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Pensemos en esto.
Si somos creyentes, lavados y santificados por la sangre del Señor Jesucristo, con promesas
reales que nos dan seguridad de una vida eternal, ¿será que podemos vivir a nuestro modo,
sin compromiso y lealtad con aquel que nos dio a alto costo todas esas bendiciones? (Ef.5:10)
Por ser nosotros su Pueblo y Él nuestro Rey y Soberano se nos dan indicaciones específicas
y muy claras, en la Palabra de Dios en cuanto a nuestra manera de vivir, mientras nos
encontremos en esta tierra de peregrinaje, en estos cuerpos mortales, donde el Dios del cielo
y su Santo Hijo habitan por medio de la persona del Espíritu Santo, y allí se destaca todo en
general al respecto, e incluye de manera directa, sin necesidad de nombrar literalmente los
términos (Videojuegos, Redes Sociales, etc.).
A continuación, les destaco algunas, entre tantas, de esas recomendaciones.
Divisiones y aplicaciones
Las redes sociales son un medio muy propicio para promover una personalidad que no
corresponde a la tuya en la realidad. Ten cuidado, la mentira es un pecado que tiene diversas
manifestaciones. Al querer impresionar, termines publicando cosas que no corresponden con
la realidad. Evalúa también lo que compartes, en la medida de lo posible verifica las fuentes,
existe mucha información falsa en las redes sociales: leyendas, mitos, historias falsas, y
nosotros no podemos convertirnos en partícipes de ella.
En Conclusión:
El utilizar el internet o una red social no es pecado en sí mismo, el problema está en el uso
que le demos, que bien puede ser para bendecir, para compartir y divertirnos sanamente con
otros, aún para llevar el evangelio a nuestros amigos o bien puede ser un punto débil del que
Satanás se aproveche para hacer quedar mal al reino de Dios…Usted decide.