicios de salud, vivienda y educación, lo que
significa desde entonces un campo fértil para el populismo de cualquier tendencia.9
Odría decidió seguir los pasos de Juan Domingo Perón, iniciando un régimen a la vez conservador y
populista, que pudo mantenerse debido al auge de la economía peruana. Intentó atraer a la gente de
los pueblos marginales de Lima, con la ayuda de su esposa María Delgado de Odría, quien también
siguió los pasos de Eva Perón y logró aumentar las bases sociales del gobierno de Odría. Ella
presidió la Central de Asistencia Social, fundada en1951 y donde se daba atención a la mujer y al
niño. También reformó el sistema electoral, cuando el 7 de septiembre de 1955 permitió, por
primera vez en la historia republicana, el voto femenino.

Fomento y obras públicas

Estadio Nacional del Perú, inaugurado el 27 de octubre de 1952, obra emblemática del Ochenio de
Odría.
El auge en la actividad económica permitió a Odría desarrollar un vasto plan de obras públicas. Su
lema de gobierno fue precisamente: «Hechos y no palabras». Las inversiones que en 1948 llegaban
a 126.000.000 soles, pasaban de 1.000.000.000 en 1953. Asimismo, se brindó oportunidades de
trabajo y asistencia en salud mediante la realización de obras públicas.
• Un fuerte rubro de las obras públicas estuvo enderezado a la construcción de las Grandes
Unidades Escolares (G.U.E.) tanto en Lima como en las principales ciudades del país, así
como hospitales, ministerios, hoteles, etc. Muchas de estas obras fueron destinadas a la
ciudad natal de Odría, Tarma (la Iglesia Matriz, el Hotel de Turistas, el Hospital Regional,
etc.); y a Tacna, la ciudad heroica. Una obra emblemática fue la construcción del Estadio
Nacional de Lima, considerado entonces como una obra colosal y que sería remodelado
mucho tiempo después, en el 2011.
• Se realizaron importantes obras de irrigación, siendo la principal la derivación del río Quiroz
al valle de Piura, iniciada por el gobierno anterior; asimismo se activó los trabajos de
derivación de las aguas de la laguna de Choclococha al río Ica, se habilitó el canal
internacional en el río Zarumilla, en coordinación con Ecuador, y otras pequeñas
irrigaciones en los departamentos de Cajamarca y La Libertad.
• Se realizó un importante plan de construcción vial, mejorando las carreteras existentes y
abriendo otras hacia el interior del país.
• Se impulsó la explotación petrolera por la promulgación de la ley orgánica del petróleo de
18 de marzo de 1952.
• Se continuó el proceso de industrialización. Para beneficio de la gran industria se formularon
proyectos de electrificación.
• Para alentar la inversión minera se promulgó un Código de Minería en 1950. Las más
importantes inversiones las hicieron compañías extranjeras (particularmente
estadounidenses). Se inició la explotación de los yacimientos de cobre de Toquepala y
Quellaveco, y la de hierro de Marcona. El auge de la minería se debió también a las
necesidades internacionales derivadas de la guerra de Corea.

Política educacional
El desarrollo de la educación nacional se enfocó mediante tres programas:
• Fondo de Educación Nacional, para financiar obras de infraestructura.
• Plan de Educación Nacional, destinado a extender la educación a todo el país.
• Fondo del texto escolar.
Se destinó a la educación el porcentaje presupuestal más alto del siglo XX, siendo el principal
ministro en dicho ramo el coronel (luego general) Juan Mendoza Rodríguez. Se implementó una
reforma curricular, se atendió la formación de profesores y se ejecutó un vasto plan de construcción
de locales: grandes unidades escolares (G.U.E.), escuelas primarias, institutos pedagógicos, en todo
el país. Entre las G.U.E. de Lima figuran: Melitón Carvajal, Alfonso Ugarte, Miguel Grau,
Mercedes Cabello, Teresa González de Fanning, Mariano Melgar, Bartolomé Herrera, Micaela
Bastidas, Juana Alarco de Dammert, Ricardo Palma. En provincias destacan: Garcilaso de la Vega
(Cuzco), San Luis Gonzaga (Ica), Manuel Isidoro Suárez (Trujillo), Mariano Melgar (Arequipa),
Óscar R. Benavides (Iquitos), Coronel Bolognesi (Tacna) y Santa Isabel (Huancayo). Aparte de su
buena infraestructura, estos colegios contaron también con excelentes profesores.
El Ministerio de Educación fue dotado de un moderno edificio, situado frente al Parque
Universitario, actualmente sede de organismos judiciales. De esta época data también la
implantación del 6 de julio como “Día del Maestro”.
La enseñanza técnica y rural fue objeto de sustanciales reformas. Se dotaron de material didáctico a
diversas escuelas industriales de Lima y provincias. Se incrementó el número de escuelas pre-
vocacionales, de institutos industriales para mujeres y de centros de educación agropecuaria.

Aspecto político
Alianza AP-DC
Fernando Belaunde Terry, líder de Acción Popular (AP) ganó las elecciones aliado con la
Democracia Cristiana (DC). En el Congreso, los representantes de ambos partidos se unieron para
contrarrestar la Coalición de apristas y odriístas, y adoptaron el nombre de la ALIANZA.
A Acción Popular, por su reciente conformación, algunos lo consideraban una federación de
independientes, en contraste con la disciplina aprista cuajada en varias décadas de clandestinidad.
También la Democracia Cristiana era de reciente fundación y se caracterizaba por una doctrina
reformista más radical postulada por Héctor Cornejo Chávez.2

Administración política
En el ramo policial se hicieron vastas reformas. Se aprobó el cuadro orgánico de la Policía de
Investigaciones del Perú, y fueron creados, entre otros organismos, el Centro de Instrucción de la
Guardia Republicana, para la formación de oficiales de este cuerpo. Se inauguró el nuevo Centro de
Instrucción de la Guardia Civil y fueron reorganizados los servicios de correos y la Dirección
General de Tránsito.11
Se crearon las siguientes provincias: San Miguel, en Cajamarca; Antonio Raimondi en Áncash;
Satipo en Junín y San Ignacio, en Cajamarca, esta última colindante con la frontera de Ecuador.12

Aspecto económico
Las promesas de cambio y el modelo de desarrollo
Para las elecciones de 1963 Belaunde logró ampliar su base de apoyo al incluir en su programa la
reforma agraria y la protección a la industria. Además de la aprobación del Ejército, Belaúnde
comenzaba así a representar a sectores urbanos, pequeños agricultores e industriales. Esta propuesta
económica de gobierno estaba enmarcada, a grosso modo, dentro de las corrientes de estudios de
desarrollo de esa época (que tienen mucha vigencia actual). Lo precedió un periodo donde se
priorizaba el crecimiento basado en exportaciones, que había mostrado su incapacidad para crecer
rápidamente y ofrecer respuestas frente a fluctuaciones de la economía mundial y las mayores
desigualdades internas que generaba. El nuevo modelo proponía que la industrialización debía ser el
eje para organizar la estructura productiva que, se suponía, llevaría a un crecimiento más sostenido
y a una mejor distribución de los ingresos. En este modelo se sostiene la importancia del
empresariado nacional para el desarrollo capitalista en los países subdesarrollados, apoyándolo con
medidas proteccionistas, y articulando el mercado rural con reformas a la estructura social como la
reforma agraria. La persistencia de los problemas de desigualdad y la dependencia en el capital
extranjero, puso en el tablero de debate temas de la propiedad y control económico, cuestiones que
serían abordadas por el Gobierno Revolucionario de las Fuerzas Armadas (1968-1980). Belaunde
representaba así un momento en que se fomentaba la industria nacional como eje de la economía y
donde se vieron las limitaciones, tanto teóricas como prácticas, de este modelo (ISI:
Industrialización por Sustitución de Importaciones). El gobierno de Belaúnde fracasó en realizar a
cabo las reformas de la propiedad necesarias para establecer una sólida base para una
industrialización sostenida, y vio cómo el desarrollo decrecía en ritmo mientras que los problemas
de desigualdad aumentaban.13 Concretamente, la reforma agraria, la reforma tributaria y el
problema con la International Petroleum Company (IPC) fueron parte del discurso político-
económico de este gobierno que, finalmente, quedaron irresueltas a perjuicio del régimen y de la
economía en su conjunto.

La agricultura y el problema de la tierra


El sector agrícola peruano está dividido en dos partes. Por un lado, la agricultura de la costa;
industrialmente moderna, concentrada en productos de exportación (caña de azúcar y algodón). De
otro lado, la producción serrana de ganadería, autosubsistencia y escaso desarrollo tecnológico.
Aunque con crecimiento modestos y localizados, el sector agrario entró, durante los años 1950 y
1960, en una crisis crónica que obligó a los campesinos a migrar a las ciudades, y reforzó un círculo
vicioso en el que la población que no cultivaba sus alimentos crecía fomentando la dependencia
alimentaria. Las causas de esta crisis fueron: la tenencia desigual de la tierra, el crecimiento
capitalista con apoyo centrado en cultivos costeños, escasez de tierra cultivable, fuerte presión
demográfica y desfavorables términos de intercambio interno.14
La tenencia de la tierra fue un problema muy politizado y se tendió a superponerlo ante los otros
problemas. Sin embargo, no se debe subestimar su importancia. Hasta 1969 la mitad de la superficie
agrícola pertenecía a grandes haciendas privadas; habían haciendas gigantescas, concentradas en
unos pocos propietarios, que sin embargo concentraban más de la mitad de la superficie
cultivable.15 Además, al igual que este problema estructural, hace falta mencionar que el apoyo del
gobierno a determinados sectores desfavoreció al sector agrario de la sierra. El apoyo al crecimiento
industrial tuvo como uno de sus objetivos el abaratamiento de la mano de obra. Para lograrlo, el
estado peruano, suprimiendo subsidios, abarataban los alimentos. De esta manera, se hacía competir
al agro serrano con importaciones considerablemente más baratas de estados imperialistas que
habían revertido su carácter importador. «El liberalismo criollo piensa que puede impulsar la
modernización del agro a través de abrirlo a la competencia, pero el resultado es su estancamiento
generalizado y el inicio de una crisis que no ha podido ser superada en adelante».16
La Junta Militar de Gobierno de 1962-1963, introdujo la primera ley de reforma agraria. Belaúnde
afrontó también el problema promulgando una ley para expropiar las haciendas serranas, pero la
oposición en el Congreso impidió su cumplimiento. Sin embargo, durante el período de Belaúnde,
los movimientos campesinos de 1965, por un lado, y la escasa productividad de la agricultura en la
sierra, redujo la resistencia terrateniente y burguesa ante una reforma agraria. En 1966 Kuczynski
fue nombrado gerente del BCR, y se refirió a la reforma agraria de la siguiente manera: «Hasta
1968, la redistribución de la tierra fue ciertamente más una amenaza que una realidad».17

Aspecto social
Políticas Sociales

Cooperación Popular
De sus viajes realizados antes de asumir la presidencia, Belaúnde pudo recoger también datos sobre
toda una gama de conocimientos y formas de interacción social ancestrales, practicadas en los
pueblos que visitó. Rescatando la ancestral tradición del trabajo comunitario de los pueblos andinos,
pudo organizar las labores de gobierno con los pueblos beneficiarios de la ayuda estatal. De allí que
a partir de agosto de 1963 se consolidó una oficina nacional llamada "Cooperación Popular", cuyos
trabajos realizados en su mayor parte por pobladores guiados por oficiales del gobierno, los
finalizaban acuñando la frase: "El Pueblo lo hizo", a modo de inculcar en el imaginario social, lo
exitoso que podría ser el trabajo comunal debidamente organizado.
Esta política de desarrollo de las comunidades, buscaba pasar de un sistema vertical impuesto desde
el gobierno central, a un enfoque desde las propias comunidades que otorgará mayor importancia a
los intereses de los beneficiarios de la política social. Así, se destinaron 10 millones de dólares para
esta iniciativa.3
No obstante, los proyectos Cooperación Popular no llegaron a desplegarse con una magnitud
significativa debido a la gran oposición de la coalición APRA-UNO desde el legislativo, que
calificó de político al programa social de Belaúnde. El Congreso terminaría por obstruir
Cooperación Popular, transformándolo en un departamento dentro del Ministerio de Desarrollo y
Obras Públicas y no en un programa interministerial como era el objetivo inicial de Belaúnde.3

La Reforma Agraria
Véase también: Reforma agraria peruana
Belaunde trató de combatir la profunda desigualdad estructural mediante la Ley N.º 15037 de
Reforma Agraria del 21 de mayo de 1964. Esta reforma afectaba principalmente a los latifundios
abandonados, deficientemente cultivados o feudalizados en los departamentos de Pasco, Junín,
Puno y los valles de Lares y La Convención, en el departamento del Cuzco, zonas que se habían
visto convulsionadas por las movilizaciones campesinas. No afectaba a las tierras que tenían un
rendimiento eficiente.
El asunto presentaba particularidades regionales. Mientras que en la costa solo existía el problema
de la redistribución de la tierra fértil cerca a los ríos, en la sierra solo un 5% de la tierra se
encontraba en condición de ser arada. Además, no solo existía la necesidad de la redistribución, sino
también un problema de capacidad técnica para que los nuevos propietarios puedan explotarla. El
enfoque del problema fue únicamente distributivo por lo que los intentos de reforma terminarían
siendo perjudiciales.3

Política educacional
• El país gozó de una importante inversión en educación, a la que se destinó la proporción más
alta del presupuesto, algo que no había ocurrido en la historia del país, hasta entonces.
• Se dio la Ley de la gratuidad de la enseñanza en todos los niveles, desde Inicial hasta
Superior.
• Se desarrolló un vasto plan educativo en función de los ideales humanista, cristiano,
democrático y nacionalista.
• Se crearon nuevas universidades y escuelas normales, tanto estatales como particulares.
• En coordinación con el Ministerio de Salud se ejecutó el Plan Integral de Alimentación
Escolar, que abarcó un suministro diario de más de tres millones de desayunos diarios a los
niños de educación especial y primaria, especialmente en áreas marginales, rurales, zonas de
frontera y de emergencia.
• Fueron creados los colegios regionales de nivel intermedio en Chimbote, Tacna,
Huancavelica, Chachapoyas, Moyobamba y Cuzco; las unidades escolares para mujeres
Juana Cervantes de Bolognesi en Arequipa, General Prado en el Callao, Mercedes
Indacochea en Lima (Barranco), el Colegio Militar Mariscal Cáceres en Huancayo y los
liceos navales Almirante Guisse en Lima y Teniente Clavero en Iquitos.
• La matrícula escolar se duplicó, pasando de 1.843.799 a 3.117.500 alumnos, con una tasa de
crecimiento de 9.19%, muy superior a la tasa demográfica. En los cinco años de gobierno se
construyeron 14.000 aulas, la mitad de ellas por Cooperación Popular.
• Con los auspicios de la UNICEF y la UNESCO se cumplió un plan de operaciones para el
programa de formación y mejoramiento del personal docente primario y se dio un nuevo
Reglamento para este sector.
• Los servicios magisteriales fueron mejorados notablemente. A iniciativa del Ejecutivo se
promulgó la Ley N.º 15215 del Estatuto y Escalafón Magisterial, que aseguró condiciones
de trabajo especiales para los maestros. Por decreto supremo N.º 78 de 10 de diciembre de
1965 fue creada la Derrama Magisterial, destinada a ayudar económicamente al maestro y al
trabajador del sector educativo en casos de fallecimiento, invalidez, jubilación o retiro
voluntario del servicio. El proyecto de la Derrama Magisterial fue obra del diputado
acciopopulista Luis Bocchio Rejas.
• En lo que compete a la enseñanza técnica se crearon nuevos planteles y se estimuló el
desarrollo de la educación industrial de mujeres. Se dictaron cursos masivos de capacitación
y adiestramiento para maestros y se puso en funcionamiento un nuevo currículum para la
formación de los mismos.
• Se hizo una intensa labor de alfabetización del adulto y del selvícola.
• Con el propósito de descentralizar la administración educativa, fueron creadas las
direcciones regionales, a las que se dotó de un reglamento. Se delegó a dichas direcciones
las funciones de administración presupuestal, administración de personal y de supervisión
técnica pedagógica, reservándose el Ministerio de Educación las tareas de normativa y
planeamiento
• En el campo del fomento de la cultura mencionaremos la iniciación de la preparación de la
Geografía General del Perú, del Atlas Histórico-Geográfico y de paisajes peruanos; la
creación de las Casas de la Cultura del Callao, Cajamarca, Cuzco, Huánuco e Ica, de los
museos regionales de Puno, Moquegua, Ica, Chincha y Cuzco y los de sitio de Chanchán,
Huarihuilca y Julio C. Tello.

Aspecto Político
Modelo del gobierno
En 1968, se estableció el gobierno institucional de las Fuerzas Armadas, presidido por el militar
Juan Velasco Alvarado en representación de las instituciones militares. Este gobierno fue de corte
autoritario y verticalista, se condujo bajo la figura de la revolución, el corporativismo y la
democracia social; además, el nacionalismo y la antioligarquía. Como señala Cotler: “El
corporativismo funciona como un esquema de organización política donde se segmenta a las clases
sociales para integrarlas en organizaciones policlasistas de carácter “funcional”, impuestas y
controladas autoritariamente por el Estado, que les inculca una ideología de conciliación de clases”.
De esta manera, se pretendió dejar de lado antiguos modelos de gobierno con partidos tradicionales
(considerados obstruccionistas) y organizaciones oligárquicas, ya que se encontraban muy
desprestigiadas, por lo que los militares señalaban que los civiles propiciaban la ingobernabilidad;
por lo que se buscó la revolución mediante el gobierno militar, para cambiar estructuras que
impedían reformas en favor de las clases bajas; además de dar fin al orden oligárquico.
Es por ello, que se quiso hacer un cambio de la percepción social y las clases, ya que como señala
Peter Klarén, “En retrospectiva, el GRFA (Gobierno revolucionario de las FF.AA) percibía que la
desunión y el subdesarrollo constituían los principales problemas del país, siendo sus causas la
“dependencia externa” del capital extranjero y la “dominación interna” por parte de una oligarquía
poderosa”. Por ello, para el gobierno militar, el subdesarrollo no se debía a falta de capacidad, sino
a falta de oportunidades hacia una población históricamente relegada por la oligarquía.
Bajo esta premisa, el gobierno militar, reivindicó a la patria a partir de la población históricamente
marginada. Para ello, se realzaron los valores nacionales mediante un discurso nacionalista, con
elementos como el quechua, el indigenismo, el campo y el Inca Túpac Amaru.
En este periodo, el Gobierno central tuvo un total manejo de decisiones a escala global, al punto de
gobernar sin un parlamento y únicamente bajo designio. De esta manera, se buscó fomentar la
participación de la ciudadanía abandonada, mediante propuestas como la Reforma Agraria de 1969,
mediante la cual se expropiaron tierras y latifundios, lo que tuvo una severa connotación política, ya
que fue un golpe importante contra el sistema oligárquico; otras reformas fueron la industrial,
educativa y de prensa.
Cabe resaltar, que el gobierno militar ejerció la autodenominada revolución desde arriba, y tuvo una
posición crítica frente al comunismo y capitalismo, por lo que quisieron evitar grupos guerrilleros
marxistas y promovieron la Doctrina de Seguridad Nacional. A pesar de ello, se practicó un
capitalismo de Estado para la ejecución de las reformas, siendo el Estado el eje en los distintos
rubros.
En cuanto al carácter antioligárquico, se señaló que los gamonales eran una limitación para el país,
por lo que se incorporó a los campesinos para un trato más equitativo, para dar fin al antiguo orden.
Adicionalmente, se tuvo una mayor autonomía en cuanto al aspecto internacional. Esto tuvo como
resultado la expansión del órgano estatal, que se evidencia mediante la intervención estatal en la
vida económica y social, la creación de nuevos ministerios, entidades públicas, empresas estatales y
el ejercicio de la institucionalidad sin autonomía. Todo esto se realizó, para cumplir una serie de
objetivos: Remover causas estructurales de conflictos sociales, redefinir el esquema de
redistribución de riquezas, modernizar la economía y conectar al país.

Aspecto económico
Antecedentes
La economía peruana estaba constituida por: a) un sector agrícola primitivo, estancado y
sobrepoblado. b) un sector manufacturero que a su vez se componía de dos subsectores desiguales
ambos urbanos: uno pequeño, moderno y con un alto grado de inversión de capitales; y otro
tradicional, de mayor tamaño, compuesto de trabajadores independientes y de un gran número de
pequeños artesanos. c) un floreciente sector de servicios, que también se componía de elementos
modernos y tradicionales muy divergentes como profesionales y propietarios o gerentes de
industrias, junto a trabajadores de los mercados, personal de servicio sin habilidad especial y
vendedores ambulantes.4

La economía
El objetivo económico del Gobierno era el “promover a superiores niveles de vida, compatibles con
la dignidad de la persona humana, a los sectores menos favorecidos de la población, realizando la
transformación de las estructuras económicas, sociales y culturales del país.”13 Si bien el gobierno
de Velasco definió una nueva forma de Estado que poseía poder económico efectivo, este seguía
siendo dependiente del sistema capitalista. Ya que las reglas de juego del capitalismo aún persistían
en el sistema, los sectores industriales pudieron incrementar su poder económico y conservar su
capacidad de influencia.14
Para los militares el estancamiento económico se debía a la monopolización y mala distribución de
los recursos económicos que estaban a merced de los oligarcas y los inversionistas extranjeros. El
objetivo que se proponían era lograr un crecimiento que estuviera determinado por exportaciones
con valor agregado y mayor integración de la economía local. Las actividades de las empresas
extranjeras debían ser limitadas y reguladas, luego, la economía nacional podría obtener ganancias
de un modelo de sustitución de importaciones por productos intermedios, a través del desarrollo de
la industria nacional mediante el incentivo a la importación de bienes de capital y la restricción de
las importaciones de manufacturas.15 El proteccionismo tuvo como efecto una disminución de la
competitividad de la producción nacional que fue destinada casi exclusivamente a abastecer un
pequeño mercado interno y no a la exportación.
La intención de los militares era permanecer en el poder hasta que el proceso revolucionario fuese
irreversible, para ello introdujeron una serie de reformas que afectaron casi todas las esferas de la
sociedad. Para que la propuesta funcionara, el estado debía tener un rol activo para promover y
guiar el desarrollo nacional a través de su intervención en la actividad económica, sociocultural y
política. 16 Las reformas que realizó el gobierno junto con la estatización de varios sectores de la
producción hicieron que varios servicios públicos pasaran a manos del Estado.17 Sin embargo, las
nacionalizaciones y la nueva legislación dieron paso a un panorama de incertidumbre económica
que hizo difícil convencer a las firmas extranjeras para que inviertan el capital que se necesitaba.18
El propósito de la reforma industrial fue lograr desarrollo industrial permanente, la autonomía
económica nacional significó que los industriales peruanos fueran los principales beneficiarios del
crecimiento industrial, así se dieron incentivos generosos a las industrias para alentar la reinversión
e importación de bienes de capital e insumos. La Ley General de Industrias dio a los empresarios
exenciones tributarias y protección en el mercado. Si antes de la nacionalización las empresas
públicas obtenían beneficios y pagaban impuestos, después de la nacionalización dejaron de
hacerlo, algunas ni siquiera integraron sus actividades al plan de desarrollo nacional. Para 1975, el
sector público era grande y estaba en bancarrota.19

Reforma Agraria
Artículo principal: Reforma agraria peruana
En su discurso con motivo de la promulgación de la Ley de Reforma Agraria el 24 de junio de 1969,
el general Juan Velasco Alvarado precisó los objetivos de la misma, plasmados en los considerandos
de la ley. En uno de los pasajes enfatizó que la reforma agraria debería «poner fin a un injusto
ordenamiento social que ha mantenido a la pobreza y en la iniquidad a los que labran una tierra
siempre ajena y siempre negada a millones de campesinos» y que debía cancelar los sistemas de
latifundio, reemplazándolos «por un régimen justo de tenencia de la tierra que haga posible la
difusión de la pequeña y mediana propiedad en todo el país». La reforma agraria se incluía en una
propuesta estratégica más amplia: «la reorientación de los recursos de capital hacia la industria…
cuyo futuro depende decisivamente de la creación de un cada vez mayor mercado interno de alto
consumo diversificado», conscientes del «inevitable destino industrial de nuestra patria».
La reforma agraria es considerada como la culminación de una larga lucha de los campesinos por la
tierra. El ideal que seguía era dar en propiedad a cada familia campesina un área de cultivo que le
sirviese para mantenerse y además producir para el mercado nacional. La aplicación general de la
reforma agraria consistía en estatizar las tierras más productivas; expropiar, repartir y formar
cooperativas con las tierras de importancia secundaria. La necesidad de mantener los niveles de
producción demandaba que tras la expropiación de las tierras se continuara con las economías de
escala, la parcelación de las haciendas hubiera conducido a la ruina de una industria agrícola.20
La reforma llevada a cabo por Velasco fue más radical, rápida y avanzada que los planes de reforma
que habían sido previamente planteados por los partidos políticos. Fue esa radicalidad la que
impactó en la capacidad de decisión campesina. En general, no se tomó en cuenta la heterogeneidad
de la situación en el campo, la falta de una conciencia global campesina y la realidad cultural del
campesinado donde las relaciones de poder se habían naturalizado.21
La reforma agraria fue aplicada en la costa y en la sierra. Aun cuando no alcanzó a ser aplicada en
la selva, en los años del gobierno militar se dieron dos normas importantes desde el punto de vista
del acceso a la tierra y de seguridad de la tenencia. En 1974 el gobierno militar promulgó la Ley de
Comunidades Nativas y Promoción Agraria de las Regiones de la Selva Alta y Selva Baja, para
regular el acceso a la tierra en la región amazónica. La mayor contribución de esta ley fue el
reconocimiento del derecho de los asentamientos indígenas a la propiedad legal de sus tierras. Esta
ley (DL 20653) declaraba la tierra comunal indígena como inalienable, imprescriptible e
inembargable. Sin embargo, reconocía derechos sobre la tierra solo a las comunidades nativas, es
decir, a los asentamientos locales y no a los pueblos indígenas en tanto pueblos originarios.22
Pese a todos los problemas, la implementación de la reforma logró quebrar la dominación
tradicional de los terratenientes sobre las comunidades, que era el mayor factor que jugaba en contra
de estas. Es difícil evaluar el avance experimentado por los campesinos de manera cualitativa ya
que la reforma abrió ámbitos de decisión que habían estado fuera del alcance de las comunidades; lo
mismo ocurre con una comparación entre los salarios percibidos antes y después de la reforma. Sin
embargo, se puede ver que hubo una ampliación de los servicios sociales de salud, educación y
vivienda proporcionados por las empresas.23
Una de las críticas más duras a la reforma es que fue ‘anti comunera’, porque formó empresas
cooperativas con los antiguos trabajadores de hacienda en vez de devolver la tierra a las
comunidades campesinas que habían sido desplazadas hacia tierras más pobres.24
Aspecto social

Juan Velasco Alvarado y Nicolae Ceaușescu, presidente de la desaparecida RSR ambos con su
respectivas esposas y primeras damas Consuelo Gonzales Posada y Elena Ceaușescu.

La reforma de la educación
La reforma educativa fue dirigida por el general Alfredo Carpio Becerra. La educación fue
considerada como un factor decisivo para la consolidación de las reformas estructurales, para una
verdadera transformación de la sociedad era necesaria una reforma educativa. En tanto la reforma
educativa obedecía a las transformaciones sociales que quería llevar a cabo del régimen, las metas
de la reforma educativa estuvieron ligadas a la política nacional de desarrollo y la orientación
política estatal. Es así que se promulga la Ley General de Educación en 1972.25
Desde el gobierno se hizo una crítica a los métodos tradicionales de enseñanza que reproducían las
relaciones de poder al poner énfasis en la superioridad cultural de grupos dominantes. Como una
transformación en la educación debía estar seguida por una transformación en la sociedad, uno de
los pilares de la reforma fue la democratización de la educación, orientado al beneficio de la
población indígena, al buscar mayor igualdad en el acceso a las oportunidades educativas.
Esta reforma creó en el Perú la educación inicial y especial, así como también el bachillerato
público y la enseñanza bilingüe para los quechua-hablantes, promoviendo la construcción de
escuelas en varias zonas del país. Los planteamientos de la reforma educativa fueron premiados en
su oportunidad por la Unesco El debate sobre la situación de la educación en el país se expandió a
la sociedad donde hubo una toma de conciencia sobre la ineficacia de las instituciones
educacionales.26
La visión de la educación que se tenía en el gobierno incluía no solo al trabajo realizado en los
centros educativos, sino que se extendía a todo lo que influyera en la formación de individuos. Así,
hubo un énfasis en la necesidad de incorporar a la comunidad al proceso educativo, lo que se vio
reflejado en la creación organismos como los Núcleos Educativos Comunales, cuyo principal motor
era incentivar la movilización y participación popular en la educación. La integración de la
comunidad en los esfuerzos educativos iba más allá de la escuela, se veía la obra educativa como
una responsabilidad colectiva.27
Aunque la reforma puso por primera vez a la educación como parte importante del discurso político,
no hubo una correspondencia entre la participación social planteada y la naturaleza de la reforma
educativa en cuanto no lograron consolidarse canales de participación fuertes. Además, las medidas
planteadas por la reforma tuvieron oposición tanto técnica como política. Sin embargo, el legado
dejado por la nuclearización educativa y los programas de educación formal logró redefinir el papel
de la educación en la sociedad.28
Aspecto Internacional
La política exterior
Durante el gobierno de Velasco hubo una variación en la actitud tradicional del Perú en cuanto a
acción internacional e iniciativas. El gobierno revolucionario logró revalorizar la imagen
internacional del país,32 rompiendo el aislamiento tanto político como diplomático en el que se
había encontrado el país y enfrentándose al que consideraban "imperialismo", aunque sin terminar
de romper las relaciones de dependencia que había con Estados Unidos.33
Las tensiones con los Estados Unidos no se limitaron a la controversia de la IPC, también hubo
desacuerdos en torno a la tesis de las 200 millas.34 LA nueva política exterior apuesta por el no ali-
neamiento y el tercermundismo. Siguiendo la línea de autonomía que era promovida por el
gobierno, se establecen relaciones con los países socialistas.35
La política intervencionista del Estado, si bien extiende las capacidades de negociación del Estado,
afectarán a la inversión extranjera.36 Según se iban obteniendo reacciones positivas en el exterior y
la aprobación del pueblo favorecía al proyecto nacionalista, las medidas en política exterior
comenzaron a radicalizarse. La posición antiimperialista del gobierno se complementó con una
mayor acción regional.37
La posición que asume Perú frente a los poderes imperialistas es respondida con progresivo un
aislamiento político en la región. Desde la caída del régimen de Allende en 1973, evento que
afectará los lazos bilaterales entre ambos países, Perú se ve asilado en medio de gobiernos
totalitarios de derecha. El contexto latinoamericano de entonces sirve para alimentar los miedos a
un conflicto bélico que se traducirán en el armamentismo del gobierno de Velasco, aún en medio de
una situación económica desfavorable.38

La International Petroleum Company


A fines de los 50 se había reabierto el viejo conflicto que el Estado tenía con la International
Petroleum Company, puesto que la empresa pretendía tener la propiedad sobre el suelo y subsuelo
de los yacimientos petrolíferos que explotaba. Si bien hubo intentos de resolver el conflicto, ni el
gobierno Prado ni de Belaúnde fueron capaces de darle una salida real al problema.39 La promesa
del gobierno de Belaúnde de dar solución al caso de la IPC dentro de los primeros 100 días de
gobierno dio paso a que las empresas extranjeras pudieran establecer un sistema de chantaje que se
mantuvo durante todo el gobierno. El poder de las empresas extranjeras, especialmente aquellas que
controlaban la producción minera y petrolera, presionó al gobierno para que cediera a sus
demandas, esto concluyó en el Acta de Talara.40
En la coyuntura política de 1968, el Gobierno Revolucionario apuesta por una opción radical al no
ceder ante los intereses de la IPC. Esta postura es un cuestionamiento al régimen anterior y sus
políticas.41 La nacionalización de la IPC dentro de los 10 días que siguieron al golpe fue una
medida que consolida al gobierno y le da legitimidad.42 La IPC, más allá de su significado
económico, era un símbolo viviente del "imperialismo"mercantil; su nacionalización sentó un
precedente para que se recuperaran los demás recursos naturales mediante la expropiación.43 La
negativa inicial del gobierno a pagar una indemnización abre las puertas a una política externa más
agresiva. 44
Ante la nacionalización de la IPC sin compensación, Estados Unidos llevó a cabo un bloqueo
económico informal con una estrategia de “presión económica encubierta” en donde no se autorizan
nuevos préstamos al Perú, ello dificulta las renegociaciones de la deuda pública y desincentiva al
sector privado de invertir. La presión crediticia sobre el gobierno hizo que se llegara al acuerdo
Greene en 1974, donde el Perú se comprometió a pagar una compensación por las expropiaciones
de compañías extranjeras que siguieron a la IPC.45
Aspecto Socio-político

El gobierno de Morales Bermúdez es también conocido como la segunda fase del


Gobierno Revolucionario de las Fuerzas Armadas del Perú, inició el 29 de agosto de 1975
con el llamado Tacnazo, un gran golpe de estado contra el Presidente Juan Velasco
Alvarado y culminó el 28 de julio de 1980. Debido a una gran cantidad de marchas y
huelgas provocando que el presidente llamara a elecciones

El Tacnazo

Como Comandante General del Ejército encabezó el Tacnazo, el 29 de agosto de 1975,


fue apoyado por la CIA y los servicios secretos de E.E.U.U. que se encontraban
instalados en Chile apoyando al dictador Augusto Pinochet. Estas agencias lo apoyaron
ante la inminente invasión a Chile y la posible recuperación de los territorios de Arica.
Perdidos durante el Oncenio de Leguía y al finalizar la Guerra del Pacífico.
Aspecto Económico

Durante la época del gobierno de Morales Bermúdez se vivió una gran crisis económica
debido a la devaluación de la moneda haciendo que la calidad de vida disminuyera
provocando que sea más difícil mantenerse y costearse las necesidades básicas para
vivir.

Plan Tupac Amaru

El Plan Túpac Amaru fue un intento llevado acabo por el presidente de acabar con la crisis
económicas. Este plan sostiene ideas neo-liberalistas que lo llevan a tomar medidas
drásticas y capitalistas. Se desmontaron las reformas implantadas por la primera etapa
del Gobierno Revolucionario de las F.F.A.A. modificando la comunidad industrial que
tantos conflictos habría producido con los empresarios industriales. Estas medidas
económico-políticas fueron acompañadas por las limitaciones a la movilización popular y a
las demandas de los trabajadores. Se impusieron toques de queda en las principales
ciudades, se suspendieron las garantías constitucionales y las publicaciones periódicas.
En intento de conciliarse con los otros partidos políticos se autorizó a los exiliados a volver
al Perú.
Todas estas medidas fueron respondidas con un paro nacional en julio de 1977, como
respuesta, el gobierno dispuso mediante un decreto el despido de los dirigentes sindicales
que organizaron el paro en cada empresa los sectores mas radicales como maestros y
mineros.

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