ÉXODO

Zelocualtecatl Castillo David

 Escribe en qué medida las lecturas de Andiñach y Childs enriquecieron tus

conocimientos sobre el tema.

Ambas lecturas exponen de manera puntual la compleja identidad literaria del texto bíblico:
como composición final de una colección de historias independientes pero unificadas por el
hilo conductor de la liberación moldean y profundizan concepciones teológicas como el
reconocimiento de la vocación profética o el encuentro teofánico o legitimación legal. En
cada uno de estos temas, el texto expresa la contradicción de sus nociones, la
contraposición de cada una de sus tradiciones, tanto a nivel oral como escrito, así como
evidencia la discusión y evolución de sus conceptos, es decir, refleja la vigencia en
importancia de sus ideas, llevándolas al cuestionamiento e introduciendo nuevas imágenes
para resolver sus dudas. Es intentar integrar en coherencia literaria y teológica el mayor
número de argumentaciones que demuestren el profundo diálogo entre la historia como
experiencia entre Israel y dios.
En lectura de Andiñah el dato recurrente en todas las secciones, es la continua
tensión que existe en los pasajes que aluden o a las figuras de autoridad o a la casta
sacerdotal, y ellos siempre en contraposición al gran tema de la vocación profética. Para
Andiñach, el texto trae a colación en reiteradas ocasiones las imágenes del abuso sin
sentido hacia los más débiles o desposeídos, Israel como extranjero no tiene amparo de ley
más que el caprichoso parecer del faraón, y es el sentimiento xenófobo lo que lleva hasta el
deseo genocida. La crítica del libro del Éxodo hacia quienes detentan el poder es el de dar
margen de legalidad al marginado, más aún cuando este tema se enfrenta al dilema de la
vocación, el ejercicio de poder refiere que no cualquiera puede detentar el poder sino sólo
aquél que esté dispuesto a asumir la responsabilidad de ser mediador entre las legítimas
necesidades de los diferentes actores sociales y los intereses mayores como sociedad,
estado, país.
La experiencia de la teofanía si bien está inserta en una parte clave para dar fuerza
de legitimidad a la legislación, es interesante intuir la crítica en relación de poder desde “Yo
soy el Eterno, tu Elohim…” hasta “Acuérdate del día sábado…”; la legislación no parte del
reconocimiento de un modelo social impuesto que la divinidad se limita a verificar, muy al
contrario el pasaje del Decálogo remarca el vació de poder vertical absoluto y pugna por
una institución de regulación compartida por todos los integrantes de la nación cuyos
principios son enunciados en ese mismo instante. Todo miembro de la sociedad es llamado
e invocado para ser guardia legal y activo del cumplimiento de ese pacto, de su continuidad
y testigo de justicia como tribunal.

El texto de Childs trata con sumo detalle el problema de la vocación profética como
modelo del profetismo clásico en Israel y las características que lo particularizan. ¿Cómo
reconocer a un profeta? ¿Cuál es la novedad de su mensaje y actuar? ¿Cuál es su
actualidad? Un profeta es un enviado exclusivo de del dios de Israel a su pueblo en primer
lugar, a sus vecinos en otros términos; la novedad de su mensaje es el anuncio de una nueva
etapa en la relación de dios y el pueblo, cuya actualidad se encuentra en el futuro de su
presente.
El significado de sus palabras, al igual que Moisés demandando el nombre divino,
más que problema de una atribución de significado apelan a la objetividad de su naturaleza
que se desenvuelve en el tiempo, esto es, la experiencia con futuro responde a la curiosidad
y desconfianza del presente: la profecía así como la voluntad divina exigen avanzar sin
considerar la dificultad presente.
A esto, Childs señala que es Moisés y sólo él de quien se narra cómo su vida ha sido
una suerte de preparación para convertirse en líder. Los profetas clásicos, tan sólo narran
como legitimidad de lección el recelo divino que inundando su ser perturba su mente y
conmueve su corazón, después de ello sus vidas nunca volverán a ser las mismas. Moisés
en diferente en este sentido, desde su crianza para acentuar su diferencia hasta su pastoreo
en Madián y la revelación de dios en el Horeb, Moisés adquiere poco a poco conciencia y
habilidad para su tarea.

En ambas lecturas, tanto de Andiñach como de Childs, es interesante el dato

geográfico de la teofanía, si el Monte Sináy o el Horeb, no hay unanimidad en los datos del
texto. La tradición recoge ambas fuentes. Esto me parece peculiar dado que de nuevo pone
al descubierto su compleja construcción, a la par de la intensión del texto por querer ser
interpretado.