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CAPITULO III

La dictadura, devoción fetichista por un hombre, es una cosa efímera, un estado de la sociedad
en el que no puede expresarse los propios pensamientos, en el que los hijos denuncian a sus
padres a la policía; un estado semejante no puede durar mucho tiempo.

Winston Churchill (1874-1965).

(I)

E
l Premio Nobel, es el pináculo en la carrera de muchos científicos. Es
entrar al exclusivo club de un selecto grupo de hombres y mujeres. Es
entrar a la historia por la puerta grande. No es el premio económico, es
la distinción de saberse estar en el Olimpo entre los Dioses. Cuando Erik
Larssen recibió el premio en una ceremonia estricta en modales, tradición y
etiqueta, se sintió como parte de ese selecto grupo. Ya no era el Dr. Erik
Larssen, ahora era un laureado científico. Eso lo ponía en un pedestal y lo que
opinara y lo que hiciera de ahora en adelante, era cosa casi sagrada, ya que no
era la opinión de alguien cualquiera sino de un Nobel. Había entrado al mundo
de la nobleza. Ya no era un plebeyo….ahora era un príncipe de la ciencia.

Larssen se quedó muy impresionado, ya que por primera vez, un científico


Mexicano, recibía el Premio Nobel de Física. Una auténtica rareza. Larssen en
la cena de gala, quedó sentado junto al Físico Mexicano de nombre José
Aldebarán Soto. Había recibido el premio, por haber inventado un potente
generador portátil de neutrinos (una pila generadora de neutrinos), pero
además instaló ese artefacto en un satélite espacial, que fue colocado en orbita
geoestacionaria en un punto denominado cenit ecuatorial celeste, y diseñó otro
aparato colocado en otro satélite espacial, también colocado en orbita
geoestacionaria pero en la antípoda del primero (sobre la misma línea
ecuatorial celeste), cuyo punto astronómico se denomina como Nadir. Este
último satélite captaba la señal de los neutrinos. Ambos aparatos estaban
sincronizados, de tal forma que se podían mover gradualmente, y cambiar de
orbita en posición geoestacionaria y mantener la antípoda exacta, para radiar el
planeta con neutrinos, en un área o lugar exacto, y medir el corrimiento de las
placas terrestres. Esto permitía también medir con total exactitud la energía
acumulada. Toda esta información permitía predecir (por medio de un
programa de cómputo) con rigurosa exactitud cuando se presentaría un temblor
de tierra y cual sería su magnitud, y dar aviso a las poblaciones de los países
afectados, así como evitar Tsunamis sorpresivos. Además este aparato
detectaba las cuencas petroleras sub oceánicas, los yacimientos mineros, las
cuencas hidrológicas subterráneas, las cuencas geotermales y cualquier tipo
de información geofísica relacionada con el núcleo de la tierra y las placas
continentales. Mientras el Dr. José Aldebarán explicaba a Larssen sus
investigaciones, hacía dibujos en una servilleta con una pluma de mano. A
Larssen, le encantó la explicación y la sencillez en la manera de ser de aquel
científico. Las predicciones de terremotos eran muy importantes para México,
por encontrarse ubicados como país, en el cinturón de fuego del Pacífico. Así
que el desarrollo de esta investigación aplicada daba un resultado muy
concreto para ese país, que había sufrido devastadores terremotos en su
historia al igual que Japón. Erik Larssen al escuchar al científico mexicano, se
quedó pensando porque en Estados Unidos no hacían ese tipo de
investigaciones, sin estar involucradas en el desarrollo de armamentos y la
compulsión política de querer estar dominando al mundo……

Erik, quedó aún mas perplejo, al enterarse que los satélites Cenit y Nadir,
habían sido diseñados, construidos y lanzados al espacio por científicos
mexicanos y que eran operados por la Agencia Espacial de México.

Larssen también habló con otros colegas y también quedó fuertemente


impresionado con el laureado nobel de la paz, que había sido otorgado a un
activista Africano, por su lucha contra la segregación racial y la eliminación de
las guerras étnico-religiosas, que habían devastado a países enteros, como
Sierra Leona, Nigeria, Congo, Tanzania, Republica Centroafricana, Sudán,
Uganda, Burundi o Ruanda entre otros. Su nombre era Mwami Kigeri, y era un
hombre muy alto como Larssen y hablaba perfectamente en inglés. Su charla
era amena, pero los relatos que contó en la mesa dejaron a todos los
presentes, sumamente deprimidos. No solo era la pobreza lo que azotaba a las
naciones centrales del continente Africano, eran las guerras de dominación
colonial que implementaban muy diversos países Europeos, Estados Unidos y
China, por el dominio de territorios ricos en materias primas estratégicas. Las
etnias se convertían en simples peones de un ajedrez político de dominación
económica, para eliminar “rivales” étnicos, y con ello prevalecer sobre esos
recursos en los territorios vecinos, no importando si con ello se invadían otros
países. Los generales de los ejércitos “étnicos” eran los que salían siempre
ganando y no les importaba la suerte de su país y menos de la población local
o tribal; durante largos minutos narró las guerras genocidas entre las tribus y el
arrasamiento de aldeas enteras. Los miles de refugiados y desplazados (los de
mayor suerte) y los millones de muertos por las guerras de segregación étnica
o religiosa.

Larssen solo escuchaba, y pensaba sobre las consecuencias, que llegarían a


tener las investigaciones de Allen, y eso lo estremecía. Su nueva posición, y su
nuevo estatus con aurea de ser un Nobel, le abrirían un mundo de
posibilidades para evitar el uso de la ciencia con fines bélicos.

(II)

Allen y Russell, por su parte habían comenzado la tercera etapa de su


investigación. Ahora requerían de presos, para lo cual visitaron las cárceles del
Estado de colorado. Ninguna les convenció para sus propósitos actuales, más
que la famosa Penitenciaría de Máxima seguridad de Florence, Colorado. Esa
prisión estaba bajo la Administración del Departamento de Justicia de Estados
Unidos. Esta cárcel fue escogida por Allen, pues estaban confinados los presos
mas peligrosos de Estados Unidos acusados, por ejemplo, de terrorismo
como Zacarias Moussaoui, Ramzi Yousef, Faisal Shahzad, Ted
Kaczynski (más conocido como Unabomber), Terry Nichols o Eric Rudolph;
condenados por espionaje como Robert Hanssen o Kendall Myers; líderes de
organizaciones criminales relacionadas con el narcotráfico como Haji Bagcho, o
los mexicanos Osiel Cárdenas Guillén o Juan García Abrego (del Cartel del
Golfo), y el famosísimo Joaquín “El Chapo” Guzmán, además de presos
trasladados desde otras cárceles por asesinar a funcionarios de prisiones. La
segunda característica es que permanecían bajo encierro 23 de cada 24 horas
del día.
Para acceder a esta cárcel de máxima seguridad Allen tuvo que echar mano de
Bradley, y toda la influencia del Ejército y la Agencia Nacional de Seguridad y la
CIA. No fue fácil ni sencillo, entrar a la prisión de Florence, que era una prisión
de nivel 6 (el máximo nivel de seguridad), al igual que la de Marion, cuyo
objetivo era mantener en máximo aislamiento a los presos, y ejercer un férreo
control físico y mental sobre ellos.

Allen tuvo una reunión con el Director del Penal de Florence, y le explicó
detalladamente lo que necesitaba. Después junto con tres miembros de su
equipo checaron los archivos y fichas personales de 200 prisioneros en busca
de lo que querían. 200 archivos fueron reservados por la prisión, y eran de los
prisioneros que por ningún motivo podían ser cedidos por la penitenciaría.

Allen y su equipo revisaron caso por caso cada ficha. Había de todo, asesinos,
violadores, pandilleros traficantes y distribuidores de drogas, y ladrones. Llamó
la atención el caso de un ladrón de banco. Un hombre blanco que había
llegado a ser Director de un gran banco, teniendo estudios universitarios, y que
había planeado un extraño robo, muy bien ejecutado de una bóveda (la de su
propio banco) de donde se extrajeron 2,000 millones de dólares en bonos de la
Reserva Federal de Estados Unidos. La bóveda nunca fue forzada, ningún
extraño había entrado a la sección más segura de la bóveda, y sin embargo los
valores habían sido sustraídos como si se hubieran esfumado solos por arte de
magia. Fue un caso muy difundido por la prensa norteamericana, y Allen lo
había visto por la TV. El hombre siempre había alegado su inocencia, y decía
que era un simple chivo expiatorio y que todo era parte de un complot de
grandes banqueros. El nombre de este prisionero era Ellis Williams. Ellis era un
hombre con pelo canoso, con casi 50 años de edad y era un tipo muy tranquilo.
En la prisión se le consideraba un interno modelo. Nunca había dado
problemas en la prisión. Los guardias lo tenían en gran estima, y era el único,
que se le permitía estar en la biblioteca de la prisión por tres horas al día (un
autentico lujo). Era el único preso, que tenía una TV en su celda, y se le
permitía hablar por teléfono con su familia una vez a la semana desde la oficina
del Director. Allen aprovechó la oportunidad de hablar con él en una de esas
llamadas y le pidió al Director de la prisión que estuviera presente en la charla.
Allen fue muy cauto.

-Sr. Ellis, mi nombre es Robert Allen y el señor que me acompaña es Edwin


Russell, ambos somos médicos investigadores de una empresa farmacéutica
privada. Hemos desarrollado un conjunto de fármacos, y deseamos probarlos,
así como una serie de equipos para nuevas terapias. Estamos en busca de
prisioneros, física y mentalmente aptos que estén dispuestos a someterse a
nuestros experimentos, a cambio de transmutarles su condena. ¿Le interesaría
escuchar mi propuesta?-

-No tengo más que perder, pues ya lo he perdido todo. Lo que usted pueda
ofrecerme, es mucho, dada mi situación. Lo escucho.- Lo dijo de forma
tranquila y pausada.

Allen le explicó que si llegaba aceptar, tendría que pasar encerrado en su


celda, sin salir a ningún lado las 24 horas del día, por un lapso aproximado de 6
meses, lapso en el cual no podría comunicarse con su familia. Recibir
inyecciones cuantas veces fuera necesario, estar bajo observación las 24 horas
con cámaras dentro de su celda y someterlo a intervenciones quirúrgicas que
se requieran dependiendo del resultado de las investigaciones.

-Y una cosa mas, le dijo Allen, nunca verá el rostro de una persona en 6
meses-.

-Debe ser muy importante su investigación para semejante encierro. ¿Y que


me ofrece a cambio?-

Allen metió la mano dentro de su saco y extrajo un fino sobre, que puso en
mano de Ellis.

-Por favor léalo detenidamente y recuerde bien las condiciones expuestas-


Ellis tomo el sobre y abrió la carta en tres hojas. De vez en vez detenía la
lectura, y veía fijamente a los ojos de Allen, que permanecía tranquilo e
indiferente pero que le sostenía la mirada. Cuando termino de leer la carta, la
metió nuevamente en el sobre y la regresó a Allen. Este tomo un encendedor y
delante de Edwin, de Ellis y del Director quemó el sobre con un encendedor de
mano.

-Muy bien, Señor Ellis. ¿Qué me contesta?- Le dijo Allen.

Sin pensarlo más, Ellis le dijo:

-Acepto. -Solo pongo dos condiciones, que mi vida no se ponga en riesgo y que
no pierda mis facultades mentales.-

Allen y Russell, se miraron uno al otro. Allen acentuando con la cabeza, le dijo:
-Muy bien. Aceptamos sus condiciones-

Allen tomó su maletín y sacó un grueso folder. Y se lo extendió a Ellis. Y le dijo:


-Como buen hombre de negocios que ha sido usted. Por favor, sírvase firmar el
contrato- Y le dio una pluma.

En el lapso en que Allen y Russell, hablaban y negociaban con Ellis, los


ayudantes de Allen, habían ingresado a la celda de Ellis, y le habían tomado
una serie interminable de fotografías y de video, hasta el detalle más
insignificante.

Allen guardó los documentos, en su maletín, y acto seguido, metió la mano a


su bolsillo, y sacó su billetera y tomó un billete de 20 Dlls. y lo dobló con
cuidado exactamente a la mitad, y con mucho cuidado lo cortó a la mitad como
si fuera un cupón, y le dijo a Ellis:

- Aquí tiene su mitad del billete, usted sabe bien que tiene que hacer. La última
carta que envíe a su esposa me la debe de entregar a mí personalmente.
Pasado mañana vendré a recogerla y será la última vez que me vea. Una
ultima cosa. En el lapso de una semana, usted notará algunos cambios en su
celda. No se preocupe, son cambios que hemos hecho nosotros como parte de
nuestro ensayo.- Le dio la mano y se despidieron.

Allen regresó al tercer día y recogió la carta de manos de Ellis. En la portada


del sobre estaba escrita de puño y letra, la dirección y el teléfono de su esposa.
Allen se fue al aeropuerto y tomó un avión a Nueva York, llegó en taxi frente a
la casa de Ellis en un suburbio. Era una modesta casa que la señora Ellis
alquilaba, desde el arresto de su marido. Su casa propia, que era una mansión,
la había vendido para poder vivir con sus dos hijas de forma estrecha pero
segura. Allen tocó el timbre y la Señora Ellis dijo:

-¿Es usted el señor Robert Allen?- Robert asintió con la cabeza. La señora
botó el seguro de la puerta: -Pase usted, lo estaba esperando-.

Allen platicó largamente con Martha Williams. Y le entregó el sobre que le


enviaba Ellis. Allen le explicó:

-Sra Williams, le hago entrega de este cheque por 4 mil dólares. Cada mes
recibirá una suma igual que será depositada en su cuenta bancaria. En algunos
meses recibirá la visita de una persona. Le va a mostrar una copia de la mitad
de un billete que le envía su marido en la carta. Por favor memorice el número
de serie y el folio del billete. Esta persona vendrá por usted, y probablemente
tenga que viajar por algunos días. Esta persona va a buscar un nuevo lugar de
residencia para usted y le va a entregar identificaciones nuevas. Por favor
señora, es muy importante que todo esto se haga en secreto. Si se llega a
saber algo, su marido seguirá en prisión y no volverá a recibir deposito alguno
de dinero. ¿Lo comprende usted bien?- La señora asintió con la cabeza.

-Cuando su marido se presente con usted, no lo va a reconocer, tendrá la


seguridad que es su marido, pues le va a entregar el original de la otra mitad
del billete, y tiene que coincidir perfectamente. Recuerde este es el boleto de
regreso de su marido- Usted, jamás me volverá a ver, y si se llega a saber algo,
no volverá a ver nunca a su esposo- Y se despidió.
(III)

Allen regresó a la Montaña Cheyenne. Entretanto, dentro del complejo, se


había construido una replica fiel y exacta de la celda de Ellis. Allen la reviso
exhaustivamente, y comprobó con asombro, que eran como dos gotas de agua.
Entonces Allen dio la orden del traslado de Ellis.

Ellis, tenía una semana encerrado en su celda sin salir y sin ver a nadie. Era un
encierro total. En la noche se abrió una rendija por debajo de la puerta y le
pusieron su comida. Comió en silencio, y se acostó a dormir. Le habían puesto
una potente droga en su bebida, y era el momento de entrar a su celda. Lo
metieron en una bolsa de plástico negra para transportar cadáveres. Lo
declararon legalmente muerto, porque había sufrido un repentino infarto
estando encerrado en su celda. El director hizo la faramalla de comunicarse
con su esposa y darle la mala noticia. Martha, la esposa de Ellis, a través de
sus abogados, solicitó ante un juez, que ante la imposibilidad de afrontar los
gastos funerarios de su marido, solicitaba que la penitenciaría cremara los
restos. A la viuda se le entregó una urna conteniendo “las cenizas” de Ellis
Williams.

El día de su “muerte” el cuerpo lo pusieron en una camilla, lo sacaron de la


cárcel, y en una ambulancia se lo llevaron a un aeropuerto militar, donde los
esperaba un helicóptero, subieron la bolsa con el cuerpo y el avión despegó.
En la madrugada llegó el bulto a la Montaña Cheyenne.

A la mañana siguiente se despertó Ellis, y notó que habían cambiado el TV de


su celda. -Vaya, esta mejorando el servicio- pensó para sí mismo, se imaginó
que ya había comenzado el experimento para el cual había sido contratado.
Ellis, no se dio cuenta hasta ese momento, ni se imaginó que estaba dentro de
la Montaña Cheyenne. En su mente, él seguía internado en la cárcel de
Florence.
Allen, hizo que el equipo probara todas las cámaras dentro de la celda, así
como probar todos los micrófonos. Todo estaba al 100%. Allen, le preguntó a
Edwin si ya estaban listos los nano neuro transmisores de última generación, y
Edwin le informó que al día siguiente ya estarían listos.

-Por favor Edwin, toma una replica de los transmisores e inyéctalos en un mono
macaco y verifica que todas las nuevas funciones estén correctas.-

Hechas las pruebas, tres días después, por la noche, estando profundamente
dormido, Ellis, fue inyectado con los neurotransmisores. Al siguiente día notó el
piquete en su brazo. Sabía a ciencia cierta que todo había comenzado. Ese día
comió normalmente. Vio como de costumbre la TV, y no sentía nada raro en su
cuerpo. -Que extraño- se dijo. -Las substancias o bichos que me inyectan no
me hacen efecto-. El suponía que eran medicamentos o nuevas vacunas.

Al siguiente día se despertó muy temprano. Su miembro estaba erecto, y sintió


unas enormes ganas de masturbarse, lo hizo con gran estimulación que en
pocos minutos tuvo un fuerte orgasmo. Tenía años que no hacía eso. Se lo
explicó debido al encierro. Se levantó, hizo ejercicio y tomó un baño.
Introdujeron el desayuno y comió normalmente.

Allen al llegar al laboratorio por la mañana, preguntó por el ensayo. Un


asistente le dijo que todo resultó como lo programado. Cuando Ellis estaba
dormido se programó una computadora para que Ellis se masturbara por la
mañana. Allen vio el video. Era exacto como lo habían programado.

Ellis. No era religioso. Su familia era católica devota, pero él desde la


adolescencia no iba a misa, las misas le aburrían, ya que era una repetición de
lo mismo. En la noche antes de acostarse, sintió la necesidad de rezar. Pero él
no sabía de rezos. Entonces se hincó frente a su cama y sin saber de donde ni
como, empezó a rezar perfectamente. Los rezos le brotaban como un
manantial desde su interior, como si no fuera él y otro estuviera rezando en su
legar. Su mano derecha lo persignó y no supo como se movió su mano, con
semejante ademán. Se acostó y se quedó dormido. Allen estaba viendo todo
en su monitor. –Muy bien Edwin, va todo muy bien- Le dijo Allen a Russell.
Unos días después. Ellis, estaba tranquilamente sentado leyendo un libro en su
cama, y de pronto se movió su mano y dejó el libro a un lado. Su cuerpo se
movió y se paró de la cama. Caminó hacia la puerta y regresó hacia atrás y
empezó a caminar en círculos en su celda.

En una pantalla con un dedo, Allen lograba mover a Ellis, como la vaca en el
laboratorio de Larssen. El general Bradley estaba maravillado, viendo como
movía a voluntad Allen a Ellis. Y entonces Bradley le dijo, has que se detenga y
camine en circulo en su celda. Y Ellis empezó a caminar en círculo en la
pantalla del monitor como lo había pedido Bradley. Los investigadores detrás
de las computadoras se veían extrañados unos a otros, era grotesco ver como
un individuo era tratado como un mono de circo.

Allen, le mostró a Bradley otro gran avance tecnológico. Dejó de manipular a


Ellis, y éste se detuvo. Ellis, no sabía que le pasaba a su cuerpo, se quedó
pensando si no estaría embrujado. Allen había activado un botón en su
monitor, y en el laboratorio las bocinas de las pantallas de las TV empezaron a
emitir en sonido, los pensamientos exactos de Ellis, donde se preguntaba si no
estaría embrujado. Todo lo que pensaba Ellis, se transmitía y se amplificaba
para escucharlo. Bradley estaba impresionado. Allen le explicó que siguiendo
las reacciones de Ellis trazarían un mapa para monitorear nuevas capacidades
y tareas inducidas.

Una mañana se despertó Ellis, y sobre su cama, tenía un tazón de nieve de


chocolate y una caja con un rompecabezas con 5 mil piezas. La nieve de
chocolate, le extrañó, pues un día antes estuvo pensando que tenía un gran
antojo de ella. Pero Ellis no sabía o no podía entender como rayos, habían
adivinado su antojo. Como fuera lo comió como un niño con una golosina.
Luego tomó la caja y empezó a ver el rompecabezas, y pensó que era una
buena idea como pasatiempo. Empezó a armarlo pieza por pieza en el piso de
su celda. Cuando empezó a armar el rompecabezas, y al observar a detalle el
piso, se dio cuenta que no era el piso de su celda. El conocía cada grieta, cada
hoyo, cada trazo del suelo de su celda y empezó a darse cuenta que lo habían
cambiado a otro lugar, supuso dentro de la penitenciaría. Una hora después de
comenzar a construir el rompecabezas, puso su oído en el suelo y escucho los
sonidos. Todo era distinto. Entonces llegó a la conclusión de que ni estaba en
otra celda ni era la penitenciaría. Allen y el equipo de laboratorio lo estaban
observando y escuchando lo que pensaba. Alguien sugirió si lo dormían, y
Allen con un ademán dijo que no.

–No cabe duda, es un hombre muy inteligente. Debemos respetarlo y


reconocer sus capacidades-

Por otra parte, sabía que no estaba en la penitenciaría, pero tampoco sabía
dónde se encontraba.

Ellis se quedó dormido en el suelo. Y despertó porque escucho el sonido de la


compuerta donde le entregaban la comida. Cual fue su enorme sorpresa, de
ver que el rompecabezas estaba terminado. Se quedó helado. ¿Cómo pudo
terminarlo dormido?, ¿O acaso alguien entró y lo hizo mientras dormía? No era
posible, en su celda estaba todo igual como lo había dejado. Entonces recordó
que dormido soñó que seguía armando el cuadro. Pero una cosa era armar el
cuadro y otra soñar. No podía entender nada. Se sentía cansado pues sentía
que no había dormido bien. Se echó sobre la cama y durmió profundamente.
Entonces al despertarse, ya no estaba su rompecabezas, sino que se
encontraba otro. De repente se levantó de la cama. Y sin darse cuenta,
empezó a construir el nuevo rompecabezas, pero con un ahínco y una
concentración que no podía entender. Podía él estar pensando en otra cosa
absolutamente diferente y su cuerpo se movía solo, como inducido. Se dio
cuenta que no lo movía él, que no era dueño de su cuerpo, porque empezó a
armar el rompecabezas no de la periferia al centro, como era la costumbre de
él, sino comenzó de las esquinas al centro trazando una forma en X, luego
comenzó a rellenar los espacios laterales de la X. Todo lo hizo como en un
lapso continuo sin detenerse en aproximadamente 9 horas. Al final se quedó
dormido.
Cuando despertó. Estaba semi sentado en su cama. Y había terminado el
mismo rompecabezas sin darse cuenta, lo había desmenuzado y reconstruido,
esta vez, había soñado que había comenzado del centro a la periferia. Se
sentía sumamente cansado, extenuado, no tenía noción del tiempo y no sabía
si había comido. Estaba desorientado. Entonces entró una vianda de comida y
comió con un hambre atroz. La realidad era que había olvidado comer en 48
horas, que había trabajado despierto y dormido sin parar en perfecta sintonía
con su programación virtual remota. Allen había demostrado, que podía alguien
ser programado para trabajar manualmente durante 48 horas seguidas sin
parar y sin equivocarse en un ápice. A ese experimento lo llamaron gusano de
seda. El trabajador perfecto, que en 2 días había trabajado lo que una persona
“normal” trabajaría en 6 días (una semana) en jornadas de 8 horas cada una,
con equivocaciones, paros para comer e ir al baño, etc.

Dejaron descansar a Ellis unos días, y Allen le mostró los videos de los
avances a Bradley. El general estaba impresionado con los logros de Allen.
Entonces éste le dijo.

–Estamos por llegar a la etapa más interesante. La decisiva. La


verdaderamente importante.-

(IV)

Una tarde, estaba Ellis muy tranquilo viendo la TV. Y sintió de repente algo.
Como si alguien de no saber dónde le preguntara que es lo que le gustaría ver
en la TV. Como un niño grande pensó que le gustaría ver alguna película de su
infancia, en blanco y negro, y del par de cómicos que mas le gustaban, Laurel
and Hardy (el gordo y el flaco). Su mano sola se deslizó al control y fue
cambiando de canales, hasta que llegó a uno de películas y estaba
comenzando una de Laurel & Hardy de 1937. Esas películas las veía Ellis
cuando era niño en su casa a finales de los 50´s y principios de los 60´s. Y
recordó el día que interrumpieron una película de estos actores, y Walter
Cronkite, anunciaba el asesinato de JFK en Noviembre de 1963.

Vio la película con gran entusiasmo y rió como niño con los chistes y cosas
chuscas de estos dos cómicos. De repente se quedó dormido. Despertó y
seguía la TV encendida. Entonces, sin saber como, su mano tomó el control, y
sintonizó una película porno. Era pornografía dura. Sus manos sacaron su
miembro y empezó a masturbarse, sentía una enorme necesidad de
masturbarse. Terminó, y la película seguía y volvió a masturbarse. Lo hizo
cuatro veces continuas. Estaba cansado y se quedó dormido. Despertó, y en la
TV nuevamente estaba otra película de Laurel and Hardy, y siguió viéndola
tranquilamente. Se quedó dormido por un tiempo que no supo su lapso. Pero
sintió que había dormido mucho. Despertó y la TV, estaba ahora sintonizada en
una nueva película porno, con una mujer con grandes senos y caderas,
haciendo largas sesiones de sexo oral. Nuevamente sacó su miembro y volvió
a masturbarse como tres veces continuas…y se volvió a quedar
dormido…..profundamente dormido.

De pronto se vio a si mismo en un sueño caminando por una calle. Venía


vestido con un overol de mezclilla, con gorra y botas como los que usaban los
antiguos ferrocarrileros, de hecho era el uniforme de un Ferrocarrilero, y llevaba
una lámpara de aceite en su mano izquierda, y en su mano derecha, una
pistola escuadra 45. Iba muy enojado, un hombre había violado a su hija, e iba
a matarlo. Cruzó la calle, y vio a un hombre junto a un poste, que prendía un
cigarrillo, en el momento de acercar la lumbre al cigarro, le vio claramente el
rostro. Era el hombre que estaba buscando. El hombre vestía un traje con un
sombrero y una gabardina, como la que se usaban en los años 40´s. Se acercó
por la espalda, y le vacío la pistola. Se regresó a las vías del ferrocarril, se
subió a un carro de carga de un tren, se escondió ahí y se fue.

Allen, mandó a llamar al General Bradley, y le dijo que le iba a mostrar algo
muy importante para él, y que trajera a su equipo militar de colaboradores.
Allen, les dijo que les iba a mostrar una película. Y los llevó, al pequeño cine
dentro del complejo.

Antes de mostrar la película, les dijo que iban a ver un resumen de imágenes
muy impresionantes. Que ese material era clasificado.

Comenzó el video en una gigantesca pantalla plana, del tamaño de una gran
pared. Aparecía Ellis. En un recuadro de la TV, se presentaba la hora y la fecha
de los acontecimientos en el video. Ellis aparecía sentado viendo televisión. De
pronto se queda dormido. Corre la película en cámara rápida y se ve como el
cuerpo se mueve de un lado para otro. De repente se acerca alguien del equipo
de Allen y deja un bote de nieve y un rompecabezas sobre la cama. Continúa
dormido Ellis, y de pronto se despierta. Come la nieve. Y sin aviso previo, los
militares empiezan a oir los pensamientos de Ellis, en perfecta armonía con sus
gestos y el movimiento de su cuerpo, y como con lentitud pasmosa, empieza a
armar el rompecabezas, y se queda dormido. La cámara esta fija, y de repente
Ellis, estando dormido empieza a armar el rompecabezas y lo termina en
cámara rápida. El primer rompecabezas de 5 mil piezas, lo había terminado en
10 horas. Continúa el video en cámara rápida y de repente aparece, otro
rompecabezas, y comienza a armarlo estando despierto, de repente se duerme
y sigue armando el rompecabezas. Dormido o despierto, dura 9 horas en
construirlo. De repente, aparece armando otro rompecabezas, y lo construye
en cámara rápida en tan solo 8 horas, y sigue armando y desarmando
rompecabezas, despierto o dormido como una hormiga hiper concentrada, y el
record, sigue disminuyendo, 6 horas, de repente apagan la luz de la celda y las
cámaras, se prenden en visión nocturna. Ellis incado en el suelo vuelve a
comenzar a construir otro rompecabezas de 5 mil piezas, pero como no ve, el
cerebro construye el cuadro con las fichas hacia el suelo, el color y la imagen
no importa, pero toca las piezas y al tacto construye el rompecabezas. Lo hace
en completa obscuridad en 8 horas, y vuelve a construir el rompecabezas en
distintas maneras, del centro a la periferia de un lado para otro de arriba abajo,
de las esquinas al centro, es como una compulsión esquizofrénica. Todo lo
hace en 48 horas continuas sin parar, y todo lo ven en cámara rápida. Los
militares se ven unos a otros con cara de incrédulos.

Allen corta la transmisión de la película, se para frente a la pantalla y les dice a


los militares, que las primeras cien bombas atómicas en 1946, se habían
manufacturado en el Laboratorio Nacional Sandía, en Alburquerque, Nuevo
México. Los obreros duraron 18 meses para fabricar y ensamblar esas
primeras bombas producidas en masa. Pero si esos mismos obreros, hubieran
trabajado como Ellis, lo habrían hecho día y noche en tan solo 90 días, sin
interrupciones y sin equivocaciones, ya que Ellis, no había tenido ninguna
equivocación en 48 horas, con luz o sin luz, y sin comer, ni beber. Sus ciclos
circadianos habían sido totalmente eliminados y trabajaba como un gusano de
seda, las 24 horas sin parar, y sin cobrar un sueldo. Era la neo esclavitud. Los
militares se estremecieron en sus butacas, era de no creerse lo que estaban
observando.

Allen, les dijo entonces, lo que están a punto de ver, es mas impresionante
aún. Las luces se apagaron, y el video continuó. Ellis, volvía a aparecer en su
uniforme anaranjado de preso con su número a la espalda. Estaba tranquilo
recostado viendo la TV, de repente, cambia la sintonía del TV y aparece una
película de Laurel and Hardy, y en cámara super rápida se ve como se ríe, y
como la disfruta. Acaba la película y se queda dormido. Vuelve a aparecer Ellis
sentado viendo la TV, y de pronto cambia la imagen y se ve una película porno,
se ve a Ellis, como se masturba, una y otra vez, hasta quedarse dormido.

Nuevamente vuelve aparecer Ellis, y en la pantalla de TV, se ve la película


porno, pero Ellis, se ríe y disfruta de la película. La cámara de repente enfoca
al laboratorio, y en una pantalla se ve a Laurel and Hardy, la verdadera película
que ve Ellis. El asunto es que esa película esta siendo transmitida a su cerebro,
y eso es lo que verdaderamente veía. La película porno la ven sus ojos, pero
no la percibe su cerebro.

Nuevamente aparece Ellis, viendo TV. Está una película de Laurel and Hardy,
pero Ellis se esta masturbando compulsivamente. En el laboratorio le están
mostrando una película porno que va a su cerebro, que es lo que
verdaderamente ve, y sus ojos bien abiertos están viendo una película de
Laurel and Hardy sin percibirla. Ellis, finalmente se queda dormido.

El video cambia de imagen, se posa en un monitor, y aparecen unas manos


escribiendo sobre un teclado. Era como un relato en forma de cuento donde un
hombre vestido de ferrocarrilero se siente agraviado porque han violado a su
hija, lo encuentra en la calle y lo mata. Ese relato, se transmite por la
computadora al cerebro de Ellis. Entonces aparece como en sueño Ellis,
vestido como ferrocarrilero, con una lámpara de aceite en su mano derecha,
una pistola 45 en su mano izquierda y se repite toda la escena de un crimen
soñado por Ellis.

El video, se interrumpe, cuando aparece Ellis, dormido en su celda.


Repentinamente aparece Allen, desayunando en el complejo de la Montaña
Cheyenne, y lee la nota roja de un periódico local, enfocan la cámara al
periódico, aparece la fecha de la edición y el nombre del periódico, y ahí en un
artículo policiaco, se describe claramente un asesinato de un hombre por la
espalda, con una pistola calibre 45, los pocos testigos describen al criminal
como un hombre blanco de cuerpo robusto, de mediana estatura como de 45
años, vestido de ferrocarrilero, con una lámpara de aceite en una mano y la
pistola en la otra…etc.

Los militares se quedan perplejos, y se paran de sus butacas, ante algo que no
pueden creer. Allen pide que se interrumpa el video, y se prendan las luces.
Entonces se para frente a los militares, y les dice con voz tranquila..

-El ejército, siempre ha buscado el camino para entrenar soldados perfectos,


sin remordimientos, y sin miedo. Pues bien, ese momento ha llegado. La
técnica de control mental que hemos desarrollado aquí. Es la prueba de ello,
con otra ventaja, no deja rastros traumáticos en la memoria, ya que todo
transcurre como en un sueño. Un soldado programado, lo mismo puede matar
a una persona, poner una bomba, o realizar un sabotaje, o volar un avión a la
perfección y realizar una misión secreta sin pensarlo dos veces o entrar en
dudas, estando dormido o despierto, eso no importa. La concentración es total,
y además se puede controlar en el campo de batalla asumiendo su control de
forma remota.-

Los militares se veían unos a otros perplejos, era algo digno de ciencia ficción.
Un militar para romper el hielo dijo en broma. –No cabe duda, se jodieron a
Stargate- y todos soltaron una carcajada…..y felicitaron a Allen.
La policía local de un pueblo rural de Colorado, no podía entender el asesinato
del aquel pobre individuo. El crimen no tenía pies ni cabeza, y nunca pudieron
encontrar al culpable. Pronto el asunto terminó archivado y en el olvido.

Allen estaba más que satisfecho con las pruebas realizadas con Ellis. Y realizó
los trámites para liberar los recursos para cumplir lo pactado. Allen envió a su
asistente personal para que consiguiera una propiedad rural en el Estado de
Washington, cercano a la ciudad de Spokane. El asistente viajó con la esposa
de Ellis, y le informó que había escogido una granja con una huerta de
manzanas de 100 acres de superficie, en excelentes condiciones. Allen le dio la
orden de que la comprara a nombre de George Owen.

Su asistente estaba a punto de regresar del Estado de Washington. Cuando


Charles Bradley, le llamó por teléfono para que fuera a su oficina. Allen, se
sintió extrañado. Bradley, le preguntó si ya estaba considerando “liberar” a Ellis.

-Ya hemos concluido todas las pruebas. No veo razón para retenerlo más
tiempo- dijo Allen.

Entonces el General le dijo, que todavía no era momento de liberarlo. Allen


estaba muy serio.

-Robert, no es un asunto mío. Hay gente de arriba que quiere averiguar, si este
hombre es inocente o culpable y saber exactamente que pasó con los bonos
del tesoro que desaparecieron- Bradley hablaba con un dejo de indiferencia.
-No me hace gracia, tener que convertirme en un investigador policiaco. Y si
descubrimos al o los culpables, con nuestra “información” ¿van a ejercer
demandas judiciales?, ¿Y como rayos podemos ocultar nuestras operaciones?-
Allen hablaba en tono grave.
-No Robert. El asunto no va por ahí. Los de arriba no son estúpidos. Lo que
quieren es únicamente la información. Tu sabes….información es poder…y en
la WH (withe house) solo les interesa el poder. Nosotros somos un simple
medio….y ellos saben perfectamente que somos una operación negra, y
legalmente….no existimos. Por tanto las pruebas que “aportemos” no tienen
valor jurídico- Bradley estaba sentado sobre su escritorio con las manos dentro
de las bolsas de su pantalón de su uniforme militar.

-No hay de que preocuparse, recuerda que el poder nunca pierde, porque es el
dueño del casino- Bradley le dijo en tono de broma y le guiñó un ojo.

Bradley y Allen, continuaron charlando, sobre la estrategia que seguirían para


obtener la información. El asunto no era nada sencillo, pero ellos eran simples
peones de un ajedrez. Después de un par de horas, tomaron algunas
decisiones.

Allen, en su interior no se sentía tranquilo. Salió del complejo, y se fue a su


casa. En su oficina privada, tenía un teléfono celular especial, con el cual se
comunicaba con la CIA. Habló directamente con alguien muy importante dentro
de la Agencia, y este le confirmó que había el interés de la gente de arriba, por
saber que había sucedido con el paquete de bonos, y que todo se reducía a la
información.

La voz del otro lado del teléfono le dijo: -Bradley tiene razón, ustedes son una
operación negra, y legalmente no existen……todo lo que averigüen, es solo
información-. Allen se quedó mas tranquilo….pero no confiado….y tenía razón.

(V)

Allen reunió a su equipo. Les entregó un folder a cada uno, con el nuevo
proyecto de investigación.

–Por favor, léanlo con detenimiento. Los espero en 4 horas para que
comencemos a trabajar- Allen estaba muy serio.

Las hojas eran el compendio de ensayos para otear en la memoria de Ellis,


hasta encontrar la información que buscaban. A las 2 horas, tocó a la puerta de
su oficina uno de sus asistentes. Era Kodia. Allen estaba trabajando en su
computadora, y mirándolo sobre sus lentes…le pregunto:
-¿Algún problema?-

-No Dr. El asunto, es que vengo a proponerle un método más fácil para
averiguar la información, sin necesidad de “bucear” en toda la memoria de Ellis-
Allen, dejó su computadora. El asunto le sonó interesante.

-Muy bien te escucho-

Kodia le propuso no utilizar el sistema por imágenes únicamente. -Reduzcamos


en principio todo a datos. En la computadora central podemos poner la o las
palabras claves de investigación. Y la computadora nos va a presentar una lista
con datos ordenados conforme aparezcan en la memoria y los podemos
ordenar desde los más profundos a los más recientes. Eso nos va a ahorrar
muchas horas de trabajo-

Allen se quedó fascinado con la idea.

-Si me parece muy interesante tu propuesta, sería como crear un motor de


búsqueda, un Google de la memoria- ¿Que necesitamos para ello?-

Kodia sugirió que Edwin Russell contactara al equipo de matemáticos del MIT,
que ya los habían apoyado en alguna ocasión anterior y que desarrollaran ese
nuevo software.

Allen, habló con Russell sobre la idea de Kodia, y éste contactó a los
matemáticos. El asunto no era sencillo y requerían de tiempo. Entonces Allen,
le pidió al equipo que comenzaran la investigación de forma como lo habían
planeado inicialmente, en tanto llegaba el nuevo software.

Entonces una de las jóvenes investigadoras levantó la mano, y sugirió que


antes de utilizar las drogas como el DMT estando dormido Ellis. Checaran la
información, estando él despierto y sin el efecto de las drogas.
Allen le preguntó:

-¿Y como podemos hacerlo? Ya que nadie puede entrar a su celda y platicar
tranquilamente con él, cara a cara. Y preguntarle, ¿oiga es usted inocente?
Todos rieron por la broma sarcástica.

La investigadora le replicó:

-Recuerde que utilizamos las drogas como inductores, cuando no teníamos los
neuro transmisores de última generación. Pero ahora podemos generar
preguntas estando él despierto, dirigidas a su inconsciente, y vamos a
escuchar sus respuestas por el lector de pensamiento, que antes, no
contábamos-.

Allen y Russell, se quedaron viendo uno al otro. Era una gran idea, y con el
método de las drogas, o con el nuevo software del MIT, lograrían comprobar
doblemente la información en la memoria de Ellis.

-Excelente. Así lo vamos a hacer. Manos a la obra- Y salieron todos rumbo al


laboratorio.
(VI)

Ellis, estaba muy tranquilo leyendo un libro. “Las aventuras de Tom Sawyer” del
gran escritor norteamericano Mark Twain. De pronto sintió algo…como si
alguien le preguntara si era inocente del robo de los bonos…..Ellis….empezó a
recordar todo el trauma vivido. De cómo se había enterado del robo y del
enorme susto que se llevó y la mortificación de tener que explicar…algo que
era inexplicable.

Allen, le pidió al equipo que activaran la computadora para ver el recuerdo de


Ellis en imágenes.

Entonces aparecía Ellis, muy bien vestido, sentado en su escritorio. Estaba


muy tranquilo y feliz, porque esa mañana había desayunado con un cliente,
que era el CEO de una fuerte empresa, que iba a cambiar las cuentas de su
empresa al JP Morgan Chase Bank, del cual él era director general desde
hacía varios años en Nueva York. El manejo de dinero por ventas globales de
esa empresa, era del orden de varios miles de millones de dólares, y sin lugar a
dudas el ingreso de ese dinero al banco, lo reposicionaría financieramente, ya
que aumentaría el fondo de capitalización y eso se vería reflejado en el balance
contable como un gran aumento de su capital, y por tanto con una mayor
capacidad para la colocación de crédito. Su mente había estado ocupada toda
la mañana en ese asunto. Cuando de pronto, sonó el interfono de su oficina. Su
secretaria, le dijo que le llamaban urgentemente de la oficina de la bóveda.

-Pásame la llamada-

Era la Sra. Laura Shannon, ella era la gerente de administración de la bóveda


central del banco, y la escuchaba muy alterada.

-Me urge que baje a la bóveda. Necesito que vea usted algo directamente.
Venga inmediatamente por favor-

Ellis se alarmó. Salió de su oficina y se fue corriendo a la bóveda, ubicada en el


sótano del banco. Al llegar, Laura estaba con la cara desencajada, estaba
llorosa y nerviosa.

-¿Que pasa, que sucede Laura?- intuyó Ellis que algo muy grave estaba
sucediendo.

-Venga conmigo- Y Laura lo encaminó hacia su oficina. Ahí dentro estaban los
guardias del banco muy serios, vestidos con su uniforme azul, como los
policías. Sobre el escritorio de Laura, estaba una caja de seguridad de valores
abierta y un enorme sobre manila de papel abierto.

Laura le dijo: -Señor Ellis, siéntese y escuche lo que ha sucedido.-


La mujer le explicó que, dentro de la bóveda en la sección de custodia de
valores, la micro alarma de una caja, se había activado. Eran exactamente la
una de la mañana con 22 minutos. Por procedimientos de seguridad, no
pueden abrir la bóveda, hasta las 8 AM en que se abre automáticamente. Pero
los guardias habían checado en interior de la bóveda con las cámaras de
seguridad y no había nada ni nadie. Por lo que concluyeron que se trataba de
un fallo en un sensor. Cada caja de seguridad de valores, contiene una serie de
sensores muy finos, que detectan cambios en la temperatura (para el caso de
incendios) o de el peso de la caja (que significa un cambio en su contenido
neto) para el caso de robos.

Laura cuando llegó por la mañana, entró a la bóveda junto con los guardias y
desactivaron la alarma. Y ella procedió a sacar la caja para revisarla.

-Externamente, no mostraba nada. Estaba perfectamente cerrada, y no había


señales de que la hubieran querido forzar. Entonces, con la presencia de los
guardias procedí a abrirla. Y tampoco mostraba nada raro. Pero por
procedimientos de seguridad (protocolos previamente establecidos) procedí a
checar el contenido. Había dos sobres manila. De acuerdo a nuestros registros,
en uno había un paquete de acciones con valor de 50 millones de dólares
emitidos por la Ford Motor Company. Chequé el sobre, y efectivamente ahí
estaban completas las acciones. En otro sobre había un paquete con 200
bonos del Banco de la Reserva Federal, cada uno de los bonos era por valor
de 10 millones de dólares, que daban un total de 2,000 millones de dólares.
Pero al abrir el sobre, me encontré con esto-

Entonces, la mujer toma el sobre, lo abre y le enseña un fajo de hojas…….en


blanco……
-La alarma se activó porque el paquete inexplicablemente cambió de peso,
perdió unos gramos, porque al parecer desapareció la tinta de los bonos. El
abogado del bufete Pinkerton, Mc Dowell & Stanley, hace un mes que los había
checado, y yo los revisé antes de guardarlos. Es como si hubieran cambiado
por arte de magia- Dijo la mujer con sollozos.
Ellis, se paró de su asiento, sus ojos no podían creer lo que veían…su boca se
le secó y sintió un frío helado que le recorría el cuerpo. Estaba como
petrificado. Con voz grave le dijo a Laura…-Regreso en un momento-….
Se fue directo a su oficina con cara de haber visto un muerto. Al verlo, su
secretaria que estaba hablando por teléfono alegremente, de súbito se quedó
callada. Solo de ver la cara de su jefe, comprendió que algo muy grave estaba
sucediendo y colgó.

Ellis, tomó el teléfono de su oficina y se comunicó con el FBI. En cosa de 10


minutos, se presentaron al banco, tres tipos bien vestidos y subieron a la
oficina de Ellis y se acreditaron como agentes del FBI. Entonces Ellis, les
explicó todo lo que estaba sucediendo. De inmediato, los agentes le pidieron
ver el sobre directamente. Bajó con los agentes a la bóveda. Los agentes del
FBI, encerraron a todo el personal de la bóveda en la oficina de Laura, y los
fueron interrogando. Mientras tanto, otros agentes tomaban fotos en la bóveda,
y veían el video de vigilancia. Tomaron la caja metálica y la confiscaron como
prueba de delito, así como el sobre de las hojas blancas y los videos.
Fotografiaron a cada uno de los guardias bancarios, así como de Ellis. Y bien
entrada la noche se retiraron con las pruebas del robo, y le dijeron a Ellis que
regresarían al siguiente día para continuar con las investigaciones. Cuando
Ellis regresó a su oficina, cual sería su sorpresa. El FBI, se había llevado su PC
personal, su agenda de citas y su directorio telefónico personal, y buena parte
de su archivo. Le pareció un abuso, y se dijo que al siguiente día les reclamaría
semejante altanería. Terminada la jornada, y muy cansado. Ellis, finalmente le
llamó al Presidente del banco y le informó con lujo de detalles todo lo sucedido.
El Presidente del banco, le dijo que había procedido correctamente llamando al
FBI, y que al siguiente día muy temprano, hablaría con el bufete de abogados
del banco, para que se presentaran con Ellis, y realizaran las diligencias
necesarias. Ellis, habló con la gerente de personal, y le ordenó que todos los
empleados se presentaran al día siguiente a trabajar, pero que el banco
mantuviera sus puertas cerradas.

Al día siguiente muy temprano Ellis estaba tomando café en su oficina y


esperando a que llegaran todos los empleados, los abogados, los agentes de la
aseguradora y el FBI. Los empleados llegaron puntuales; a las 9:30 AM,
llegaron los abogados, y tuvieron una larga plática con Ellis, con Laura y con
todo el personal de la bóveda. Pero del FBI, ni sus luces.

Ellis, pensó que seguían checando las pruebas y estaban muy ocupados. A las
dos de la tarde, no aparecía el FBI. Entonces uno de los abogados, dijo que
conocía un alto funcionario del Buró y que le llamaría para saber que sucedía.
El abogado marcó por su celular, una voz le contestó, el abogado decidió
salirse de la sala de juntas, para hablar con privacidad con su amigo. Después
de 20 minutos. Regresó a la sala junto a la oficina de Ellis y venía con una cara
de incredulidad total.

-Algo muy raro esta sucediendo aquí- Todo mundo se le quedó viendo.

-El FBI no tiene conocimiento de nada- Todo mundo se quedó callado.

Ellis, le dijo: -Es una broma o de que se trata-

El abogado muy serio le dijo: -Eso mismo me gustaría saber. Si todo esto no es
una broma de muy mal gusto. Hablé con mi amigo, que es el Director en Jefe
de la división del FBI aquí en Nueva York, y no tenía conocimiento de nada.
Habló con sus agentes y nadie vino al banco ayer-

A Ellis, se le heló la sangre….apenas podía hablar…..-Pero, pero…. si ayer


todos los empleados vieron a los agentes…..mi secretaria los atendió, Laura
los acompañó en la bóveda-……Ellis no podía ya hablar. Solo sentía la mirada
dura como cuchilladas sobre su rostro, de todo el equipo de abogados. Se
sentó y tapó el rostro con sus manos. Todo parecía como una pesadilla.
Treinta minutos después aparecieron los verdaderos agentes del FBI. Poco
pudieron hacer. Los supuestos agentes, se habían llevado todo, videos de las
cámaras de vigilancia, documentos, la caja metálica, equipo de
cómputo…..todo. Era el robo perfecto.
Los agentes escucharon una y otra vez la misma versión de los supuestos
agentes del FBI. Hasta que los investigadores concluyeron, que era un teatro
muy bien montado, y seguramente, más de uno de los empleados estaba
implicado en el robo, y lo de los agentes del FBI, no era más que una cortina de
humo. Así que arrestaron a todo el personal de la bóveda, a los gerentes,
secretarias y al mismo Ellis.

El bufete de abogados estaba consternado y muy confundido. Todas las


versiones coincidían, así que los abogados se convencieron que Ellis y los
empleados decían la verdad, pero se daban cuenta que el robo, había sido muy
bien planeado y muy bien ejecutado, no eran principiantes, sino auténticos
profesionales. Y lo que más les preocupaba, es que si ese robo quedaba
impune, los mismos ladrones volverían a cometer otro en cualquier otro banco.
Dos meses duró la investigación del FBI, y no halló ninguna huella, ni ninguna
prueba de los supuestos agentes del FBI. Así que debido a las
responsabilidades legales, el Director General, era el culpable de todo, por
omisión, encubrimiento, simulación y robo efectivo de bienes, etc. Los
abogados del banco asumieron su defensa, con la esperanza de atenuar los
cargos, el problema y lo peor de todo, es que todas las pruebas y evidencias de
descargo habían desaparecido, y no había manera de hacer una defensa
efectiva. Ellis, por consejo de sus abogados, se declaró culpable ante un juez, y
asumió toda la responsabilidad, a fin de poder liberar de cargo a todos los
empleados, lo cual, aligeraba la carga para los abogados y se centrarían
únicamente en Ellis.

El juicio de Ellis, fue muy corto. Como se asumió como culpable de forma
voluntaria, un juez escucho las partes, estudió los alegatos y otorgó sentencia
de culpabilidad en una serie de delitos, que el juez determinó en una pena de
50 años de cárcel. Los abogados apelaron ante la Suprema Corte y lograron
bajar la pena a 30 años. Si tenía buena conducta, su sentencia podía ser
rebajada a 15 años. Ellis, estaba devastado y acabado. Fue un golpe muy duro
para él y su familia. Y se fue a una prisión Federal, y como el FBI sospechaba
que Ellis, podía tener contacto con una banda de delincuentes, especialistas de
robos a bancos, acudieron ante un juez, para que lo radicaran en una cárcel de
nivel 6. Por eso llegó como huésped distinguido a la Penitenciaría de Florence.

Allen, estaba muy conmovido por lo vivido por Ellis. Los ladrones, nunca se
imaginaron, del avance tecnológico de Allen, y que su memoria lo salvaría. Por
la noche, inyectaron a Ellis, con DTM y ATPN, y lo hicieron dormir
profundamente, e investigaron a fondo en su memoria. Vieron los rostros claros
y nítidos de los “agentes” del FBI, y los gravaron en video. Bradley,
inmediatamente envió, la información con carácter de urgente a la Agencia
Nacional de Seguridad, y se abrió una investigación secreta.

Al mes, llegó el Software de los matemáticos del MIT, y se lo aplicaron a Ellis.


Toda la información era igual, pero más precisa….

Ya estando encarcelado, Ellis le pidió a su esposa, que fuera a ver a uno de


sus grandes amigos de Wall Street, Alfred Radoff. Todo el mundo financiero lo
conocía como el mago Radoff, porque hacía “magia” con los fondos que
administraba, la realidad es que todos los fondos que administraba y les
otorgaba magníficos dividendos eran manejados como una gigantesca
pirámide. Radoff, era amigo de la infancia de Ellis, e incluso asistió a la boda de
este, porque él había presentado a Martha con Ellis, ya que Martha era su
compañera en la Universidad. Se conocieron y fue amor a primera vista y se
casaron. Así que Radoff era un amigo muy cercano a los Williams.

Radoff, sabía de la situación de Ellis, y le había hablado un par de veces, así


como a Martha para ofrecerles su apoyo. Martha aprovechó una de esas
llamadas para pedirle platicar personalmente y pedirle que se vieran. Radoff y
Martha, quedaron de verse en un restaurante muy exclusivo.

Él fue muy respetuoso y cortés con Martha. No era tonto, y sabía que Martha
quería saber algo. En la sobremesa, Martha le dijo, que Ellis, le había pedido
que hablara con él y le preguntara, si sospechaba de alguien o si se había
enterado de algo.
Alfred, se limpió la boca con la servilleta. Tomó su copa de vino y le pidió a
Martha brindar juntos. En el momento en que acercaron las copas, le dijo, que
no podía hablar ahí. Terminaron de cenar, y Alfred Radoff, se ofreció para
llevar a Martha a su casa. –Y en el camino platicamos- le dijo.

Ya en su coche, encendió su carro, y prendió el radio con un volumen un tanto


fuerte. Se paró de pronto en una obscura esquina. Y se acercó a Martha,
fingiendo para darle un beso. Pero ya que su boca estaba frente a ella, se
desvió a su oído, y le dijo en voz baja:

-Dile a Ellis, que hace unas semanas hubo una venta muy fuerte. Un pajarito
me comentó que un jet privado viajó en 4 ocasiones a un aeródromo en la Isla
de Jersey. Al parecer quien hizo estos viajes, era el capo más importante de la
mafia rusa. Al parecer, él compró el paquete de bonos porque tenía derecho de
preferencia. La mafia rusa les ordenó a unos antiguos agentes de la KGB, que
elaboraran los bonos impresos en tinta perene, los bonos los enviaron a Nueva
York y alguien los substituyó en la bóveda del banco. El que vendió, era alguien
muy importante, porque depositó sin ningún problema 2 mil quinientos millones
de dólares en una cuenta en un banco Offshore (paraíso fiscal) en Jersey. Son
gente muy importante y va a ser muy difícil rastrearlos. Todo lo que te he dicho,
se lo dices a tu marido absolutamente en privado, y háblale al oído como lo
estoy haciendo, y dile que quien te informó fue el azulejo, el entenderá bien-
Alfred, para simular la abrazó, y le dio un beso en la mejilla, simulando un
profundo beso en la boca. –Una ultima cosa, Martha. Te deben de estar
vigilando las 24 horas, y quien hizo el robo es gente muy poderosa y muy
peligrosa, no te fíes de nada, ni de nadie, y no hables de cosas
comprometedoras en tu casa o por teléfono, lo mas seguro es que tengas
micrófonos por todas partes. Vende tu casa y vete a donde nadie te pueda
encontrar, por tu seguridad y por la seguridad de tus hijas. Abajo del asiento
hay un sobre con 150 mil dólares. Tómalos y mételos en tu bolsa. Y apóyate en
eso para que puedas desaparecer. En el reverso del sobre, hay un número de
un teléfono confidencial, si llegas a tener un problema grave o de urgencia,
llámame, yo veré como ayudarte. Recuerda que Ellis, es como mi hermano.
Por favor, cuídate mucho-
Cuando Radoff se separó de ella. Ella estaba llorando. Martha de forma sincera
se acercó a Radoff lo abrazó le dio un beso y le dijo en voz baja:

–Gracias, muchas gracias-

Radoff arrancó el carro y dejó a Martha frente a la puerta de su casa y se


despidió. No imaginaba que en un corto tiempo, a el también lo encarcelarían
por fraude, y que sería su propia familia quien lo denunciaría. Radoff
efectivamente era un pájaro de cuenta. Manejaba una firma financiera que no
era otra cosa que una gran pirámide Ponzi. Radoff se enteraba de todo lo que
sucedía en el mundo de las finanzas y más allá, pero no pudo prever su propia
caída.

Dos días después, Martha a través de sus abogados, exigió su derecho de


esposa a ver a su marido en privado, y tal como se lo había pedido Radoff, le
dijo todo al oído a su marido. Ellis, entendió el mensaje y se dio una idea de
quien pudo estar atrás de todo.

Martha vendió su mansión de lujo, buscó una modesta casa en un suburbio.


Contrató una empresa dedicada a alta seguridad, e instaló aparatos detectores
de micrófonos ocultos, neutralizadores de señales de transmisión de
dispositivos ocultos como micro cámaras, y una serie de otros aparatos. Y tenía
un sistema de video vigilancia que monitoreaba su casa las 24 horas. De algo
si estaba segura, que en su casa estaba a buen resguardo y sin ser espiada.
Toda la información que Ellis reveló desde lo más profundo de su inconsciente
y su memoria, le fue entregada a Bradley, que inmediatamente envió la
información a la Agencia Nacional de Seguridad.

Una tarde Bradley, se acercó a Allen, y le dijo muy tranquilo. –Ya se comprobó
la inocencia de Ellis. Me llamaron de arriba, para que te dijera que cuentas con
todo el apoyo para que lo liberes cuando tú quieras, y te darán todo el apoyo
para su nueva identidad-. Allen se sintió tranquilo y agradecido. Ellis lo
merecía.
Una noche, Ellis, fue sacado de su celda y llevado a un quirófano, en la clínica
dentro del complejo. Dos médicos cirujanos militares, modificaron el rostro de
Ellis. Después de la operación lo mantuvieron en coma inducido por tres
semanas, para curar sus heridas.

Allen un día por la tarde, estaba tomando un baño en la alberca. Bradley, venía
caminando con las manos en los bolsillos de su pantalón como era su
costumbre. Se acercó a la piscina, jalo una silla de plástico, y le dijo: -Oye
Robert, ¿te gustaría saber, quien hizo el robo de los bonos?-

Allen, no lo pensó dos veces y salió de inmediato de la alberca. Se secó y se


puso una bata de toalla. Tomó una silla y se sentó a lado de Bradley…..
-Soy todo oídos-

-No puedo darte nombres, porque es información clasificada. El robo fue


planeado por un grupo muy poderoso de banqueros muy ricos, de aquí de
Estados Unidos y de otras partes del mundo, son un club secreto con fuertes
tendencias neonazis. El robo lo ejecutó un grupo de mercenarios
especializados en operaciones especiales y telecomunicaciones. Robaron los
bonos sustituyéndolos, y se los vendieron a la Mafia Rusa. Se los vendieron
por 2 mil quinientos millones de dólares. Ahí ganaron 1,500 millones, solo por
asumir el riesgo del Robo. Con parte de ese dinero le pagaron a los
mercenarios. El dinero lo guardaron en un banco en la Isla de Jersey. Después
compraron armas al mayoreo, por la deep web, en un portal que se denomina
GRAMS; el Google, del mercado negro. Compraron fusiles, metralletas,
lanzacohetes, misiles tierra-tierra y tierra-aire. Doscientos contenedores por
valor de mil millones de dólares. Esos contenedores fueron enviados por barco
al puerto de Marsella en Francia y vendidos a un cartel Francés, en tres mil
millones de dólares. Es decir, se ganaron dos mil millones de mano a mano.
Luego los contenedores se dividieron en 50 unidades cada uno, y le vendieron
un paquete a Arabia Saudita, otro a Qatar, otro a Bahréin y otro más a Kuwait.
Cada paquete fue vendido en mil millones de dólares, pero no fueron pagados
con dinero, sino con petróleo, que fue vendido en el mercado spot en el puerto
de Róterdam. Con esa operación el total de dinero que manejó el grupo
Francés fue de 4,500 millones de dólares, con una ganancia neta de 1,500
millones. Hay la fuerte sospecha, que el Presidente de Francia, financió parte
de su campaña política con ese dinero, y con fondos de una rica heredera de
una conocida marca de perfumes. Pero ahí no queda el asunto. Las armas
fueron vendidas en operaciones hormiga, a las milicias que derrocaron al
presidente de Libia Gral. Muamar El Gadaffi (quien había ayudado también en
la financiación de la campaña del Presidente de Francia). Al vender al por
menor esas armas, los gobiernos de esos países de medio oriente, ganaron el
triple de dinero de lo que costaron, derrocaron a su archi enemigo Gadaffi, y
lograron posicionar sus empresas petroleras en los ricos campos petroleros de
Libia a cambio de vender todo el petróleo Libio extraído a la compañía
Francesa TOTAL. No cabe duda, el mejor negocio en la historia ha sido y sigue
siendo la guerra- Concluyó Bradley.

Allen, estaba muy serio. Comprendió que Ellis era una pieza que se denomina
como prescindible, porque no tiene la menor importancia. Tal como aquel pobre
desgraciado que había sido asesinado por Ellis, por orden de Bradley y de él
mismo, para demostrar fehacientemente a sus superiores de la efectividad
absoluta de la tecnología de control mental. Al escuchar todo aquello, Allen se
sintió como una auténtica mierda, en un mundo que estaba hecho de mierda,
pero que exudaba mucho, pero mucho dinero al igual que el petróleo.

(VII)

Ellis, se curó de sus heridas. Despertó poco a poco del coma inducido. Por la
pantalla de TV, le escribieron un recado y le dijeron que lo habían intervenido
quirúrgicamente para cambiarle el rostro, y que pronto abandonaría la prisión.
Ellis se puso feliz.
Allen, dispuso todo para sacarlo de la Montaña Cheyenne, sin darse cuenta de
nada. Lo sacaron dormido en una bolsa de plástico para cadáveres, y lo
transportaron hasta una base militar en el Estado de Washington.
Allen conducía un vehículo por una carretera en medio de un espero bosque.
De vez en cuando, rozaba la orilla de un bellísimo rio. A un lado iba dormido
Ellis. En un parador a un lado de la carretera, se detuvo. Sacó una jeringa de
un maletín e inyecto a Ellis en un brazo. Allen continuó manejando, a los pocos
minutos se despertó Ellis. Y vio que estaba vestido con ropa casual para
campo. Se sorprendió al ver a Allen.

Le dijo: -Creí que nunca volvería a verlo-

-Yo tampoco- le contestó en tono de broma Allen. –Pero decidí traerlo


personalmente, porque usted se lo merece-.

Ellis le dijo. –Se que usted sabe todo de mí, de mi inocencia, de lo que me
hicieron-

Allen asintió con la cabeza.

-Me imagino que usted ya sabe quien hizo el robo. ¿Lo sabe?, Me lo puede
decir? - Ellis quería saber la verdad.

Allen de pronto paró el carro. Se quitó las gafas de sol. Y miró muy fijo a Ellis. Y
le dijo muy serio:

-Pocas personas tienen la dicha de una segunda oportunidad, de una segunda


vida. Es usted un hombre con suerte. Confórmese con saber lo que le mando a
decir su gran amigo Radoff. No se amargue la vida. No vea para atrás. Vea
ahora para adelante. Esta usted libre a partir del día de hoy. Su esposa lo está
esperando, tiene toda una vida por delante a lado de sus hijas. No tiene sentido
que usted se entere de la verdad. Esa verdad es muy peligrosa y muy amarga.
Por favor no piense en ello y no trate de averiguar nada por el bien de usted y
de su familia. Aquí estará usted seguro y tranquilo. Disfrútelo-.
Le entregó una maleta, con documentos, con su nueva identidad, así como un
cheque con una fuerte suma de dinero. Y le entregó el titulo de propiedad de su
granja. Le dijo que era una huerta de 100 acres con manzanos.

-Pero no se nada de la siembra de manzanos- le dijo Ellis.

-No se preocupe, todo esta arreglado- Allen siguió manejando.

Unas millas mas adelante, entraron por un angosto camino, muy bello y llegó
frente a una gran casa. Detuvo el carro como a 100 metros de la residencia.

-Señor George Owen, está usted en su casa, y todo este huerto es de usted.
Créame que va a vivir en un lugar muy tranquilo y bello. Y ahora sí jamás, me
volverá a ver. Y por favor, olvídese de mí-

Ellis se bajó del carro. Después de mucho tiempo, sentía la hierba bajo sus
pies y un aroma de tierra fresca y campo húmedo. Ellis le extendió la mano a
Allen, y no pudo pronunciar palabra, pero sus ojos se enrojecieron. Solo
alcanzó a decir

–Muchas gracias por todo-

Allen prendió el carro, a lo lejos venía corriendo la esposa de Ellis para


recibirlo, alcanzó a ver a Allen, y lo saludó con la mano al aire. Allen le contestó
el saludo, movió el carro en círculo y se marchó a toda velocidad.

Ellis recibió a su esposa con los brazos abiertos. Y Allen lo vio todo por el
espejo retrovisor. Ellis, por fin, era un hombre libre.

(VIII)
Un año después. Un guardia de una prisión, caminaba, por un solitario pasillo,
llevaba una pequeña caja de madera. La habían checado con rayos X, y solo
eran manzanas. El guardia se paró frente a una celda y gritó – ABRAN LA 14
F-
La puerta metálica y la reja se movieron automáticamente. Radoff estaba
recostado leyendo, un periódico. –Te traigo un paquete, que te llegó por
paquetería, fírmame aquí de recibido- Le acercó una tabla, y Radoff firmó.

-¿Quien rayos, me habrá enviado esta maldita caja?- La caja no contenía


remitente. Sacó dos manzanas y empezó a comer una. De pronto vio que en la
pared interna de la caja había pintada una flecha a mano, que indicaba hacia
abajo. Disimuladamente movió las manzanas y vio el papel en el fondo, que
decía:

-Azulejo, quita la hoja del fondo y encontrarás una sorpresa- inmediatamente


supo quién se la enviaba.

Movió el papel sobre el fondo con el letrero escrito. Y vio un sobre. Con mucho
cuidado lo abrió y tenía 150 billetes de mil dólares cada uno.

Con disimulo, emitió una ahogada carcajada. Pensó entre risa e ironía…
¿Cómo le habrá hecho para morir y estar vivo?...... Recordó cuando él y Ellis
jugaban al beisbol en las calles de Nueva York, en un suburbio pobre. Ellis, le
puso el apodo de Azulejo, porque Radoff se la pasaba hablando todo el santo
día de su equipo favorito. Los Azulejos de Toronto.

Al recordar su época de infancia, en silencio rompió a llorar. Y bendijo a Ellis


donde quiera que estuviera, porque siendo niños juraron ayudarse siempre uno
al otro, y lo cumplieron. En prisión ni su propia familia se acordaba de él.
Estaba literalmente abandonado……………bueno, casi abandonado……….

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