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Obligatoriedad de acompañar copias digitales de las medidas cautelares en instancia del

Poder Judicial de la Nación

Por Ivana Yasmina Zamara[1]

I.- INTRODUCCIÓN

En el marco del Programa de Fortalecimiento Institucional del Poder Judicial de la


Nación, la Corte Suprema dictó una serie de acordadas que ordena la implementación de
un Sistema Informático de Gestión Judicial y la aplicación del Sistema de Notificación
Electrónica respectivamente, y a partir de entonces se puso en marcha el nuevo Sistema
de Gestión Judicial conocido como “Lex 100”.
Entre las modernas innovaciones de las tareas judiciales en la implementación de las
herramientas informáticas, la acordada CSJN N° 03/2015 dispuso la obligatoriedad de
ingresar copias digitales de las presentaciones en papel aludidas en la Acordada CSJN N°
11/2014.
Toda vez que el traspaso requería una implementación progresiva, se dispusieron
prórrogas de su implementación, hasta que finalmente el 02 de mayo de 2016 entró en
vigencia la citada acordada CSJN N° 03/2015 y así acaeció obligatoria la digitalización y
el ingreso de copias digitales para aquellos operadores que tomen intervención en los
procesos judiciales que deban denunciar su Identificación Electrónica Judicial (IEJ),
entendiéndose por tal su CUIL/CUIT.
Vemos que los documentos alcanzados, abarcaron a todos los actos procesales de los
expedientes en trámite, como así también a todo expediente cuyo trámite se reabra o
inicie y respecto de todos los actos procesales, importando una declaración jurada en
cuanto a su autenticidad en relación a los profesionales que las presenten.
Asimismo, el ingreso de copias digitales al Sistema de Gestión Judicial exige que la
misma deba cumplirse dentro de las 24 horas posteriores a la presentación del escrito en
soporte papel, bajo apercibimiento de tenerlo por no presentado a quien no cumpla con
esta obligación.
Toda regla merece una excepción, y así es que la Corte Suprema contempló el supuesto
de que cuando la reproducción resultare dificultosa, a raíz de distintos fundamentos
(como bien podían ser por su número, su extensión, o cualquier otra razón atendible), los
profesionales queden exentos de la carga digital. Ello, siempre que el pedido fuese
formulado por la parte en el mismo escrito y el juez así entendiera resolverlo.
Por otro lado se advierte que, en el supuesto de existir medidas cautelares, el juez en
principio las dicta valorando los hechos y el derecho que presenta el peticionante, sin
intervención de la otra parte o terceros que puedan llegar a verse afectados por el
otorgamiento de tal medida, difiriéndose la sustanciación con el afectado de las mismas
para el momento en que la misma se encuentre producida.
Resulta significativo prescindir de dicha intervención previa, pues de lo contrario podría
frustrarse la finalidad del instituto cautelar, esto es, preservar en forma urgente el derecho
de la parte. Sin perjuicio de que si las circunstancias del caso lo requieren se puede correr
un breve traslado a la contraria a los efectos de que el juez pueda tener un mayor
conocimiento de las implicancias del caso, en resguardo del derecho de defensa.
En cuyo caso, surge conveniente formular el interrogante de reflexionar a pesar de lo
expuesto si subsiste la obligación de la carga digital de la medida cautelar peticionada,
específicamente en aquellas actuaciones que son de acceso público a través del Portal del
PJN, sin perjuicio de los expedientes que impriman el carácter de reservado.

II.- NORMAS LEGALES Y REGLAMENTARIAS APLICABLES. LA


IMPLEMENTACIÓN PROGRESIVA DEL SISTEMA INFORMÁTICO DE
GESTIÓN JUDICIAL EN EL ÁMBITO DEL PODER JUDICIAL DE LA NACIÓN

Precedido por la ley 25.506 de Firma Digital que se dictó en el año 2001 y que tiene por
objeto reconocer el empleo de la firma electrónica y digital, así como su eficacia jurídica
dentro del ordenamiento legal argentino[2], diez años después se sanciona la Ley de
Justicia N° 26.685 por la cual en el artículo 1° se autoriza la utilización de expedientes
electrónicos, documentos electrónicos, firmas electrónicas, firmas digitales,
comunicaciones electrónicas y domicilios electrónicos constituidos, en todos los procesos
judiciales y administrativos que se tramitan ante el Poder Judicial de la Nación, con
idéntica eficacia jurídica y valor probatorio que sus equivalentes convencionales. A su
vez, en el artículo 2° se establece que la Corte Suprema de Justicia de la Nación y el
Consejo de la Magistratura de la Nación, de manera conjunta, serán quienes
reglamentarán su utilización y dispondrán su gradual implementación.
En virtud de ello, la Corte Suprema dicta acordada 31/2011 estableciendo la
“Reglamentación General del Sistema de Notificaciones Electrónicas” y la obligatoriedad
de constituir domicilio electrónico para todos los que litiguen en causas judiciales, por
propio derecho o en ejercicio de una representación legal o convencional, ante la Corte
Suprema de Justicia de la Nación. A tal fin, conforme las acordadas CSJN 03/2012 y
29/2012, se emplearon las distintas fases del “Sistema de notificaciones por medios
electrónicos” (SNE), exclusivaspara ser destinado a las notificaciones electrónicas en los
procesos judiciales.
Paralelamente, a fin de aportar mayor celeridad en la actividad administrativa y judicial,
mediante la acordada CSJN 8/2012 se incorporó el Libro de Asistencia de Letrados (libro
de nota), permitiéndole al profesional consultar el estado de un expediente de manera on-
line y, en caso de verificar que el mismo no se encuentre “en letra”, dejar nota
electrónica.
Con la acordada 14/2013 de la CSJN se amplió la obligatoriedad del Sistema Informático
de Gestión Judicial para todas las Cámaras Nacionales y Federales, como así también
para todos los juzgados, tribunales y dependencia del Poder Judicial de la Nación.
Respecto de los recursos ordinarios y, de ser denegados, los recursos de queja
correspondientes, las denuncias por retardo o denegación de justicia y todas las
presentaciones varias, que se interpusieren a partir del 14 de octubre de 2013, se torna
obligatorio según lo establece la acordada CSJN 35/2013, y para las causas radicadas ante
la jurisdicción prevista en el art. 117 de la Constitución Nacional, con la acordada CSJN
36/2013. Los que fueran resueltos por los superiores Tribunales de las provincias y de la
Ciudad Autónoma de Buenos Aires y que se presentaren a partir del primer día hábil
posterior a la feria de enero de 2014, se tornan obligatorios con la acordada CSJN
43/2013.
Extendiendo el SNE a todo el Poder Judicial de la Nación, conforme a la acordada CSJN
38/2013 y de acuerdo al plan de implementación gradual que establece la norma, se prevé
un plan de difusión y capacitación para la acreditación y obtención del Código de Usuario
Interno y/o Externo al efecto.
En relación a lo anterior, la acordada CSJN 11/2014 lo extiende a los defensores y
fiscales respectivamente, y exige a todos los auxiliares de la justicia la obligación de
adjuntar copias digitales de sus presentaciones en el marco de los procesos judiciales.
Finalmente, el 2 de mayo de 2015 entra en vigencia la acordada CSJN 03/2015 por la que
se aprueban las pautas ordenatorias para garantizar el adecuado y actualizado uso de los
nuevos sistemas informáticos que se encuentran implementados. Entre otras cuestiones se
estableció: la denuncia obligatoria de la IEJ (Identificación Electrónica Judical) para
todas las causas que tramiten ante el PJN; el uso del SNE (Sistema de Notificación
Electrónica) de manera exclusiva y obligatoria; y la obligatoriedad de la presentación de
copias digitales de todas las realizadas en soporte papel dentro de las 24 horas.
La mencionada acordada agrega que, el ingreso oportuno de las copias digitales eximirá
de presentar copias en papel en todos los supuestos en los que la legislación de que se
trate imponga tal deber y su incumplimiento acarreará el apercibimiento que allí se
establece. Para el caso en que las partes soliciten notificarse personalmente, las copias
estarán disponibles en la consulta web de causas y en el sistema de notificación
electrónica.
Únicamente en el caso de las presentaciones de mero trámite, su ingreso web eximirá de
presentar el original en papel, y la oficina judicial deberá dejar constancia en el
expediente.

III. DE LAS COPIAS: EXIGENCIAS, EFICACIA JURÍDICA Y


OBLIGATORIEDAD

Se concuerda con lo advertido por Quadri, respecto de que si la intención del legislador
era la de implementar avances en materia procedimental, debió haber modificado los
códigos respectivos[3]. A pesar de ello, y como destaca lo señalado por Bender, la
reglamentación del Sistema de Gestión Judicial implica en los hechos una modificación
del Código Procesal[4], aunque de esta forma entiendo no resulta de manera armónica
con la normativa que antecede.
En este punto vemos que el art. 120 del Código Procesal Civil y Comercial mantuvo su
regulación, ordenando acompañar copias de todoescrito que deba darse traslado y de sus
contestaciones, de los que tengan por objeto ofrecer prueba, promover incidentes o
constituir nuevo domicilio y de los documentos con ellos agregados. Ello bajo
apercibimiento de tener por no presentado el escrito o el documento, según el caso, con
devolución al presentante sin más trámite ni recurso, si dentro de los DOS (2) días
siguientes a los de la notificación, por ministerio de la ley, de la providencia que exige el
cumplimiento del requisito establecido en el párrafo anterior, no fuere suplida la omisión.
Si bien admite que las copias pueden ser firmadas, indistintamente, por las partes, sus
apoderados o letrados que intervengan en el juicio, en la praxis jurídica para el supuesto
de aquellas respaldadas en soporte electrónico la firma queda suplida por la carga digital
por medio del letrado mediante código de usuario y contraseña.
Al respecto cabe aclarar, como bien señala Pinacchio, que en el Sistema Judicial de la
Nación no existe la Firma Digital, por lo que los escritos que excedan de mero trámite se
deben ingresar al expediente tanto formato papel como en formato electrónico (a través
de dos actos procesales interdependientes)[5].
En el mismo sentido, se expiden los Dres. Bielli y Nizzo enfatizando que las copias
digitales de los escritos que son ingresadas a través del portal web habilitado a tal fin,
revisten el mero carácter de una declaración jurada, más no representan un “escrito
electrónico” autónomo que se basta a sí mismo (como sí ocurre en el caso de las
presentaciones electrónicas en el ámbito del Poder Judicial de la provincia de Buenos
Aires)[6].
Retomando lo normado por el código ritual y demás reglamentaciones aplicables,
encontramos concluyente -la obligatoriedad de las copias de los escritos y/o de los
documentos, salvo cuando cuya reproducción fuese dificultosa por su número, extensión,
o cualquier otra razón atendible-, siempre que así lo resolviere el juez, a pedido
formulado en el mismo escrito, conforme habilita el artículo 121 del cuerpo normativo
precedentemente citado. En tal caso el juez deberá arbitrar las medidas necesarias para
obviar a la otra u otras partes los inconvenientes derivados de la falta de copias.
Así también quedan exceptuados del requisito exigido en el artículo 120 del CPCCN, los
expedientes administrativos de los que se ordenase su agregación, según lo dispuesto por
el artículo 122.

III.- PRINCIPIO DE PUBLICIDAD DEL EXPEDIENTE Y EL DERECHO AL


ACCESO DE LAS ACTUACIONES

Desde la Constitución Nacional se garantiza el principio de publicidad y transparencia de


los actos de Gobierno y el derecho de acceso a la información pública a través del
artículo 1º, de los artículos 33, 41, 42 y concordantes del Capítulo Segundo —que
establece nuevos Derechos y Garantías— y del artículo 75 inciso 22, que incorpora con
jerarquía constitucional diversos Tratados Internacionales.
La actividad jurisdiccional, que abarca por un lado la acción de políticas de
administración de recursos y por otro lado la función de impartir justicia, se ubica
indudablemente en el ámbito del estado, y como tal está sujeta al “principio de publicidad
republicana”. Sin perjuicio de lo expuesto, hasta 2016 solamente se encontraba vigente el
Decreto N° 1172/2003 con ámbito de aplicación que se circunscribía exclusivamente al
Poder Ejecutivo, por lo que posteriormente fue necesario su tratamiento en el Congreso a
través de la Ley N° 27.275, logrando su ampliación al ámbito de los demás Poderes como
el Legislativo y Judicial, el Consejo de la Magistratura y otros órganos de extra poder
como el Ministerio Público, entre otros.
Por ello, es que resultó más que pertinente establecer el acceso informativo por medio de
las consultas de las causas y de las actuaciones que tramiten en instancia judicial, a través
del Portal Judicial de la Nación www.pjn.gov.ar.
Ahora, es dable remarcar que asumir que la información que se encuentra almacenada en
el ámbito del Poder Judicial es pública por el sólo carácter público de la actividad
jurisdiccional sería un error, ya que corresponde distinguir cuál información es pública y
en su caso accesible, y cuál por lo contrario es reservada salvo para aquellos que sean
partes y/o tengan interés legítimo, a cuyo respecto deba guardarse confidencialidad.
Tomando la clasificación analizada por Cosentino citando a Vivant, encontramos que la
información podría calificarse en las siguientes[7]:
- Reservada. La reserva puede invocar interés público o privado, sin embargo, no excluye
todo acceso.
- Accesible. Información a la que puede acceder, no a la que se debe acceder, sobre la
cual el sistema jurídico ha establecido condiciones o parámetros que diseñan un acceso
más abierto que permite aun el aprovechamiento por el sujeto concernido o por grupos de
personas.
- Común. Proviene de información cuyo destino es ser difundida. No puede retenerse,
vocacionalmente pertenece al ámbito público[8].

IV.- PRESUNCIÓN DE PUBLICIDAD, MÁXIMO ACCESO Y OTROS PRINCIPIOS

Volviendo a la Ley N° 27.275, observamos los principios pilares en los que se funda la
misma para el alcanzar su principal objetivo de garantizar el real acceso a la información
pública.
Primeramente, establece la “presunción de publicidad” lo que implica que toda la
información en poder del Estado se presume pública, y así también dispone la
“transparencia y máxima divulgación” de toda la información en poder, custodia o bajo
control del sujeto obligado, el Poder Judicial para el caso, que debe ser accesible para
todas las personas, en ambos casos pudiendo ser solamente limitado cuando concurra
alguna de las excepciones previstas en esta ley, de acuerdo con las necesidades de la
sociedad democrática y republicana, proporcionales al interés que las justifican.
Por otro lado, dispone el “máximo acceso” implicando que la información debe
publicarse de forma completa, con el mayor nivel de desagregación posible y por la
mayor cantidad de medios disponibles, siendo accesible en formatos electrónicos
abiertos, llamado “apertura”.
Excepcionalmente, los sujetos obligados podrán exceptuarse de proveer la información
cuando configure alguno de los supuestos abarcados en el artículo 7°, los más relevante al
caso son: la “información de carácter judicial cuya divulgación estuviera vedada” por
otras leyes o por compromisos contraídos por la República Argentina en tratados
internacionales; o de aquella informaciónobtenida de investigaciones cuya divulgación
pudiera frustrar el éxito de la misma; y la información clasificada como reservada o
confidencial o secreta ; o las amparadas por el secreto profesional; entre otras.
Es aquí cuando debemos remitirnos a la norma procesal vigente quereglamenta la Justicia
Nacional dispuesto por la acordada CSJN 17/12/1952, encontrando que como regla
general se habilita la revisión de expedientes a las partes, sus abogados, apoderados,
representantes legales y los peritos designados en el juicio, y cualquier otra persona
autorizada debidamente por los abogados y procuradores, y por los representantes de la
Nación, de las provincias, de las municipalidades y de las reparticiones autárquicas; como
también cualquier abogado, escribano o procurador que no intervenga en el juicio,
siempre que justifique su calidad de tal cuando no fuese conocida; y los periodistas, con
motivo del fallo definitivo de la causa.

V.- RESERVA DE EXPEDIENTES. CASOS ESPECÍFICOS

Continuando con el mencionado reglamento, los artículos 64 y 65 disponen


excepcionalmente los expedientes que se encuentran reservados y/o de acceso
restringido, a saber:
·Expedientes que contengan actuaciones administrativas reservadas.
·Expedientes referentes a cuestiones de derecho de familia (divorcio, filiación, nulidad de
matrimonio, pérdidas de la patria potestad, tenencia de hijos, insania, etc.), así como
aquellos cuya reserva se ordene específicamente.
·Sumarios criminales, que no podrán ser revisados ni aún por las personas mencionadas
en el art. 63, salvo las excepciones admitidas por la jurisprudencia.
Para materias específicas, observamos el “Reglamento para la Justicia Nacional en lo
Comercial”[9], el cual expresamente agrega como excepción a las siguientes:
·Medidas cautelares;
·Diligencias preliminares; y
·Pedidos de secuestros de bienes prendados.
En cambio, en el “Reglamento para la Justicia Nacional en lo Civil”, no se encuentra
igual previsión.

VI.- DE LA SITUACIÓN REFLEJADA EN PODER JUDICIAL LA PROVINCIA DE


BUENOS AIRES

Pues, si bien el presente análisis tiene reparo en el ámbito del Poder Judicial de la Nación,
no podemos desconocer que idéntica situación queda descubierta en el ámbito del Poder
Judicial de la provincia de Buenos Aires, como de otras jurisdicciones locales del interior,
que en otra oportunidad abarcaremos más específicamente.

VII.- LA PROBLEMÁTICA EN CUESTION

En orden de lo expuesto, podemos arribar que el Sistema implementado de ningún modo


“despapelizó”, sino que solo otorgó una herramienta tecnológica que permitió al Poder
Judicial de la Nación, como a sus organismos auxiliares y a los actores involucrados,
digitalizar las actuaciones de los expedientes y así permitir el acceso a la información de
forma ágil y segura, ahorrando tiempo clave en el flujo del procedimiento, no así
evitando el consumo de papel y tampoco aminorando la cantidad de trabajo para los
operadores jurídicos lo cual se vio incrementado.
Ya que además de las presentaciones efectuadas en papel, se agrega la exigencia de la
copia en soporte digital en las formas y oportunidades previstas, so pena de tenerlo por no
presentado ordenando consecuentemente su desglose y reserva en Secretaría para su
devolución, en lo que excede a los de mero trámite.
Como la normativa en análisis no hace distinción de las medidas cautelares, los juzgados
entienden que siempre resulta obligatoria la carga de la copia en soporte digital, toda vez
que no incurre en el supuesto de reproducción dificultosa con motivo de su número y
extensión, o cualquier otra razón atendible.
A pesar de ello, encontramos adecuada la figura del “expediente reservado” que restringe
el acceso público de cualquier persona que tenga acceso al Portal Judicial de la Nación a
través de internet, lo que resguarda que la medida cautelar como así toda otra diligencia
preliminar pueda solicitar y efectuarse inaudita parte, con la sola acreditación de la
verosimilitud del derecho y del peligro en la demora, y en su caso del ofrecimiento de
una contracautela juratoria o real.
En el ámbito comercial, se encuentra prevista la reserva del expediente y de sus
actuaciones, previendo su edición por separado del principal, acorde a la instrumentalidad
de la medida. Semejantes protecciones gozan las actuaciones administrativas, las causas
de familia y los sumarios criminales; que guardan especial reserva y acceso restringido,
como confidencialidad de los datos contenidos.
VIII.- CONCLUSIÓN

Ahora bien, respecto al ámbito civil, surge relevante que dicha cuestión sea advertida por
la parte peticionante a fin de dar anuncio al personal del PJN sobre el carácter especial
del acto petitorio, y de esta forma, asegurar que se dé fiel observancia a lo dispuesto por
las normativas vigentes e impriman correctamente la calificación que les correspondan
para salvaguardar los principios del debido proceso y la defensa en juicio.
Especialmente, teniendo en consideración que de hacerse públicas las actuaciones, la otra
parte podría hacerse de aquella beneficiándose sin dejar la constancia de la notificación
personal y/o tácita que opera con la debida constancia o por el retiro de copias y/o
préstamo del expediente, y peor aun resultando frustrar el fin perseguido con la cautelar.
Es importante subrayar que no se prevé tratamiento específico actual en este fuero,
aunque entiendo tampoco resulta excluyente la solución aludida de la reserva de las
actuaciones. En subsidio, solicitar sea dispensado de la carga digital obligatoria con
fundamento al último párrafo del art. 121 del CPCCN cuando expresa “(…) o cualquier
otra razón atendible”, y en su defecto, ante la subsistencia de obligación de la copia
digital, solicitar que la carga al Sistema Lex 100 y/o su reflejo público al Portal, sea
dilatado para luego de concluida la medida o efectuado el traslado, en caso de
corresponder.

[1] Abogada y Agente de la Propiedad Industrial. Asesora legal e Instructora Sumariante


en la Dirección Nacional de Vialidad. Profesora Universitaria de la Facultad de Ciencias
Jurídicas de la UADE. Coordinadora Académica en IADPI. Coordinadora del
Suplemento “Expediente Electrónico” del ElDial.com. Posgrado en Notariado en UCA.
Maestrando en Derecho Empresarial en ESEADE.
[2] NIZZO, Andrés y BIELLI, Gastón., Revista Derecho del Trabajo Número: 2017 (10-
octubre), “Eficacia Procesal de las Copias “Digitales” de escritos judiciales en el Poder
Judicial de la Nación. Reflexiones en torno a un pronunciamiento de la Justicia Nacional
del Trabajo”, disponible en: https://biblioteca.mpf.gov.ar/meran/opac-detail.pl?
id1=49666.
[3] QUADRI, Gabriel H. “De nuevo sobre las copias digitales”. AL DÍA ARGENTINA.
Disponible en: https://aldiaargentina.microjuris.com/2016/12/22/de-nuevo-sobre-las-
copias-digitales/
[4]BENDER, Agustín. “El nuevo Código de Procedimiento Electrónico. Problemas de
constitucionalidad, transparencia y dispersión normativa en la transición al expediente
digital, en ElDIAL dc208f.
[5] PINACCHIO, Ángela María Clara. “La despapelización y las nuevas tecnologías”.
SAIJ. Disponible en: http://www.saij.gob.ar/angela-clara-maria-pinacchio-
despapelizacion-nuevas-tecnologias-dacf180062-2018-03-07/123456789-0abc-defg2600-
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%5B5%2C1%5D&t=1365
[6] NIZZO, Andrés y BIELLI, Gastón. Ob. Cit., p. 1 y ss.
[7] COSENTINO, Guillermo. “La información judicial es pública, pero contiene datos
privados. Cómo enfocar esta dualidad”. IIJUSTICIA. Disponible en:
http://www.iijusticia.org/heredia/PDF/Cosentino.pdf.
[8] Conf. VIVANT, Michel. “Derecho de la Información. Un derecho de acceso: ¿hasta
dónde?”, Derecho de Alta Tecnología, Año V, n° 55, marzo de 1993, p. 3/7.
[9] Disponible en: https://uejn.org.ar/sites/default/files/REGLAMENTO%20PARA
%20LA%20JUSTICIA%20EN%20LO%20COMERCIAL.pdf
https://uejn.org.ar/sites/default/files/REGLAMENTO%20PARA%20LA%20JUSTICIA
%20CIVIL.pdf

Citar: elDial DC27D5


Publicado el: 16/07/2019
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