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Aburrimiento Cólera Ira

Admiración Confianza Melancolía


Afecto Desconfianza Miedo
Aflicción Desesperación Nostalgia
Alegría Dolor Odio
Amargura Enemistad Orgullo
Amistad Envidia Paz interior
Amor Esperanza Penas
Angustia Fe Piedad
Ansiedad Felicidad Satisfacción
Antipatía Gratitud Tristeza
Arrepentimiento Inferioridad Venganza
Celos Insatisfacción Vergüenza

Alegría es sentimiento. Euforia es emoción: La alegría es espontánea, y la mayoría de las veces no


depende de un motivo o causa, simplemente sucede y se desborda. Es calmada y contagiante. La euforia
atropella, es inadecuada, incomoda y es poco diplomática. Normalmente, tras la euforia surgen cuadros
de frustración, depresión y apatía.

Tristeza es sentimiento. Depresión es emoción:


La tristeza es inevitable en algunas situaciones de la vida, pero puede ser vivenciada juntamente con la
paz porque se llega a entender que todo es pasajero y transitorio, y asimismo aprendizaje.

Miedo es sentimiento. Pánico es emoción: Los miedos son muchos e incluso sirven como auto-
protección, auto-preservación o alerta. Pero el miedo constante, sin motivo aparente o real, el que
paraliza, revela falta de lucidez y confianza.

Coraje (corazón + acción) es hacer con miedo.

Rabia es sentimiento. Odio es emoción: Es humano expresar el sentimiento de rabia, incluso como una
toma de posición, un discernimiento. Pero este sentimiento ha de ser rápido, pasajero, el tiempo de
aprender cómo transformarlo en actitudes realizadoras, en oportunidades para el ejercicio de la
paciencia, la tolerancia y la comprensión. Jamás permitas que la rabia se transforme en resentimiento,
rencor u odio, pues este es el camino de la auto-destrucción.

Amor es sentimiento. Pasión es emoción: El Amor anima y liberta. Juntamente con la pasión vienen
como obsequio los celos, el dolor, la inseguridad y el posesivismo.

Hay tres tipos de sentimientos: Agradables, Desagradables y Neutros. Cuando tenemos un sentimiento
desagradable deseamos evitarlo. No obstante, lo ideal es volver a la respiración consciente, que
oxigenará y aportará clareza, y solamente observarlo, identificándolo en silencio.

Nota: Inspirando, tomo conciencia de que hay un sentimiento desagradable en mí.


Espirando, percibo claramente que hay un sentimiento desagradable en mí. Rabia, tristeza o miedo,
cuando nombrados e identificados con claridad, hacen más sincera y profunda la forma de lidiar con
ellos.

Respirando y haciéndose consciente: La respiración es la forma más poderosa, a nuestra disposición,


para nutrir y fortalecer con poder constructivo las cuestiones emocionales y afectivas. Las filosofías
orientales ya dominaban este conocimiento y empleaban esta herramienta desde hace milenios. A
través de la respiración es posible entrar rápidamente en contacto con nuestros sentimientos,
observarlos a través de una óptica más clara y oxigenada, y administrarlos.

Si la respiración es leve y tranquila – resultado natural de la respiración consciente – la mente y el


cuerpo van lentamente volviéndose leves, tranquilos y claros. Y de la misma forma, los sentimientos.

En la cura de los sentimientos desagradables, es fundamental el cuidado, el amor y la no violencia. No


se debe creer en transformaciones sin amor. Incluso porque, a través de la observación consciente, los
sentimientos desagradables pueden ser muy esclarecedores, y pueden proporcionar revelaciones y
comprensión respecto de nosotros mismos y de nuestra sociedad.

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