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UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE BUCARAMANGA

INTERTEXTUALIDAD EN EL PAÍS DE LA CANELA

DOCENTE

GILBERTO GONZALEZ HERNANDEZ

Critica II Texto y autor


INTERTEXTUALIDAD EN EL PAÍS DE LA CANELA

“Nos dieron la diversidad del mundo”, me dijo, “pero nosotros solo queremos el oro”. Tú
encontraste un tesoro, una selva infinita, y sentiste infinita decepción, porque querías que
esa selva de miles de apariencias tuviera una sola apariencia, que todo en ella no fuera más
que leñosos troncos de canela. William Ospina

El país de la canela del narrador colombiano William Ospina deja en evidencia ciertas
características propias de la nueva novela historia, entre las cuales es posible identificar una
distorsión consciente y voluntaria del proceso histórico, la presencia de aspectos como la
ficción, la metafísica y por encima de todo, la intertextualidad, como el eje más importante
del presente ensayo.

Sin lugar a dudas, en el “País de la Canela” el Narrador se apoya en una serie de textos, citas
o referencias que son insertas de manera explícita o implícita dentro del texto y que van
configurando un determinado contexto, que a su vez va influyendo en la producción y
comprensión del discurso mismo de la obra.

Inicialmente puede afirmarse, por ejemplo, que el trasfondo de esta obra, como novela
histórica que es, está circunscrito por una nueva forma de comprensión sobre el pasado y un
nuevo entendimiento con relación al futuro. Esto se evidencia notablemente en aquellos
fragmentos en que el narrador emplea crónicas y documentos históricos con relación a
aquellos instantes “fundantes”; lo cual nos revela ese deseo implícito del escritor de retomar
ese proceso histórico, pero ya desde otra mirada: Desde una perspectiva americana. No
consiste pues, en una evasión o desconocimiento de los sucesos, sino como lo afirma (Riera,
2012) “de una vuelta condicionada por la persistencia de la estructura cultural, social y
política que todavía no permite un verdadero diálogo intercultural”.

Un aspecto para resaltar dentro de la intertextualidad de la obra es la ambición de veracidad,


la cual se complementa “con la similitud onomástica y toponímica y con la enunciación de
las fechas, guiños inequívocos de su carácter histórico” (Riera, 2012). El mismo Ospina
señaló que ese apego casi mimético a la historia tenía una razón simple: la realidad eran tan
cautivadora que no requería más invención (Presencia Cultural, 2008)1; era por sí misma ya
una novela. Las fuentes a las que recurre Ospina en la reconstrucción de los hechos de
conquista que narra son principalmente crónicas de Indias del siglo XVI e historiografías de
la colonia de los siglos XVIII Y XIX.

No obstante, la especificidad del texto de William Ospina se define particularmente porque


no se presenta solamente como la transcripción de unas voces o protagonistas, sino que
involucra una realidad más compleja. En ella puede vivificarse cada relato, es posible sentirse
la tensión, la crisis o la ambigüedad del contexto. Es únicamente a través de su obra, cuando
los acontecimientos empiezan a ser leídos y es allí cuando van tomando sentido.

Una novela histórica procura siempre ser algo más que la reproducción del documento
histórico. Y lo consigue no solo cuando selecciona los hechos o los personajes que
retrotrae (lo cual es ya su visión de los hechos), sino también por el sentido histórico
con que encadena los eventos (lo que implica una teoría de la historia) y, lo que es
más importante, cuando plasma la significación que estos eventos tienen en la
memoria colectiva y en su propia interpretación. (Riera, 2012)

Finalmente se puede afirmar de la mano de (Vargas, 2009) que la novela “El país de la
canela”, hace parte de esas obras que iluminan: “una nueva flexión latinoamericana de la
relación entre la historia y el discurso de la postmodernidad” (Perkowska 2003; 106), sin
querer decir con ello que sus procedimientos estén encarnados en técnicas postmodernas. Se
trata de la intencionalidad y del espíritu todavía moderno de quien considera que es necesario
reivindicar el pasado a través del poder de los relatos y la fuerza del lenguaje, porque en
definitiva el sueño de un país con bosques de canela es esa misma utopía de alcanzar la paz,
quimera que seguimos construyendo desde las raíces mismas de la guerra.

1
Presencia Cultural, “Entrevista a William Ospina”, videos de actualidad cultural del Perú. Más adelante, en la
misma entrevista, señaló: “Trato de que todo lo que cuento sean hechos reales, lo único que me permito es
llenarlos de detalles, de circunstancias para hacerlos vívidos, para que puedan ser hospedados por la
imaginación del autor”
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

Riera, G. (2012). El mito como expresión del desentendimiento cultural en El país de la


canela de William Ospina. Obtenido de Universidad de Salamanca España

Vargas, L. (2009). El país de la canela: Historia y Ficción. Obtenido de


https://pendientedemigracion.ucm.es/info/especulo/numero43/pcanela.html

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