Tres personajes caracterizan el Adviento: Isaías que anunció desde
antiguo la venida de Cristo, Juan Bautista lo señaló y María lo acogió “con inefable amor de madre”. Hablemos brevemente sobre el primero: hay numerosos pasajes en Isaías que hablan del Mesías. Ante todo, hay que decir que el libro de Isaías que aparece en la Biblia es en realidad la compilación de tres profetas de diferente época pero que siguen una línea común: el Primer Isaías es del siglo VIII a.C. en Jerusalén (Is 1–39), el DeuteroIsaías (Is 40–55) profeta anónimo de mitad del siglo VI a.C. en Babilonia y finalmente el Tercer Isaías (Is 56-66) es otro profeta anónimo del posexilio. Un oráculo del primer Isaías habla de una doncella embarazada que da a luz un hijo al que llama “Immanu-El” [=Dios con nosotros] (Is 7,14). Este oráculo se refería primero a Ezequías, hijo del rey Acaz de Judá; posteriormente Mateo, basado en la traducción griega de Isaías lo reinterpreta aplicándolo a María, madre de Jesús.
Otro pasaje es la noticia de esperanza para el pueblo que vive en el
destierro de Babilonia. El DeuteroIsaías, a mediados del siglo VI, escuchando sobre las victorias que el persa Ciro está obteniendo en Oriente, ve cercana la liberación para los cautivos y anuncia que Dios en persona vendrá para llevar a su pueblo de vuelta a su tierra: todo valle se elevará, todo monte o colina se abajará, lo escabroso se allanará para preparar un sendero llano a la gloria de Dios manifestada en favor de su pueblo (cf. Is 40,3-5).
El Tercer Isaías con palabras consoladoras presagia la gloria de
Jerusalén, que se levanta y resplandece, porque la gloria de Yahveh ha amanecido sobre ella y comienza a atraer a todas las naciones de la tierra (cf. Is 60). Isaías es el vidente de la reinado divino, el mensajero del mesianismo glorioso, el que anuncia al Príncipe de la Justicia y de la Paz, el triunfo de Jerusalén capital de todas las naciones, el que presenta el resplandor del Reino que viene en la persona de un niño misterioso. Le recomiendo que lea los capítulos 40 a 45 de Isaías en este tiempo del Adviento a la luz de Jesucristo: todas las promesas anunciadas se cumplieron en él, revelándose como el Salvador anunciado por Isaías y los demás profetas del Antiguo Testamento. Es una manera muy útil de vivir el Adviento y preparar la Navidad.