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29/11/09
ORANDO POR LA IGLESIA
Otro escrito de Juan Bunyan, muy importante por su tema: la
oración por la Iglesia. Que Dios nos edifique con su lectura:
El que ora por esto, debe orar por abundancia de gracia para la Iglesia y por ayuda en contra de
todas sus tentaciones; que Dios remueva aquello que impide su desarrollo, y que todas las cosas
sirvan al fin para su bien; que Dios la guarde sin mancha: “Y a aquel que es poderoso para
guardaros sin caída, y presentaros sin mancha delante de su gloria con gran alegría, al
único y sabio Dios, nuestro Salvador, sea gloria y majestad, imperio y potencia, ahora y por
todos los siglos. Amén.” (Judas 24-25).
Debemos orar para que Dios proteja y defienda a los hijos de Dios para Su gloria, en medio de una
nación retorcida y perversa: ésta debe ser nuestra oración diaria. Y esta es la sustancia de la
propia oración de Jesús en el capítulo 17 del evangelio de Juan. Pablo también escribió: “Y esto
pido en oración, que vuestro amor abunde aun más y más en ciencia y en todo
conocimiento, para que aprobéis lo mejor, a fin de que seáis sinceros e irreprensibles para
el día de Cristo, llenos de frutos de justicia que son por medio de Jesucristo, para gloria y
alabanza de Dios.” (Filipenses 1:9-10).
Como podemos ver, la oración de Pablo fue breve y, no obstante, está llena, de principio a fin, de
buenos deseos para la Iglesia, para que pueda proseguir e ir adelante en la mejor forma, y que sus
miembros sean irreprochables, sinceros y sin mancha, hasta el día de Cristo, a pesar de todas las
tentaciones y persecuciones que vengan. (Leer también Efesios 1:16-20; 3:14-19; y Colosenses
1:9-13). Amén.