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Esta monografía tiene como objetivo principal, realizar una descripción de los
tratamientos que actualmente se utilizan en el tema de obesidad, especialmente
en niños, así como la clasificación y causas de esta enfermedad, que se considera
ha tenido un incremento alarmante a nivel mundial, así como las consecuencias
nefastas que pueden conducir hasta la muerte a niños en edades tempranas.
Guatemala no escapa de esta realidad, los padres juegan un papel importante al
determinar normas y buscar alianzas con los centros educativos para asegurar
una salud integral y permanente.
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CAPITULO I
1. ANTECEDENTES
La palabra obeso proviene del latín obēsus, que significa corpulento, gordo o
regordete. A través de la historia, se registran varias culturas, en las cuales, la
obesidad estuvo asociada como atractivo físico, fuerza y fertilidad. Algunos de los
primeros artefactos culturales conocidos, como las figuritas de Venus, son
estatuas tamaño bolsillo que representan una figura femenina obesa. Aunque el
significado cultural no está registrado, el amplio uso por todas las culturas
prehistóricas mediterráneas y europeas, sugiere un rol central para la forma
femenina obesa y el uso en rituales mágicos, indica la aprobación cultural de (y
quizás la reverencia por) esta forma corporal.
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pesado estigma social. Son frecuentemente el blanco de amenazas y rechazados
por los pares. Aunque las tasas de obesidad se incrementan entre todas las clases
sociales del mundo occidental, la obesidad es frecuentemente vista como un signo
de estatus socioeconómico bajo.
Los datos más completos de la prevalencia de la obesidad, son los del Proyecto
Seguimiento de tendencias y determinantes de las enfermedades
cardiovasculares, MONICA, (MONItoring of trends and determinants
in Cardiovascular diseases study). Junto con la información obtenida en estudios
nacionales, los datos indican que la prevalencia de la obesidad en la mayoría de
los países europeos ha aumentado en torno a un 10-40% en los últimos 10 años,
entre un 10-20% en los hombres y un 10-25% en las mujeres. El incremento más
alarmante se ha observado en Gran Bretaña, donde se refiere a los adultos, casi
dos tercios de los hombres y la mitad de las mujeres, padecen exceso de peso u
obesidad.
Entre los años 1995 y 2002, la obesidad entre los chicos en Inglaterra
prácticamente se duplicó, pasó del 2,9 al 5,7% de la población, y entre las chicas
creció del 4,9 al 7,8%. Uno de cada cinco chicos y una de cada cuatro chicas
tienen sobrepeso o son obesos. Entre los hombres de 16 a 24 años, la obesidad
pasó del 5,7 al 9,3% y entre las mujeres de la misma edad subió del 7,7 al 11,6%.
La International Obesity Task Force, recoge los datos más significativos. Las
consecuencias que la obesidad y el sobrepeso pueden tener en la salud son
numerosas y variadas, desde un mayor riesgo de muerte prematura a varias
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dolencias debilitantes y psicológicas, que no son mortales, pero pueden tener un
efecto negativo en la calidad de vida.
Un ambiente familiar estable y con una buena educación alimentaria podrá evitar
que el bebé sufra de obesidad con el paso de los años y que a la larga pueda
reducir la esperanza de vida. La obesidad es un mal que crece entre los niños. En
España, uno de cada tres niños, entre 3 y 12 años de edad, padece de sobrepeso,
es decir, pesa más de lo que debería a esa edad. Este es el resultado de una
investigación llevada a cabo con más de 26 mil niños, en 29 ciudades españolas y
que también revela que la relación de los infantes con la alimentación se cultiva en
la cuna. Es en los tres primeros años de vida de un niño cuando se define la
conducta alimentaria y también el riesgo de problemas de salud con los años.
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El estudio presentado por la Fundación Thao, en colaboración con la Fundación
Española de Nutrición y algunas universidades españolas, revela que casi un 30
por ciento de los niños españoles sufre sobrepeso u obesidad. Casi un 10%
corresponde a niños de 3 a 5 años de edad, lo que lleva a concluir que el
problema de la obesidad debe ser combatido en los primeros años de vida. La
obesidad, según el estudio, afecta más a las niñas, aunque todavía está por definir
las causas. El sobrepeso de los niños está vinculado a los hábitos de alimentación
y no a la herencia.
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conflictivas entre los padres e hijos en los que inciden ciertas pautas, se considera
una epidemia. Se estima que actualmente, en muchos países, uno de cada diez
niños es obeso al llegar a los 10 años. Las enfermedades a largo plazo, como
consecuencia de esto, es una preocupación.
Los niños que comienzan con una obesidad entre los seis meses y siete años de
vida, el porcentaje de los que seguirán siendo obesos en la edad adulta es de
40%, mientras para los que comenzaron entre los diez y trece años, las
probabilidades son 70%, porque las células que almacenan grasa (adipositos), se
multiplican en esta etapa de la vida, por lo cual, aumenta la posibilidad del niño de
ser obeso cuando adulto. Entre los factores que intervienen se encuentran:
la conducta alimentaria, consumo de energía, factores hereditarios, hormonales,
psicosociales y ambientales.
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sobrepeso y la obesidad en los niños ha sido un 30% superior al de los países
desarrollados. En el plano mundial, el sobrepeso y la obesidad están relacionados
con un mayor número de defunciones que la insuficiencia ponderal. La mayoría de
la población mundial vive en países donde el sobrepeso y la obesidad, cobran más
vidas que la insuficiencia ponderal (estos países incluyen a todos los de ingresos
altos y la mayoría de ingresos medianos).
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manzanas. Además, en muchos hogares guatemaltecos, se ha acostumbrado a
tener en la refrigeradora, bebidas gaseosas hasta por doble litro, todas al alcance
de los menores, que las prefieren antes que el agua pura. Indica que en años
anteriores, las personas sólo consumían esos refrescos los fines de semana y no
más de un vaso. Lo mismo sucede con las golosinas en bolsita.
En cuanto a la actividad física, comenta que uno de los factores es que en el país
no existen áreas verdes seguras, donde los niños puedan jugar. Aunado a esto,
los papás no conviven mucho tiempo con los hijos. Eso se traduce a que existe
más riesgo de usar computadora, ver más televisión o distraerse en juegos
electrónicos. Según datos, los infantes juegan y ven televisión alrededor de siete
horas diarias en promedio, y no hacen actividad física, la cual deberían hacer por
lo menos dos horas. Algunos de ellos sólo se ejercitan unos 20 minutos durante el
recreo. El médico señala que otra de las preocupaciones es que los menores
están más propensos a padecer de enfermedades como la diabetes, hipertensión
y tumores. Hace algunos años, dichos males sólo se reportaban en personas de
40 y 50 años; sin embargo, se han detectado casos en jóvenes de 25 a 35 años.
Estos hábitos alimentarios, juntamente con una escasa actividad física, tienen
como resultado un crecimiento brusco de la obesidad infantil, al mismo tiempo que
los problemas de la desnutrición continúan sin resolver. Es importante fomentar
una alimentación saludable al servir más frutas y vegetales, comprar menos
gaseosas y meriendas altas en calorías y grasas, asegurarse que los niños
desayunen todos los días, no consumir comida basura de forma frecuente y no
usarla como un premio. La actividad física también es muy importante, los niños
necesitan unos 60 minutos diarios, aunque no todos de una vez.
Cuanto mayor sea el niño, más difícil será practicar esos cambios, pero no
imposible. En la última investigación acerca del sobrepeso en la infancia, entre
otras cosas, se constató que el 8% de los niños acuden a la escuela sin haber
desayunado. El método usado para tratar la obesidad infantil se basa
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fundamentalmente en la combinación de una limitada dieta con el aumento de la
actividad física, la educación nutricional y el cambio de conducta. Todo eso solo
será efectivo si el niño cuenta con el apoyo y el estímulo de la familia.
Diagnóstico F.O.D.A.
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CAPÍTULO II
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https://www.nlm.nih.gov/medlineplus/spanish/ency/article/007508.htm
2
Trastornos del comportamiento alimentario en el niño. Sociedad Española de Endocrinología Pediátrica. 6º. Curso de
formación de postgrado. Málaga, 2000. http://www.seep.es/privado/documentos/Publicaciones/trastornos.pdf
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realizarse con mucha frecuencia, y no sólo encaminadas al niño, sino también a la
familia. La participación de la familia es muy importante, puesto que el niño no
seguirá una dieta si los otros miembros de la familia no participan activamente.
Igualmente, si los miembros de la familia no dan importancia al adelgazamiento
del niño, éste no dará importancia y no se verá recompensado en el esfuerzo. Se
debe explicar al obeso y a la familia, las características de una dieta sana
(acronutrientes, vitaminas y minerales y la necesidad de una dieta equilibrada) y la
importancia de eliminar comidas fuera de hora y la ingesta de calorías huecas.”3
También hay que evitar alimentos de alto contenido calórico como frutos secos y
golosinas y aprender a diferenciar los alimentos ricos en fibras y con bajo aporte
de grasas. Asimismo, explicar al paciente las ventajas de practicar ejercicio y
disfrutar practicándolo, mentalizar sin angustiar a la familia de los riesgos de la
obesidad. El niño obeso debe participar activamente de la dieta, evitar que la
considere como un castigo y procurar que acepte al médico como un amigo, no
como un enemigo. La familia y el niño deben darse cuenta de que la pérdida de
peso debe ser progresiva y equilibrada y no debe importarles el tiempo empleado,
si el resultado es el adecuado.
3
Tratamiento de la obesidad infantil. Dieta y ejercicio. N. Cabrinety Pérez.
http://www.seep.es/privado/documentos/publicaciones/2000TCA/Cap10.pdf
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actividades físicas habituales, es la que conlleva mayor gasto energético.
Estimular la realización de paseos diarios, ya que es un buen ejercicio en aquellos
niños sin hábito deportivo. No debe recomendarse ejercicios de competitividad en
aquellos niños que no estén entrenados, puesto que aumentaría la sensación de
rechazo y de baja autoestima. El incremento de la actividad siempre será de
forma progresiva. Siempre se ha considerado que el tratamiento de la obesidad
no es fácil y la mayoría de veces conduce al fracaso; esto es cierto si se piensa en
lo difícil que resulta erradicar los hábitos erróneos nutricionales de la vida del niño
y de la familia en unas épocas en que ambos progenitores trabajan y el niño
muchas veces es el autor de sus propias dietas, y por otro lado debe producirse
un fenómeno de adaptación del organismo frente al ayuno, gracias al cual
disminuyen las necesidades energéticas.”4
4
Red de Salud. Obesidad Infantil. http://obesidadinfantilinfomed.blogspot.com/2012/11/tratamiento.html
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a su familia. Deben rechazarse las dietas prefabricadas y procurar que, en lo
posible, sean adaptadas a las necesidades del niño, según sexo, edad y
actividad.”5
Al prescribir una dieta es importante tener en cuenta la edad del niño y las
necesidades energéticas. En niños menores de 6-7 años, cuyas necesidades
energéticas son 1.600 kcal/día, sólo será necesario la reducción en la ingesta de
calorías vacías, el consumo excesivo de alimentos con alto contenido energético
(galletas, caramelos, chucherías, pastelitos, bollería, embutidos) y la introducción
progresiva de alimentos de bajo contenido energético (verduras, frutas), a los
cuales muchas veces no están acostumbrados y rechazan. En el niño mayor de 7
años (período prepuberal o inicio del puberal), cuyas necesidades son 1,800-2,300
kcal/día, las dietas serán restrictivas en alimentos de alto contenido energético.
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Tratamiento de la obesidad infantil. Dieta y ejercicio. N. Cabrinety Pérez.
http://www.seep.es/privado/documentos/publicaciones/2000TCA/Cap10.pdf
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día; segundo: aporte proteico de 1,5 a 2,5 g/kg, con proteínas de alto valor
biológico, y tercero: aporte diario de 25 mEq de ClK, 800 mg de calcio y un
polivitamínico mineral. Con esta dieta se pierde en los 2-4 primeros días el 50 %
de los depósitos de glucógeno y proteínas procedentes de órganos esplácnicos
como hígado, bazo e intestino; si se mantiene tiempo puede producir pérdidas de
masa muscular, que puede ocasionar cierto grado de debilidad.
Las zonas del cuerpo que contienen mayores depósitos de grasa son las que
primero se consumen. Estas pérdidas se acompañan de pérdida de agua, por lo
que los primeros días se pierde más peso. En las primeras 48 horas de instaurado
el régimen se entra en cetosis, que produce anorexia y, por lo tanto, se tolera
mejor el ayuno modificado, pero puede producir náuseas e hipotensión ortostática,
que se trata con adición de sal en la comida. Asimismo, puede producirse
aumento del ácido úrico sanguíneo, que puede precisar tratamiento con alopurinol.
A esta dieta se puede añadir suplemento de carbohidratos (1 g/kg de peso ideal,
empezar con 25 g/día, para ir aumentando hasta 75 g/día). Con esto se consigue
mejorar el aporte nitrogenado, con el subsiguiente ahorro de proteínas corporales
y aumentar al máximo la pérdida grasa. Esto es debido a que los hidratos de
carbono aumentan los niveles de insulina, con lo que se consigue mayor tasa de
lipólisis y, por tanto, la utilización de grasa corporal. Estas dietas deben
instaurarse con estricto control médico, no están exentas de riesgo.
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pérdida de peso. La continuación del soporte psicológico y el estímulo de la
actividad física deben mantenerse durante largo tiempo.
6
Boletín médico del Hospital Infantil de México. Volumen No. 65. México: 2008.
http://www.scielo.org.mx/scielo.php?pid=S1665-11462008000600012&script=sci_arttext
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tratar de bajar de peso; pero hasta la fecha, ninguno de estos por sí mismos
pueden revertir por completo la obesidad.”7
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Tratamiento de la obesidad infantil. Dieta y ejercicio. N. Cabrinety Pérez.
http://www.seep.es/privado/documentos/publicaciones/2000TCA/Cap10.pdf
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peso, se desconocen los efectos a largo plazo que se puedan presentar con el uso
o con la suspensión de los mismos, la mayoría de los estudios no tienen un
seguimiento mayor a dos años, desconociéndose los efectos indeseables, en
especial sobre el crecimiento y el desarrollo, que puedan llegar a producir y la
efectividad que puedan tener para el mantenimiento de la pérdida de peso con el
tiempo.
Al igual que sucede con el tratamiento dietético, la fase inicial de los diversos
tratamientos farmacológicos se asocia con una pérdida de peso significativa que
puede variar entre 12 y 24 semanas; sin embargo, la efectividad a largo plazo
solamente se ha demostrado en una pequeña proporción de pacientes, la
progresión de la pérdida de peso disminuye, y aún puede existir un efecto de
recuperación de peso a los seis meses y suele ser mayor con la suspensión del
medicamento. La pérdida de peso, cualquiera que sea la estrategia utilizada, se
acompaña de reducciones en los niveles hormonales de leptina, insulina y
triyodotironina, con un incremento en la sensibilidad a la insulina y a la ghrelina
plasmática, todos estos cambios estimulan el apetito; por otra parte, existe una
disminución del tono simpático y del gasto energético, lo que promueve la
lipogénesis y se facilita la recuperación de peso. Es decir, es la respuesta de
defensa del organismo ante la disminución del aporte energético, lo que
condiciona que los mecanismos de almacenamiento de energía sean más
efectivos.
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Drug Administration) para uso en pacientes pediátricos: sibutramina y orlistat; en
algunos países todavía se encuentran contraindicados en estas edades. De estos
fármacos, no se ha demostrado la eficacia y seguridad a más de cuatro años en el
caso de orlistat, y de dos años en el caso de sibutramina.
1. Tipos y clasificación
“La obesidad suele clasificarse, según la distribución del exceso de grasa en:
central o visceral (androide): que se caracteriza por el acumulo de grasa en el
tronco y el abdomen (tipo manzana). Periférica (ginoide): donde el acumulamiento
sucede en la región glúteo femoral (tipo pera). Bouchard añade un tercer tipo
generalizada, es la más característica de los niños y adolescentes. En esta
variedad, no existe una distribución regional de la grasa, por lo tanto resulta difícil
distinguirla del tipo de obesidad central, con la que parece coincidir en las
complicaciones tardías. Para distinguirlos se recurre a la medición de las
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circunferencias de la cintura y de las caderas. En los niños y adolescentes se
considera que la obesidad suele ser la mayoría de veces de tipo central, con
predominio del depósito de grasa en la región abdominal, y así lo han demostrado
Moreno y Cols.”8
“A pesar de que esta teoría fue aceptada durante varias décadas, no se ha podido
demostrar correspondencia con la realidad clínica y ha caído en desuso por la
falta de utilidad. Más interés tiene la clasificación clínica basada en el índice de
masa corporal, en grados según Garrow, o en clases según Bray. Según las
recomendaciones de la OMS, la Sociedad Española para el Estudio de la
Obesidad (SEEDO) adoptó recientemente el concepto de Bray, y en adultos valora
no sólo el IMC, sino también la circunferencia de la cintura, para establecer la
situación de riesgo relativo de enfermedad, referido a diabetes tipo 2, hipertensión
arterial o cardiopatía isquémica. En niños es habitual y en la práctica más común,
establecer la clasificación de la obesidad ciñéndose exclusivamente al IMC.
Campfield y Smith han modificado ligeramente los criterios de la OMS y han
establecido la siguiente clasificación: Normal 18,5-24,9 Sobrepeso 25-29,9 Clase I
30-34,9 Clase II 35-39,9 Clase III > 40. La utilidad de esta clasificación estriba en
poder establecer una escala de gravedad basada en criterios numéricos y marcar
la progresión o regresión individual de cada paciente.”9
8
Obesidad infantil. http://u3-obesidad-infantil.blogspot.com/2012/05/v-behaviorurldefaultvmlo.html
9
Obesidad en el niño. Concepto y clasificación. J. Ferragut Martí. http://www.seep.es/
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considerarla exclusivamente en términos de causa de consulta endocrinológica,
sin tener en cuenta que en muchos casos no se acude al especialista en busca de
ayuda. Así, en muchos pacientes con síndromes genéticos (Down, por ejemplo),
pacientes institucionalizados o enfermos mentales se acepta el peso excesivo
como algo inevitable.
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caído en un desuso casi total debido a que no se ha podido demostrar su
correspondencia con la realidad clínica y por falta de utilidad.
3. Clasificación fisiopatológica
Esta clasificación está aún por elaborarse, y podrá ser una realidad cuando se
conozcan absolutamente todos los mecanismos subyacentes que regulan el
control de peso y todos aquellos factores que hacen posible el desarrollo de la
obesidad en cualquiera de las etapas de la vida de un ser humano (niñez,
adolescencia, adultez).
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el cuerpo necesita para la actividad y el crecimiento normales, las calorías
adicionales se almacenan en los adipocitos para uso posterior.
Los alimentos que son ricos en contenido de grasa y azúcar a menudo vienen en
tamaños de porciones grandes. Estos factores pueden llevar a los niños a ingerir
más calorías de las que necesitan antes de que se sientan llenos. Los comerciales
de televisión y otros anuncios en pantallas pueden conducir a la elección de
alimentos poco saludables. La mayoría de las veces, los alimentos en anuncios
dirigidos a los niños es rica en azúcar, sal o grasas. Las actividades que implican
tiempo frente a una pantalla como ver televisión, juegos, mensajes de texto y jugar
en la computadora requieren muy poca energía. A menudo toman el lugar de la
actividad física saludable.
Adicionalmente, los niños tienden a anhelar los refrigerios poco saludables que
ven en los anuncios de televisión. Otros factores en el ambiente del niño también
pueden conducir a la obesidad. La familia, los amigos y el entorno escolar ayudan
a moldear la dieta y las opciones de ejercicio del niño. El alimento puede utilizarse
como una recompensa o para consolar a un niño. Estos hábitos aprendidos
pueden conducir a comer en exceso. Muchas personas tienen dificultad para
romper estos hábitos más adelante en vida.
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actividad tiroidea y ciertos medicamentos, como los esteroides o los
anticonvulsivos, pueden aumentar el apetito de un niño. Con el tiempo, esto
incrementa el riesgo de obesidad. Un enfoque malsano en el hecho de comer, el
peso y la imagen corporal pueden llevar a un trastorno alimentario. La obesidad y
los trastornos alimentarios a menudo ocurren al mismo tiempo en niñas
adolescentes y mujeres adultas jóvenes que pueden estar descontentas con la
imagen corporal que proyectan.
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CAPÍTULO III
“Aunque los datos del estudio Euromonitor son del 2009, coinciden en fecha con
los que utiliza el informe Nutricional Mundial: Perfil Nutricional de países del 2014,
en los que se indica que en Estados Unidos el 38.7 por ciento, mayores de 15
años, es considerado obeso, seguido de México con 31.8 por ciento, mientras que
Venezuela y Guatemala registraron un 29.6 y 27.5 por ciento, respectivamente. Se
trató de obtener información del Ministerio de Salud Pública, pero no fue
proporcionada. El porcentaje de personas que sufren obesidad en los países en
desarrollo y los desarrollados se reduce de forma acelerada, por lo que según la
Organización Mundial de la Salud (OMS), para este año el número de adultos con
sobrepeso en el mundo estaría cerca de los 2 mil 300 millones de adultos,
mientras que el que padece obesidad en más de 700 millones. La obesidad es un
círculo vicioso que trae enfermedad, soledad, angustia, tristeza, depresión y baja
autoestima.”11
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Crónica. Guatemala: Décimo lugar en obesidad. http://cronica.gt
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Crónica. Guatemala: Décimo lugar en obesidad http://cronica.gt
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“Se paga un costo muy alto y, aunque es difícil de controlar, no es imposible
enfrentar este problema. Para la nutricionista Angélica Jiménez, la obesidad es un
problema de salud que se ha dejado sentir en Guatemala desde hace unas dos
décadas, esto como consecuencia de los malos hábitos alimenticios que hay en la
población, como lo es el consumo de comida rápida, que tiene precios bajos, pero
que contiene gran cantidad de grasas saturadas, lo cual acarrea sobrepeso y
obesidad. La obesidad está catalogada como una enfermedad crónica que afecta
a la población, señala la especialista en nutrición, con el agravante que trae
consigo padecimientos de hipertensión, triglicéridos y colesterol, además de
graves enfermedades del corazón y del sistema circulatorio. Para la OMS, la
obesidad infantil se está convirtiendo en una crisis de salud pública en varios
países en desarrollo, debido que ha pasado de unos 31 millones de niños obesos
en 1990 a 44 millones en la actualidad, lo que representa una tasa del 30 por
ciento más alta que en países industrializados.”12
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Crónica. Guatemala: Décimo lugar en obesidad. http://cronica.gt
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Crónica. Guatemala: Décimo lugar en obesidad. http://cronica.gt
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“La obesidad infantil se está convirtiendo en una crisis de salud pública en muchos
países en vías de desarrollo y se ha pasado de unos 31 millones de niños obesos
en 1990 a 44 millones en la actualidad, indicó la Organización Mundial de la Salud
(OMS). En los países en desarrollo la tasa de obesidad infantil es el 30 por ciento
más alta que en las naciones más industrializadas, en África el 10 por ciento de
los niños son obesos, según datos difundidos por la entidad de las Naciones
Unidas.”14
“De acuerdo con Epstein, una vida sedentaria y una dieta rica en azúcares y
grasas son factores que contribuyen a empeorar este problema, principalmente en
infantes. Finalmente, el portavoz de la OMS subrayó que los niños y niñas obesas
o con sobrepeso, tienen más posibilidades de ser adultos con esa misma
condición y desarrollar dolencias como la diabetes y la enfermedad
cardiovascular.”15
14
https://cerigua.org/article/la-obesidad-infantil-una-crisis-de-salud-publica
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u obesidad, generalmente presentan paralelamente otras enfermedades como
Diabetes Mellitus (principal causa de muerte en nuestro país), Hiperlipidemias
(colesterol y triglicéridos que llevan a infartos), entre otros. Es decir, la obesidad es
un serio problema de salud pública en México. Los niños obesos son pacientes
difíciles dado que ni están preocupados por su salud ni por su figura, ni nada. No
les interesa, ellos únicamente saben que la comida les sabe rico y que quieren
más y más. Generalmente se trata de niños ansiosos a causa de problemas
familiares o escolares.”17
17
Obesidad infantil: tratamiento para los padres. Fernanda Rojas. http://www.fernandarojas.com
18
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desarrollando la enfermedad. Hace 10 años, en los niños se presentaba solo
la diabetes tipo 1, asociada a la predisposición genética, pero ahora ya se ve
diabetes tipo 2, que normalmente se presenta luego de más tiempo y por el
aumento de la grasa. Cada vez más niños y desde más pequeños están en riesgo
a causa de la obesidad, advirtió la doctora Matilde Estupiñán Vigil, jefa del
departamento de Pediatría del referido nosocomio. La médica aclaró que los
niños diabéticos que llegan al hospital Rebagliati ya están en tratamiento y se está
controlando la enfermedad. Pero advirtió que estos menores, debido a su excesivo
peso, tienen más probabilidades de volverse insulinodependientes, lo cual sin
duda a la larga afectará su expectativa de vida.”19
Claudia Ayala, nutricionista del portal Salud en Casa, explicó que la falta de
hábitos alimenticios y el acceso a alimentos de alto contenido de azúcar y
grasa contribuyen significativamente al exceso de peso. “La falta de tiempo de las
19
http://peru21.pe/actualidad/ninos-seis-anos-ya-presentan-diabetes-causa-obesidad-2208245
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madres para ocuparse de la alimentación de sus hijos hace que estos
consuman alimentos envasados o comida rápida. Por la vida agitada que tenemos
ahora, el niño come poco y a veces mal. Es necesario al menos hacer una comida
familiar al día, comiendo despacio y sin la televisión”, recalcó. Asimismo, enfatizó
que una de las causas principales de la obesidad infantil y el sobrepeso es la falta
de actividad física diaria. “En nuestra consulta se ve que los niños son
sedentarios, pasan muchas horas frente a la televisión, la computadora o los
videojuegos y, por eso, ya están presentando problemas articulares. Ellos no
tienen mucha movilidad y les cuesta hacer ejercicios, así que son los padres los
que tienen que motivarlos”, detalló. Al respecto, el decano del Colegio de
Nutricionistas del Perú, Óscar Miranda Cipriano, remarcó “que la inseguridad
ciudadana es otro factor que contribuye a reducir la actividad física.”21
“Cada vez hay menos parques con niños. Ante los peligros que se presentan en la
vía pública, son pocos los menores que salen a jugar, pues existe el temor de que
puedan ser víctimas de algún acto delincuencial”, comentó. Anotó que a eso se
debe agregar que muchos colegios no tienen un patio adecuado para la educación
física y también que se han perdido algunas costumbres, como ir caminando al
colegio o subir las escaleras. Ante esa problemática, la doctora Estupiñán sugirió a
los padres de familia adoptar las medidas correctivas inmediatas, pues sino “los
niños no solo presentarán cuadros adelantados de diabetes, sino
también enfermedades coronarias, trastornos metabólicos, hipertensión arterial y
dislipidemias (alteración de los lípidos, como el colesterol y los triglicéridos).
Además, de adultos podrían tener complicaciones más graves en el riñón o hasta
hígado graso, que puede ocasionar una muerte más temprana”. “Si los papás son
obesos no necesariamente hay disposición genética a que los hijos lo sean, pero
si los padres se alimentan mal y no hacen ejercicios, la misma conducta será
repetida por los hijos”, dijo la especialista.22
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“Miranda Cipriano agregó que es importante que los niños programen
metabólicamente su cuerpo, teniendo un gasto energético que vaya de acuerdo
con su ingesta de alimentos. “Eso les ayudará a tener mayor dificultad para subir
de peso exageradamente y tendrán mejores posibilidades de adultos”, manifestó.
Por su parte, el nutricionista del Cenan recomendó a los padres de familia dar a
los niños agua desde pequeños y no acostumbrarlos a tomar bebidas muy dulces.
Asimismo, indicó que es importante no saltarse el desayuno. “El desayuno es vital
porque quien no lo toma luego quiere comer todo lo que no consumió y tiene un
hambre exagerado. Así, se va formando el hábito de comer más de una ración”,
advirtió. Una alimentación balanceada para niños debe incluir 12% de proteínas,
45% de carbohidratos, 35% de grasas y el resto de vegetales y fibra.23
Con respecto a los problemas de autoestima, y del mismo modo que sucede con
los adultos, el niño obeso sufre en ocasiones rechazo social. Incluso, se le puede
culpabilizar de la situación, de comer demasiado y no asumir la responsabilidad de
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Aspectos psicológicos de la obesidad infantil. http://www.bebesymas.com
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mantener el peso. Todo ello puede conducir a que el niño esté triste, nervioso y
sea solitario, lo que puede hacer que se aumente la ingesta energética como una
compensación. Si el entorno familiar no actúa o no da importancia a estos hechos,
los problemas de autoestima pueden seguir indefinidamente. Los profesionales
médicos, además de evaluar, conocer y ayudar a resolver los problemas de
ingesta excesiva del niño obeso deberían conocer las circunstancias psicológicas
y sociales en las que se encuentra, para poder actuar de la mejor manera y ayudar
al niño y a la familia a controlar la obesidad.
Al tener esa autoestima baja, los niños se sienten inseguros a la hora de tener que
relacionarse con otros, sobre todo con sus iguales, que suelen someterles a
bromas por exceso de peso. El miedo al rechazo puede llevarles a aislarse e
incluso alejarse de situaciones que les resultan estresantes como las clases de
educación física o el colegio en general. Focalizan la atención en esos kilos
sobrantes, ignoran el resto de las cualidades físicas. Construyen un auto concepto
muy pobre a nivel físico, según el cual van a ser rechazados y con el que no
podrán sobresalir en nada. Esto puede llevar al niño a desarrollar
comportamientos depresivos. Dificultad para entablar relaciones sociales, el miedo
al rechazo, inseguridad y las experiencias de burla que pueden sufrir en ocasiones
hacen que el niño tienda a aislarse y no desarrolle de forma adecuada las
habilidades sociales, por lo que pueden aparecer casos de timidez e incluso de
aislamiento.
Es primordial detectar este tipo de problemas lo antes posible para evitar que
permanezcan en el tiempo y se hagan crónicos. Están en una etapa en la que se
31
forman los pilares de la autoestima y la personalidad del niño y las experiencias
que tenga en esta época pueden marcarle para el resto de la vida. Por ello habría
que ponerle en manos de los especialistas calificados que puedan conseguir una
reducción del peso y una mejora de la autoestima y desarrollo de habilidades
sociales.
32
prefabricada e industrializada. Cuidar bien de que lean las etiquetas informativas
de cada compra, tanto características técnicas como los componentes. Enseñar a
los hijos que las comidas de bajo precio, suelen ser las peores en relación con la
salud y no siempre son las más baratas. Reconsiderar la preparación,
disminución o eliminación de algunas comidas ancestrales, con
demasiados carbohidratos, grasas y azucares. Plantearse un nuevo estilo de
alimentación acorde con la forma de vida, trabajo y actividades. Que sean
diferentes que las de los antepasados. No se puede seguir con la costumbre de
comer, ni la cantidad ni los tipos de comidas que consumían los ancestros, tener
en cuenta el estilo de vida de ellos y el de la familia. Suprimir las pequeñas
comidas entre horas para no dar mal ejemplo a los hijos.
Mantener un horario fijo predeterminado para cada una de las comidas: desayuno,
almuerzo y cena, procurar que esté toda la familia reunida, que se realice en la
mesa y no en el salón con la televisión. Poner platos y vasos pequeños ayuda a
poner límites y evita que los hijos y los padres coman sin control. Poner raciones
atractivamente presentadas y equilibradas de acuerdo con la edad y situación de
cada uno de la familia. Seguir las instrucciones de la pirámide de salud, de los
médicos o nutricionistas. Fomentar un proyecto de ejercicio físico para realizar
conjuntamente toda la familia, en la casa, en los centros comunitarios gratuitos
o privados, como es el andar en bicicleta, jugar en el parque o andar.
El que los padres hagan ejercicios físicos supone un ejemplo para los hijos
al querer competir con los padres, imitarles o tenerles que obedecer. También
tiene mucho efecto el poner objetivos de medir la pérdida de peso a través de la
rebaja del número de la talla en la ropa, sentirse menos sofocado cuando se
suben las escaleras, rebajar la presión arterial y muchos otros conceptos
motivadores. Nunca deben hacer burlas o comentarios despectivos o jocosos
sobre los pesos de los hijos o de la falta de buenos resultados en los intentos por
adelgazar o mantenerse en el peso ideal. Deben animarles a perseverar, no
siempre los resultados son inmediatos. Evitar que después que hayan logrado un
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objetivo de reducción de peso, dejen de hacer las actividades que lo hicieron
posible y que vuelvan a engordar. Las recaídas suelen ser desmotivadoras.
Existen planes del Gobierno para eliminar en las escuelas el grave problema de la
obesidad, pero ninguno funciona y cada día existen más obesos entre los jóvenes.
En igualdad de condiciones económicas, los obesos gastan más en comida que
los que tienen el peso normal. Muchos de los jóvenes comienzan a
fumar, eliminan comidas, toman medicinas o se hacen la liposucción para
adelgazar. Están más interesados en bajar peso artificialmente que en hacer
ejercicio y cuidar las comidas y componentes. Las jóvenes pueden caer en la
grave enfermedad de la anorexia y la bulimia para sentirse más aceptadas por la
sociedad que les rodea o imitar a algunas personas famosas. Entre los jóvenes ha
aumentado enormemente las nuevas epidemias llamada diabetes tipo
2, enfermedades coronarias, alta presión sanguínea y altos niveles de colesterol
que son para el resto de la vida. Los pasteles, galletas, caramelos, bebidas llenas
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de cafeína y azúcar, comidas procesadas y rápidas, están al alcance de los
jóvenes.
De fácil acceso una cesta con frutas en la casa es una muy buena solución. Los
jóvenes tienen que soportar un bombardeo de publicidad estimado en 8,000
comerciales al año de comidas perjudiciales. Los padres muy ocupados también
contribuyen a que los hábitos alimenticios de los jóvenes no sean correctos y
origine que las despensas y frigoríficos las llenen de comidas basura e incluso, en
vez de preparar comidas nutritivas y sanas en la casa, lleven para la cena de los
hijos, (única comida familiar) alimentos comprados en los restaurantes
denominados de comida basura, sin tener en cuenta que no son comidas sanas, ni
balanceadas, ni el tamaño de las porciones beneficia a los hijos. Una buena
medida de prevención de la obesidad es el que padres, maestros y alumnos
hagan ejercicio conjuntamente, esto atraería a más personas para incorporarse al
grupo.
También que los padres dispongan en la casa de aparatos para hacer gimnasia en
una habitación o en el garaje y un sitio para jugar al baloncesto fuera de la
casa. En casos especiales, se recomienda que los hijos asistan a campamentos
de verano especializados en enseñar a comer saludablemente, adelgazar y a
mantener el peso correcto. Esta inversión en tiempo y dinero, puede ser
beneficiosa para el resto de la vida. Los padres no deben intentar que los hijos
tengan resultados inmediatos con los programas de adelgazamiento, es preferible
que se enfoquen en crear hábitos de comidas sanas, equilibradas en cantidades y
calidades, poner énfasis en que eviten la vida sedentaria y realicen conjuntamente
ejercicios físicos.
Conclusiones
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alimentado en forma correcta desde el nacimiento para prevenir esta
enfermedad.
3. Un niño debe llevar a cabo una dieta variada, sana, equilibrada, nutritiva,
apetecible y ordenada, supervisada por un médico para que el cuerpo tenga
los nutrientes necesarios para crecer y desarrollarse en forma plena y
realizar algún tipo de actividad física debido a que la mala alimentación
junto con el sedentarismo conllevan al trastorno de la obesidad.
Recomendaciones
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alimentarios del niño. Cuando existe obesidad, se debe buscar orientación
profesional y emocional para establecer un control adecuado y los padres
juegan un papel importante para el éxito del mismo.
5. Identificar factores externos que pueden afectar la salud emocional del niño
y que como consecuencia lo obligue a comer en exceso, como por ejemplo,
las relaciones con los otros niños de la escuela, acoso, entre otros. Buscar
aliados en el centro educativo (maestros, compañeros de clase), así como
determinar si los servicios de comida son saludables en la escuela, pueden
asegurar una mejor calidad de vida en el niño y por ende, salud física y
emocional.
e-grafía
http://blog.micumbre.com/2007/09/08/10-consejos-a-los-padres-para-que-
combatan-la-obesidad-de-sus-hijos/
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http://cronica.gt/2015/09/17/guatemala-decimo-lugar-en-obesidad/
http://peru21.pe/actualidad/ninos-seis-anos-ya-presentan-diabetes-causa-
obesidad-2208245
http://www.eufic.org/article/es/expid/basics-obesidad-exceso-peso/
http://www.fernandarojas.com/contenido/702/Obesidad-Infantil-tratamiento-
para-los-padres.html
http://www.guiainfantil.com/salud/obesidad/tratamiento.htm
http://www.guiaobesidad.com/obesidad-infantil-efectos-psicologicos
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http://www.monografias.com/trabajos14/obesidadinfan/obesidadinfan.shtml
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http://www.who.int/dietphysicalactivity/childhood_why/es/
http://www.who.int/mediacentre/factsheets/fs311/es/
https://www.nlm.nih.gov/medlineplus/spanish/ency/article/007508.htm
https://www.nlm.nih.gov/medlineplus/spanish/obesityinchildren.html
Terminología Técnica
1. Accidente cerebrovascular
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Sucede cuando el flujo de sangre a una parte del cerebro se detiene. Algunas
veces, se denomina ataque cerebral.
2. Anamnesis
3. Anorexígeno
4. Autoestima
5. Causas subyacente
6. Comorbilidad
7. Depresión
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8. Discinesia
9. Desanimación exudativa
10. Energético
11. Estereotipo
12. Exógenas
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En los seres vivos los glúcidos están como 1) biomoléculas aisladas; 2) asociadas
a proteínas y lípidos.
15. Inseguridad
Falta de seguridad.
16. Insulina
17. Lipólisis
19. Métodos
20. Ortostática
21. Ponderal
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Del peso o relacionado con él.
22. Precoz
23. Prepuberal
24. Profilaxis
25. Superior
Que está situado encima de otra cosa o más alto que ella.
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