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Medicina General

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V alores y comunicación. Ética del cuidado


R. HERNÁN BAEZA
Docente de Comunicación y Bioética. Escuela de Medicina. Universidad de Chile.

■ INTRODUCCIÓN nal; la igualdad tiene para alguien más significado


o sentido que la unidad. Existe una larga discu-
La comunicación está viva en nosotros, es sión acerca de si los valores son comunes para to-
una conexión-unión hacia los otros y hacia dentro dos, si son racionales o emocionales (1-5).
de nosotros. La comunicación nos permite decir, Loa valores existen en todos nosotros, con
escuchar, preguntar y explorar el mundo; nos une, diferente intensidad e importancia, están en casi
nos relaciona, es el espacio permanente en que todos los actos que efectuamos, son una gran fuer-
nos movemos y existimos, es un misterioso ce- za espiritual que nos impulsa hacia alguna acción.
mento/espacio que nos conecta por donde trans- Es común escuchar que el amor, la caridad, la
curre nuestra vida. Vivimos en "espacios de comu- compasión, son valores muy importantes en el
nicación". cristianismo, pero también lo son para los budistas
Los valores son la forma de querer algo, de y otras culturas. Otro ejemplo son los derechos de
darle importancia, de darle una fuerza a la comu- los pacientes a ser escuchados, respetados, a de-
nicación o a una persona, o a un objeto, o a lle- cirles la verdad, que visto desde otro punto de vis-
gar a ser como ellos. Los valores son una cuali- ta, son la expresión práctica de valores universales
dad o un bien, que están tanto dentro de nosotros de amor, unión, igualdad y justicia. Todos nuestros
como en el objeto que valoramos. Algunos los actos están llenos de valores y es importante que
consideran objetivos, otros subjetivos o estimati- los busquemos y los tengamos presentes. Los me-
vos, algunos filósofos los describen como perte- jores valores encarnan en forma viva lo mejor del
necientes a un "mundo ideal, platónico". Según ser humano y sus diferentes acciones. Cada vez
Max Scheler, los valores, en su manera de actuar que no tratamos de "hacer lo humanamente posi-
internamente, serían emotivos e intuitivos, en lo ble por lograrlos", podemos caer en los antivalores
que coincide con Hartmann. No hay un acuerdo o valores negativos, como la destrucción, el odio,
común sobre sus características y naturaleza más la agresión. Cuando estos antivalores son ensalza-
profunda. Por ejemplo esto es "bueno" porque sa- dos como modos de vida o dominación, estamos
tisface una necesidad mía y también la de muchos en presencia de formas de vida muy destructivas
otros. Podemos decir, como un símil, la idea de que van contra lo mejor de nuestras posibilidades.
vector usado en la física, el valor tiene un sentido Por ejemplo, la guerra, la dictadura, la tortura, el
o dirección, generalmente trata de mostrar lo me- exterminio, hechos aún presentes en nuestra cultu-
jor; tiene una magnitud: los valores pueden ser ra. Los valores también contribuyen en nuestra au-
pequeños o grandes. Por ejemplo, la justicia, el torregulación durante la acción y/o reflexión, nos
amor, son valores muy "grandes", vamos hacia van guiando hacia lo mejor que buscamos (6,7).
ellos como una dirección y pocas veces los alcan- En este artículo trataremos de mostrar los va-
zamos, pero sí existen. El término de sentido, ade- lores y las mejores maneras de estar presentes en
más de dirección, puede ser su significado perso- la comunicación humana. Esta visión tratará de

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ver el tema "desde lo interior", desde lo que so- como un "secreto común", como "como un acuer-
mos en el mundo personal y en nuestra subjetivi- do común", como una carencia colectiva que de-
dad, desde el intento de unirnos con el otro, de bemos solucionar dentro de nosotros mismos y en
ser partícipe de lo que le sucede, de conectarnos la relación con los pacientes.
y relacionarnos. Existe en la medicina una creen- Muchos son los antecesores de este modo de
cia de que sólo lo científico, racional y lógico es pensar y de relacionarse con los pacientes. Pode-
verdadero, lo cual descalifica todo lo personal, in- mos nombrar a Sigmund Freud como iniciador del
dividual, emocional, valórico. Muchas cosas de psicoanálisis, una manera muy profunda de comu-
nuestro mundo interno y personal no son raciona- nicación terapéutica y visión de la mente; a Soe-
les en su presentación y expresión, por ejemplo ren Kierkegaard, del siglo XIX, filósofo danés, ini-
una fantasía, un deseo, un sueño. Pero no por no ciador del existencialismo; a Martin Heidegger,
ser racional son irracionales, locas, peligrosas y filósofo alemán del siglo XX, existencialista de
deben ser excluidas del pensamiento o del conoci- gran importancia, que desarrolla una filosofía del
miento. Debemos poder convivir con el mundo ser, de una vivencia completa, no dividida, autén-
externo-lógico y el interno-emocional (8,9). tica, experiencial, que se enfrenta a la muerte, a
la angustia, al sin sentido, a la nada; Rollo May,
psicólogo existencialista y terapeuta analista.
■ LA ÉTICA DEL CUIDADO: UN ÉNFASIS Otros psicólogos en esta misma línea son Carls
EN LO PERSONAL Y SUBJETIVO. Rogers y Abraham Maslow de una escuela huma-
ANTECEDENTES nista existencial. Desde otra vertiente, Caroll Gilli-
gan (1983), psicóloga, investigó las formas en que
Un aforismo médico anónimo, del siglo XV, aparecía el juicio moral en el hombre y la mujer.
dice: Muy en resumen, encuentra que los juicios mora-
"Se cura algunas veces. les de los hombres están basados en lo racional,
Se alivia con frecuencia. en la idea de la justicia y tienden a ser más im-
Se cuida siempre." personales; en cambio, en las mujeres están más
La intención de cuidar está siempre presente relacionados con el afecto, la comunicación indi-
en lo médico, es como un "trasfondo", es como lo vidual y con la necesidad de cuidar a la persona
mínimo que siempre podemos hacer. Está en lo afectada. Esta idea, sumada al conocimiento ante-
humano, nos nace espontáneamente. En los últi- rior, ha tenido gran importancia en la Ética del
mos años reaparece un interés por la idea del cui- Cuidado.
dado en lo personal, como una vuelta a lo básico. Todos estos autores han aportado una visión
El predominio de lo tecnológico, lo impersonal, lo del hombre desde muchas perspectivas, pero que
racional y científico nos ha llevado a una medici- se pueden resumir en algunos puntos.
na de intervención al paciente como si fuera una 1.- La mente humana no es sólo racional,
máquina, un aparato al cual cambiamos-tratamos aunque esto sea muy importante para la investiga-
con otros aparatos. Esta mirada tan reducida del ción y comunicación del conocimiento. Lo racio-
ser humano hace que se vuelva "al origen", a lo nal es una "pequeña parte de nuestra interioridad",
más primario, al cuidado, a la emoción, al afecto, aparece tardíamente en la evolución humana y
a lo vivencial. Esta búsqueda señala una carencia, tiene como cimiento o sustento una variedad de
lo que nos falta, y se comienza a contruir una Éti- otras maneras de elaborar la realidad: emociones,
ca del Cuidado (9). creencias, fantasías, impulsos, mitos, necesidades
Nosotros creemos que esta carencia de lo in- biológicas y gran parte de nuestro inconsciente.
dividual, subjetivo, no sólo existe en la relación 2.- Nuestra subjetividad e interioridad está
médico paciente, sino también en los mismos mé- compuesta de muchos elementos que deben ser
dicos, los internos y alumnos de medicina, como considerados en la comunicación médica, ya que
algo personal de gran importancia, no resuelto, no forman nuestra identidad y la de los pacientes. Las
bien expresado, sin caminos claros de solución. Es emociones personales, las fantasías, creencias, mi-
paradójico darnos cuenta, que siendo un tema tan tos, valoraciones del mundo, crean nuestro mundo
importante del desarrollo personal, sigue presente subjetivo, nuestra manera de ser interior, que tene-
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mos que poder expresar y elaborar en conjunto parar y dividir como se intenta hacer. Nuestra co-
con el mundo racional. herencia y transparencia entre estos tipos de co-
3.- Sabemos, por las ideas de los filósofos y municación es fundamental para poder enseñarla.
psicólogos existencialistas, que el conocer, es en Los modelos docentes en los que nos hemos for-
gran parte una experiencia personal, además de mado los mayores fueron restrictivos, distantes,
una visión racional; que somos seres con un desti- punitivos e impersonales; deben ser dejados atrás
no individual, al cual buscamos y por el cual lu- como parte de una historia, pero no como una
chamos; que debemos buscar ser auténticos, acla- mejor manera de enseñar como aún sostienen al-
rarnos con nuestras necesidades y no actuar con gunos docentes de la universidad.
los valores impuestos desde afuera; que debemos 6.- Existe un aforismo muy antiguo que dice:
ser seres conscientes de nosotros mismos y escu- "La única manera de aprender es enseñar". Todos
char nuestras voces internas como guías. Este tipo los docentes sabemos esto y lo practicamos. Cada
de conocimiento por experiencia, nos acerca vez que explicamos alguna relación, ley o princi-
internamente a vivencias como la empatía, la pio, mejor comprendemos, mejor sabemos. En ge-
compasión, el amor, que visto sólo desde lo racio- neral, si tenemos dinero y lo damos disminuye
nal no son posibles de conocer ni experimentar. El nuestra cantidad de dinero, pero "paradójicamen-
lenguaje verbal no alcanza a describir muchas ex- te", si doy o enseño un conocimiento o un saber
periencias personales, sin las cuales nuestro con- determinado éste aumenta dentro de mí. Esto tam-
tacto con los demás se empobrece en forma extre- bién es muy claro en la enseñanza de conceptos
m a . E l l e n g u a j e c o r p o ra l y l a e x p r e s i ó n d e psicológicos o espirituales, como la empatía, la
emociones han pasado a tener gran importancia compasión, el amor. Mientras más los explicamos
en la comunicación. más los aprendemos; por ejemplo, explicar la Ley
4.- Todo lo anterior nos lleva a que debemos de Starling desde su forma más simple o más com-
cultivar en nosotros las mejores cualidades perso- pleja con sus bases moleculares sea a los alumnos
nales de afecto, cercanía, empatía, capacidad de o a los internos. Si reflexionamos sobre esta idea y
amar, valores universales, tolerancia hacia los la hacemos nuestra, es fácil ver que los alumnos y
otros, si queremos ser verdaderos agentes morales, nosotros podemos aprender enseñando. Es común
sea como médicos o enfermeros. No basta con sa- en nuestra docencia que los alumnos o internos
ber intelectualmente las cosas o estas maneras de expongan temas en trabajos de seminarios sobre
actuar o pensar; es necesario un trabajo personal un tema. Siempre hemos sabido que los únicos
de reflexión, de autoconciencia de cómo somos y que aprenden son los que exponen y explican; y
qué nos sucede, de autocomprendernos como el los que escuchan, muy poco. Esto da otro argu-
camino de comprender a los demás. Esta afirma- mento para que se hagan muy pocas clases teóri-
ción coincide con las ideas de las virtudes expues- cas o magistrales y se busque una manera parti-
tas por los griegos, como Aristóteles en "Ética a cipativa en el aprender.
Nicómaco" (11), que no sólo bastaba saberlas, co- Como un resumen de lo anterior, la comuni-
mo la bondad, la sabiduría, el amor, la honradez, cación técnica/racional se da en un "espacio car-
sino que había que cultivarlas como algo perso- tesiano", es impersonal y común para todos los
nal, a lograr después de un largo esfuerzo. En los participantes. La comunicación personal,
últimos años, en su libro "Después de la Virtud", interna/emocional se da desde lo subjetivo, y pro-
A. MacIntyre, hace una revisión histórica y actual duce una comunicación intersubjetiva, que es la
sobre el tema (12). que nos da lo humano y personal, el reconoci-
5.- La enseñanza de este tipo de valores, miento por el otro.
concepto de hombre y de medicina, requiere una
docencia basada en la confianza, la cercanía, el
afecto y la amorosidad con los alumnos. Si no in- ■ LA COMUNICACIÓN EN LO
tentamos esta manera de enseñar, es muy difícil INDIVIDUAL
lograr trapasar estos valores. Creemos que la rela-
ción docente-alumno, docente-paciente, alumno- Vivimos en la racionalidad; los juicios mora-
paciente son una misma cosa que no podemos se- les tratan de ser imparciales, universales, iguales y
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válidos para todos en situaciones similares, como co, lo impersonal, lo clasificado, lo repetitivo. En
quedó muy aceptado después de Kant, como un esta visión el otro o su persona está empequeñeci-
imperativo categórico. Una verdad desconectada do, parcializado. Intervenimos en él, pero no esta-
de los hechos, sólo intelectual y trascendente. La mos con él. La mayor parte de nuestras relaciones
objeción que se hace a esta posición (6) consiste personales cotidianas son en esta manera, como
en que al asumir un punto de vista imparcial se también la mayor parte de las relaciones con los
imposibilita interiorizarse en la situación del otro, pacientes y el resto de los médicos (13).
ponerse en su lugar, y por lo tanto comprender La otra manera de comunicarse es con el Tú,
adecuadamente sus perspectivas y necesidades, lo un "otro como yo". Es similar al encuentro perso-
intersubjetivo. La ética del cuidado enfatiza este nal, a una interacción circular. Aquí actuamos en
acercamiento personal, particular, como una for- todo lo que somos, en todo nuestro ser. Este tipo
ma de comprensión moral. Sin este contacto que- de contacto se nos da, nos llega si estamos abier-
damos descalificados de hacer buenos juicios mo- tos y dispuestos, no lo podemos forzar ni manipu-
ra l e s y p a ra a c t u a r e n f o r m a m o ra l m e n t e lar. Puede ir desde lo personal, a la naturaleza o a
responsable. No podemos hacer juicios morales la experiencia religiosa. No podemos vivir sin el
adecuados para el otro si nos ponemos en un pun- ELLO, pero donde estamos completos es en el TÚ.
to de vista objetivo, imparcial, desde afuera, como Las experiencias de esta comunicación más com-
observadores neutros. pleta, todos las hemos tenido con la naturaleza, al
Esta visión de la ética es totalmente diferente estar enamorados, en lo religioso, con la alegría o
a la ética tradicional y de los principios. Ve otra con la música. Lo importante es que el mundo del
realidad, en forma diferente, con un fuerte com- ELLO es limitado, cosificado, impersonal, y que
promiso personal y acciones diferentes. En este puede enriquecerse en un intento más pleno y lle-
sentido, esta ética del cuidado enriquece el con- no de valores de cercanía, comunicación, amor,
tacto y lo hace más humano. Una medicina hecha comprensión en intentar abrirnos al contacto con
solamente desde lo racional no sólo empobrece a el otro. Esta idea es como una luz, un faro; no
los pacientes, sino también a los médicos que la siempre llegamos a ella, pero debemos tenerla
realizan, ya que somos lo que hacemos y si sólo presente.
tenemos esta mirada racional nos lleva a ser per- La valoración del otro, de todos los otros, es
sonas muy limitadas. difícil, es un largo camino personal. Nuestro ego o
nuestro yo nos tiende a alejar del otro, a mirarlo
desde lejos, con desconfianza; es parte de nuestra
■ LA VALORACIÓN DEL OTRO naturaleza humana el temer que el otro nos puede
dañar. Tendemos a comunicarnos poco, a no decir
Mientras más parecido a mí encuentre al nuestras emociones, ni todo lo que pensamos y
otro, mientras más vea en el otro mis mismas ma- deseamos. Tenemos una especie de coraza, de de-
neras, ideas, razones, sentimientos, impulsos, ma- fensa con el otro. Yo creo que ésta es nuestra rea-
yor es mi posibilidad de comunicarme y con- lidad. Muchos médicos creemos que lo único váli-
tactarme con él. Pero si veo al otro o lo siento do es nuestro discurso interno/externo: no importa
diferente, distinto, con diferentes posibilidades de lo que el otro piense, sienta o crea, es una postura
ser, incluso agresivo conmigo, menores son mis de autorreferencia permanente, sin poder escu-
posibilidades de comunicación. Un filósofo, Mar- char desde el otro sus creencias, emociones y va-
tín Buber, publicó en 1923, un libro llamado "YO lores.
y TÚ", donde plantea que toda comunicación es Durante el siglo XX, además del conocimien-
dialógica, una interacción de a dos: nos tocamos, to psicológico, que tiende a mejorar nuestra co-
nos intervenimos el uno con el otro. Distingue municación y nuestra acción con los otros, han
una comunicación del YO-ELLO, en que el otro es aparecido muchos códigos de ética, que tienden a
un ser más distante, como una cosa, no un igual. defender al otro, en nuestro caso a los pacientes.
Lo vemos y valoramos desde lejos, lo alejamos. El primero fue el Código de Nuremberg (1947)
Nuestra experiencia externa es, así, un conoci- que obliga a pedir consentimiento al hacer un ex-
miento parcial, una información, el dato científi- perimento en un ser humano. Luego aparecen
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otros códigos de ética y el de los Derechos de los que sea posible, hay que ser solidarios con sus
Pacientes (1973), que plantean la necesidad de emociones. A veces esto no es fácil, es un camino
que los pacientes sean respetados, bien tratados, que tenemos que cultivar primero en nosotros,
informados, cuidados, entre muchas otras ideas aprender a reconocer nuestras propias emociones.
(promover su autonomía). Estos códigos nos mues- La única manera de aprenderlo, como las virtudes,
tran nuestras realidades de las muchas faltas a la es haciéndolo, atreviéndonos, preguntando.
ética que se producen en los hospitales y las seña- La idea de los estoicos de la apatía, como el
lan una por una, en un sentido positivo, como va- no sentir, como el que no se note que yo siento,
lores que debemos cuidar y promover en nuestra ha sido una actitud común en la medicina. Corres-
relación médico-paciente. ponde al médico distante, objetivo, impersonal,
Si reflexionamos sobre la comunicación, ve- que todo lo sabe, tan común en otras épocas.
mos que una buena comunicación es un valor en
sí misma; el hecho que se produzca es un bien La compasión (15)
para el paciente y para nosotros. Los valores rela- Es una vivencia muy cercana a la solidari-
cionados con la comunicación son muchos: la dad. Es una conexión con la dificultad, con el do-
cercanía, la intimidad, el amor, la justicia, la leal- lor del otro. Dolerse con el otro, va más allá que
tad, la paciencia, y una virtud que debemos tratar la empatía, produce en nosotros una necesidad de
de obtener siempre, y nos cuesta mucho, es la hu- ayudar, un compromiso más permanente de que
mildad. La humildad es poco habitual en la medi- haremos todo lo que podamos para acompañar,
cina y no es algo muy fácil de lograr. Retener aliviar al otro. Esta experiencia no nos sucede
nuestras ansias de querer decir todo, de imponer siempre, pero nos sucede. Una medicina sin com-
nuestro pensamiento y nuestras ideas, de tener la pasión sería muy pobre, con muy poca vida inter-
razón, de dar siempre una impresión de que so- na. Una medicina con mucha compasión puede
mos mejores, de que somos el mejor médico. ser peligrosa para el médico y el paciente. La res-
puesta está en el punto medio, como todas las vir-
tudes. Si la compasión es mucha se crean uniones
■ CUALIDADES Y ESPACIOS DE UNA muy intensas, que crean problemas en los médi-
BUENA COMUNICACIÓN cos, se pierde la objetividad, la aceptación. Si la
terapia fracasa, si el paciente fallece, esto puede
Son muchas las características de una buena ser un conflicto y un sufrimiento para el médico.
comunicación, quizás son muchas, trataremos de Es un riesgo, debemos tener conciencia de él, no
enumerar y describir algunas virtudes y valores debemos creernos omnipotentes y pedir ayuda a
que nos ayudan a comunicarnos. otros médicos.
La compasión, en un sentido más profundo,
La empatía (14) puede llegar a ser una actitud hacia el mundo, ha-
Existe un acuerdo generalizado de su necesi- cia todo lo existente, vivir en forma compasiva,
dad en la comunicación médica: el compartir las como una virtud permanente hacia lo doloroso. En
emociones con el otro, ponerse en el lugar del este punto se sale de lo médico y es una actitud
otro, sentir con el otro, estar internamente con el más religiosa, de amor, participación, solidaridad
otro. Esto no siempre nos sucede a nivel emocio- y compromiso. Ha sido muy desarrollada en el
nal, pero si somos capaces de reconocer las emo- cristianismo y en el budismo. Arthur Schopenauer,
ciones del paciente, decirlo y adecuarnos a ellas, filósofo del siglo XIX, creía que el sentir compa-
ya es un primer paso. Debemos darle un espacio a sión era un reconocimiento natural de que en al-
lo emocional; siempre está presente, aunque a pri- gún momento todos fuimos iguales o de un origen
mera vista no nos parezca. Ésta es la puerta del común.
contacto individual. Podemos explorar lo emocio-
nal y preguntar qué siente, podemos reflejarlo y El amor (16)
decir que nos damos cuenta de lo que siente. Es Es más escaso que las experiencias anterio-
necesario aceptar las emociones del otro, aunque res, pero todos lo hemos sentido en algún mo-
no estemos de acuerdo o no nos gusten. Siempre mento, en alguna ocasión. Este amor es un amor
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de dar, de entrega, sin pedir nada a cambio. Apa- nicamos, mejor llega nuestro mensaje al otro. Por
rece en la comunicación, es por instantes, nos ejemplo, si estamos enojados se nos nota, pero
sentimos plenos, cumpliendo algo muy profundo decimos que estamos bien, nadie nos cree, lo ven
de nosotros mismos, nos produce un gran bienes- en nuestro cuerpo. Cuando nos preguntan: ¿cómo
tar, una alegría muy profunda. Es una sensación estás?, siempre decimos bien, muy bien, pero no
en la que el paciente siente algo muy similar, no siempre es cierto, puede que los otros no lo no-
es de nuestra propiedad. Si bien no es permanen- ten, pero nosotros sí lo notamos. En lo personal,
te, ni muy frecuente, es muy importante. Nos creo que casi siempre tratamos de aparentar algo,
muestra nuestra capacidad de amar, nos da un muchas veces sin un motivo muy importante. Tra-
alimento interno y una comprensión de nuestro tamos de que se nos vea bien, compuestos, aten-
trabajo, nos muestra lo más esencial de nosotros tos, ordenados, gentiles, casi sonrientes, aunque
mismos. Por supuesto el afecto, la cercanía en la nuestro diálogo interno camine en otros sentidos y
relación con los pacientes es otra manera de tengamos otras sensaciones que las que aparenta-
amor, en un grado más común, más fácil de en- mos.
contrar y vivir. Es clara la secuencia que existe El autocontrol es muy necesario en la medi-
entre empatía, compasión y amor, como una ex- cina, pero no tiene que ser permanente y en toda
presión común de una misma tendencia a la ocasión. Nos volvemos incoherentes entre nuestras
unión y el compartir. apariencias y nuestro sentir. Otra manera de ver
Nota: es necesario no olvidar que las emo- nuestra falta de coherencia es el doble discurso
ciones, la empatía y el amor, son formas de reac- entre lo que hacemos, pensamos que hacemos y
ción y acción del ser humano, son espontáneas, pensamos que debiéramos hacer; muchas veces es
primarias, no le podemos decir a alguien: "sea más notorio desde los otros que desde nosotros. Es
empático" o "tenga compasión". Eso nace o no na- un buen ejemplo para darnos cuenta de nuestra
ce, se puede mirar qué pasa si no aparece la acti- realidad interna y poder trabajar sobre ella, como
tud, pero no se puede ordenar. Equivale a decirle un ejercicio, para lograr ser más coherentes con
a alguien: "sé espontáneo". nosotros mismos.
Ninguna de estas cualidades le pertenecen a
La coherencia (14) nadie, no son de nadie; sólo del que las trata de
Es un término que nos dice de la unión, encontrar y acepta la búsqueda como una manera
transparencia, seguimiento entre varias partes de de lograr ser mejores. Todo nuestro medio am-
nuestro ser y nuestra mente. Si somos muy cohe- biente y nosotros mismos no favorece el ser empá-
rentes, al sentir alguna cosa, estará ligada con el ticos, ni sentir compasión, ni ser coherentes, ni sa-
pensarla en nuestra conciencia y con el decirla en ber escuchar. Tenemos que reflexionar mucho
nuestro lenguaje y en nuestro cuerpo. Pero no so- estas cualidades, incorporarlas como intentos per-
mos así; rara vez logramos esta coherencia, siem- manentes, sabiendo que muchas veces no lo lo-
pre tapamos algo, no podemos o no nos atreve- graremos y que eso es parte del buscarlas.
mos a expresarlo. Un pequeño experimento
mental: decir lo primero que nos pasa por la men- Lo generativo
te. Siempre lo censuramos, lo cambiamos por algo Es un término usado por el psiquiatra Erik
más conveniente. Esta coherencia también tiene Erikson, es una parte del crecimiento normal de
relación entre el lenguaje corporal, lo que senti- un ser humano, entre los 30 y 65 años de edad:
mos, y nuestra razón, lo que pensamos y el len- generar bienes espirituales. Se abre una manera de
guaje verbal, lo que decimos. Nos hace ver que ser conectada con los otros, especialmente con las
no estamos unidos, no somos muy transparentes; generaciones más jóvenes. Se comparte el conoci-
al parecer nuestra razón, pensamiento, siempre es- miento, los descubrimientos, lo creativo, las nue-
tá en una tensión con expresar o no nuestra emo- vas visiones de mundo. Es como generar en otros
ción. Es un intento que debemos tratar de hacer, lo que se ha obtenido, el hacer partícipe a los
no desdoblar nuestra emoción de nuestra razón; otros. "Devolver, con gratitud, lo que la vida nos
no es fácil, hay que intentarlo una y otra vez. ha dado". Existe una comunicación llamada transi-
Mientras más coherentes somos, mejor nos comu- tiva que va hacia el otro, que transita, se mueve,
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echa raíces y crece dentro del otro. Es una forma son la psicología, la sociología, la antropología y
de herencia cultural por la comunicación y el la filosofía. Son muchas las ideas tomadas de estas
contacto personal. Esta forma de vivir nuestra par- disciplinas, que comienzan a actuar en lo médico.
te adulta se relaciona mucho con la manera de Esto en nuestro país es incipiente, pero cada día
hacer una medicina más conectada, personal, crea- más claro. Tenemos la impresión de que la medi-
tiva. Junto con esto, está la parte docente de lo cina, luego de un camino muy masculino, de la
médico, sea con los pacientes o con otros médi- razón, la técnica, la ciencia, comienza un camino
cos más jóvenes, como una actividad continua, de más femenino. Existe una necesidad de contrape-
toda la vida. La medicina tiene una parte de ense- sar lo que nos ha sucedido y, aunque no lo tenga-
ñanza muy importante, sea en la universidad o mos del todo claro, es algo que está pasando. Cree-
fuera de ella, casi siempre lo médico está en un mos que la medicina trata de dejar este aislamien-
diálogo, en una pregunta, en alguna forma de par- to de lo racional, de enriquecer su mirada, refle-
ticipación. Siempre estamos en una conversación xión, creencias o discurso con estas otras discipli-
médica con pacientes o con médicos. Un reflejo nas. Deja también el paternalismo y el poder, para
de esto son la cantidad de reuniones, revistas, so- asociarse, conectarse, compartir ideas y visiones
ciedades y que los médicos nos pasamos hablan- de mundo (17).
do de medicina o de los pacientes. La idea del cuidado y todo lo que eso implica es
una idea muy femenina. La medicina es una profesión
El escuchar de servicio y de cuidado. No siempre sanamos, pero
Hay muchas investigaciones que muestran siempre cuidamos. Esto ha tenido muchas variaciones,
que no sabemos escuchar a los pacientes; los inte- pero sigue siendo el punto de partida de lo médico. No
rrumpimos rápidamente para comenzar a guiar la significa que esta posición descalifica lo científico y ra-
entrevista. Escuchar es una forma de recibir, de cional, sino que le da el contexto donde debe actuar.
acoger al otro. Es dar espacio, cabida para que ex-
prese lo que le inquieta. Para poder escuchar real-
mente debemos tener un cierto grado de quietud y ■ UN CONTACTO CON NUESTRA
silencio dentro de nosotros. Muchas veces estamos REALIDAD
apurados, pensando en muchas cosas que tenemos
que hacer o muchas cosas personales que nos pre- Se han realizado varios trabajos de investiga-
ocupan. Entonces, poco podemos escuchar, esta- ción sobre la relación médico paciente en nuestro
mos muy ocupados de nosotros mismos. Escuchar país. Aunque los datos ya tienen algún tiempo,
necesita de un estar realmente ahí, activamente nos muestran una tendencia que creemos que per-
ahí, dispuestos. Requiere un escuchar elaborando manece. Son datos de tres investigaciones hechas
lo escuchado, sintiendo, evaluando, asociando, re- en hospitales docentes, tipo A de Santiago. La
flexionando lo que se nos dice. Eso es realmente cantidad de pacientes encuestados fue de 158, los
tomar lo que se nos dice, es poder dar una res- médicos que interactuaron con los pacientes fue-
puesta que no sea automática, genérica, imperso- ron 59 (18-20).
nal. Necesitamos ser escuchados realmente, para 1.- Información recibida: ésta es baja. El mo-
que se nos responda realmente y no con un este- tivo de hospitalización lo sabe el 58,3%. El nom-
reotipo. Se dice que oímos y no escuchamos, que bre del médico tratante, lo sabe sólo el 53% de
si escuchamos podemos ser afectados, cambiados los enfermos. Las características de la enfermedad,
internamente por lo que nos dicen, por lo cual só- el pronóstico, régimen o medicamentos que reci-
lo oímos. ben, es informada en un 32%.
2.- Tiempo dedicado al paciente por su mé-
dico: éste se emplea en un 80 a 90% en escribir
■ PARA TERMINAR fichas, leer exámenes y en hacer el examen físico.
En conversar con el paciente se empleó un 7,5%
La medicina en este siglo, junto con un desa- del tiempo total.
rrollo gigantesco de la tecnología, ha comenzado 3.- Comunicación de emociones: se investigó
un camino de apertura a otras disciplinas, como en forma dirigida, en una gran gama de emocio-
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nes, como preocupación, pena, soledad, miedo, una buena relación interpersonal, que genere
alegría, rabia, indiferencia: sólo el 11% de los pa- amistad y eduque al paciente.
cientes se lo comunicó a su médico. Un 13% co- Esta información puede tener muchos comen-
municó algún otro problema personal. tarios, pero de todas maneras es bastante demos-
4.- Un buen médico: en uno de los estudios, trativa de una realidad negativa que ha hecho que
el 70% de los pacientes afirmó que la característi- se tome como un tema de enseñanza en las Escue-
ca que esperaban de un buen médico era tener las de Medicina de nuestro país.

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