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C apítulo 3
E
ción imprecisa y vaga, a veces teñida de un tono
dependencia de su rigor y sus datos empíri- culpabilizador, llega al enfermo, quien no sabe si
cos, casi una decena de modelos sobre las en- pertenece a la categoría de los enfermos cardiópa-
fermedades psicosomáticas. El resultado, a tas o psiquiátricos.
pesar del aluvión de publicaciones, parece mengua- Finalmente, en el maremagnum de modelos y teo-
do: un breve repaso a los textos fundamentales de la rías, han sido la emoción y el estrés los principales
psiquiatría resulta alarmante y muestra cómo algunos argumentos que han ido ganando terreno en el estu-
teóricos de la medicina psicosomática, medicina con- dio de las enfermedades bien o mal denominadas
ductual, psicología de la salud o psiquiatría de enlace, psicosomáticas. Hace diez años, en un lúcido texto
claman en un desierto plagado de sordos (1). Como que conserva toda su frescura, Valdés (2) planteaba
lectores, uno no sabe a qué atenerse ni con qué carta la necesidad de definir si la medicina psicosomática
quedarse: si con la práctica ausencia de comentarios es una perspectiva, un conjunto de trastornos o un
en algunos manuales o el cúmulo de confusiones y modo de tratar a los enfermos. Proponía desenten-
vaguedades, mezcla de hipótesis psicodinámicas de derse de la problemática de las nomenclaturas, con-
bolsillo y reorganizaciones biológicas conceptuales de centrarse en las metodologías y atender únicamente
dudosa reputación, que llenan otros textos, cuando a las teorías, modelos o experimentos que pretendie-
aluden de manera inteligente a los criterios psiquiátri- ran la especificidad desde cualquier punto de vista,
cos sobre algunas enfermedades en las que participa, genético, conductual, situacional o cualquier otro: “el
de uno u otro modo, el factor psicológico. empleo de modelos reflexológicos (E-R) y el supuesto
La consecuencia última ha sido que numerosos etiopatogénico de que la enfermedad es el resultado
médicos de familia o especialistas de diferentes ra- de la acción del estrés ha hecho posible una convin-
mas de la medicina, al hablar de algunas enfermeda- cente demostración experimental de que existen res-
des como el asma, la psoriasis, la angina de pecho o puestas específicas en cada sujeto, activables de for-
el colon irritable, manejan la idea de que el sistema ma selectiva y, en ocasiones, estereotipada”. En
nevioso tiene “algo que ver” en estos trastornos, sin opinión de Valdés, fuera de esta especificidad el
precisar muy bien si en la etiopatogenia, en las re- campo resulta demasiado estrecho para prestarle
acciones ante una patología crónica, en su curso, atención: la conducta humana está mediada por pro-
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TRATADO DE PSIQUIATRÍA
cesos intrapsíquicos, es ejecutada con propósitos y Por diversas razones, las teorías llamadas integra-
sus consecuencias son sometidas a constantes revi- doras, fundamentalmente la medicina corticovisce-
siones y reajustes, algo que los más conspicuos mo- ral, han tenido grandes dificultades para su difusión
delos que se han acercado a la psicosomática pare- en el marco clínico e investigador. Como decía Val-
cen obviar. dés (2), “se habla de teorías integradoras y no de
Se diría que existe una gravísima dificultad para concepciones holistas, en un intento de distinguir en-
entender que no son uno ni lo mismo los cuadros clí- tre el descifrado biológico del organismo y sus altera-
nicos que se describen a continuación: enfermeda- ciones y otras teorías de “la totalidad” que, obsesio-
des psiquiátricas con síntomas somáticos, trastornos nadas por evitar el reduccionismo, se ocupan de la
psiquiátricos en patologías médicas, enfermedades sociedad, la infancia, la antropología, los mitos y el
médicas en cuya etiopatogenia o evolución podrían salario mínimo”. Homeostasis, retroalimentación, ci-
involucrarse –si así se demuestra– aspectos psicopa- bernética, teoría general de sistemas son los concep-
tológicos o de personalidad y, finalmente, reacciones tos y Cannon, Spencer, Jackson, Sechenov, Laborit,
psicológicas ante enfermedades médicas, especial- Gray, Stein, Pavlov los nombres de una forma de en-
mente si estas últimas tienen características crónicas, tender el organismo que Colodrón ha divulgado en
incapacitantes o de severidad. España, por desgracia sin excesiva suerte. Cuando la
Los antecedentes de la medicina psicosomática se neocorteza, en tanto que órgano mediador entre el
han venido rastreando desde Galeno. El psicoanálisis organismo y el entorno, no consigue ejercer su pa-
apoyó su gran desarrollo en la medicina psicosomáti- pel integrador, altera las relaciones cortico-subcorti-
ca a partir de los cuadros de conversión descritos por cales, perturbando el funcionalismo visceral y reci-
Freud y más tarde por Ferenczi. Desde otra perspec- biendo por tanto aferencias anómalas que colaboran
tiva, casi opuesta, Cannon vinculó las reacciones de en su progresivo deterioro: así aparecería la enfer-
lucha o huida con el sistema nervioso autónomo ya medad psicosomática. Las características de esta en-
en la década de los años 20, hasta que Selye descri- fermedad dependerían de la tipología funcional del
bió el síndrome de adaptación general y se amplificó sujeto (de sus características de personalidad, si se
el uso, casi siempre indiscriminado y poco riguroso, quiere), del estereotipo dinámico cortical y del resul-
del concepto de estrés. Experimentos con animales y tado de los diversos condicionamientos en la interac-
estímulos estresantes fueron realizados, entre otros, ción con el medio.
por Brady en monos y por Seligman definiendo el
modelo de indefensión aprendida.
De cualquier forma, fue Alexander quien afrontó CLASIFICACIÓN. LAS ENFERMEDADES
de manera más profusa los síntomas psicosomáticos PSICOSOMÁTICAS EN LA CIE-10
e intentó una pirueta difícil: correlacionar su etiopa- Y EN EL DSM-IV
togenia con sucesos fisiológicos y conflictos incons-
cientes reprimidos. Sus teorías alcanzaron una para- Las clasificaciones internacionales han recogido
dójica y sorprendente difusión en Estados Unidos y con grandes dificultades algunas de estas aportacio-
su influencia puede detectarse aún hoy sobradamen- nes y han negligido algunas otras, sin el menor ru-
te en importantes textos psiquiátricos norteamerica- bor. De hecho, las primeras versiones del DSM de la
nos. Se desarrollaron diferentes publicaciones sobre Asociación Americana de Psiquiatría se limitaban a
enfermedades concretas y se definió el patrón de repetir las versiones de Alexander, entendiendo las
conducta A asociado a patología coronaria. La vin- alteraciones psicosomáticas como resultado de la ex-
culación de los procesos emocionales con la patolo- presión visceral de conflictos inconscientes (Tabla I).
gía psicosomática fue postulada reiteradamente a Alexander propuso siete tipos de trastornos: asma,
partir de la teoría de la emoción de Lindsley, así co- úlcera, colitis ulcerosa, hipertensión, artritis reuma-
mo la correlación de algunos trastornos con el estrés toide, neurodermatitis e hipertiroidismo.
prolongado, crónico. Holmes propuso un enfoque Ya sea por la pérdida de influencia del psicoanáli-
más psicosocial del estrés, en relación con los acon- sis en la psiquiatría americana o por otras razones, el
tecimientos vitales y Lazarus enunció un modelo del DSM-II ya definió la categoría de “trastornos psicofi-
estrés de gran trascendencia, concediendo el papel siológicos” por muy imprecisos que parezcan los tér-
relevante a los factores cognitivos: el individuo eva- minos de dicha definición: “síntomas físicos produci-
lúa cognitivamente las diferentes situaciones amena- dos por factores emocionales”. En el DSM-II,
zadoras a las que puede verse expuesto de cara al fechado en 1968, aparecen nueve tipos diferentes
mantenimiento de su bienestar. En conjunto las alte- de trastornos psicofisiológicos: respiratorios, gas-
raciones psicosomáticas podrían ser el resultado de trointestinales, cardiovasculares, dermatológicos,
un patrón de activación psicofisiológico, estimulado musculoesqueléticos, endocrinos, genitourinarios,
repetidamente ante exposiciones frecuentes a estí- hematológicos y de los órganos de los sentidos.
mulos amenazadores, que alteran los mecanismos En el DSM-III-R y en el DSM-IV ya no aparecen
reguladores homeostáticos y, secundariamente, el los términos psicosomático o psicofisiológico, susti-
funcionamiento de uno o varios órganos del cuerpo. tuidos por la categoría F-54 “Factores psicológicos
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FACTORES PSICOLÓGICOS QUE AFECTAN AL ESTADO PSÍQUICO
Tabla I Tabla II
CIE-10
DSM-I, DSM-II
“Factores psicológicos y del comportamiento en trastor-
TRASTORNOS PSICOFISIOLÓGICOS
nos o enfermedades clasificados en otro lugar”
Respiratorios
Gastrointestinales Debería utilizarse un código adicional para el trastorno
Cardiovasculares somático. Ejemplos:
Dermatológicos Asma
Musculoesqueléticos Dermatitis y eczema
Endocrinos Úlcera gástrica
Genitourinarios Colitis mucosa
Hematológicos Colitis ulcerosa
De los órganos de los sentidos Urticaria
DSM-III-R, DSM-IV
“Otros problemas que pueden ser objeto de atención co” y a menudo son “muy prolongadas”. La CIE-10
clínica” añade que debería utilizarse un código adicional para
F-54. “Factores psicológicos que afectan al estado fí- el trastorno somático y, en una complicada parado-
sico” ja, que “en los pocos casos en que el trastorno psi-
Codificar en el eje III la enfermedad médica general
quiátrico manifiesto se considere el causante de un
trastorno somático, deberá utilizarse un segundo có-
La afectación debe referirse a: digo adicional para dejar constancia de este trastor-
Curso
Tratamiento
no mental”. Son ejemplos de cómo debe usarse esta
Constituir un riesgo adicional para la salud o las res- categoría diagnóstica el asma, la dermatitis y el ecze-
puestas fisiológicas relacionadas con estrés ma, la úlcera gástrica, la colitis mucosa, la colitis ul-
Precipitar o exacerbar los síntomas de la enfermedad cerosa y la urticaria. En los criterios de investigación
médica CIE-10, se repite la misma historia: no hay nuevos
datos, no hay nueva información.
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TRATADO DE PSIQUIATRÍA
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FACTORES PSICOLÓGICOS QUE AFECTAN AL ESTADO PSÍQUICO
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FACTORES PSICOLÓGICOS QUE AFECTAN AL ESTADO PSÍQUICO
Pueden ocurrir exacerbaciones, alteraciones conduc- Ante un síndrome maníaco agudo en un enfermo
tuales que dificulten el tratamiento, interacciones far- médico debe iniciarse un tratamiento enérgico don-
macológicas e incluso incorporación de síntomas de los fármacos neurolépticos incisivos como el halo-
nuevos relacionados con la enfermedad (por ejemplo peridol son adecuados. Los antipsicóticos atípicos
delirios en relación al personal sanitario, a los sínto- han mostrado su efectividad en el tratamiento de los
mas o a las intervenciones). cuadros maníacos lo que les convierte en terapéutica
El síndrome psicótico que aparece en el contexto de elección. La terapia con carbonato de litio es tam-
de enfermedades médicas, procesos tóxicos o yatro- bién efectiva aunque debe contarse con que su ac-
genia se resuelve por lo general al desaparecer el ción antimaníaca se aprecia a los 7-14 días. Puede
cuadro primario. Las psicosis reactivas y reacciones recurrirse a otros fármacos con perfil eutimizante co-
paranoides en el curso de enfermedades médicas mo la carbamecepina, valproato o clonacepam si no
son susceptibles de tratamiento siendo de elección hay respuesta al litio.
los antipsicóticos. Su selección debe ser cuidadosa
en atención a los efectos secundarios e interaccio-
nes. El fármaco más comúnmente utilizado en pa- TRASTORNOS ADAPTATIVOS Y ENFERMEDAD
tologías médicas con alteraciones psicóticas es sin MÉDICA
duda el haloperidol. Los nuevos antipsicóticos (rispe-
ridona, olanzapina) y los atípicos como la clozapina El trastorno adaptativo es el diagnóstico psiquiátri-
pueden ser efectivos por su baja incidencia de efec- co más frecuente en patologías médicas. Se conside-
tos secundarios aunque no hay estudios controlados ra que el 20% de las interconsultas psiquiátricas son
sobre su uso. En algunas situaciones donde se re- causadas por problemas de adaptación (13). En cual-
quiera una respuesta rápida como una agitación in- quiera de sus formas de presentación, con ánimo an-
tensa o catatonía, o los fármacos no puedan utilizar- sioso, deprimido o mixto, la respuesta adaptativa an-
se, la terapia electroconvulsiva es efectiva, ya sea en te el estrés que supone la enfermedad provoca una
trastornos psicóticos primarios o secundarios al pro- reacción excesiva, desproporcionada y duradera. Es
ceso médico. difícil delimitarlos de las patologías mayores afectivas
y ansiosas y con gran frecuencia sus fronteras se
confunden. La presencia del factor desencadenante
TRASTORNOS MANÍACOS Y ENFERMEDAD de estrés, su relación con momentos significativos de
MÉDICA la evolución de la enfermedad como determinadas
complicaciones, al evidenciarse la inefectividad de un
Los episodios maníacos pueden aparecer en el tratamiento o al iniciarse la cronicidad del cuadro,
contexto de patologías médicas en forma de alegría puede ayudar a la diferenciación.
o euforia injustificada, cuadros hipomaníacos con hi- Es en patologías con mayor repercusión personal
peractividad psíquica y física o verdaderos episodios o social donde se observa con mayor frecuencia:
maníacos con síntomas típicos. La prevalencia en cáncer, sida, diabetes mellitus... La vulnerabilidad
población médica es desconocida aunque sin duda preexistente y la personalidad previa también son
mucho menor que en el caso de trastornos afectivos factores asociados. Un trastorno en la adaptación
depresivos. Debe efectuarse un correcto diagnóstico contribuye a una peor evolución de la enfermedad
diferencial para dilucidar si la patología psiquiátrica médica. Un deterioro en el cumplimiento terapéuti-
existía previamente con lo que el episodio resultaría co, adopción de patrones conductuales de riesgo,
una exacerbación del cuadro, si los síntomas mani- desmotivación... son factores desadaptativos que
formes se corresponden a una manía secundaria a condicionan el pronóstico de muchas enfermedades.
fármacos o forma parte del cuadro clínico de la en- Las intervenciones psicoterapéuticas, ya sean de
fermedad médica como el déficit de vitamina B12, apoyo, grupales o psicoeducativas, están indicadas
estados postoperatorios o algunos procesos neuroló- no sólo para el tratamiento de problemas adaptati-
gicos. vos sino de cara a su prevención. Los fármacos de-
La presencia de manía puede complicar el curso ben usarse sensatamente pues una actitud de apoyo
de una enfermedad médica por el enorme esfuerzo y eficaz puede ser suficiente.
actividad, la falta de conciencia de enfermedad que
conlleva abandono del tratamiento e incluso negativa
a permanecer ingresado. Otros factores como la fati- OTROS FACTORES PSICOLÓGICOS
ga, la deshidratación, el insomio o la pérdida de peso Y ENFERMEDAD MÉDICA
hacen a los enfermos médicos más vulnerables tanto
a la enfermedad médica como a los distintos trata- El afrontamiento de la situación de enfermar, defi-
mientos. La manía secundaria debe tratarse con la nido por Mechanic (14) como “conducta de enfer-
corrección del factor etiológico aunque en ocasiones medad”, supone la puesta en marcha -obviamente-
evoluciona independientemente del proceso médico de recursos físicos, pero también psíquicos individua-
causante. les, sociales y ambientales. La experiencia previa, la
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TRATADO DE PSIQUIATRÍA
personalidad premórbida, las conductas de riesgo co- influencia de los factores psicológicos en la patología
mo el fumar o la sobrealimentación, el grupo fami- cardiovascular.
liar, la contención del entorno, la vivencia social de la Son frecuentes los síntomas funcionales como ta-
enfermedad que puede ser estigmatizante, incluso quicardias, lipotimias y dolores precordiales, habi-
aspectos religiosos o económicos... son factores psi- tualmente asociados a ansiedad y depresión. La
cológicos y comportamentales que pueden influir en repercusión de los factores psicológicos ha sido par-
el desarrollo y curso de enfermedades médicas. ticularmente estudiada en las enfermedades corona-
Tradicionalmente se han distiguido tres estilos rias y la hipertensión.
conductuales de afrontamiento ante estímulos nega-
tivos que, aplicados a la enfermedad médica, se resu-
mirían así: lucha activa (dirigida a minimizar los efec- Síndromes lesionales
tos de la enfermedad), capitulación (la pasividad y
dependencia conduce a veces al abandono) y nega- Infarto de miocardio y enfermedades
ción (no se acepta la existencia de la enfermedad y la coronarias
conducta puede ser imprudente) (13). La interven-
ción psicológica en enfermedades habitualmente Caracterizados por episodios de dolor intenso,
traumáticas es el mejor medio preventivo de estilos opresión o malestar torácico, con frecuencia están
de afrontamiento desadaptados y patologías psiquiá- relacionados con el esfuerzo y causados por un des-
tricas derivadas. censo del flujo sanguíneo que nutre el músculo car-
Aspectos psicológicos inespecíficos como la frus- diaco. La hipótesis más contrastada y difundida vin-
tración, la impotencia, el miedo, pueden teñir la res- cula el patrón de conducta denominado tipo A,
puesta del organismo ante la enfermedad. Un factor descrito por Friedman y Rosenman, con la propen-
tan inespecífico como la edad o el sexo puede tener sión de padecer patología coronaria. Se trata de per-
una influencia en la conducta de enfermedad: una sonas con un estilo de vida caracterizado por extre-
patología dermatológica puede ser vivida de forma ma competitividad, ambición, agresividad, búsqueda
muy diferente si ocurre en una mujer o en un hom- del éxito, devoción al trabajo y gestos y tendencias
bre, una fractura de fémur será asumida de forma a hostiles (15,16).
veces opuesta entre un adolescente y un anciano, y Los estudios más recientes suguieren que estas
los diferentes estilos de enfrentarse a la patología re- personas presentarían una elevación plasmática de
percutirán en su curso. colesterol y lipoproteínas de baja densidad que se
asocian a un mayor riesgo de aterogénesis así como
una elevada secreción diurna de noradrenalina. En
TRASTORNOS MÉDICOS ESPECÍFICOS los últimos años también han aparecido datos con-
AFECTADOS POR FACTORES tradictorios que cuestionan la significación de este
PSICOLÓGICOS patrón A de conducta. El conocido estudio MRFIT
no encontró relación entre patrón A y cardiopatía is-
En un manual de psiquiatría, algunos aspectos de quémica. Debe evitarse la simplificación de los resul-
las enfermedades llamadas psicosomáticas van a ser tados y no olvidar la multicausalidad de las enferme-
abordados en diferentes capítulos. Vamos a desglo- dades coronarias, donde los factores psicológicos y
sar a continuación los conocimientos actuales y las sociales interactúan, de forma todavía desconocida
investigaciones en la mayoría de los cuadros clínicos (17). La patología coronaria y en particular el infarto
tradicionalmente incluidos en el capítulo de la medi- agudo de miocardio comporta una percepción subje-
cina psicosomática. tiva de muerte inminente con ansiedad y miedo ex-
tremo, lo que constituye una verdadera crisis existen-
cial para el enfermo y su familia. Se considera que
SISTEMA CARDIOVASCULAR un 80% de los ingresados en unidades coronarias
presentan ansiedad significativa y un 50% depresión
La interacción entre la función sómatica y el psi- en intensidad variable (18).
quismo encuentra en el sistema cardiovascular un El tratamiento médico debe acompañarse de in-
verdadero paradigma. Los trastornos psíquicos están tervenciones psicológicas encaminadas a contener la
ligados a disfunciones cardiacas y estas se presentan tensión y ansiedad. La terapia de grupo también se
habitualmente con un cortejo de manifestaciones ha mostrado beneficiosa en pacientes que han sufri-
psiquiátricas. Determinados patrones de conducta do un infarto permitiendo una adaptación efectiva.
como el tabaquismo, el abuso de alcohol o la sobrea- Los ansiolíticos tipo benzodiacepina resultan útiles.
limentación tienen también un efecto directo sobre En caso de depresión mayor puede estar indicado
la fisiopatología de la enfermedad cardiovascular. un antidepresivo, siendo los del grupo de ISRS los
Las respuestas emocionales están mediadas por los que presentan un mayor margen de seguridad al es-
sistemas simpático, médulo-suprarrenal y neuroen- tar exentos de actividad anticolinérgica y alfa-adre-
docrino y su disfunción es lo que puede explicar la nérgica.
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FACTORES PSICOLÓGICOS QUE AFECTAN AL ESTADO PSÍQUICO
Otras patologías
Síndromes lesionales
—Síncope vasomotor. Se define como una dis-
función súbita de la función vasovagal, que conduce Asma bronquial
a hipoxia cerebral y pérdida de conciencia por una
vasodilatación periférica y bradicardia. Las crisis pue- Obstrucción bronquial crónica y recurrente en res-
den ocurrir como resultado de experiencias emocio- puesta a estímulos diversos (infecciosos, alérgicos,
nales intensas con todo el cortejo somático de la cri- físicos y psicológicos), se le ha considerado tradi-
sis de ansiedad. Las intervenciones psicológicas cionalmente una enfermedad psicosomática, en es-
pueden determinar las influencias emocionales y su pecial tras publicarse la posibilidad de provocar una
eventual prevención. crisis asmática mediante sugestión. La activación
—Disfunción cardiaca psicógena. Se han atribui- emocional (risa, llanto, miedo, excitación sexual...)
do diferentes nombres (neurosis cardiaca, corazón puede iniciar una broncoconstricción pero ni los fac-
hipercinético, astenia circulatoria...) a un síndrome tores psicológicos, ni los virales o alérgicos actúan
caracterizado por palpitaciones, disnea, sudoración, individualmente en las crisis, y sería la interacción de
nerviosismo, que no se corresponde con una patolo- todos ellos lo que predispone, inicia y mantiene la
gía cardiaca real. Frecuentemente se asocia a hipo- enfermedad.
condría, personalidades fóbicas con ansiedad intensa Las concepciones psicodinámicas que creían ver
y extrema fijación a sensaciones corporales. La cro- en el asma la traducción del deseo inconsciente de
nicidad de sus síntomas conduce a estados distímicos una madre protectora están hoy olvidadas y los estu-
y depresivos. Las técnicas conductuales con entrena- dios de niños asmáticos y sus familias nos muestran
miento progresivo o asociadas a terapia de grupo que no existe un patrón único de relación maternofi-
son claramente efectivas. Los fármacos beta-bloque- lial (19). Hoy se acepta de forma consensuada que
antes tipo propanolol pueden ser de utilidad como las variables psicológicas no tienen una influencia
coadyuvantes. etiopatogénica sino que alteran la evolución del pro-
—Arritmias. El distrés emocional inespecífico, ceso asmático. Rigurosos estudios no han mostrado
mediado por la actividad simpática, puede inducir un papel psicológico relevante de los trastornos psi-
desde simples taquicardias sinusales a arritmias ven- copatológicos asociados al asma bronquial.
triculares. La taquicardia paroxística suele asociarse La intervención del psiquiatra es recomendable en
a trastornos de ansiedad y estrés emocional. los casos de dificultades de adaptación en la escuela,
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TRATADO DE PSIQUIATRÍA
el trabajo o en las relaciones con los demás. La de- desarrollo de patologías osteomusculares es un as-
presión influye negativamente en la conducta de sa- pecto a tener en cuenta por el impacto que supone
lud conduciendo a un pobre autocuidado e indiferen- la cronicidad de muchas de ellas, el dolor que acaba
cia. También la ansiedad se asocia a un peor convirtiéndose en una entidad en sí mismo o incluso,
pronóstico, aumenta la aparatosidad de los síntomas en el polo opuesto, los aspectos osteomusculares de
y conduce a mayor sensación de gravedad y trata- patología psiquiátrica como puede ser el síndrome
mientos más agresivos. Las técnicas conductuales es- de laxitud articular en la ansiedad y alexitimia. Las
tán indicadas para abordar situaciones de tensión colagenosis, agudas o crónicas y la fibromialgia son
emocional que pueden influir en el desencadenante los síndromes lesionales más estudiados.
de las crisis o en el cumplimiento terapéutico.
Síndromes lesionales
Otras patologías
Artritis reumatoide
—EPOC y enfisema. Se estima que el 20-50% de
los pacientes con estas enfermedades puede presen- Enfermedad articular de etiología desconocida y
tar trastornos psiquiátricos, siendo los trastornos de base autoinmune consistente en una inflamación
ansiedad en primer lugar y los trastornos afectivos a crónica de la membrana sinovial de varias articula-
continuación los de mayor prevalencia (20). La difi- ciones, de curso progresivo, doloroso e invalidante.
cultad para respirar provoca una situación estresante El estilo de afrontamiento en una enfermedad como
crónica, una limitación creciente y un miedo a morir la artritis reumatoide, donde el dolor crónico y la
asfixiado susceptible de ser abordado psicológica- progresión invalidante figuran como síntomas princi-
mente. La ansiedad puede conducir a verdaderas pales, supone un papel fundamental en el curso del
conductas de evitación y agorafobia. En pacientes trastorno.
con dificultad respiratoria deben tomarse precaucio- Considerada un prototipo de enfermedad psicoso-
nes ante fármacos que puedan afectar la función res- mática, durante mucho tiempo se intentó corroborar
piratoria, como las benzodiacepinas. las hipótesis psicodinámicas que describían un pa-
—Síndrome de hiperventilación. Forma parte trón de personalidad tipo caracterizado por maso-
del cortejo fisiológico del miedo, la ansiedad, el dolor quismo, perfeccionismo, incapacidad para expresar
o la cólera. El entrenamiento respiratorio, biofeed- agresividad y timidez (21). Hoy en día es una hipóte-
back y otras técnicas de relajación son útiles en per- sis que sólo sostienen algunas escuelas psicoanalíti-
sonas con predisposición a hiperventilar. cas. Los trastornos depresivos parecen ser las disfun-
—Síndrome de apnea del sueño. Afecta aproxi- ciones psíquicas más frecuentes con cifras de
madamente al 10% de varones entre los 40 y los 75 prevalencia similares a poblaciones con patologías
años, especialmente si llevan una vida sedentaria, crónicas graves. Se considera que alrededor de un
son obesos y consumen alcohol y tabaco. Existe una 40% puede presentar síntomas afectivos de los que
mayor prevalencia de trastornos afectivos y disfun- un 15% corresponderían a depresión mayor (22). Su
ciones neuropsicológicas, alteraciones de memoria, presencia condiciona un peor pronóstico y se ha en-
concentración. Síntomas de expresión de su clínica contrado una relación entre síntomas depresivos y
tales como depresión atípica con somnolencia, de- mayor limitación fucional, días de permanencia en
sinterés y apatía o irritabilidad deben diferenciarse de cama y dolor. Los estados de ansiedad e insomnio
cuadros picológicos genuinos. El solapamiento de las también se presentan de igual forma que en otras
manifestaciones de la enfermedad y de sus concomi- patologías crónicas. La discriminación entre sínto-
tantes psicopatológicos resulta evidente. Algún tra- mas propios del trastorno y síntomas psicopatológi-
bajo señala que moderadas apneas del sueño podrí- cos puede llegar a ser muy compleja.
an ser más frecuentes entre los pacientes depresivos Las intervenciones psicológicas son necesarias y
que en la población general. El uso de benzodiacepi- con frecuencia se incluyen en los programas de tra-
nas puede agravar el cuadro mientras que algunos tamiento. Técnicas cognitivo-conductuales y aborda-
antidepresivos podrían generar cierta mejora, proba- je grupal psicoeducativo son una vez más terapias de
blemente al reducir el tiempo de sueño REM. elección.
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FACTORES PSICOLÓGICOS QUE AFECTAN AL ESTADO PSÍQUICO
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TRATADO DE PSIQUIATRÍA
aumento de tamaño de la misma o bocio. Conocida de ser necesario el tratamiento coadyuvante con an-
como enfermedad de Graves-Basedow es de origen tidepresivos. Ante una psicosis mixedematosa o hi-
desconocido aunque se sospecha una base auto- potiroidea debe extremarse el uso de antipsicóticos y
inmune. Los síntomas clínicos del hipertiroidismo benzodiacepinas por la alta sensibilidad a depresores
incluyen frecuentemente variadas manifestaciones del sistema nervioso. Se ha descrito un riesgo especí-
psiquiátricas: ansiedad, irritabilidad, hiperactividad, fico de coma hipotérmico con clorpromacina.
inquietud psicomotriz, taquipsiquia, labilidad afectiva
e incluso trastornos psicóticos, paranoides y manía-
cos. Dado el solapamiento clínico con síndromes psi- Enfermedad de Addison
quiátricos, sobre todo con ansiedad, el diagnóstico
diferencial es preciso y deben buscarse síntomas sos- Descenso del nivel de corticosteroides en sangre
pechosos (típicamente, intolerancia al cambio de por disfunción en el funcionamiento de las glándulas
temperatura, exoftalmos y disminución de peso) e in- suprarrenales. Su desarrollo suele ser lento e insidio-
cluso incluir analítica hormonal de rutina. so y sus síntomas físicos como debilidad, fatigabilidad,
No se ha demostrado un personalidad premórbida desinterés, anorexia y pérdida de peso diagnosticarse
previa que predisponga al hipertiroidismo. Varios es- erróneamente como depresión o más inespecífica-
tudios han reseñado de forma anécdotica la existen- mente como trastornos hipocondríacos o somato-
cia de estrés emocional agudo en su inicio. Las es- morfos. El paciente puede evolucionar libremente y
cuelas psicoanáliticas creen encontrar patrones de se instaura un cuadro conductual con irritabilidad, ais-
personalidad marcados por intensas dependencias lamiento, ideas delirantes. El cambio de personalidad
maternas, intolerancia al rechazo o desaprobación. está presente en la práctica totalidad de los pacientes.
Lo cierto es que constituyen especulaciones inde- No se conoce la causa de los síntomas psicológicos
mostradas y que el estrés parece ser un factor preci- aunque se sospecha una acción directa de los gluco-
pitante inespecífico que altera una anomalía heredi- corticoides disminuidos en el cerebro (27).
taria o constitucional del sistema inmunitario. El diagnóstico diferencial basado en la sospecha
Junto al tratamiento médico, la intervención psi- ante síntomas clave como hipotensión o alteración
quiátrica puede ser necesaria para el abordaje de los en la pigmentación cutánea puede marcar el éxito
trastornos psíquicos concomitantes. El empleo de médico. El tratamiento sustitutivo conduce a una rá-
beta-bloqueantes puede ser suficiente para contener pida mejoría y desaparión de síntomas.
los síntomas de hiperactivación. Debe extremarse la
precaución con el uso de antidepresivos tricíclicos,
dada la frecuente afectación cardiaca. Ante la pre- Síndrome de Cushing
sencia de síntomas psicóticos será preciso el uso de
antipsicóticos y quizá sea recomendable abstenerse Exceso mantenido de glucocorticoides ya sea por
de usar haloperidol al que se le atribuye una mayor causa hipofisaria, neoplásica o exógena, las alteracio-
neurotoxicidad en esta patología (26). La clorproma- nes mentales en el síndrome de Cushing son muy fre-
cina es una excelente opción. Las intervenciones psi- cuentes (se cifran en torno al 50%) y pueden prece-
cológicas pueden ser útiles en los pacientes donde el der a los síntomas físicos. La mayoría de las veces se
estrés sea manifiesto y repercuta en la exacerbación presenta como un trastorno afectivo, habitualmente
clínica del trastorno. depresivo, aunque también pueden observarse episo-
dios maníacos (25,28). Se han descrito trastornos es-
quizofreniformes, delirios paranoides y deliriums.
Hipotiroidismo Un aspecto a considerar es el impacto emocional
que supone la casi segura obesidad y facies pletórica
Déficit de hormonas tiroideas producido por un de- tanto del Cushing primario como del exógeno. Parti-
fecto de función de la glándula, ya sea por destrucción cularmente importante en el caso de tratamientos
de la misma o por deficiencia de yodo. Los síntomas con corticoides, dada la repercusión que dicha modi-
psiquiátricos son bien conocidos: enlentecimiento psi- ficación anatómica puede tener en el cumplimiento
comotor, humor depresivo y apatía, deterioro de fun- terapéutico y en el desarrollo de estados emociona-
ciones cognoscitivas... sin descartar la presentación en les desadaptados. Una preparación psicológica y psi-
forma de psicosis frecuentemente paranoide. El hipo- coeducativa parece ser la mejor prevención.
tiroidismo crónico de curso insidioso es causa frecuen-
te de diagnósticos erróneos de trastornos afectivos, en
ocasiones etiquetados dramáticamente como hipo- Otras patologías
condríacos e histeroides. No parecen existir relaciones
significativas entre los factores psicológicos individua- —Hipoglucemia. En su manifestación aguda pre-
les y la expresión clínica del trastorno. senta síntomas tales como ansiedad, temblor, suda-
Con el tratamiento hormonal sustitutivo los sínto- ción, taquicardia y confusión que pueden confundir-
mas psíquicos suelen desaparecer. En ocasiones pue- se con trastornos de ansiedad y pánico.
102
FACTORES PSICOLÓGICOS QUE AFECTAN AL ESTADO PSÍQUICO
—Feocromocitoma. Los cuadros paroxísticos se incluso en pacientes sin historia de trastorno afectivo
acompañan de síntomas de ansiedad intensos, irrita- anterior. La denominada pseudodemencia depresiva
bilidad, miedo y confusión. ha sido objeto de numerosos estudios, probablemen-
—Alteraciones en el metabolismo del calcio. te derivados de la dificultad para identificar estadios
Tanto la hipercalcemia como la hipocalcemia pue- iniciales de la demencia debido al franco solapamien-
den acompañarse de síntomas psiquiátricos junto a to de síntomas y a la comorbilidad citada.
los síntomas clínicos habituales. Particularmente im- Los síntomas psiquiátricos de las demencias, por
portantes son las psicosis orgánicas hipercalcémicas contraposición a los síntomas depresivos en trastor-
que precisan de una intervención urgente con hemo- nos afectivos, tienen un inicio más insidioso, pro-
diálisis. gresan más lentamente, son muy lábiles, no existen
quejas de los pacientes sobre sus deficits, se pierde
la atención y la orientación y fallan en su respuesta
SISTEMA NEUROLÓGICO a la farmacoterapia antidepresiva. Emery y Oxman
han propuesto diferenciar entre depresión mayor
Obviamente la patología neurológica se acom- sin demencia depresiva; demencia depresiva o pseu-
paña de un considerable elenco de manifestaciones dodemencia propiamente dicha; demencia dege-
psíquicas que en ocasiones son pródromos o simple- nerativa sin depresión; demencia degenerativa con
mente forman parte del cuadro clínico. Los trastor- depresión y, finalmente, cuadros comórbidos inde-
nos afectivos constituyen la mayor prevalencia (Tabla pendientes de depresión y demencia degenerativa.
V). También ciertos trastornos psiquiátricos se ase- En cualquier caso el solapamiento de síntomas y las
mejan a cuadros neurológicos y plantean problemas dificultades de evaluación en estos pacientes proba-
de diagnóstico diferencial. Algunos autores dividen blemente subestiman en los diferentes estudios la
los trastornos neurológicos en: a) generalizados (de- prevalencia de los trastornos afectivos. Los efectos
mencias, esclerosis múltiple); b) localizados (enferme- secundarios de la farmacoterapia de diversa índole
dad de Huntington, enfermedad de Parkinson); c) en pacientes ancianos significan otra notable fuente
discretos (tumores, accidentes vasculares cerebrales, de confusión.
epilepsias). Estos últimos serían, si hacemos caso a En la enfermedad de Alzheimer se ha indicado
esta distinción, los más frecuentemente asociados a que un déficit noradrenérgico originado en la dege-
alta prevalencia de trastornos afectivos. neración neuronal de determinados núcleos cerebra-
les afectados sería la responsable del correlato orgá-
nico de los trastornos afectivos en estos pacientes.
Síndromes lesionales Los núcleos basales y de Meynert serían los más
afectados. Clásicamente se creía que los síntomas
Demencias depresivos eran más frecuentes en los pacientes con
demencias vasculares que con demencias tipo Alz-
La depresión se incluye en las manifestaciones clí- heimer: no es esta la conclusión que se extrae de los
nicas de las dos formas de demencia más frecuentes, más recientes trabajos publicados, especialmente en
la enfermedad de Alzheimer y la demencia vascular, pacientes de sexo femenino.
103
TRATADO DE PSIQUIATRÍA
estudios sugieren que la prevalencia es mayor cuan- lépticos con tentativas suicidas según algunos traba-
do la lesión se localiza en el hemisferio izquierdo. No jos recientes (31). El uso de antidepresivos está indi-
hay unanimidad respecto a la naturaleza del cuadro cado debiendo tenerse en cuenta el potencial epilep-
depresivo y si en sus características resulta diferente tógeno de algunos, en particular los triciclícos, la
a una depresión primaria. Se describe un mayor sen- trazodona y los IMAOS, por lo que pueden ser de
timiento de desesperanza, ansiedad y autocompa- elección fármacos ISRS. La ansiedad y en particular
sión, aunque muchas veces es indistinguible de una las conductas fóbicas pueden presentarse en los perí-
depresión endógena. Lo cierto es que la identifica- odos postictales complicando la evolución. El trata-
ción y tratamiento del síndrome depresivo post-ictal miento de la epilepsia debe incluir una formación bá-
modifica incuestionablemente el pronóstico, tiempo sica tanto al enfermo como a los familiares al objeto
de recuperación y supervivencia. El empleo de anti- de facilitar el tratamiento farmacológico, mejorar la
depresivos e incluso TEC está ampliamente validado capacidad de afrontamiento y evitar repercusiones
y acortan la duración del trastorno depresivo. Tam- psicoafectivas catastróficas.
bién se han descrito trastornos psicóticos, estados Síntomas psicóticos y cuadros esquizofrenia-like
maníacos y alteraciones de la personalidad. puede aparecer durante la crisis, en el período pos-
Los factores emocionales influyen en el proceso tictal o incluso de forma crónica, y pueden obligar al
terapéutico rehabilitador y la desmotivación, frustra- uso de antipsicóticos. Los factores psicológicos y
ción y falta de esperanza en la recuperación van a conductuales deben tenerse muy en cuenta en la
condicionar el éxito de la misma. Cuando la pérdida prevención de crisis. Bien documentada está la pro-
de habilidades cognitivas, físicas o sociales es inevita- vocación de crisis mediante excitación visual (luces
ble, la intervención psicológica puede ser útil para estroboscópicas), sonidos (crisis audiogénicas) e in-
evitar reacciones desadaptativas, trastornos depresi- cluso estimulaciones táctiles. Una intervención en
vos e incluso disminuir el riesgo de suicidio. aras de modificar patrones conductuales puede ser
imprescindible: ritmo sueño-vigilia, lugares no opor-
tunos (por ejemplo, discotecas), consumo de tóxi-
Epilepsia cos, etc.
104
FACTORES PSICOLÓGICOS QUE AFECTAN AL ESTADO PSÍQUICO
somnio. Tanto los antidepresivos como la terapia búsqueda de portadores, pueden aparecer conductas
electroconvulsiva son de eficacia probada. ansiosas, fóbicas y depresivas en familiares asinto-
máticos temerosos de padecer la enfermedad.
Cefaleas
SISTEMA GASTROINTESTINAL
Síntoma tan universal como inespecífico, sus múl-
tiple causas incluyen desde un tumor cerebral hasta Es en el sistema digestivo donde la expresión de
un trastorno de ansiedad. Numerosos cuadros depre- los factores psicológicos alcanza una de sus máxi-
sivos presentan cefalea como síntoma predominan- mas manifestaciones. A menudo resulta complejo
te. Frecuentemente multicausal, los médicos suelen delimitar la responsabilidad del psiquismo, dado
utilizar el adjetivo de “tensional” para referirse a que su disfunción puede ser causa o consecuencia
aquellas que aparecen antes, durante o después de existiendo una íntima interrelación entre la patolo-
episodios de estrés emocional, ansiedad, depresión y gía gastrointestinal y la alteración psíquica. La cone-
en definitiva cuando los factores psicológicos pueden xión del sistema nervioso y todo el tracto gastroin-
tener una influencia definitiva en su etiología. El do- testinal es extraordinaria y distribuida a lo largo de
lor es episódico, con frecuencia frontooccipital y toda su extensión. El sistema nervioso autónomo,
puede presentarse con un cortejo de manifestacio- simpático y parasimpático, regula su funcionamien-
nes migrañosas. El estrés no sólo exacerba cefaleas to y es la base de la respuesta digestiva del estrés.
tensionales sino que con frecuencia incrementa el Las emociones tienen así un correlato digestivo con
dolor de cefaleas primarias de causas físicas. síntomas claramente psicógenos como anorexia,
Una vez más hay que referirse al patrón de perso- vómitos, disfagia, dispepsias, diarreas o estreñi-
nalidad y una vez más resultan insuficientes los estu- miento. En la dirección opuesta, el tracto digestivo
dios conocidos para justificar un patrón característi- envía sus aferencias al sistema nervioso, concreta-
co aunque suele atribuirse al patrón de conducta tipo mente a través del locus coeruleus con la consi-
A un factor de riesgo para padecerlas. Tratamientos guiente respuesta noradrenérgica (34). La medicina
basados en técnicas de relajación, biofeedback, de psicosomática ha encontrado en el sistema digestivo
afrontamiento cognitivo y dosis moderadas de ansio- auténticos paradigmas de la interrelación mente-
líticos son medios terapéuticos efectivos. Una expli- cuerpo como son la úlcera gastroduodenal, el sín-
cación comprensiva de la naturaleza psicógena del drome de intestino irritable o las enfermedades in-
cuadro es necesaria pues los afectados suelen ser re- flamatorias intestinales.
acios a admitir que sus padecimientos son causados
por su emotividad.
Síndromes lesionales
—Esclerosis múltiple. Las alteraciones psiquiátri- Lesión de la mucosa gástrica, duodenal o ambas
cas son frecuentes, destacando la depresión (40%) producida por un exceso de secreción ácida. La in-
aunque se describen trastornos de ansiedad, distimia, fluencia psicológica y conductual empieza desde el
cuadros maníacos y psicosis. El suicidio es una grave momento en que determinadas conductas se consi-
y frecuente complicación cifrándose su probabilidad deran factores de riesgo de úlcera péptica: tabaquis-
hasta 75 veces mayor que la población general, cla- mo, consumo de aspirinas, dietas concretas...
ramente en relación con la enorme dificultad de La existencia de un patrón de personalidad que
adaptación a una discapacidad crónica y de evolu- suponga una predisposición especial fue postulada
ción fatal (33). La atención a estos enfermos requie- desde los años 50 con los primeros trabajos de Ale-
re una especial sensibilidad siendo imprescindible la xander. Se ha considerado que se trata de personas
inclusión de una asistencia psicológica ante el casi dependientes, ansioso-depresivas, impulsivas y ava-
seguro desmoronamiento emocional. salladoras, inmaduras emocionalmente, de patrón ti-
—Corea de Huntington. Las alteraciones psi- po A y otras características que confieren un patrón
quiátricas son tan significativas que pueden dominar confuso, inexacto y sin que exista un consenso sobre
el cuadro e incluso precederlo. Son frecuentes esta- su existencia. La más que probable influencia del es-
dos depresivos con o sin ideación suicida, trastornos trés ha conducido a la denominación “úlceras de es-
de ansiedad y alteraciones de la personalidad. Estas trés”. Desde los estudios con “monos-ejecutivos” que
últimas pueden presentarse en forma de simple cam- acababan desarrollando úlceras (estudios no confir-
bio de caracter hacia estados irritables y hostiles a mados en humanos) a las úlceras en grandes quema-
francos cuadros paranoides. El enfermo se vuelve dos o sometidos a lesiones extensas, el mecanismo
apático, agresivo y poco o nada colaborador con el fisiopatológico ha sido arduamente buscado. La teo-
tratamiento. Dada la condición hereditaria, junto a la ría más conocida es que la hiperestimulación vagal
105
TRATADO DE PSIQUIATRÍA
106
FACTORES PSICOLÓGICOS QUE AFECTAN AL ESTADO PSÍQUICO
tanto retención como poliaquiuria, los síntomas psi- to. Fármacos como derivados benzodiacepínicos (lo-
quiátricos en enfermedades renales (encefalopatía racepan o alprazolam), antidepresivos ISRS o inhibi-
urémica) o las manifestaciones renales y urinarias en dores selectivos de la recaptación de serotonina y
enfermos psiquiátricos bajo tratamientos farmacoló- noradrenalina (ISRN) como la venlafaxina, se excre-
gicos. tan por vía hepática y pueden usarse con relativa
De particular significación son los factores psico- tranquilidad. Lo mismo sucede con los antipsicóti-
lógicos que intervienen ante enfermedades renales cos. Los que se eliminen por vía renal (típicamente el
terminales que precisan hemodiálisis. La mejora de carbonato de litio) deben usarse con extrema precau-
su supervivencia es evidente pero a costa de una ción o evitarse.
merma en su calidad de vida y un alto riesgo de tras-
tornos psiquiátricos. El trasplante renal conduce a un
estado emocional de enorme impacto que será revi- ENFERMEDADES DE LA PIEL
sado en páginas posteriores.
La piel y la sintomatología psiquiátrica tienen un
considerable abanico de interrelaciones ya sea por la
Diálisis influencia de los factores psicológicos en algunas en-
fermedades dermatológicas, ya sea por los síntomas
En las fases iniciales de determinadas patologías psíquicos que acompañan a otras o por las alteracio-
renales, los síntomas pueden ser muy inespecíficos. nes dérmicas de muchos tratamientos psicofarmaco-
Más adelante incluyen hipertensión, anemia, hiper- lógicos. Tampoco debe olvidarse que es en la piel
paratiroidismo y, en fases avanzadas, implican la ne- donde se expresan inespecíficamente muchas emo-
cesidad de terapias como la diálisis para mantener la ciones: hiperhidrosis, eritrosis, lividez... La piel, por
vida de los afectados. Las alteraciones psicológicas lo que tiene de apariencia externa, desempeña un
de los pacientes dializados (hemodiálisis, diálisis peri- destacado papel en la autoimagen y por ende en la
toneal), derivan de la conjunción de los factores de autoestima. La medicina psicosomática se ha dedica-
estrés producto de la situación: pérdida personal de do especialmente a dermatitis atópica y a la psoria-
libertad, regímenes especiales muy restrictivos, espe- sis, con un resultado más bien descriptible: es, quizá,
ranza de vida, del propio procedimiento técnico que y de manera paradójica, el grupo de enfermedades
les somete a un penoso ritual diario y de las conse- médicas en dónde la información sobre patología
cuencias intrínsecas a la misma evolución de la en- psiquiátrica concomitante resulta más menguada. Un
fermedad. 15% de pacientes que consultan en asistencia prima-
Entre el 30-40% de los enfermos en diálisis pre- ria refieren problemas relacionados con la piel, lo
sentan alteraciones psiquiátricas, siendo la depresión que confiere especial importancia a este ámbito.
la complicación más frecuente (40). Son poco útiles
los síntomas como la apatía, el insomnio, la fatiga o
la falta de interés en el sexo para discriminar patolo- Síndromes lesionales
gía afectiva ya que son también síntomas asociados a
la uremia. La personalidad previa, la edad de co- Psoriasis
mienzo, la gravedad del cuadro clínico y el soporte
del entorno familiar son factores que repercuten en Dermatosis de origen desconocido, probablemente
su respuesta. Los sentimientos de minusvalía, inca- hereditaria, que cursa con placas eritematosas, lesio-
pacidad, desesperanza, unidos a la cronicidad del nes maculopapulosas de apariencia escamosa y plate-
trastorno, a las complicaciones del procedimiento y ada distribuída por codos, rodillas, cuero cabelludo y
a la enorme carga familiar que supone, son circus- tronco. Algunos factores pueden agravar la menifes-
tancias a las que el paciente debe responder y adap- tación clínica de la psoriasis: infecciones, medicamen-
tarse. Las tendencias autolíticas son singularmente tos, climas fríos... y en gran medida los factores emo-
frecuentes, considerándose alrededor de 15 veces cionales. Las situaciones estresantes y los cambios
más aumentadas que en la población general (41). vitales están claramente relacionados con un empeo-
Sin contar el riesgo sucida, la presencia de depresión ramiento de las lesiones cutáneas siendo evidencia-
se ha asociado a una menor supervivencia en rela- bles en un 40-60% de los casos (42). Recientes hipó-
ción directa con un peor cumplimiento. tesis sugieren una interrelación con el metabolismo
La terapia individual de soporte que incluya psico- de catecolaminas que supondrían una disfunción en
educación es una de las claves para el éxito del trata- la adaptación al estrés de los pacientes con psoriasis.
miento y la colaboración del enfermo. Los abordajes También se ha implicado a la sustancia P, un neuro-
en grupo son, como en otras enfermedades crónicas trasmisor que interviene en procesos inflamatorios y
de curso invalidante, muy útiles al implicar observa- podría liberarse en situaciones de estrés (43). Las in-
ción de actitudes, cooperación y mejora de la autoes- tervenciones psicoterapéuticas de todos los tipos han
tima. El empleo de psicofármacos debe incluir un sido probadas con éxito en tratamientos coadyuvan-
cuidadoso estudio de la farmacodinámica del produc- tes del tratamiento dermatológico.
107
TRATADO DE PSIQUIATRÍA
No debería olvidarse el círculo vicioso que supone —Acné. El estrés emocional y la exacerbación del
el factor de estrés añadido de una lesión dérmica que acné es bien conocida y parece estar relacionada
condiciona una alteración y/o desfiguración en gra- con la liberación de hormonas propia de la respuesta
do variable. La conducta social del paciente puede fisiológica al estrés. La estigmatización y trastorno
verse afectada con la consiguiente alteración aními- de autoimagen de personas muy afectadas puede
ca, estados ansiosos, depresivos y fóbicos de evita- conducir a estados depresivos.
ción. Es preciso ayudar al paciente a superar la real
o imaginaria estigmatización y rechazo social que
una lesión dérmica puede conllevar. SISTEMA INMUNITARIO Y ENFERMEDADES
INFECCIOSAS
108
FACTORES PSICOLÓGICOS QUE AFECTAN AL ESTADO PSÍQUICO
109
TRATADO DE PSIQUIATRÍA
110
FACTORES PSICOLÓGICOS QUE AFECTAN AL ESTADO PSÍQUICO
son asumibles por los enfermos. Los trastornos afec- siones ocasionar, según algunos autores, un enlente-
tivos y en concreto la depresión mayor son una de cimiento o exacerbación en la evolución del tumor.
las causas más comunes de intervención del psiquia- También pueden influir en la expresión de los efec-
tra en pacientes con VIH. Exige un diagnóstico co- tos secundarios de los fármacos, condicionando una
rrecto por las claras implicaciones neuroanatómicas mayor repercusión que conduzca a una peor evolu-
y orgánicas tanto del propio VIH como de infeccio- ción. Por otro lado, recientes investigaciones han
nes intercurrentes o el propio tratamiento que pue- tratado de identificar rasgos de personalidad premór-
den dar síntomas semejantes a la depresión. La pre- bida y variables psicológicas previas al surgimiento
valencia del suicidio es alta: constituye la segunda de la neoplasia (55).
causa de muerte y la existencia de la enfermedad es Se estima una incidencia de trastornos psiquiátri-
ya un factor de riesgo suicida (51). La presencia de cos cercana al 20%, que varía según el tipo de tu-
factores de riesgo añadidos tales como consumo de mor, su localización, el método diagnóstico y la
sustancias tóxicas o tentativas previas son argumen- muestra objeto de estudio, así como la fase evolutiva
tos suficientes para una intervención psicológica pre- de la enfermedad de base (Tabla VII). Los trastornos
ventiva. Los trastornos depresivos deben ser tratados adaptativos con depresión parecen ser los más fre-
y los antidepresivos son un recurso óptimo. Los cuentes (32-68% según diferentes estudios). El tras-
ISRS o los ISRN son de elección. Se ha propuesto el torno mental orgánico con un 6-8% y la depresión
empleo de psicoestimulantes en caso de predominio mayor con 3-4% le siguen en frecuencia, aunque las
de síntomas amotivacionales y apatía (52). cifras son muy dispares (56). El diagnóstico de de-
La ansiedad en todas sus formas es obviamente presión en pacientes con cáncer debe ser diferencia-
una complicación frecuente. El insomnio se describe do de la tristeza como una respuesta emocional nor-
en casi el 80% de los afectados (53). Los tratamien- mal ante la amenaza de la enfermedad. Síntomas
tos con benzodiacepinas pueden ser convenientes como insomnio, fatiga, anorexia, enlentecimiento
aunque se recomienda períodos cortos por el riesgo psicomotor, pueden acompañar al proceso cancerí-
de daño cognitivo y amnésico que comporta. Hasta geno. La presencia de dolor puede ser un desenca-
un 20% de los infectados por HIV presentan altera- denante del proceso depresivo.
ciones de la personalidad que pueden ser previas, re- El diagnóstico de una enfermedad orgánica grave
activas al hecho de ser portadores o responder a ya es de por sí un factor de riesgo suicida, por lo que
causas orgánicas (54). no sorprende la relación entre cáncer y suicidio. Los
El miedo a la muerte, la desesperanza, el ais- datos son poco concluyentes y encontramos series
lamiento social, el recelo familiar y el estigma que de pacientes oncológicos con cifras de 15% de
supone obliga a que el tratamiento de pacientes con muerte por suicidio y otras que observan una inci-
sida sea integral e incluya terapias psicológicas. Ac- dencia de sólo 1,4-1,9 veces a la observada en po-
tualmente en las unidades de tratamiento se incluye blación general. Aunque se han atribuído a factores
personal sanitario que atiende específicamente los tales como el dolor, la fase de la enfermedad, depre-
aspectos psíquicos. La psicoterapia ayuda a manejar sión, apoyo social bajo y otros, un riesgo predictivo
los sentimientos de culpa y rechazo y son especial- en el suicidio de pacientes con cáncer, lo cierto es
mente importantes en lo concerniente a psicoeduca- que no se han verificado como elementos de un va-
ción respecto a conductas de riesgo, donde una vez lor predictivo. De forma que podría parecer paradó-
más son muy efectivos los abordajes en grupo. La jica, la mayoría de estudios sugieren una baja tasa de
tremenda capacidad de adaptación que se necesita suicidio en pacientes con cáncer, con un riesgo ma-
para seguir el tratamiento farmacológico actual com- yor que en la población general pero inferior al mos-
binado y la absoluta necesidad de que éste se cumpla trado en otras patologías médicas crónicas o incapa-
estrictamente condiciona que la disposición anímica citantes. La identificación y tratamiento de la
del enfermo desempeñe un papel preponderante en depresión resulta no obstante fundamental dado que
el éxito o fracaso del mismo.
Tabla VII
CÁNCER
Prevalencia de trastornos afectivos
en diferentes tipos de cáncer,
Área crítica de interrelación entre enfermedad físi-
según su localización
ca y patología psiquiátrica, el cáncer es una experen-
cia catastrófica que enfrenta a quien lo padece a su
Localización Prevalencia
propia supervivencia por lo que no sorprende el con-
siderable abanico de reacciones psicológicas, trastor- Páncreas 50%
nos y complicaciones psiquiátricas. Todo parece in-
dicar que los factores psicológicos no se limitan a Orofaringe 22-44%
reacciones de adaptación sino que intervienen sobre Mama 13-26%
el propio curso de la enfermedad pudiendo en oca-
111
TRATADO DE PSIQUIATRÍA
puede influir de forma negativa sobre aspectos tales fisioterapia, acupuntura y otras pueden ser también
como el cumplimiento terapéutico, la estancia en el eficaces. En otros capítulos de este texto se revisan
hospital, la calidad de vida y, en definitiva, la supervi- más concienzudamente estos aspectos.
vencia (57).
La intervención psicoterapéutica puede ser diferen-
te en función de la fase de la enfermedad. Así, en una PERSPECTIVAS FUTURAS
fase inicial, el temor a la muerte se acompaña de es-
peranza en la curación y en el éxito de las terapias por Discutíamos, en la introducción de este capítulo,
lo que la respuesta psicológica del individuo puede ser las dificultades conceptuales de enmarcar las enfer-
radicalmente opuesta a la de la persona en fase termi- medades psicosomáticas. Una mascota, la comorbili-
nal con pocas expectativas de supervivencia (58). dad, ha venido a complicar el panorama y, con la
El abordaje de las complicaciones psicológicas de- pretensión de aclararlo, ha introducido probablemen-
be iniciarse precozmente. Una correcta información te aún mayor confusión. ¿Cuál de los conceptos de
al paciente y a la familia de la gravedad real y de las comorbilidad es el correcto y cuáles son sus repercu-
posibles consecuencias y de las expectativas terapéu- siones en la investigación, en la clínica y en el trata-
ticas es una eficaz prevención. Ante trastornos psi- miento? (60) ¿Simple coocurrencia de enfermedades
quiátricos establecidos, el tratamiento se basará en discretas, trastornos que siguen un orden jerárquico,
dos pilares, farmacológico y psicológico. Ansiolíti- un orden horizontal, o constituyen reacciones diver-
cos, antidepresivos y otros psicofármacos pueden sas a los mismos estímulos nocivos, internos o exter-
ser necesarios así como TEC. La terapias individua- nos? Se entiende por comorbilidad la presencia de to-
les basadas en estrategias de afrontamiento, técnicas do trastorno adicional en pacientes con una
de visualización y reestructuración cognitiva son las enfermedad, médica o psiquátrica, ya diagnosticada
más efectivas junto con la terapia grupal. (Tabla VIII). Esta doble presencia puede entenderse
de diferentes formas: azar, solapamiento de síntomas,
equivocadas medidas de evaluación, relación directa
DOLOR CRÓNICO entre ambas patologías o factores comunes etiopato-
génicos que precisan análisis más complejos.
La base biológica del dolor empieza a ser hoy bien Podría ocurrir que algunos pacientes fueran más
conocida fundamentada en la interrelación de algu- vulnerables a patologías en general, médicas o psi-
nos sistemas de neurotransmisión, en particular la se- quiátricas. Algunas patologías psquiátricas podrían
roronina y las B-endorfinas. La teoría del dolor más aumentar la vulnerabilidad a patologías médicas y,
compartida es la definida como “puerta de control” en definitiva, de manera secundaria, algunos trastor-
que propone que el dolor es una experiencia que re- nos médicos podrían generar patologías psiquiátricas
sulta de la selección, transmisión y modificación de o por lo menos dificultades en las reacciones de
los estímulos sensoriales a medida que circulan por el adaptación a un patrón de enfermedad, especial-
sistema nervioso central hasta que la corteza asociati- mente si este es crónico, incapacitante o constituye
va los cualifica cognitiva y emocionalmente (59). una seria amenaza para la supervivencia. Los estu-
La biología del dolor está estrecha e indisoluble- dios realizados hasta la fecha implican muestras muy
mente unida a factores psicológicos y comportamen- diversas: pacientes oncológicos (57) pacientes con
tales individuales mantenedores relacionados con los infarto de miocardio (61), enfermedades gastrointes-
hábitos aprendidos y que permiten su manipulación tinales o infecciones por HIV (62), entre otros.
terapéutica. Existe un consenso generalizado que Alrededor de un 25% de pacientes con enferme-
entiende que el dolor, como estado emocional, es dades médicas presentan cuadros psiquiátricos o sín-
susceptible de modificación. Su abordaje debe ser tomas relacionados con la adaptación a la enferme-
multidisciplinar abarcando tanto el tratamiento sinto- dad; síntomas no explicados médicamente son
mático fundamentado en la farmacología como in- frecuentes en pacientes ingresados en servicios hos-
tervenciones psicológicas y conductuales.
Los fármacos pueden actuar interviniendo a través
de mecanismos periféricos (AINEs), centrales (opiáce- Tabla VIII
os) o por causas no conocidas (algunos antidepresi-
vos, especialmente serotoninérgicos, o sertotoninér- Definición de comorbilidad
gicos y noradrenérgicos, ansiolíticos, carbamacepina
Presencia de todo trastorno adicional en pacientes con
y otros). Las técnicas de relajación disminuyen efecti-
una enfermedad, médica o psiquátrica, ya diagnosticada
vamente la intensidad del dolor. Con las intervencio- Azar ?
nes cognitivas se intenta un cambio cualitativo que Solapamiento de síntomas ?
permita modificar la respuesta al dolor (reestructura- Medidas de evaluación erróneas ?
ción cognitiva, técnicas de coping). Las técnicas con- Relación directa entre ambas patologías ?
ductuales basadas en el modelo pauloviano y biofeed- Factores comunes etiopatogénicos ?
back han mostrado también su utilidad. Iontoforesis,
112
FACTORES PSICOLÓGICOS QUE AFECTAN AL ESTADO PSÍQUICO
pitalarios no psiquiátricos y, finalmente, numerosos medad médica que no se corresponde con hallazgos
problemas conductuales en el hospital general se re- objetivos; y, finalmente, pacientes con problemas
lacionan con el consumo de sustancias, los trastor- psicosociales relacionados con su patología médica.
nos de la alimentación, etc. (63,64). Poco a poco, A la alta morbilidad psíquica en pacientes del hospi-
las enfermedades psicosomáticas en su sentido más tal general, en sus diferentes formas, se asocia en la
amplio se van difuminando entre el psiquiatra espe- actualidad un aumento de las poblaciones de riesgo.
cialista, el psiquiatra de enlace, y los equipos de asis- La psiquiatría de enlace, en rápido desarrollo, se en-
tencia primaria. De hecho, en la actualidad el marco frenta aún a numerosos problemas: insuficientes ta-
de la psicología de la salud parece ocuparse de as- sas de remisión de enfermos, largas estancias, inter-
pectos más conceptuales y va siendo progresivamen- venciones de urgencia y faltas de programación
te la psiquiatría de enlace la encargada de asistir a los sólida, etc. La existencia de grupos de trabajo euro-
diferentes pacientes y compartir el tratamiento con peos (como el European Consultation-Liaison
especialistas médicos no psiquiatras (65). Nacida ha- Workgroup) y la creación de estándares de asisten-
ce unos cincuenta años, estaba destinada, según Li- cia y control de la calidad (67), parecen constituir
powski (66), a tres tipos de pacientes: enfermos so- una necesidad urgente y la mejor vía de solución pa-
máticos con comorbilidad psiquiátrica; enfermos ra un ámbito psiquiátrico de radical importancia, fre-
“problema”, con sintomatología sugestiva de enfer- cuentemente negligido (68,69).
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