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Las tarjetas de crédito son una herramienta poderosa con grandes beneficios y riesgos.
Por ser una deuda rotativa tienen el potencial de convertir pequeñas deudas en deudas
grandes que parecen impagables.
El pago mínimo es un elemento que permite pagar solo un proporcional de los consumos
realizados con la tarjeta. Cuando pagamos el mínimo toda la deuda que se acumula
genera interés para el siguiente corte de la tarjeta, esto hace que al pagar el mínimo la
deuda se acumule.
El pago del mínimo debe ser utilizado exclusivamente en casos extraordinarios siempre
y cuando entendamos las implicaciones que esto puede generar en los intereses y en
nuestra deuda total.
Todas las tarjetas de crédito tienen un día de corte al mes y un día de pago, estos días
podrían coincidir, aunque no es lo usual. El día de corte es aquel límite hasta el cual se
van a cargar los consumos realizados en ese mes, posteriormente los consumos se
cargarán al siguiente pago. El día de pago es la fecha límite hasta la cual podemos
cancelar los valores pendientes de nuestra tarjeta. Los intereses son tomados en cuenta
desde el día de corte por lo cual, si realizamos un consumo y ya no se pudo cargar en
este mes, este será cargado al próximo mes de pago incluyendo los intereses que el
mismo pueda generar.
Conocer nuestros días de corte y pago nos permite administrar mejor nuestro dinero y
cuando vamos a realizar los pagos de los consumos realizados.
La tasa de interés es el precio que tenemos que pagar por el dinero que el banco nos
está prestando. En todo momento debemos recordar que cuando pagamos con una
tarjeta de crédito ese dinero no es nuestro si no del banco, y el banco nos cobrará una
tasa de interés por el tiempo que mantengamos la deuda con ellos.
Conocer la tasa de interés que tiene nuestra tarjeta de crédito es de vital importancia.
Obtener la mejor tasa de interés posible debe ser nuestra meta. Esto se logra
informándose sobre las tasas de interés en el mercado y los diferentes productos que
ofrecen los bancos en crédito de consumo.
· Historial crediticio
· Corriente vs Diferido
La norma es pagar a corriente y no tener que pagar el interés que el banco cobra por
mantener una deuda o diferir la misma.
De todas maneras, hay que ser conscientes que no todo lo que vamos a adquirir en
consumo puede ser adquirido inmediatamente, por lo cual muchos meses se hará
necesario diferir nuestros consumos.
Directamente si los bienes son perecibles y no tienen larga duración, el diferir los
mismos se muestra como una acción incompatible. Recuerde que si difiere productos
consumibles continuaría pagando en los siguientes meses por bienes que ya uso o
consumió.
Si los bienes son duraderos puede considerar diferir el consumo por un periodo menor
o igual a la vida útil del bien. Por ejemplo, si piensa adquirir un electrodoméstico con
una vida útil mayor a los 5 años, podría diferir este consumo para pagarlo en unos meses.
Si por alguna razón usted no puede pagar la deuda el bien puede ser vendido para pagar
un proporcional o la totalidad de la deuda.
Podría diferir sus consumos cuando los bienes son un respaldo de sus deudas. Si por
alguna razón no puede pagar la deuda usted podrá vender los mismos.
Muchas veces se puede ahorrar para adquirir el producto al contado para no pagar
intereses realizando una planificación financiera adecuada.
La deuda de consumo siempre será mala no importa para que fin sea. La única deuda
buena es la que apalanca activos productivos que generen un ingreso para su familia
o negocio. Esta deuda bien administrada le permitirá obtener mayores ganancias.
Sin entrar en detalles, uno debe entender cuando adquiere una tarjeta de crédito que
el banco siempre va a tratar de recuperar toda su cartera vencida. Esto significa que
cuando no se paga una deuda está sigue generando intereses normales y
adicionalmente puede generar intereses de mora. Estos intereses pueden llegar a una
liquidación judicial si no son pagados y en esta instancia corren peligro no solo su deuda
adquirida inicialmente si no que puede llegar a embargos de bienes y otros activos que
usted posea.
Por esto es indispensable que usted conozca su capacidad de pago y ser consciente de
las implicaciones que tiene un crédito. Mi sugerencia es que al tener una deuda siempre
cuente con el mismo respaldo en activos que le permita hacer frente a situaciones
adversas.
Las deudas en gastos consumibles y perecibles son peligrosas porque no tienen ningún
respaldo en activos.
Como segundo punto deberá realizar un análisis de todos los gastos necesarios y los que
no lo son para poder recortar momentáneamente los mismos y destinar el flujo
resultante en los pagos de deuda.
Si se plantea un plan a mediano plazo con disciplina podrá ver como sus deudas pueden
disminuir. El consejo más sano y más habitual es de sentido común, no debemos gastar
más de lo que ingresamos, pues el déficit genera deuda.
Por último, siempre manténgase informado sobre las tasas de interés y si su caso es
especialmente grave considere buscar refinanciamiento con su institución crediticia, es
mejor ser sinceros sobre su situación económica que llegar a una instancia más grave.
En cuanto a lo académico cuenta con una maestría en finanzas y una maestría en dirección de
empresas, además de haber cursado la escuela de expertos tributarios en el segundo semestre
de 2018.