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UNIVERSIDAD NACIONAL DE HUANCAVELICA

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Ese trabajo esa dedicado a nuestros


queridos padres, por brindarnos su apoyo
incondicional día a día al docente por
educarnos con esfuerzo entusiasmo, para
lograr nuestros objetivos agradecerle por su
dedicación.

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PRESENTACIÓN
Con honor y beneplácito presentamos a la comunidad Universitaria, en
especial a mis compañeros del “VI” Ciclo “A” de la FACULTAD DE DERECHO
Y CIENCIAS POLÍTICAS de la Universidad Nacional de Huancavelica, este
primer trabajo de la cátedra de Derecho de Obligaciones, con el tema (la
condonación y la consolidación); el cual es resultado de la responsabilidad y
esfuerzo de nuestro grupo. Por ello hemos investigado infatigablemente para
tener conocimientos básicos concernientes al tema ya mencionado.
El tema abordado es uno de los temas muy importantes del derecho que es
la condonación y la consolidación. Por esta razón estamos convencidos que,
con el trabajo investigado, contribuiremos de alguna manera en la formación
académica de los estudiantes del Derecho y Ciencias Políticas de la
Universidad Nacional de Huancavelica. En especial al sexto ciclo de dicha
facultad, y a todos los hombres estudiosos de derecho.
Nuestro deber principal como estudiantes, es investigar y enriquecer
nuestros conocimientos día tras día al mismo tiempo del grupo. Solamente de
esa manera coadyuvaremos y seremos parte de la formación académica de
nuestros compañeros del aula. De la misma manera de los estudiantes que
están en los ciclos inferiores.
En los últimos tiempos con esto de la competencia, los docentes no son
suficientes para la formación académica del estudiante en su totalidad, es decir
al cien por ciento. Sino solamente son nuestros guías en el proceso de
formación académica, por tal motivo es nuestro deber preocuparnos para ser
un buen abogado en el porvenir o en el futuro.
El derecho no es mero pensamiento, sino fuerza viviente. Por eso lleva la
justicia en una mano la balanza con la que pesa el derecho, en la otra la
espada, con la que lo mantiene. La espada sin balanza es la violencia bruta, la
balanza sin la espada es la impotencia del derecho.
Los Integrantes

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CONTENIDO
INTRODUCCIÓN .......................................................................................................................... 5
CAPÍTULO I .................................................................................................................................. 6
CONDONACIÓN ........................................................................................................................... 6
MARIELA
1. CONCEPTO ..................................................................................................................... 6
2. CARACTERÍSTICAS ........................................................................................................ 6
3. REQUISITOS ................................................................................................................... 7
ANA YULISA
4. CLASES DE CONDONACIÓN ......................................................................................... 7
4.1. Condonaciones expresa y tácita ...................................................................................... 8
4.2. Condonación voluntaria y forzosa .................................................................................... 9
4.3. Condonación real y personal ............................................................................................ 9
ALFREDO
5. EXTINCIÓN DE OBLIGACIÓN POR CONDONACIÓN ................................................. 10
6. EFECTOS DE LA CONDONACIÓN A UNO DE LOS GARANTES ............................... 12
CCAMA
7. CONDONACIÓN DE DEUDA ........................................................................................ 13
KARLA
8. PRESUNCIÓN DE CONDONACIÓN DE LA PRENDA ................................................. 15
9. CONDONACIÓN DE LA PRENDA ................................................................................. 16
CUADRO DE DIFERENCIAS ENTRE LA CONDONACIÓN Y LA DONACIÓN ......................... 17
CAPÍTULO II ............................................................................................................................... 18
CONSOLIDACIÓN ...................................................................................................................... 18
NERIDA
1. CONCEPTO ................................................................................................................... 18
2. NATURALEZA JURÍDICA .............................................................................................. 18
3. REQUISITOS ................................................................................................................. 19
4. CAUSAS QUE LA ORIGINAN ........................................................................................ 20
5. CONSOLIDACIÓN TOTAL Y PARCIAL ......................................................................... 20
RAUL
6. RESTABLECIMIENTO DE LAS CALIDADES DE ACREEDOR Y DEUDOR ................ 20
7. EFECTO ......................................................................................................................... 21
CONCLUSIONES ........................................................................................................................ 22
BIBLIOGRAFÍA ........................................................................................................................... 23

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INTRODUCCIÓN
La condonación constituye otra de las formas de extinción de las obligaciones
previstas por el Código Civil.
En el ámbito del Derecho Civil, condonar es perdonar una deuda o, en expresiones
distintas, renunciar a un crédito, con la anuencia del deudor. Así, cuando el acreedor
perdona una deuda, y el deudor con-viene en ello, se extingue la obligación a cargo de
este último.
Son múltiples las definiciones de la doctrina sobre el tema. Con sus variantes, todas
ellas siguen la misma línea en cuanto al fondo.
La doctrina mayoritaria se centra en el animus domandi del acreedor y en el
subsecuente acto de renuncia a su crédito. Pero ¿qué sucede si el deudor no desea
ser condonado, es decir, qué pasa con el derecho de toda persona a pagar su deuda,
a cumplir con su obligación? Dicho de otro modo, ¿dónde se encuentra el principio de
no afectación a terceros con nuestros actos?
La gratuidad implica una liberalidad por parte del acreedor, quien se encuentra
realizando un acto parecido a la donación, pero no respecto a un bien, sino en relación
a un crédito, en favor de la misma persona que está obligada a satisfacerlo. Asimismo,
el sujeto a ser beneficiado con tal renuncia (el deudor) debe prestar su asentimiento,
pues el pagar las propias deudas constituye un derecho.
No entraremos a detallar las múltiples razones (muchas no relevantes para el
Derecho) que pueda tener una persona para mantener su débito, o los motivos por los
cuales prefiera honrar su deuda, pero lo cierto es que tiene la potestad soberana y
absoluta de optar por pagar su deuda o aceptar, en el caso de un ofrecimiento de
condonación por su acreedor, no pagarla. Los favores, así como los regalos y, en
general, los actos de beneficencia, no se imponen a quien no desea recibirlos; lo
contrario sería avasallar a la persona en su dignidad personal. Por ello, la norma del
Código Civil establece que la condonación de la deuda es un acto bilateral (la
condonación de la deuda efectuada de común acuerdo entre el acreedor y el deudor),
ya que requiere de convenio entre ambas partes; de lo contrario, no tendrá validez ni
surtirá efecto, es decir, no extinguirá la obligación.
La consolidación también conocida como confusión es otro de los medios de
extinción de las obligaciones, tal vez el más complejo por su naturaleza jurídica y por
sus propios términos conceptuales. En efecto, resulta imposible imaginar que en una
persona concurran las calidades contradictorias de acreedor y de deudor de una
misma obligación. Como se sabe, la relación obligacional tiene por lo menos un sujeto
activo (el acreedor) y un sujeto pasivo distinto del acreedor (el deudor). Pero, de
suceder aquel evento ¿qué ocurre en ese caso? ¿Realmente se trata de una causa de
extinción de la obligación? ¿Se produce tal extinción por concentrarse en una sola
persona la relación obligatoria, o simplemente se suspende o «paraliza» debido a
constituir un absurdo tautológico?

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CAPÍTULO I
CONDONACIÓN
1. CONCEPTO
Es la liberación del deudor por voluntad del acreedor sin recibir nada a
cambio. También denominado perdón o remisión, la condonación es una
renuncia al derecho de crédito que tiene el acreedor frente al deudor y
consecuentemente se extingue la obligación (FRANCISKOVIC INGUZA,
2008, pág. 195).
La condenación es una institución jurídica universalmente admitida
sustentada en los principios de la autonomía de la voluntad, de la libre
disposición patrimonial, como expresión jurídica de uno de los poderes de la
propiedad, el ius abutendi, es decir el derecho a la libre disposición que
puede soportar inclusive la renuncia a toda expectativa patrimonial.
La remisión, como otro modo extintivo de las obligaciones, consiste en la
renuncia graciosa que hace el acreedor a su derecho en beneficio del
deudor aceptante, liberándolo de cumplir con la prestación total o
parcialmente; la remisión, para surtir efectos debe ser aceptada por el
deudor además dicho acto no debe perjudicar a terceros1.
No todos los derechos son renunciables, de modo que algunos de ellos,
no gozan de dicha facultad, por ende, no pueden ser objeto de la
condonación
2. CARACTERÍSTICAS
a. Es un acto bilateralidad incondicional, de desprendimiento del acreedor
con respecto a su deudor.
b. Es un acto unilateral porque es factible por la iniciativa o decisión del
acreedor; es bilateral porque para su realización se requiere la
aceptación del deudor.
c. Es un acto abstracto. Es irrelevante la causa; las razones que inducen
al acreedor a formular la policitación pueden ser de las más variadas e
innumerables que no es elemento esencial ni natural ni accesorio para
la validez del acto abdicativo. No están en cuestión las razones sino las
consecuencias jurídicas favorables para el deudor, por ello es abstracta
en su motivación.
d. Requiere de la aceptación del deudor.
e. Es revocable mientras el deudor no haya aceptado la remisión, porque
pare e una policitación, es decir de una oferta, es posible de ser
retirada antes de su verificación que implica la necesaria aceptación
por pare del beneficiario.

1
BEATRIZ A. FRANCISKOVIC INGUZA; Manual del Curso de Derecho de Obligaciones, “La
Condonación”, Editora GRIJLEY, p. 195 y 196

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f. Es un acto de disposición que requiere ano de la capacidad para


celebrar actos jurídicos como el ius abuendi.

3. REQUISITOS
 Es bilateral, por cuanto no es suficiente la expresión de voluntad del
renunciante. Es necesario el acuerdo entre el acreedor y el deudor.
 Es abdicativa, ya que extingue el derecho del acreedor, sin transferirle
nada al deudor. Únicamente se extingue la obligación. “Consiste en
que el acreedor abandona voluntariamente sus derechos. Ese es el
único carácter constante de la remisión de deuda, ser voluntaria del
deudor”.
 El beneficiario no es sucesor del condonante, salvo que la condonación
signifique una sucesión legal.
 Es de estricto derecho, por ello debe atenerse a lo que haya sido
objeto.
4. CLASES DE CONDONACIÓN
Podemos distinguir las siguientes clases de condonación inter vivos y
mortis causa expresa y tácita voluntaria y forzada y condonación real y
personal (PALACIO PIMENTEL, 2009, pág. 414).
Con donación entre vivos y por acto de última voluntad.- como modo
extintivo se trata únicamente de la primera clase de conducción ósea de la
condonación inter vivos: en tanto que la condonación por acto de última
voluntad queda sometida a las reglas propias del derecho sucesorio (Lib. IV
del C.C). Es aquella que produce sus efectos únicamente al tiempo del
fallecimiento del causante. Al respecto prescribe el art. 762: “El legado de un
crédito tiene efectos sólo en cuanto a parte del mismo que subsiste en el
momento de la muerte del testador. El heredero está obligado a entregar al
legatario el título del crédito que le ha sido legado. El legado de liberación de
una deuda comprende lo adeudado a la fecha de apertura a la sucesión”
(Conc. Con el Art. 722 del Código derogado). No nos corresponde estudiar
esta forma de condonación.
La renuncia hecha por acto inter vivos se perfecciona con la aceptación
hecha por el deudor. Se caracteriza esta clase de condonación por estar
sometida a los principios siguientes (algunos de los cuales ya hemos
apuntado):
1. Precisa en el con donante capacidad de enajenación y que tenga la libre
disposición de su crédito o derecho;
2. Como acto unilateral puede ser revocado mientras no la acepte el
deudor;
3. Puede ser ya expresa o ya tácita;
4. No se la presume pues se asimila a La donación;
5. Es de interpretación restringida no se extingue por analogía derechos
afines;

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6. Puede condicionarse siempre que las partes las relaciones con la causa
si tal causa no se verifica o no tiene validez legal caduca la remisión;
Puede quedar también sometida a un plazo inicial; pero no sé compadece
con la estipulación de un plazo final, pues, si fuera así se trataría
simplemente de un aplazamiento. Puede también concernir a un derecho
futuro.
4.1. Condonaciones expresa y tácita
Hemos adelantado ideas respecto al haber dado la noción sobre
éste modo extintivo. La condonación es expresa cuando se produce
mediante una declaración explícita. La condonación casita es la que
produce en los siguientes supuestos legales:
En el caso del Art. 1297°, que dice: “Hay condonación de la deuda
cuando el acreedor entrega al deudor el documento original en que
consta aquella salvo que el deudor pruebe que la ha pagado”. La
presunción de este precepto es Iuris et de iure y es la única presunción
de tal carácter establecida sobre esta materia, ya que otras
presunciones por estar libradas a la apreciación judicial sólo tendrían el
carácter de “presunciones Iuris tamtum” sabido es que la diferencia
entre ambas clases de presunciones radica en que la primera, o sea, la
presunción “iuris et de iure” es la que no admite prueba en contrario,
mientras que la segunda es la que produce prueba plena mientras no
se demuestre lo contrario. Acá la entrega del documento original hace
presumir que el deudor queda liberado. Se trata de un documento
privado y no de uno público, como se prevee en otras legislaciones que
prescriben que “la entrega del primer testimonio del instrumento, hace
presumir la remisión siempre salvo prueba en contrario. Esta
presunción es lógicamente explicable: la escritura, el documento,
constituye la prueba del crédito que el titular tiene contra el deudor: el
hecho de despojarse de esta prueba entregándola al deudor equivale a
expresar la voluntad del primero a no hacer uso de tal documento, a no
hacer valer, a no ejercitar su derecho.
Acá hay probabilidad de que el deudor esté liberado: 1) por el pago
que ha hecho; 2) o bien por la liberalidad del acreedor. Es sobre esta
probabilidad última que la ley establece la presunción de remisión o
liberalidad.
Advertimos que la entrega del título para producir la liberación debe
ser voluntaria, esto es, con el ánimo de “remitir” la deuda (ánimo
remittendi debitum). La presunción del Art. 1297 carecería de
fundamentos y el documento hubiese llegado a manos del obligado por
hurto, o por abuso de confianza que le sea imputable a él; o también si
hubiese llegado a poder del acreedor por pérdida, habiendo estado en
manos del acreedor o si la entrega se hizo por error.
En este supuesto de condonación tácita la entrega del documento
debe ser hecha, o bien directamente para el acreedor o bien porque
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legítimamente lo represente, a manos del deudor o a quien a su vez lo


represente a este legítimamente; y es que sólo el acreedor por
espontánea voluntad podrá liberar al deudor. Si la entrega se hiciera a
un tercero y no al deudor, habría que presumir que la entrega se ha
hecho para encomendarle a dicho tercero su cobranza o también que
se le confío su guarda, custodia o depósito.
4.2. Condonación voluntaria y forzosa
Es voluntaria cuando el acreedor la otorga libremente: puede
hacerse por testamento o también mediante un convenio que precisara
el acuerdo de voluntades. La condonación es forzosa cuando se
produce en caso de quiebra.
La condonación forzosa se produce cuando hay convenio ya judicial
o extrajudicial. Cuando en convenio es judicial alcanza a todos los
acreedores, siempre que la mitad más uno de todos ellos hayan votado
en este sentido, y siempre que el interés de estos acreedores, no sea
menor de las tres quintas partes de los créditos reconocidos. Puede
haber, sin embargo, acreedores que no acepten tal convenio, en este
caso para ellos la remisión se supone, es forzosa.
Oportunamente nos hemos referido, al examinar la solidaridad a las
disposiciones contenidas en los Artículos 1186 y1190, que la
condonación entre el acreedor y uno de los deudores (igual que la
novación, la compensación, la transacción) sobre la totalidad de las
obligación libera a los demás codeudores y que en la condonación se
extingue la obligación de los codeudores y en la forma activa, cuando
la condonación (igual que la novación, compensación y transacción) es
realizada en el único deudor y uno de los co-acreedores sobre su
totalidad de la obligación esta se extingue respecto a los demás
coacreedores. Y el acreedor que hubiera condonado (o realizado
cualquiera de los autos extintivos mencionados) así como el que cobra
la deuda responderá ante los demás de la parte que le corresponda en
la obligación original. Pero si los actos valen decir, la condonación se
hubieran ilimitado a la parte que corresponde a uno solo de los
acreedores, la obligación se extingue únicamente respecto a dicha
parte.
Precisa tener en cuenta, como regla general, que se trata de
acreedores que no tiene privilegios, cuando la ley se refiere a los
convenios mencionados.
4.3. Condonación real y personal
La remisión es real cuando la obligación se extingue para todos los
deudores. La condonación es personal, cuando se hizo reserva del
derecho de cobrar a los demás en las obligaciones solidarias.
Esta distinción tiene importancia en las obligaciones plurales. Sera
considerada real cuando la remisión está dirigida a extinguir la

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obligación respecto de todos los deudores, salvo que el acreedor se


reserva el derecho a cobrar a los demás, supuesto este último en que
la remisión será personal. Lo mismo ocurre con la condonación hecha
a uno de los fiadores, contemplada por el art. 1296. Esa condonación
no extingue la obligación para el deudor principal, ni para los otros
cofiadores. A este respecto cabe reitera lo dicho: en la condonación la
suerte de la obligación accesoria no compromete a la obligación
principal, sin embargo, la remisión del fiador puede implicar la de la
deuda principal, si tal fuera la voluntad del acreedor. En cuan to a que
la remisión de un cofiador no acarrea a lo de los demás fiadores, se
basa en que tal remisión solo tiene carácter personal y porque,
además, la renuncia a un derecho no puede interpretarse
extensivamente, sino respectivamente. El precepto correspondiente,
que es el art. 1296, comprende tanto a los fiadores simples como
también a los solidarios.
Ahora, si se condona la obligación principal, por la aplicación del
principio general de que lo accesorio sigue la suerte de lo principal,
también resulta remitida la fianza: se trata de una cuestión contraria a
lo preceptuado por el art. 1296. Por consiguiente, es opinión dominante
en doctrina que, si el acreedor condona al deudor principal, no podría
reservar su derecho contra los fiadores.
Si los fiadores son mancomunados, su responsabilidad no es por el
total de la deuda; esta habrá e dividirse entre todos ellos. Juan debe a
Pedro diez mil nuevos soles; consiguientemente el acreedor no podrá
exigir más de esta suma a cada fiador y solo después de haberse
hecho excusión de los bienes del deudor. Si los fiadores fueran
solidarios, cualquiera de ellos podría responder por el total de la deuda,
caso en el que la exclusión no tiene lugar, como preceptúa el inc. 2 del
art. 1883 (igual ocurre cuando el fiador ha renunciado expresamente a
ella y luego también en el caso de quiebra).
Si el crédito es mancomunado (mancomunidad activa) un acreedor
solo tendrá facultad de condonar su parte en el crédito y no la totalidad.
5. EXTINCIÓN DE OBLIGACIÓN POR CONDONACIÓN
De acuerdo a lo prescrito en el artículo 1295 del Código Civil, a fin de que
la condonación surta su principal efecto (cual es extinguir la obligación), se
requiere su probanza. Por esta razón, tal probanza debe ser clara y objetiva
(vía contrato escrito, o algún signo visible, como la devolución del
documento original en que consta la deuda), pudiendo ser material o
inmaterial, pero inequívoca:
Artículo 1295.- “De cualquier modo que se pruebe la condonación de
la deuda efectuada de común acuerdo entre el acreedor y el deudor, se
extingue la obligación, sin perjuicio del derecho de tercero”.
Según Siendo la condonación una renuncia del acreedor aprobada por el
deudor a un crédito, viene a ser un acto de disposición, por lo que se debe

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prestar atención a los derechos de terceros, los mismos que no deben ser
vulnerados (OSTERLING PARODI & CASTILLO FREYRE, 2008, pág. 756).
La condonación es sencillamente la renuncia del acreedor (condonante) a
solicitar su crédito que, conforme al sistema civil peruano, debe requerir
necesariamente de la aceptación del deudor (condonado), para que se
produzca la extinción de la obligación. Es decir, que al ser de esencia
bilateral se materializa a través de un contrato de cancelación o remisión de
deuda. Mediante la condonación el crédito se extingue definitivamente, sin
que exista la posibilidad de su revocación por parte del acreedor, luego de
consentida por el deudor, pues equivale al pago. Aunque, a decir verdad,
debemos precisar que si la condonación se produce inter vivos, por su
naturaleza jurídica deberá regirse por las reglas de fondo (mas no de forma)
de la donación, pudiendo ser revocada por causal es de indignidad
(VARIOS, pág. 722).
En la similitud fonética de la condonación y la donación puede advertirse
el significado de esta figura jurídica, pues la condonación es un acto gratuito,
de beneficencia, con animus donandi, en donde el acreedor no recibe nada a
cambio. Evidentemente esta figura simplifica el tráfico jurídico, pues de no
existir, el deudor tendría que cumplir con el pago al acreedor y éste
retornárselo inmediatamente a título de donación, siendo que para evitar
este engorroso e innecesario mecanismo se reconoce a la institución de la
condonación.
Ciado por colin “La condonación es conocida como remisión de la deuda,
pues constituye el abandono gratuito que el acreedor hace de sus derechos
al deudor. Si este abandono no es gratuito, no habrá remisión de la deuda
sino, según los casos, una novación o una dación en pago. La remisión de la
deuda es, pues, en principio una liberalidad; la que, como toda liberalidad,
puede hacerse ya por actos a causa de muerte, ya por actos entre vivos”
(COLIN, 1943).
Según león barandiaran “La condonación es un acto abdicativo por parte
del condonante, que renuncia a un derecho; no lo transfiere o sustituye; por
lo que la obligación se extingue en forma absoluta. La posibilidad de tal
remisión se explica de inmediato considerando que todo crédito, como todo
derecho privado subjetivo, es de interés fundamentalmente sólo del titular y,
como tal, renunciable” (LEON BARANDIARAN, 1991, pág. 545).
En verdad existen Códigos que consideran que la condonación puede
efectuarse de manera unilateral (como los Códigos Civiles de España y
Cuba, por ejemplo); sin embargo nuestro cuerpo civil, tan igual como otros
tantos (como el BGB y el Código suizo de las Obligaciones), considera que
la condonación es necesariamente un acto jurídico bilateral.
Así, pues, el codificador nacional introdujo en la condonación una
perspectiva del pago como un "derecho del deudor". Por ello, el artículo
1295 no admite sino que este negocio jurídico tiene que efectuarse "de
común acuerdo entre el acreedor y el deudor', pues estima atendible que no

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se pueda desobligar al deudor sin su consulta y aprobación. Vale decir, que


para el Derecho Civil peruano la condonación es necesariamente un acto
jurídico bilateral entre el acreedor y el deudor2.
Como dijimos, la condonación es un acto bilateral, requiriéndose no sólo
la manifestación de voluntad del acreedor, sino la aceptación del deudor,
hasta cuyo momento no opera el efecto extintivo de la obligación. Queremos
reiterar la importancia del asentimiento del deudor, ya que éste tiene
derecho a cumplir su obligación. En caso contrario dicho deudor podría salir
perjudicado no sólo moral sino económicamente, en particular cuando se
trata de obligaciones de hacer3.
6. EFECTOS DE LA CONDONACIÓN A UNO DE LOS GARANTES
Sabemos que la condonación de la deuda por el acreedor en favor del
deudor y aceptada por éste, extingue la obligación (argumento del artículo
1295). Esto implica la extinción de la deuda con todas sus garantías, ya que,
como sabemos, lo accesorio sigue la suerte de lo principal. Empero, el
artículo 1296 contempla el supuesto de que el acreedor celebre un convenio
de condonación no con el deudor, sino con uno de sus garantes. De ser éste
el caso, las consecuencias serán que la obligación del deudor se mantendrá
plenamente vigente, así como las de los demás garantes, pero la obligación
del garante sujeto de la condonación se habría extinguido, con las
limitaciones que luego analizamos. El texto del artículo 1296 es el siguiente:
Artículo 1296.- “La condonación a uno de los garantes no extingue la
obligación del deudor principal, ni la de los demás garantes. La
condonación efectuada a uno de los garantes sin asentimiento de los
otros aprovecha a todos, hasta donde alcance la parte del garante en
cuyo favor se realizó”.

El artículo 1296 regula la situación en que exista más de un garante, ya


que, si la obligación estuviera garantizada por uno solo y esta garantía fuese
condonada por el acreedor, es claro que se extinguiría la totalidad de la
garantía, subsistiendo la obligación a cargo del deudor. En cambio, la
relación obligacional es más compleja en caso de que existan varios
garantes, por lo que resulta necesario establecer la situación de quienes no
fueron condonados4.

Si hubiese otros garantes además de aquél cuya garantía se hubiese


condonado, dicha condonación no surtirá efectos respecto a los demás
garantes y, en tal virtud, seguirán garantizando el cumplimiento de la deuda.
No se extingue, en consecuencia, la obligación de los demás garantes.

En caso de existir garantía mancomunada, la responsabilidad de los


garantes no abarca el íntegro de la deuda asumida por el deudor principal,

2
VARIOS. Ob. Cit., pág. 723
3
OSTERLING PARODI & CASTILLO FREYRE Ob. Cit., pág. 757
4
OSTERLING PARODI & CASTILLO FREYRE Ob. Cit., pág. 759

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sino cada uno de ellos responderá exclusivamente por su cuota parte,


autónoma y diferente de las demás, no resultando ninguno afectado por la
condonación en favor de alguno de los otros.
Tal como reza la norma 1296, el deudor principal no queda liberado por el
hecho de que el acreedor, por cualquier motivo que considere prudente,
decide celebrar un acto jurídico extintivo de remisión con un garante, quien
expresando su aceptación queda exonerado de su obligación civil. El deudor
principal continúa obligado a cumplir con la prestación en su integridad, pues
lo principal no puede seguir el destino de lo accesorio.
Asimismo, el deudor principal no se ve aprovechado por la condonación
de uno de sus garantes, aunque haya prestado su consentimiento expreso
(a diferencia de lo que acontece con los cogarantes solidarios que dan su
asentimiento a la remisión de uno de ellos, como hemos analizado
anteriormente). La obligación del deudor directo se mantiene intacta, no
sufre una disminución o alteración alguna, pues la norma se pone en el
supuesto en que el acreedor no ha querido renunciar a su acreencia, sino
tan solo liberar a un responsable subsidiario y, por lo mismo, accesorio a
ella, preservando el vínculo obligacional con su deudor y con el resto de los
garantes5.
7. CONDONACIÓN DE DEUDA
La presunción contenida en el artículo 1297 del Código Civil en el sentido
de que hay condonación tácita de la deuda cuando el acreedor entrega al
deudor el documento original en que consta aquélla, salvo que el deudor
pruebe que la ha pagado, resulta de delicada interpretación, ya que aplicar
su texto literalmente podría acarrear consecuencias no deseadas por el
Derecho. Por ello, lo analizaremos de manera cuidadosa. El texto del
referido numeral es el siguiente:
Artículo 1297.- «Hay condonación de la deuda cuando el acreedor
entrega al deudor el documento original en que consta aquella, salvo
que el deudor pruebe que la ha pagado».
La presunción juris tantum, que bien viene a consagrar el artículo 1297 de
nuestro Código Civil, hace referencia al caso de la entrega por parte del
acreedor en forma voluntaria del documento original en que consta la
obligación al deudor, haciendo funcionar el mecanismo de la presunción a su
favor, dejando en la posibilidad al deudor de manifestar lo contrario en caso
de ser necesario y si el contexto lo amerita6.
Conviene advertir que la norma en cuestión amerita una interpretación
delicada que ponga énfasis en el hecho de que, para que en efecto se
configure, se debe cumplir con una serie de condiciones, toda vez que debe
destacarse que la presunción es iuris tantum, pues admite prueba en
contrario.

5
VARIOS. Ob. Cit., pág. 729
6
VARIOS. Ob. Cit., pág. 730

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Así, no se puede aplicar su texto literalmente ya que ello podría acarrear


consecuencias no deseadas por el Derecho. Por esa razón, lo analizaremos
de manera cuidadosa.
Ese análisis nos orienta a advertir que, en tanto las renuncias no se
presumen, la norma, como veremos, establece expresamente el acto o la
acción concreta y puntual que debe realizar el acreedor para que se genere
tal presunción.
El referido precepto señala que la simple entrega al deudor por parte del
acreedor del documento original en que consta la deuda, constituye remisión
de la misma, con la única salvedad de que se permite, en su caso, que el
deudor pruebe el pago.
Para que el supuesto se configure y se le puedan aplicar las
consecuencias jurídicas propias de la condonación, a saber, la extinción de
la obligación, es indispensable que se cumplan tres condiciones. En primer
lugar, que la entrega del documento original haya sido hecha
voluntariamente. En segundo lugar, que la entrega haya sido hecha por el
propio acreedor, pues sólo de esta forma podría haber motivo para
establecer la presunción de que trata la ley. Y, en tercer lugar, que la entrega
haya sido realizada al mismo deudor. Si el documento fue entregado a otra
persona, no sería claro ni indubitable que la intención del acreedor fue la de
liberar gratuitamente al deudor; el documento podría haber sido entregado
en calidad de depósito o para que el tercero se encargara de cobrarlo.
Por otro lado, consideramos que la salvedad a la presunción expresada
en la propia norma («salvo que el deudor pruebe que la ha pagado») es
adecuada, ya que si bien la obligación igualmente se extingue, sea por
condonación o por pago, es evidente que al deudor que pagó le podría
resultar más conveniente, no sólo para efectos de imagen de solvencia y de
credibilidad personal, sino para la seguridad de su propio pago*(suponiendo
que su acreedor tuviera a su vez otros acreedores que no estuviesen de
acuerdo con la condonación, o que se considerara posteriormente inoficiosa,
reputándose como donación), que quede establecida la extinción do la
obligación por un cumplimiento adecuado. En ese caso su posición como
deudor sería incuestionablemente más firme que la que tendría si la deuda le
hubiere sido perdonada.
A nadie que paga le interesa ni conviene, en principio, que se crea que su
deuda se extinguió en virtud de una condonación. Por ello la norma contiene
una presunción iuris tantum para el deudor, es decir, que está en este último
probar que no ha habido condonación. No basta que el deudor alegue que
ha pagado, sino que debe demostrarlo aportando las pruebas que
correspondan, destinadas a acreditar que la entrega del documento ha sido
consecuencia del pago realizado por él.
En opinión nuestra, para resumir lo dicho, la prueba en contrario de esta
presunción corre tanto de cargo del deudor (a quien interesa demostrar que
la extinción de la obligación obedeció a su pago), como de cargo del

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acreedor, al que correspondería probar que si entregó el documento original


en que consta la obligación, no fue con intención de condonarla.
Cabe señalar que en el ámbito mercantil no se presume la condonación
de la deuda, ni tampoco el pago de la misma con la entrega de las facturas
por los comerciantes a sus deudores, a pesar de constituir aquéllas
documentos originales, pues en estos casos las facturas deben contener una
inscripción que indique que se encuentran canceladas.
Ahora bien, analizando la propia presunción, podría parecer inadecuado
que la misma sólo admita prueba en contrario por parte del deudor, porque
se trataría, a primera vista, de una presunción iuris tantum para el deudor e
iuris et are ñire para el acreedor. La norma no señala qué ocurre en caso de
que el acreedor, por cualquier otra razón que no sea la remisión o
condonación de la deuda, entregue al deudor A título en que consta aquélla.
Consideramos, por las razones que expondremos a continuación, que el
verdadero espíritu de la norma es el de una presunción iuris tantum, tanto
para el acreedor como para el deudor7.
La escritura constituye la prueba del derecho que el acreedor tienen
contra el deudor, despojarse de esta prueba, entregado el documento a
aquel mismo contra el cual el documento está destinado a establecer y una
obligación, es establecer la voluntad de no hacer valer su derecho sea que el
derecho no exista si el deudor ha pagado, sea que el acreedor haga de él
remisión gratuita al deudor (CERNA TOLEDO, 2016, pág. 12)
8. PRESUNCIÓN DE CONDONACIÓN DE LA PRENDA
Una primera lectura del artículo 1298 nos llevaría a la conclusión de que
la ubicación, del mismo dentro del Código Civil, debería corresponder al
título referido a la prenda, mas no a la condonación.
Artículo 1298.- “La prenda en poder del deudor hace presumir su
devolución voluntaria, salvo prueba en contrario”.
La presunción allí establecida es claramente inris tantum, condición
jurídica establecida en forma expresa por la norma dada la frase final «salvo
prueba en contrario», previéndose la posibilidad de que la devolución de la
prenda no hubiera sido voluntaria, sino hecha sin asentimiento del acreedor.
De ser éste el supuesto, resulta claro que el acreedor perjudicado tendría la
posibilidad de demostrarlo, para que no se generen los efectos jurídicos
previstos por el precepto8.
Pues, en efecto, la norma comentada se limita a señalar una presunción
de devolución voluntaria si la prenda se encuentra en posesión del deudor,
norma que bien se puede aplicar a supuestos distintos a la condonación.
Como se sabe, una presunción es un hecho de la realidad, al cual el sistema
normativo le brinda efectos más allá de la existencia de un deseo por parte
de los privados de darle dichos efectos. En este caso el artículo 1298

7
OSTERLING PARODI & CASTILLO FREYRE Ob. Cit., pág. 763
8
OSTERLING PARODI & CASTILLO FREYRE Ob. Cit., pág. 765

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estipula expresamente la presunción en caso que el deudor se encuentre


aún en posesión del bien dado en prenda, salvo que se pruebe lo contrario.
Un elemento importantísimo para la constitución de la prenda es la
entrega del bien dado en garantía, pues uno de los requisitos esenciales de
la prenda es la entrega del bien al acreedor o a la persona que debe
guardarlo en calidad de depositario, por lo cual es necesaria la desposesión
del bien dado en garantía prendaria para que ésta se pueda constituir. Ello
se explica, como señala Villegas, porque "la entrega del bien objeto de la
prenda es un requisito para la oponibilidad a terceros de esta garantía, ya
que el contrato de prenda escrita no es oponible a terceros si los bienes
prendados se encuentran aún en poder del deudor"9.
Ahora bien, el hecho de que el bien aún se encuentre en manos del
deudor significa que uno de los principales elementos para que se constituya
esta garantía no se ha producido, por lo cual la presunción de que aún no se
ha constituido la prenda adquiere fuerza. Teniendo en cuenta lo mencionado
en el artículo 1299, ello significará la condonación del derecho de garantía
sobre el bien, con lo cual el bien en posesión del deudor queda libre de toda
afectación. La vinculación de los artículos 1298 y 1299 posiblemente merece
el comentario de que pueden tranquilamente ser juntados en solo artículo, ya
que en su conjunto tiene la búsqueda de un efecto único que será la
condonación del derecho de prenda.
9. CONDONACIÓN DE LA PRENDA
Artículo 1299.- “La devolución voluntaria de la prenda determina la
condonación de la misma, pero no la de la deuda”.
La referida norma no establece aquí salvedad alguna que permita admitir
prueba en contrario, pero siguiendo una lógica similar a la del artículo 1298
del Código Civil, sí consideramos que tal posibilidad se halla en el espíritu de
la ley y en la racionalidad del sistema. Entendemos que elementales
principios de seguridad jurídica deben proteger al deudor contra la
volubilidad o la prepotencia del acreedor, quien luego de condonada la
prenda mediante su entrega, pudiera pretender decidir unilateral y
arbitrariamente que el bien continúe pignorado10.
Sabemos que el codificador civil impuso que la condonación se produce
sólo por un acto jurídico bilateral; sin embargo, en la redacción del artículo
1299 podemos advertir un cierto espíritu unilateralista de la remisión, que
escapó a la intención del codificador nacional. El mencionado dispositivo
señala que la devolución voluntaria de la prenda determina la condonación
de la misma, es decir, que a la letra de su texto, pareciera expresamos que
en el hecho de la devolución voluntaria se produce la extinción de la
obligación prendaria, como si finalmente no fuera relevante el acuerdo entre
el acreedor y el deudor. Es decir, basta la devolución voluntaria del acreedor
para que surta efectos la condonación de la prenda, pues equipara el acto

9
VARIOS. Ob. Cit., pág. 736
10
OSTERLING PARODI & CASTILLO FREYRE Ob. Cit., pág. 766

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jurídico unilateral de restitución a la condonación (acto bilateral entre el


acreedor y deudor para extinguir la obligación).
Para que se produzca la condonación de la prenda, la devolución del bien
tiene que ser voluntaria; si se produjera una devolución no voluntaria, como
puede ser aquella forzada por mandato o ejecución judicial, no estaríamos
hablando en propiedad de una condonación, aunque estaríamos tratando de
una extinción ex lege de la garantía prendaria, pero no de una remisión.
Ahora bien, este artículo se restringe únicamente a la prenda, de tal forma
que no está contemplado si la condonación de otras garantías, como la
hipoteca, anticresis o el derecho de retención, involucra necesariamente la
condonación de la deuda principal. Nosotros consideramos que si existen
iguales razones se deben aplicar iguales derechos, en tal sentido no vemos
por qué deba darse un tratamiento diferenciado entre la condonación de la
prenda y la de los otros derechos reales de garantía, siendo que en todos los
casos en que se condonen garantías (relaciones jurídicas accesorias), no
debe significar la condonación del vínculo obligacional principal, pues, como
afirmamos, lo accesorio no decide lo principal11.
CUADRO DE DIFERENCIAS ENTRE LA CONDONACIÓN Y LA DONACIÓN

DONACIÓN CONDONACIÓN
 Es un negocio jurídico bilateral  Es un negocio jurídico
 Por su naturaleza contractual unilateral.
es creadora de obligaciones  Su objeto es extinguir el
 No se presume, siempre se vínculo obligacional.
requiere la declaración  Puede ser expresa o tácita.
expresa de ambos.  Es un negocio esencialmente
 Es gratuita por naturaleza, gratuito.
pero puede convertirse en  No transfiere la propiedad de
onerosa cuando se impone los bienes, o produce
determinadas cargas al obligación.
donatario.
 Es traslativo de propiedad.

11
VARIOS. Ob. Cit., pág. 741

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CAPÍTULO II
CONSOLIDACIÓN
1. CONCEPTO
La consolidación o confusión se produce por convergencia en una misma
persona de las dos calidades opuestas: acreedor y deudor, constituyendo
una imposibilidad en la ejecución o cumplimiento de la prestación y
generando la extinción de la relación obligatoria. Es la conjunción de la
bipolaridad en la relación obligatoria.
Al respeto Luis de Gásperi12 expone entre varias acepciones, los
caracteres puntuales de la confusión «En su acepción amplia la confusión es
concebida como la neutralización de un derecho, por la reunión en una
misma persona de dos calidades incompatibles. Casos en los cuales la
confusión así operada es sinónimo de «consolidación». Cuando en la
persona del usufructuario se reúnen los derechos de usufructo y de
propiedad, el usufructo se extingue por «consolidación». Esta regla es
aplicable al uso y al derecho de habitación, sin perjuicio de terceros, se
entiende que las servidumbres se extinguen por la reunión en la misma
persona, sea en la de los propietarios de las heredades o en la de un tercero
del predio dominante y del predio sirviente, cualquiera que sea la causa que
la haya motivado, o cuando en las servidumbres a favor de una persona,
ésta llega a ser propietaria del fundo sirviente. El acreedor hipotecario que
en subasta pública se adjudica, por el importe de su crédito el bien raíz
gravado en su seguridad y adquiere el dominio irrevocable de este bien,
reúne en su persona dos calidades que se destruyen. Por consiguiente, la
hipoteca se extingue.
En su acepción especial, que es la que al presente nos interesa, es la que
tiene lugar por la reunión en una misma persona de las calidades de deudor
y de acreedor en la misma relación obligatoria. Esta confusión extingue la
deuda y produce iguales efectos que el pago, porque se ofrece una
imposibilidad material y jurídica para el ejercicio del derecho de crédito. En
este sentido dispone el artículo 862 del Código Civil Argentino que: «La
confusión sucede cuando se reúne en una misma persona, sea por sucesión
universal o por ¿cualquier otra causa, la calidad de acreedor y deudor; o
cuando una tercera persona sea heredera del acreedor y del deudor. En
ambos casos la confusión extingue la deuda con todos sus accesorios».
2. NATURALEZA JURÍDICA
En esencia la consolidación constituye una imposibilidad de ejecución
debido a la convergencia de las dos calidades incompatibles de acreedor y

12
Tratado de las obligaciones en el derecho civil paraguayo y argentino. Edit. Despalma, BB. AA., 1945,
Pág. 251

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deudor en una misma persona y que además imposibilita cualquier acción


para lograr la ejecución forzosa, pues nadie puede accionar contra sí mismo.
La desaparición de la relación obligatoria no constituye la esencia o
naturaleza jurídica de la confusión y en nuestro concepto es una
consecuencia o un efecto relativo, puesto que si se restablecen las calidades
de acreedor o deudor y si se restituye la bipolaridad, entonces la relación
obligatoria recobrará existencia. Asimismo, lo será en el caso de ¡a
concurrencia de acreedores y deudores solidarios, que no comprenda la
confusión. Encontramos sustento de lo expuesto en lo manifestado por el
maestro José León Barandiarán quien refiriéndose a la extinción de la
relación obligatoria expresa que: «Tal extinción se produce no porque la
confusión constituya en sí un medio de extinción de la obligación, sino
porque hay una impedimenta praestandi, imposibilidad de ejecutarla,
resultante del simple hecho de la reunión en la misma persona de las
calidades de acreedor y deudor: Nemo potest a semetipso exigere. De lo
anterior deriva que la consolidación no opera sino en la medida de tal
imposibilidad; ella no produce a diferencia del pago, un efecto extintivo
absoluto. Por eso la consolidación puede operar sólo parcialmente (artículo
1300 del Código Civil de 1984); la verificada en la persona de un acreedor o
de un deudor solidario sólo extingue la obligación hasta la concurrencia de
su respectiva parte en el crédito o en la deuda (artículo 1304 Código Civil
1936); la producida en la persona del fiador, no extingue la obligación del
deudor principal ni la de los otros fiadores; desaparecida la consolidación, la
obligación renace. Como consecuencia también de lo anterior, la deuda
extinguida por confusión en la persona del heredero debe ser considerada
para el efecto de la colación, y aquél debe declarar las deudas de tal
clase»13
3. REQUISITOS
La consolidación operará en tanto concurran los siguientes requisitos:

a. Si es que se reúne las calificaciones de acreedor y deudor en una


persona pero dentro de los alcances de una relación obligatoria
determinada (obligación única). En caso se produzca la conjunción
reciproca de las calidades de acreedor y deudor de obligaciones
distintas en los sujetas intervinientes de las mismas, se dará lugar a la
compensación y no a la confusión.
b. El crédito y la deuda que se verán consolidados deben corresponder
al mismo patrimonio, no siendo suficiente que se reúnan las calidades
de acreedor y deudor en una misma persona si recaen en patrimonios
distintos.

13
Ob. Cit. Pág. 566.

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c. Para que opere la consolidación es necesario que por derecho propio


se conjuguen en la misma persona las calidades de acreedor y
deudor.
4. CAUSAS QUE LA ORIGINAN
Pueden originarse por acto inter vivos o mortis causa:
a. por acto ínter vivos:
Como consecuencia de la celebración de diversos actos jurídicos, cesión
de derechos, vena, donación, subrogación, etc.
b. Por mortis causa:
Si el deudor sucede al acreedor o si el acreedor sucede al deudor o si un
tercero sucede a ambos.
Singularmente, si el heredero universal se acoge al beneficio de
inventario, evidentemente no suscitara la consolidación.
5. CONSOLIDACIÓN TOTAL Y PARCIAL
1. Consolidación total: se producirá la consolidación total si el crédito y la
íntegramente son ejercidos en su titularidad por una misma persona.
2. Consolidación parcial; la consolidación parcial, opera en la medida en
que el acreedor no asuma la totalidad de la deuda o que el deudor no
fuere heredero único del creedor o viceversa, igual sucederá en caso
que la deuda no haya sido íntegramente transferida. Asimismo, operara
la consolidación parcial si un heredero no fuera instituido como único del
acreedor y del deudor.
6. RESTABLECIMIENTO DE LAS CALIDADES DE ACREEDOR Y DEUDOR
El artículo 1031 de nuestro código civil preceptúa que:
“si al consolidación cesa, se restablece la separación de las
calidades de acreedor y deudor reunidas en la misma persona.
En tal caso la obligación extinguida renace con todos sus
accesorios, sin perjuicios del derecho de terceros”
Como bien manifiesta José León Barandiaran14 “si la confusión solo
paraliza la acción porque hace imposible la exigibilidad del derecho,
desaparecido el impedimento, dicha acción recobra eficacia”.
Podrá cesar la confusión cuando la causa que la origino fue transitorio, o
cuando la relación de la que procede haya sido declarada ineficaz, tales son
los casos de heredero indigno, la renuncia de la herencia, la declaración de
nulidad del testamento, etc. También cesan los efectos de la confusión por
convención de las partes, siempre que no se afecte el derecho de terceros.
Interesa determinar si la extinción de la confusión produce efectos
retroactivos, principalmente en lo que atañe a la situación de los accesorios
de la obligación, básicamente de las garantías de la misma y los efectos que
tenga con relación a terceros.

14
Ob. Cit. Pág. 572.

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En caso la extinción de la consolidación se produzca por causas


posteriores a la misma, por causas convenidas por las partes interesadas, la
cesación de la confusión no tiene efecto retroactivo alguno; más si tal
extinción es producida por causas anteriores y necesarias a la consolidación,
la cesación de la misma surtirá efecto retroactivo, vale decir que no
solamente se diferenciaran totalmente las calidades de acreedor y deudor
haciendo factible el cumplimiento de la prestación debida, sino que las
sanciones y garantías extinguidas nuevamente aparecerán.
Al cesar la consolidación, nuevamente aparecerá la obligación que era
imposible de ser cumplida y las calidades de acreedor y deudor quedan
totalmente separadas y en cuanto a los accesorios de la misma aparecerán
en tanto la extinción de la confusión provengan solo de causa antigua y
necesaria.
7. EFECTO
El principal efecto de la consolidación es la extinción de la obligación con
todos sus accesorios.
La confusión entre uno de los acreedores solidarios y el deudor acarrea a
que la obligación se extinga en la parte correspondiente del coacreedor;
aplicándose igual regla en caso la confusión opere entre uno de los
deudores solidarios el acreedor.
La consolidación entre el acreedor uno de los deudores no extingue la
obligación respecto de los demás codeudores. El acreedor, sin embargo,
solo puede exigir la prestación reembolsando a los codeudores el valor de la
pare que le corresponde en la obligación o garantizando el reembolso. Si la
confusión opera entre el deudor uno de los acreedores, la obligación no
quedara extinguida respecto de los demás coacreedores, quienes estarán
facultados a exigir la prestación indivisible, siempre que reembolsen al
deudor el valor de pare de la prestación original correspondiente al creedor
que consolido o garantizando el reembolso.
Producida la consolidación entre el acreedor el fiador, la fianza se
extingue por el principio de accesoriedad.
Si se produce la consolidación entre acreedor fiador, subsiste la
obligación principal, es decir se extingue la fianza pero el deudor sigue
obligado.
Si se produjera entre el acreedor uno de los fiadores, el cumplimiento de
la prestación subsistirá con respecto a los fiadores.

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CONCLUSIONES
 La condonación de una deuda se caracteriza principalmente por ser
un modo de extinguir las obligaciones de conformidad con lo
establecido por el código civil, mediante la remisión o la condonación
como también lo denomina la ley civil se perdona o se exonera a una
persona del cumplimiento de una obligación, es decir, que el deudor
queda liberado de la deuda en virtud de la remisión.
 La condonación se hace a título gratuito, el cual es su principal
característica, porque los motivos de la condonación no afectan a su
naturaleza de dicha figura jurídica.
 La condonación es sencillamente la renuncia del acreedor
(condonante) a solicitar su crédito que, conforme al sistema civil
peruano, debe requerir necesariamente de la aceptación del deudor
(condonado), para que se produzca la extinción de la obligación. Es
decir, que al ser de esencia bilateral se materializa a través de un
contrato de cancelación o remisión de deuda.
 La consolidación tiene mayor afinidad con los modos de extinción de
las obligaciones que con otras figuras del Código Civil. Si bien podría
argumentarse que no se trataría de un modo de extinción de
obligaciones propiamente dicho o en estricto, también se debe
considerar que a efectos prácticos no es lo usual que la relación
obligacional se vuelva a separar. Pero más allá de esta previsión a
entender nuestro, es un singular modo extintivo de obligaciones.
 La consolidación o confusión es el acto por el cual concurren en una
misma persona las calidades de acreedor y deudor de una obligación.
Esta figura está regulada como una de las formas de extinción de las
obligaciones.

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BIBLIOGRAFÍA
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CIVIL PERUANO. TEXAS: HUALLAGA.
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