Proyecto “Palabras jugadas”

Grados: 4° A y B

Docentes: Verónica Torres y Magalí Sarfati

Fundamentación

“La alfabetización tiene dos objetivos principales y fundamentales: la Ley y el Texto.

Se enseña a leer (y a escribir) leyes y textos. Enseñar a leer la Ley equivale, pues, a
enseñar los derechos y las obligaciones que tenemos. Es decir que, en ese sentido, la
escuela forma ciudadanía. Pero además, la escuela enseña a leer (y a escribir) textos
literarios como los relatos y poemas, o no literarios como los discursos, cartas o
declaraciones.
Se enseña a leer la Ley y el Texto. Por un lado, se forma ciudadanía, por el otro, se
forman públicos, [...] lectores que conozcan la tradición; y es la escuela en todos sus niveles
la responsable de esa formación decisiva sin la cual no habría siquiera la posibilidad de la
literatura.”
Roland Barthes ante la pregunta “¿Se puede enseñar la literatura?”, en ​Escuela y
Literatura (Barthes, R. 1983) menciona que ese es el papel específico de la escuela,
“desarrollar el espíritu crítico [...] Pero se trata de saber también si se debe enseñar algo que
sea del orden de la duda o de la verdad. [...] Hay que enseñar la duda unida al goce, y no al
escepticismo [...]. Mejor que la duda,” se trata de "estremecer la verdad". El filósofo invita a
que no se enseñe “la verdad” en tanto pensamiento acabado acerca de una cuestión. Esta
actitud de duda “ante el conocimiento es muy valiosa, estimula la inteligencia, el interés y la
creatividad, y se consigue mediante el ejercicio constante, cuanto más temprano, mejor”.
“La escuela enseña a leer y a escribir [...]. Leer la Ley o la Literatura es una práctica
compleja que supone niveles diferentes de intervención del sujeto, el más complejo de los
cuales sería la lectura como experimentación. ¿Qué entendemos por experimentación? Un
tipo de actividad lectora cuyo resultado se desconoce y que, por eso mismo, sirve para
desestabilizar las certezas propias del individuo, sus prejuicios. Esa desestabilización, nos
parece, es condición necesaria para el pensamiento.”
“¿Cómo y para qué enseñaremos a leer? Enseñamos a leer para que haya personas
que conozcan la Ley (y que pueden ser castigadas cuando no la cumplen) y enseñamos a
leer para que haya personas que puedan vivir en un más allá de la Ley (en la pura potencia
del texto y de lo imaginario).”
“Los materiales de la literatura son la lengua, la experiencia y las ideologías.” “Es
importante tener en cuenta que la lengua literaria tiene que ver con el lenguaje corriente, al
que se le aplican una serie de artificios o procedimientos o técnicas específicamente
literarias” que se clasifican de acuerdo con los niveles lingüísticos sobre los que operan.
Algunas de ellas son:
a. Figuras fonéticas: rimas y aliteraciones.
b. Figuras sintácticas: hipérbaton, elipsis y anacoluto.
c. Figuras semánticas: metáfora, metonimia, sinécdoque.
La escuela debe trabajar con estos materiales, intentando lograr que los alumnos
tomen conciencia de ellos, los identifiquen, manipulen, jueguen.
 Daniel Link invita a “superar la sacralidad de los abordajes” y “atreverse a jugar con
los textos”. Menciona que “los textos literarios son los más sofisticados de una lengua” y
que esa “sofisticación y ese carácter monumental de los textos literarios muchas veces han
funcionado como obstáculo para su pedagogía, como si se tratara de una dimensión
sagrada a la que es mejor no acercarse”. Por el contrario, él propone que los textos deben
ser tocados, “no hay tal sacralidad o tal distancia que nos impida manipular o jugar con
cualquier instancia de discurso, con cualquier texto, así se trate del más exquisito soneto de
Góngora”.

Objetivos

● promover el disfrute de la lectura de textos literarios

● estimular la escritura de textos literarios diversos

Actividades

● Establecer el espacio “La hora de la lectura”: momento de escucha de parte de los

alumnos de textos leídos por el docente y por otros adultos (audiocuentos, cuentos
leídos por sus autores, personas que quieran acercarse a leer un cuento). Luego de
la lectura los alumnos que lo deseen pueden realizar diversos comentarios, dar
opiniones, dramatizar, etc.
● Realización de actividades diversas de lectura: lectura de palabras, lectura de textos
no convencionales, lectura de imágenes, resolución de enigmas, etc.
● Realización de actividades diversas de escritura creativa: invención de palabras y
sus definiciones, reformulación de historias conocidas, reescritura de textos
incoherentes, etc.
● Juegos con las cartas de Propp.
● Jornada de juegos de lectura con las familias.

Bibliografía

Link, Daniel. (2016) Clases Nro. 1, 2, 3, y 4 La enseñanza de la lectura de literatura. Módulo

Aportes de los Estudios Literarios a la Enseñanza de la Alfabetización Inicial.
Especialización Docente Superior en alfabetización inicial. Buenos Aires: Ministerio de
Educación de la Nación.
Alvarado, Maite …[et.al.], ​El nuevo escriturón: curiosas y extravagantes actividades para
escribir​, Buenos Aires, Quipu, 2012.
Alvarado, Maite, ​El pequeño lecturón, vitamina para lectores, Buenos Aires, Quipu, El
Hacedor, 2013.