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República Bolivariana de Venezuela

¨Universidad Nacional Experimental de los Llanos Occidentales Ezequiel Zamora¨


UNELLEZ
San Cristóbal-Estado Táchira

Régimen Impositivo entre ellos IVA,


Impuestos sobre la renta y retención
de impuesto sobre la renta para las
aseguradoras

Participantes:
- Albani Alejandra Cárdenas Chacón
C.I.: V-24.612.378
- Lisbeth Solvey Guerra Calderón
C.I.: V-13.351.636
Materia: Contabilidades Especiales
Carrera: Contaduría Publica

San Cristóbal, Junio del 2019


RÉGIMEN IMPOSITIVO ENTRE ELLOS IVA,
IMPUESTOS SOBRE LA RENTA
Y RETENCIÓN DE IMPUESTO SOBRE LA RENTA PARA LAS
ASEGURADORAS

ABSTRACTO
La actividad aseguradora forma parte de la actividad económica y mercantil
de los países. Tiene unas características específicas, peculiares y complejas
relacionadas con la prestación de servicios surgidos de la existencia de riesgos
económicos (actuales o futuros) que afectan a los individuos, a las empresas y a la
sociedad en general. Estos riesgos, para ser incluidos en la actividad aseguradora,
deben reunir unas condiciones relacionadas con las presiones ejercidas por los
cambios ocurridos en el entorno social, económico, tecnológico y legal. El IVA es
el Impuesto sobre el Valor Añadido y se rige por la Ley del IVA. Se trata de un
impuesto indirecto que supone una carga fiscal sobre el consumo y lo pagamos en
casi todo lo que adquirimos a diario. Sin embargo, existen operaciones exentas del
pago de este impuesto, y entre ellas encontramos las operaciones de seguro,
reaseguro y capitalización. Por tanto, la respuesta corta es que los seguros no
llevan IVA. Pero, ¿qué impuestos se pagan junto con las cuotas del seguro? En
general, las primas de los seguros se componen de estos tres elementos: Las
primas netas, es decir, el precio estipulado por la compañía de seguros que
asume el riesgo que queremos cubrir. La tasa del Consorcio de Compensación de
Seguros, es decir, la cantidad que se ingresa al Estado para la cobertura de
Riesgos Extraordinarios, como por ejemplo los desastres naturales. El Impuesto
sobre la Prima de Seguro (IPS), que ingresa el Estado.
INTRODUCCIÓN

El presente trabajo busca hacer un análisis completo sobre la actividad


aseguradora, para ello, es necesario entender que el contrato de seguro, es aquel
mediante el cual una persona llamada asegurador se obliga a cambio de una
suma de dinero, conocida como prima, a indemnizar a otra llamada asegurado o a
la persona que este designe, por un perjuicio o daño que pueda causar un suceso
incierto. A partir de este concepto podemos establecer que los sujetos que
intervienen en el contrato de seguro son: el asegurador, el asegurado y el
beneficiario.
Dentro de la actividad económica general, la que se deriva de
las operaciones aseguradoras se enmarca dentro del sector servicios.
El servicio que justifica la existencia de la actividad aseguradora es el de
"seguridad", y como cualquier otro responde a una necesidad: la de
protección frente a la posibilidad de que por azar se produzca un evento, futuro e
incierto, susceptible de crear una necesidad patrimonial. En otras palabras, la
necesidad de protección frente al riesgo.
El contrato de seguro: es consensual, bilateral y aleatorio. Es consensual
porque se perfecciona por el mero consentimiento de las partes y produce sus
efectos desde que se ha realizado la convención; es bilateral toda vez que
origina derechos y obligaciones recíprocas entre asegurador y asegurado, y es
aleatorio porque se refiere a la indemnización de una pérdida o de un daño
producido por un acontecimiento o un hecho incierto, pues no se sabe si se va a
producir y en el caso contrario como ocurre con la muerte no se sabe cuándo ello
ha de acontecer.
El Impuesto sobre la Renta tiene como fuente, objeto y base de cálculo los
ingresos netos percibidos por las personas naturales, las personas jurídicas y
otras entidades económicas, por ello es el impuesto más justo y ecuánime, pues
grava un signo cierto y seguro de riqueza, o sea la riqueza ganada o renta; pero
el más general y productivo.
La forma más directa, creciente, general y segura de medir tal capacidad de
pago, y por ello el impuesto sobre la renta, el mejor impuesto directo, constituye el
tributo más utilizado en los nuevos sistemas tributarios, no sólo por su
mayor productividad, sino también por su generalidad, elasticidad y equidad.
Como todos sabemos, el IVA es uno de los principales impuestos de
nuestro país, que graba prácticamente todas las actividades y compras que
realizamos en el día a día. ¿Esto se aplica también a los seguros? ¿Qué tipo de
IVA tienen los seguros? Pues hay que señalar que el IVA no se aplica a los
seguros según la Ley del Impuesto sobre el Valor Añadido, que en su artículo 20
señala que las operaciones de seguro, reaseguro y capitalización están exentas
de pagar este impuesto. Dicho esto, conviene señalar que los seguros están
sujetos a otro tipo de impuestos. Uno de ellos es el de las primas de seguros, que
vimos en un post anterior que podéis recordar aquí, y el resto de los más
importantes los vamos a repasar a continuación:
Uno de ellos es la tasa destinada al Consorcio de Compensación de
Seguros, institución pública que cubre determinados siniestros extraordinarios, la
responsabilidad civil de un usuario rechazado por varias aseguradoras y que
funciona como fondo de garantía cuando existe una falta de seguro o el
asegurador es insolvente. Esta institución se financia gracias a la prima del seguro
contratado, ya sea de vida o no vida, donde un porcentaje va destinado a este
fondo, y son las aseguradoras las que tienen que pagar la cantidad
correspondiente al Consorcio de Compensación de Seguros.
El otro impuesto importante de los sectores seguros son los recargos por el
fraccionamiento del pago del seguro. Esta opción genera unos intereses y,
dependiendo de cada compañía, ofrecerán unos intereses muy bajos o bonificarán
al cliente que abone la póliza de una sola vez. Las personas que se acojan a este
pago fraccionado también pueden fraccionar las tasas destinadas al Consorcio,
por lo que se le cobrarán intereses por parte de la entidad pública que serán del
2% en el caso de vencimientos semestrales, del 2,5% en los trimestrales, del 3%
en los bimestrales y del 3,5% en los mensuales.
El Impuesto sobre las Primas de los Seguros (IPS) es un tributo de
naturaleza indirecta que se cobra cuando se abona ésta tanto si se trata de un
solo pago, como si es un pago fraccionado. En un tipo de impuesto que no se
aplica en todas las pólizas, sino que hay excepciones. Éstas vienen reflejadas en
el artículo 12 de Ley 13/1996, de 30 de diciembre, de Medidas Fiscales,
Administrativas y del Orden Social y son principalmente: Las operaciones relativas
a seguros sociales obligatorios y a seguros colectivos que sean alternativas a los
planes y fondos de pensiones. Operaciones de capitalización basadas en técnica
actuarial. Operaciones de seguro de caución, de crédito a la exportación, de
seguros agrarios combinados. Así como de las operaciones de seguro
relacionadas con el transporte internacional de mercancías y viajeros, y de buques
y aeronaves, excepto de los que realicen navegación o aviación privada de recreo.

IVA PARA LAS ASEGURADORAS

Como punto previo, se considera necesario aclarar que el Impuesto al Valor


Agregado (IVA), ha sido clasificado doctrinariamente como un impuesto
"indirecto", "real", "objetivo" e "instantáneo", creado para gravar la enajenación de
bienes muebles, la prestación de servicios y la importación de bienes y servicios,
aplicable en todas las etapas del circuito económico y que opera bajo el sistema
de crédito y débito fiscal. Nos limitaremos a señalar la posición asumida por el
Órgano de Control, habida consideración de la decisión dictada por el Tribunal
Superior Noveno en lo Contencioso Tributario, en fecha 21 de marzo de 2003, en
virtud del Recurso Contencioso Tributario conjuntamente con una acción de
Amparo que ejercieran un grupo de empresas de seguros, sin entrar a detallar
cómo funciona el sistema, toda vez que tal función corresponde a la
Administración Tributaria.
El Tribunal en comento, suspendió en sede cautelar, la obligación de las
empresas de seguros de soportar el Impuesto al Valor Agregado (IVA) causado en
los servicios médicos y de talleres mecánicos prestados por terceros a sus
asegurados, a través de los sistemas de carta aval, clave de emergencia y
órdenes de reparación, por cuanto el servicio prestado por las aseguradoras a sus
clientes (asegurados) es una actividad de seguro que no se encuentra sujeta a
ese tributo. En dicha sentencia se ordenó que la facturación del mencionado
impuesto se hiciera directamente a los asegurados.
Así, en los casos de servicios médicos y de talleres mecánicos, prestados a
través de los sistemas de carta aval, clave de emergencia y órdenes de
reparación, los sujetos obligados a soportar el Impuesto al Valor Agregado (IVA)
son los beneficiarios de tales servicios, es decir, los asegurados. En tal virtud, se
reitera que las facturas por dichos servicios deben ser emitidas a nombre de los
asegurados y no de las empresas de seguros. Es de hacer notar, que en la
mencionada sentencia se tomó en consideración el daño económico que
representaba gravar con el Impuesto al Valor Agregado (IVA) a las compañías
aseguradoras cuándo por imperio de la Ley no se encontraban sujetas al pago del
impuesto, así como el daño pecuniario que se le ocasionaba al mercado
asegurador al no poder aquellas trasladar la cuota tributaria a otros sujetos
considerados contribuyentes en aplicación del criterio desarrollado por la
Administración Tributaria.
El Impuesto sobre Primas de Seguro (IPS) es un tributo indirecto gravado
sobre la prima del seguro que se cobra cuando se realiza el pago de ésta o en el
momento en el que se realicen los pagos fraccionados. Este tipo de tributo no se
asume en todas las pólizas, según el artículo 12 de Ley 13/1996, de 30 de
diciembre, de Medidas Fiscales, Administrativas y del Orden Social cuenta con
excepciones concretas como:
Las operaciones relativas a seguros sociales obligatorios y a seguros
colectivos que instrumenten sistemas alternativos a los planes y fondos de
pensiones. Los seguros de vida, aunque si existe alguna garantía complementaria
se aplicará sobre ésta. Operaciones de capitalización, Operaciones de reaseguro,
Seguros de Caución, Seguros de Crédito a la exportación y los seguros Agrarios
Combinados, Seguros relacionados con el transporte internacional de mercancías
o viajeros, Operaciones de seguro relacionadas con buques o aeronaves que se
destinan al trasporte internacional, con excepción de los que realicen navegación
o aviación privada de recreo.
Tasa destinada al Consorcio de Compensación de Seguros: El Consorcio
de Compensación de Seguros (CCS) es una institución pública con varias
funciones aseguradoras. En su actividad subsidiaria actúa como asegurador
directo si una compañía privada no se hace cargo de determinados siniestros.
Esto ocurre cuando se producen hechos extraordinarios como las inundaciones,
cuyos daños están cubiertos por el Consorcio. Además, se encarga de cubrir la
responsabilidad civil de un usuario que ha sido rechazado previamente por varias
aseguradoras. Por ejemplo, si ninguna compañía quiere asegurar a un conductor
(obligado por ley a contar con una póliza de RC) será esta institución la que le
cubra. Además, ejerce como fondo de garantía cuando existe una falta de seguro
o insolvencia por parte del asegurador. Por ejemplo, cuando un conductor sin
seguro de Responsabilidad Civil provoca un siniestro.
Aunque es una institución pública, tiene su propio método de financiación
para la realización de estas actividades. Por ello, cuando se contrata un seguro
por un riesgo ordinario, esa misma póliza contiene dos contratos, uno con la
aseguradora privada y otro con el CCS. De esta forma, a la hora de pagar la prima
del seguro contratado, un porcentaje va destinado al Consorcio y con ello se crea
un fondo con el que se pagan las indemnizaciones no cubiertas por aseguradoras.
Recaudación: Las tasas del Consorcio de Compensación de Seguros son
recaudadas por las entidades aseguradoras con el importe de las primas
correspondientes a los seguros. Estos tributos se ingresan después al CCS, en
función de su fecha de cobro, acorde a los plazos establecidos para cada tipo de
póliza. Por otro lado, para evitar posibles fraudes, la Dirección General de Seguros
y Fondos de Pensiones, a través de la Inspección de Seguros, inspecciona a las
compañías aseguradoras que recaudan las tasas del Consorcio. Recargos según
ramos: Las tasas a favor del Consorcio de Compensación de Seguros se pagan
tanto en seguros de Vida como de no Vida. La entidad les llama recargos y existen
tres tipos que se aplican en diferentes modalidades de seguros.
Recargo en el Seguro de Riesgos Extraordinarios Daños Directos, sobre las
personas y bienes y pérdida de beneficios. Para que el Consorcio pague las
indemnizaciones por daños de pérdidas derivadas de acontecimientos
extraordinarios, es necesario que se paguen las tasas en los siguientes tipos de
pólizas: Seguros contra daños en los bienes: pólizas de vehículos terrestres,
ferroviarios, incendios y eventos de la naturaleza, además de otros daños en los
bienes y modalidades combinadas de ellos cuando se contraten de forma
complementaria. Este recargo es un porcentaje sobre el capital asegurado que
variará según el tipo de riesgo a cubrir. No obstante, en el caso de los riesgos de
vehículos a motor, la tarifa es fija y se cuantifica en función de la cilindrada.
Seguros de Vida: pólizas individuales y colectivas que garantizan exclusiva
o principalmente el riesgo de fallecimiento, incluidas las que contemplen garantías
por invalidez permanente (parcial, total, absoluta o incapacidad temporal). Seguros
de no Vida: en este tipo, es obligatoria la tasa en el ramo de accidentes o en
pólizas que garanticen el riesgo de fallecimiento o contemplen indemnizaciones
por invalidez o incapacidad.
Recargo en el Seguro de Responsabilidad Civil de Suscripción
Obligatoria derivada del Uso y Circulación de Vehículos a Motor. El tipo de recargo
está fijado en el 2 % de la prima comercial. Recargo destinado a financiar la
actividad liquidadora de entidades aseguradoras. Este tipo de recargo se aplica en
las pólizas sobre riesgos localizados, distintos al seguro sobre la vida y al seguro
de Crédito a la exportación por cuenta o con el apoyo del Estado. La cuantía del
recargo corresponderá al 1,5 por 1.000 de la prima comercial.
No obstante, según el Consorcio, quedan excluidos de esta tasa los planes
de previsión asegurados (cualquiera que sea la contingencia o contingencias que
cubran) y las pólizas que instrumenten compromisos por pensiones.
Recargos por el fraccionamiento del pago del seguro: Muchas compañías
aseguradoras ofrecen la posibilidad de pagar el seguro en cuotas
fraccionadas para que el cliente no tenga que hacer un gran desembolso inicial.
Es una opción que funciona como un pago a plazos y que genera intereses. Por
este motivo, la prima puede salir finalmente más cara, dependiendo siempre del
número de cuotas que se pacte con la aseguradora, ya que no será lo mismo
realizar el pago de forma trimestral que mensual. No obstante, los intereses
dependen de la oferta de la compañía, ya que muchas venden esta modalidad de
pago con unos intereses muy bajos y otras bonifican al cliente que abone la póliza
de una sola vez en el momento de la contratación.
Dentro de esta alternativa, también se pueden fraccionar las tasas
destinadas al Consorcio que se pagan con la prima. Si el usuario opta por
fraccionar solo la prima del tomador, el recargo del CCS se pagará en la primera
cuota que se pague de la prima, por lo que será más cara que el resto. Sin
embargo, si el tomador de la póliza también quiere fraccionar la tasa del CCS, se
le cobrarán intereses por parte de la entidad pública. Los tipos de interés de
fraccionamiento que impone el CCS son del 2% en caso de vencimientos
semestrales, del 2,5% en los trimestrales, 3% en los bimestrales y 3,5% en los
mensuales.
Compara tu seguro: Si quieres ahorrar en la prima de la póliza de
tu coche, casa o comercio puedes utilizar el Comparador de Seguros.es para
encontrar un seguro que se adapte a tu situación y a tu bolsillo. Podrás encontrar
aseguradoras que te faciliten el pago de las cuotas mediante fraccionamiento o
que premien a los clientes que paguen la póliza de una sola vez. Al comparar
todas las opciones posibles para contratar tu seguro ahorrarás tiempo y dinero.

IMPUESTOS SOBRE LA RENTA PARA LAS ASEGURADORAS

Se realizó una modificación a la ley del impuesto sobre la renta donde se


excluye en forma expresa del sistema de ajuste por inflación fiscal, a los
contribuyentes que realicen actividades bancarias, financieras, de seguros y
reaseguros.
El 18 de noviembre de 2014 fue publicado en la Gaceta Oficial
Extraordinaria N° 6.152 el Decreto N° 1.435 con Rango, Valor y Fuerza de Ley de
Reforma de la Ley de Impuesto sobre la Renta (LISLR), que reformó parcialmente
la LISLR del 16 de febrero de 2007. Las consecuencias que genera en los
contribuyentes las recientes reformas en las principales normativas a nivel
tributario, no solo la reforma de la Ley de Impuesto Sobre la Renta, sino también
de las reformas del Código Orgánico Tributario, la Ley de Impuesto al Valor
Agregado (ambas de Noviembre de 2014), y la recientemente publicada Ley de
Impuesto a las Grandes Transacciones Financieras.
Pero más allá de generar alarma, y dejando de lado los posibles análisis
jurídicos referidos a si estas reformas violan principios constitucionales como el de
capacidad contributiva, no confiscatoriedad, y de justicia tributaria, se hace
necesario el realizar un análisis técnico sobre ciertos aspectos concretos de estas
reformas. Es por ello que a continuación, he querido hacer unas reflexiones
particulares sobre las disposiciones previstas en los Artículos 171 y 52 de las dos
últimas reformas de la Ley de Impuesto Sobre la Renta, específicamente en la
aplicabilidad de estos artículos para las empresas cuya actividad está enmarcada
dentro de la disposición normativa prevista en el Artículo 3 de la Ley de la
Actividad Aseguradora. El 18 de noviembre de 2014 fue publicado en la
Gaceta Oficial Extraordinaria N° 6.152 el Decreto N° 1.435 con Rango, Valor y
Fuerza de Ley de Reforma de la Ley de Impuesto sobre la Renta (LISLR), que
reformó parcialmente la LISLR del 16 de febrero de 2007.En esta Reforma se
modifica el enunciado del Artículo 173 de la LISLR, señalando la exclusión
expresa del sistema de ajuste por inflación fiscal a los contribuyentes que realicen
actividades bancarias, financieras, de seguros y reaseguros.
El 30 de diciembre de 2015 fue publicado en la Gaceta Oficial
Extraordinaria N° 6.210 el Decreto N° 2.163 con Rango, Valor y Fuerza de Ley de
Reforma de la LISLR, que reformó parcialmente la LISLR del 18 de noviembre de
2014.
En esta Reforma se modifica nuevamente el Artículo 173, esta vez pasando
a ser el Artículo 171 de la LISLR. El nuevo texto añade, adicionalmente a la
exclusión del sistema de ajuste por inflación previsto en la norma del 2014 y
anteriormente mencionado, la exclusión del sistema a los Sujetos Pasivos
Especiales.
Por otro lado, y como una modificación también importante en la Reforma,
se incluye un nuevo Parágrafo en el Artículo 52 de la LISLR. En el ahora
Parágrafo Primero del artículo in comento, se incluye una nueva tarifa proporcional
de Impuesto sobre la Renta (ISLR) del cuarenta por ciento (40%) para los
enriquecimientos netos provenientes de actividades bancarias, financieras,
de seguros o reaseguros, obtenidos por personas jurídicas o entidades
domiciliadas en el país.
El Artículo 3 del Decreto N° 2.178 con Rango, Valor y Fuerza de Ley de la
Actividad Aseguradora (LAA), recientemente publicado en la Gaceta Oficial
Extraordinaria N° 6.211 de fecha 30 de diciembre de 2015, enumera quienes son
los sujetos regulados por esta norma, indicando entre ellos a: empresas de
seguros, empresas de reaseguro, empresas financiadoras de primas o cuotas,
empresas administradoras de riesgos, los intermediarios de la actividad
aseguradora, empresas de medicina pre pagada, asociaciones cooperativas que
realicen actividad aseguradora, los auditores externos, los actuarios
independientes, entre otras.
Si analizamos lo enunciado en el Artículo 3 de la LAA, y considerados que
la numeración que la norma le da a cada una de las actividades indica, que las
mismas se encuentran organizadas bajo un esquema de subdivisiones, es decir,
todas ellas forman parte de una misma primera escala a nivel organizativo o
taxonómico. En otras palabras, ellas forman parte de lo que el legislador (delegado
en este caso, ya que la reforma se produce vía Ley Habilitante) ha querido calificar
como la actividad aseguradora, no como género y no como especie, y siendo las
actividades como los seguros, reaseguros, financiamientos de primas e
intermediación la especie.
La modificación de la LISLR no tendría aplicación general para todos los
sujetos regulados dentro de la actividad aseguradora, pues los artículos
reformados sólo hacen mención a su aplicabilidad para ciertas especies de sujetos
dentro de la actividad aseguradora (empresas de seguros y reaseguros), y no
incluye a todo el universo de sujetos regulados por la LAA.
De ser el análisis descrito en el párrafo anterior correcto, la exclusión del
sistema de ajuste por inflación fiscal para el ejercicio finalizado el 31 de diciembre
de 2015, sólo aplicaría para las entidades dedicadas a las actividades
de seguros y reaseguros, mientras que para una empresa dedicada a la
intermediación, medicina pre pagada, financiamiento de primas, y todas las demás
actividades distintas a seguros y reaseguros, numeradas en el Artículo 3 de la
LAA, no estarían excluidas del sistema de ajuste por inflación fiscal para dicho
ejercicio fiscal, tomando en consideración la Reforma de la LISLR del 2014,
aplicable al mismo.
Ahora bien, para el ejercicio fiscal 2016, tomando en consideración la
reforma de la LISLR del 2015, y en referencia a la exclusión del sistema de ajuste
por inflación a las actividades de seguros y reaseguros, se podría llegar a similar
conclusión, siempre y cuando la entidad que realice la actividad distinta a seguros
y reaseguros, no haya sido calificada como Sujeto Pasivo Especial por parte de la
Administración Tributaria Nacional, en cuyo caso, quedaría automáticamente
excluida del sistema.
Finalmente, y en referencia a la aplicabilidad de la tarifa proporcional del
40% prevista en el Parágrafo Primero del Artículo 52 de la LISLR, considerando
nuevamente el análisis taxonómico de Artículo 3 de LAA, aquellas entidades cuya
actividad comercial no sea la de seguros y reaseguros, pero que de igual forma se
encuentran reguladas por la LAA, no estarían sus enriquecimientos sujetos a la
aplicación de la alícuota proporcional de ISLR del 40% para el ejercicio 2016.
Puesto que la norma solo hace mención nuevamente a los enriquecimientos
provenientes de las actividades de seguros o reaseguros, en consecuencia, no
incluye a todo el universo de sujetos regulados por la LAA, por lo tanto, estas
entidades deberían continuar gravando sus enriquecimientos con la tarifa
progresiva prevista en el Artículo 52 de la LISLR, tal y como ha venido haciendo
hasta el momento.
Sin pretender ser estos comentarios una conclusión general del caso,
invitamos a todas las entidades enmarcadas dentro del Artículo 3 de la LAA, y
afectadas por las modificaciones de la norma, a realizar el análisis respectivo con
su departamento legal, especialistas tributarios, y sus asesores independientes, a
los fines de contar con todos los argumentos y demás consideraciones del caso al
momento de asumir una posición concreta al respecto.

RETENCIÓN DE IMPUESTO PARA LAS ASEGURADORAS

La retención del impuesto para los residentes se calculará sobre el 3%,


mientras que a los no residentes no se le hará ninguna retención. Pagos de
Empresas de Seguros a Corredores y Agentes de Seguros, Pagos de Empresas
de Seguros por Indemnización por Daños, Primas de Seguros y Reaseguros: Los
pagos que hagan las empresas de seguro, las sociedades de corretaje de seguros
y las empresas de reaseguros, domiciliadas en el país a los corredores de seguros
y a los agentes de seguros, sean personas naturales o jurídicas, residentes o
domiciliadas en el país por las prestaciones de los servicios que les son propios,
así como también los pagos que hagan las empresas de seguros a las personas o
empresas de servicios, situadas en el país, con las cuales contraten la reparación
de daños sufridos en bienes de sus asegurados.
En las facturas de Seguros y Reaseguros, se retiene el 0,3% del valor de la
prima facturada y se aplica el código 322, al resto de los valores incluidos por
concepto de impuestos no se considera código de retención. En la base imponible
se registra el valor de la prima (el 30% del contrato) y la retención es el 3% del
valor de la prima.
CONCLUSIÓN

Los seguros desempeñan un papel primordial en las economías modernas,


proporcionando medios adecuados para reemplazar la pérdida o destrucción de
bienes materiales y garantizando un poder adquisitivo mínimo en caso de
enfermedad, accidente o defunción. Además, las enormes reservas de capital que
necesitan las empresas de seguros para hacer frente a los pagos por
indemnización se invierten, por lo que constituyen una fuente de financiación para
que la industria aumente sus inversiones o sus bienes de capital.
Las compañías aseguradoras amplían de forma constante su ámbito
de competencia asegurando a las personas ante nuevos riesgos. En años
anteriores era normal que los seguros de vivienda no protegieran contra
catástrofes como los terremotos, las guerras, el riesgo de explosión nuclear o
de radiación y otros acontecimientos similares. Sin embargo, durante la década de
1980 las compañías aseguradoras han ampliado su cobertura, por lo que ahora se
pueden cubrir casi todos los riesgos posibles.
Se tiene también otras figuras de seguros como el reaseguro, que es la
operación de seguros realizada por el asegurador, por la que transfiere parte de
los riegos asumidos al reasegurador, pero es el único obligado con respecto al
asegurado o tomador del seguro, y el Coaseguro, que es cuando la cobertura de
un riesgo se comparte entre dos o más aseguradores, estableciéndose una
relación contractual entre cada coasegurador y el asegurado.
Desde que te levantas hasta que te acuestas vas a pagar el Impuesto sobre
el Valor Añadido (IVA) en casi todas tus compras y actividades. Desde coger el
autobús o el metro, hasta pagar el pan o incluso ir al gimnasio. Todas esas
acciones incluyen el IVA en su precio final y resulta muy extraño encontrar un
producto sin este tributo. No obstante, los seguros son una excepción, ya que
ninguno de ellos, sea del tipo que sea, lleva IVA en el precio de la prima. Según el
artículo 20 de la Ley del Impuesto sobre el Valor Añadido, las operaciones de
seguro, reaseguro y capitalización están exentos de IVA.
Sin embargo, cuando llega el recibo de los seguros, además de la prima de
la póliza, se pagan ciertos cargos, tasas o 'impuestos especiales'. Este tipo de
gravámenes varía según el tipo de póliza, no se pagan los mismos para el seguro
de Coche que para el seguro de un Comercio. Los más conocidos son el Impuesto
sobre Primas de Seguro (IPS), el Impuesto destinado al Consorcio de
Compensación de Seguros (CCS) o los recargos por fraccionamiento de pago de
la prima que pueda aplicar la aseguradora y el CCS.
El Impuesto Sobre la Renta no solamente es el impuesto de mayor
suficiencia financiera, sino que arroja mayores ingresos fiscales que
otros tributos o ingresos públicos del Estado; y esto sucede hasta en Venezuela,
cuyo fisco obtiene importantes ingresos derivados de la industria petrolera, en
razón de que parte de los pagos fiscales de tal actividad, aún después de
nacionalizada en nuestro país la citada industria, se hacen principalmente por el
canal impositivo del impuesto sobre la renta.
En general, las primas de los seguros se componen de estos tres
elementos: Las primas netas, es decir, el precio estipulado por la compañía de
seguros que asume el riesgo que queremos cubrir. La tasa del Consorcio de
Compensación de Seguros, es decir, la cantidad que se ingresa al Estado para la
cobertura de Riesgos Extraordinarios, como por ejemplo los desastres naturales.
El Impuesto sobre la Prima de Seguro (IPS), que ingresa el Estado.
Los impuestos y tasas especiales con los que se gravan los seguros dependen, en
cierta medida, de la naturaleza o tipo del mismo, y por otro dependen de las
características específicas de cada póliza. La tasa del Consorcio de
Compensación de Seguros (organismo público que depende del Ministerio de
Economía, Industria y Competitividad) se recauda a través de una gran cantidad
de pólizas que, en última instancia, hacen recaer la responsabilidad última de las
indemnizaciones en el propio Consorcio. Por eso, uno de los recargos de dichas
pólizas se destina al Consorcio.
Es decir, hay pólizas que en caso de “fuerza mayor”, recurren al
Consorcio para abonar las indemnizaciones que correspondan. Existen muchos
ejemplos de aplicación, como los daños ocasionados por vehículos sin seguro o
robados, las consecuencias de un terremoto, y cualquier evento que no sea
responsabilidad de “nadie”. En cuanto al Impuesto sobre la Prima del Seguro, o
IPS, es un impuesto indirecto que se cobra en el momento del pago de la prima,
ya sea de forma fraccionada, o en un solo pago.
No lo incluyen todas las pólizas, hay excepciones que se detallan en el
artículo 12 de la Ley 13/1996, de 30 de diciembre, de Medidas Fiscales,
Administrativas y del Orden Social. Las excepciones son: Las operaciones
relativas a seguros sociales obligatorios y a seguros colectivos que instrumenten
sistemas alternativos a los planes y fondos de pensiones. Las operaciones
relativas a seguros sobre la vida a los que se refieren la sección segunda del título
III de la Ley 50/1980, de 8 de octubre, de Contrato de Seguro.
Las operaciones de capitalización basadas en técnica actuarial. Las
operaciones de reaseguro definidas en el artículo 77 de la Ley 50/1980, de 8 de
octubre, de Contrato de Seguro. Las operaciones de seguro de caución. Las
operaciones de seguro de crédito a la exportación y los de seguros agrarios
combinados. Las operaciones de seguro relacionadas con el transporte
internacional de mercancías o viajeros.
Las operaciones de seguro relacionadas con buques o aeronaves que se
destinan al transporte internacional, con excepción de los que realicen navegación
o aviación privada de recreo. Por tanto, queda claro que los seguros no llevan
IVA asociado, pero sí incluyen tasas e impuestos especiales que nos benefician a
todos, sobre todo en el caso de la tasa al Consorcio, una entidad que puede
sernos de vital ayuda.
Finalmente, se tiene que la póliza es el nombre que recibe el documento en
que se plasma el contrato de seguro y en el que se establecen las obligaciones y
derechos tanto de la aseguradora como del asegurado, y donde se describen las
personas u objetos que se aseguran y se establecen las garantías e
indemnizaciones en caso de siniestro. Es aconsejable antes de celebrarlo, leer
todas las cláusulas contenidas en el mismo para tener una información completa
de sus términos y condiciones.
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