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El precio es el único elemento de la mezcla del márketing que genera ingresos. El resto generan
costos.
Internet permite que los vendedores discriminen entre los compradores y los compradores entre
los vendedores. A continuación, la siguiente lista:
Los compradores pueden: hacer comparaciones instantáneas entre los precios de miles de
vendedores, pueden verificar precios en el punto de venta, decidir el precio y conseguirlo (por
ejemplo a través de priceline.com, sitio web que busca vendedores que estén dispuestos a recibir
el precio ofrecido por el comprador), conseguir productos sin costo, por ejemplo el software
abierto iniciado por Linux.
Mientras tanto los vendedores pueden: vigilar el comportamiento del cliente y, en consecuencia,
personalizar las ofertas, ofrecer precios especiales a ciertos clientes.
Posterior a esto, nos habla la lectura de la economía compartida, una economía adoptada por toda
la generación Millenial, que ha venido cambiando sus hábitos de compra y consumo. A
continuación describimos el trueque y el arrendamiento, dos elementos fundamentales de la
economía compartida:
Trueque: Los expertos aconsejan el uso del trueque solo para bienes y servicios por los
que alguien estaría dispuesto a pagar. La lectura muestra ejemplos como Zimride
(transporte compartido en campus universitarios) o ThredUP.
Arrendamiento: RentTheRunway, con vestidos de diseñador, Airbnb, con vivienda,
Car2Go, con carros hasta por impulso del consumidor de rentarlos, son modelos de esta
economía compartida.
Especialistas en marketing dicen que los compradores suelen procesar activamente la información
de precios interpretándola a través de experiencias pasadas de compra, comunicaciones formales
e informales.
Comprender la manera en que los clientes construyen sus percepciones de los precios es una
importante prioridad en materia de márketing. Consideremos para esto 3 factores clave:
Precios de referencia: los consumidores comparan el precio de algo con un precio de
referencia interno que recuerdan, o con un precio de venta regular que vieron publicado.
Tipos de precios de referencia: Precio justo (lo que sienten deben pagar), precio habitual,
último precio pagado, precio de límite superior (lo máximo que pagaría), precio de límite
inferior (el mínimo que pagaría), precios históricos de la competencia, precio futuro
esperado, precio usual con descuento.
Inferencias de precio-calidad: Cuando se dispone información sobre la verdadera calidad
del producto, el precio se convierte en un indicador menos significativo de la calidad.
Cuando esta información no está disponible, el precio actúa como señal de calidad.
Terminaciones de precios: muchos vendedores creen que los precios deben terminar en
número impar. Cuando un precio termina en 299, los clientes piensan que está en rango
de 200 y no de 300.
Las empresas deben considerar 6 pasos dentro del proceso de fijación de precios:
2. Determinación de la demanda:
El primer paso para estimar la demanda consiste en entender cuáles son los factores que
afectan la sensibilidad al precio. Los consumidores son menos sensibles al precio cuando:
se trata de artículos a precio bajo o artículo que no se compran frecuentemente, cuando
existen poco o ninguno producto sustituto en la competencia, cuando no notan fácilmente
el precio más alto, cuando cambian sus hábitos de compra, cuando piensan que los
precios más altos se justifican, cuando el precio es solamente un pedazo del costo total de
la operación.
Casi todas las empresas intentan medir sus curvas de demanda utilizando varios métodos: las
encuestas pueden explorar cuantas unidades comprarían los consumidores a diferentes precios
propuestos. Por otro lado, en los experimentos de precios, pueden variarse los precios de los
productos en una tienda o cobrar diferentes precios por los mismo productos en territorios
similares. Además, hay que tener en cuenta el análisis estadístico de los precios previos, las
cantidades vendidas y otros factores que revelen relaciones entre ellos.
Los especialistas en márketing deben saber cuán elástica o susceptible es la demanda ante un
cambio de precio. Si la demanda es elástica, los vendedores pueden considerar bajar los precios
para obtener mayores ingresos.
La empresa debe cobrar un precio para cubrir los costos en los que incurre al producir,
distribuir y vender el producto.