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Fausto Reinaga ―que fue bautizado con el nombre de José Félix Reinaga― nació en la
aldea Macha, en el distrito Colquechaca(Bolivia), hijo de Jenaro Reinaga y de
Alejandra Chavarría (tataranieta del líder indígena Tomás Katari). Ambos padres
habían participado en el levantamiento en Zárate Willka (de 1898). Parte de su familia
trabajaba en labores domésticas de los gerentes de la empresa minera
estadounidense Patiño Mines. Reinaga aprendió a leer a los 16 años.1
De cuatro hermanos fue el único hijo sobreviviente, ya que sus dos hermanas mayores,
siendo niñas, fueron violadas y asesinadas por terratenientes bolivianos blancos y su
hermano menor Alberto murió en el servicio militar. El consejo de ancianos lo envió a
estudiar a la ciudad de Oruro para prepararse a liderar su pueblo. De acuerdo con su
ascendencia noble, Le dieron el nombre indio de Ruphaj Katari. Como escritor,
Reinaga escogió el seudónimo de Fausto Reinaga para expresar su admiración por
el Fausto del escritor alemán Goethe.
En 1957, el Partido Comunista de Bolivia lo envió a Leipzig (en la Alemania del Este) a
un Congreso de Sindicatos comunistas, y de allí visitió la Unión Soviética. Después de su
regreso, estuvo en un congreso comunista celebrado en Montevideo (Uruguay),
donde fue detenido. Su libro El sentimiento mesiánico del pueblo ruso fue confiscado.
Los comunistas no le ayudaron, por lo que tuvo que ser repatriado por la embajada de
Bolivia en Montevideo. Luego entró en una crisis de conciencia, se alejó del Partido
Comunista de Bolivia (que nueve años después traicionaría también al guerrillero
argentino cubano Che Guevara). Viajó a Machu Picchu (sur del Perú), que había sido
capital del Imperio inca, donde se dio cuenta del poder de sus antepasados.
Aproximadamente hasta 1960, Fausto fue un ardiente partidario del marxismo.
En sus últimas obras, "La revolución india" (1970), "Tesis india" (1971), "El pensamiento
amáutico" (1978), El hombre (1981), y en su última obra, "El pensamiento indio" (1991),
establece la superioridad de la ideología y la filosofía de los indígenas con respecto
al pensamiento occidental.