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Rico
¿Qué tan seguro estas de lo que realmente quieres?
Decidí jugar mas no por querer ser el mejor, mi deseo era poder
hacer las cosas que veía partido tras partido. Imagínense un chico
que no podía patear una pelota, intentando gambetear como
Iniesta, ridículo y patético. Pero no podría haber superado todo si
no hubiera quería de verdad ser como ellos.
Como tuve el placer de leer a veces que una mentira nos hace
más felices que la verdad, porque si realizáramos un viaje a lo más
profundo de nuestro inconsciente, explorando las metas y objetivos
que nos pusimos en la vida o que deseamos alcanzar, nos daríamos
cuenta de que los fundamentos no son tan nobles como creemos
que lo son, son egoístas, avariciosos, ingratos y muchas veces
ruines.
Al principio pensé que era una broma, son muy propensos a eso,
talvez se habían unido para molestarme, pero no, criticaron la
trama, algunos personajes y me dijeron que escribir no era una
buena idea, no podía creerlo, habían sido tantas horas, talvez
desperdiciadas, antes de recibir las criticas me había puesto en
contacto con una editorial, les mande un resumen, si mis amigos
que no eran literatos habían calificado tan mal mi libro, no quería
imaginarme lo fuerte que sería el rechazo de la editorial.
Todo salía muy bien, demasiado diría yo, casi siempre juntos, le
enseñe como invertir, mi plan a futuro y todo lo que sabía, ella
dispuesta a aprender, comenzó a invertir conmigo, no era muy
buena pero con el pasar del tiempo aprendería, al conocernos
mejor llegaron las diferencias y los desacuerdos, algo normal en
cada relación, pocos podrían haber dicho que era la chica perfecta.
Dejemos de lado estas absurdas adulaciones, ya que por más
cambios que hubiera en mi camino no tenía que desviarme, mi
meta seguía fija, comencé a darme cuenta de a poco que la bolsa
de valores era un negocio arriesgado que no me permitiría
aumentar significativamente mi capital sin exponerme a riesgos,
era normal que fallaran algunas transacciones pero al ir
aumentando los lotes, o mejor dicho la cantidad de dinero que
usaba para invertir, siempre caía en el mismo bucle de progreso.
Ese día al llegar a casa compartí con ella mi idea, la cual le había
contado hacía ya 2 años en el parque, se mostró contenta de que
por fin fuera a llevarla a cabo, aunque solo estuviera en el proceso
de creación, era una persona muy poco paciente y me insistía que
me lanzara para completar mis metas, yo decía todo tiene su
tiempo, a lo que ella respondía, vas a terminar viejo si no las
empiezas ya, con una breve pausa se me ocurrió fingir que todo lo
que estaba saliendo mal a modo de prueba, quería saber que
respondía, invente una historia que daba a entender un inminente
fracaso, siempre fui bueno para mentir, me resultaba más
naturalmente que la propia verdad pero ya no era un inmadura
como antes, con una cara muy afligida me senté en el borde de la
cama después de mi corta invención, ella salió de la habitación se
dirigió hacia la cocina, tomo un durazno de la heladera lo lavo un
momento en la canilla, lo puso en mi mano apretando fuertemente
contra las suyas y junto con una sonrisa me dijo, hay que disfrutar
de las pequeñas cosas, estas respuestas que parecen simples y un
con una pisca de ingenio eran las que más me gustaban, me hacían
pensar que no solo le importaba sino que también tenía a alguien
con quien hablar, los duraznos eran mis frutas preferidas y hacia
mucho no comía uno, mientras estaba sentado pensaba ¿qué era lo
que normalmente disfrutábamos?, el éxito, los pocos que lo
alcanzaban lo disfrutaban era obvio, pero ¿qué tan bueno era?,
idealizamos tanto ese último trayecto que nos lleva a ganar que
solo cuando lo conseguimos somos felices, para otros era diferente,
la victoria era importante pero el trayecto previo, de más o menos
un tercio del camino era lo que disfrutaban, me topé con personas
que me decían, cuando sabes que vas a lograr algo, que estas cerca
de conseguirlo, casi tocando el éxito, es cuando se alcanza el éxtasis
de gloria, no antes ni después. Al recordar esto solo podía pensar lo
lejos que estaba de lograr mi meta, había dado solo un par de pasos
y tenía mucho que recorrer, ¿Cómo logra motivarme faltando
tanto?, pensé de nuevo en ese momento que lo mejor sería
disfrutar de las pequeñas cosas, supuse que si en vez de fijar mis
esfuerzos en una meta al final del pasillo las dividía en pequeñas
metas fácilmente realizables, disfrutaría mucho más que con tener
solo un objetivo a largo plazo, esta forma de pensar fue
fundamental a lo largo de mi viva, evitaba que me estresara con
largos periodos de tiempo, no solo eso, sino que también era
importante pensarlo en diferentes formas, me di cuenta que mirar
lo que falta del camino es un error muy común, algo que nunca
hacemos es mirar cuanto hemos recorrido, era una buena táctica
contra la frustración.
Acostado en mi cama mire su futuro financiero, en estos años
ella había estado estudiando el comportamiento de la bolsa de
valores, existía una competencia sana por ver quién podría generar
más ingresos, yo con los bienes raíces y mi empresa, ella solo se
dedicaba a eso, sabía mucho más que yo sobre el tema, la alumna
supero al maestro, si lo hubiera tenido. Porque nunca me considere
como tal, dicen que el maestro es maestro porque cometió más
errores que el alumno , ella era toda una experta, me sorprendía
con los temas en el desayuno, me gustaba escucharla debido a que
nunca creí que se interesara tanto en inversión, su ídolo era Warren
buffet´s a quien ya mencione en una ocasión, sabía todo sobre la
vida de este inversionista, recuerdo que cuando ella trabajaba yo
me acercaba por detrás y esperaba justo el momento preciso en el
cual vendía una de sus acciones o cerraba una operación, estando
lo más cerca posible de su oreja y agarrando sus hombros le decía,
¡¡¿Por qué vendes ahora?!!, casi sustos de muerte, no lo hacía
normalmente, de no ser así, no tendría sentido molestarla. No tenía
razones para quejarse de mi comportamiento infantil en algunas
ocasiones, siempre tuve los gustos que ella considero perfectos, de
niño criado por un padre firme enamorado de la mentalidad
alemana y una madre que creía que podría “comprar” todo, una
mezcla ideal, conseguí la determinación para fijar metas objetivas a
la vez que aprendía de aseo y modales, junto con una dosis de
sueños maternos que me permitieron que las metas sean cada vez
más altas, además de desarrollar un gusto por la cocina propio, de
muchos experimentos asquerosos lograba conseguir cada tanto
algo delicioso, esa era mi recompensa, con el tiempo mejore esa
habilidad.
Las ideas laborales que impartía me consiguieron más tiempo
libre, pero no era suficiente, quería más aún, quería ser libre
completamente, entonces debía sacrificar algunas cosas, de
inmediato me dirigí a la oficina, comencé a dibujar e idear como
quería que fuese el prototipo, contrate a un sastre, pasábamos 1
hora diaria diseñando y otra más intentando de alguna manera
probarlo. Nos tomó unas semanas pero logramos tener un
prototipo decente y funcional, al introducir el pie, bajo la suela
había una serie de resortes que sujetaban el empeine cerrándolo,
para quitárselas solo había que mover un interruptor pequeño al
costado interno, era simple la idea pero complicada la ejecución,
quitarse y ponerse el calzado sin complicación, hasta hicimos un
comercial, tenía conocimientos de edición fruto del canal de
Youtube que abrí, no fue difícil, con 3 actores muy buenos que no
habían tenido la oportunidad de triunfar en el espectáculo,
filmamos las escenas, consistían en ver a dos amigos sentados
mirando la televisión, de repente entraba una chica muy hermosa
invitando a alguno de ellos que quisiera ir a pasear con ella, ellos se
miraban iniciando una competencia por ver quién iría, sin decir
ninguna palabra empezaron a buscar sus zapatillas, pero uno tenía
nuestro producto, solo tuvo que meter el pie en cada una y estaba
listo, mientras el otro muchacho estaba desenredando los
cordones, al final de la propaganda una voz provocativa decía, ¡no
pierdas tiempo!, cuando de fondo se veía al muchacho que quedo
solo comiendo helado y mirando la televisión con una cara de
seriedad y frustración.