Documente Academic
Documente Profesional
Documente Cultură
Las personas que nos rodean intentan con frecuencia que hagamos cosas que no
queremos hacer, utilizando diferentes métodos: insistiéndonos una y otra vez,
ofreciéndonos muchas razones, criticándonos o intentando que nos sintamos culpables
por negamos.
Ser capaces de rechazar peticiones con naturalidad y sin sentimos culpables por
ello es un aspecto importante de la asertividad ya que es necesario para:
No dejarte llevar por quienes te empujan a hacer algo que no deseas o que
te puede perjudicar.
Las personas que mantienen una actitud inhibida tienen problemas para rechazar
las peticiones que les plantean los demás. Esto, muchas veces es debido a que se sienten
culpables de decir que no, y porque creen (irracionalmente) que necesitan a toda costa la
aprobación de los demás y que sería terrible que se molestasen con ellas. Por ello, en
muchas ocasiones terminan accediendo a ellas o a ofrecer excusas inadecuadas, cuando la
realidad es que no desean hacerlo.
En cambio, las personas asertivas son capaces de rehusar peticiones sin sentirse
incómodas y de forma que quien les hizo la petición tampoco se sienta mal.
Para rechazar peticiones en forma asertiva, lo primero que hay que hacer es creer
que tenemos derecho a decir que “no” cuando nos hacen peticiones poco razonables o
cuando nos piden algo que no deseamos llevar a cabo por otros motivos.
Ejemplo:
Ejemplo:
Una buena fórmula pare rechazar este tipo de peticiones, es empalizar con esa
persona esto es, reconocer sus sentimientos, pero repitiendo claramente que no puedes o
no quieres hacerlo
Ejemplo:
Comprendo que es un fastidio para tí que no te lo deje este finde, pero no puedo
porque me va a hacer falta a mí.