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Según datos de la Organización Mundial de la Salud, se estima que 235 millones padecen asma y 64 millones
padecen EPOC. La misma fuente indica que mueren anualmente en el mundo alrededor de 4 millones de
personas a causa de las ERC, siendo la EPOC la principal responsable.
Fumar
Contaminación del aire en espacios cerrados, por ejemplo la exposición pasiva al humo de tabaco.
Contaminación ambiental
Exposición a alérgenos
¿Cómo se presenta?
La tos persistente, la falta de aire (disnea) y las secreciones respiratorias son los síntomas más frecuentes,
cuya intensidad varía de una persona a otra, de acuerdo a la enfermedad en cuestión, su grado se severidad
y tiempo de evolución.
Las personas que tienen síntomas persistentes de tos, silbidos o ronroneos en el pecho o falta de aire deben
consultar al médico porque el tratamiento puede evitar que la enfermedad progrese.
http://www.msal.gob.ar/ent/index.php/informacion-para-ciudadanos/enfermedades-
respiratorias
Mecanismo de defensa contra enfermedades
respiratorias
más macrófagos y se reclutan más neutrófilos. Como promedio, una persona que realiza una actividad
moderada durante el día respira alrededor de 20 000 L de aire cada 24 horas. Inevitablemente, este aire
(que pesaría más de 20 kg) contiene partículas y gases potencialmente nocivos. Las partículas, como el
polvo, el hollín, el moho, los hongos, las bacterias y los virus se depositan en las vías respiratorias y en las
superficies alveolares. Afortunadamente, el aparato respiratorio tiene mecanismos de defensa para
limpiarse y protegerse por sí mismo. Solo las partículas extremadamente pequeñas, con un diámetro
inferior a 3-5 micras, penetran profundamente en el pulmón.
Los cilios, unas minúsculas proyecciones musculares parecidas a los cabellos que sobresalen de las células
que recubren las vías respiratorias, son uno de los mecanismos de defensa del aparato respiratorio. Los
cilios propulsan una capa líquida de mucosidad que recubre las vías respiratorias.
La capa de mucosidad atrapa microorganismos patógenos (microorganismos potencialmente infecciosos)
y otras partículas, impidiendo que lleguen a los pulmones.
Los cilios se agitan más de mil veces por minuto y desplazan hacia arriba la mucosidad que recubre la
tráquea a una velocidad aproximada de 0,5 a 1 cm por minuto. Los microorganismos patógenos y las
partículas que quedan atrapados en esta capa de mucosidad son expulsados al toser o arrastrados hasta la
boca y deglutidos.
Los macrófagos alveolares, un tipo de leucocitos (glóbulos blancos) situados en la superficie de los
alvéolos, constituyen otro mecanismo de defensa pulmonar. Para realizar el intercambio gaseoso, los
alvéolos no están protegidos por moco ni cilios, ya que su grosor haría más lento el trasiego de oxígeno y
dióxido de carbono. En lugar de ello, los macrófagos alveolares buscan las partículas depositadas, se
adhieren a ellas, las ingieren, las matan si están vivas y las digieren. Cuando los pulmones están expuestos
a graves amenazas, pueden incorporarse desde la circulación glóbulos blancos adicionales, especialmente
neutrófilos, para contribuir a ingerir y eliminar los agentes patógenos. Por ejemplo, cuando una persona
inhala una gran cantidad de polvo o se está defendiendo de una infección respiratoria, se producen
https://www.msdmanuals.com/es-pe/hogar/trastornos-del-pulm%C3%B3n-y-las-
v%C3%ADas-respiratorias/biolog%C3%ADa-de-los-pulmones-y-de-las-v%C3%ADas-
respiratorias/mecanismos-de-defensa-del-sistema-respiratorio
Enfermedades Respiratorias Principales
Neumoconiosis- literalmente, “una condición anormal de polvo en los pulmones.” Un nombre genérico para
las condiciones en que las partículas tóxicas quedan atrapadas en los pulmones y causan síntomas y la
discapacidad, como las enfermedades de “pulmón negro” o “pulmón del minero.” Se le pueden dar términos
específicos para la materia de partículas tal como asbestosis.
Enfisema (EPOC) – Enfermedad pulmonar obstructiva crónica, de los cuales el enfisema es uno, resulta en la
destrucción progresiva de los sacos de aire en los pulmones y la pérdida de la membrana respiratoria para el
intercambio de oxígeno. La ruina de los fumadores a largo plazo.
https://www.dmu.edu/terminologia-medica/el-sistema-respiratorio/enfermedades-del-sistema-
respiratorio/
Asma
Es una enfermedad que provoca que las vías respiratorias se hinchen y se estrechen. Esto hace que se
presenten sibilancias, dificultad para respirar, opresión en el pecho y tos.
Causas
El asma es causada por una inflamación (hinchazón) de las vías respiratorias. Cuando se presenta un ataque
de asma, los músculos que rodean las vías respiratorias se tensionan y su revestimiento se inflama. Esto
reduce la cantidad de aire que puede pasar por estas.
En las personas con vías respiratorias sensibles, los síntomas de asma pueden desencadenarse por la
inhalación de sustancias llamadas alérgenos o desencadenantes.
Los desencadenantes comunes del asma incluyen:
Ejercicio
Moho
Polen
Las sustancias que se encuentran en algunos lugares de trabajo también pueden desencadenar los síntomas
de asma, lo que lleva al asma ocupacional. Los desencadenantes más comunes son el polvo de la madera, el
polvo de los granos, la caspa animal, los hongos o los químicos.
Muchas personas con asma tienen antecedentes personales o familiares de alergias, como la fiebre del heno
(rinitis alérgica) o eccema. Otros no tienen tales antecedentes.
Síntomas
La mayoría de las personas con asma tienen ataques separados por períodos asintomáticos. Algunas personas
tienen dificultad prolongada para respirar con episodios de aumento de la falta de aliento. Las sibilancias o
una tos puede ser el síntoma principal.
Los ataques de asma pueden durar de minutos a días. Se pueden volver peligrosos si se restringe el flujo de
aire de manera importante.
Patrón de respiración anormal -- en el cual la exhalación se demora más del doble que la inspiración
Dolor torácico
Opresión en el pecho
Pruebas y exámenes
El proveedor de atención médica utilizará un estetoscopio para auscultar los pulmones. Se pueden escuchar
sibilancias u otros sonidos relacionados con el asma.
Pruebas de alergias -- Examen de la piel o de la sangre para ver si una persona con asma es alérgica a ciertas
sustancias
Gasometría arterial (normalmente se lleva a cabo solo con pacientes que están sufriendo un ataque de asma
grave)
Radiografía de tórax
Pruebas de la función pulmonar, incluso mediciones de flujo máximo
Tratamiento
Los objetivos del tratamiento son:
Usted y su médico deben colaborar en equipo para manejar el asma. Siga las instrucciones del médico con
respecto a tomar los medicamentos, eliminar los desencadenantes del asma y vigilar los síntomas.
Algunos de estos medicamentos se inhalan como los esteroides y los beta-agonistas de acción prolongada.
Otros se toman por la boca (vía oral). El médico le recetará el medicamento apropiado.
Cuando está tosiendo, jadeando, teniendo problemas para respirar o experimentando un ataque de asma
Justo antes de hacer ejercicio para ayudar a prevenir síntomas de asma que son causados por esta actividad
Coméntele al médico si usted está usando medicamentos de alivio rápido dos veces por semana o más. Si este
es el caso, es posible que el asma no esté controlada y que su médico necesite cambiar la dosis diaria de los
medicamentos de control.
Un ataque de asma grave requiere un chequeo médico. Usted también puede necesitar hospitalización. Allí
probablemente le administrarán oxígeno, asistencia respiratoria y medicamentos intravenosos (IV).
Conozca cuáles desencadenantes empeoran el asma y qué hacer cuando esto sucede.
Conozca cómo debe cuidar su asma al ejercitarse.
Los planes de acción para el asma son documentos escritos para manejar esta enfermedad. Un plan de acción
para esta enfermedad debe incluir:
Un espirómetro es un dispositivo simple para medir qué tan rápidamente puede usted sacar el aire de los
pulmones.
Lo puede ayudar a saber si se aproxima un ataque, algunas veces, incluso antes de que aparezca cualquier
síntoma. Las mediciones de flujo máximo pueden ayudar a mostrar cuándo se necesita el medicamento o si
es necesario tomar otra medida.
Los valores de flujo máximo de 50% a 80% de los mejores resultados son un signo de un ataque de asma
moderado. Mientras que los valores por debajo de 50% son un signo de un ataque grave.
Expectativas (pronóstico)
No existe cura para el asma, aunque los síntomas algunas veces disminuyen con el tiempo. La mayoría de las
personas pueden llevar una vida normal con automanejo y tratamiento médico apropiado.
Posibles complicaciones
Las complicaciones del asma pueden ser severas. Algunas son:
Muerte
Tos persistente
Somnolencia o confusión
Pulso rápido
Prevención
Los síntomas de asma se pueden reducir evitando los desencadenantes y las sustancias que irritan las vías
respiratorias.
Cubra las camas con fundas "a prueba de alergias" para reducir la exposición a los ácaros del polvo.
Mantenga los niveles de humedad bajos y arregle las fugas para reducir la proliferación de organismos como
el moho.
Mantenga la casa limpia y conserve los alimentos en recipientes y fuera de los dormitorios. Esto ayuda a
reducir la probabilidad de cucarachas. Las partes del cuerpo de las cucarachas, así como sus deposiciones
pueden desencadenar ataques de asma en algunas personas.
Si una persona es alérgica a un animal que no se puede sacar de la casa, este debe mantenerse fuera de la
alcoba. En las salidas de la calefacción, coloque un material de filtro para atrapar la caspa animal. Cambie los
filtros en los calentadores y aires acondicionados a menudo.
Elimine de la casa el humo del tabaco. Esta es la medida más importante que una familia puede tomar para
ayudar a alguien que tenga asma. Fumar fuera de la casa no es suficiente. Los miembros de la familia y los
visitantes que fuman afuera transportan residuos del humo del tabaco hacia adentro en sus ropas y cabello.
Esto puede desencadenar síntomas de asma. Si usted fuma, este es un buen momento para dejarlo.
Evite la contaminación atmosférica, el polvo industrial y otros vapores irritantes tanto como sea posible.
Nombres alternativos
Asma bronquial; Sibilancias - asma - adultos
https://medlineplus.gov/spanish/ency/article/000141.htm
Bronquitis
La bronquitis es una inflamación del revestimiento de los bronquios que llevan el aire hacia adentro y fuera
de los pulmones. Las personas que tienen bronquitis suelen toser mucosidad espesa y, tal vez, decolorada. La
bronquitis puede ser aguda o crónica.
La bronquitis aguda es muy frecuente y, a menudo, se produce a partir de un resfrío u otra infección
respiratoria. La bronquitis crónica, enfermedad más grave, es una irritación o inflamación continua del
revestimiento de los bronquios, en general, por fumar.
La bronquitis aguda, también conocida como «resfrío», suele mejorar a la semana o a los diez días sin efectos
duraderos, aunque la tos puede permanecer durante semanas.
No obstante, si tienes episodios recurrentes de bronquitis, es posible que tengas bronquitis crónica, la cual
requiere atención médica. La bronquitis crónica es uno de los trastornos de la enfermedad pulmonar
obstructiva crónica.
Síntomas
Los signos y síntomas de la bronquitis aguda y crónica pueden ser los siguientes:
Tos
Producción de mucosidad (esputo), que puede ser transparente, blanca, de color gris amarillento o
verde —rara vez, puede presentar manchas de sangre—
Fatiga
Molestia en el pecho
Si tienes bronquitis aguda, es posible que tengas síntomas de resfrío, como dolores generalizados o dolores
de cabeza leves. Si bien estos síntomas suelen mejorar en, aproximadamente, una semana, es posible que
tengas tos molesta durante varias semanas.
La bronquitis crónica se define como una tos productiva que dura, al menos, tres meses, con episodios
recurrentes durante, por lo menos, dos años consecutivos.
Si tienes bronquitis crónica, es probable que tengas períodos en los que la tos u otros síntomas empeoran. En
esos momentos, es posible que tengas una infección aguda además de la bronquitis crónica.
No te deja dormir
Produce sangre
Causas
Por lo general, la bronquitis aguda es causada por virus, generalmente los mismos virus que causan los resfríos
y la gripe (influenza). Los antibióticos no matan los virus, por lo que este tipo de medicamentos no resulta útil
en la mayoría de los casos de bronquitis.
La causa más frecuente de la bronquitis crónica es fumar cigarrillos. La contaminación del aire y el polvo o los
gases tóxicos en el medio ambiente o en el lugar de trabajo también pueden contribuir al desarrollo de la
enfermedad.
Factores de riesgo
El humo del cigarrillo. Las personas que fuman o que viven con un fumador tienen un mayor riesgo
de contraer tanto bronquitis aguda como crónica.
Baja resistencia. Puede ser resultado de otra enfermedad aguda, como un resfrío, o de un trastorno
crónico que compromete tu sistema inmunitario. Los adultos mayores, los bebés y los niños pequeños
son más vulnerables a la infección.
Exposición a agentes irritantes en el lugar de trabajo. El riesgo de contraer bronquitis es mayor si
trabajas cerca de ciertos irritantes pulmonares, como granos o textiles, o si estás expuesto a gases de
sustancias químicas.
Reflujo gástrico. Los episodios recurrentes de ardor de estómago grave pueden irritar la garganta y
hacer que seas más propenso a contraer bronquitis.
Complicaciones
Aunque un único episodio de bronquitis no es motivo de preocupación, en algunas personas puede provocar
neumonía. No obstante, los episodios recurrentes de bronquitis pueden indicar que tienes enfermedad
pulmonar obstructiva crónica (EPOC).
Prevención
Evita el humo del cigarrillo. Este aumenta el riesgo de padecer bronquitis crónica.
Vacúnate. Muchos casos de bronquitis aguda se producen a causa del virus de la influenza. Si te
aplicas la vacuna contra la influenza todos los años, puedes protegerte contra esta afección. También
puedes considerar la posibilidad de vacunarte contra algunos tipos de neumonía.
Lávate las manos. Para reducir el riesgo de contraer una infección viral, lávate las manos con
frecuencia y acostúmbrate a usar desinfectantes para manos a base de alcohol.
Usa mascarilla quirúrgica. Si tienes una enfermedad pulmonar obstructiva crónica, puedes considerar
la posibilidad de usar una mascarilla en el trabajo si estás expuesto al polvo o a vapores, y cuando
estés en contacto con mucha gente, como mientras viajas.
https://www.mayoclinic.org/es-es/diseases-conditions/bronchitis/symptoms-causes/syc-
20355566
Otitis
La otitis es una inflamación del oído causada, generalmente, por una infección. El tipo más común de esta afección es
la denominada otitis media, que está provocada por la inflamación del oído medio, que se encuentra en la parte
posterior del tímpano.
La otitis media es la enfermedad más común en la infancia -sobre todo en menores de 3 años- después de las
infecciones virales de las vías respiratorias altas.
Dependiendo de la evolución de la enfermedad, puede conducir a la secreción de líquido (denominada otitis media
seromucosa) en la región del oído medio. El líquido puede ser de tipo seroso (fluido, similar al agua), musoco (viscoso)
o purulento (pus).
Causas
La trompa de Eustaquio se encuentra entre el oído medio y la parte posterior de la garganta y su función es drenar el
líquido que se produce en el oído medio. La infección se ocasiona cuando esta estructura se ve bloqueada y, por lo
tanto, acumula el líquido, dando lugar a una disfunción tubárica.
La obstrucción de la trompa de Eustaquio muchas veces puede originarse por motivos intrínsecos o extrínsecos.
Intrínsecos: Se deben a la inflamación de la mucosa de la trompa de Eustaquio por un problema infeccioso o alérgico.
Extrínseca: Habitualmente de causa mecánica producida por una hipertrofia adenoidea (vegetaciones).
Los gérmenes que se detectan con más frecuencia en la otitis media son el streptococcus pneumoniae, el haemophylus
influenzae y con menor frecuencia la bramanella catarralis, el streptococcus del grupo A y el staphylococcus aureus.
Además de las bacterias, también juegan un papel muy importante en la patogenia de la otitis media los virus, siendo
los más frecuentemente implicados el virus respiratorio sincitial, el virus influenzae, el virus parainfluenzae,
adenovirus, rinovirus y enterovirus.
Otras posibles causas son la infección de la vía respiratoria alta, problemas alérgicos y trastornos de la función
ciliar del epitelio respiratorio de la vía respiratoria alta.
Síntomas
En la forma aguda de la enfermedad existe dolor de oído (otalgia), fiebre, tinnitus e irritabilidad. Con menos
frecuencia se puede presentar otorrea (supuración), vértigo y, muy poco frecuentemente, parálisis facial.
La otitis media afecta a todos los grupos de edad, pero es más frecuente en el período de edad comprendido entre los
0 y los 7 años. A partir de ésta, la incidencia disminuye.
Desde el punto de vista epidemiológico se han descrito distintos factores relacionados con un mayor número de casos
de otitis media durante los meses de otoño e invierno.
Asimismo, es más frecuente en los niños que acuden a centros escolares o que presentan alteraciones anatómicas en
el área rinofaríngea, como el paladar hendido, o que sufren inmunodeficiencias congénitas adquiridas.
En el caso de los bebés, la señal principal de que padecen la infección es la irritabilidad y el llanto. Los menores con
esta afección suelen tener fiebre o problemas para dormir y es común después de un resfriado.
La otitis media afecta a todos los grupos de edad, pero es más frecuente en el período de edad comprendido entre los
0 y los 7 años.
Prevención
Para reducir el riesgo de padecer esta enfermedad, los especialistas recomiendan lavarse las manos con frecuencia,
en el caso de los niños, vacunarles cuando proceda y, sobre todo, no abusar de los antibióticos ya que se puede
generar una resistencia a ellos que reduzca o impida su efectividad.
Tipos
La otitis media que representa el tipo más común de esta afección se clasifica en:
Aguda: Es una enfermedad infecto-contagiosa que afecta al aparato respiratorio y cuyo síntoma principal es la tos.
Ésta a su vez se divide en esporádica o de repetición.
Subaguda: Se caracteriza por la presencia de exudado (líquido que se sale del conducto donde se encuentra contenido)
en la cavidad del oído medio de manera asintomática o con síntomas muy leves. Si este exudado permanece más de
3 meses, la enfermedad pasa a ser crónica.
Crónica: Se divide a su vez en dos subgrupos, uno de ellos, con exudado que tiene una duración de tres meses y,
supurada, que conlleva una supuración mayor a tres meses.
Existe otro tipo de otitis, la externa, que se localiza en la piel que recubre el conducto auditivo externo y se produce
típicamente en personas que practican deportes acuáticos, pero también puede estar causada, entre otros motivos,
por una sudoración excesiva, por la ausencia de cerumen (que actúa como protector), haber sufrido traumatismos o
la introducción de bastoncillos u otros instrumentos en los oídos. El germen que suela estar detrás de estos casos
es Pseudomonas aeruginosa.
Diagnóstico
Para determinar que se trata de una otitis, el especialista examinará el interior del oído del paciente empleando para
ello un otoscopio. Esta exploración deberá mostrar zonas enrojecidas, burbujas de aire o líquido detrás del tímpano,
además, es probable que pueda observar una perforación en el mismo.
La exploración otoscópica es la más importante para el diagnóstico de la otitis media.
Asimismo, la realización de una otoscopia neumática puede ser esencial para precisar y determinar la movilidad de la
membrana timpánica. Cuando existe una otitis media crónica con efusión pueden verse los niveles de aire y burbujas
en el oído medio.
Otra exploración habitual que se realiza es la timpanometría que ayuda, en ocasiones, a confirmar los hallazgos de la
otoscopia u otoscopia neumática.
Es posible que el especialista solicite que el paciente se someta a una audiometría en el caso de que éste tenga
antecedentes de infecciones de oído.
Tratamientos
El tratamiento clásico de la otitis media aguda se realiza con antibióticos durante diez o catorce días. Sin embargo, en
los últimos tiempos se tiende a una menor utilización de estos fármacos porque cada vez son más los estudios que
muestran que no hay razón para tratar con antibióticos todas las otitis.
Habitualmente con el tratamiento antibiótico la sintomatología mejora significativamente en 48 horas. Además, el
especialista también podrá recetar descongestionantes nasales y mucolíticos si se precisan.
Cuando los episodios de otitis media aguda son muy frecuentes y se sospecha que existen fuentes de infección, como
una adenoiditis crónica, sinusitis crónica o inmadurez inmunológica, debe establecerse un tratamiento lo más
específico posible.
En muchos casos, sobre todo en niños, se presentan episodios repetidos de otitis media junto con síntomas de
adenoiditis e hipertrofia adenoidea, por lo que se ha de realizar la extirpación del tejido adenoideo hipertrófico y la
colocación de tubos de drenaje transtimpánico.
https://cuidateplus.marca.com/enfermedades/infecciosas/otitis.html
Introducción.
Las rinofaringitis, faringoamigdalitis y otitis media representan la mayor parte de los episodios de infección
respiratoria aguda (IRA) que cursan sin insuficiencia respiratoria. La rinofaringitis aguda o resfriado común
(nombre convencional) constituye uno de los principales motivos de consulta médica, ausentismo escolar y
laboral. El síndrome se caracteriza por congestión nasal, rinorrea, estornudos, lagrimeo, irritación
nasofaríngea, tos y malestar general. Puede acompañarse de fiebre. En sujetos adultos predomina la febrícula.
El resfriado común es considerado de origen casi exclusivamente viral. Las infecciones bacterianas no son
frecuentes. Los principales agentes etiológicos involucrados son rhinovirus (30 - 50%). Los rhinovirus
pertenecen a la familia Picornaviridae, con genoma de RNA monocatenario, de sentido positivo. Se conocen
3 grupos (A, B y el más reciente, C); asimismo, existe evidencia de que juegan un papel en patologías de vías
respiratorias bajas, tales como bronquiolitis, neumonía, exacerbaciones del asma, en la enfermedad pulmonar
obstructiva crónica (EPOC) y la fibrosis quística. (Gern. 2010).
Tratamiento.
El tratamiento consiste en reducir los signos y síntomas asociados a la enfermedad, tales como tos, congestión
nasal, rinorrea, malestar general. No existe un tratamiento específico. El empleo de fármacos combinados que
incluyen al menos dos de los siguientes: anthistamínico, antitusivo, expectorante, descongestivo, antipirético,
debe contemplarse con reservas. Los antihistamínicos no esteroideos ofrecen efectos analgésicos sobre la
cefalea, otalgia, artralgias y mialgias. (Kim et al., 2009). El dextrametorfano, antitusígeno central, puede ser
de utilidad en el alivio de la tos irritativa, con escasos efectos en sistema nervioso central. Los anticongestivos
nasales tópicos disminuyen los síntomas nasales; pueden utilizarse durante un corto período de tiempo
(menos de una semana), ya que ocasionan irritación nasal, efecto de rebote y dependencia. Sin embargo, no
existen estudios que validen su empleo en menores de 12 años. (Shefrin et al., 2009). Se ha sugerido que el
bromuro de ipratropio puede disminuir la rinorrea, con limitaciones, pero no tiene efecto sobre la congestión
nasal. (Albalawi et al., 2013). Las irrigaciones nasales con suero fisiológico pueden aliviar los síntomas, pero
los estudios son pequeños y con alto riesgo de sesgo. (King et al., 2015). Medidas generales, tales como la
ingesta abundante de líquidos, una dieta balanceada, el reposo y la utilización de aire humidificado
constituyen el mejor tratamiento. Los antibióticos no son de utilidad, salvo en caso de complicaciones
bacterianas. (Weichselbaum. 2010).
Ahora se reconoce que los agentes etiológicos de relevancia, principalmente los rinovirus, se pueden
encontrar asociados a:
- Infecciones asintomáticas.
- Infecciones del tracto respiratorio alto, tales como: Resfriado común, otitis media aguda, con coinfección
bacteriana frecuente, rinosinusitis.
- Infecciones del tracto respiratorio bajo, entre ellas: Crup (croup), bronquiolitis, neumonía adquirida en la
comunidad.
- Exacerbaciones de enfermedades pulmonares crónicas.
- También se acepta que causan patologías de importancia en sujetos inmunocomprometidos. (Jacobs et al.,
2013).
Vínculos.
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