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Últimamente, las tendencias de consumo de las personas han cambiado hacia productos

que son más saludables, lo que ha hecho que la industria de alimentos tenga que innovar
y utilizar insumos que ofrezcan un valor agregado al consumidor.

La industria de aceites, margarinas y grasas no fue la excepción. Hallaron la


oportunidad para hacer nuevos lanzamientos y ofrecer productos innovadores que
fueran acorde con la demanda.

“El sector, del 2014 al 2016, ha venido muy estable. En promedio con más o menos de
40 a 45 lanzamientos en el año de productos relacionados con esta categoría. Pero en el
2017 el crecimiento ha sido mayor, casi en un 63% se ha incrementado el número de
lanzamiento que no son solo productos que se fabrican en Colombia, también los que
llegan del exterior”, Camilo Vega, especialista de Marketing Técnico para la industria
de alimentos en Disan.

Desde hace algunos años, la industria de alimentos viene buscando fuentes naturales de
antioxidantes que permitan estabilizar los alimentos, atrapando los radicales libres y
retardando el proceso de oxidación. Ya que generalmente para esto se utiliza
hidroxitolueno (BHT) y Butilhidroxianisol (BHA) que pueden generar problemas en la
salud y potencializan la acción de algunos cancerígenos.

Por eso, es un reto tecnológico para las empresas innovar en torno al desarrollo de
productos naturales que sean funcionales y donde no se genere riesgo de ningún tipo en
la salud del consumidor.

Por otro lado, en cuanto al plan regulatorio de grasas existe mucha expectativa, ya que
la regulación de grasas trans y saturadas es un tema que se viene discutiendo desde hace
bastante tiempo entre el Ministerio de Salud, Invima y la academia.

De acuerdo con el Ministerio de salud, el plan de reducción del consumo de grasas tiene
cuatro líneas de acción:

1. Medida regulatoria: En esta se formula el marco regulatorio con el fin de disminuir el


consumo de grasas en productos procesados.

2. Alimentos preparados: Hace referencia a los alimentos de los restaurantes, panaderías


y comidas rápidas donde se quiere diseñar e implementar medidas para el buen uso y
disposición de grasas y aceites.

3. Información, educación y comunicación: Se busca generar una estrategia informativa


en seguridad alimentaria y nutricional para la difusión de los mensajes de los diferentes
grupos de interés

4. Investigación: En este tópico se busca encuestar a la población colombiana sobre el


consumo de grasas con el fin de tener una medida que les brinde un panorama sobre esta
situación de ingesta de productos con esta especificación.
Según el equipo técnico de alimentación saludable del Ministerio de Salud y Protección
Social, la actualización y modificación de la Resolución 2508/2012 debe surtir el
proceso de consulta pública nacional e internacional. Luego, continúa su trámite al
interior del Ministerio, por lo que se espera que en el segundo semestre de este año se
expida la norma.

Sin embargo, es importante tener en cuenta que después de este proceso, se contempla
un tiempo de transición para que las nuevas medidas entren en vigencia. Esto con el fin
de que la industria pueda modificar y adaptar sus procesos para el cumplimiento de lo
establecido por la ley.

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