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MUNICIPIO DE CUAJINICUILAPA.
ORÍGENES
Es una palabra de origen náhuatl formada por los siguientes elementos: Cuauhxonecuilli-
atl-pan. La primera palabra, a su vez, está compuesta de cuáuhuitl: "Árbol"; xo: "De", ixitl:
"Pie" y necuilli: "Torcedura" o sea, el cuajinicuil, un árbol de la familia de las leguminosas
del género Inga, cuyas especies abundan en la América interítsmica; produce
largas vainas o legumbres con semillas envueltas en una pulpa comestible, lo mismo que
los cotiledones, que se cuecen como verduras y sancochados son sabrosísimos.
AYACASTLA
Don Gonzalo Aguirre Beltrán informa que «cuando México fue conquistado por los
españoles, Cuijla formaba parte de un conglomerado de tribus recluido en un territorio que
los cronistas llamaron Provincia de Ayacastla. Se extendía esta provincia desde las riberas
del río Ayutla hasta las llanuras que se prolongan pasado el Santa Catarina; y en cuanto a
latitud, por toda la vertiente meridional de la Sierra Madre del Sur, desde sus picachos
hasta la mar».
Ayacastla, como han sido y son gran parte de las regiones ecológico-culturales del mundo,
era diversa, porque allí convivían y transitaban muchos pueblos y grupos humanos. En
muchos sentidos, se puede afirmar que Ayacastla también era una zona de paso de
migrantes y cosmopolita, como ahora. Don Gonzalo dice que «pueblos de distinta
formación lingüística, y quizá también étnica» —es decir: con lenguas y culturas
diferentes— integraban Ayacastla, y enumera las más importantes: «Ayutla, Xochitonala,
Acatlán, Cuauhcoyolinchan, Tepetlapa, Cuilotla, Azoyuc, Copalitech y Cintla eran de habla
tlapaneca; Xalapa, Nexpa, Quauhtepec, Tututepec y Tlacuilula tenían por lengua el mexica;
el nahuat, seguramente la mayoría; Ometepec e Igualapa hablaban ayacasteca, pero
también comprendían individuos de habla amuzga; este idioma era particular de Xicayan,
Ayotzinapa y Xochistlahuaca.
En suma, cuando los españoles llegaron a esta región, en Ayacastla se hablaban las
lenguas ayacasteca —del grupo dominante—, tlapaneca, mexica, nahuat, amuzga,
huehueteca, quatzapoteca y quahuteca.
Estos numerosos pueblos estaban dominados por los Ayacasteca, como apunta Aguirre
Beltrán: «La designación de la provincia parece indicar que fueron los Aya[ca]steca quienes
realizaron el agrupamiento y, aunque formaban minoría y se encontraban establecidos sólo
en Igualapa y Ometepec, dominaron probablemente tanto sobre la población amuzga que
habitaba esos lugares, como sobre los otros grupos arriba mencionados».
Pero con la llegada de los conquistadores a la zona esta situación cambió drásticamente,
en perjuicio de estos pueblos y grupos, al grado de que muchos desaparecieron: «El indio
ayacasteca y la lengua ayacasteca desaparecieron en el siglo XVI; no corrieron igual suerte
los indios de habla tlapaneca que en la actualidad todavía se encuentran en la zona.
Persisten asimismo el indio y el idioma amuzgas en Cabecera, Xicayan y lugares
circunvecinos; pero el indio e idioma mexicas o nahuas subsisten sólo en Acatepec, una
pequeña ranchería dentro del municipio de Ometepec.
QUAHUITLÁN
Gran parte de la población del actual municipio de Cuajinicuilapa, la que colinda con el
estado de Oaxaca, se mandaba a Quahuitlán o pertenecía administrativamente a Quahitlán
—digamos, en términos modernos—. Ahora conocemos a esa localidad como Caguitán, y
pertenece a Oaxaca.
Sobre los habitantes de Quahuitlán, Aguirre Beltrán escribió: «Con los datos a la mano
resulta difícil identificar a qué grupo o familia lingüística pertenecieron los indígenas e
idiomas desaparecidos. Cuijla se encuentra en terrenos que pertenecieron a Quahuitlán;
por ello nos parece conveniente establecer una hipótesis acerca del parentesco de estos
indígenas. En la Relación de Quahuitlán, hecha por Cosme de Cangas, el señor corregidor
afirma: “hablan generalmente lengua mixteca”, y agrega: “Quahuitlán quiere dezir en lengua
que los naturales hablan ques la mixteca, Yonoyuti, y en la mexicana Quahuitlán que lo uno
y lo otro quiere dezir espesura de montes, a causa de que son arcabucos muchos los que
ay por los términos deste dicho pueblo”.
«Lo anterior permite suponer que el idioma quahuteca no era en realidad sino el mixteca o,
quizá, una variación local de este idioma. De ser así, el indio quahuiteca, como parte y
conjunta persona de la gran familia mixteca, debió participar de la cultura y de este grupo
étnico». Es decir, gran parte de la población que habitaba el actual municipio de
Cuajinicuilapa eran mixteca.
Los estudiosos hablan de que, en los años anteriores a la llegada de los invasores, la zona
del municipio era de dominio no consolidado; es decir, que el dominio se lo disputaban
cuando menos reinos, entre ellos, Ayacastla y Tututepec: «Quahuitlán, y también Xicayan,
eran lugares en disputa entre la gente que dominaba la provincia de Ayacastla y quienes
ejercían el poder en el gran cacicazgo de Tututepec. Este cacicazgo mixteca tenía como
Ello se refleja en la información que recopilaran los españoles antiguos y que asentaron en
esos documentos que elaboraron, llamados “relaciones”. Dice Aguirre Beltrán: «En las
relaciones del siglo XVI, Xicayan y Quahuitlán son descritos indistintamente como
pertenecientes a Ipactepec o a Ayacastla, según que el relator pertenezca a una u otra
jurisdicción. Para mediados del siglo XV, sin embargo, es indudable que los mixtecas de
Tututepec dominaban ya a Quahuitlán y exigían de los quahuitecas el tributo
correspondiente».
Sobre ello, otros investigadores hablan de que a veces el dominio sobre Quahuitlán lo
ejercían a veces unos, y a veces, otros. Raúl Vélez Calvo habla también de que los nahuas
intentaron ejercer o ejercieron su dominio en la zona: «Otro asentamiento nahua fue una
franja ubicada en la Costa Chica con pueblos dispersos dentro de los municipios de
Ometepec, Igualapa, Azoyú, Copala, Cuautepec, Florencio Villarreal, Ayutla,
Xochistlahuaca y, quizá, Cuajinicuilapa».
Y precisa que los azteca incursionaron varias veces por aquí, con el objeto de conquistar
estos pueblos: Netzahualcóyotl «…en el año 4 calli o 4 casa —1457—, por el sureste, por
la Costa Chica de Oaxaca se adentra a la de Guerrero con sus ejércitos divididos en dos
frentes: uno, el del norte, siguió la ruta de Ayacachtla … El frente que recorrió la ruta sur
tocó Cuahuitlán (Cagüitán, Oax.), Huehuetlán (Huehuetán, municipio de Azoyú), Atozyuc
(Azoyú), Cuauhtépec (Cuautepec), Xochitonalla y Ayotlan».
declaran que “fueron antiguamente estos pueblos, o los indios de él, sujetos a Montezuma,
aunque hay opiniones que al señor de Tututepeque».
Vélez Calvo cita a Rafael Rubí Alarcón para introducir la versión de que Ayacastla, y con
ella, Quahuitlán, no estuvo sujeta al dominio azteca: «Rubí considera que a pesar de esta
incursión de Moctezuma Ilhuicamina por la Costa Chica guerrerense, “la llamada provincia
de Ayacastla (fue) una provincia tributaria en proceso de formación, es decir, que no haya
podido ser consolidada, y por eso la Matrícula de Tributos (y el Códice Mendocino) no lo
registra(n)”. El autor se refiere a que la Costa Chica no aparece como provincia tributaria de
la Triple Alianza, pues cómo se verá después, cuando menos un pueblo de la región sí
aparece en los citados documentos, formando parte de los pueblos incursionados por los
aztecas».
Por ello, Vélez Calvo cree que esta provincia estuvo en disputa en esos tiempos, sin que se
definiera a qué pueblo tributaba o que tributó a ambos, a México-Tenochtitlan y a
Tututepec: «Dentro del actual estado de Guerrero solamente pertenecía a él (el Señorío de
Tututepec) el actual municipio de Cuajinicuilapa, que dependía del poblado de Cuahuitlán,
ubicado al sureste del municipio de Cuajinicuilapa, ya dentro del estado de Oaxaca, al que
actualmente se le denomina Cagüitán, y que está reducido a una pequeña cuadrilla. Es
probable que este territorio, limítrofe del señorío mixteco de Tototépec, haya cambiado de
manos de éste a poder de la Triple Alianza, quizá en varias ocasiones pues sus habitantes,
cuando hablan del tema, se muestran bastante indecisos. Unos dicen que “fueron sujetos a
Moctezuma, aunque hay opiniones que la señor de Tututepec”. En Cuahuitlán tenían
señores a los que reconocían y amaban como tales y así conocen que son gente mejor.
DESCRIPCIÓN DE QUAHUITLÁN
Los límites geográficos entre los estados de Guerrero y de Oaxaca no han estado
definidos, y se han movido en varias ocasiones, después de la conquista de los españoles.
Algunos documentos viejos ubican a Quahuitlán dentro de Guerrero; otros, dentro de
Oaxaca. Al respecto, Aguirre Beltrán dice: «Quahuitlán se encontraba en un lugar que hoy
se halla situado en la línea divisoria entre el municipio de Cuijla y el Estado de Oaxaca.
“Está metido en un poco de tierra montuosa, en sierras muy bajas y xuntas a la mar porque
yo lo e andado y no hay della media legua”, escribe Cosme de Cangas. Su territorio
abarcaba toda la sabana que se extiende entre las estribaciones de la Sierra Madre del Sur
y el océano Pacífico, por una parte, y, por la otra, entre estas mismas estribaciones, que a
la altura de un lugar llamado hoy Estancia Grande [estado de Oaxaca] llegan hasta la costa
y el río de Santa Catarina; aproximadamente un espacio de unos 30 km. de ancho por 50
km. de largo».
Aguirre Beltrán hace un paréntesis en su narración sobre los grupos humanos y pueblos
indígenas de la zona para dar paso a una leyenda: «Cuando a fines del siglo XVI quedó
despoblado fue conocido con el nombre de Llanos de Quahuitlán. El lugar donde se
asentaba Quahuitlán hoy se conoce por Coagüitán o Cahuitán y tío Nico, el geógrafo
fabuloso [que acompañó a Aguirre Beltrán en sus recorridos por Cuijla a mediados del siglo
xx], habla de la existencia de un venado y una campana de oro situados a la sombra de un
árbol encantado que sólo han visto unos cuantos favorecidos; pero que no han encontrado
jamás quienes han ido a buscarlos llevando en su corazón una bastarda ambición de lucro.
«Trátase de una común y antiquísima tradición que, en el caso, conecta con el nombre
mítico de Quahuitlán, lugar del Árbol. Andrés Orejón, Gobernador de Ayutla, al dar la
etimología del vocablo dice: “Declaro llamarse Quahuitlán de aqueste nombre por un palo
muy grande que tenía en lo llano, que el palo en mexicano dize quahu y lo llano tlan, que
quiere decir Quahuitlán.” El “palo muy grande” era el sagrado pochotl indígena, la ceiba,
que todavía hoy, en Cuijla y San Nicolás, preside las grandes festividades religiosas».
Todavía a fines del siglo pasado, en algunas poblaciones del municipio de Cuajinicuilapa se
realizaban las festividades debajo de una pochota; sin embargo, la gente ha preferido
tumbar esos árboles y buscar que allí se construyan planchas de cementos techadas, para
poder realizar sus fiestas incluso en tiempo de aguas.
«Don Alonso de Mendoza, el último gran cacique mixteca de Tututepec, al rendir una
probanza de su ilustre prosapia, dijo que su abuelo se llamó Coaxin Tecotli, su abuela Tona
Xihuicin, su padre Ixtac Quiautzin y su madre Yacalnane; que “por acuerdo de los
principales habían concertado a casar al dicho su padre con la dicha su madre e que así se
había hecho muy gran fiesta e habían comido e se habían olgado todos los señores e
principales en el casamiento”.
«La sucesión de cacicazgo de Tututepec se realizaba de padres a hijos; según todos los
indicios, los bienes a él inherentes eran considerados bienes de la comunicad o del cargo,
más que de la persona.
«Cuando Ixtac Quiautzin entregó el poder a don Alonso de Mendoza, le dijo: “toma este
pueblo e gobierna que yo te doy estos macehuales y estas milpas y estos bienes y todo lo
dejo a tu cargo porque yo estoy cansado, tu ternás cuidado deste pueblo e todos los
principales recogerás aquí e yo tu padre quiero irme a otra parte y estarme en otra casa
con mi mujer e no saco nada deste palacio, todo te lo dejo a tu cargo, que no quiero llevar
mas que mi arco y flechas”».
Sobre la forma de gobierno que tenía Quahuitlán y su presencia a mediados del siglo
pasada, este antropólgo asegura que «Quahuitlán tenía una organización semejante a la
de su metrópoli; esto es, un cacique o Señor Natural, según la terminología española; pero
este Señor, aclara Cosme de Cangas, no era “Señor absoluto”. Parte de esta organización
persiste en el Cuijla actual.
«Cosme de Cangas, en cambio, afirma: “terná 150 tributarios, tenía mas de 40,000”. Esto
es, da una cifra ajustada a la verdad en cuanto al número efectivo de tributarios, que don
Alonso ocultó; pero en apoyo del gobernador indígena, aun duplica el número de antiguos
habitantes de Quahuitlán».
Sobre la presencia de estos pueblos y grupos humanos en esta región, Aguirre Beltrán
aduce que «la abundancia de restos arqueológicos, muchos de ellos inexplorados, que
existen en la Costa Chica, junto con los elementos anteriores, permiten afirmar la
posibilidad de que su población precortesiana fue igual o superior a la actual».
Sin embargo, también podemos notar esa presencia, sobre todo la de los nahuas, en los
nombres de varias poblaciones del municipio de Cuajinicuilapa: Cacalote [probablemente el
zanate], Comaltepec [Cerro del comal], Cuajinicuilapa [En el arroyo de los cuajinicuiles], El
Cuije [El quebrantahuesos, una ave de rapiña], El Cusuco [o armadillo], El Jícaro [palo de
jícaras] Abajo, El Pitahayo [una planta cactácea], El Tamale, La Petaca [caja o maleta].
Pero es en el habla cotidiana del criollo o cuileño viejo y de zonas rurales donde mejor se
conservan palabras de origen nahua, lo que denota nuestra pertenencia a esa cultura, a
pesar de los siglos transcurridos; de esa habla criolla, anoto algunas palabras y
expresiones: Aguate, alaguate, apachurrar, atole, atoyar, cacahuananche, cacahuate,
cajete, camagua, canica, cempasúchil, coa, coacuyul, coche, comal, copal, cuachalalate,
cuate, cuatezón, cuaulote, cuculuste, cuija, cuino, cuita, cuitlacoche, cuyul, chacalín,
chachacual, chagüe, chamaco, chaneca, chapopote, chapulín, chía, chicatana, chicayotillo,
chicle, chicote, chicha, chiche, chichicuilote, chilaca, chilaquiles, chilate, chile, chilotear,
chilpayate, chimar, chincual, chipe, chipile, chipote, chiquigüite, chirmole, chita, chocoyote,
chongo, chotear, chueco, ejote, elote, encuatar, enchilada, epazote, escuincle, guacal,
guachinango, guaje, guajolote, guamil, guamuche, güegüeche, güipil, güizache, ilama,
jícama, jícara, jiote, machigüe, machincuepa, mapache, matatena, mayate, mazacuata,
mecate, meco, memela, metate, milpa, mitote, molcajete, mole, nagual, nana, nanche, neja,
nene, nicuatole, niscome, nistamal, nopal, ñagüal, ocote, olote, otate, pachiche, pachole,
pagua, paliacate, palo, papalote, payanar, petaca, petate, pichicato, pichiche, pilmama,
pinole, pixcar, popoyote, pozole, pozonque, quelite, tacuache, tacuate, tamale, tapanco,
tecolote, tecomate, tepalcate, tepetate, textal, tianguis, tocayo, toloache, tomate, totole,
totomoste, totopo, tule, tuza, tlacolole, tlapa, zacate, zanate, zapote, zocato, zopilote y
zoyate.
También se tiene conocimiento de que por la zona pasaron y dejaron su influencia los
olmecas, los teotihuacanos y los zapotecas, entre otros pueblos y grupos humanos. Con
certeza se sabe que Comaltepec y El Terrero tuvieron influencia o presencia zapoteca, y
este cronista aventura que también la tuvieron El Cuije, Cerro de las Tablas, El Quizá y
Rancho Santiago.
En 1521, llegaron a la región los europeos, los llamados españoles. De allá vinieron en
calidad de conquistadores y colonizadores castellanos, andaluces, extremeños, vascos,
valencianos y catalanes, quienes siguieron llegando a lo largo de los siglos.
Posteriormente, a mediados del siglo xvi, los europeos trajeron a personas esclavizadas de
piel oscura [los negros o bozalones, según les llamaron]; la mayoría de estos provenía de
las culturas Yoruba y Bantú.
* Indígenas o americanos.
* Españoles o europeos.
EL TERRITORIO
Tlapa y al Partido y/o Distrito de Abasolo, con sede en Ometepec. Conviene aclarar que
esta descripción se hace de modo somero, pero que esas divisiones político-
administrativas también han tenido modificaciones, según el devenir de la historia de la
Nueva España —antes— y de México —después—, así como de las provincias, las que
devinieron en estados, y no fue sino hasta 1849 que se fundó el actual estado de Guerrero,
a donde pasaron a pertenecer Tlapa y Ometepec y, por ende, Cuajinicuilapa.