Módulo 4. Unidad 4.

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Material 4.1.5 V

LA TRANSVERSALIZACIÓN DE GÉNERO EN LAS INSTITUCIONES

EDUCATIVAS.

Estrategias para la transversalización de género.

Entre las diferentes estrategias que existen para transversalizar el enfoque de

género en las instituciones, se presentan dos propuestas: la primera es sobre los
planteamientos de Evangelina García Price expresados en su libro: Políticas de
igualdad, equidad y Gender Mainstreaming, (2008) y la segunda propuesta
estratégica es de Clara Murguialday, en su artículo Mecanismos Institucionales para
el Logro de la Igualdad Real (s. f.).

Según García Prince (2008),1 la transversalización es un proceso estratégico. Es

una estrategia, no es un fin en sí mismo, el fin es la igualdad; con lo cual podemos
entender que de cierta manera representa una opción, un instrumento estratégico
para alcanzar la igualdad. De esta primera aproximación podemos deducir, que
transversalizar exige el empleo de herramientas estratégicas.

Su aplicación abarca todos los órdenes y niveles de la gestión institucional u

organizacional: leyes y todo otro mandato de políticas, programas y proyectos en
todas las áreas y niveles sociales, políticos, culturales y económicos. Debe ser
asumido en todos los aspectos o fases operativas de la gestión o proceso de las
políticas (o programas): diseño, implementación, monitoreo y evaluación.

Los criterios metodológicos fundamentales son:

1. Integrar globalmente las experiencias, intereses y las necesidades de
hombres y mujeres en todas las iniciativas de cualquier tipo y alcance.

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García E. 2008, Políticas de igualdad, equidad y Gender Mainstreaming. De qué estamos
hablando. Marco conceptual, PNUD.

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2. Evaluar las implicaciones que tenga cualquier acción realizada en mujeres y

hombres.
3. Garantizar beneficios para hombres y mujeres.

Es una estrategia de cambio inducido que demanda una perspectiva capaz de

considerar las dimensiones sociales globales que podrían o deberían caer bajo la
influencia de este cambio, pero igualmente; las dimensiones institucionales de la
organización que la pone en marcha y las implicaciones que en otros órdenes
sociales como los de raza, edad, etnia, clase y otros deberían ser considerados
conjuntamente, si fuese pertinente, así como los patrones identitarios dominantes,
que aparecen dentro del sistema de las relaciones de poder entre los géneros.

Por lo tanto, es claro que el objetivo es la igualdad y la transversalización es la

estrategia para alcanzarla. Sobre esta base es necesario tomar en cuenta tres
características básicas: se trata de un proceso estratégico, sistemático y
participativo.

Simultáneamente debe ser visto en su carácter multidimensional, ya que en todas

sus fases pueden ser descubiertas las dimensiones: política, ideológica doctrinaria,
normativa, ética, conceptual, técnica y administrativa. Visualizando las
implicaciones globales de transversalizar, se deberá tomar en cuenta sus
consideraciones estratégicas y sistémicas en cuatro componentes fundamentales:
contexto, procesos, estructuras y mecanismos.

El contexto debe ser favorable, no solo en términos de la factibilidad política sino

en términos de base jurídicas o normativas adecuadas, el que haya mujeres
involucradas en la toma de decisiones, un adecuado soporte financiero y activa
participación de otras y otros sectores sociales, así como un adecuado nivel de
conciencia social sobre la incidencia problemática de las desigualdades de género
en la situación general de la sociedad.

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Material 4.1.5 V

Los procesos, las estructuras y mecanismos se influyen mutuamente, por lo que su

diseño e instrumentación deben estar adecuadamente coordinados y monitoreados.
Los procesos suponen no sólo la adopción de los criterios de igualdad de género
en los procesos de planificación, sino el diseño de un plan de igualdad de género,
todo ello soportado por la creación de las estructuras y mecanismos necesarios.

La estructura refiere a los órganos responsables de la estrategia que deben tener

condiciones básicas de ser desconcentradas en puntos focales, articuladas al
organismo que lidera el proceso, el cual debe contar a su vez con un equipo con
capacidades para conducir y gerenciar el proceso en red.

Finalmente, los mecanismos que serán variados de acuerdo con el alcance que
deba cubrir la estrategia pero que, en cualquier caso, deberán atender algunas
exigencias fundamentales:
a) Análisis de género.
b) Producción y procesamiento de información
c) Concientización y capacitación
d) Seguimiento y evaluación. (García, 2008)2

Clara Murguialday3, expresa la necesidad de tomar en cuenta las diferencias y las

desigualdades existentes entre hombres y mujeres –pero también entre otros
colectivos sociales- propiciando la participación de las llamadas Políticas de
Diferenciación para la Igualdad (o políticas de Acción Positiva), que tratan
desigualmente a quienes son desiguales con el fin de disminuir las distancias
económicas, culturales, sociales y políticas entre ambos colectivos.

Las políticas de Acción Positiva persiguen que la igualdad recogida en las diferentes
leyes y normativas se convierta en una real y efectiva igualdad de oportunidades y

2
García ,E. 2008, Políticas de igualdad, equidad y Gender Mainstreaming. De qué estamos
hablando. Marco conceptual, PNUD.
3
Murguialday,C. (sin fecha) Mecanismos institucionales para el logro de la igualdad real.

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de resultados. Esta estrategia fue adoptada y definida por las Naciones Unidas y
por la Unión Europea en los siguientes términos:
“La adopción de medidas especiales, temporales, tendentes a acelerar la
instauración de la igualdad de hecho no es considerada como un acto de
discriminación” (Convención sobre la Eliminación de todas las formas de
discriminación contra las mujeres-CEDAW, citado por Murguialday, s.f., p. 2).

“Estrategia que toma la forma de un programa de acción, destinada a

establecer la igualdad de oportunidades en los hechos, gracias a medidas
que permitan contrarrestar o corregir las discriminaciones resultantes de las
prácticas sociales y del sistema social” (Comité Consultivo de la Unión
Europea para la Igualdad de Oportunidades, citado por Murguialday, s.f.,p.2).

Ante una situación de prejuicio cultural extendido en la sociedad (como ocurre, por
ejemplo, con las ideas estereotipadas sobre el papel y las capacidades de las
mujeres en diferentes esferas de la vida), las normas jurídicas existentes sobre
igualdad de trato son por si solas, insuficientes para eliminar toda forma de
desigualdad de hecho, si paralelamente no se emprenden acciones tendentes a
“compensar” los efectos perjudiciales que resultan de actitudes, de
comportamientos y de estructuras desiguales que operan en la sociedad.

Las Políticas de Acción Positiva van más allá de las Políticas de Igualdad de
Oportunidades y se plantean como medidas temporales que permitan contrarrestar
o corregir las discriminaciones resultantes de las prácticas sociales –en ocasiones
aparentemente neutrales- y del sistema social de género. “Instaurar la igualdad de
oportunidades real entre hombres y mujeres supone transformar instituciones,
además, modificar valores y conductas. Es decir, se trata de cambios importantes
que no se pueden conseguir solo con la actuación de los poderes públicos. De aquí
la necesidad de la coordinación entre todos los agentes sociales, públicos y
privados, interesados en producir estos cambios” (Arteaga, 2000, citado por
Murguialday, s.f., p. 2)

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La transversalización de género es la organización (o reorganización), la mejora, el

desarrollo y la evaluación de los procesos políticos de modo que una perspectiva
de igualdad y equidad de género se incorpore en todas las políticas, a todos los
niveles y en todas las etapas por las entidades normalmente involucrados en la
adopción de medidas políticas. Como queda plasmado en esta definición, el
mainstreaming de género implica (Murguialday, s.f.):
a) Una meta: la equidad de genero
b) Cambios funcionales y estructurales: reorganización, mejora. Desarrollo y
evaluación de los procesos de toma políticas.
c) Procesos políticos (nuevas maneras de idear y enfocar las políticas, cambios
en la cultura organizativa o institucional) y técnicos (disponer de herramientas
conceptuales y analíticas basadas en el análisis de género).
d) Incluir a las personas normalmente involucradas en la adopción de medidas
políticas. El proceso de elaboración de las políticas se reorganiza de forma
que sus actores sepan cómo incorporar una perspectiva de género.

La estrategia de transversalización de género trata, básicamente, de voluntad

política, compromiso por parte de la dirección y recursos institucionales, para
caminar hacia la equidad de género. Para “transversalizar el género” hay que operar
de manera simultánea, en los tres niveles de la dinámica de una institución.
(Murguialday, s.f.):
 “El nivel sustancial, referido a las políticas y objetivos institucionales,
determina los contenidos de las intervenciones específicas de las
instituciones públicas.
 El nivel estructural, relacionado con los procedimientos y mecanismos
que rigen la vida institucional, involucra la estructura organizativa, las
normativas y directrices, el entrenamiento del personal, los criterios de
contratación y demás mecanismos que determinan como un organismo
fortalece su propia capacidad institucional para abordar la equidad de
género en sus funciones.

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 El nivel cultural, relativo a los valores asumidos por la institución y las

actitudes de sus integrantes en cuanto a la desigualdad de género.” (p. 4)

Pero, sobre todo, transversalizar o integrar al género implica un cambio en los

métodos de trabajo de las instituciones, en todas las áreas y en todos los niveles.

La formulación de todas las políticas ha de comenzar con un “análisis de género”,

tanto si se trata de programas económicos, educativos, de salud, etc. Como si
refieren a áreas tradicionales de las mujeres, como salud materno infantil, ya que
por el hecho de tener mujeres integradas en los programas no significa que tengan
integrado el enfoque de género. Por ejemplo, el trabajo de diagnóstico que se ha
realizado desde los módulos anteriores, facilita analizar por donde se tiene que
trabajar al momento de construir el plan de igualdad de los centros educativos,
definiendo los diferentes ámbitos en los que se tiene que realizar la
transversalización.

La transversalización de género no debe reemplazar ni redundar en las políticas

dirigidas a resolver problemáticas particulares de las mujeres en una sociedad, sean
estas políticas de Igualdad de Oportunidades o de Acción Positiva.

Cuando se afirma que la integración del género es una nueva estrategia para lograr
la igualdad de género es necesario hacer hincapié en el hecho de que no sustituye
a las políticas destinadas a las mujeres, sino que las complementa. Se trata de dos
estrategias distintas y deben ir paralelas formando una estrategia “doble”
(Murguialday, s.f., p. 4) 4 por lo menos hasta que haya una verdadera cultura y un
consenso con respecto a la equidad de género en todo el conjunto de la sociedad.

La transversalización de género no puede concebirse como una política opuesta a

las políticas específicas de igualdad. Ambas forman una estrategia dual. Es

4
Murguialday, C. (sin fecha) Mecanismos institucionales para el logro de la igualdad real.

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necesario no abandonar la elaboración de acciones positivas, capaces de lograr

objetivos a corto y medio plazo, a la vez que se inserta una estrategia más amplia
de transversalización que opere a medio y a largo plazo.

Las Acciones positivas responden al principio de igualdad que obliga a los poderes
públicos a tratar igual a las y los iguales, pero también a tratar desigual a quienes
son desiguales de forma que se obtengan los mismos derechos. Son las medidas a
favor de las mujeres para corregir situaciones patentes de desigualdad respecto a
los hombres que adopta la Administración para hacer efectivo el principio
constitucional de igualdad. Estas medidas tienen carácter temporal y se utilizan en
tanto existan las situaciones de desigualdad. Tienen que ser razonables y
proporcionadas en relación con el objetivo que se persigue.

Un ejemplo de acciones positivas puede ser conceder becas a estudiantes

adolescentes embarazadas o madres para que puedan continuar sus estudios.

Las medidas de discriminación positiva tienen las siguientes características

(Escuela de Administración Pública de Extremadura, s. f.) 5:

 “Son igualatorias. Intentan erradicar la discriminación de las mujeres sin

atentar contra la situación del colectivo dominante, salvo en lo que se refiere
a los privilegios adquiridos a costa de la discriminación de las mujeres.
 Temporales. Son compensatorias y temporales. Existen en la medida que
existe la discriminación y terminan cuando desaparece.
 Directas y específicas. Son programas y acciones muy concretas que se
dirigen al grupo que está discriminado.

5
Escuela de Administración Pública de Extremadura (s. f.) Guía de formación para la incorporación
de la igualdad en la administración pública. Junta de Extremadura.
http://eap.gobex.es/external/guia_formacion_igualdad/contenido/cap5/2contenidos_de_la_clase-
accionespositivas.html

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 Dinámicas y flexibles. Las medidas puestas en práctica no son fijas e

inmutables, sino que tienen que ser revisadas e ir modificándose en función
de cómo evoluciona el colectivo al que se aplique.” (p. 122 y 123)

Murguiaday (s.f.) diferencia entre el mainstreaming (transversalización) de género y

las políticas de Igualdad, esta diferencia reside en las personas involucradas y los
sectores afectados. Por un lado, el mainstreaming de género implica a una gama
mucho más amplia de “actores ordinarios” (personal en niveles técnicos y
estratégicos intermedios de las instituciones públicas), la mayoría de los cuales no
son personas expertas en género, en primera instancia, por lo que necesitarán
adquirir el conocimiento necesario para tratar los problemas de género. Por otro,
transversalizar el género exige el análisis interdisciplinar de los desequilibrios
existentes entre mujeres y hombres, como base para el debate público y para las
decisiones políticas; de ahí la importancia de que sea construido sobre el
conocimiento y sobre las lecciones aprendidas de experiencias anteriores con
políticas de igualdad.

Las políticas dirigidas específicamente a las mujeres siguen siendo apropiadas

cuando se enfocan necesidades de las mujeres derivadas de (Murguialday s.f.):
o Sus características reproductivas o físicas, como la mortalidad materna,
embarazos en adolescentes.
o La acumulación de privaciones sufridas por los sectores femeninos en salud o
educación.
o Las condiciones en que realizan trabajo remunerado: concentración en
actividades de baja productividad, trabajos mal pagados, estructura
discriminatoria por sexo de los salarios y empleos.
o El fortalecimiento de sus organizaciones propias.

A estas, hay que añadir los problemas relacionados con la violencia de género que
afectan de especial forma a las mujeres.
Ahora bien, dado que se reconoce cada vez más, que las políticas de Igualdad son

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insuficientes para construir una sociedad que verdaderamente respete la equidad

de género, el mainstreaming de género es el próximo paso lógico a dar. La
importancia de transversalizar, según Murguialday (s.f.) el género es:

 Porque sitúa a las personas en el núcleo de la toma de decisiones políticas, en

la medida que subraya la necesidad de fundamentar y evaluar cualquier política
aislada según su impacto sobre la situación concreta de las mujeres y los
hombres, con sus particulares funciones y necesidades.
 Porque pone en la agenda política facetas muy cruciales de la vida de las
mujeres y de los hombres, facetas que no han sido dignas de atención en el
pasado y que resultan sustantivas para la construcción de una auténtica
“democracia de género”.
 Porque conduce a un mejor gobierno, en la medida en que se dispone de mejor
información para tomar las decisiones políticas. Al hacer frente a la suposición
de que las políticas son neutras respecto al género (que nunca lo son6), el
mainstreaming de género visibiliza los postulados subyacentes en el análisis de
la realidad y logra una mayor transparencia en el proceso de toma de decisiones.
 Porque involucra tanto a mujeres como a hombres, hace pleno uso de los
recursos humanos, de la experiencia, habilidades y sabidurías de unas y otros,
y reconoce la responsabilidad compartida de ambos en la eliminación de
desequilibrios existentes en la sociedad.
 Porque hace visible la problemática de la desigualdad de género en la cultura
dominante de la sociedad, presentando la inequidad de género como un
problema social importante con implicaciones para todas y todos y para el
desarrollo de la sociedad y no como un “coste” o un “lujo” sin más.
 Porque reconoce que los desequilibrios existentes entre mujeres y hombres no
pueden combatirse eficientemente sin el interés, la implicación y el compromiso
del sistema político y de la propia sociedad.

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Las políticas no son neutras, una política concebida en términos generales para todas las personas no quiere decir que
vaya a beneficiar por igual a hombres y mujeres.

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En síntesis, para De Paul (s, f,)7, existen varios tipos de medidas antidiscriminatorias
o estrategias para lograr la igualdad, las principales son:
1. La igualdad de oportunidades
2. Las políticas específicas o acciones positivas
3. La transversalidad o mainstreaming
4. La estrategia dual

Destacando la estrategia dual como aquella que integra la transversalización y las

acciones positivas, según justifica y explica la misma autora.

La estrategia dual permite evitar un error que muchas veces se comete y es el de

contraponer las políticas específicas a la transversalidad.

Diferentes experiencias demuestran, que, en ocasiones, se ha utilizado el discurso

del mainstreaming para suprimir recursos destinados a políticas específicas para
mujeres.

No hay que olvidar que las políticas dirigidas específicamente a las mujeres,
además de conseguir mejorar situaciones concretas, sirven para dar visibilidad y
sensibilizar sobre la discriminación y la desigualad de género. Su existencia, por lo
tanto, es muy necesaria.

La conclusión es que no deben oponerse las estrategias de transversalidad y las

políticas específicas, sino hacerlas complementarias y coherentes entre sí. Por esta
razón ambas estrategias, mainstreaming y políticas específicas complementan su
acción para avanzar en el alcance social. Esto es lo que se llama Estrategia Dual.

7 De Paul. B. Introducción al enfoque de género. Compilación y elaboración. Documento elaborado para el Diplomado en
Gestión Pública con Enfoque de Género (edición 2016). Documento basado en Cazés, D. La perspectiva democrática de
género, Daniel http://www.europrofem.org/contri/2_05_es/cazes/00_cazes.htm y JASS. Asociadas por lo justo.
Diccionario de la Transgresión Feminista. https://justassociates.org/sites/justassociates.org/files/diccionario-de-la-
transgresion-feminista_0.pdf

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