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“Duelo y melancolía”, duelo melancólico

Jean Allouch

La fase oral, se ha dicho, cumple en la melancolía el papel de la fase anal en la neurosis obsesiva= analogía sugerida por
Karl Abraham a Freud = Analogía obsoleta.

Estudios metapsicológicos: axiomas con relación confusa- al punto de pensar que no guardan relación.

Si bien el texto “Duelo y melancolía” resulta confuso y con poco abordaje sobre el duelo, este texto plantea conceptos
que se pueden asumir como orientadores para la leer otros textos bajo la lupa de ellos. Estos conceptos son: “prueba de
realidad”, “trabajo del duelo” y “objeto sustitutivo”. = estos conceptos se plantean desde el psicoanálisis, desde la
modernidad y desde el público en general.

“Trabajo del duelo”: Se vuelve una acción casi que prescriptiva. Como un paso dentro de los que se necesitan para elaborar
un duelo. = se ha convertido en regla, en normativo.

Hasta el momento el texto crítica la cuestión de “trabajo del duelo” como una prescripción del análisis, como si se
planteará que eso debe suceder en algún momento del análisis= me pregunto por qué se plantea a modo de crítica, si es
así. Si algo es real, es que todo proceso analítico implica un trabajo del duelo… duelos no elaborados que se han guardado,
y repercuten en el presente.

Ah, pero puede ser que lo que se plantea es que no hay que forzar el hecho de hablar sobre la perdida… es decir no el
trabajo del duelo no puede ser algo introducido por el psicoanalista.

Versión Freudiana del duelo: una versión simple, insípida. Sin muchas explicaciones, sin muchos abordajes. Por ejemplo,
no abordo la función del público en el duelo, no aborda el duelo como necrofilia (Atracción por la muerte) no aborda el
duelo como experiencia erótica (¿¿y por qué hacerlo??)

A propósito de las etapas:

Quien accedió a la genitalidad, accedió al duelo (quien no, a la melancolía). Porque en los pregenitales, el Yo depende de
la persistencia de las relaciones objetales con un objeto significativo; esto quiere decir que los pre genitales, son
dependientes de la relación objetal.

Los genitales, por el contrario, poseen un Yo que no hace depender su fuerza y el ejercicio de sus funciones de la posesión
de un objeto significativo.

La transitoriedad: “Si los objetos son destruidos o si los perdemos, nuestra capacidad de amor (libido) queda de nuevo
libre. Puede tomar otros objetos como sustitutos o volver temporariamente al yo.” Obras completas, XIV, op. cit., p. 310.
El objeto de su amor es fundamentalmente un objeto sustituible.

En relación a la pérdida de la capacidad de amar en el duelo: en quien está en duelo, amar equivale a “reemplazar a aquel
cuyo luto se lleva”.

*Según lo anterior absolutamente todo objeto es sustituible… Hay algo que no entiendo: ¿Se dice que es sustituible porque
después de un tiempo de la perdida se llega a un momento donde se ha dejado de sentirse triste o mal (emociones
negativas) por el hecho de ese objeto haberse ido? Sin embargo, el recuerdo esta, nunca estará de estarlo… ¿Si el objeto
se queda en el recuerdo, porque se dice que fue (o más bien que necesita) ser sustituido? ¿Se refieren a “sustitución del
objeto” para plantear más bien “el trabajo del duelo”, para plantear la “formula” del cómo llegar a “sanar” esos
sentimientos hostiles hacía sí mismo que deja la perdida?

Lacan: el objeto “es lo que es” en cuanto a significante (el significante que representa en el sujeto) es por esto, que de
ninguna manera puede ser desplazado.
¿Cuál es entonces el objeto de amor que lo sería a la vez efectivamente y que sin embargo no excluiría la posibilidad de
verse sustituido por otro objeto equivalente, ya que daría satisfacción al mismo amor? Respuesta: ¡el novio! = El novio es
ese objeto que no es el primero pero que representa (re-aviva, se podría decir?) significantes del “objeto inicial” y hace
pensar y sentir al sujeto que se está frente a ese objeto primero.

Se habrá notado la pesada insistencia de Lacan sobre ese “es lo que es”. El objeto del duelo de Antígona es lo que el
significante lleva al ser, y es en cuanto tal, en tanto que ser, que de ninguna manera puede ser reemplazado. = Se extraña
y futuramente se intenta buscar un objeto que de vida (De nuevo) a ese significante; sin embargo, Lacan plantea que ese
objeto (ese significante) no puede ser reemplazado.

¿CUÁL ES EL OBJETO DEL DUELO?

Ya hemos visto que no es objetal (porque no es el objeto lo que extrañamos cuando se va. Es la investidura que hemos
depositado en él).

Esta maricada del reemplazo del objeto, es aquello que todos quieren escuchar. Es la fórmula que se puede pensar más
asequible para enfrentar un duelo, para “trabajarlo” y mejorarse. Freud, después de la guerra mundial, planteo lo que
muchos querían leer “tranquilos muchachos, que aquello que perdieron (el muerto) puede ser reemplazado”, sin embargo
no se percató que lo que se pierde NO ES EL OBJETO, lo que se pierde es una investidura (Fantasmatica) que uno ha creado
del mismo, con ello, la idea de “reemplazar el objeto” (la solución efectiva) se desvanece. La hipótesis del reemplazo del
objeto es una que Freud planteo para poder mostrarle a la gente que la única manera de quitarse la “nube” negra de la
depresión por la pérdida de alguien, es reemplazandola… no elaborándola (tan curioso, Freud, un psicoanalista,
planteando la salida rápida… planteando la sustitución y no la elaboración).

De igual manera, de acuerdo a lo que leo, pienso que el tema de la muerte se volvió tabú (de hecho en el mismo texto de
“duelo y melancolía”, porque la muerte es algo que socialmente ignorar. Es así como, Freud en medio de un contexto de
muerte inminente, pero que debía “sanarse” fácilmente decidió que la manera más fácil para ello era por medio de la
sustitución, la transitoriedad. Es así como en “Duelo y melancolía”, además de haber tabú por la muerte, hay una supuesta
“formula” para hacerle frente: la de la sustitución.

Es por lo anterior que Allouch se cuestiona la noción de “trabajo del duelo”, que Freud planteó pero que nunca desarrolló.

“Trabajo del duelo”:

Freud: el trabajo del duelo en tanto que desembocaría en el reconocimiento de la inexistencia del objeto perdido.

Klein: el trabajo del duelo en tanto que desembocaría en el restablecimiento del objeto perdido en el sujeto; duelo permite
reinstalar con toda seguridad dentro de uno mismo los objetos amados.

Freud sitúa al comienzo del duelo la existencia del objeto perdido en el sujeto (el trabajo del duelo debería ponerle
término), mientras que Klein la sitúa al final (el trabajo del duelo debería constituirla).

Para Klein, el “trabajo del duelo” ocurre también fuera de la situación de duelo propiamente dicha. (Esto lo comparto,
pues necesariamente la muerte debe estar en lo real para que una persona asuma una situación como situación de
perdida. Sin embargo, lo que no entiendo bien es la cuestión del estado de enfermedad que Klein plantea al decir “Estar
de duelo es estar de hecho enfermo, pero como ese estado mental es común y nos parece natural lo llamamos enfermedad
al duelo”= no entiendo por qué plantear el duelo como enfermedad.

Geoffrey Gorer fue uno de los primeros que analizó el rechazo y la supresión del duelo en Occidente. Publica una
investigación sociológica (1965) que debía confirmar su propia experiencia de enlutado. Gorer observa que el único texto
que habla del duelo hasta la época es “duelo y melancolía” (escrito en 1915 y publicado en 1917), sin embargo, Gorer ve
que ese no es un texto de duelo, sino de melancolía; ve tambien que ese texto intenta desarrollar el duelo teniendo como
base otros textos, que en sí no abordaron el duelo; y además, ve que Freud plantea a la persona en duelo, como si esa
pérdida fuera el absoluto en la vida del sujeto… como si no tuviera nada más que pensar 24/7 en eso, como si no tuviera
otra preocupación en la vida que acostumbrarse a su aflicción y acostumbrarse al duelo (como un desocupado que se
condena a morir en vida por la depresión de la perdida).

“Sostengo que el trabajo del duelo es favorecido u obstaculizado y su evolución se ve facilitada o se torna peligrosa de
acuerdo a la manera en que la sociedad en general trata a quien está de duelo” Gorer. = Y si la visión cultural del duelo es
la imagen de una nube negra sobre el sujeto que ha perdido algo o alguien… vemos que es la imagen que tenía Freud de
la persona en solitario, acongojado y sin poder defenderse.

Gorer: hay una ausencia al rito de la muerte en la cultura. La cuestión psicológica y sociológica del duelo se relaciona.
(Sociológico como la manera cultural de ver, describir al duelo pues deja pistas sobre la manera de afrontarlo).

Ariés: “la muerte invertida”, la instauró en el mismo momento en que Freud escribe “duelo y melancolía”. Plantea la
muerte “ajena”, mostrando la concentración del problema de la muerte ya no sobre uno mismo, sino sobre el otro. La
muerte “invertida” se impone a expensas de la muerte romántica entonces dominante. ¿Cuál es la muerte romántica? La
del encuentro de los amantes en la muerte, la que eterniza el amor, la que no tiene termino, la que es unión y no
separación, donde hay una radical intolerancia (por la cantidad de sentimientos) de la muerte del otro. La parte espiritista
comulga con esta concepción de muerte, cuando los muertos se comunican y comulgan con los vivos.

Respecto al texto “Duelo y melancolía”:

¿Cómo una versión del duelo tan poco problematizada ha podido obtener consenso hasta el punto de volverse una
referencia común? ¿Qué contiene dicho texto para que haya suscitado y obtenido una adhesión semejante? R/ Yo diría:
se volvió una referencia en común y tuvo tal adhesión porque no hablo del duelo. Porque planteo aquello que el público
quería leer, que era No leer sobre la muerte… “Duelo y melancolía”, con su silencio hacia el duelo escondió aquello que
todos querían esconder: la muerte.

La R/ de Aries es que nos rehusamos a ver la muerte como algo inminentemente natural y por lo tanto tergiversamos su
interpretación y su “trabajo” al punto de complicarlo y volverlo un proceso de pasos que lo que hace es poner por fuera
(elimina la cuestión natural del duelo) el “trabajo del duelo”. En el siglo XX, se rechaza la muerte, por eso, “la sociedad no
soporta ya la vista de las cosas de la muerte, y por consiguiente ni la del cuerpo del muerto ni la de los parientes que lo
lloran. Eel superviviente queda aplastado por tanto entre el peso de su pena y el de la prohibición de la sociedad.” P. 60.
El duelo medieval moderno (s. XIX) era más social que individual, el duelo representaba la angustia de una comunidad
entera, la muerte era la posibilidad de la comunidad de expresar una pena inmensa y de socorrer al superviviente.

Aries: Su tesis es que la muerte de un ser querido es un desgarramiento profundo, pero que cura naturalmente, a
condición de que no se haga nada para retardar la cicatrización. El enlutado debe habituarse a la ausencia del otro, anular
la libido, fijada obstinadamente todavía sobre el vivo, “interiorizar” al difunto. Las perturbaciones del duelo sobrevienen
cuando esta transferencia no se hace: “momificación” o, por el contrario, inhibición del recuerdo.

¿EN VERDAD UNA ANALÍTICA DEL DUELO?

“Duelo y melancolía”, es un texto donde Freud pasa por alto la historicidad del caso. Además, de que fue un texto donde
acepto no haber tenido casos suficientes para argumentar sus hipótesis, fue un texto donde nunca planteo la historicidad
de la muerte en el contexto. Esto fue un paso al costado frente a la historia y frente a la clínica freudiana (con duelo y
melancolía, Freud no se sentó a pensarse el “Trabajo del duelo”, no se pensó la clínica, antes huyó de ella). Freud se
escudó planteando que no tenía casos suficientes para exponer el duelo, y eso que planteo no tener y cuestión
fundamental para un desarrollo teórico es precisamente lo que formó toda su teoría: una clínica del caso a caso, de lo
singular, de lo particular. (O será que la cuestión es que, tras la discusión con Jung, se sintió obligado a plantear desarrollo
teórico frente a la melancolía y su navegación por el tema lo hizo más bien desde el duelo (la neurosis), para disfrazar; y
la cuestión de la falta de casos, la planteaba en el orden de los casos melancólicos- de los casos de psicosis que había
dejado para el desarrollo teórico pero que tras la discusión con él, se vio obligado a abordar).= Freud no se proponía a
estudiar el duelo, sino llegar a una comprensión de la melancolía. Simplemente plantea el duelo como algo normal, que
se sirve para comprender lo patológico (la melancolía). = se basó en la analogía (y la analogía es una figura de escaso poder
probatorio).

“Duelo y melancolía” fue el esfuerzo de Freud de plantear fundamentos sobre la psicosis= psicosis, área de investigación
que le había dejado a su discípulo Jung, pero que tras unos desacuerdos y discusiones, llevo a Freud a obligarse la
formulación de aquello que había pensado podría ser el desarrollo teórico de su discípulo. Con la discusión- separación de
Jung, Freud asumió que la pérdida de Jung se llevaba consigo el desarrollo teórico que él no había logrado plantear: el
desarrollo de la psicosis. Es por esto que, “Duelo y melancolía”, termina siendo un afán de conceptualizar aquello que se
fue con Jung: la psicosis.

Entonces tenemos: 1) un contexto histórico infestado de muertes, pero que no se querían ver: razón por la cual el “Trabajo
del duelo” nunca se consolido en el texto “duelo y melancolía”. 2) además de no consolidarse el “trabajo del duelo”, en el
texto “duelo y melancolía”, ni siquiera se consolido el concepto en sí mismo. Freud no abordo el duelo en ese texto y
abordó más bien la melancolía porque fue su esfuerzo de conceptualizar un suceso personal: con la ida de Jung, se le fue
de sí la posibilidad de entregar al mundo un desarrollo teórico de la psicosis; es por esto que Freud, lo encaró en “duelo y
melancolía”, lo encaró en un momento histórico de perdidas (guerra) y lo encaró en un momento personal de perdida
(perdida de un discípulo que asumía como un hijo).

¿En qué clase de clínica se apoyan las elaboraciones metapsicológicas de “Duelo y melancolía”? en una clínica que no
se basa en la particularidad del caso sino del cuadro…porque la salvedad que hace Freud al inicio da cuenta de que no hay
casos suficientes y que el material empírico es insuficiente para planteamientos sobre el duelo.

La clínica en la cual se basa Freud para escribir “Duelo y melancolía” no es la que él mismo instaurara al inventar su
método. No es la clínica del caso a caso.

“Duelo y melancolía”, plantea un esquema basado en la fórmula: 1) había un objeto investido libidinalmente, 2) el objeto
fue alcanzado por la muerte, 3) adquiere el estatuto de objeto perdido en la realidad, 4) el yo debe liberar esa libido del
objeto perdido, 5) el yo busca (y necesita) investir otros objetos, 6) la solución llega invistiendo a un objeto nuevo. = Hay
toda una formula, un paso a paso... Un querer dar respuesta y solución. Y eso no es el psicoanálisis, ¡eso es más del campo
médico! = “La versión del duelo que propone deriva de lo médico” (p. 69).

¿PUEDE LA REALIDAD SER PRUEBA DE ALGO?

¿Cómo podría Freud hablar de un “mandato” de la realidad, sin el lenguaje? ¡Un mandato es algo articulado! Esa
experiencia también depende de lo imaginario (en el sentido de Lacan) desde el momento en que lo que significa tiene el
valor de un rasgo de la imagen del otro.

Plantear que la realidad es la prueba del duelo, es erróneo. La pérdida se presenta por la desaparición en lo real de
algo…pero también en lo simbólico e imaginario. = para un “trabajo” de esto (del duelo) es necesario el lenguaje (cosa que
Freud dejó a un lado por centrarse en su fórmula de la sustitución del objeto que se inviste).

Cuando el sujeto se enfrenta a la muerte lo primero que reta es lo real: “¡No puede ser verdad!”= Hay un cuestionamiento
frente a la realidad. Esa exclamación, que se convierte en cuestionamiento, tiene una alcance que inaugura al sujeto en
un estatuto de enlutado. La realidad para quien esta en duelo ya no es una prueba (porque se cuestiona la realidad). = en
el duelo, la realidad se haya puesta en prueba. El duelo es una de las experiencias posibles de la perdida de la realidad =
en la experiencia del duelo, la realidad ya no le sirve de pantalla a algo real.

Tener en cuenta la experiencia del duelo como cuestionamiento de la realidad podría permitirles a los médicos clínicos
desprenderse un poco de la incongruencia que implica pasar por alto la diferencia entre sus ideas y las preguntas que
habitan en sus enfermos. = Una cosa es lo real y otra cosa lo que se ha significado sobre ella= aquí la crítica al médico es
que él actúa sobre lo real (sobre el signo, sobre el organismo) y deja de lado aquello que trasciende lo real (lo imaginario
diría yo, más que lo simbólico) y que es realmente aquello que hace generar síntoma, malestar.
El mundo es el conjunto de los hechos, no de las cosas. = Y los hechos trascienden lo real (las cosas).

Elizabeth Kubler-Ross: La mirada hacia la muerte no ha cambiado (siempre ha sido como algo terrible), lo que ha cambiado
es nuestra manera de considerarla y abordarla. Elizabeth planteaba la diferencia entre las ideas y las preguntas que
habitaban en los enfermos en el duelo.

¿Es la realidad prueba de la muerte? Caso del rinoceronte (inexistente en una habitación así afirmaran que lo estaba):
Quien acaba de morir, como el rinoceronte wittgensteiniano, no está en la habitación: ¿Qué la haría verdadera (ya que
esa está en la palabra)? = qué haría verdadera la inexistencia del otro? Si yo afirmo que esta (como afirmaba la existencia
del rinoceronte) qué hace verdadero o no eso?

Noción de desaparecido: deben cumplirse ciertas nociones para que la realidad designe a alguien como desaparecido.

¿Cómo se ubica esa “ya no existencia”? ¡En la medida en que se trata de un “desaparecido”! Un “examen de la realidad”
supondría dar por cierta esa “ya no existencia”, en una especie de inmediatez = Entonces… La no existencia se torna es en
el orden de lo simbólico e imaginario? Si uno puede cuestionar lo real… qué queda? Lo simbólico e imaginario. ¿Entonces
la existencia y la no existencia se dan más vale por ese orden?

“El darse cuenta” como una subjetivación de esa “no existencia”: O sea que la persona desaparecida, deja de estarlo es
cuando el sujeto “se da cuenta” de ello, no se asume como muerta en el momento en que muere, sino cuando se subjetiva
el suceso. Es decir que la muerte no esta en el orden de lo real completamente (¿?). En nuestro contexto lo que hace
“darse cuenta” del suceso son los rituales (funeraria, misas, entierro, etc.) = Curioso es que Freud no los haya abordado
en “Duelo y melancolía”: eso hace pensar que… entonces a qué tipo de duelos se refería, hablaba de duelos por perdida
de un objeto… pero qué tipo de perdida? Por qué nunca se cuestionó la subjetivación en ese suceso? Por qué no se
cuestionó la negación como el suceso de no querer darse cuenta de… pero en ese mismo plano por qué no se cuestionó
que los rituales son aquello que a uno lo hacen darse cuenta de lo real del asunto? ¿Por qué asumió que el desarparecer
de lo real, hace subjetivar al sobreviviente la perdida? R/ Hilando esto con el cuento de Jung: considero que lo que perdió
Freud, para escribir el texto de duelo y melancolía, no fue del orden de la muerte (fue del orden de ideales y proyectos),
por lo tanto, el nunca se pensó la cuestión del duelo como la cuestión de la desaparición de un objeto: por esto Freud no
dimensionó la cuestión subjetiva de la perdida y se limito a plantear la formula.

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