Documente Academic
Documente Profesional
Documente Cultură
La dictadura, devoción fetichista por un hombre, es una cosa efímera, un estado de la sociedad
en el que no puede expresarse los propios pensamientos, en el que los hijos denuncian a sus
padres a la policía; un estado semejante no puede durar mucho tiempo.
(I)
E
l Premio Nobel, es el pináculo en la carrera de muchos científicos. Es
entrar al exclusivo club de un selecto grupo de hombres y mujeres. Es
entrar a la historia por la puerta grande. No es el premio económico, es
la distinción de saberse estar en el Olimpo entre los Dioses. Cuando Erik
Larssen recibió el premio en una ceremonia estricta en modales, tradición y
etiqueta, se sintió como parte de ese selecto grupo. Ya no era el Dr. Erik
Larssen, ahora era un laureado científico. Eso lo ponía en un pedestal y lo que
opinara y lo que hiciera de ahora en adelante, era cosa casi sagrada, ya que no
era la opinión de alguien cualquiera sino de un Nobel. Había entrado al mundo
de la nobleza. Ya no era un plebeyo….ahora era un príncipe de la ciencia.
Erik, quedó aún mas perplejo, al enterarse que los satélites Cenit y Nadir,
habían sido diseñados, construidos y lanzados al espacio por científicos
mexicanos y que eran operados por la Agencia Espacial de México.
(II)
Allen tuvo una reunión con el Director del Penal de Florence, y le explicó
detalladamente lo que necesitaba. Después junto con tres miembros de su
equipo checaron los archivos y fichas personales de 200 prisioneros en busca
de lo que querían. 200 archivos fueron reservados por la prisión, y eran de los
prisioneros que por ningún motivo podían ser cedidos por la penitenciaría.
Allen y su equipo revisaron caso por caso cada ficha. Había de todo, asesinos,
violadores, pandilleros traficantes y distribuidores de drogas, y ladrones. Llamó
la atención el caso de un ladrón de banco. Un hombre blanco que había
llegado a ser Director de un gran banco, teniendo estudios universitarios, y que
había planeado un extraño robo, muy bien ejecutado de una bóveda (la de su
propio banco) de donde se extrajeron 2,000 millones de dólares en bonos de la
Reserva Federal de Estados Unidos. La bóveda nunca fue forzada, ningún
extraño había entrado a la sección más segura de la bóveda, y sin embargo los
valores habían sido sustraídos como si se hubieran esfumado solos por arte de
magia. Fue un caso muy difundido por la prensa norteamericana, y Allen lo
había visto por la TV. El hombre siempre había alegado su inocencia, y decía
que era un simple chivo expiatorio y que todo era parte de un complot de
grandes banqueros. El nombre de este prisionero era Ellis Williams. Ellis era un
hombre con pelo canoso, con casi 50 años de edad y era un tipo muy tranquilo.
En la prisión se le consideraba un interno modelo. Nunca había dado
problemas en la prisión. Los guardias lo tenían en gran estima, y era el único,
que se le permitía estar en la biblioteca de la prisión por tres horas al día (un
autentico lujo). Era el único preso, que tenía una TV en su celda, y se le
permitía hablar por teléfono con su familia una vez a la semana desde la oficina
del Director. Allen aprovechó la oportunidad de hablar con él en una de esas
llamadas y le pidió al Director de la prisión que estuviera presente en la charla.
Allen fue muy cauto.
-No tengo más que perder, pues ya lo he perdido todo. Lo que usted pueda
ofrecerme, es mucho, dada mi situación. Lo escucho.- Lo dijo de forma
tranquila y pausada.
-Y una cosa mas, le dijo Allen, nunca verá el rostro de una persona en 6
meses-.
Allen metió la mano dentro de su saco y extrajo un fino sobre, que puso en
mano de Ellis.
-Acepto. -Solo pongo dos condiciones, que mi vida no se ponga en riesgo y que
no pierda mis facultades mentales.-
Allen y Russell, se miraron uno al otro. Allen acentuando con la cabeza, le dijo:
-Muy bien. Aceptamos sus condiciones-
- Aquí tiene su mitad del billete, usted sabe bien que tiene que hacer. La última
carta que envíe a su esposa me la debe de entregar a mí personalmente.
Pasado mañana vendré a recogerla y será la última vez que me vea. Una
ultima cosa. En el lapso de una semana, usted notará algunos cambios en su
celda. No se preocupe, son cambios que hemos hecho nosotros como parte de
nuestro ensayo.- Le dio la mano y se despidieron.
-¿Es usted el señor Robert Allen?- Robert asintió con la cabeza. La señora
botó el seguro de la puerta: -Pase usted, lo estaba esperando-.
-Sra Williams, le hago entrega de este cheque por 4 mil dólares. Cada mes
recibirá una suma igual que será depositada en su cuenta bancaria. En algunos
meses recibirá la visita de una persona. Le va a mostrar una copia de la mitad
de un billete que le envía su marido en la carta. Por favor memorice el número
de serie y el folio del billete. Esta persona vendrá por usted, y probablemente
tenga que viajar por algunos días. Esta persona va a buscar un nuevo lugar de
residencia para usted y le va a entregar identificaciones nuevas. Por favor
señora, es muy importante que todo esto se haga en secreto. Si se llega a
saber algo, su marido seguirá en prisión y no volverá a recibir deposito alguno
de dinero. ¿Lo comprende usted bien?- La señora asintió con la cabeza.
Ellis, tenía una semana encerrado en su celda sin salir y sin ver a nadie. Era un
encierro total. En la noche se abrió una rendija por debajo de la puerta y le
pusieron su comida. Comió en silencio, y se acostó a dormir. Le habían puesto
una potente droga en su bebida, y era el momento de entrar a su celda. Lo
metieron en una bolsa de plástico negra para transportar cadáveres. Lo
declararon legalmente muerto, porque había sufrido un repentino infarto
estando encerrado en su celda. El director hizo la faramalla de comunicarse
con su esposa y darle la mala noticia. Martha, la esposa de Ellis, a través de
sus abogados, solicitó ante un juez, que ante la imposibilidad de afrontar los
gastos funerarios de su marido, solicitaba que la penitenciaría cremara los
restos. A la viuda se le entregó una urna conteniendo “las cenizas” de Ellis
Williams.
-Por favor Edwin, toma una replica de los transmisores e inyéctalos en un mono
macaco y verifica que todas las nuevas funciones estén correctas.-
Hechas las pruebas, tres días después, por la noche, estando profundamente
dormido, Ellis, fue inyectado con los neurotransmisores. Al siguiente día notó el
piquete en su brazo. Sabía a ciencia cierta que todo había comenzado. Ese día
comió normalmente. Vio como de costumbre la TV, y no sentía nada raro en su
cuerpo. -Que extraño- se dijo. -Las substancias o bichos que me inyectan no
me hacen efecto-. El suponía que eran medicamentos o nuevas vacunas.
En una pantalla con un dedo, Allen lograba mover a Ellis, como la vaca en el
laboratorio de Larssen. El general Bradley estaba maravillado, viendo como
movía a voluntad Allen a Ellis. Y entonces Bradley le dijo, has que se detenga y
camine en circulo en su celda. Y Ellis empezó a caminar en círculo en la
pantalla del monitor como lo había pedido Bradley. Los investigadores detrás
de las computadoras se veían extrañados unos a otros, era grotesco ver como
un individuo era tratado como un mono de circo.
Por otra parte, sabía que no estaba en la penitenciaría, pero tampoco sabía
dónde se encontraba.
Dejaron descansar a Ellis unos días, y Allen le mostró los videos de los
avances a Bradley. El general estaba impresionado con los logros de Allen.
Entonces éste le dijo.
(IV)
Una tarde, estaba Ellis muy tranquilo viendo la TV. Y sintió de repente algo.
Como si alguien de no saber dónde le preguntara que es lo que le gustaría ver
en la TV. Como un niño grande pensó que le gustaría ver alguna película de su
infancia, en blanco y negro, y del par de cómicos que mas le gustaban, Laurel
and Hardy (el gordo y el flaco). Su mano sola se deslizó al control y fue
cambiando de canales, hasta que llegó a uno de películas y estaba
comenzando una de Laurel & Hardy de 1937. Esas películas las veía Ellis
cuando era niño en su casa a finales de los 50´s y principios de los 60´s. Y
recordó el día que interrumpieron una película de estos actores, y Walter
Cronkite, anunciaba el asesinato de JFK en Noviembre de 1963.
Vio la película con gran entusiasmo y rió como niño con los chistes y cosas
chuscas de estos dos cómicos. De repente se quedó dormido. Despertó y
seguía la TV encendida. Entonces, sin saber como, su mano tomó el control, y
sintonizó una película porno. Era pornografía dura. Sus manos sacaron su
miembro y empezó a masturbarse, sentía una enorme necesidad de
masturbarse. Terminó, y la película seguía y volvió a masturbarse. Lo hizo
cuatro veces continuas. Estaba cansado y se quedó dormido. Despertó, y en la
TV nuevamente estaba otra película de Laurel and Hardy, y siguió viéndola
tranquilamente. Se quedó dormido por un tiempo que no supo su lapso. Pero
sintió que había dormido mucho. Despertó y la TV, estaba ahora sintonizada en
una nueva película porno, con una mujer con grandes senos y caderas,
haciendo largas sesiones de sexo oral. Nuevamente sacó su miembro y volvió
a masturbarse como tres veces continuas…y se volvió a quedar
dormido…..profundamente dormido.
Allen, mandó a llamar al General Bradley, y le dijo que le iba a mostrar algo
muy importante para él, y que trajera a su equipo militar de colaboradores.
Allen, les dijo que les iba a mostrar una película. Y los llevó, al pequeño cine
dentro del complejo.
Antes de mostrar la película, les dijo que iban a ver un resumen de imágenes
muy impresionantes. Que ese material era clasificado.
Comenzó el video en una gigantesca pantalla plana, del tamaño de una gran
pared. Aparecía Ellis. En un recuadro de la TV, se presentaba la hora y la fecha
de los acontecimientos en el video. Ellis aparecía sentado viendo televisión. De
pronto se queda dormido. Corre la película en cámara rápida y se ve como el
cuerpo se mueve de un lado para otro. De repente se acerca alguien del equipo
de Allen y deja un bote de nieve y un rompecabezas sobre la cama. Continúa
dormido Ellis, y de pronto se despierta. Come la nieve. Y sin aviso previo, los
militares empiezan a oir los pensamientos de Ellis, en perfecta armonía con sus
gestos y el movimiento de su cuerpo, y como con lentitud pasmosa, empieza a
armar el rompecabezas, y se queda dormido. La cámara esta fija, y de repente
Ellis, estando dormido empieza a armar el rompecabezas y lo termina en
cámara rápida. El primer rompecabezas de 5 mil piezas, lo había terminado en
10 horas. Continúa el video en cámara rápida y de repente aparece, otro
rompecabezas, y comienza a armarlo estando despierto, de repente se duerme
y sigue armando el rompecabezas. Dormido o despierto, dura 9 horas en
construirlo. De repente, aparece armando otro rompecabezas, y lo construye
en cámara rápida en tan solo 8 horas, y sigue armando y desarmando
rompecabezas, despierto o dormido como una hormiga hiper concentrada, y el
record, sigue disminuyendo, 6 horas, de repente apagan la luz de la celda y las
cámaras, se prenden en visión nocturna. Ellis incado en el suelo vuelve a
comenzar a construir otro rompecabezas de 5 mil piezas, pero como no ve, el
cerebro construye el cuadro con las fichas hacia el suelo, el color y la imagen
no importa, pero toca las piezas y al tacto construye el rompecabezas. Lo hace
en completa obscuridad en 8 horas, y vuelve a construir el rompecabezas en
distintas maneras, del centro a la periferia de un lado para otro de arriba abajo,
de las esquinas al centro, es como una compulsión esquizofrénica. Todo lo
hace en 48 horas continuas sin parar, y todo lo ven en cámara rápida. Los
militares se ven unos a otros con cara de incrédulos.
Allen, les dijo entonces, lo que están a punto de ver, es mas impresionante
aún. Las luces se apagaron, y el video continuó. Ellis, volvía a aparecer en su
uniforme anaranjado de preso con su número a la espalda. Estaba tranquilo
recostado viendo la TV, de repente, cambia la sintonía del TV y aparece una
película de Laurel and Hardy, y en cámara super rápida se ve como se ríe, y
como la disfruta. Acaba la película y se queda dormido. Vuelve a aparecer Ellis
sentado viendo la TV, y de pronto cambia la imagen y se ve una película porno,
se ve a Ellis, como se masturba, una y otra vez, hasta quedarse dormido.
Nuevamente aparece Ellis, viendo TV. Está una película de Laurel and Hardy,
pero Ellis se esta masturbando compulsivamente. En el laboratorio le están
mostrando una película porno que va a su cerebro, que es lo que
verdaderamente ve, y sus ojos bien abiertos están viendo una película de
Laurel and Hardy sin percibirla. Ellis, finalmente se queda dormido.
Los militares se quedan perplejos, y se paran de sus butacas, ante algo que no
pueden creer. Allen pide que se interrumpa el video, y se prendan las luces.
Entonces se para frente a los militares, y les dice con voz tranquila..
Los militares se veían unos a otros perplejos, era algo digno de ciencia ficción.
Un militar para romper el hielo dijo en broma. –No cabe duda, se jodieron a
Stargate- y todos soltaron una carcajada…..y felicitaron a Allen.
La policía local de un pueblo rural de Colorado, no podía entender el asesinato
del aquel pobre individuo. El crimen no tenía pies ni cabeza, y nunca pudieron
encontrar al culpable. Pronto el asunto terminó archivado y en el olvido.
Allen estaba más que satisfecho con las pruebas realizadas con Ellis. Y realizó
los trámites para liberar los recursos para cumplir lo pactado. Allen envió a su
asistente personal para que consiguiera una propiedad rural en el Estado de
Washington, cercano a la ciudad de Spokane. El asistente viajó con la esposa
de Ellis, y le informó que había escogido una granja con una huerta de
manzanas de 100 acres de superficie, en excelentes condiciones. Allen le dio la
orden de que la comprara a nombre de George Owen.
-Ya hemos concluido todas las pruebas. No veo razón para retenerlo más
tiempo- dijo Allen.
-Robert, no es un asunto mío. Hay gente de arriba que quiere averiguar, si este
hombre es inocente o culpable y saber exactamente que pasó con los bonos
del tesoro que desaparecieron- Bradley hablaba con un dejo de indiferencia.
-No me hace gracia, tener que convertirme en un investigador policiaco. Y si
descubrimos al o los culpables, con nuestra “información” ¿van a ejercer
demandas judiciales?, ¿Y como rayos podemos ocultar nuestras operaciones?-
Allen hablaba en tono grave.
-No Robert. El asunto no va por ahí. Los de arriba no son estúpidos. Lo que
quieren es únicamente la información. Tu sabes….información es poder…y en
la WH (withe house) solo les interesa el poder. Nosotros somos un simple
medio….y ellos saben perfectamente que somos una operación negra, y
legalmente….no existimos. Por tanto las pruebas que “aportemos” no tienen
valor jurídico- Bradley estaba sentado sobre su escritorio con las manos dentro
de las bolsas de su pantalón de su uniforme militar.
-No hay de que preocuparse, recuerda que el poder nunca pierde, porque es el
dueño del casino- Bradley le dijo en tono de broma y le guiñó un ojo.
La voz del otro lado del teléfono le dijo: -Bradley tiene razón, ustedes son una
operación negra, y legalmente no existen……todo lo que averigüen, es solo
información-. Allen se quedó mas tranquilo….pero no confiado….y tenía razón.
(V)
Allen reunió a su equipo. Les entregó un folder a cada uno, con el nuevo
proyecto de investigación.
–Por favor, léanlo con detenimiento. Los espero en 4 horas para que
comencemos a trabajar- Allen estaba muy serio.
-No Dr. El asunto, es que vengo a proponerle un método más fácil para
averiguar la información, sin necesidad de “bucear” en toda la memoria de Ellis-
Allen, dejó su computadora. El asunto le sonó interesante.
Kodia sugirió que Edwin Russell contactara al equipo de matemáticos del MIT,
que ya los habían apoyado en alguna ocasión anterior y que desarrollaran ese
nuevo software.
Allen, habló con Russell sobre la idea de Kodia, y éste contactó a los
matemáticos. El asunto no era sencillo y requerían de tiempo. Entonces Allen,
le pidió al equipo que comenzaran la investigación de forma como lo habían
planeado inicialmente, en tanto llegaba el nuevo software.
-¿Y como podemos hacerlo? Ya que nadie puede entrar a su celda y platicar
tranquilamente con él, cara a cara. Y preguntarle, ¿oiga es usted inocente?
Todos rieron por la broma sarcástica.
La investigadora le replicó:
-Recuerde que utilizamos las drogas como inductores, cuando no teníamos los
neuro transmisores de última generación. Pero ahora podemos generar
preguntas estando él despierto, dirigidas a su inconsciente, y vamos a
escuchar sus respuestas por el lector de pensamiento, que antes, no
contábamos-.
Allen y Russell, se quedaron viendo uno al otro. Era una gran idea, y con el
método de las drogas, o con el nuevo software del MIT, lograrían comprobar
doblemente la información en la memoria de Ellis.
Ellis, estaba muy tranquilo leyendo un libro. “Las aventuras de Tom Sawyer” del
gran escritor norteamericano Mark Twain. De pronto sintió algo…como si
alguien le preguntara si era inocente del robo de los bonos…..Ellis….empezó a
recordar todo el trauma vivido. De cómo se había enterado del robo y del
enorme susto que se llevó y la mortificación de tener que explicar…algo que
era inexplicable.
-Pásame la llamada-
-Me urge que baje a la bóveda. Necesito que vea usted algo directamente.
Venga inmediatamente por favor-
-¿Que pasa, que sucede Laura?- intuyó Ellis que algo muy grave estaba
sucediendo.
-Venga conmigo- Y Laura lo encaminó hacia su oficina. Ahí dentro estaban los
guardias del banco muy serios, vestidos con su uniforme azul, como los
policías. Sobre el escritorio de Laura, estaba una caja de seguridad de valores
abierta y un enorme sobre manila de papel abierto.
Laura cuando llegó por la mañana, entró a la bóveda junto con los guardias y
desactivaron la alarma. Y ella procedió a sacar la caja para revisarla.
Ellis, pensó que seguían checando las pruebas y estaban muy ocupados. A las
dos de la tarde, no aparecía el FBI. Entonces uno de los abogados, dijo que
conocía un alto funcionario del Buró y que le llamaría para saber que sucedía.
El abogado marcó por su celular, una voz le contestó, el abogado decidió
salirse de la sala de juntas, para hablar con privacidad con su amigo. Después
de 20 minutos. Regresó a la sala junto a la oficina de Ellis y venía con una cara
de incredulidad total.
-Algo muy raro esta sucediendo aquí- Todo mundo se le quedó viendo.
El abogado muy serio le dijo: -Eso mismo me gustaría saber. Si todo esto no es
una broma de muy mal gusto. Hablé con mi amigo, que es el Director en Jefe
de la división del FBI aquí en Nueva York, y no tenía conocimiento de nada.
Habló con sus agentes y nadie vino al banco ayer-
El juicio de Ellis, fue muy corto. Como se asumió como culpable de forma
voluntaria, un juez escucho las partes, estudió los alegatos y otorgó sentencia
de culpabilidad en una serie de delitos, que el juez determinó en una pena de
50 años de cárcel. Los abogados apelaron ante la Suprema Corte y lograron
bajar la pena a 30 años. Si tenía buena conducta, su sentencia podía ser
rebajada a 15 años. Ellis, estaba devastado y acabado. Fue un golpe muy duro
para él y su familia. Y se fue a una prisión Federal, y como el FBI sospechaba
que Ellis, podía tener contacto con una banda de delincuentes, especialistas de
robos a bancos, acudieron ante un juez, para que lo radicaran en una cárcel de
nivel 6. Por eso llegó como huésped distinguido a la Penitenciaría de Florence.
Allen, estaba muy conmovido por lo vivido por Ellis. Los ladrones, nunca se
imaginaron, del avance tecnológico de Allen, y que su memoria lo salvaría. Por
la noche, inyectaron a Ellis, con DTM y ATPN, y lo hicieron dormir
profundamente, e investigaron a fondo en su memoria. Vieron los rostros claros
y nítidos de los “agentes” del FBI, y los gravaron en video. Bradley,
inmediatamente envió, la información con carácter de urgente a la Agencia
Nacional de Seguridad, y se abrió una investigación secreta.
Él fue muy respetuoso y cortés con Martha. No era tonto, y sabía que Martha
quería saber algo. En la sobremesa, Martha le dijo, que Ellis, le había pedido
que hablara con él y le preguntara, si sospechaba de alguien o si se había
enterado de algo.
Alfred, se limpió la boca con la servilleta. Tomó su copa de vino y le pidió a
Martha brindar juntos. En el momento en que acercaron las copas, le dijo, que
no podía hablar ahí. Terminaron de cenar, y Alfred Radoff, se ofreció para
llevar a Martha a su casa. –Y en el camino platicamos- le dijo.
-Dile a Ellis, que hace unas semanas hubo una venta muy fuerte. Un pajarito
me comentó que un jet privado viajó en 4 ocasiones a un aeródromo en la Isla
de Jersey. Al parecer quien hizo estos viajes, era el capo más importante de la
mafia rusa. Al parecer, él compró el paquete de bonos porque tenía derecho de
preferencia. La mafia rusa les ordenó a unos antiguos agentes de la KGB, que
elaboraran los bonos impresos en tinta perene, los bonos los enviaron a Nueva
York y alguien los substituyó en la bóveda del banco. El que vendió, era alguien
muy importante, porque depositó sin ningún problema 2 mil quinientos millones
de dólares en una cuenta en un banco Offshore (paraíso fiscal) en Jersey. Son
gente muy importante y va a ser muy difícil rastrearlos. Todo lo que te he dicho,
se lo dices a tu marido absolutamente en privado, y háblale al oído como lo
estoy haciendo, y dile que quien te informó fue el azulejo, el entenderá bien-
Alfred, para simular la abrazó, y le dio un beso en la mejilla, simulando un
profundo beso en la boca. –Una ultima cosa, Martha. Te deben de estar
vigilando las 24 horas, y quien hizo el robo es gente muy poderosa y muy
peligrosa, no te fíes de nada, ni de nadie, y no hables de cosas
comprometedoras en tu casa o por teléfono, lo mas seguro es que tengas
micrófonos por todas partes. Vende tu casa y vete a donde nadie te pueda
encontrar, por tu seguridad y por la seguridad de tus hijas. Abajo del asiento
hay un sobre con 150 mil dólares. Tómalos y mételos en tu bolsa. Y apóyate en
eso para que puedas desaparecer. En el reverso del sobre, hay un número de
un teléfono confidencial, si llegas a tener un problema grave o de urgencia,
llámame, yo veré como ayudarte. Recuerda que Ellis, es como mi hermano.
Por favor, cuídate mucho-
Cuando Radoff se separó de ella. Ella estaba llorando. Martha de forma sincera
se acercó a Radoff lo abrazó le dio un beso y le dijo en voz baja:
Una tarde Bradley, se acercó a Allen, y le dijo muy tranquilo. –Ya se comprobó
la inocencia de Ellis. Me llamaron de arriba, para que te dijera que cuentas con
todo el apoyo para que lo liberes cuando tú quieras, y te darán todo el apoyo
para su nueva identidad-. Allen se sintió tranquilo y agradecido. Ellis lo
merecía.
Una noche, Ellis, fue sacado de su celda y llevado a un quirófano, en la clínica
dentro del complejo. Dos médicos cirujanos militares, modificaron el rostro de
Ellis. Después de la operación lo mantuvieron en coma inducido por tres
semanas, para curar sus heridas.
Allen un día por la tarde, estaba tomando un baño en la alberca. Bradley, venía
caminando con las manos en los bolsillos de su pantalón como era su
costumbre. Se acercó a la piscina, jalo una silla de plástico, y le dijo: -Oye
Robert, ¿te gustaría saber, quien hizo el robo de los bonos?-
Allen, estaba muy serio. Comprendió que Ellis era una pieza que se denomina
como prescindible, porque no tiene la menor importancia. Tal como aquel pobre
desgraciado que había sido asesinado por Ellis, por orden de Bradley y de él
mismo, para demostrar fehacientemente a sus superiores de la efectividad
absoluta de la tecnología de control mental. Al escuchar todo aquello, Allen se
sintió como una auténtica mierda, en un mundo que estaba hecho de mierda,
pero que exudaba mucho, pero mucho dinero al igual que el petróleo.
(VII)
Ellis, se curó de sus heridas. Despertó poco a poco del coma inducido. Por la
pantalla de TV, le escribieron un recado y le dijeron que lo habían intervenido
quirúrgicamente para cambiarle el rostro, y que pronto abandonaría la prisión.
Ellis se puso feliz.
Allen, dispuso todo para sacarlo de la Montaña Cheyenne, sin darse cuenta de
nada. Lo sacaron dormido en una bolsa de plástico para cadáveres, y lo
transportaron hasta una base militar en el Estado de Washington.
Allen conducía un vehículo por una carretera en medio de un espero bosque.
De vez en cuando, rozaba la orilla de un bellísimo rio. A un lado iba dormido
Ellis. En un parador a un lado de la carretera, se detuvo. Sacó una jeringa de
un maletín e inyecto a Ellis en un brazo. Allen continuó manejando, a los pocos
minutos se despertó Ellis. Y vio que estaba vestido con ropa casual para
campo. Se sorprendió al ver a Allen.
Ellis le dijo. –Se que usted sabe todo de mí, de mi inocencia, de lo que me
hicieron-
-Me imagino que usted ya sabe quien hizo el robo. ¿Lo sabe?, Me lo puede
decir? - Ellis quería saber la verdad.
Allen de pronto paró el carro. Se quitó las gafas de sol. Y miró muy fijo a Ellis. Y
le dijo muy serio:
Unas millas mas adelante, entraron por un angosto camino, muy bello y llegó
frente a una gran casa. Detuvo el carro como a 100 metros de la residencia.
-Señor George Owen, está usted en su casa, y todo este huerto es de usted.
Créame que va a vivir en un lugar muy tranquilo y bello. Y ahora sí jamás, me
volverá a ver. Y por favor, olvídese de mí-
Ellis se bajó del carro. Después de mucho tiempo, sentía la hierba bajo sus
pies y un aroma de tierra fresca y campo húmedo. Ellis le extendió la mano a
Allen, y no pudo pronunciar palabra, pero sus ojos se enrojecieron. Solo
alcanzó a decir
Ellis recibió a su esposa con los brazos abiertos. Y Allen lo vio todo por el
espejo retrovisor. Ellis, por fin, era un hombre libre.
(VIII)
Un año después. Un guardia de una prisión, caminaba, por un solitario pasillo,
llevaba una pequeña caja de madera. La habían checado con rayos X, y solo
eran manzanas. El guardia se paró frente a una celda y gritó – ABRAN LA 14
F-
La puerta metálica y la reja se movieron automáticamente. Radoff estaba
recostado leyendo, un periódico. –Te traigo un paquete, que te llegó por
paquetería, fírmame aquí de recibido- Le acercó una tabla, y Radoff firmó.
Movió el papel sobre el fondo con el letrero escrito. Y vio un sobre. Con mucho
cuidado lo abrió y tenía 150 billetes de mil dólares cada uno.
Con disimulo, emitió una ahogada carcajada. Pensó entre risa e ironía…
¿Cómo le habrá hecho para morir y estar vivo?...... Recordó cuando él y Ellis
jugaban al beisbol en las calles de Nueva York, en un suburbio pobre. Ellis, le
puso el apodo de Azulejo, porque Radoff se la pasaba hablando todo el santo
día de su equipo favorito. Los Azulejos de Toronto.