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Julio / 2019
Pastor: Rubén Jiménez Duque J
“La Puerta Angosta"
Mateo 7: 13 Entrad por la puerta estrecha, porque ancha es la puerta y amplia es la senda que
lleva a la perdición, y muchos son los que entran por ella.
14 porque estrecha es la puerta y angosta la senda que lleva a la vida, y pocos son los que la
hallan.
Hablemos del camino angosto.
Nuestro Señor nos manda a entrar por la puerta estrecha, esta puerta se encuentra al final del
camino angosto.
¿Qué es un camino angosto?
Ciertamente el camino se refiere a nuestra vida, a nuestro andar día a día, engloba nuestros
corazones, nuestro comportamiento, nuestras decisiones, nuestros pensamientos, pasiones, gustos,
metas, anhelos, ese es nuestro camino, que nos define.
Entonces a aquellos que “hallan” esta puerta (Y Cristo es la Puerta, Juan 10:7-9), aquellos
que transitan por el camino angosto
no lo hacen por sus fuerzas,
no lo hacen por sus capacidades,
no lo hacen ellos mismos,
sino que les es concedido por la gracia de Dios y son “literalmente” llevados de la mano.
Cristo tiene una vara y un cayado, con el que pastorea sobre este camino angosto y con ellos mantiene
a sus hijos en el buen camino, si te empiezas a hundir, al igual que Pedro, verás una mano, siempre
lista para atraparte y cargarte y mantenerte por este buen camino.
• ¿Cómo lo hace? Nos da un nuevo corazón, una nueva voluntad (Ezequiel 36:26),
• nos cambia desde adentro, pone su temor en nuestros corazones (Jeremias 32:40),
• escribe su ley en nuestras mentes (Hebreos 8:10) y nuestros corazones (Jeremias 31:33,
Romanos 2:15)
• nos concede la fe (Filipenses 1:29), el creer (Juan 6:29) y el arrepentimiento (2 Timoteo
2:25)
• nos llama y sus ovejas escucharán su voz (Juan 10:3) y lo seguirán.