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EL UNIVERSO MATEMÁGICO DE MARTIN GARDNER TEMAS 77


3.er TRIMESTRE 2014 InvestigacionyCiencia.es
0007 7

9 7 7 841 1 3 55668

TEMAS 77
El universo matemágico de

Juegos, acertijos, paradojas y otras maravillas recreativas


MARTIN GARDNER

6,50 EUROS
Disponible en su quiosco el número de octubre
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TEMAS 77
3er trimestre 2014
www.investigacionyciencia.es

El universo
matemágico de
MARTIN
GARDNER
Selección de artículos y presentación de Fernando Blasco

2 TEMAS 64 2o Trimestre 2011


PRESENTACIÓN
4 Martin Gardner, el hombre que convirtió a
miles de niños en matemáticos y a miles de
matemáticos en niños
ARTÍCULOS
6 Un cuarto de siglo de matemáticas recreativas
El creador de la sección «Juegos matemáticos» de
INVESTIGACIÓN Y CIENCIA evoca 25 años de
rompecabezas amenos y descubrimientos serios

14 Flexágonos
Figuras hexagonales de inusitadas propiedades,
confeccionadas con tiras de papel

18 El juego de la vida
Las fantásticas combinaciones de Vida, un nuevo
juego solitario de John Conway

22 De números y juegos
Un libro de John Horton Conway que abarca una
ž³‰³žlDllx¥øx¸ä

28 Los embaldosados de Penrose


Extraordinario mosaico no periódico que enriquece
la teoría del teselado

39 Ocho rompecabezas y un juego


§îߞE³ø§¸lxU¸§Däjø³DÇDßDl¸¥Dþxß䞉`DlDāø³
surtido de problemas

46 Comunicaciones secretas
Claves de nuevo tipo cuyo desciframiento ocuparía
unos cuantos millones de años

52 Arte y matemáticas
Todas las esculturas de Berrocal son desmontables,
lo mismo que los rompecabezas mecánicos de
enclavamiento

60 Adivinanzas lógicas
Donde el conde Drácula, Alicia, Porcia y otros
muchos participan en diversos rompecabezas
lógicos

66 D§D`žDäÇäxøl¸`žx³îŸ‰`Dä
De cómo poseer psiquismo, incluso siendo caballo o
cualquier otro animal irracional

72 Un eterno y grácil bucle


Gödel, Escher, Bach, de Douglas Hofstadter

77 Caligrafías, reinas y culebras


"Däž³äǞßDlDä䞭xîߟDäßE‰`Dälx3`¸îî!ž­

82 0¸§Ÿîž`Dä‰ä`D§xä
"D`øßþDlx"D†xßā¸îßDäßD`žDälx³øxäîßD
economía de tipo mixto

88 Juegos enmarañados
Topología de nudos y los resultados insolidarios de
la Lotería Seductora
InvestigacionyCiencia.es B÷ČąÿĉÿûĈ 3
Presentación

Martin Gardner, el hombre que


convirtió a miles de niños en matemáticos
y a miles de matemáticos en niños por Fernando Blasco

M
artin Gardner era aficionado a la ciencia desde niño.
Pensaba estudiar física, pero, por una exigencia del sis-
tema universitario estadounidense, para poder matri-
cularse en el Instituto de Tecnología de California se le requerían dos
años de otros estudios. Comenzó a estudiar filosofía... y terminó gra- del centenario de su nacimiento [véase
duándose en esa disciplina. «Cien años con Martin Gardner», por
Colm Mulcahy y Dana Richards; Investi-
gación y Ciencia, octubre de 2014].
Posteriormente trabajó en calidad matemáticos, también lo es entre los Otra columna se ha editado también
de periodista en diferentes publicacio- magos. Sabía cómo presentar un juego especialmente para esta ocasión: nos
nes, hasta que en 1956 comenzó una de magia: en sus artículos nos hace referimos a «El juego de la vida», el
relación laboral estable con Scientific avanzar de modo que no perdamos el artículo en el cual se describe el famoso
American, escribiendo en esa revista la interés, hasta que llega el clímax, como juego de John H. Conway y que desem-
sección «Juegos matemáticos» (también si se tratara de un truco de ilusionismo. peñó un papel fundamental en la difu-
en I­ nvestigación y Ciencia desde sus De hecho, el inicio de esa colabora- sión del mismo. Hoy se presenta en casi
inicios, en octubre de 1976). Su interés ción con Scientific American se debió a todos los cursos de programación y sir-
y formación multidisciplinares hicieron su curiosidad por describir matemática- ve como ejemplo de creación y estudio
que los temas elegidos para su columna mente una extraña figura que vio a un de vida artificial. Año tras año siguen
fueran apreciados tanto por matemá- mago neoyorquino. Siguiéndole la pista, apareciendo publicaciones sobre este
ticos profesionales como por otros descubrió que esta había sido ideada juego. No ha pasado de moda.
lectores. La clave de su secreto radicaba por un grupo de estudiantes de Prince- Además de incluir dos columnas
en la estupenda colaboración con ma- ton (encabezado por Arthur Stone, pero inéditas, este monográfico destaca por
temáticos de primera línea; Gardner en el cual se incluía también Richard otra novedad: para comodidad de los
les consultaba hasta aclarar la cuestión, P. Feynman). Esas curiosas estructuras lectores, se han añadido al final de cada
momento en que escribía lo que había protagonizaron en 1956 su primer ar- artículo las soluciones de los problemas
sido capaz de comprender. tículo, «Flexágonos», que Investigación propuestos (solían aparecer en la co-
Gardner se guardaba, además, un as y Ciencia publica por vez primera en lumna del mes siguiente).
en la manga: su afición por la magia. este número especial de la colección En cuanto a la elección del resto de
Igual que es considerado gurú entre los Temas, dedicado a Gardner con motivo juegos matemáticos de este número

2  TEMAS 77
especial, confieso que no ha sido tarea compara las esculturas del malagueño pseudocientíficas», donde presenta
fácil, dadas la gran cantidad y variedad Miguel Berrocal con rompecabezas algunos juegos de magia que bien pue-
de temas que Gardner presentó en In- mecánicos. Y en «Adivinanzas lógicas» den camuflarse como «pruebas» de
vestigación y Ciencia. introduce a Raymond Smullyan, con percepción extrasensorial por un pro-
Cuando en 1977 se publicó «Comuni- quien compartía aficiones como el aje- fesional. Tristemente, en nuestros días
caciones secretas», nadie podía pensar drez o la magia. están proliferando de nuevo las pseu-
que la Red y la telefonía móvil iban a Tampoco podía faltar en esta celebra- dociencias, debido al desconocimiento
estar extendidos hoy como lo están. Y ción el sucesor de Gardner, Douglas R. de la ciencia —y a perversos intereses
mucho menos que podríamos firmar Hofstadter, que aparece en «Un eterno comerciales.
documentos digitalmente o acceder y grácil bucle» junto a su famoso libro Se preocupaba también por temas
desde cualquier dispositivo a nuestra Gödel, Escher, Bach. (Cuando a comien- que afectaban directamente a los ciuda-
cuenta bancaria. Ello es posible gracias zos de los años ochenta Gardner dejó de danos. Ello lo demuestran los artículos
a los métodos de encriptación que se escribir sus «Juegos matemáticos» men- sobre el análisis del sistema electoral u
describen en este artículo y que dieron sualmente, para pasar a una colabora- otros de corte económico como «Polí-
la fama a Ronald L. Rivest, Adi Shamir y ción más esporádica, Hofstadter tomó, ticas fiscales», sobre la curva de Laffer,
Leonard M. Adleman, los tres profesores en parte, el relevo con la creación de la de la que hemos oído hablar reciente-
del Instituto de Tecnología de Massa- sección «Temas metamágicos».) mente por la crisis económica que sufre
chussets creadores del sistema RSA. En «Caligrafías, reinas y culebras», nuestro país.
Hemos incluido también «Un cuarto simetría y escritura se unen de manos «Juegos enmarañados», el último
de siglo de matemáticas recreativas», el del polifacético matemático Scott Kim, artículo elegido para esta recopilación,
artículo especial que el propio Gardner quien continúa realizando los logotipos corresponde al que puso fin a la cola-
elaboró en 1998 para recordar los temas del Gathering 4 Gardner, el encuentro boración de Gardner con Investigación
fundamentales que había tratado en su que reúne cada dos años en Atlanta a y Ciencia. Además, en él participa
columna y en el que presenta algunos aficionados al legado de Martin Gardner también Hofstadter, quien aprovecha
juegos de magia matemática. de todo el mundo. los comentarios a su última propuesta
Asimismo, hemos procurado mostrar En este homenaje no podíamos recreativa para despedirse de los lecto-
la relación de la matemática con otras olvidarnos de «Ocho rompecabezas y res —también él se retiró entonces de
disciplinas y rendir homenaje a las per- un juego». Incluye el análisis de juegos su columna—. En la lista final, sobre la
sonas que con frecuencia aparecían en clásicos, como el reversi, que hoy en- participación en la Lotería Seductora,
los artículos del «matemago», personas contramos gratuitamente en tabletas y encontramos una curiosidad: el número
que entendían la matemática de una ordenadores (el artículo probablemente gúgol (del que Gardner había hablado
forma especial. Las referencias a estos haya influido a los desarrolladores del previamente en Scientific American, en
científicos son continuas. juego). febrero de 1960, al tratar el problema
Encontraremos muchas veces a Con- Gardner destacó también por ser de la secretaria). ¿A alguien le suena de
way, quien, después de protagonizar un activo defensor del escepticismo. dónde puede haber salido el nombre del
la columna sobre el juego de la vida, Hemos querido recordarlo en «Falacias famoso buscador?
reaparece en «De números y juegos»
por un libro sobre juegos de estrategia.
Gardner cita también a Sir Roger Pen- Fernando Blasco, profesor del departamento de matemática aplicada de la Universidad ­Politécnica
rose al presentar en «Los embaldosados de Madrid, es experto en matemática recreativa, rama de las matemáticas que c­ onoció a través de
de Penrose» una teselación no periódica los libros y artículos de Martin Gardner. Asistente habitual en los encuentros Gathering 4 Gardner
del plano. En «Arte y matemáticas» de Atlanta, es uno de los organizadores de la Celebración del Ingenio de Martin Gardner en Madrid.

El universo matemático de Martin Gardner  3


Artículo publicado en
Investigación y Ciencia n.o 265
Octubre de 1998

Un cuarto de siglo
de matemáticas recreativas
El creador de la sección «Juegos matemáticos» de Investigación y Ciencia evoca
25 años de rompecabezas amenos y descubrimientos serios

«La diversión es uno de los campos de un par de colecciones de rompecabezas den verse, cada vez con mayor frecuencia,
la matemática aplicada.» más, eso era todo. artículos de esa índo­le en las revistas de
—William F. White Desde entonces, se ha producido una matemáticas. El Journal of Recreational
A scrapbook of elementary avalancha de libros de matemáticas re- Mathematics, trimestral, empezó su an-
mathematics creativas; muchos, obra de matemáticos dadura en 1968.
distinguidos. Merecen citarse Ian Stewart, La divisoria entre la matemática para

M i colaboración regular con Scienti-


fic American comenzó en el número
de diciembre de 1956 con un artículo so-
actual responsable de la sección de «Jue-
gos mate­m áticos» de Investigación y
Ciencia; John H. Conway, de la Universi-
entretenimien­to y la matemática seria es
difusa. Muchos profesionales consideran
su trabajo como una forma de juego, como
bre hexafle­xágonos [véase «Flexágonos», dad de Princeton; Richard K. Guy, de la podrían decir las estrellas del baloncesto.
en este mismo número]. Estas curiosas es- de Calgary, y Elwyn R. Berlekamp, de En general, se considera que un proble-
tructuras, que resultan de plegar en for- la de California en Berkeley. También pue- ma matemático es de naturaleza recrea-
ma de hexágono una tira ordina- tiva si contiene un aspecto lúdi-
ria de papel, y pegar después los co que pueda ser comprendido y
extremos, podía volverse del revés apreciado por no matemáticos.
las veces que se quisiera, revelan- En las matemáticas recreativas
do al hacerlo una o más caras ocul- se cuentan problemas elementa-
tas. Fueron ideadas por un gru- les de soluciones elegantes y, mu-
po de graduados de Princeton en chas veces, sorprendentes. Tam-
1939. El juego con hexaflexágonos bién caben en ellas las paradojas
resulta entretenido, pero tal vez desconcertantes, los juegos de
lo importante sea que revelan el ingenio, ciertos trucos de magia
vínculo entre los problemas de las o curiosidades topológicas como
matemáticas recreativas y las ma- las bandas de Möbius o las bote-
temáticas «serias». Estaba entre llas de Klein. De hecho, en casi to-
sus inventores Richard Feynman, das las ramas de las matemáticas
quien, andando el tiempo, llega- que no requieran del cálculo dife-
ría a ser uno de los físicos teóricos rencial hay áreas que pudiéranse
más famosos del siglo. juzgar recreativas.
En la época en que empecé con Mathematics Teacher, revista
mi sección, se podían contar con los mensual publicada por el nor-
dedos de la mano los libros de ma- teamericano Consejo Nacional
temática recreativa. Recordaré la de Profesores de Matemáticas
obra clásica del género (Mathe- (NCTM), suele traer artículos
matical recreations and essays, sobre temas recreativos. La ma-
escrito en 1892 por W. W. Rouse yoría de los docentes, sin embar-
Ball) en una versión puesta al día go, siguen haciendo caso omiso
por otra figura legendaria, H. S. M. de ese material. Durante 40 años
GAMMA LIAISON/DONNA BISE

Coxeter. Dover Publications había me he esforzado por convencer


lanzado una traducción al inglés 1. Martin Gardner, a sus 83 años. Posa aquí ante una bo- a los educadores de la necesidad
de La mathématique des jeux, de tella de Klein, objeto que tiene solamente una superficie: de incorporar las matemáticas
Maurice Kraitchik, un experto en el interior y el exterior de la botella están conectados sin recreativas en los programas.
teoría de números. Pero, amén de solución de continuidad. Introducidas con regularidad,

6  TEMAS 77
CUATRO PROBLEMAS
El tahúr. Paco Tallador, un tahúr, pone tres cartas boca abajo sobre El cuadrado mágico. Esta matriz numérica es un cuadrado mágico
la mesa. Uno de los naipes es un as; las otras dos son figuras. Usted de tipo muy curioso. Rodee con un círculo cualquiera de los números
pone un dedo sobre una de las cartas y apuesta a que esa carta es el de la matriz y tache después todos los números de la misma fila y
as. La probabilidad de que haya elegido el as es, obviamente, 1/3 . columna. A continuación, rodee con un círculo cualquiera de los núme-
Ahora Tallador alza un poco cada una de las cartas y las mira discre- ros no elegidos, y vuelva a tachar la fila y la columna de ese número.
tamente. Dado que solo hay un as entre las tres cartas, al menos una Prosiga de igual modo hasta que haya señalado seis números.
de las no elegidas tiene que ser una figura. Paco le da la vuelta a esa Está claro que cada número ha sido seleccionado al azar. Pero,
carta y se la muestra. ¿Qué probabilidad hay ahora de que la carta independientemente de los números que se elijan, su suma es siem-
elegida por usted sea un as? pre la misma. ¿Cuánto vale esta suma? Y, lo que es más importante,
¿por qué funciona siempre el truco?

1 1 1
3 3 3

? ?

El Génesis. He aquí los tres primeros versículos del Génesis en la El ilusionista. Un ilusionista prepara una baraja francesa, donde las
Biblia del Rey Jacobo. Seleccionemos una cualquiera de las 10 prime- cartas rojas se van alternando con las negras. Corta el mazo más o
ras palabras del primer versículo: «In the beginning God created the menos por la mitad, asegurándose de que las cartas situadas debajo
heaven and the earth». Contemos el número de letras de la palabra de cada mitad no sean del mismo color. Nos permite entonces que
elegida; sea x este número. Vayamos después a la palabra situada x barajemos, «peinándolas», las dos mitades, tan cuidadosamente o
palabras por delante. (Por ejemplo, si ha elegido usted la palabra in, tan descuidadamente como queramos. Hecho esto, el ilusionista toma
ha de ir a beginning.) Contemos ahora el número de letras de esta las dos primeras cartas de lo alto del mazo. Una de las cartas es roja,
palabra —llamémoslo n— y avancemos otras n palabras. Se conti- la otra negra (no necesariamente en ese orden). Las dos siguientes
núa de igual manera hasta que la cadena de palabras llegue al tercer también son una carta roja y una negra. De hecho, en cada uno de
versículo del Génesis. los sucesivos pares de cartas habrá una de cada color.
¿En qué palabra acaba la cuenta? ¿Será la respuesta una casuali- ¿Cómo lo consigue? ¿Por qué no se crea una secuencia aleato-
dad o formará parte de un plan divino? ria al peinar las cartas?

1 2 3 4 5 6

7 8 9 10 Cortar
el mazo
11 12 13 14 15 16
TODAS LAS ILUSTRACIONES DE ESTE ARTÍCULO: IAN WORPOLE

17 18 19 20 21 22 23

24 25 26 27 28 29 30 31 32

33 34 35 36 37 38 39
Peinado

40 41 42 43 44 45 46

47 48 49 50
Las soluciones, al final del artículo

El universo matemágico de Martin Gardner  7


a b e

2
1

√3

c d

2. Los rep-tiles de orden bajo se acoplan entre sí para formar


copias mayores de sí mismos. El triángulo rectángulo isósceles
(a) es una figura rep-2, porque dos de tales triángulos forman
un triángulo mayor que tiene la misma forma. Un triángulo
de tipo rep-3 (b) es el que posee ángulos de 30, 60 y 90 grados.
Entre otros rep-tiles están un cuadrilátero rep-4 (c) y un hexá-
gono rep-4 (d). La esfinge (e) es el único pentágono conocido
de tipo rep-4.

podrían servir para interesar a los niños cooperativo. El «aprendizaje interactivo», Uno de los grandes placeres que me
y los adolescentes en las maravillas de las tal es su denominación, sustituye a la ex- ha reportado la sección de «Juegos ma-
matemáticas. plicación del profesor. Aunque esta «nue- temáticos» durante tantos años ha sido
He referido con frecuencia una anéc- va matemática moderna» posee algunos poder conocer a matemáticos de raza. Yo
dota de mis años de alumno de secunda- aspectos positivos, me sorprendió mucho apenas soy más que un periodista que
ria, que ilustra la cuestión. Un día, en cla- ver que el anuario nada tuviera que decir ama las matemáticas y que puede escri-
se de matemáticas, habiendo terminado la sobre el valor de la matemática recreativa, bir sobre ellas con cierta soltura. No estu-
tarea, saqué una hoja y traté de resolver cuyos problemas son casi perfectos para dié exactas en la universidad. Conforme
un problema que me tenía intrigado: si la resolución cooperativa. he ido aprendiendo, mis artículos han
el primer jugador de una partida de tres Séame permitido proponer a los do- ido adquiriendo mayor vuelo matemáti-
en raya puede ganar siempre, si aplica centes el siguiente experimento. Se pide co, pero la clave de la popularidad de la
la estrategia correcta. Cuando la profeso- a cada grupo de estudiantes que piense sección residía en el fascinante material
ra me vio garrapateando cruces y ceros, en un número de tres cifras; sea este el que algunos de los mejores matemáticos
me arrancó la hoja y me dijo: «Gardner, número ABC. Deben después introducir del mundo tuvieron la bondad de pro-
cuando esté usted en mi clase espero que esa secuencia dos veces en sus calculado- porcionarme.
trabaje en matemáticas, y en nada más». ras, formando el número ABCABC. Por Solomon W. Golomb, de la Universi-
El problema del tatetí hubiera sido un ejemplo, si el número pensado ha sido dad de California del Sur, fue uno de los
estupendo ejercicio. Abre una vía exce- 237, deberían teclear 237237. Diga a los primeros en traer grano al molino de la
lente para introducir a los alumnos en estudiantes que usted, por sus poderes sección. En el número de mayo de 1957
la matemática combinatoria, la teoría de psíquicos, puede predecir que al dividir presenté su estudio de los poliominós, fi-
juegos, la simetría y la probabilidad. Es, el número por 13 no habrá resto. Tal pre- guras que se obtienen adosando cuadra-
además, un juego con el que todos los es- dicción resultará cierta. Pídales ahora dos idénticos. El dominó —constituido
tudiantes han experimentado. ¿Quién no que dividan el cociente entre 11. Lo mismo por dos de tales cuadrados— tiene una
ha jugado, de niño, al tres en raya? Sin que antes, no habrá resto. Indíqueles, por sola forma, pero los trominós, tetromi-
embargo, pocos docentes conozco que ha- último, que dividan el número por 7. Y nós y pentominós pueden adoptar una
yan incluido tales juegos en sus lecciones. ¡hale hop!, en la pantalla de la calculado- variedad de formas: en L, en T, cuadrada,
Según el anuario del Colegio Profesio- ra aparecerá el número ABC primitivo. etcétera. Uno de los primeros problemas
nal de Matemáticos del año 1997, la última El truco tiene un secreto bien sencillo: de Golomb consistía en averiguar si un
tendencia en enseñanza es la «nueva ma- ABCABC = ABC × 1001 = ABC × 7 × 11 × 13. determinado conjunto de poliominós,
temática moderna», nombre con el que (Como cualquier otro entero, podemos perfectamente encajados, podría cubrir
pretende ser distinguida de la «matemá- descomponer unívocamente el número un tablero de ajedrez sin dejar ningún
tica moderna», que tan desastrosamente 1001 en factores primos.) No conozco for- cuadrado al descubierto. El estudio de
fracasó hace un par de decenios. El más ma mejor de introducir a los estudiantes los poliominós se convirtió pronto en
moderno sistema de enseñanza consiste en la teoría de números y en las propie- rama floreciente de las matemáticas re­
en dividir en pequeños grupos a los alum- dades de los números primos que la ex- creativas. Arthur C. Clarke, el célebre
nos de la clase y proponerles la resolución plicación de por qué este truco funciona autor de obras de ciencia ficción, confesó
de problemas mediante razonamiento siempre. que se había convertido en un «pentomi-

8  TEMAS 77
Perro
3
1
2 4 Pirámide

Escalinata

6
Silla
5 7

Barco
3. Las piezas de soma son sólidos irregulares formados adosando cubos unitarios por
sus caras (arriba). Las siete piezas pueden ser dispuestas de 240 formas para construir
el cubo Soma de 3 por 3 por 3. Pueden también ensamblarse para formar con ellas to-
das las estructuras representadas a la derecha, salvo una. ¿Sabría el lector determinar
qué estructura es imposible de construir? [La respuesta, al final del artículo.]
Castillo

nadicto» cuando se puso a jugar con estas policubos se construyen adosando cubos
figuras, engañosamente sencillas. idénticos por sus caras. Los policubos se
También fue Golomb quien me hizo pueden ensamblar para formar el cubo
prestar atención a una clase de figuras Soma —de 240 maneras, nada menos—
a las que llamó «rep-tiles», polígonos amén de toda una panoplia de formas Rascacielos
idénticos que se acoplan perfectamente «somáticas»: la pirámide, la bañera, el
para formar réplicas mayores de sí mis- perro, etcétera. Bañera
mas. Uno de los rep-tiles es la esfinge, un En 1970, el matemático John Conway
pentágono irregular cuya forma recuerda vino a verme y me preguntó si tenía un
vagamente a la del clásico monumento tablero de go, antiguo juego oriental. Lo
egipcio. Al adosar debidamente cuatro tenía. Conway me hizo entonces una de­
esfinges idénticas resulta una esfinge mostración de su hoy famoso juego de si-
mayor que tiene la misma forma que sus mulación llamado Vida [véase «El juego de
componentes. El patrón de los rep-tiles la vida», en este mismo número]. Colocó
puede expandirse infinitamente: logran algunas piezas en la retícula del tablero, Túnel
una teselación del plano, creando copias para ir después añadiendo o eliminando
de sí mismas, siempre mayores. nuevas piezas de acuerdo con tres reglas
Piet Hein, ilustre inventor y poe­ta, sencillas: cada ficha que tiene dos o tres
ya fallecido, llegó a ser un buen amigo piezas vecinas sobrevive hasta la gene-
gracias a sus contribuciones a «Juegos ración siguiente; cada ficha sin vecinas,
matemáticos». En el número de julio de con solo una, así como las que tengan Sofá
1957 me ocupaba de un juego topológi- cuatro o más, se retiran: las primeras
co inventado por él, llamado Hex, que por inanición, las segundas, por asfixia;
se desarrolla en un tablero romboidal en cada espacio vacío con exactamente Pozo
compuesto por hexágonos. Los jugado- tres fichas adyacentes se añade una ficha
res sitúan sus fichas sobre los hexágonos nueva. Por aplicación reiterada de estas
y procuran, cada cual, ser el primero en reglas se puede crear una asombrosa
completar una cadena ininterrumpida variedad de formas, entre ellas, algunas
que vaya de uno a otro lado del tablero. (La que se desplazan sobre el tablero, como si
forma hexagonal de las casillas ha dado fueran insectos. Vida, que expuse en 1970,
pie a otros nombres, por asociación con tuvo un enorme éxito entre los «cómputo-
Muro
los pavimentos de los cuartos de baño.) dependientes». A partir de ese momento,
Hein fue también el inventor del cubo durante muchas semanas, las empresas y
Soma, del que me ocupé en diversas oca- los laboratorios de investigación queda-
siones. El cubo Soma se construye a partir ron casi cerrados mientras los entusiastas
de siete policubos diferentes, análogos en de Vida experimentaban con formas de
tres dimensiones de los poliominós. Los vida en las pantallas de sus ordenadores.

El universo matemágico de Martin Gardner  9


Conway colaboró más tarde con los del tablero tras ser «sobresaltadas». El México, que generalizó el juego de tres en
matemáticos Richard Guy y Elwyn Berle- objetivo del juego es lograr que la fúbola raya. En la versión de Harary del juego
kamp en la que, estimo, es la máxima con- rebase la línea de meta del bando opuesto, [Investigación y Ciencia, junio de 1979],
tribución de este siglo a las matemáticas construyendo una cadena de fichas que el objetivo no era formar una línea recta
recreativas, una obra en dos volúmenes vaya de lado a lado del tablero. A dife- de equis o ceros. Antes bien, los juga-
titulada Winning ways (1982). Entre los rencia de lo que ocurre en las damas, el dores se esfuerzan en ser los primeros
cientos de gemas matemáticas que contie- ajedrez, el go o el Hex, en el juego de fú- en disponer sus equis o sus ceros según
ne, destacaré un juego bipersonal llamado bola no se asignan piezas distintas a uno un poliominó especificado de antema-
Phutball («fúbola»), que también puede y otro bando: los participantes utilizan no, como una L o un cuadrado. Ronald
disputarse en un tablero de go. Situada la las mismas fichas para construir sus cade- L. Rivest, del Instituto de Tecnología de
fúbola en el centro del tablero, los juga- nas. Consiguientemente, cualquier jugada Massachusetts, me permitió revelar en
dores van colocando por turnos piezas en que realice uno puede ser repetida por su esta revista el sistema de cifrado público
las intersecciones de la red de líneas. Los oponente. del que fue coinventor [Investigación y
jugadores mueven la fúbola haciéndola Enriqueció la sección Frank Harary, Ciencia, octubre de 1977]. Su sistema in-
saltar sobre las piezas, que son retiradas hoy en la Universidad estatal de Nuevo auguró una serie de métodos de cifrado
que han revolucionado el campo de la
criptografía. Me cupo también el placer
de presentar el arte matemático de Mau-
4. En el juego Vida, diversas formas van evolucionando de rits C. Escher, así como la teselación no
a acuerdo con ciertas reglas establecidas por John H. Conway. periódica descubierta por Roger Penrose,
Si cuatro organismos están inicialmente dispuestos en un famoso por su trabajo sobre relatividad y
bloque cuadrado de casillas (a), la forma de Vida no cambia. los agujeros negros.
Otros tres patrones iniciales (b, c, d) evolucionan hasta la Hallamos en las teselas de Penrose un
forma estable «colmena». La quinta disposición (e) progresa ejemplo maravilloso de cómo un descu-
CUADRADO
hacia la figura oscilante «semáforo», que va alternando brimiento realizado por el placer de ha-
entre líneas verticales y horizontales. cerlo puede tener una utilidad práctica
inesperada. Penrose ideó dos tipos de
b figuras, las «cometas» y los «dardos»,
que recubren el plano solo de forma no
periódica: ninguna parte fundamental
de la configuración se repite. Expliqué la
importancia del descubrimiento en el nú-
mero de marzo de 1977 de Inves­tigación y
COLMENA
Ciencia, que exhibía una configuración de
teselas de Penrose en la portada. Algunos
años después, una variante tridimensio-
c nal de la teselación de Penrose sirvió de
base para la construcción de un tipo des­
conocido de estructura molecular deno-
minada «cuasicristal». Desde entonces,
los físicos han escrito cientos de artículos
COLMENA
de investigación sobre los cuasicristales
y sus excepcionales propiedades térmi-
cas y vibratorias. Aunque la intención de
Penrose fuera en principio estrictamente
d recreativa, sirvió para abrir el camino de
una rama inédita de la física de estado
sólido.
Los dos artículos que provocaron el
máximo número de cartas fueron una
COLMENA inocentada y otro que dediqué a la pa-

10  TEMAS 77
φ
36 O 36 O
72O
1 36 O
1

φ
1
φ
36 O
36O

36 O 72O
φ

1 + √5
φ =
2

5. Las teselas de Penrose se pueden construir dividien-


do un rombo en una «cometa» y en un «dardo», tales
que la razón de sus diagonales sea la razón áurea,
«phi» (φ) (arriba). Al disponer cinco de los dardos
alrededor de un vértice se crea una estrella. Al colocar
diez cometas alrededor de la estrella y extender la te-
selación simétricamente, se genera la pauta infinita en
forma de estrella (derecha). Entre otras teselaciones
en torno a un vértice están el dos, la sota y la reina,
que también pueden generar configuraciones infinitas
de cometas y dardos (abajo, derecha).

radoja de Newcomb. En el primero me


ufanaba en poder dar cuenta de grandes
avances en la ciencia y en las matemáti-
cas. «Revelaba» allí la refutación de la Dos
teoría de la relatividad y la invención
de la cisterna de inodoro por Leonar­do
da Vinci. El artículo también anunciaba
que, en ajedrez, la jugada de apertura
peón 4 torre de rey permitía garantizar
la victoria, y que el número e elevado a Sota
π × √ 163 era exactamente igual al entero Reina
262.537.412.640.768.744. Para gran sor-
presa mía, fueron miles los lectores que
no se percataron de que el artículo era el teorema de los cuatro colores. Muchos
broma. El texto iba acompañado de un aseguraron que la tarea les había llevado
complejo mapa, del que yo aseguraba que varios días.
hacía falta un mínimo de cinco colores La paradoja de Newcomb lleva el nom- Harvard. En la paradoja se supone que
para evitar que hubiera regiones vecinas bre del físico William A. Newcomb, quien hay dos cajas cerradas, A y B. La caja A
del mismo color. Cientos de lectores me dio origen a la idea, aunque fue descri- contiene 1000 dólares. La ca­ja B, o está
enviaron copias del mapa coloreadas ta por primera vez en un artículo técnico vacía, o contiene 1 mi­llón de dólares. Hay
con solo cuatro tintas, confirmando así por Robert No­zick, de la Universidad dos opciones: elegir solo la caja B o tomar
ambas cajas. Parece evidente que lo mejor
será tomar ambas cajas, pero existe un
inconveniente: un ser superior —Dios,
si así queremos llamarle— puede saber
de antemano cuál será nuestra elección.
Si predice que, por codicia, nos vamos a
llevar ambas cajas, dejará vacía la caja B,
y recibiremos solo los 1000 dólares de A.
En cambio, si predice que solo elegiremos
SEMÁFOROS
SEMÁFOROS la caja B, colocará 1 millón de dólares en
ella. Hemos observado este juego muchas

El universo matemágico de Martin Gardner  11


6. El misterio del área esfumada. Fijémonos en las figuras. Cada una de las configura- sean cuadrados perfectos? Hace dos años,
ciones está formada con las mismas 16 piezas: cuatro triángulos rectángulos grandes, en un artículo de Quantum, ofrecí cien
cuatro triángulos rectángulos pequeños, cuatro piezas de ocho lados cada una y cuatro dólares por una disposición así. Aunque
cuadrados pequeños. Dispuestas según el patrón de la izquierda, las piezas encajan, nadie, hasta el momento, ha conseguido
pero al colocarlas a la derecha ¡queda un cuadrado vacío en el centro! ¿De dónde pro- un «cuadra­do de cuadrados», tampoco
cede esta área suplementaria? ¿Y por qué desaparece en la colocación de la izquierda? se ha demostrado su imposibilidad. De
[El secreto de esta paradoja, al final del artículo.] existir, sus números tendrían que ser muy
grandes, tal vez más allá del alcance de
las más modernas supercomputadoras. Es
probable que semejante cuadrado mágico
no llegue a tener ninguna utilidad prácti-
ca. ¿Por qué, en­tonces, están los matemá-
ticos tratan­do de hallarlo? Porque podría
existir.
Durante mis años en Investigación y
Ciencia dedicaba, con regularidad casi
anual, un artículo a una imaginaria en-
trevista con un numerólogo, a quien bau-
ticé Dr. Irving Joshua Matrix (obsérvese
el «666» correspondiente al número de
letras de los nombres y el apellido). El
buen doctor se explayaba sobre las pro-
piedades insólitas de los números y sobre
juegos de palabras extravagantes. Muchos
veces, y siempre que alguien ha optado Los cuadrados mágicos han sido desde lectores llegaron a creer que Matrix, y su
por ambas cajas, la caja B estaba vacía. hace mucho una parte muy popular de las hija medio japonesa, Iva Toshiyori, eran
Y en cada ocasión en que elegía solo la matemáticas recreativas. Lo que confiere personas reales.
caja B, se convertía en millonario. a estos cuadrados su mágico carácter es Lamento no haber podido preguntar-
¿Cuál ha de ser nuestra elección? A la disposición de los números que contie- le al Dr. Matrix qué opinión le merecía
la vista de las muchas repeticiones pre- nen: los números de cada fila, columna un libro, un absurdo éxito de ventas de
senciadas, se puede dar por hecho que y diagonal tienen la misma suma. Nor- 1997, titulado The Bible code, que afirma
el ser superior posee real­mente el poder malmente se exige que los números del encontrar profecías sobre el futuro en las
de efectuar predicciones seguras. Debe- cuadrado mágico sean todos distintos y disposiciones de las letras hebreas del An-
remos, por consiguiente, tomar solo la vayan en orden consecutivo, empezando tiguo Testamento. El libro utiliza un siste-
caja B para asegurarnos la ganancia de en 1. Existe solamente un cuadrado mági- ma de cifrado que hubiera sido el orgullo
1 millón. Pero, ¡un momento! El ser su- co de orden 3 en el que situar los dígitos de Matrix. Aplicando selectivamente este
perior hace su predicción antes de que de 1 a 9 en una plantilla de 3 × 3. (Las sistema a ciertos bloques de texto, los lec-
nosotros juguemos. variantes deducidas por giro o simetría se tores curiosos pueden hallar predicciones
En el momento de elegir nosotros, la consideran triviales.) Existen, en cambio, ocultas no solo en el Antiguo, sino en el
caja B está, o bien vacía, o bien contiene 880 cuadrados mágicos de orden 4, y el Nuevo Testamento, en el Corán, el Wall
1 millón de dólares. Si está vacía, al esco- número de disposiciones aumenta rápido Street Journal, e incluso en las propias
ger la caja B no ganaremos nada. Si elegi- para órdenes mayores. páginas de The Bible code.
mos ambas cajas, obtendremos al menos No es tal el caso de los hexágonos La última vez que oí hablar del Dr.
los 1000 dólares de A. Y si B contiene el mágicos. En 1963, el correo me trajo un Matrix se encontraba en Hong Kong, in-
millón, logramos el millón más otros 1000 hexágono mágico de orden 3 ideado por vestigando la aparición del número π en
dólares. ¿Cómo se puede, pues, perder al Clifford W. Adams, un jubilado. Le envié novelas famosas. Citaba, por ejemplo, el
elegir las dos cajas? el hexágono mágico a Charles W. Trigg, siguiente fragmento del capítulo noveno
Los dos razonamientos parecen invul- de la Universidad de Los Ángeles, quien del libro segundo de La guerra de los mun-
nerables. Sin embargo, no es posible que demostró que esta elegante disposición dos, de H. G. Wells: «For a time I stood
ambos sean la estrategia óptima. Nozick era el único hexágono mágico posible de regarding...» ¡Los números de letras de
concluía que la paradoja, que pertenece orden 3, ¡y que no eran posibles hexágo- estas palabras dan las seis primeras cifras
a la teoría de decisión, sigue sin estar nos mágicos de ningún otro orden! del número π!
resuelta. Mi opinión personal es que la ¿Y si no se exige que los números de
paradoja demuestra, por desembocar en cuadrado mágico vayan en orden conse- PARA SABER MÁS
una contradicción lógica, la imposibilidad cutivo? Si el único requisito es que los
Mathematical recreations and essays. W. W.
de que un ser superior sea capaz de pre- números sean distintos, resulta posible Rouse Ball y H. S. M. Coxeter. Dover
decir las decisiones. Cuando me referí a la construir una amplia variedad de cua- Publications, 1987. (13. a ed.)
paradoja en un artículo, fueron tantas drados mágicos de orden 3. Por ejemplo, Penguin edition of curious and interesting
las cartas que recibí por su causa que las existe un número infinito de tales cuadra- geometry. David Wells. Penguin, 1991.
metí en una caja y se las entregué perso- dos que contienen números primos dife- Mazes of the mind. Clifford Pickover. St. Martin’s
Press, 1992.
nalmente a Nozick, quien las analizó en rentes. ¿Podremos construir un cuadrado
un artículo subsiguiente. mágico de orden 3 cuyos nueve números

12  TEMAS 77
SOLUCIONE S

El tahúr. Casi todo el mundo supone que la las cartas inferiores de ambos mazos serán
10 12 16
probabilidad ha aumentado, pasando de 1/3 a de distinto color. El proceso se repite enton-
1/2 . Después de todo, solo quedan boca abajo ces, garantizando una carta negra y una car-
13 4 2 19
dos cartas y una tiene que ser el as. En reali- ta roja en cada par sucesivo, aun cuando que-
dad, la probabilidad sigue siendo 1/3 . La pro- 15 8 5 7 3 den adheridas algunas de las cartas (abajo).
babilidad de que la carta seleccionada no sea Este fenómeno se conoce por principio de
el as sigue siendo 2/3 , pero Tallador ha eli- 14 6 1 17 Gilbreath, en honor de su descubridor, Nor-
minado parte de la incertidumbre al mostrar man Gilbreath, un ilusionista de California. Los
que una de las dos cartas no elegidas no es 9 11 18 ilusionistas han inventado más de cien trucos
el as. Así pues, hay una probabilidad de 2/3 de cartas basados en este principio y sus ge-
de que la otra carta no seleccionada sea el neralizaciones.
as. Si Tallador nos concede la oportunidad de El hexágono mágico tiene una propiedad única y Peinado concienzudo Peinado con adheren
cambiar nuestra apuesta a esa carta, debería- exclusiva: todas las casillas que estén en línea recta
suman 38.
mos aceptarla —a menos, claro está, que esté
guardándose cartas en la manga—.
Expuse este problema de forma ligera-
mente diferente en 1959. En lugar de tres nai- El Génesis. Cada cadena de palabras termina o
pes, se hablaba de tres presos, uno de los cua- en God («Dios»). Esta respuesta puede pare-
les había sido indultado. En 1990, Marilyn vos cer un signo de la Providencia, pero en rea-
Savant, autora de una columna muy popular lidad es el resultado del «recuento de Krus-
en la revista Parade, presentó otra versión más kal», un principio que el matemático Martin
de este problema, con tres puertas, tras una de Kruskal fue el primero en observar, hacia los
las cuales se ocultaba un coche. Marilyn dio la años setenta. Cuando el número
Peinadototal de pa-
concienzudo Peinado con adherencia
solución correcta, pero recibió miles de car- labras de un texto es notablemente mayor
tas airadas —muchas de ellas, de matemáti- que el máximo número de letras de la pala-
cos— ¡que la acusaban de ignorar la teoría de bra más larga, es probable que dos cadenas
la probabilidad! La controversia dio pie a una de palabras, de comienzo arbitrario, se inter-
primera página en el New York Times. sequen en una palabra clave. A partir o de ahí,
claro está, las cadenas se hacen idénticas. Al El área esfumada. La clave reside en que los
aumentar la longitud del texto, aumenta la triángulos rectángulos grande y pequeño no
probabilidad de la intersección. son semejantes: sus ángulos agudos son lige-
Me ocupé del principio de Kruskal en abril ramente distintos. Por esta diferencia, la figura
2 1
3 3 de 1978. El matemático John Allen Paulos apli- izquierda es cóncava: los ángulos de los vér-
ca el principio a las cadenas de palabras en su tices son ligeramente menores de 90 grados,
El cuadrado mágico. La suma es 111. El tru- libro Once upon a number. y por ello los lados se pandean hacia dentro
co funciona siempre porque la matriz de nú- (arriba). En la disposición derecha, los vértices
meros no es más que una tabla de sumar de tienen un poquito más de 90 grados, y los la-
las antiguamente usadas (abajo). La tabla está dos se comban hacia fuera (abajo). La diferen-
generada por dos conjuntos de números: (3, cia de las áreas entre las dos figuras corres-
1, 5, 2, 4, 0) y (25, 31, 13, 1, 7, 19). Cada uno de ponde al misterioso hueco cuadrado.
los números de la matriz es la suma de un par El ilusionista. Por sencillez, imaginemos un
de números de los dos conjuntos. Al elegir los mazo de solo diez naipes, en el que las car-
seis números rodeados por círculos, lo que se tas negras y rojas se alternan como sigue:
está haciendo es seleccionar seis pares que NRNRNRNRNR. Al cortar este mazo por la
contienen la totalidad de los 12 números ge- mitad, resultarán dos montoncitos de cinco
neradores. Así pues, la suma de los números cartas: NRNRN y RNRNR. Al empezar la ba-
rodeados es siempre igual a la suma de los rajadura por peinado, la carta situada debajo
12 números generadores. de uno de los mazos es roja, y negra la situa-
da debajo del otro. Si la carta roja es la prime-
3 1 5 2 4 0
ra que cae sobre la mesa, las cartas inferiores
25
de ambos mazos serán negras, por lo que la
31 siguiente carta que caiga creará un par roja-
negra sobre la mesa. Y si la carta negra cae la
13
primera, las cartas de debajo de ambos ma- El rascacielos no
1 zos serán rojas, con lo que la próxima carta puede construirse con
que caiga creará un par negra-roja. Una vez las piezas de Soma.
7 que han caído las dos primeras cartas —no
19
importa de qué mazo provengan— la situa-
ción será la misma que se tenía al principio:

El universo matemágico de Martin Gardner  13


Artículo original publicado en
Scientific American
Diciembre de 1956

Flexágonos
Figuras hexagonales de inusitadas propiedades, confeccionadas con tiras de papel

a
M ucho deben las matemáticas a los
juegos, y viceversa. Tenemos aquí
un atractivo ejercicio con tiras de papel
A
que ha fascinado a mentes de primera cla-
se en años recientes. Fue descubierto du-
rante un descanso por un británico, estu-
diante de matemáticas en la Universidad b
de Princeton. Todo se debió a la trivial cir-
cunstancia de que las hojas de los cua- c d
dernos estadounidenses y las de los britá-
nicos son de distinto tamaño. Arthur H.
Stone, un joven graduado de 23 años, lle-
gado a Princeton en 1939 con una beca, se B C
vio en la necesidad de recortar una pulga-
da del ancho de las hojas estadouniden-
ses para insertarlas en su bloc de anillas.
Empezó, por entretenerse, a plegar
de diversas formas las tiras recortadas. c d
Una de las figuras así creadas resultó es-
pecialmente curiosa. Stone había plegado
a D
diagonalmente la tira en tres lugares, y
unido los extremos para formar un hexá-
gono (véase la figura 1). Al pellizcar dos
triángulos adyacentes y empujar hacia el
centro del hexágono el vértice diagonal-
mente opuesto, el hexágono se abría como
un capullo en flor, y mostraba una cara b
completamente nueva. Si, por ejemplo,
las caras base y superior del hexágono
original se pintasen de distintos colores, 1. El trihexaflexágono se construye cortando una tira de papel en la que se puedan
la nueva aparecería sin pintar, y una de marcar 10 triángulos equiláteros (A). La tira se dobla hacia atrás según la línea ab y se
las coloreadas... ¡desaparecería! vuelve del revés (B). Seguidamente, se la dobla nuevamente hacia atrás según la línea
La figura explicada tenía tres caras: cd y el penúltimo triángulo se coloca sobre el primero (C). El último triángulo se dobla
por ejemplo, roja, verde y en blanco. Stone ahora hacia atrás y se pega con adhesivo al reverso del primero (D). La figura puede
experimentó con tiras más largas y, con ser flexionada como se indica en la figura 2. No ha de cortarse. Se recomienda utilizar
TODAS LAS ILUSTRACIONES DE ESTE ARTÍCULO: BUNJI TAGAWA

no poca paciencia y mucha creatividad, papel bastante rígido de al menos 4 centímetros de ancho.
logró construir un modelo que seguía te-
niendo la forma hexagonal, pero capaz de
abrirse a seis caras distintas, y no solo a tre sus miembros se contaban, además El primer modelo de Stone es un trihexa-
tres. Llegado aquí, Stone consideró que el de Stone, Bryant Tuckerman, matemáti- flexágono («tri» por ser tres las caras di-
juego era interesante, y se lo mostró a sus co, Richard P. Feynman, físico, y John W. ferentes que pueden quedar a la vista);
amigos de la facultad de posgraduados. Tucker, joven profesor de matemáticas. su segunda y elegante estructura corres-
Durante las comidas y cenas, las mesas Los modelos fueron llamados hexa- ponde a un hexahexaflexágono (por sus
se llenaron de «flexágonos». Se organizó flexágonos: «hexa» por los seis triángulos seis caras).
un «Comité de flexagonía» para ahondar que forman la cara hexagonal, «flexágo- Para construir un hexahexaflexágono­
en los misterios de la «flexigación». En- no» por la flexibilidad de la estructura. se parte de una tira de papel (las de las

14  TEMAS 77
2. El trihexaflexágono se flexiona pellizcando con los dedos dos de sus triángulos (izquierda). El lado interior de los dos triángulos
situados enfrente se puede abrir con la otra mano (centro). Si no pudiera abrirse la figura, se pellizca el par de triángulos adyacen-
tes. Si la figura se abre, se la puede volver del revés: revelará una faceta antes invisible.

calculadoras de sobremesa son muy ade-


cuadas), que, marcada a lápiz o por do-
bleces, se divide en 19 triángulos (véase la
figura 3A). Estos triángulos se numeran
reiteradamente 1, 2 y 3 por el anverso,
A
hasta el 19, que se deja en blanco; se
2 1 3 2 1 3 2 1 3
procede de forma análoga por el reverso, 1 3 2 1 3 2 1 3 2
marcándolos ahora 4, 5 y 6 tal y como se
ve en el esquema. Después se pliega la
tira de modo que queden enfrentados los
números del reverso que sean iguales: el
4 sobre el 4, el 5 sobre el 5, el 6 sobre el
6, y así sucesivamente. La cinta plegada 4 5 6 4 5 6 4 5 6
resultante (B) se dobla hacia atrás por las 4 5 6 4 5 6 4 5 6
líneas ab y cd (C), formando un hexágono
(D). Por último, el triángulo en blanco se
vuelve hacia abajo y se pega con adhesivo
al correspondiente en blanco de la otra
cara de la tira. (Es más fácil realizar todo
B a
esto con una tira de papel debidamente
marcada que describirlo.)
Si los dobleces se han realizado correc- 1 2 3 1 2
2 3 1 2 3
tamente, los triángulos de una de las caras
visibles del hexágono portarán todos el
b
número 1, y todos los del reverso, el núme-
ro 2. El hexahexaflexágono está ya a punto
para el flexionado. Se pellizcan a la vez a C D
dos triángulos contiguos, doblando el pa-
pel a lo largo de la medianera, y se empuja
2 2 1
hacia dentro el vértice opuesto; la figura 2 3 2 2
puede abrirse entonces hacia la faceta 3 o
la 5. Por tanteos, un poco al azar, deberían b 2 2 2
ir apareciendo sin gran dificultad las otras 2 2
facetas. Las de número 4, 5 o 6 son un c d c d
poco más difíciles de mostrar que las 1, 2 y 1
3. En ocasiones puede uno verse atrapado 1
en un fastidioso ciclo, que presenta una y
3
otra vez las mismas tres facetas.
Tuckerman no tardó en descubrir que
la forma más sencilla de exhibirlas todas
consiste en seguir flexionando el hexágo- 3. El hexahexaflexágono se construye cortando una tira de papel en la que se puedan
no sobre el mismo vértice hasta que se marcar 19 triángulos. Los triángulos se rotulan 1, 2 y 3 por una de las caras, y 4, 5 y 6
niegue a abrirse, y pasar entonces a un por la otra (A). También se puede usar una disposición similar de colores o de figuras
vértice adyacente. Este procedimiento, geométricas. Después, el hexágono se pliega como se indica. La figura puede flexionar-
conocido como «travesía de Tuckerman» se de modo que exhiba seis facetas distintas.

El universo matemágico de Martin Gardner  15


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El cerebro
de Rubik
Neuroepigenómica
Raúl Delgado Morales
4. La «travesía de Tuckerman» expone todas las seis facetas de un hexahexaflexágono
Instituto Max Planck en 12 flexiones. Aquí, los números del flexágono de la figura 3 han sido sustituidos por
Laboratorio de Psiquiatría
figuras geométricas siguiendo la misma regla. Las caras 1, 2 y 3 aparecen con triple
de computación en Múnich
¿Qué podemos frecuencia que las caras 4, 5 y 6.
aprender con los
ordenadores?
Alberto Ramos
Sincrotrón alemán
hará aparecer las seis facetas de un hexa- partes han sido redescubiertas por otros
Materia blanda
DESY
Física experimental
hexa siguiendo un ciclo de 12 flexiones, matemáticos. Entre los flexigadores se
aunque es de señalar que las 1, 2 y 3 se cuenta el padre de Tuckerman, Louis B.
Ángel Garcimartín
Universidad de presentan con triple frecuencia que las Tuckerman, distinguido físico que trabajó
De océanos Navarra
y cambio climático 4, 5 y 6. en la Oficina Nacional de Patrones (NBS).
Los océanos y su rela- El Comité descubrió que, mediante la Tuckerman padre ideó una notación dia-
ción con la atmósfera,
la Tierra y los humanos
prolongación de la cadena de triángulos, gramática, sencilla y eficaz, para la teoría.
Anna Cabré Albós
se pueden crear flexágonos de 9, 12, 15 o Pearl Harbor supuso la interrupción
Blues
Universidad
del planeta azul más facetas. Tuckerman llegó a construir del programa flexigador del Comité, y los
de Pensilvania
Una nueva perspectiva un modelo funcional... ¡de 48! Descubrió trabajos bélicos no tardaron en dispersar
sobre la Tierra también que con una tira cortada en zig- a los cuatro miembros numerarios. En la
Pedro Castiñeiras zag (con los bordes en diente de sierra, actualidad [1956], Stone es lector de mate-
Química, aire Universidad
no en línea recta) era posible producir máticas en la Universidad de Manchester,
y ambiente Complutense
La química del mundo
de Madrid un tetrahexaflexágono (cuatro facetas) en Inglaterra. Feynman, en el Instituto
que nos rodea o un pentahexaflexágono. Existen tres de Tecnología de California, es un famoso
Xavier Giménez hexahexaflexágonos: uno que se pliega a físico teórico. Tukey, profesor de matemá-
Universidad
de Barcelona
partir de una tira recta; un segundo, de ticas en Princeton, es autor de brillantes
una cadena plegada en hexágono, y otro aportaciones a la topología y la teoría es-
más, que se parece a un trébol trifolio. El tadística, que le han merecido reconoci-
decahexaflexágono (diez facetas) posee 82 miento en todo el mundo. Tuckerman es
variantes, obtenidas todas ellas a partir de un conocido matemático del Instituto de
tiras plegadas de formas inusitadas. Es Estudios Avanzados, en Princeton, donde
teóricamente posible crear flexágonos de trabaja en el proyecto de la computadora
cualquier número especificado de caras, electrónica de esa institución.
pero a partir de 10, el número de especies El Comité espera que, uno de estos
distintas crece de forma alarmante. Men- días, podrá reunir en uno o dos artícu-
cionemos, en este punto, que todos los los la exposición definitiva de la teoría
flexágonos de número par de facetas se de flexágonos. Hasta entonces, los de-
construyen con tiras de dos caras, mien- más somos libres de flexionar nuestros
tras que los de número impar de facetas flexágonos, y ver cuánto de su teoría so-
tienen solamente una cara, como una mos capaces de descubrir por nosotros
cinta de Möbius. mismos.
En 1940, Feynman y Tuckerman ela-
boraron una teoría matemática completa
PARA SABER MÁS
de la flexigación. En ella se muestra, en-
Esté al día de las últimas entradas tre otras cosas, la forma exacta de cons- The flexagon and the hexahexaflexagram. F. G.
de nuestros blogueros a través Maunsell en Mathematical Gazette, vol. 38,
truir un flexágono de cualquier tamaño
pág. 213, 1954.
de las redes sociales. o especie que se desee. La teoría no llegó
a ser publicada, si bien algunas de sus

16  TEMAS 77
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Artículo original publicado en
Scientific American
Octubre de 1970

El juego de la vida
Las fantásticas combinaciones de Vida, un nuevo juego solitario de John Conway

C asi todos los trabajos de John Horton


Conway, matemático del Colegio Gon-
ville and Caius de la Universidad de Cam-
ven perfectamente las fichas pequeñas de
damas o de póquer.) Se puede usar un
tablero del juego oriental llamado go, si
larga experimentación, atendiendo a tres
desiderata:
1) No debe existir ninguna configura-
bridge, han sido de matemática pura. En se encuentran fichas planas lo bastante ción inicial para la que se pueda demos-
1967, por ejemplo, descubrió un grupo nue- pequeñas, que quepan en sus casillas. trar fácilmente que la población puede
vo (al que algunos llaman constelación de (Las piedras del go no sirven, porque no crecer sin límite.
Conway) que incluye en sí a todos los gru- son planas.) También se puede trabajar 2) Deben existir configuraciones inicia-
pos esporádicos entonces conocidos, ex- a lápiz, con papel cuadriculado, pero a les que en apariencia sí crecen sin límite.
cepto dos. (Se les denomina «esporádicos» los principiantes les resultará mucho más 3) Deben existir configuraciones inicia-
porque no atienden a ningún esquema de sencillo usar tablero y fichas. les sencillas que crezcan y evolucionen du-
clasificación.) Constituye un hallazgo de re- La idea fundamental es partir de una rante períodos de tiempo considerables, y
percusiones apasionantes, tanto en la teoría configuración sencilla de fichas (organis- que finalmente concluyan en una de estas
de grupos como en la de números, íntima- mos), una por casilla, y observar cómo se tres formas posibles: extinción total (por
mente vinculado con otro descubrimiento transforma al aplicar las «leyes genéti- superpoblación o por rarefacción); confi-
anterior, debido a John Leech: un empa- cas» de Conway, que regulan nacimientos, guración estable, invariable en lo sucesivo;
quetamiento extremadamente denso de es- decesos y supervivencias. Conway selec- o fase oscilatoria, con repetición sin fin de
feras unitarias en un espacio 24-dimensio- cionó sus reglas cuidadosamente, tras una un ciclo de dos o más estados.
nal, en el que cada esfera toca a otras En breve, las reglas han de ser ta-
196.500. Como Conway ha señalado, les que la evolución de la población
«hay mucho sitio allá arriba». a resulte impredecible.
Además de con tales trabajos se- Las leyes genéticas de Conway
MUERE
rios, Conway disfruta también con la son deliciosamente simples. Nóte-
matemática recreativa. Es sumamen- se, ante todo, que cada cuadro del
te productivo en este campo, pero damero (que se supone es un plano
rara vez publica sus descubrimien- infinito) tiene ocho casillas vecinas,
tos. Una excepción fue su artículo b cuatro contiguas en cruz, y cuatro en
«El quilt de la Sra. Perkins», un MUERE aspa. Las reglas son:
problema de disección ya explicado 1) Supervivencias. Cada ficha que
en los «Juegos matemáticos» del nú- tenga dos o tres fichas vecinas sobre-
mero septiembre de 1966 de Scien- vive hasta la generación siguiente.
tific American. En la revista de julio 2) Decesos. Cada ficha con cuatro
de 1967, el tema de la sección fue c o más vecinas muere (es eliminada),
Retoños (Sprouts), un juego topoló- MUERE asfixiada por superpoblación. Las fi-
gico con lápiz y papel inventado por chas con solo una o ninguna vecina
Conway y M. S. Paterson. Conway ha mueren por aislamiento.
sido mencionado en esta columna en 3) Nacimientos. Cada casilla va-
varias otras ocasiones. cía y adyacente a exactamente tres
Nos ocuparemos este mes de la d fichas vecinas —no más, no menos—
última creación de Conway, un fan- engendrará. En la jugada siguiente
tástico pasatiempo solitario al que BLOQUE ESTABLE se colocará en ella una ficha.
él mismo llama Vida. Debido a sus Es importante entender que
analogías con la aparición, extin- todos los nacimientos y decesos
ción y evolución de las sociedades ocurren de forma simultánea. To-
e
de organismos vivos, este juego per- dos, en su conjunto, constituyen
tenece a la clase de los «juegos de una generación concreta o, como la
simulación», que remedan procesos INTERMITENTE (PERÍODO DOS) llamaremos, un «paso» o «etapa»
de la realidad. Para jugar a Vida se de la «historia vital» completa de
necesita un tablero escaqueado de la configuración inicial. Para realizar
Pasos 0 1 2
buen tamaño y abundante provisión las jugadas, Conway recomienda el
de fichas planas, de dos colores. (Sir- 1. La suerte de cinco tripletas. siguiente procedimiento:

18  TEMAS 77
a

BLOQUE

COLMENA

COLMENA

COLMENA

SEMÁFORO
Pasos 0 1 2 3 4 5 6 7 8 9

2. Las biografías de los cinco tetrominós.

1) Partir de una configuración formada sos a veces, y siempre insospechados. Veamos lo que sucede en diversos ca-
por fichas negras. En unos pocos casos, la sociedad acaba sos sencillos.
2) Localizar todas las fichas que van a extinguiéndose (por eliminación de todas Un organismo unicelular, o cualquier
morir. Identificarlas colocando una ficha sus fichas), aunque esto puede no ocurrir par de fichas, dondequiera que estén, se
negra sobre cada una. sino al cabo de un gran número de gene- extinguirán, como es obvio, en la primera
3) Localizar todas las vacantes donde raciones. Casi todas las configuraciones jugada.
habrá nacimientos. Ocupar cada casilla de iniciales alcanzan, o bien figuras estables También una formación inicial de tres
nacimiento con una ficha blanca. (que Conway llama naturalezas muertas) celdas muere de inmediato, salvo que al
4) Revisada y vuelta a repasar la con- que ya no pueden cambiar, o configura- menos una de las fichas tenga dos vecinas.
figuración, para estar seguros de que no ciones en eterna oscilación. Las confi- En la primera ilustración vemos las cinco
hemos cometido errores, eliminar todas guraciones iniciales asimétricas tienden ternas conexas que no se extinguen en
fichas muertas (pilas de dos) y reempla- a adquirir simetría; una vez alcanzada, el primer paso —su orientación es, desde
zar todos los organismos blancos, recién esta nunca se pierde, aunque sí puede luego, irrelevante—. Las tres primeras (a,
nacidos, por fichas negras. enriquecerse. b, c) se esfuman en la segunda jugada. Con
Tendremos así la primera generación de Conway conjetura que ningún patrón respecto a c, vale la pena señalar que toda
la historia vital del patrón inicial. El mismo puede crecer de forma ilimitada. Dicho de cadena oblicua y aislada, por larga que
procedimiento se repite una y otra vez, para otro modo, ninguna configuración com- sea, pierde a cada paso las fichas situa-
producir las generaciones subsiguientes. puesta por un número finito de fichas po- das en sus extremos, hasta que acaba por
Tendría que ser evidente el porqué de fi- drá crecer más allá de cierta cota finita de desaparecer. Conway llama —por razones
chas de dos colores. Como las muertes y número de fichas sobre el tablero. Tal es, que luego se verán— «velocidad de la luz»
los nacimientos ocurren simultáneamente, probablemente, la cuestión más difícil y a la velocidad con que el rey del ajedrez
las fichas neonatas no tienen responsabili- profunda que plantea este juego. Conway se desplaza en una dirección cualquiera.
dad en las nuevas muertes o nacimientos. ha ofrecido un premio de 50 dólares al Diremos, pues, que una cadena diagonal
Resulta esencial, pues, distinguirlas de primero que logre demostrar o refutar su se desintegra por sus extremos a la velo-
las fichas vivas de la generación anterior conjetura antes de terminar el año [1970]. cidad de la luz.
mientras repasamos la configuración, para Una forma de refutarla consistiría en dar El patrón inicial d se convierte en un
cerciorarnos de que no hay errores. Errores formaciones que fuesen añadiendo pie- «bloque» estable (un cuadrado de dos por
que es muy fácil cometer, sobre todo la pri- zas al terreno de juego: un «cañón» (una dos) en la segunda jugada. La disposición
mera vez. Tras jugar algún tiempo, iremos configuración que repetidamente dispa- e es la más sencilla de las llamadas flip-
cometiendo cada vez menos, pero incluso rase objetos móviles como el «patín», flops, figuras oscilantes de período 2: va
los jugadores avezados han de poner gran explicado más adelante), o un «tren de alternando de estado, pasando de fila de
cuidado al verificar cada nueva generación vapor» (una configuración que se mueve, tres a columna de tres fichas, y viceversa.
antes de retirar las fichas muertas y susti- dejando en pos un rastro de «humo»). Las Conway la llama «intermitente».
tuir por fichas negras a las recién nacidas. demostraciones que reciba las trasladaré En la figura 2 se muestran las historias
Se verá que la población va experi- a Conway, quien será el juez inapelable vitales de los cinco tetrominós (cuatro fi-
mentando cambios inusitados, hermo- del concurso. chas conectadas por desplazamientos de

El universo matemágico de Martin Gardner  19


la torre del ajedrez). El cuadrado tres últimas han sido descubiertas
(a) es, se ha visto ya, una naturaleza por Simon Norton. Si la ficha central
muerta. Los tetrominós b y c alcan- de la H se mueve una casilla hacia
zan en el segundo paso una dispo- arriba, para formar un «pórtico»
sición estable, llamada «colmena». COLMENA PAN ALBERCA (Conway lo llama «pi»), el cambio
Las colmenas se producen con fre- es inesperadamente drástico. La H
cuencia. El tetrominó d se convierte llega rápidamente a término, pero
en colmena al tercer paso. El más pi tiene una larga historia. Tarda no
interesante de este lote es el tetromi- menos de 173 pasos en estabilizarse
nó e. Al cabo de nueve generaciones en cinco intermitentes, seis bloques
se convierte en cuatro intermitentes BAÑERA BLOQUE SIERPE y dos albercas. Conway ha rastrea-
aislados, un flip-flop llamado «se- do también las historias vitales de
máforo». Se trata, asimismo, de una todos los hexominós y de todos, ex-
configuración frecuente. cepto siete, los heptominós.
En la figura 3 vemos las 12 con- Uno de los más notables descu-
figuraciones más comunes de na- brimientos de Conway es el patín de
BARCAZA BOTE BARCO
turalezas muertas. El lector puede cinco fichas, que se muestra en la
disfrutar experimentando con los 12 figura 5. Al cabo de dos jugadas se
pentominós (configuraciones de cin- ha desviado levemente y ha quedado
co fichas conectadas por movimien- reflejado respecto a un eje diagonal.
tos de torre) para ver qué le ocurre Tras otros dos movimientos, el patín
a cada uno. Descubrirá que seis se BARCAZA LARGA BOTE LARGO BARCO LARGO se ha enderezado y se ha desplazado
aniquilan antes del quinto paso, que una casilla, al bies y hacia abajo con
dos alcanzan rápidamente formas es- respecto a su posición inicial. Se ha
tables de siete fichas, y que tres no 3. Las formas estables más comunes. mencionado ya que la velocidad de
tardan en convertirse en semáforos. traslación del rey del ajedrez es lla-
El único pentominó que no concluye damente y los cuatro intermitentes que mada velocidad de la luz. Conway la deno-
rápidamente (sea por extinción, esta- forman el semáforo desaparecen, uno tras mina así porque es la máxima velocidad
bilización u oscilación) es el R (a, en la otro, y se pierden en una serie de manchas de todo posible movimiento en el tablero.
figura 4). Su destino no se conoce toda- bastante irregular». Ninguna figura puede reproducirse a sí
vía. Conway lo ha rastreado durante 460 Para poblaciones longevas como esta, misma con la rapidez suficiente para mo-
pasos. Para entonces ha emitido cierto Conway se vale en ocasiones de un or- verse a esta velocidad. Conway ha demos-
número de patines. Conway comenta: denador PDP 7, que tiene una pantalla trado que la máxima velocidad alcanzable
«Ha dejado pudriéndose por ahí una donde puede observar los cambios. El en diagonal es un cuarto de la velocidad de
miscelánea de restos y detritus, y solo le programa fue redactado por M. J. T. Guy la luz. Dado que el patín se reproduce en la
quedan unas cuantas regiones activas, y S. R. Bourne. Sin su ayuda, ciertos des- misma orientación al cabo de cuatro juga-
por lo que no es en absoluto evidente que cubrimientos sobre el juego hubieran sido das y se ha desplazado oblicuamente una
prosiga de forma indefinida. Al cabo de difíciles de llevar a cabo. casilla, se dice que se desliza por el terreno
48 movimientos se ha convertido en una Como ejercicios fáciles, invito a los lec- a un cuarto de la velocidad de la luz.
figura de siete fichas a la izquierda y dos tores a descubrir la suerte de la «cruz lati- La velocidad de traslación de una
regiones simétricas a la derecha, que, si na» (b, en la figura 4), la «esvástica» (c), la figura finita hacia un espacio vacío, en
no son perturbadas, crearán una “granja «H mayúscula» (d), la «baliza» (e), el «re- dirección horizontal o vertical, no puede
melífera” (cuatro colmenas) y semáforos. loj» (f), el «sapo» (g) y el «molinete» (h) superar la mitad de la velocidad de la luz,
Sin embargo, la granja es devorada rápi- [las soluciones, al final del artículo]. Las según ha demostrado Conway. ¿Sabrán
los lectores descubrir una figura relati-
vamente sencilla que viaje a esa veloci-
dad? Recordemos: la velocidad se calcula
a b c d dividiendo el número de casillas que se
ha desplazado la figura hasta replicarse
entre el número de jugadas necesarias
H MAYÚSCULA para ello. Si una figura se replica, en la
PENTOMINÓ R CRUZ LATINA ESVÁSTICA misma orientación, tras desplazarse dos
casillas en cuatro jugadas, su velocidad
e f g h será la mitad de la de la luz. Daré cuen-
ta más adelante de cualesquiera figuras
descubiertas por los lectores que repten
por el tablero a cualquier velocidad, por
BALIZA RELOJ SAPO pequeña que sea. Esta clase de figuras
son sumamente difíciles de descubrir.
MOLINETE Conway conoce solo cuatro, incluido el
patín, a las que llama «astronaves» (sien-
4. El pentominó R (a) y ejercicios para los lectores. do el patín la «astronave peso pluma»;

20  TEMAS 77
des semáforos» (con ocho intermitentes),
17 acaban en cuatro bloques, 18 y 19 se
extinguen, y 20 genera dos bloques.
Conway también ha examinado hileras
compuestas de conjuntos de cinco fichas,
con una vacante de separación entre hile-
5. El patín. ras consecutivas. La hilera 5-5 genera el
púlsar CP 48-56-72 en 21 jugadas; la 5-5-5
concluye en cuatro bloques, 5-5-5-5 acaba
las otras constan de más fichas). Me ha ta n = 4. Cinco fichas dan semáforos, la dando cuatro granjas y cuatro intermiten-
pedido que mantenga en secreto las as- hilera de seis acaba en extinción, siete tes, y la configuración 5-5-5-5-5 termina
tronaves pesadas, que propone como reto producen la granja melífera, ocho desem- con una «espectacular exhibición de ocho
a los lectores [las soluciones, al final del bocan en cuatro intermitentes y cuatro patines y ocho intermitentes. Los patines,
artículo], a quienes insta, por otra parte, bloques, nueve producen dos conjuntos después, chocan por partes, y se convier-
a buscar figuras periódicas distintas de de semáforos, y diez llevan hasta el «pen- ten en ocho bloques». La forma 5-5-5-5-
las aquí explicadas. tadecatlón», con un ciclo vital de período 5-5 concluye en cuatro intermitentes, y
En la figura 6 vemos tres hermosos 15. Once fichas producen dos intermiten- 5-5-5-5-5-5, señala Conway, «es admirable
descubrimientos de Conway y sus cola- tes, 12 acaban en dos colmenas, 13 en dos de ver en la pantalla del ordenador». Sin
boradores. La granja melífera estable (a) intermitentes, las filas de 14 y 15 terminan embargo, todavía está por dilucidarse su
se obtiene en 14 jugadas a partir de una extinguiéndose, la hilera de 16 da «gran- destino definitivo.
hilera horizontal de siete fichas. Dado que
un bloque de 5 por 5 produce en una juga-
da la cuarta generación de esta evolución
vital, el bloque se convierte en la granja
en 11 jugadas. La «cifra 8» (b), un osci-
lador descubierto por Norton, no solo se a b c
parece a un 8, sino que su período es 8. El
«púlsar CP 48-56-72» (c) es un oscilador
con un ciclo vital de período 3. En el es-
tado que aquí se muestra tiene 48 fichas, CIFRA 8
el estado dos tiene 56, y el estado tres,
72, después de lo cual el púlsar retorna a
las 48 piezas iniciales. Es generado en 32
jugadas por un heptominó que consta de GRANJA MELÍFERA PÚLSAR CP 48-56-72
una hilera horizontal de cinco fichas, con
dos fichas más, cada una directamente de-
bajo de los extremos de la hilera.
Conway ha examinado las historias vi-
tales de hileras de n fichas, hasta n = 20.
Hemos desvelado ya lo que ocurre has- 6. Tres configuraciones notables, una estable y dos oscilantes.

SOLUCIONE S

La cruz latina se aniquila en el quinto movimiento. La esvástica se convierte en semáforos


(cuatro intermitentes) en el tercero. La H mayúscula muere en el sexto. Las tres figuras si-
guientes acaban en flip-flops: como escribe Conway: «El sapo croa, el reloj hace tic-tac y
la baliza destella, con período dos en cada caso». El interior del molinete gira 90 grados
en sentido horario en cada paso, pero el contorno de la configuración se mantiene esta- Astronave Astronave Astronave
ble. Conway llama «mesas de billar» a esta clase de fi- ligera mediana pesada
guras, que requieren de un contorno exterior fijo para
que cambie el interior, distinguiéndolas de las figuras periódicas naturales, como el sapo, el reloj o la baliza.
Aquí se muestran las tres astronaves conocidas (además de la ultraligera o peso pluma, el patín). Las tres
se desplazan en horizontal y hacia la derecha, a un medio de la velocidad de la luz. Conforme avanzan lan-
zan «chispas», que se extinguen inmediatamente al proseguir su ruta. Las astronaves sin escolta no pueden
tener una longitud de más de seis fichas, porque engendran objetos que obstaculizan su movimiento. Con-
way ha descubierto, no obstante, astronaves más largas, superpesadas, que pueden ir escoltadas por dos
naves más pequeñas para impedir la formación de figuras obstructivas. En la última figura se muestra la as-
tronave de máxima eslora para la que bastan solo dos pequeñas escoltas; las naves más largas exigen la
escolta de flotillas de más de dos compañeras. Conway ha encontrado también que una astronave con un
Astronave superpesada casco de 100 fichas puede ser escoltada por una flotilla de 33 naves menores.
con doble escolta

El universo matemágico de Martin Gardner  21


Artículo publicado en
Investigación y Ciencia n.o 2
Noviembre de 1976

De números y juegos
ALIMENTACIÓN Y AGRICULTURA Noviembre 1976

Copyright © 1976 Prensa Científica S.A. 200 Ptas.

Un libro de John Horton Conway que abarca una infinidad de juegos

Algunos decían: «John, imprímelo»;


otros decían: «No lo hagas».
Algunos decían: «Podría ser beneficioso»; donde w es omega, el primer ordinal in-
otros decían: «No». finito de Cantor.
—John Bunyan, Apology for his book Los juegos de Conway se construyen
de una manera parecida, pero más ge-
neral. La regla fundamental es: si L y R

J ohn Horton Conway, el casi legen-


dario matemático de la Universidad
de Cambridge, cita las líneas anteriores
(una división binaria entre dos conjuntos)
y añadiendo algunas reglas, definiciones y
convenios sencillos, ha construido un rico
son dos conjuntos de juegos cualesquie-
ra, existe un juego {L|R}. Algunos juegos
corresponden a números y otros no, pero
al final del prólogo de su nuevo libro On cameo de números y una estructura igual- todos ellos (al igual que los números) no
numbers and games (Academic Press). Es mente rica de juegos para dos personas. están basados en nada. «Recordamos de
­difícil imaginar un matemático que dije­ La historia de cómo se van creando los nuevo al lector», escribe Conway, «que,
ra «no lo hagas» o que simplemente dijera números de Conway en sucesivos «días», puesto que a la larga nos limitamos a pre-
«no». El libro es cosecha de Conway: pro- empezando por el día cero, se explica en guntar sobre los elementos del conjunto
fundo, innovador, inquietante, original, la novela de Donald E. Knuth Surreal vacío, ninguna de nuestras inducciones
deslumbrante, ingenioso, acompañado numbers (Addison-Wesley, 1974). No haré requiere base alguna».
de terribles juegos de palabras al modo de ahora más que indicar a los lectores que En un «juego» que siga el sistema
Lewis Carroll. Los matemáticos, desde los la construcción de los números se basa en de Conway hay dos jugadores, Derecha
especialistas en lógica y teoría de conjun- la siguiente regla: si se da un conjunto L a e Izquierda, que mueven alternativa-
tos hasta el más humilde aficionado, esta- la izquierda y un conjunto R a la derecha mente. (Derecha e Izquierda designan
rán ocupados durante décadas volviendo y no hay ningún elemento de L mayor o jugadores tales como Negro y Blanco,
a descubrir lo que Conway ha omitido u igual que algún elemento de R, entonces o Arturo y Berta, y no quién mueve en
olvidado, explorando a la vez los nuevos y existe un número {L|R} entre medio, que primer y segundo lugar). Cada juego em-
extraños campos abiertos por su trabajo. es el «número más simple» (en el sentido pieza con una primera posición o estado.
La caricatura de Conway, reproduci- que Conway lo define). En este estado, y en cada uno de los si-
da en la página siguiente, podría titular- Empezando literalmente con nada (el guientes, hay un jugador que tiene una
se «John “Horned” (Horton) Conway» conjunto vacío) a la derecha y nada a la elección de «opciones» o movimientos.
[juego de palabras: horned = astado]. Los izquierda, { | }, se obtiene la definición Cada elección determina plenamente el
cuernos entrelazados forman lo que los de cero. El resto se obtiene mediante la estado siguiente. En la forma estándar
topólogos llaman una estructura «salva- técnica de volver a colocar los números de jugar, la primera persona incapaz de
je»; esta se denomina concretamente la que se van construyendo en el sistema de hacer un movimiento lícito pierde. Este
esfera de Alexander con asas. Sin embar- derecha e izquierda. La expresión {0|0} no es un convenio razonable, escribe Con-
go, siendo topológicamente equivalente es un número, pero {0| }, con el conjunto way, porque «ya que normalmente nos
a la superficie simplemente conexa de un nulo a la derecha, define el 1; { |0} define consideramos perdidos cuando no po-
balón, limita una región que no es sim- el –1, y así sucesivamente. demos encontrar un buen movimiento,
plemente conexa. Una cuerda elástica Procediendo inductivamente, Conway es claro que debemos perder cuando no
que rodee la base de un cuerno no puede es capaz de definir todos los enteros, todas podamos encontrar ninguno». En un jue-
quitarse de la estructura ni siquiera me- las fracciones enteras, todos los irracio- go «nulo», que es normalmente mucho
diante un número infinito de pasos. nales, todos los números transfinitos de más difícil de analizar, la persona que
Conway es el inventor, entre otros Georg Cantor, un conjunto de infinitési- no puede mover es el ganador. De cada
muchos, del juego llamado Vida, al que mos (que son los recíprocos de los nú- juego puede hacerse un diagrama en
se juega con computadores. Escogiendo meros de Cantor, no los infinitésimos del forma de árbol, cuyas ramas significan
cuidadosamente unas pocas reglas sim- análisis no estándar) e infinitas clases de cada una de las opciones del jugador
ples de transformación, creó una estruc- extraños números nunca vistos anterior- en cada estado sucesivo. En los árboles
tura de autómata celular de una variedad mente por el hombre, tales como de Conway, las opciones de Izquierda,
y profundidad extraordinarias. Ahora lo van hacia arriba y hacia la izquierda y
ha hecho de nuevo. Recurriendo a la 3 π las de Derecha van hacia arriba y hacia
ω+1 – ω
más simple de las distinciones posibles la derecha.

22  TEMAS 77
1. Caricatura de John
RONALD L. GRAHAM

«Horned» (Horton)
Conway, hecha sobre
papel de imprimir
de computadora.

  23
una ficha de dominó que cubre dos cua-
0 drados adyacentes, pero Izquierda debe
colocar sus piezas en sentido vertical
y Derecha debe colocar las suyas en el
1 –½ ½ horizontal. El primer jugador que no es
capaz de mover pierde.
Un cuadrado vacío aislado,

–2 no permite mover a ninguno de los ju-


gadores. «No está permitido ningún
movimiento» corresponde al conjunto
vacío; así pues, usando la notación de
Conway, al más sencillo de todos los jue-
¾ –1 gos se le asigna el valor { | } = 0, que
2
es el más sencillo de todos los números.
Conway le llama Endgame. Su diagrama
en árbol, que se muestra a la derecha
del cuadrado, consta solamente de un
nudo sin ramas. Puesto que ninguna
–1 parte puede mover, el segundo jugador
es el que gana, sin tener en cuenta si
es Izquierda o Derecha. «Cortésmente
2. Posición del Crosscram que dará el triunfo a la Derecha. le ofrezco el primer movimiento de este
juego», escribe Conway. Como usted no
puede mover, él gana.
Una tira vertical de dos (o tres) células

no ofrece ningún movimiento a Derecha,


pero permite un movimiento a Izquier-
da. El movimiento de Izquierda lleva a
una posición de valor 0, por lo que el
valor de esta región es {0| } = 1. Es el
más sencillo de todos los juegos posi-
tivos y corresponde al número positivo
más sencillo. Los juegos positivos son
triunfos para Izquierda con independen-
cia de quién empiece. El diagrama en
árbol correspondiente se muestra arriba
a la derecha.
Una tira horizontal de dos (o tres)
células

3. Un mapa de cinco regiones, con su grafo dual (en color), para jugar al Col o al Snort. permite un movimiento a Derecha pero
ninguno a Izquierda. El valor de la región
es { |0} = –1.
Puede darse el caso de un juego «im- con una infinidad de estados y/o con una Es el más sencillo de todos los juegos
parcial», como sucede en el Nim, lo que infinidad de opciones, a él le interesan negativos y corresponde al número ne-
TODAS LAS GRÁFICAS DE ESTE ARTÍCULO: ANDREW CHRISTIE

quiere decir que el jugador al que le toca principalmente los juegos que terminan gativo más sencillo. Los juegos negativos
actuar puede hacer cualquier movimiento después de un número finito de movi- son triunfos para Derecha con indepen-
lícito. Si el juego no es imparcial, como mientos. «Izquierda y Derecha», explica, dencia de quién haya empezado.
en el ajedrez (donde cada jugador debe «son ambas personas ocupadas, que tie- Una tira vertical de cuatro (o cinco)
mover tan solo sus propias piezas), Con- nen grandes posibilidades políticas». células
way lo llama un juego partidista. De esta Conway ilustra los niveles más bajos
manera, su red engloba no solo una enor- de su teoría mediante situaciones toma-
me variedad de juegos familiares, del Nim das de un juego partidista llamado Cross-
al ajedrez, sino también una infinidad de cram. El tablero es rectangular, de me-
juegos nunca imaginados anteriormente. dida y formas arbitrarias, con escaques. tiene el valor 2. Derecha no tiene mo-
Aunque su teoría puede aplicarse a juegos Los jugadores colocan alternativamente vimientos. Izquierda puede, si quiere,

24  TEMAS 77
3 4 0 5

...
A B

4. El juego de las monedas de plata sin el dólar de plata.

4 3 0 2

$ ...
A B
5. El mismo juego con el dólar.

tomar las dos células del medio para la mitad de un movimiento en favor de en un juego en marcha que haya queda-
dejar la posición cero, pero su «mejor» Derecha. do dividido en un conjunto de subjuegos
movimiento es tomar dos células fina- En la teoría de Conway surgen tam- como consecuencia del juego mismo. Por
les porque esto le deja un movimiento bién fracciones más complicadas. Por ejemplo, la figura 2 muestra una posición
adicional. Si esta región constituye el ejemplo: en un juego de Crosscram jugado sobre
tablero entero, naturalmente gana con un tablero de ajedrez normal. Están indi-
cualquiera de ambas jugadas, pero si se cados los valores de las regiones aisladas.
trata de una región aislada en un tablero La posición parece ser de equilibrio, pero
más grande o en uno de los muchos ta- las regiones tienen una suma de –1/4, lo
bleros de un «juego compuesto», podría tiene el valor de {½|1} = 3/4 de mo­ cual significa que Derecha está un cuarto
ser importante hacer el movimiento que vimiento en favor de Izquierda, ya que de movimiento por delante y que puede
maximizara el número de movimientos 3/4 es el número más sencillo entre 1/2 ganar independientemente de quién sea
adicionales dejados al jugador. Por esta y 1, que son los valores de las mejores el siguiente en mover. Podría ser aburrido
razón, el árbol solamente muestra la me- opciones para Izquierda y Derecha. En decidir este resultado por medio del di-
jor línea de juego de Izquierda. El valor un juego partidista llamado Hackenbush, bujo de un árbol completo, pero la teoría
del juego es {1,0| } = {1| } = 2. Una tira Conway da un ejemplo de una posición de Conway nos da la solución rápida y
horizontal de cuatro células tiene un en la que Izquierda está exactamente automáticamente.
valor de –2. Si solo hay un jugador que 5/64 de movimiento por delante de De- Un juego no se considera «resuelto»
pueda moverse en una región y si puede recha. hasta que se conoce su resultado (supo-
ajustar en ella n de sus fichas, pero no Los valores de algunas posiciones del niendo que ambos jugadores realizan sus
más, es claro que la región tiene el valor juego no son números. El ejemplo más mejores movimientos), es decir, hasta que
+n, si el jugador es Izquierda, y –n si el sencillo viene ilustrado en el Crosscram no se sabe si el valor del juego es cero,
jugador es Derecha. por la siguiente región: positivo, negativo o difuso, y hasta que
Las cosas se ponen más interesantes si el jugador que tiene el triunfo encuentra
ambos jugadores pueden moverse en una la estrategia del éxito. Esta condición se
región, ya que entonces un jugador puede aplica solamente a los juegos que deben
tener maneras de bloquear a su oponente. tener un final, pero tales juegos podrían
Consideremos la región siguiente: Tanto Izquierda como Derecha disponen ofrecer infinitas opciones, como sucede
únicamente del movimiento de apertura; con el que Conway llama «Mi padre tiene
así pues, la primera persona que juega más dinero que el tuyo». Los jugadores
gana, con independencia de quién sea. asignan alternativamente una cantidad de
Puesto que cada jugador puede reducir dinero por solo dos movimientos y gana
Izquierda puede colocar una ficha que el valor a cero, el valor de la posición es la suma más alta. Aunque el árbol es com-
bloquee cualquier movimiento de De- {0|0}, que no es un número, y que Conway plicado, según admite el mismo Conway,
recha, dejándola así en posición cero y simboliza con * , llamándolo «estrella». resulta claro que gana el segundo jugador.
ganadora. Derecha no puede bloquear a Otro ejemplo sería un montón del Nim ¿No se trata de comienzos triviales? Sí,
Izquierda, ya que el único movimiento de que contuviese una única ficha. Es el lo son, pero proporcionan un fundamento
Derecha deja una posición de valor 1. En juego «difuso» más sencillo. Los valores seguro sobre el cual Conway, adaptando
la notación de Conway, el valor de esta difusos corresponden a posiciones en las nuevos juegos a su esquema Izquierda-
posición es {0,–1|1} = {0|1}, expresión que que cada jugador puede ganar si mueve Derecha, construye cuidadosamente un
define 1/2. Así pues, esta posición cuenta primero él. vasto y fantástico edificio. No vamos a
como la mitad de un movimiento en fa- El valor de un juego compuesto es sim- tratar más de ello, sino a describir al-
vor de Izquierda. Girando la región con plemente la suma de los valores de sus gunos juegos poco usuales que Conway
forma de L sobre su lado se llega a la juegos componentes. Esta afirmación se analiza bajo la luz de su teoría. En todos
posición {–1|0,1} = {–1|0} = –1/2, es decir, aplica también al valor de una posición ellos supondremos que se trata de juegos

El universo matemágico de Martin Gardner  25


estándar, en los que la primera persona Juego del dólar de plata sin el dó- tamaño moviendo la moneda que está
que no puede mover pierde. lar. El tablero es una tira horizontal de precisamente a la derecha del montón.
Col (llamado así por su inventor, Colin células que puede alcanzar por la derecha Si, estando en la posición ilustrada,
Vout). Se dibuja un mapa sobre papel de cualquier longitud (véase la figura 4). Se le toca a usted mover, ganará si hace el
embalar. L utiliza el color negro y R el colocan monedas arbitrariamente sobre movimiento indicado por la flecha cur-
color blanco. Ambos colorean alternati- algunas de las células, una en cada célula, vada. Si su oponente responde moviendo
vamente una región del mapa, con la con- y esto da la posición inicial. Cada jugada la ficha A dos células a la izquierda, el
dición de que regiones que compartan un consiste en mover una moneda hacia la movimiento elevara el montón vacío a
segmento de frontera no sean del mismo izquierda a cualquier célula vacía, pero dos. Usted debe responder moviendo B
color. Es útil considerar a todas las regio- sin que pueda saltarse por encima de otra dos células a la izquierda, devolviendo así
nes que limitan una región blanca como moneda. Finalmente, todas las monedas el montón a cero.
si estuvieran pintadas de blanco y todas quedan acumuladas a la izquierda y la Juego del dólar de plata con el dó-
las regiones que limitan una negra como persona que no puede mover pierde. lar. Este juego es igual que el preceden-
pintadas de negro. Una región que tuviese El juego es un simple Nim en una de te exceptuando que una de las monedas
que tomar ambos colores se separa del sus infinitas adaptaciones. (Supongo que (una cualquiera) es un dólar de plata y
mapa como si se tratara de una región el lector está familiarizado con el Nim y la célula del extremo izquierdo es una
no pintable. conoce cómo determinar la estrategia que bolsa o monedero (véase la figura 5). La
Conway analiza el Col en el grafo dual permite ganar; si no es así, puede consul- moneda situada más a la izquierda puede
del mapa (véase la figura 3), definiendo lo tar varios libros, incluido el nuevo libro de meterse dentro de la bolsa. El juego termi-
que él llama «nudos explosivos» y seña- Conway o mi Scientific American Book of na cuando el dólar entra en la bolsa y el
lándolos con trazos. Claro está que el jue- mathematical puzzles & diversions (Nue- jugador siguiente gana y la toma.
go puede desarrollarse sobre papel blanco vos pasatiempos matemáticos, Alianza Este juego es también un Nim disfra-
con lápices de dos colores cualesquiera. Editorial, Madrid). Las células vacantes zado. Considere que la bolsa está vacía si
Vout ha dado a conocer que en el conjunto entre monedas corresponden a los monto- la moneda a su derecha es una moneda
de todos los mapas conexos, topológica- nes (o filas) de fichas del Nim, empezando normal y que está llena si es el dólar, y
mente inconfundibles, y compuestos en- por la célula vacante del extremo de la juegue al Nim como antes. Si usted ob-
tre una y cinco regiones, en nueve casos derecha, incluyendo solamente vacantes tiene el triunfo, su oponente se verá for-
gana el primer jugador y en veintiuno el alternadas. En la ilustración, los monto- zado a colocar el dólar en la bolsa. Si se
segundo. El juego no está resuelto en tér- nes del Nim están indicados mediante acordase que el ganador será el jugador
minos generales. llaves y una flecha. Los montones son 3, que coloque el dólar en la bolsa, consi-
Snort (en memoria de Simon Norton). 4, 0 y 5, es decir, el juego es equivalente dere que la bolsa está llena si la moneda
Es un juego igual que el Col, salvo que las a jugar al Nim con filas de 3, 4 y 5 fichas. que está a su derecha es la moneda que
regiones vecinas deben ser del mismo co- Para jugar racionalmente hay que ha- está a la izquierda del dólar y considére-
lor. Tampoco está resuelto. Conwoy sospe- cer exactamente como en el Nim: mover la vacía en los demás casos. La posición
cha que posee una teoría más rica que el de tal modo que la suma Nim de los mon- mostrada corresponde a un juego de Nim
Col. Su consejo más valioso sobre este jue- tones se reduzca a 0; se trata de un juego con montones de 4, 3, 0 y 2. El primer
go es: si tiene ocasión de colorear una re- en el que la ventaja es del segundo juga- jugador gana en ambas versiones solo
gión adyacente a cada una de las regiones dor. La única diferencia está en que aquí con hacer el movimiento indicado por la
del color de su adversario, hágalo. Además, el montón puede aumentar de tamaño. flecha curvada.
Conway ha descubierto algunos teoremas Sin embargo, si usted tuviese el triunfo y Rims. Es otra variante del Nim, cuya
básicos, que da a conocer en el apartado su oponente hiciese tal movimiento, bas- posición inicial está formada por dos o
«Breve diccionario sobre el Snort». taría con volver el montón a su anterior más grupos de puntos. Una jugada con-

3 5 7
6. Una posición del Rims.

26  TEMAS 77
lo que quiere decir que gana el segun-
do jugador con independencia de quien
empiece. Parece como si el que rompe
el pastel verticalmente hubiera de tener
la ventaja, ya que dispone del doble de
movimientos posibles de apertura que
su oponente; pero no la tiene si actúa el
primero. Suponiendo que el que rompe
verticalmente fuera el primero y rompiera
el pastel a lo largo de la línea que indica la
flecha, ¿cuál es la respuesta que permite
ganar al segundo jugador? [La respuesta,
al final del artículo.]
He dado tan solo unos pocos ejemplos
de la exótica nomenclatura de Conway.
Los juegos pueden ser cortos, insigni-
ficantes, aburridos, inquietantes, desve-
ladores, sublimes, extravertidos e intro-
vertidos. Hay subidas, bajadas, estrellas
remotas, semiestrellas y superestrellas.
Hay pesos atómicos y conjuntos con nom-
bres tales como On, No, Ug y Oz. Conway
7. Un formato para el Cutcake. El primer movimiento consiste tiene una teoría de la temperatura, como
en romperlo verticalmente por la flecha. termógrafos en los que las posiciones
calientes son enfriadas echándoles agua
fría. Tiene un principio de Mach para el
siste en dibujar una simple línea cerrada El primer número no primo es el 4. La microcosmos: el peso atómico de un jue-
a través de cualquier número positivo de estrategia consiste simplemente en con- go corto e insignificante es al menos 1 si
puntos de un grupo. La línea no debe cru- siderar cada montón como si fuera igual y solo si el juego sobrepasa las estrellas
zarse a sí misma ni cruzar o tocar ninguna al que quedaría cuando su número fuera remotas.
otra línea. En la figura 6 se muestra una dividido por 4 y entonces jugar al Nim es- El teorema 99 de Conway da una idea
partida. tándar con estos números de módulo 4. Si del talante caprichoso del libro. Nos dice
Conway muestra que el Rims es lo no se cuenta el 1 como primo, la estrategia —parafraseo para evitar un pequeño error
mismo que el Nim, con la regla adicional es menos simple en el juego estándar y es que Conway descubrió demasiado tarde
de que se permite, si se quiere, tomar del tan complicada en el juego nulo que no para corregirlo— que cualquier juego cor-
centro de la fila, dejando dos nuevas filas creo que haya sido resuelta nunca. to insignificante de peso atómico cero está
en lugar de una o más filas. Aunque el El Prim, sugerido por Allan Tritter, dominado por alguna superestrella. Solo
número de montones puede aumentar, la exige que los jugadores tomen de cada un sentimiento de incompletitud, añade
estrategia para ganar es la usual del Nim. montón un número primo con el número Conway, le llevó a dar un teorema final, el
Si cada línea cerrada se limita a uno o del montón. En otras palabras, los dos nú- teorema 100: «Este es el último teorema
dos puntos, el juego equivale al conocido meros no deben ser iguales ni tener otro de este libro».
juego de Kayles (véase el capítulo 16 de divisor común distinto del 1. El Dim exige
mi Mathematical carnival). Conway lo que cada jugador quite un divisor de n (in- SOLUCIÓN
llama Rayles. cluyendo 1 y n como divisores) del montón
Prim y Dim. Permítanme presentar de talla n. Conway da soluciones para am- Si el primer jugador rompe el pastel ver-
estos juegos explicando el Nim-Primo, un bos juegos, así como variantes en las que, ticalmente en dos partes, un cuadrado de
juego más sencillo, no discutido por Con- en el caso del Prim, se permite tomar 1 de 4 × 4 y un rectángulo de 4 × 3, la única
way. Fue analizado por primera vez en los un montón de 1 y, en el Dim, no se permite respuesta que permite ganar es romper
años cincuenta por Claude E. Shannon. El tomar n de un montón de n. el rectángulo de 4 × 3 en dos rectángu-
Nim-Primo se juega de la misma manera Cutcake (cortar el pastel). Es un nue- los de 2 × 3.
que el Nim con la excepción de que los vo juego partidista inventado por Conway.
jugadores deben disminuir los montones Se juega con un conjunto de pasteles rec-
solamente por números primos, inclu- tangulares, dividido cada uno en cuadra-
PARA SABER MÁS
yendo el 1 como primo. «El juego es, de dos unidad. El movimiento de Izquierda
hecho, un truco matemático», escribió consiste en romper un trozo de pastel en The G-values of various games. Richard K. Guy
Shannon en una comunicación privada, dos partes a lo largo de una de sus líneas y Cedric A. B. Smith en Proceedings of the
Cambridge Philosophical Society, vol. 52,
«aunque a primera vista parece implicar horizontales. El movimiento de Derecha parte 3, págs. 514-526, julio de 1956.
profundas propiedades aditivas de los nú- consiste en romper un trozo a lo largo Mathematical investigation of games of
meros primos. La única propiedad que de una línea vertical. El juego tiene una «take-away.» Solomon W. Golomb en
se pone en juego es la de que todos los sorprendente y sencilla teoría. Journal of Combinatorial Theory, vol. 1, n.o 4,
págs. 443-458, diciembre de 1966.
múltiplos del primer número no primo La figura 7 muestra un pastel de 4 × 7.
son no primos». En la notación de Conway, su valor es 0,

El universo matemágico de Martin Gardner  27


Artículo publicado en
Investigación y Ciencia n.o 6
Marzo de 1977

Los embaldosados de Penrose


Extraordinario mosaico no periódico que enriquece la teoría del teselado

E n agosto de 1975, al final de un ar-


tículo de dos partes acerca de cómo
embaldosar el plano con polígonos con-
vexos congruentes, prometí un nuevo ar-
tículo sobre mosaicos no periódicos. Aho-
ra cumplo dicha promesa y presento por
primera vez un importante mosaico no pe-
riódico descubierto por el físico matemá-
tico inglés Roger Penrose. Primeramente
daré algunas definiciones y presupuestos.
Un mosaico es periódico si en él puede
delimitarse una región que se va repitien-
do; es decir, una región que «embaldosa»
el plano por traslaciones, esto es, cam-
biando la posición de la región sin girarla
ni reflejarla. El artista holandés M. C. Es-
cher debe su fama a sus muchos grabados
de mosaicos periódicos con formas que
parecen seres vivos. La ilustración que
reproducimos aquí es típica; la zona co-
loreada delimita la región fundamental,
que va embaldosando por traslación. Si
imaginamos que el plano está cubierto
por un papel transparente en el que esté
dibujada cada baldosa, se podrá mover
el papel, sin rotaciones, a una nueva po-
sición donde todas las líneas coincidan
exactamente, solo en el caso de que el
mosaico sea periódico.
Muchas formas, por ejemplo el hexá-
gono regular, embaldosan solo de ma-
nera periódica. Otras embaldosan pe-
riódica y no periódicamente. Un tablero
de damas se convierte fácilmente en
un mosaico no periódico, de triángulos
rectángulos isósceles idénticos o de cua-
driláteros, simplemente bisectando cada
cuadrado, como se muestra en la figura
2a, y alterando la orientación para evitar
la periodicidad.
Los triángulos isósceles embaldosan
también radialmente, como se muestra
en la figura 2b y, aunque el embaldosa-
M. C. ESCHER

do es muy ordenado, obviamente es no


1. Mosaico periódico construido por M. C. Escher (1938). periódico. Tal como Michael Goldberg

28  TEMAS 77
a b c

2. Mosaico no periódico con formas congruentes.

a b

3. Un eneágono (azul, a) y un par de eneágonos (b) formando un octógono que embaldosa periódicamente.
TODAS LAS ILUSTRACIONES DE ESTE ARTÍCULO: ANDREW CHRISTIE

4. Mosaico en espiral construido por Heinz Voderberg.

El universo matemágico de Martin Gardner  29


señaló en su artículo «Central tessella-
tions» («Mosaicos centrales»), publicado
en 1955 en Scripta Mathematica, dicho
mosaico puede cortarse por la mitad, y
entonces los semiplanos pueden moverse
uno o más pasos para dar la forma espi-
ral de un mosaico no periódico, como se
muestra en la figura 2c. El triángulo se
puede deformar de múltiples maneras,
sustituyendo sus dos lados iguales por
líneas congruentes, como se ilustra en la
figura 3. Si los nuevos lados tienen aristas
rectas, el resultado es un polígono de 5,
7, 9, 11... aristas, que embaldosan en espi-
ral. La figura 4 muestra un impresionante
modelo, obtenido de esta manera a par-
tir de un polígono de nueve lados. Heinz
5. Tres generaciones de esfinges en un mosaico no periódico. Voderberg fue el primero en llegar a él
gracias a un procedimiento complicado;
el método seguido por Goldberg para su
obtención resulta casi trivial.
En todos los casos conocidos de mosai-
cos no periódicos de figuras congruentes,
la misma figura embaldosa también pe-
riódicamente. El dibujo 3b muestra cómo
pueden juntarse dos de los eneágonos de
Voderberg para dar lugar a un octógono
que embaldosa periódicamente.
Puede obtenerse otro tipo de mosai-
co no periódico agrupando baldosas y
formando grandes reproducciones de sí
mismas. Salomón W. Golomb las llama
«rep-tiles». La figura 5 muestra cómo la
forma denominada esfinge embaldosa no
periódicamente, dando origen a grandes
esfinges. Asimismo, dos esfinges (con un
giro de una de ellas de 180 grados) em-
baldosan periódicamente.
¿Hay conjuntos de mosaicos de dos
o más formas distintas que embaldosen
solo no periódicamente? Por «solo» que-
remos decir que ningura baldosa o con-
junto de ellas puede embaldosar el plano
periódicamente, pero que si usamos todas
podemos conseguir un embaldosado no
periódico. Se permite el giro y la reflexión
o simetría de las baldosas.
Durante muchas décadas se creyó
que tal conjunto no existía, pero se ha
demostrado que no es así. En 1961, Hao
Wang quiso embaldosar el plano median-
te conjuntos de cuadrados unitarios cu-
yas aristas estuvieran pintadas de varias
maneras. Es lo que se llama dominós de
Wang. Este pretendía hallar un procedi-
miento para decidir si un conjunto dado
de dominós podrían dar embaldosados si
se los colocaba de manera que las aristas
contiguas fueran del mismo color, y sin
que permitiesen giros ni reflexiones. El
problema es importante porque remite a
6. Las seis piezas de Raphael M. Robinson que obligan a formar un mosaico no periódico. cuestiones de decisión en lógica simbóli-

30  TEMAS 77
φ T
1 1
36o 36o H
72 o 1/φ 1/φ
1 36o
H 1 H
1 1 1
1
φ 1 1
φ
1
φ φ 1/φ φ
36o φ 1/φ 1/φ
36 o

36o 72o φ φ H
φ 1 1
T T
φ = 1+ 5 Cometa Dardo
2 T
7. Construcción del dardo y de la cometa. 8. Coloreado de dardo y de cometa para forzar la no periodicidad.

As (cometa loca) Lazo corto Lazo largo

9. Ases y lazos aceleran las construcciones.

ca. Wang demostró que si y solo si existe Una arista que era anteriormente de un tado su patente en Gran Bretaña, Estados
un procedimiento de decisión, entonces color encaja con otra que era previamente Unidos y Japón. Una vez en trámite tal
cualquier conjunto de dominós que em- del mismo color, y una relación similar se patente, obtuve su permiso para escribir
baldose el plano no periódicamente lo obtiene para los demás colores. Por medio a propósito de tales mosaicos. Estoy igual-
embaldosará también periódicamente. de giros y simetrías, a partir de dicho mo- mente en deuda con John Horton Conway
Wang conjeturó que un procedimiento saico, Robinson construyó seis mosaicos por muchos de los resultados de su estu-
tal sí existía. (véase la figura 6) que «fuerzan la no pe- dio sobre los mosaicos de Penrose.
En 1964, Robert Berger, en su tesis riodicidad» en el sentido explicado. La forma de un par de mosaicos de
doctoral, defendida en la Universidad En Oxford, donde enseña matemáti- Penrose puede variar; las del par más
Harvard, sobre matemática aplicada, cas, Penrose ha venido indagando con- interesante son las formas llamadas por
demostró que la conjetura de Wang era juntos más pequeños. Aunque la mayoría Conway «dardos» y «cometas». La figu-
falsa. de sus trabajos tratan sobre teoría de la ra 7 muestra cómo derivan de un rombo
No hay un procedimiento general. Por relatividad y mecánica cuántica, siente de ángulos de 72 y 108 grados, por división
tanto, existe un conjunto de dominós de un poderoso interés por la matemática de la diagonal larga según la conocida
Wang que embaldosa solo no periódi- recreativa, que ya compartía con su padre, razón áurea (1 + √ 5 )/2 = 1,61803398..., y
camente; Berger construyó tal conjunto el desaparecido genetista L. S. Penrose uniendo finalmente el punto a los vértices
usando más de 20.000 dominós. Más (fueron los inventores de la famosa «esca- correspondientes a los ángulos obtusos.
tarde, él mismo encontró un conjunto lera de Penrose», que va dando vueltas sin Sea phi la razón áurea. Cada segmento
mucho menor, con 104. El año pasado aumentar de altura; Escher la representó vale 1 o phi, según queda indicado.
[1976] Raphael M. Robinson redujo el en su litografía Ascensión y descensión). El rombo embaldosa de manera perió-
conjunto a 24. Si en 1973 Penrose había hallado un con- dica, pero no podemos juntar las piezas de
Es fácil cambiar un conjunto de domi- junto de seis piezas de mosaico que fuer- ese modo. Al estar prohibido unir lados
nós de Wang por baldosas poligonales que zan la no periodicidad, pronto descubriría de igual longitud, se impone hacerlo con
embaldosen solo no periódicamente; bas- una forma de reducirlas a cuatro y, en entrantes y salientes, pero hay caminos
ta con añadir prolongaciones y ranuras a 1974, las redujo ya a dos. más simples. Por ejemplo, podemos de-
las aristas, dejándolas en forma de dientes Puesto que los mosaicos se prestan signar los vértices por H y T tal y como se
de sierra que encajen en la forma ante- a utilizarse comercialmente, Penrose no muestra en la figura 8, y luego establecer
riormente indicada, es decir, por colores. quiso revelarlos hasta que no hubo solici- la regla de que solo pueden unirse las aris-

El universo matemágico de Martin Gardner  31


tas de suerte que coincidan los vértices
de la misma letra. En los vértices pueden
colocarse puntos de dos colores distintos,
para ayudar a que esta regla se cumpla.
Otro método más elegante, propuesto
por Conway, consiste en dibujar arcos de
circunferencia de colores en cada baldo-
sa según aparece en la ilustración. Cada
arco corta los lados y los ejes de simetría
según la razón áurea. Nuestra regla será
que las aristas contiguas deben unir arcos
del mismo color.
Si se quiere apreciar bien la belleza y el
hechizo del mosaico de Penrose, hay que
construir, al menos, 100 cometas y 60 dar-
dos. Las piezas se pintan solamente por
un lado. Las áreas de las dos formas están
en razón áurea. Esta razón se aplica tam-
bién al número de piezas necesarias de
cada tipo. Se podría pensar que se nece-
sitan más dardos, que son más pequeños;
pero no es así. Se necesitan 1,618... veces
más cometas que dardos. En un mosaico
infinito esta proporción es exacta.
Un camino ideal para construirlo es
dibujar, en una hoja, los dardos y cometas
que se pueda, pero teniendo en cuenta la
proporción de unos 5 cometas por cada
3 dardos y usando una línea fina para las
10. Forma de inflar un modelo. curvas. La hoja puede fotocopiarse mu-
chas veces. Las curvas pueden pintarse
con plumas de punta de fieltro rojas y
verdes. Conway observó que esto acele-
raba las construcciones y mantenía los
modelos más estables si se hacían mu-
chas copias de las tres formas mayores
de la figura 9. Al extender el modelo se
puede sustituir siempre dardos y cometas
por ases y lazos. De hecho, infinitos pa-
res, arbitrariamente grandes, de formas
hechas de dardos y cometas servirán para
construir cualquier modelo infinito.
Un modelo de Penrose se hace empe-
zando con dardos y cometas alrededor de
un vértice, extendiéndolos radialmente.
Siempre que se añade una pieza a una
arista se tiene que escoger entre un dardo
y una cometa. Unas veces, la elección es
obligada, pero otras no; en ocasiones, las
piezas encajan, pero más tarde puede pre-
sentarse una contradicción (es decir, un
área en donde, legalmente, no puede en-
cajar ninguna pieza), y entonces es forzo-
so volver atrás y escoger las piezas de otra
manera. Una buena actuación consiste en
ir colocando, en primer lugar y alrededor
del límite exterior, todas las piezas forzo-
sas, las cuales no pueden llevar a ninguna
contradicción. Luego se experimenta con
las piezas no forzosas. Siempre se puede
continuar indefinidamente. Cuanto más
11. El modelo de sol infinito. se juegue con las piezas, más reglas se

32  TEMAS 77
aprenden de las que fuerzan una elección, nera, pero respecto de las que representan ya que todas las regiones pertenecen a
lo que aumenta la eficiencia; por ejemplo, patrones diferentes puede demostrarse una gran región finita que se duplica in-
un dardo obliga a poner dos cometas en que su número se corresponde con el nú- finitas veces en todos los modelos. Esto es
su concavidad, creando el as ubicuo. mero de puntos de una recta. obviamente cierto para cualquier mosaico
Hay muchas maneras de demostrar Hemos omitido las curvas colorea- periódico, pero los universos de Penrose
que el número de mosaicos de Penrose es das en nuestras figuras de los mosaicos, son no periódicos. Se diferencian uno de
no numerable, como ocurre con los pun- porque dificultan la observación de las otro en infinitas maneras, y, no obstante,
tos de una recta. Estas demostraciones baldosas. Sin embargo, si se trabaja con solo puede distinguirse uno de otro en el
se basan en un fenómeno sorprendente, baldosas de colores, se obtiene un dibu- límite inobtenible.
descubierto por Penrose, al que Conway jo de extraordinaria belleza. Penrose y Supongamos que se ha explorado una
denomina «inflación» y «deflación». La Conway han probado, independiente- región circular de diámetro d, que con-
figura 10 muestra el comienzo de la in- mente, que siempre que se cierra una sideraremos la «ciudad» en donde vivi-
flación: si imaginamos que cada dardo curva, tiene simetría pentagonal y toda la mos, y que, de repente, nos transportan
se parte por la mitad, y que las aristas región dentro de la curva tiene simetría a un mundo de Penrose paralelo, elegido
cortas de las piezas originales se pegan pentagonal. En un modelo, puede haber, al azar, ¿en cuánto nos alejamos de una
entre sí, el resultado es un nuevo mo- a lo sumo, dos curvas que no se cierren, región que tenga exactamente las mis-
saico (mostrado en color) de dardos y pero en la mayoría de modelos las curvas mas calles de nuestra ciudad? Conway
cometas mayores. se cierran. responde a ello con un teorema notable:
La inflación puede continuarse hasta Aunque se pueden construir modelos ¡la distancia no es nunca superior a 2d!
el infinito, siendo cada nueva «genera- de Penrose con un alto grado de simetría (Se trata de un limite superior, no de un
ción» de piezas mayor que la anterior. (son múltiples los modelos que tienen promedio.) Si se camina en la dirección
Nótese que la cometa de la segunda ge- simetría bilateral), la mayoría de ellos, adecuada, no se necesita ir más allá de la
neración, aunque es de la misma talla y como ocurre con el universo, son una en- distancia 2d para encontrarse dentro de
forma que el as de la primera generación, gañosa mezcla de orden y de inesperadas una copia exacta de la propia ciudad. El
se forma de un modo distinto. Por cuya desviaciones del mismo. Al extenderse los teorema se aplica igualmente al universo
razón al as se le llama también cometa modelos, parecen esforzarse en repetirse, en el que se vive. Cada modelo circular
loca. No debe nunca confundirse con otra pero nunca lo logran. G. K. Chesterton lle- grande (hay múltiples de ellos que son
cometa de la segunda generación. La de- gó a sugerir que un ser extraterrestre, al distintos) puede alcanzarse andando, en
flación es el mismo proceso pero aplicado observar los rasgos del cuerpo humano que cierta dirección, una distancia que seguro
en sentido inverso, por lo que en cada se duplican a la izquierda y a la derecha, que es inferior a dos veces el diámetro del
mosaico de Penrose pueden dibujarse deduciría razonablemente que tenemos modelo y que, con gran probabilidad, será
generaciones de dardos y cometas cada un corazón a cada lado. «El mundo», dijo, próxima a su diámetro.
vez más pequeños. Este proceso también «parece un poco más regular y matemático El teorema no podía barruntarse. Con-
puede continuarse hasta el infinito. de lo que es; su exactitud es obvia, pero su sidérese un isomorfismo análogo, presen-
La demostración de Conway de la no inexactitud está escondida, su locura está tado por una sucesión de dígitos que no
numerabilidad de los modelos de Penrose al acecho». En todas partes hay un «silen- siguen ningún modelo, tales como pi. Si
(quien lo había demostrado antes de un cioso desvío de una pulgada respecto de la se escoge una sucesión finita de 10 dígitos,
modo distinto) puede esbozarse como si- exactitud, apenas apreciable, que es un ele- y se empieza desde un punto al azar en
gue. En una cometa se marca con una L mento misterioso en todas las cosas... una pi, se encontrará ciertamente la misma
un lado del eje de simetría y con R el otro, especie de secreta traición del universo». sucesión, de desplazarse bastante a lo
y en un dardo se hace lo mismo usando l El pasaje es una bonita descripción de los largo de pi, pero a la distancia a la que se
y r. Elegido un punto del mosaico al azar mundos planos de Penrose. tiene que ir no se le conoce cota superior,
y anotada la letra que da su localización Hay algo todavía más sorprendente y la distancia esperada es enormemente
en el mosaico, se aumenta el modelo un sobre los universos de Penrose. En un superior a 10 dígitos. Cuanto más larga
paso, y se observa la localización del mis- curioso sentido finito, dado por el «teo- sea la sucesión finita, tanto más lejos se
mo punto en el mosaico que resulta en rema del isomorfismo local», todos los la encontrará de nuevo. En el modelo de
la segunda generación, anotándose de modelos de Penrose son iguales. Penrose Penrose, se está siempre muy cerca de ha-
nuevo la letra. Continuando el proceso demostró que cada región finita de cada llar un duplicado del propio hogar.
de inflación, se genera una secuencia de modelo se contiene en alguna parte den- Hay solo siete maneras de encajar
infinitos símbolos, que es una rotulación tro de cualquier otro modelo. Además, dardos y cometas en torno de un vértice.
única para el modelo original visto, por aparece infinitas veces en cada modelo. Consideremos primero, usando la nomen-
decirlo así, desde el punto elegido. Para entender lo singular de esta clatura de Conway, las dos que presentan
Escogido otro punto del modelo origi- situación, hay que suponer que se está simetría pentagonal.
nal, el procedimiento puede dar una su- viviendo en un plano infinito en el que El sol (representado en blanco en la fi-
cesión que empiece de un modo distinto, hay un mosaico de Penrose, de entre la gura 11), no obliga a la colocación de nin-
pero antes o después llegará una letra a infinitud no numerable de los que exis- guna otra pieza alrededor de él. Si se aña-
partir de la cual coincida hasta el infini- ten. Dicho modelo puede examinarse den piezas de manera que se conserve la
to con la primera sucesión. Si no hay tal pieza a pieza, y por cualquier región. Por simetría pentagonal, será forzoso construir
acuerdo a partir de cierto punto, las dos largo que sea el tiempo que se esté ex- el modelo mostrado allí. Está determinado
secuencias rotulan patrones distintos. No plorando, nunca puede determinarse en unívocamente hasta el infinito.
todas las posibles sucesiones de los cuatro qué mosaico se está, sin que alivie algo ir La estrella en blanco en la figura 12
símbolos pueden producirse de esta ma- más lejos y examinar región por región, obliga a colocar las 10 cometas grises en

El universo matemágico de Martin Gardner  33


su alrededor. Al aumentar este modelo
preservando la simetría pentagonal, se
creará otro dibujo floreado, infinito y úni-
co. Los modelos de estrella y sol son los
únicos universos de Penrose que poseen
simetría pentagonal perfecta, y ambos son
equivalentes en cierto sentido. Inflando o
desinflando cualquier modelo, se obtiene
el otro.
El as constituye un tercer modo de
colocar baldosas en torno a un vértice, y
no obliga a poner más piezas. El dos, la
sota y la reina se muestran en blanco en
la figura 13, rodeados por las baldosas que
obligan a poner inmediatamente. Como
Penrose descubrió (y más tarde, indepen-
dientemente, Clive Bach), algunas de las
siete figuras del vértice inducen la coloca-
ción de baldosas que no están unidas a la
región previamente obligada. La figura 14
muestra en gris lo que quizá sea la mayor
parte del «imperio» del rey (el rey es el
área coloreada); todas las baldosas grises
están condicionadas por el rey. (Hay tam-
bién dos ases, junto a los límites izquierdo
y derecho; son también forzosos, pero no
se muestran.)
Esta figura del «imperio» del rey fue
dibujada por medio de un programa para
ordenador escrito por Eric Regener, de
la Universidad Concordia, de Montreal.
12. El modelo estrella infinito. Su programa desinfla todo modelo de
Penrose cualquier número de pasos. Las
líneas coloreadas muestran el dominio
forzado inmediatamente por el rey. Las
líneas negras son la tercera generación
de desinflamiento, en la que el rey y casi
todo su imperio están reproducidos. Se
ignora hasta dónde se extiende el impe-
rio, y los imperios menores de la sota y
de la reina no han sido trazados en su
totalidad.
Dos
El más extraordinario de todos los uni-
versos de Penrose, esencial para entender
los mosaicos, es el modelo del carretón in-
Reina finito, cuyo centro aparece en la figura 15.
El decágono regular del centro, delineado
Sota en trazos negros gruesos (cada lado es un
par de aristas, larga y corta), es lo que
Conway llamó un «carretón». Cualquier
punto de cualquier modelo está dentro
de un carretón exactamente igual a este.
Con una inflación de un paso, se ve que
cada punto estará dentro de un carretón
mayor. De igual forma, cada punto está
dentro de un carretón de cada genera-
ción, aunque las ruedas no precisan ser
concéntricas.
A los diez rayos de rueda grises, que
se extienden hacia el infinito, Conway
los llamó «gusanos». Constan de lazos
13. Los «imperios» del dos, la sota y la reina. cortos y largos; los grandes están en ra-

34  TEMAS 77
zón áurea con los cortos. Cada universo porciones de los modelos del sol y de la de las cuales deja dentro del carretón
de Penrose contiene un número infinito estrella. una región que Conway denominó un
de gusanos arbitrariamente largos. Ínfle- Los rayos del modelo del carretón «decápodo».
se o desínflese un gusano, y se obtiene infinito pueden moverse de un lado a Los decápodos se construyen con 10
otro gusano a lo largo del mismo eje. otro (o lo que es equivalente, cada uno triángulos isósceles idénticos, de la for-
Obsérvese que dos gusanos completos se de sus lazos puede girarse extremo con- ma de medio dardo. Los decápodos de
extienden a través del carretón central tra extremo); y el rayo sigue encajando máxima simetría son el «molinete» y la
en el modelo del carretón infinito (en con todas las baldosas que lo rodean, «estrella de mar». Al igual que un gusano,
su interior no hay grises). Los restantes excepto con aquellas que están dentro cada triángulo puede moverse como an-
rayos son medios gusanos. Aparte de los del carretón central. Hay 10 rayos, por tes. Sin recurrir a giros ni a las simetrías,
rayos y del interior del carretón central, tanto tendremos 210 = 1024 combinacio- se obtienen 62 decápodos.
el modelo tiene una simetría decagonal nes de estados. Sin embargo, tras eli- Cuando los rayos están dispuestos
perfecta. Entre dos rayos cualesquiera se minar giros y simetrías, solo quedarán tal cual se hallan en el modelo del ca-
ve una disposición alternada de grandes 62 combinaciones distintas, cada una rretón infinito, en el centro se forma un

14. El imperio del rey.

El universo matemágico de Martin Gardner  35


15. El modelo del carretón.

decápodo llamado Batman. Este (en color través de Batman. Inflado el modelo, se nos de los rayos. Todos son «agujeros»
oscuro) es el único decápodo que puede mantiene invariable, excepto por reflexión en el sentido siguiente: un agujero es una
ser embaldosado legalmente. (Ningu- especular en una línea perpendicular a los región finita vacía, rodeada por un mosai-
na región finita puede tener más de un ejes de simetría. Los cinco dardos Batman co infinito, que no puede embaldosarse
mosaico legal.) Sin embargo, Batman no y sus dos cometas centrales son las únicas legalmente. Podría suponerse que cada
obliga a formar el modelo del carretón baldosas en todos los universos de Pen- decápodo es el centro de infinitos mosai-
infinito, simplemente lo permite. De he- rose que no están dentro de una región cos; pero aquí los universos de Penrose
cho, ninguna porción finita de un mosaico con simetría pentagonal. Todas las demás nos gastan otra broma. De modo sorpren-
legal puede forzar un modelo entero, ya piezas, en este modelo o en cualquier otro, dente, 60 decápodos obligan a formar un
que la porción finita está contenida en están en infinitas regiones con perfecta único mosaico que difiere del expuesto
cada mosaico. simetría pentagonal. solo en la composición de los rayos. Bat-
Nótese que el modelo del carretón Los otros 61 decápodos se producen man y un decápodo llamado Astérix, en
infinito es simétrico bilateralmente; sus dentro del carretón central mediante las memoria del personaje del cómic francés,
ejes de simetría pasan verticalmente a otras 61 combinaciones de giros de gusa- no lo hacen. Astérix permite un modelo de

36  TEMAS 77
Molinete Estrella de mar Astérix

16. Tres decápodos.

17. Un mosaico no periódico con los rombos de Penrose.

carretón infinito, pero también modelos Si ello es verdad, cualquier número solidifica un cristal. Induce un modelo
de tipos distintos. finito de agujeros en un modelo puede único de carretón infinito, rayos inclui-
Y ahora una asombrosa conjetura: reducirse a un decápodo. Solo hay que dos, que prosigue continuamente. Si la
Conway cree, aunque no lo ha demos- mover un número suficiente de baldo- conjetura de Conway se cumple, cualquier
trado plenamente, que cada agujero, de sas para unir los agujeros en otro nuevo «pieza extraña» (término usado por Pen-
cualquier tamaño o talla, equivale a un mayor, y entonces reducir este último rose) que obliga a formar un mosaico úni-
decápodo; y ello en el sentido de que, hasta que resulte un decápodo no em- co tiene un contorno que se transforma
al reorganizar las piezas de mosaico al- baldosable. en uno de los 60 decápodos, por grande
rededor del agujero y sacar o añadir un Imaginemos que un decápodo es una que pueda ser la pieza.
número finito de piezas si es necesario, pieza de mosaico sólida. A excepción de Las cometas y los dardos pueden cam-
puede transformarse un agujero en un Batman y Astérix, cada uno de los 62 de- biarse en otras formas por la misma téc-
decápodo. cápodos es como una imperfección que nica descrita anteriormente, cambiando

El universo matemágico de Martin Gardner  37


triángulos isósceles en mosaicos espira-
les de polígonos. Es la misma técnica que
Escher empleó para transformar piezas
de mosaico poligonales en formas ani-
males.
La figura 18 muestra cómo Penrose
cambió sus dardos y cometas en gallinas
que embaldosan de manera no periódica.
Nótese que aunque las gallinas son asimé-
tricas, nunca hay que darles la vuelta a
ninguna de ellas para disponer el mosai-
co en el plano. Desgraciadamente, Escher
murió antes de conocer los mosaicos de
Penrose. ¡Cómo habría gozado con sus
posibilidades!
Disecando los dardos y cometas en
piezas menores y juntándolas de otras
maneras, pueden hacerse nuevos pares
de piezas de mosaico de propiedades si-
milares a los dardos y cometas. Penrose
encontró un par simple y poco corriente:
los dos rombos de la ilustración 17. Todas
las aristas poseen la misma longitud. La 18. Las gallinas no periódicas de Penrose.
pieza más larga tiene ángulos que miden
72 y 108 grados y, las más pequeñas, án-
gulos de 36 y 144 grados. Como antes, las una infinidad no numerable de formas En el pentagrama de la figura 19, se
áreas y el número de piezas necesarias no periódicas distintas. La no periodici- ve la estrecha proximidad de los dos con-
de cada tipo están en la razón áurea. Los dad puede inducirse mediante entrantes juntos de piezas de mosaico, uno respecto
modelos de mosaicos pueden inflarse y y salientes o coloreando, según sugiere del otro y con relación a la razón áurea.
desinflarse, y embaldosan el plano en Penrose y se muestra en la ilustración. Se trata del símbolo místico de la secta
pitagórica y el diagrama con el que Fausto
E atrapó a Mefistófeles. La construcción pue-
de continuar indefinidamente hacia dentro
y hacia fuera, y cada segmento está en ra-
zón áurea con el siguiente más pequeño.
Nótese que las cuatro baldosas de Penrose
están incluidas en el diagrama.
La cometa es ABCD y el dardo es AECB.
Aunque los rombos no están en las justas
proporciones relativas, son AECD y ABCF.
¿Existen pares de baldosas no basadas
en la razón áurea que obliguen a formar
B
A mosaicos no periódicos? ¿Existe una úni-
ca pieza que embaldose solo de modo no
periódico? Estas preguntas definen dos
de los problemas más intrigantes que
permanecen sin resolverse en la teoría
de los mosaicos.

F C PARA SABER MÁS

The undecidability of the domino problem.


Robert Berger en Memoirs of the American
Mathematical Society, n.o 66, 1966.
Undecidability and nonperiodicity for tilings
of the plane. Raphael M. Robinson en
Inventiones Mathematicae, vol. 12, fasc. 3,
págs. 177-209, 1971.
The role of aesthetics in pure and applied
mathematical research. Roger Penrose en
Journal of the Institute of Mathematics and Its
Applications, vol. 10, n.o 7-8, págs. 266-271,
D julio-agosto de 1974.
19. El pentagrama pitagórico.

38  TEMAS 77
Artículo publicado en
Investigación y Ciencia n.o 9
Junio de 1977

Ocho rompecabezas y un juego


El triángulo de bolas, una paradoja versificada y un surtido de problemas

P resento aquí un revoltillo de ocho


problemas, acompañados de una
nota acerca del popular juego de table-
ciones posibles con seis bolas, y las cuatro
correspondientes a diez. Para sorpresa de
Sicherman, con las quince bolas se tie-
triangular con un número par de puntos,
¿será siempre posible formar una confi-
guración de diferencias par-impar en la
ro llamado Otelo. [Las soluciones, al final ne solamente una solución fundamental que el número de puntos pares iguale al
del artículo.] (salvo simetría). ¿Podría hallarla el lector? de impares? El problema permaneció sin
La búsqueda de la solución se simplifica resolver durante más de una década hasta
El triángulo de bolas de billar ameri- notablemente estudiando en primer lugar que Heiko Harborth, en Journal of Com-
cano. Me cuenta el coronel George Si- disposiciones triangulares de pares (P) e binatorial Theory (A), probó en 1972 que
cherman, de Buffalo, que hace unos 10 impares (I), a fin de ver en cuáles de ellas la repuesta era afirmativa.
años, al observar una partida de billar, hay precisamente ocho lugares impares y Que yo sepa no se ha hecho ninguna
se le ocurrió el siguiente problema: ¿Es siete pares. No se tarda mucho en descubrir labor sobre lo que podríamos llamar el
posible formar un «triángulo de diferen- que solamente hay cinco posibles disposi- problema general de las bolas del billar
cias» al situar las bolas en la disposición ciones de la hilera superior del triángulo: americano. Con cualquier número trian-
triangular habitual antes de comenzar PPIPI, IPPPI, IIIPP, IIIIP, IIPPI. Es evidente gular de bolas, consecutivamente nume-
una partida? En un triángulo de diferen- que la bola número 15 ha de hallarse en radas a partir de 1, ¿será siempre posible
cias se sitúan los números de 1 a 15 de la hilera superior y que la bola número 14 formar un triángulo de diferencias? Y si
modo que, debajo de cada par de números ha de estar, o bien en la misma fila, o bien no, ¿cuál sería el mayor triángulo para el
se halle su diferencia positiva. debajo de la 15 y la 1. Otras tretas como esta que existe solución? Si lo hay, ¿cuál es? Ya
Es evidente, por la figura 1, que el abrevian un análisis agotador. sabemos que existen configuraciones par-
problema resulta trivial con las bolas Este problema se relaciona con otro impar, para dichas soluciones, para todos
numeradas 1, 2 y 3, y que con ellas se propuesto por Hugo Steinhaus en su los triángulos con un número par de bo-
pueden obtener dos soluciones. La ilus- libro One hundred problems in elemen- las. ¿Existen también para todo triángulo
tración muestra también las cuatro solu- tary mathematics. Dada una disposición con un número impar de bolas?

1. Triángulos de diferencias 3 2 3 1
de tres, seis y diez bolas.
1 2

6 2 5 2 6 5 6 1 4 1 6 4
4 3 4 1 5 3 5 2
1 3 2 3
TODAS LAS ILUSTRACIONES DE ESTE ARTÍCULO: ILIL ARBEL

6 1 10 8 6 10 1 8 8 3 10 9 8 10 3 9
5 9 2 4 9 7 5 7 1 2 7 6
4 7 5 2 2 6 5 1
3 3 4 4

El universo matemágico de Martin Gardner  39


Añadamos el siguiente problema para
los lectores que tengan éxito con el de
las 15 bolas. Supongamos que las bolas
llevan los 15 números pares consecutivos
que van del 2 al 30 inclusive. ¿Se podría
disponer el conjunto en un triángulo de
diferencias?

Canibalismo toroidal. Un toro es una


superficie en forma de rosquilla. Imagine-
mos un neumático. Es de sobra conocido

B que, si tuviera un agujero, podría ser vuel-


to del revés a través del agujero.
John Stillwell, matemático de la Uni-
versidad de Monash, en Australia, planteó
A el problema siguiente. Dos toros, A y B,
están unidos como se muestra en la figu-
ra 2. Hay una «boca» (un agujero) en B.
Podremos estirar, comprimir y deformar
cualquiera de ellos tanto como queramos,
pero, por supuesto, sin romperlos. ¿Podría
B tragarse al A? Al final B ha de tener su
forma primitiva, aunque será mayor, y A
2. ¿Podrá el toro B tragarse al A? deberá estar completamente metido en B.

Explorando tétradas. La noticia más


sensacional del año pasado [1976] en
matemática recreativa fue seguramente
el anuncio hecho por dos matemáticos de
la Universidad de Illinois de haber demos-
trado la conjetura del mapa de 4 colores.
a b Esta famosa conjetura se confunde fre-
cuentemente con un teorema topológico
más simple, que se prueba fácilmente;
este anuncia que no más de 4 regiones
del plano pueden tener frontera común.
Michael R. W. Buckley, en Journal of Re-
creational Mathematics, propuso en 1975
el nombre de tétrada para cuatro regiones
planares simplemente conexas que, dos a
dos, comparten una porción finita de una
frontera común.
La tétrada de la figura 3a no tiene hue-
cos. Nótese que solamente 3 regiones son
congruentes. La tétrada 3b tiene 4 regio-
c nes congruentes y un hueco grande. ¿Es
posible, preguntó Buckley, construir una
tétrada con cuatro regiones congruentes
y sin agujero?
Esta cuestión ha sido contestada afir-
mativamente por Scott Kim, estudiante de
la Universidad Stanford. No se han publi-
cado sus resultados y le agradezco que me
permitiera facilitar aquí algunos de ellos.
La figura 3c muestra una solución con
cuatro hexágonos congruentes. Se desco-
noce si se puede obtener solución con un
polígono de menos de 6 lados o si hay algu-
na solución cuya línea exterior sea convexa.
La figura 4a muestra una solución con
polihexos congruentes de orden 4. (Un po-
3. Tétradas. Una (c), formada por hexágonos congruentes. lihexo es una unión de hexágonos regula-

40  TEMAS 77
c
aa bb b c d
d

4. Solución de distintas tétradas.

res coincidentes.) Es fácil demostrar que para colorear cualquier «mapa» de 3 di- 4) A dice: «B y C son del mismo tipo». Se
c c hay solución posible con polihexos de
no mensiones. le pregunta a C: «¿Son A y B del mismo
orden inferior. d d tipo?».
La 4b corresponde a una solución con Buenos y malos. Raymond Smullyan, ¿Qué responde C?
poliamones congruentes de orden 10. matemático de la Universidad municipal
(Un poliamón es una unión de triángu- de Nueva York, cuyos notables problemas Los recorridos del rey perdido. Hace
los equiláteros congruentes.) No se sabe de ajedrez ya son familiares a los lectores varios años, Scott Kim propuso lo que él
si hay solución con poliamones de orden habituales de este espacio, es el respon- denomina «el recorrido del rey perdido».
inferior. sable de estos cuatro atractivos acertijos Se trata del recorrido de un rey sobre un
La 4c ilustra una solución con poliomi- lógicos con buenos y malos, y tal vez al- pequeño tablero de ajedrez y sujeto a las
nós congruentes de orden 12. (Un poliomi- gunas personas más. En todos ellos, el siguientes condiciones:
nó es una unión de cuadrados congruen- bueno siempre dice la verdad y el malo Primero, el rey debe pasar por cada
tes.) Tampoco se sabe si hay solución con siempre miente. celdilla una y solo una vez.
poliominos de orden inferior. Segundo, el rey debe cambiar de direc-
La 4d muestra una solución con piezas 1) A dice: «B es bueno». ción después de cada movimiento, esto es,
congruentes con simetría axial y frontera B dice: «A no es bueno». que no puede moverse dos veces consecu-
igualmente simétrica. ¿Existe tal solución Pruébese que uno dice la verdad, pero tivas en la misma dirección.
con polígonos de menos lados? no es bueno. Tercero, el número de puntos por
Me complacería tener noticia de cual- donde la trayectoria del rey se corta a sí
quier progreso que los lectores sean capa- 2) A dice: «B es bueno». misma debe reducirse al mínimo.
ces de lograr con respecto a los resultados B dice: «A es malo». La ilustración 5a muestra el único
anteriormente expuestos. Pruébese que, o bien uno de ellos dice recorrido posible en un tablero de 3 × 3
Ya se sabía desde alrededor de 1870 la verdad pero no es bueno, o bien uno desde la casilla A a la B. Tiene un cruce y
que, en 3 dimensiones, puede acoplarse miente pero no es malo. es único, salvo, evidentemente, simetría
un número infinito de sólidos congruen- respecto a la diagonal principal. Un re-
tes de modo que cada par comparta una En los problemas arriba mencionados corrido cerrado es imposible sobre este
parte común de superficie. Para lectores habrá que considerar la posibilidad de un tablero. Se encuentran fácilmente recorri-
no familiarizados con este resultado, tercero que no sea ni bueno ni malo. En dos cerrados y sin cruces en tableros de
he aquí un problema. Mostrar de qué los dos problemas siguientes, cada uno 4 × 4. En los de 5 × 5 un recorrido cerrado
modo un número infinito de policubos de los tres personajes implicados es, o probablemente exija dos cruces. El pro-
congruentes pueden acoplarse sin dejar bueno, o malo. blema es menos interesante en dameros
huecos interiores, de modo que dos a dos mayores, puesto que se cree que siempre
compartan una porción de superficie. (Un 3) C dice: «B es malo». son posibles recorridos cerrados o abiertos
policubo es una unión de cubos congruen- B dice: «A y C son del mismo tipo (am- entre dos casillas cualesquiera, sin cruces.
tes.) Una tal estructura demuestra que se bos buenos o ambos malos)». Veamos dos bonitos problemas de re-
requiere un número ilimitado de colores ¿Qué es A? corridos planteados por Kim:
Sobre el tablero de 4 × 4 (figura 5b),
c encuéntrese un recorrido de rey perdido
de A a B con solo 3 cruzamientos. La so-
bb lución es única.
En el tablero de 5 × 5 (figura 5c), en-
a A
cuéntrese un recorrido de rey perdido de
A a B con solo 2 cruces. Este problema es
A A
de una dificultad insólita. Kim no sabe
si la solución que él encontró es única o
B B si el problema se puede resolver con un
solo cruce.
B
Elipses de Steiner. Esta reliquia se re-
5. Recorridos del rey en tres tableros de distinto tamaño. monta a Jakob Steiner, notable geómetra

El universo matemágico de Martin Gardner  41


suizo del siglo xix. Me baso, para recordar-
lo, en que es uno de los mejores ejemplos
que conozco de problema de difícil resolu-
ción analítica, pero que es rabiosamente fá-
cil enfocándolo con un cierto retorcimiento
mental y algún conocimiento de geometría
elemental, plana y proyectiva.
Se da un triángulo de lados 3, 4 y 5. Su
área es de 6 unidades cuadradas. Se desea
calcular cuál sería el área mínima de la
elipse circunscrita a él y el área máxima
de la elipse inscrita en él.

Distancias diferentes. Es fácil colocar 3


fichas en las casillas de un damero de 3 × 3
de modo que no haya nunca 2 pares de
fichas a la misma distancia. Se supone que
cada ficha señala el centro exacto de una
casilla y que las distancias se miden sobre
una línea recta que une los centros. Salvo
giros y simetrías, existen tres soluciones,
las cuales figuran en la parte superior de
la figura 6.
También es fácil poner 4 fichas en un
tablero de 4 × 4 de modo que todas las dis-
tancias entre pares sean diferentes. Hay 6. Problema de colocación
16 formas de hacerlo. Sobre un tablero de
5 × 5 la cifra se eleva a 28.
En el Journal of Recreational Mathe- El tablero de orden 7, así pues, es el Otelo. La popularidad del «nuevo» juego
matics, de enero de 1972, Sidney Kravitz mayor para el que existe solución. Es úni- de tablero Otelo motiva esta nota. Según
pidió solución para cuadrados de orden 5 ca y muy difícil de hallar sin computador. Time (22 de noviembre de 1976, página
y 6. La solución para el cuadrado de orden No obstante, los lectores podrían divertir- 97), el juego lo inventó en 1971 un ven-
6 resultó difícil porque por primera vez se buscándola. dedor japonés, y fue llamado Otelo por
entra en escena el triángulo rectángulo de El Journal of Recreational Mathema- su padre, erudito en Shakespeare, por-
lados 3, 4 y 5 (la terna pitagórica mínima). tics, ya en su noveno año, sigue repleto de que mostraba «alternativas dramáticas».
El número de posibles disposiciones queda nueva y estimulante temática. Después de que el juego hubiera hecho
muy reducido debido a que son posibles furor en Japón en 1973 (se vendieron
distancias de 5 unidades tanto en filas y La paradoja versificada. Una variante millones de ejemplares), Gabriel Indus-
columnas como en diagonal. Como descu- divertida de la vieja paradoja del menti- tries adquirió los derechos para Estados
brieron unos lectores de Scientific Ameri- roso apareció hace unos años en la revista Unidos y ahora es de los más vendidos
can, solo hay dos soluciones. Aparecen en mensual inglesa Games and Puzzles. Se en ese país.
la parte inferior de la figura 6. presenta aquí como la última de 4 «ale- Otelo no es sino un juego inglés del
¿En qué cuadrados de lado n es posi- luyas». siglo xix, llamado reversi, con el nom-
ble colocar n fichas de modo que todas las bre cambiado. Todavía se vende en In-
distancias sean distintas? Como se infor- En el Japón una joven había glaterra bajo su nombre primitivo. Los
maba el año pasado [1976] en el número cuyas estrofas medir no se podía. lectores que quieran evitar el coste de
de otoño del Journal antes citado, John Cuando alguien el porqué preguntaba, un pequeño tablero de plástico con sus
H. Muson demostró que no había solu- Ella para responder suspiraba, correspondientes fichas de póquer, po-
ciones posibles en tableros de orden 16 o «Es porque yo siempre trato de drán jugarlo en cualquier tablero de aje-
superior. Harry L. Nelson, nuevo editor de meter tantas palabras en la línea drez o damero, proveyéndose de fichas
la revista, bajó el límite a 15. Milton W. última como posible me sería». de dos colores.
Green, con un programa de búsqueda ex- Como escribí en 1960, el reversi es
haustiva mediante computador, estableció Otro joven poeta de la China un «juego que combina una estructura
la imposibilidad para los de orden 8 y 9 y tenía para el ritmo un sentido cosa fina. compleja con unas reglas de simplicidad
encontró una solución única para el de or- Su verso se dirigía maravillosa, y un juego que no merece el
den 7. David Babcock, un editor de Popular a un punto que concluía olvido». N. J. D. Jacobs, matemático del
Computing, confirmó estos resultados has- repentinamente. grupo de proceso de datos del CERN, tie-
ta orden 8. El problema quedó liquidado ne un excelente programa de computador
en noviembre cuando Michael Beeler, con Había una señorita muy rotunda para el reversi y le gustaría tener noticias
su programa de computador, confirmó los cuyo verso se detenía en la segunda. de cualquiera que estuviera dispuesto a
resultados anteriores y demostró su impo- jugar contra él, aportando o no su propio
sibilidad para los de orden 10 a 14. Había un joven de Verdún. programa.

42  TEMAS 77
SOLUCIONE S

Triángulo de 15 bolas. Salvo simetrías, la úni- los números pares de 2 a 30. La única solución
ca solución es la mostrada en esta figura: se deduce inmediatamente de la aquí expues-
ta, duplicando cada número.
B
También ha sido resuelta la generalización
para triángulos de orden n, utilizando todos
A
13 3 15 14 6 los números consecutivamente a partir de 1.
La boca comienza
Herbert Taylor descubrió un ingenioso pro- a abrirse.
10 12 1 8 cedimiento para demostrar que es imposible
construir un triángulo de diferencias absolutas
2 11 7 (TDA) con disposiciones triangulares de orden
9 o mayor. Mediante programas de computa-
dor se descartaron los TDA de órdenes 6, 7 y
9 4 8. Así pues, la única solución de las 15 bolas de
billar es el máximo TDA de este tipo.
5 Solomon W. Golomb propuso tres candi-
datos para posterior investigación:
(1) Si todos los números de un TDA de or-
El coronel George Sicherman, de la Universi- den mayor que 5 son distintos pero no con- Se deforma en
dad de Buffalo, que fue el inventor del proble- secutivos, cuánto estará obligado a valer el enorme mueca.
ma, descubrió mediante computador que no máximo de sus números? (Ejemplo: Es posi-
existen soluciones para triángulos semejantes ble construir un triángulo TDA de orden 6 cuyo
de órdenes 6, 7 y 8. Halló también una sencilla número máximo sea solamente 22.)
condición de paridad que demuestra la inexis- (2) Si se usan todos los números consecu-
tencia de soluciones para todos los órdenes tivos de 1 hasta k, pero permitiendo repeticio-
2 n – 2, cuando n sea mayor que 2. nes, cuáles el máximo valor de k en un TDA
He aquí la demostración correspondiente de orden n? (Ejemplo: Es posible construir un
al caso de orden 6, que es el mínimo. Llame- TDA de orden 6 donde k tome el valor 20.)
mos a, b, c, d, e, f a la fila superior del triángu- (3) ¿Para qué órdenes es posible construir
lo. Como, módulo 2, la adición y la sustracción un TDA módulo m, siendo m el número de La mueca se ensancha
son idénticas, podemos expresar los restan- elementos del triángulo y siendo los números hasta reducir el toro
tes números, módulo 2, por adición. Así, la se- consecutivos desde 1 hasta m? Cada diferencia a dos bandas unidas.
gunda fila es a + b, b + c, c + d, d + e, e + f. La se expresa módulo m. Tales triángulos pueden La banda horizontal
siguiente fila comienza a + 2b + c, b + 2c + d. permutarse de modo que cada elemento bajo se agranda, la vertical
se encoge.
Continuando así, se llega al número del vérti- la fila superior sea suma (módulo m) de los dos
ce inferior, que es a + 5b + 10c + 10d + 5e + f. números situados sobre él. He aquí, ya permu-
El triángulo contiene 6 veces a, 20 b, 34 c, 34 d, tados, las cuatro soluciones de orden cuatro:
20 e y 6 f. Todos estos números son pares, por 1 6 9 4 2 7 8 3 6 1 4 9 7 2 3 8
lo que el triángulo es de paridad par. Sin em- 7 5 3 9 5 1 7 5 3 951
bargo, el triángulo contiene 10 números pares 2 8 4 6 2 8 46
y 11 impares, lo que le confiere paridad impar, 0 0 0 0
y tenemos una contradicción. Un programa de vuelta atrás preparado por La banda vertical se
La serie antedicha de números (6, 20, 34, Golomb y Taylor no halló ninguna solución de ensancha y va engullendo
34, 20, 6) es la misma que la séptima fila del orden 5; y el coronel George Sicherman, que a la víctima.
triángulo de Pascal (1, 7, 21, 35, 35, 21, 7, 1), dis- inventó el problema de billar primitivo, infor-
minuidos sus números en una unidad. La de- ma que mediante computador ha descubier-
mostración general de Sicherman descansa en to la imposibilidad de soluciones de orden 6. El
el conocido teorema que afirma que solamen- problema sigue abierto para órdenes superiores.
te las filas del triángulo de Pascal que ocupan
lugar 2 n – 1 están totalmente formadas por nú- Canibalismo toroidal. Hay dos modos topo-
meros impares. lógicamente distintos de que un toro se en-
Charles W. Trigg ha demostrado, entre otras cuentre dentro de otro: el toro interior puede
La boca se cierra.
cosas, que todo triángulo de diferencias absolu- rodear el agujero del segundo, o no rodearlo.
tas de números consecutivos tendrá necesaria- Si los dos toros están enlazados, y uno de
mente el 1 como número más bajo. Además, ha ellos tiene «boca», es imposible que este pue-
formulado la conjetura de que no existen otros da tragarse al otro sin que el toro interior ro-
triángulos aparte de los 11 expuestos aquí y en dee el orificio del exterior. Este resultado pue-
el artículo. He querido gastar una broma a los de demostrarse dibujando sobre cada toro una
lectores pidiéndoles que construyeran un trián- línea cerrada, de modo que ambas líneas for-
gulo de diferencias con 15 bolas marcadas con men dos eslabones de una cadena. Por mucho

El universo matemágico de Martin Gardner  43


SOLUCIONE S

que se deformen, es imposible desencadenar-


los sin romperlos. Si un toro pudiera engullir
a otro sin que este rodease el agujero del pri-
mero, podría vomitar por la boca al toro de-
vorado, y los toros quedarían desenlazados.
Pero entonces las dos líneas quedarían tam-
bién desenlazadas. Siendo imposible desenca-
denarlas, el canibalismo del tipo descrito resul-
ta asimismo imposible.
Sin embargo, el toro caníbal sí puede tra-
garse al otro de manera que el toro tragado
esté dentro en el primero de los sentidos expli-
cados. En el proceso, el toro caníbal tiene que
volverse del revés (véase la ilustración).
Otra manera de visualizar lo que sucede es
imaginar que el toro A se encoge hasta con- mutuamente; pero Scott Kim ha demostrado guiente C es malo. Si C es malo, también tie-
vertirse en una banda de pintura que rodea al (aunque no lo ha publicado) cómo puede ob- ne que serlo A.
toro B. Se vuelve del revés el toro A dándole tenerse una tal disposición con un número fi- Supongamos que B sea malo. Entonces A
la vuelta por su propia boca. Haciéndolo así, nito arbitrariamente grande de dichos sólidos. y C han de ser diferentes. C dice la verdad
la banda pintada pasa al interior, rodeando el cuando afirma que B es malo, así que C debe
agujero de B. Expandiendo la banda de pintu- Buenos y malos. Respuestas a los cuatro pro- ser bueno. Como A y C son diferentes, A tie-
ra hasta obtener de nuevo un toro, se tiene la blemas: ne que ser malo. En cualquier caso, A es malo.
figura final de la serie. (1) O A dice la verdad o miente. Suponga- (4) La solución que Smullyan da a este pro-
mos que dice la verdad. Entonces B es bue- blema es bastante larga, por lo que me con-
Tétradas y policubos. Robert Ammann, Greg no, y dice la verdad cuando afirma que A no tentaré con ofrecer un resumen. A y B son, o
Frederickson y Jean L. Loyer han hallado de for- es bueno. En este caso, A dice la verdad, pero bueno-bueno, o malo-malo, o bueno-malo o
ma independiente una tétrada poligonal de 18 no es bueno. malo-bueno. En cualquier caso, se ve en el aná-
lados con simetría axial, mejorando, por con- Supongamos que A miente. Entonces B lisis que tanto si C es bueno como si es malo,
siguiente, mi solución de 22 lados. no es bueno. Sin embargo, B dice la verdad tiene que contestar «sí».
En cuanto a los policubos, la ilustración in- cuando afirma que A no es bueno. Así que en
ferior muestra cómo pueden adosarse dos de este caso B está diciendo la verdad, pero no Recorridos del rey. Se muestran las soluciones
ellos (uno transparente, el otro sombreado) es bueno. en la ilustración superior. El primer recorrido
congruentes. Por extensión de los extremos, (2) O bien B dice la verdad, o bien mien- es único. Se desconoce si el segundo es úni-
cualquier número finito de estas piezas puede te. Supongamos que dice la verdad. Entonces co o si existe una solución con una intersec-
adosarse de esta forma, de suerte que cada par A es malo y tiene que mentir cuando dice ción menos.
«se toque», en el sentido de que compartan que B es bueno. En este caso B dice la verdad, Cabe resaltar que Dan Filers, Allen I. Janis,
una porción de superficie común, y no queden pero no es bueno. Scott Kim, P. H. Lyons, Robert Mathews (junto
agujeros interiores. Extendidos al infinito, un Supongamos que B miente. Entonces, con con Martin G. Wallser), James Newton y Mike
número infinito de policubos congruentes de seguridad, B no es bueno; así que A tiene que Tempest han hallado, de forma independiente,
orden infinito pueden «tocarse» mutuamente. estar mintiendo cuando dice que B es bue- una segunda solución —ya no hay más— de
Si se elimina la condición de congruencia, no. Como B está mintiendo, A no es malo. En los recorridos en cuadrados de orden 5.
y se exige en cambio convexidad, se sabe des- este caso, A está mintiendo, pero no es malo.
de aproximadamente 1900 que un número in- (3) B es o bueno o malo. Supongamos Elipses. Aunque el problema se presentó para
finito de sólidos convexos no congruentes pue- que es bueno. Entonces A y C deben ser del el triángulo de lados 3, 4 y 5, lo resolveré
den tocarse. Se ignora si un número infinito de mismo tipo, tal como dice B. C está mintien- para un triángulo cualquiera.
sólidos convexos congruentes podrán tocarse do cuando dice que B es malo; por consi- La elipse máxima que puede inscribirse en
un triángulo equilátero es una circunferencia,
y la elipse mínima que puede circunscribirse
a un triángulo equilátero es también una cir-
cunferencia. Mediante proyección paralela po-
demos transformar un triángulo equilátero en
un triángulo de forma arbitraria. Haciéndolo
así, las circunferencias inscrita y circunscrita se
transforman en elipses no circulares.
La proyección paralela no altera la razón de
las áreas del triángulo y de las dos líneas cerra-
das; así pues, las elipses resultantes tendrán las
áreas máxima y mínima para cualquier triángu-
lo producido por la proyección. Dicho de otro

44  TEMAS 77
modo, la razón del área de la mínima elipse
que pueda circunscribirse a un triángulo dado
si el poeta era hombre...
o viceversa.
¿Buscas empleo
cualquiera al área de dicho triángulo es la mis-
ma que la razón del área de un círculo al área Cada vez que intentaba recitarlos en el sector de
de un triángulo equilátero en él inscrito. Análo- —atrapar auditorio, ¡qué problema!—
gamente, la razón del área de la máxima elipse
que puede inscribirse en un triángulo dado al
todos preguntaban, «¿Qué pasa?».
«¿Es que no hay rima?».
la ciencia y la
área de dicho triángulo es la misma que la ra-
zón del área de un círculo al área de un trián-
Si solo fuese rima...
¡Es que no hay tema!
tecnología?
gulo equilátero circunscrito.
Es fácil demostrar que la razón del área del Poeta el más veloz era Cuadrado:
círculo inscrito al área del triángulo es p√3/3, y Todos sus ripios salían pareados.
que la razón del círculo circunscrito al triángulo Distraído, al pobre Segismundo,
es 4 veces este número. Aplicando este resulta- que errabundo, pulía el cuarto verso,
do al triángulo de lados 3, 4 y 5, resulta que el un camión le sacó el reverso.
área de la elipse máxima inscrita es de 2p/√3, ¡Desde entonces, el poeta Pintos,
y que el área de la mínima elipse circunscrita escribe solamente versos quintos!
es de 8p/√3.
Los lectores que prefieran una demostra- Draper L. Kauffman, John Little, John
ción más formal, pueden hallarla en la obra ­ cKay, Thomas D. Nehrer y James C. Vibber
M
de Heinrich Dörrie, 100 Great problems in ele- se encuentran entre los primeros que me han
mentary mathematics (Dover, 1965), páginas indicado que no debería referirme al aleluya
178 y siguientes. de un solo verso del artículo como el «últi-
mo de los cuatro» sino el «penúltimo de los
Distancias diferentes. La última ilustración cinco». El quinto, evidentemente, no tiene­
muestra el único modo (sin contar giros ni si- ningún verso.
metrías) de situar 7 fichas en una matriz de Tom Wright, de Ganges, Columbia Británi-
orden 7, de forma que todas las distancias en- ca, me escribió: «Estuve muy interesado con
tre pares de piezas sean diferentes. la paradoja versificada, especialmente con los
aleluyas decrecientes de dos versos y un ver-
La cuarta aleluya. La paradoja aparece al so. Me pregunté, en efecto, si había Ud. in-
completarla mentalmente: «Cuyos ripios ter- cluido la aleluya sin verso alguno (referente
minaban en el primer verso». Al completar- al hombre de Nepal), y estuve observando
la se contradice lo que el verso afirma. Las cuidadosamente para ver si faltaba. Duran-
aleluyas indujeron al poeta cómico británico te el examen, fue mi primer impulso suponer
J. A. Lindon a improvisar otras, cuya versión que, efectivamente, faltaba, pues no se le ha-
Libre damos aquí: bía dejado sitio, pero un segundo análisis me
hizo ver que un poema sin versos, al no ne-
Un poeta moderno —el más infame— cesitar espacio, podría muy bien encontrarse
ripios pergeñaba allí. Incapaz de resolver la paradoja por mé-
que nadie soportaba. todo lógico alguno, me veo en la precisión
de preguntarle humildemente si se imprimió
«Al trabajo», por fin se dijo, o no un aleluya sin versos en el nulo espacio
«ideas tengo hasta ser prolijo». a ellos no reservado».
Tantas tuvo, que infame revoltijo
más que poema, aquello resultaba.
«Me voy yendo», dijo.
La mayor bolsa de empleo
«Ideas tengo en la cocorota
mas luego hallarlas me alborota». científico del mundo
ahora también en
Aún pudo ser peor
¡Dios no lo quiso! investigacionyciencia.es

Bastaba, simplemente,
leer primero
los versos más postreros.
Como realizaba
todo a la inversa,
había quien dudaba

El universo matemágico de Martin Gardner  45


Artículo publicado en
Investigación y Ciencia n.o 13
Octubre de 1977

Comunicaciones secretas
Claves de nuevo tipo cuyo desciframiento ocuparía unos cuantos millones de años

«A pocos podremos convencer de que recido con la protección de información la figura 1. La clave consiste en tomar cada
no es nada fácil inventar un método privada, almacenada en bancos de me­ símbolo del texto llano (el mensaje), bus­
de escritura secreta que resista in- moria ­computarizada, contra fisgones con carlo en la línea superior y sustituirlo por
vestigación cuidadosa. No obstante, acceso a la memoria a través de redes de el símbolo situado directamente debajo.
puede afirmarse rotundamente que el proceso de datos. Se tiene así una clave de sustitución sim­
ingenio humano es incapaz de prepa- Poco puede sorprender que en estos ple, que fácilmente descifraría cualquier
rar una clave que el ingenio humano últimos años cierto número de matemá­ aficionado.
no pueda resolver» ticos se hayan preguntado: ¿es posible di­ A pesar de su sencillez, una clave de
—Edgar Allan Poe señar un método de encifrado que pueda desplazamiento puede servir de base para
codificarse y decodificarse rápidamente una codificación verdaderamente indesci­

L a tendencia ascendente de las tarifas


postales, acompañada del progresivo
deterioro de los servicios de correos, po­
mediante computador, que pueda ser
utilizado reiteradamente sin cambiar la
clave, y que pueda resistir los más perfec­
frable. Todo consiste en usar una clave de
desplazamiento distinta para cada símbo­
lo del texto llano, dejando que sea el azar
drá o no continuar; pero probablemen­ cionados métodos de análisis criptográfi­ quien decida en cada ocasión la magnitud
te esta cuestión carezca de importancia co? Sorprendentemente, la respuesta es del desplazamiento, lo que se consigue
dentro de algunas décadas, al menos en lo afirmativa. El descubrimiento se realizó con una ruleta, como la que se muestra
que a la mayor parte de las comunicacio­ hace apenas dos años, y probablemente en la figura 2. Supongamos que la primera
nes entre particulares se refiere. La razón supondrá una revolución en toda el área palabra del texto llano sea LOS. Hacemos
es simple. A buen seguro, la transferencia de la comunicación secreta. Es, de hecho, girar la flecha, y vemos que se detiene en
de información será mucho más rápida y tan revolucionario que todas las claves an­ K. Esto nos dice que para cifrar la L he­
mucho más barata por «correo electróni­ teriores, juntamente con los métodos para mos de usar una clave cesárea en la que el
co» que por los sistemas postales ordina­ descifrarlas, pueden perderse pronto en alfabeto inferior está desplazado 10 pasos
rios. En breve será posible dirigirse a cual­ el olvido. a la derecha, con lo que la letra A caerá de­
quier teléfono, insertar un mensaje en un Un código indescifrable puede ser in­ bajo de la K, como se ve en la figura 1. En
dispositivo adecuado y marcar el núme­ descifrable en teoría o indescifrable so­ la cifra así obtenida, la L se transforma en
ro de nuestro destinatario. El teléfono del lamente en la práctica. Edgar Allan Poe, una B. El mismo procedimiento se usaría
otro extremo imprimirá el mensaje inme­ que se consideraba experto criptoanalis­ para cada uno de los símbolos del texto.
diatamente. ta, estaba convencido de que no podría Antes de codificar cada símbolo se gira la
Entre las primeras entidades que ha­ inventarse clave alguna que no pudiera flecha, y se desplaza en consecuencia la
rán uso sistemático del correo electrónico también ser «desenredada». Poe andaba sucesión inferior. El resultado es un texto
se encontrarán, presumiblemente, orga­ equivocado, por supuesto. Durante me­ cifrado que empieza por B, y una clave
nismos estatales y grandes empresas, a dio siglo se han estado utilizando claves de cifrado que comienza por K. Obsérvese
los que seguirán empresas más pequeñas que no pueden ser descifradas ni siquiera que la clave de cifrado será de la misma
e individuos particulares. Conforme esto en teoría. Así ocurre con las «libretas de longitud que el texto llano.
vaya sucediendo, será más y más desea­ uso único», claves que se usan solamen­ Para usar estas claves de uso único con
ble disponer de claves rápidas y eficientes te una vez, para un único mensaje. La el fin de enviarle un mensaje a alguien
que protejan la información de escuchas figura 1 reproduce un ejemplo sencillo —a quien llamaremos Z—, primero hemos
electrónicas. Se plantea un problema pa­ basado en una clave de desplazamiento, de enviar la clave a Z, por ejemplo, me­
TODAS LAS ILUSTRACIONES DE ESTE ARTÍCULO: ILIL ARBEL

llamada a veces clave cesárea porque Ju­ diante un correo de confianza. Después
lio César la utilizó. le enviamos a Z, quizá por radio, el texto
Se escribe en primer lugar el alfabeto, cifrado. Mediante la clave, Z lo descifra, y,
ABCDEFGHIJKLMNOPQR seguido de los dígitos de 0 a 9. (A efectos a continuación, destruye la clave. No debe
01 2 3 45 6 7 89ABC D E F GH de codificación, el 0 representará espacios usarse dos veces la misma clave, porque,
entre dos palabras, y, los otros dígitos, los si se interceptaran dos de tales mensa­
STUVWXYZ0123456789 signos ortográficos.) Se escribe debajo la jes, un criptoanalista podría disponer de
I J K L M N O P Q R S T U VWX Y Z
misma sucesión desplazada cíclicamente estructura suficiente para decodificarlos.
a la derecha un número cualquiera de Es fácil comprender por qué las claves
1. Clave cesárea con desplazamiento 10. unidades, como se muestra en color en de uso único son indescifrables, incluso

46  TEMAS 77
en teoría. Dado que cualquier símbolo
9 A B
puede venir representado por cualquier 8
otro símbolo, y que cada elección está 7 C
determinada por el azar, no hay, por así 6 D
decirlo, estructura interna. Podemos ex­ E

5
presarlo de otro modo. Cualquier mensaje
que tuviera la misma longitud que el texto

F
cifrado da una decodificación del mensaje
tan aceptable como cualquier otra. Aun

G
cuando se llegase a encontrar el texto
llano de un mensaje así cifrado, de nada

2
le serviría en el futuro al criptoanalista,

H
porque la próxima vez que se utilice el
procedimiento, la clave, elegida al azar,

I
será completamente diferente.
Las «libretas de uso único» se utili­ O

J
zan constantemente para transmisión
de mensajes entre altos jefes militares, y
Z

entre Gobiernos y agentes suyos de ele­

K
vado rango. En realidad, la «libreta» no
es sino una larga lista de números aleato­
Y

L
rios, quizás impresa en muchas páginas.
Tanto el remitente como el destinatario
X

M
han de disponer de copia de las claves. El
remitente usa para cifrar un mensaje la W

N
página 1, que después destruye, y así suce­ V O
sivamente. Cuando el agente ruso Rudolf U P
Abel fue detenido en Nueva York en 1957, T Q
S R
tenía una libreta de claves en forma de
librillo del tamaño aproximado de un sello
de correos. David Kahn, que nos cuenta 2. Ruleta para claves de uso único.
esta historia en su maravillosa narración
The codebreakers, explica que el método
comúnmente empleado por la Unión So­ el sistema ideal exigiría enviar en cinta, Los dos hombres que han provocado
viética para sus comunicaciones secretas como mínimo absoluto, el equivalente del este notable avance son Whitfield Diffie
por radio es de libreta de uso único. El fa­ volumen total de comunicaciones de toda y Martin E. Hellman, ingenieros eléctri­
moso «teléfono rojo» entre Washington y una guerra». cos ambos de la Universidad Stanford. Su
Moscú también utiliza este tipo de claves, El taxativo dictamen de Poe puede ma­ trabajo fue subvencionado en parte por
regularmente suministradas a cada país a tizarse haciéndolo extensivo solamente a la Fundación Nacional para la Ciencia
través de las respectivas embajadas. los métodos de codificación que se usan re­ (NSF) en 1975, y fue publicado en su ar­
Si la libreta de uso único garantiza el petidamente y sin cambiar la clave. Hasta tículo «New directions in cryptography»
secreto absoluto, ¿por qué no utilizarla fecha muy reciente, todos los sistemas de (en el IEEE Transactions on Information
para todas las comunicaciones secretas? codificación pertenecientes a esta categoría Theory, noviembre de 1976). En dicho
El motivo es que resulta demasiado en­ se sabían resolubles, al menos teóricamen­ artículo, Diffie y Hellman mostraron
gorrosa. Cada vez que vaya a emplearse te, siempre que se dispusiera de suficiente cómo crear claves indescifrables que no
una clave es necesario enviarla por ade­ texto cifrado y tiempo necesario para rea­ exigen enviar la clave por adelantado y,
lantado, y la clave debe ser, cuando me­ lizar su análisis. Así las cosas, se presentó ni siquiera, que se oculte el método de
nos, tan larga como el mensaje a trans­ en 1975 un nuevo tipo de claves que alteró encifrado. Las claves pueden usarse una
mitir. «El problema de producir, registrar, radicalmente la situación, ofreciendo una y otra vez, pueden cifrarse y descifrarse
distribuir y eliminar las claves», escribe definición de código «indescifrable» pro­ eficientemente, y con una ventaja extra: el
Kahn, «puede parecer trivial a los profa­ cedente de una rama de las ciencias de la sistema proporciona también una «firma
nos en comunicaciones militares, pero en computación conocida como teoría de la electrónica», que, a diferencia de las fir­
tiempo de guerra el volumen de tráfico complejidad. Estas nuevas claves no son mas escritas, no puede ser falsificada. Si Z
llega a desbordar incluso a los equipos absolutamente indescifrables en el senti­ recibe un mensaje «firmado» de A, la fir­
encargados de la transmisión de las se­ do en que lo son las claves de uso único; ma le demuestra a Z que fue A quien ver­
ñales. En un solo día puede ser necesario pero, en la práctica, son indescifrables en daderamente envió el mensaje. Además,
cifrar centenares de miles de palabras; un sentido mucho más estricto que cual­ la firma de A no puede ser falsificada ni
tan solo la producción de los millones de quier otro código de uso general diseñado por un espía ¡ni tampoco por el propio Z!
caracteres necesarios para las claves se­ anteriormente. En principio, estas nuevas Todas estas características, aparente­
ría sumamente costosa y consumiría una claves pueden ser descifradas, ¡pero solo mente imposibles, son posibles gracias a lo
enormidad de tiempo. Como cada men­ tras millones de años de funcionamiento que Diffie y Hellman llaman función tram­
saje ha de tener su propia clave, aplicar de un ordenador! pa de dirección única. Tal función tiene

El universo matemágico de Martin Gardner  47


las siguientes propiedades: (1) transforma astucia del procedimiento de firma es primo o compuesto (producto de núme­
todo entero positivo x en un único entero diabólica. Supongamos que A desea fir­ ros primos) se basan en una famosa teoría
positivo y; (2) tiene función inversa que mar un mensaje dirigido a Z. Comienza de Fermat que enuncia que si p es primo,
transforma otra vez y en x; (3) existen entonces por codificar su texto llano me­ y a es un número positivo arbitrario me­
algoritmos eficientes para efectuar los diante su algoritmo inverso, secreto. A nor que p, entonces ap–1 = 1 (módulo p).
cálculos correspondientes tanto a la fun­ continuación, vuelve a cifrar el número Supongamos que se necesite averiguar si
ción directa como a la inversa; (4) si se de texto cifrado antes obtenido, usando un gran número impar n es primo (todos
conocen solamente la función y el algorit­ esta vez el algoritmo de uso público de los números primos son impares, a excep­
mo directos, resulta computacionalmente Z. Cuando este recibe el texto así cifra­ ción del 2). Se elige al azar un número a y
imposible descubrir el algoritmo inverso. do, lo transforma aplicando primero su se eleva a la potencia n–1 y, a continuación,
Esta última es la curiosa propiedad algoritmo secreto de decodificación, y, a se divide entre n. Si el resto no es igual
que da nombre a la función. Es como una continuación, aplica el algoritmo de codi­ a 1, n no puede ser primo. Por ejemplo,
puerta-trampa: fácil de pasar, pero prác­ ficación de uso público de A. ¡Ya se tiene 221–1 = 4 (módulo 21), y, así pues, 21 es nú­
ticamente imposible salir por ella; y es el mensaje! mero compuesto. ¿Cuál es, sin embargo,
imposible salir a menos que se sepa dónde Z sabe de este modo que solamente A la relación entre 2 (el número a elegido al
está escondido el botón que la libera. El puede haberle dirigido el texto así doble­ azar) y los factores primos de 21, que son 3
botón simboliza la «información-tram­ mente cifrado, porque se ha utilizado el y 7? No parece existir relación alguna. Por
pa». Sin tal conocimiento, no se puede algoritmo secreto de A. La «firma» de A esta razón, el criterio de Fermat es inútil
abrir la puerta desde dentro, pero el botón es, evidentemente, imposible de falsificar. para hallar números primos. Proporcio­
está tan cuidadosamente escondido que Z no puede usarla para enviar un mensaje na, sin embargo, un método rápido para
la probabilidad de encontrarlo es prácti­ pretendidamente remitido por A, porque demostrar que un número es compues­
camente nula. Z sigue sin conocer el algoritmo secreto de to. Además, si un número impar pasa el
Antes de dar un ejemplo concreto, decodificación usado por A. No solamente criterio de Fermat con cierto número de
veamos cómo tales funciones posibilitan eso, sino que de llegar a ser necesario que valores aleatoriamente elegidos de a, casi
nuevos sistemas criptográficos. Suponga­ en algún momento futuro se demostrara con certeza, ese número será primo.
mos un grupo de hombres de negocios ante tercera persona, por ejemplo, un juez No es este el lugar de entrar en más
que desean comunicarse secretos entre en la vista de un pleito, que fue A quien detalles sobre programas y criterios al­
sí. Cada uno de ellos prepara su propia realmente envió el mensaje, la demostra­ gorítmicos para determinar mediante
función-trampa, juntamente con sus al­ ción sería tan clara que ni A ni Z ni nadie computador el carácter primo de un nú­
goritmos directo e inverso. Se publica un podría refutarla. mero —algoritmos extraordinariamente
manual en el que se expone con detalle el En su artículo, Diffie y Hellman su­ rápidos—, ni para discutir los algoritmos
algoritmo de encifrado (directo) de cada girieron diversas funciones trampa uti­ de descomposición factorial de números
compañía. Los algoritmos de decodifica­ lizables en tales sistemas. Ninguna de compuestos —todos ellos de exasperante
ción (inversos) permanecen secretos. El ellas es exactamente lo que se necesita. lentitud—. Me limitaré a unos cuantos
manual es de uso público. Cualquiera No obstante, a comienzos de este año hechos, expuestos por Rivest, que ponen
puede utilizarlo para enviar un mensaje [1977] se produjo otro importante avance. de relieve la clamorosa diferencia de tiem­
secreto a una de las compañías que figu­ Ronald L. Rivest, Adi Shamir y Leonard po de computador necesario para ambos
ran en el manual. Adleman, especialistas en ciencias de la tipos de prueba. Por ejemplo, para exami­
Supongamos que no se es miembro computación del Instituto de Tecnología nar si un número impar de 130 cifras es
del grupo, pero que se desea enviar un de Massachusetts (MIT), pusieron a punto primo se necesitan como máximo (esto
mensaje secreto al miembro Z. Primero un elegante método para realizar prác­ es, cuando el número es primo) unos siete
se transforma el mensaje en un largo nú­ ticamente el sistema de Diffie-Hellman, minutos de funcionamiento de un compu­
mero, mediante el procedimiento normal utilizando números primos. tador PDP-10. Con este mismo algoritmo
explicado en el manual. A continuación Rivest obtuvo su doctorado en ciencias se tardan solamente 45 segundos en en­
se mira el algoritmo directo de Z, que se de la computación en la Universidad Stan­ contrar el primer número primo mayor
usa en el computador propio para cifrar ford en 1973, y es ahora profesor asociado que 2200. (Se trata de un número de 61
rápidamente el texto. Se le envía a Z este en el MIT. Una vez que dio con la brillan­ dígitos igual a 2200 + 235.)
nuevo número. No importa lo más míni­ te idea de usar números primos para un Contrasta con lo anterior la dificultad
mo que el texto cifrado sea aprehendido o sistema público de codificación, él y sus de hallar los dos factores primos de un
interceptado, porque solamente Z conoce colaboradores apenas tuvieron dificultad número de 125 o 126 dígitos obtenido mul­
el procedimiento secreto de descifrarlo. en encontrar una forma sencilla de conse­ tiplicando dos números primos de 63 ci­
No hay modo alguno de que un criptó­ guirlo. Su trabajo, financiado por becas de fras. Usando el mejor algoritmo conocido
grafo curioso, examinando el algoritmo de la NSF y la Oficina de Investigación Na­ y el más rápido de los computadores hoy
codificación, público, de Z pueda descu­ val, apareció en On digital signatures and disponibles, Rivest estima que el tiempo
brir el algoritmo de decodificación corres­ public-key cryptosystems (Memorándum de funcionamiento necesario ¡sería del
pondiente. En principio, sería posible en­ Técnico 82, abril de 1977), publicado por orden de 40.000 billones de años! (Pue­
contrarlo, pero en la práctica necesitaría el Laboratorio de Ciencias de la Compu­ de verse un buen análisis de los métodos
un supercomputador y algunos millones tación del MIT. computarizados para descomponer un
de años de trabajo. Para explicar el sistema de Rivest hay número en factores primos en Seminume-
Ningún «extraño» puede firmar un que recurrir a la teoría de los números rical algorithms, de Donald E. Knuth, Sec­
mensaje dirigido a Z, pero sí puede ha­ primos. Los programas de computador ción 4.5.4.) Esta imposibilidad práctica de
cerlo cualquier miembro del grupo. La más rápidos para decidir si un número es descomponer en factores el producto de

48  TEMAS 77
dos números primos grandes —al menos
durante el futuro previsible— hace viable Un texto en clave que venció a Poe
el sistema de clave propuesto por el MIT.
Para explicar el funcionamiento del «Ge Jeasgdxv,
sistema, los autores toman como ejemplo Zij gl mw, laam, xzy zmlwhfzek ejlvdxw kwke tx lbr atgh lbmx aanu bai Vsmukkss pwn vlwk
de texto llano una paráfrasis de una ob­ agh gnumk wdlnzweg jnbxvv oaeg enwb zwmgy mo mlw wnbx mw al pnfdcfpkh wzkex
servación de Julio César, de Shakespeare hssf xkiyahul. Mk num yexdm wbxy sbc hv wyx Phwkgnamcuk?»
(Acto l, Escena 2.a): IT’S ALL GREEK TO En 1839, en una sección que regularmente escribía para un semanario de Filadelfia,
ME. («Para mí, todo esto es griego.») Alexander’s Weekly Messenger, Edgar Allan Poe desafió a los lectores a que le enviasen crip-
La frase se transforma primero en un togramas (claves de sustitución monoalfabética), afirmando que los resolvería «en el acto».
único número mediante la clave normal: Un lector llamado G. W. Kulp le envió un texto cifrado, escrito a mano, en cursiva. Se im-
A = 01 B = 02..., Z = 26, usándose 00 para primió como arriba se muestra en el número correspondiente al 26 de febrero de 1840. Poe
indicar el espacio entre dos palabras. El «demostró» en la correspondiente sección que la clave era un chasco, «una jerga de carac-
número resultante es 0920190001121200 teres tomados al azar, sin significado ninguno».
0718050511002015001305. En 1975, Brian J. Winkel, matemático del Colegio Albion, y Mark Lyster, químico de la clase
El número completo se codifica ele­ de criptología de Winkel, descifraron el texto de Kulp. No se trata de una simple sustitución
vándolo a una potencia fija s, módulo un —en esto Poe estaba en lo cierto—, pero tampoco es un texto absurdo. Difícilmente podría
cierto número compuesto r. El número Poe ser criticado por sus duros juicios. Además de un grave error de Kulp, hay quince errores
compuesto r se obtiene eligiendo al azar de menor importancia, probablemente errores del tipógrafo al leer el manuscrito en cursiva.
(mediante un procedimiento expuesto en Winkel es editor de una nueva revista cuatrimestral, Cryptologia, en la que se hace hinca-
el memorándum del MIT) dos números pié en los aspectos matemáticos y computacionales de la criptología. En el primer número
primos, p y q, cada uno de ellos de al me­ (enero de 1977) se cuenta la historia del texto cifrado por Kulp, que se presenta como desafío.
nos cuarenta cifras de longitud, y multi­ Hasta ahora, solamente tres lectores han podido resolverlo. [La solución, al final del artículo.]
plicándolos. El número s ha de ser primo
con los números p–1 y q–1. Los números
s y r son de conocimiento público, con el cifrado: 19993513149780510045231712274 18002309141900151405000821140418050
fin de ser utilizados en el algoritmo de 02606474232040170583914631037037174 40004151212011819. Su traducción (usan­
codificación directa. La operación de co­ 0625971608948927504309920962672582 do otra vez la clave normal) resulta ser
dificación puede efectuarse con gran efi­ 675012893554461353823769748026. FIRST SOLVER WINS ONE HUNDRED
ciencia, incluso con valores enormes de Como desafío a los lectores de In­ DOLLARS («El primero que lo resuelve
r; exige menos de un segundo de tiempo vestigación y Ciencia, el grupo del MIT gana cien dólares»). Este texto cifrado so­
de computador. ha codificado otro mensaje mediante el lamente pudo ser remitido por el grupo
Los dos factores primos de r, sin em­ mismo algoritmo de uso público. El tex­ del MIT porque sus componentes son los
bargo, se mantienen en secreto, pues to cifrado se muestra en la figura 3. Su únicos que conocen el algoritmo inverso
intervienen en el algoritmo inverso, de texto llano es una frase inglesa. Primero utilizado para obtenerlo.
decodificación, que consiste en elevar el fue convertida en un número mediante Ni Rivest ni sus asociados tienen prue­
número del texto cifrado a otra potencia el procedimiento normal antes expuesto, bas de que en el futuro sea imposible ha­
t y reducirlo módulo r. Al igual que an­ después todo el número fue elevado a la llar un algoritmo rápido para descompo­
tes, esta operación requiere menos de un potencia 9007-ésima (módulo r) mediante ner en factores números compuestos tan
segundo de funcionamiento del computa­ el procedimiento abreviado expuesto en el largos como el r que ellos han utilizado,
dor. Sin embargo, el número t solamente memorándum. El MIT pagará 100 dólares o de que la clave sea resuelta por algún
podrá ser calculado por quienes conozcan al primero en descifrar este mensaje. procedimiento en el que no han pensa­
p y q, los dos números primos secretos. Para demostrar que el mensaje pro­ do. Consideran, sin embargo, que tales
Si el mensaje es demasiado largo para cede verdaderamente del MIT se le ha posibilidades son extremadamente im­
poder manejarlo como un único número, añadido la siguiente firma: 16717861150 probables. Evidentemente, todo sistema
puede descomponerse en dos o más blo­ 3808442460152713891683982454369010 de encifrado que no pueda demostrarse
ques, y cada bloque ser tratado como un 3235831121783503844692906265544879 inviolable en el sentido absoluto de las
número independiente. No daré ya más 2237114490509578608655662496577974 libretas de uso único es susceptible de re­
detalles, pues son de carácter técnico y 840004057020373. torcidos análisis, que los modernos crip­
están claramente explicados en el memo­ Para codificar la firma se usó el algo­ tógrafos, expertos matemáticos, realizan
rándum del MIT. ritmo inverso secreto del algoritmo de
Para cifrar IT’S ALL GREEK TO ME, el codificación. Como el lector no tiene al­
grupo del MIT ha tomado s = 9007 y r = goritmo público de codificación propio,
114381625757888867669235779976146612 la segunda operación de codificación se 9 6 8 6 9 61 3 7 5 4 6 2 2 0 6
1 47 7 1 4 0 9 2 2 2 5 4 3 5 5
01021829672124236256256184293570693 ha suprimido. Cualquier lector que tenga
8 8 2 9 0 5 7 5 9 9 9 1 1 24 5
52457338978305971235639587050589890 acceso a un ordenador y que disponga de 74 3 1 9 8 74 6 9 51 2 0 9 3
75147599290026879543541. las instrucciones del memorándum puede 0 8 1 6 2 9 8 2 2 51 4 5 70 8
El número r es producto de un número leer fácilmente la firma aplicando el algo­ 3 5 6 9 3 1 47 6 6 2 2 8 8 3 9
p de 64 cifras y un número q de 65, se­ ritmo público de codificación del grupo 8 9 6 2 8 0 1 3 3 9 1 9 9 0 5 5
1 8 2 9 94 51 5 7 8 1 51 5 4
leccionados ambos al azar. El algoritmo del MIT, es decir, elevando el número an­
de codificación transforma el texto llano terior a 9007 y reduciéndolo después mó­
(09201...) en el siguiente número de texto dulo r; resulta 0609181920001915122205 3. Texto cifrado de 100 dólares de valor.

El universo matemágico de Martin Gardner  49


con auxilio de potentes computadores. Si Incluso en el caso inverosímil de que man están solicitando patentes sobre
el sistema de codificación del MIT resiste el sistema del MIT sea resoluble, existen, dispositivos de encifrado basados en
con éxito tales ataques, como parece casi con probabilidad, toda clase de funciones funciones trampa que todavía no han
seguro que ocurrirá, el dictamen de Poe trampa capaces de proporcionar claves revelado. Los computadores y la teoría
será difícil de sostenerse en forma alguna. virtualmente inviolables. Diffie y Hell­ de la complejidad están llevando la crip­
tografía a una etapa excitante, que quizás
SOLUCIÓN adquiera tintes tristes. Repartidos por
todo el mundo se encuentran hombres
El texto cifrado que Edgar Allan Poe no pudo resolver tiene el siguiente texto llano: y mujeres de gran inteligencia, algunos
«Mr. Alexander, de ellos geniales, que han dedicado sus
How is it that the messenger arrives here at the same time with the Saturday courier vidas al dominio del análisis criptográ­
and other Saturday papers when according to the date it is published three days previous? fico moderno. A partir de la Segunda
Is the fault with you or the postmasters?» Guerra Mundial, incluso aquellas claves
«D. Alejandro, gubernamentales y militares que no son
¿A qué se debe que el mensajero llegue aquí al mismo tiempo que el correo del sábado de uso único se han hecho tan difíciles
y demás prensa del sábado, si de acuerdo con su fecha se publica tres días antes? ¿Es cul- de descifrar que el talento de estos exper­
pa suya o del servicio de correos?» tos va siendo cada vez menos útil. Estas
La clave consiste en una sustitución polialfabética que utiliza doce alfabetos cifrados por personas se encuentran ahora encima de
las palabras «United States». Cada letra de ellas indica el grado de desplazamiento de una trampillas a punto de abrirse y sumirlos
clave cesárea. Así el alfabeto-clave para M, la primera letra del texto llano, es A = U, B = V, en las profundidades del olvido.
C = W,... y así sucesivamente. Para la R, que es la segunda letra del texto llano, la clave es
A = N, B = O, C = P, etcétera. PARA SABER MÁS
El criptograma publicado contenía 16 errores: en primer lugar, la tercera letra de UNI-
The codebreakers. David Kahn. The Macmillan
TED es una I, que el autor de la clave tomó como una J; en segundo lugar se omitió la quin- Company, 1967.
ta letra del mensaje. Si no se hubiera cometido este segundo error, Poe habría adivinado A fast Monte-Carlo text for primality.
que el encabezamiento era «Mr. Alexander», y la solución completa no le hubiera resulta- R. Solovay y V. Strassen en SIAM Journal on
do costosa. El próximo número de Cryptologia explicará cómo pueden analizarse por méto- Computation, vol. 6, n.o 1, págs. 84-85, marzo
de 1977.
dos modernos las claves de este tipo.

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Artículo publicado en
Investigación y Ciencia n.o 18
Marzo de 1978

Arte y matemáticas
Todas las esculturas de Berrocal son desmontables, lo mismo
que los rompecabezas mecánicos de enclavamiento

«Nos embarcamos después en una disquisición sobre la existencia de formas


de belleza desprovistas de utilidad. El general mantuvo que no existían.
El Dr. Johnson mantuvo que sí, y puso como ejemplo la taza de café que
E l artículo de este mes se propone pre-
sentar a Miguel Berrocal a los lecto-
res, quizás el más sobresaliente de los es-
­sostenía en la mano, cuya ­decoración carecía de utilidad real, pues la taza cultores españoles vivos [murió en 2006].
contendría el café exactamente lo mismo si no estuviese decorada; En Europa, Berrocal es ya objeto de
no obstante­, el diseño era hermoso». culto, y sus adeptos crecen constante-
—James Boswell, Life of Samuel Johnson mente. No obstante, antes de comentar
con más detalle los notables hallazgos
de Berrocal, y de explicar por qué debe
analizarse su escultura en una sección de
matemática recreativa, es preciso echar
una ojeada a una de las categorías más
antiguas de rompecabezas mecánicos.
¿Es posible que alguno de los lectores
no haya tenido nunca en sus manos uno
de esos montajes de madera, formados
por piezas tan hábilmente ajustadas que
resulta casi imposible desmontarlos?
­Tales objetos suelen llamarse rompeca-
bezas chinos y, por lo general, una vez
desmontados, todavía resulta más difí-
cil volver a ensamblarlos. Suelen poseer
una pieza especial, llamada pieza maestra
o pieza clave, que debe retirarse en primer
lugar para poder desmontar las restantes.

TODAS LAS ILUSTRACIONES DE ESTE ARTÍCULO: ILIL ARBEL; TODAS LAS FOTOGRAFÍAS DE ESTE ARTÍCULO: BEN ROSE
Para recomponer muchos de estos rompe-
cabezas es necesario ir colocando las pie-
zas en una cierta secuencia, insertándose
la clave en último lugar, y así enclavar fir-
memente en su sitio las demás partes. Se
han vendido en todo el mundo centenares
de juegos de este tipo durante siglos, mu-
chos de ellos de inventor anónimo (aun-
que también se han expedido cientos de
patentes con variantes no comercializadas
de tales rompecabezas).
Apenas se sabe nada de los albores
históricos de estos montajes, pero se-
guramente el de «rompecabezas chino»
sea nombre poco apropiado. Sin duda, los
países de Asia oriental producían rompe-
cabezas de esta clase ya en el siglo xviii,
pero lo mismo ocurría en los países de
Europa. Además, rompecabezas mecá-
nicos de otros tipos, de incuestionable
1. Goliath, de Miguel Berrocal. origen europeo, han sido denominados

52  TEMAS 77
2. Las 80 piezas de Goliath.

El universo matemágico de Martin Gardner  53


cuerda. En la actualidad, y al menos en los
Estados Unidos, todos los rompecabezas
de esta categoría suelen denominarse
«cardos», por extensión.
Las distintas versiones manufactura-
das del cardo de seis piezas pocas veces
son parecidas, lo que sugirió a Filipiak
un problema sorprendentemente difícil
de geometría combinatoria. Imaginemos
que la sección central de la pieza maes-
tra (la pieza clave no ranurada) se divide
en 12 cubos unidad de la manera que se
3. Rompecabezas «cardo» de seis piezas. indica en la figura 4. El lado de cada uno
de estos cubos es la mitad del grosor de
la pieza maestra. Hay cuatro cubos más,
situados bajo los numerados 2, 3, 6 y 7,
pero solamente dos de ellos, el 11 y el 12,
son visibles en la ilustración. Cada una
de las piezas de cualquier cardo de seis
queda completamente descrita especifi-
cando cuáles de los 12 cubos unidad se
han suprimido para obtenerla.
Como cada uno de los cubos unidad,
o bien forma parte de una pieza del rom-
pecabezas, o bien ha sido suprimido para
construirla, en principio habría 212, esto
es, 4096, posibles formas para las piezas
también «rompecabezas chinos». Quizá, Hoffmann» (seudónimo de Angelo Lewis) del cardo. Evidentemente, es preciso eli-
como ha escrito Joseph Needham en el vo- en su libro sobre enigmas mecánicos, minar aquellas que dividan la barra en dos
lumen III de su Science and civilization in Puzzles old and new, publicado en 1893. trozos. Entre las restantes, se comprueba
China: «Tal vez los europeos se sintieran La barra íntegra, en el extremo izquierdo que cada forma se repite ocho veces, por
inclinados a dar a los enigmas mecánicos de la ilustración, es la clave. Otro siste- cuatro rotaciones simples de eje longitudi-
el nombre de la que, para ellos, era una ma de seis piezas, distinto del anterior, nal y dos medias vueltas de eje transversal,
civilización enigmática». apareció ya en The magician’s own book, que permutan entre sí las posiciones de
Hay rompecabezas chinos compues- obra de autor anónimo, que se publicó los extremos. (No se suprimen, en cambio,
tos por tres piezas solamente, pero el en los Estados Unidos por primera vez las imágenes especulares de configuracio-
más sencillo de los modelos no triviales en 1857. Anthony S. Filipiak, en su obra nes asimétricas). Finalmente, hay ciertos
es el muy conocido de seis piezas de la 100 puzzles: How to make and solve them modelos que por razones mecánicas no
figura 3; debajo del modelo montado se (A. S. Barnes and Co., 1942), llama «car- pueden formar figuras con enclavamien-
muestran las seis piezas que lo forman, tal dos de seis piezas» a tales montajes, pre- to al combinarlas con cualesquiera otras.
como fueron dibujadas por el «profesor sumiblemente, porque su forma los re- Estas configuraciones pueden desecharse
también. Una vez eliminadas todas las
configuraciones aludidas, ¿cuántas formas
pueden tener las seis piezas componentes
del cardo? En opinión de Filipiak, su nú-
4 mero era 432.
3
Más recientemente, han sido prepa-
2
rados programas de ordenador para ana-
1
8 lizar el problema por tres matemáticos,
7 William H. Cutler, del Colegio Wartburg
6 de Waverly, Iowa, Robert H. Mackay, de
Londres, y C. Arthur Cross, de Cheshire,
5
12 Inglaterra. Cutler y Cross coinciden en
11 afirmar que el número de piezas utiliza-
bles es 369. No obstante, sesenta y siete
de ellas solamente pueden utilizarse con
duplicados suyos, y dos solamente con tri-
plicados, lo que hace un total de 440 pie-
zas. Se plantea así una segunda cuestión,
todavía no resuelta: ¿Cuántos distintos
cardos de seis piezas pueden construirse
4. Configuraciones de las piezas de un «cardo». con el anterior conjunto? Es necesario de-

54  TEMAS 77
sechar las combinaciones de piezas que,
o no llegan a enclavarse, o solamente
forman sistemas totalmente bloqueados,
que es imposible desmontar. También es
recomendable suprimir las construccio-
nes que dejen huecos internos, que por
lo común no se sostienen bien. Con estas
restricciones, el programa de Cutler halló
que el número de distintos cardos de seis
piezas es de 119.963, aunque Cutler no
está completamente satisfecho de su pro-
grama, que teme pueda contener errores.
Los lectores interesados en la cuestión
pueden escribirle solicitando detalles.
Solamente conozco dos sitios donde
puedan obtenerse actualmente tipos más
complicados de rompecabezas cardo. En
Inglaterra, Paradox Engineering Limited
(Over Wallop, Stockbridge, Hants) en-
vía bajo demanda catálogos de su serie
«Pentangle», en la que están incluidos
varios estupendos ejemplares de cardos
realizados en madera. El llamado Abue-
lo Chuck (Grandpa Chuck) consta de 96
piezas. En los Estados Unidos, enviándole
a Stewart T. Coffin (Old Sudbury Road,
R.F.D. 1, Lincoln, Mass., 01773) un sobre
comercial ya franqueado y dirigido a uno
mismo, se recibirá un folleto de su insólita
serie de rompecabezas originales de tipo
cardo. Sus precios son elevados, ya que se
trata de piezas de artesanía, ajustadas a
mano, realizadas en madera dura. Duran-
te varios años Coffin ha estado publicando
de forma intermitente un boletín, Puzzle
Craft, que trataba de la historia y la cons-
trucción de rompecabezas mecánicos. Se-
gún me dice, enviará una reimpresión de
los seis números publicados, 24 páginas 5. Portrait de Michèle (cabeza) acoplado a La Totoche (cuerpo).
en total, juntamente con el catálogo, con-
tra reembolso de 2 dólares. de Madrid y, posteriormente, arte en Pa- humor, el reto intelectual de un rompe-
De vez en cuando se han ido fabrican- rís y Roma, acabando por establecerse en cabezas combinatorio tridimensional) si
do rompecabezas chinos que recuerdan Negrar, en las afueras de Verona. En la no se ha conseguido antes desmontar y
objetos familiares: un coche, una pisto- actualidad reside allí, en una villa pala- volver a montar varias veces alguna de
la, un buque de guerra, un avión, una ciega, con su segunda esposa, la princesa sus obras. Consideremos, por ejemplo, los
pagoda, un tonel, un huevo y diversos Cristina, nieta del último rey de Portugal. dos Berrocales que se muestran, super-
animales. La mayoría de los rompecabe- Berrocal preside una fundición en Negrar, puestos, en la imagen superior. La cabeza,
zas autoblocantes no se diseñan con la con más de 200 operarios, en la que no so- llamada Portrait de Michèle («Retrato de
intención de que sus formas recuerden lamente se vacían sus propias obras, sino Michèle») está compuesta por 17 elemen-
objetos concretos; no obstante, por sus también muchos trabajos de otros escul- tos distintos, de formas curiosas, cada uno
simetrías siempre es agradable contem- tores europeos. «Soy el patrón de la mafia de ellos diseñado para ser individualmen-
plarlos. Por lo general, los modelos que de escultores», dijo en cierta ocasión. Lo te una escultura abstracta, y de forma que
podríamos llamar «figurativos» son, es- mismo que Pablo Picasso y Salvador Dalí, resulte agradable de manipular. El cuer-
téticamente al menos, poco atractivos. Lo los más notables pintores españoles del po, llamado La Totoche («La rellenita»), es
que nos lleva al trabajo de Berrocal. Que siglo xx, Berrocal es un virtuoso que ha uno de las varios cuerpos a los que puede
yo sepa, ha sido el primero que ha sabi- sabido combinar una prodigiosa produc- acoplarse la cabeza; puede desomponerse
do combinar los rompecabezas chinos de ción con una hábil política de relaciones en 12 piezas.
enclavamiento y un trabajo artístico de la públicas y está dotado de una personali- Berrocal creó el nombre de «múl-
mayor calidad. dad inmodesta y deslumbrante. tiplos» para las copias, que fabrica en
Berrocal nació en 1933, en una familia Es imposible apreciar la combinación grandes cantidades, de sus obras. Su
malagueña de clase media. Estudió arqui- única de valores contenidos en la obra edición del Portrait de Michèle es típica:
tectura y matemáticas en la Universidad de Berrocal (belleza visual, placer táctil, seis múltiplos en oro macizo, 500 en plata

El universo matemágico de Martin Gardner  55


6. Mini David (izquierda) y Mini Cariatide (derecha).

7. Anillos pertenecientes a Mini David (izquierda) y a Mini Cariatide (derecha).

56  TEMAS 77
fina, y 9500 en bronce niquelado. Cada
pieza está firmada y numerada, impe-
cablemente terminada con la precisión
de un trabajo de ingeniería. En todos los
Berrocales, las piezas se desmontan y se
ensamblan en una cierta secuencia. Para
desmontar el Portrait de Michèle es ne-
cesario extraer primero un elemento del
cuello. Los rompecabezas chinos tienden
a desmantelarse solos en cuanto se les
retiran algunas piezas, pero un Berrocal
se mantiene firmemente unido hasta que
se han separado sus dos últimas piezas.
En muchos casos, el modelo montado es
macizo, es decir, no tiene huecos interio-
res, y hasta haber separado la pieza n es
imposible retirar la n + 1. Los enclava-
mientos son tan ingeniosos que a veces
es imposible sacar una pieza sin alterar
ligeramente las posiciones de las restan-
tes. Cada múltiplo viene acompañado de
un libro de instrucciones encuadernado,
ilustrado por Berrocal. Cada etapa del
montaje está dibujada en una hoja distin- 8. Mini María, de Berrocal.
ta, en la que se muestra en color la pieza a
separar. Al final, un dibujo en perspectiva
isométrica exhibe el perfil de todas las
piezas (en transparencia), ya situadas en
su sitio. No obstante, aún consultando el
manual de instrucciones, pueden hacer
falta varios días para dominar la técnica
de desmontar y ensamblar un Berrocal.
El número de piezas de los Berrocales
varía desde solamente tres hasta cerca
de 100. Exquisitos anillos y brazaletes,
todos ellos utilizables para el atuendo
personal, forman parte de muchas de sus
esculturas. Por ejemplo, la pupila del ojo
de Michèle es la piedra aguamarina de
un anillo. Otro popular Berrocal es Mini
David, torso mostrado en la figura 6. Una
de sus 22 piezas es el anillo que apare- 9. Un elemento interior de Mini María (izquierda) y sus cinco piezas (derecha).
ce en la figura 7. Los genitales del torso
cuelgan de la gema del anillo. La edición
completa de esta obra ha sido vendida. uno de los pechos de María. Dentro de la de sus 80 elementos aparecen en la figu-
Está formada por seis múltiplos de oro figura hay un órgano sexual masculino ra 2. La escultura se muestra parcialmen-
macizo, 500 de bronce chapado en oro y (figura 9), que se descompone en cinco te desmontada en la figura 10 para poner
9500 de bronce niquelado. En los de oro, piezas, dos de las cuales son bolas de de manifiesto cómo un Berrocal es una
la gema del anillo es de jade verde; en los acero. El correspondiente elemento del extraordinaria obra de escultura abstracta
de bronce niquelado es zafiro. Frecuente- colgante Micro María tiene una diminuta en cualquier estadio de ensamblaje. Cuan-
mente, Berrocal diseña versiones «micro» aguamarina en el extremo del órgano. La do el torso de Goliat está completamente
de sus obras para ser utilizadas como pen- gema está adosada a un anillo con una montado, se puede girar su hoja de parra
dientes. Hay un Micro David que contiene banda de malla. para dejar al descubierto los genitales.
un anillo con banda de malla y un corazón Otra figura reclinada, Mini Zoriade, se Existen en realidad dos piezas que repre-
azul de lapislázuli. La estructura interna abre al girar un zapato. Los pechos de Zo- sentan los genitales, una circuncidada y la
de una obra micro es siempre totalmente riade son las adularias de un anillo. Mini otra no, y el torso puede ensamblarse con
diferente de su contrapartida mini. Cariatide se muestra en la derecha de la cualquiera de ellas al descubierto.
Mini María (figura 8) solamente pue- figura 6. El monte de Venus correspon- El féretro que Berrocal preparó para
de desmontarse presionando sobre un co- diente se encuentra en el anillo derecho Romeo y Julieta se ve en la figura 11,
jinete de bolas de una pierna. La escultura de la figura 7. juntamente con una obra anterior, de 16
está compuesta por 23 piezas. Una de ellas Goliath (figura 1) es el más complicado piezas, que retrata entrelazados a los mal-
es un anillo con una adularia, que forma de los trabajos de Berrocal. La totalidad hadados amantes. Dentro de los amantes

El universo matemágico de Martin Gardner  57


hay una sorpresa que es preferible no des-
cribir en una revista de carácter familiar
como esta. El féretro es aún más sorpren-
dente. Se descompone en 84 piezas que
pueden recomponerse para dos equipos
de mesa completos: 23 piezas de vajilla y
cubertería, cuatro copas de vino, cuatro
candelabros, un anillo de cena para hom-
bre, otro anillo para mujer y un braserillo
de mesa que es mayor que el ataúd.
Columbia Jet (figura 12) fue encargado
por las Líneas Aéreas Iberia, como regalo
para sus ejecutivos. El pájaro es la paloma
de la paz de Picasso. Su cuerpo es una
jarra de agua que vierte el líquido por el
pico al alzar un asa. El ornamentado pe-
destal es un vaso para beber. Desplegando
las alas de la paloma, de las puntas de
las alas descienden trenes de aterrizaje.
Otra útil obra de Berrocal es Paloma Box
(«La caja de Paloma»), una escultura de
alrededor de 30 centímetros de altura
y anchura, que al abrirse resulta ser un
joyero con 16 cajones forrados de tercio-
pelo. Se puede alzar un espejo circular
que, abierto, revela una escultura de una
hija de Picasso, Paloma. Las piezas que
componen la cabeza contienen, entre
otras, dos brazaletes y dos cinturones. Il
Cavallo (figura 13), también de Berrocal,
10. Goliath parcialmente desmontado. tiene una clase de flexibilidad diferente.
El caballo, compuesto por 14 piezas, po-
see patas articuladas, con lo que puede
adoptar diferentes actitudes.
He descrito solamente una peque-
ña porción del trabajo de Berrocal. Su
mayor escultura es Homage to Picasso
(«Homenaje a Picasso»), que mide más
de 6 metros de largo y pesa 18 toneladas.
Actualmente se encuentra en exhibición
permanente en los Jardines de Picasso, en
Málaga. Una versión miniatura en bronce,
Siextasis, consta de 20 piezas enclavadas
mediante pequeños imanes. Otra escul-
tura de gran tamaño, tributo de Berrocal
a su buen amigo Dalí, se encuentra en
Madrid. Una versión miniatura en bronce,
llamada Delirium Tremens, estará pronto
disponible.
El agente exclusivo de Berrocal en
los Estados Unidos es su viejo amigo y
gran admirador James Smith Ru­dolph.
Rudolph­posee las dos librerías Centicore
de Ann Arbor y la Centicore Arts, Inter-
national (336 Maynard Street, Ann Arbor,
Mich., 48108). Durante muchos años, Ru-
dolph ha suministrado Berrocales a ga-
lerías y tiendas de arte y ha organizado
alrededor de una docena de exposiciones
individuales en distintas ciudades cada
año. Los precios de las obras de Berrocal
11. Una escultura de Romeo y Julieta sobre otra escultura de su sepulcro. comienzan en unos 180 dólares para el

58  TEMAS 77
micro (colgante), subiendo rápidamente mente de su cadena. Todos los múltiplos guarda el placer de desmontar una escul-
a muchos miles de dólares para los múl- de oro y plata fina tienen piezas maestras tura como si fuera un rompecabezas, y de
tiplos mini. que se insertan en su sitio con una llave volverla a montar, con el arte? En cierto
A excepción de los colgantes, no hay ordinaria, de forma que la escultura no sentido, evidentemente, la respuesta es
tornillos ni pasadores en ningún Berrocal. pueda desmontarse sin cooperación de «nada»; pero también es verdad que
Los colgantes están suspendidos de una su propietario. eso no es todo. La belleza visual del arte
pieza maestra que se atornilla en él para Permítanme que anticipe una obje- siempre ha estado combinada de innu-
evitar que pueda desprenderse accidental- ción. Podría preguntarse: ¿qué relación merables modos con otros valores: las
emociones sexuales suscitadas por los
desnudos; los sentimientos evocados
por paisajes, marinas o retratos de fa-
milia; la función retórica del arte polí-
tico o religioso; el valor didáctico de la
ilustración de textos; el humor del arte
cómico; la comodidad física procurada
por sillas, camas y sofás diseñados para
ser bellos; la utilidad de mesas, jarrones,
botellas, copas, platos, cubiertos, coches,
casas, edredones, barcos, relojes, herra-
mientas, etcétera. El hallazgo, único, de
Berrocal ha consistido en combinar los
placeres visuales y táctiles con el gozo
intelectual de resolver un rompecabezas
mecánico. Si esta particular combinación
no es de su agrado, los Berrocales no son
para usted.
En la región de Quadling, en Oz (des-
crita en The Emerald City of Oz) la ciudad
de Fuddlecumjig está habitada por una
extravagante raza de gentes llamadas
Fuddles («Atolondrados»). Cada Fuddle
está compuesto por centenares de piezas
de formas fantásticas de madera pintada
que encajan entre sí, como un rompecabe-
zas tridimensional. Cuando se les acerca
un visitante, los Fuddles se descomponen
12. Columbia Jet, de Berrocal. en una cascada de piezas inconexas, para
que el visitante tenga el placer de recom-
ponerlo o recomponerla.
«Desde luego, son gente rara», dijo
Em, la tía de Dorothy, cuando conoció a
los Fuddles. «Pero la verdad es que no veo
para qué sirven, si es que sirven de algo.»
«Bueno, sirvieron para divertirnos
algunas horas», respondió el Mago. «Yo
creo que sí nos valieron de algo, después
de todo.»
«Me parece que son más divertidos que
jugar a solitarios o al tres en raya», añadió
el tío Henry. «Por mi parte, me alegro de
haber visitado a los Fuddles.»

PARA SABER MÁS

100 puzzles: How to make and solve them.


Anthony S. Filipiak. A. S. Barnes and Co., Inc.,
1942.
La sculpture de Berrocal. Giuseppe Marchiori.
La Connaissance Bruxelles, 1973.

13. Il Cavallo, de Berrocal.

El universo matemágico de Martin Gardner  59


Artículo publicado en
Investigación y Ciencia n.o 20
Mayo de 1978

Adivinanzas lógicas
Donde el conde Drácula, Alicia, Porcia y otros muchos participan
en diversos rompecabezas lógicos

«Les presento ahora al profesor Smull- una maravilla por su densidad y lucidez. a ella, presentada de una forma u otra,
yan, quien les demostrará que o bien él El año pasado, Harper & Row publicó su varias veces en el discurso del libro».
no existe o bien ustedes no existen; pero primer trabajo no perteneciente a su es­ Tras una sección introductoria en la
ustedes no sabrán cuál es el caso.» pecialidad, The Tao is silent, una de las que se exponen algunos problemas clá­
—Melvin Fitting, presentando a mejores introducciones al taoísmo que sicos, presentados muchos de ellos con
­Raymond Smullyan en un club haya tenido ocasión de ver. nuevas y divertidas variantes, Smullyan
de estudiantes de matemáticas Las principales aficiones de Smullyan introduce tres tipos de personajes que
son la música (es un consumado pianista intervendrán en la mayoría de los pro­

E l libro de Raymond M. Smullyan ti­


tulado What is the name of this book?
(«¿Cómo se llama este libro?»), cuya apa­
de clásica), la magia (en su juventud actuó
como profesional, aunque no como ocu­
pación exclusiva) y el ajedrez. Algunos de
blemas subsiguientes: los caballeros, quie­
nes siempre dicen la verdad; los pícaros,
quienes mienten siempre; y los norma­
rición está prevista para este mes de sus brillantes problemas de ajedrez han les, quienes mienten unas veces y otras
mayo, editado por Prentice Hall, Inc., es sido publicados en esta sección. Recien­ dicen la verdad.
la más original, más profunda y más hu­ temente ha terminado dos colecciones de Es sorprendente lo que puede dedu­
morística colección de problemas de ló­ problemas de ajedrez, Chess mysteries of cirse de unas cuantas líneas de diálogo
gica recreativa que se haya escrito jamás. Sherlock Holmes y Chess mysteries of the con tales personajes. Por ejemplo, en una
Contiene más de 200 problemas totalmen­ Arabian knights, en las que cada pro­ isla habitada solamente por caballeros
te nuevos, tramados todos ellos por este blema es adecuadamente ambientado. y pícaros, Smullyan se encuentra a dos
ingenioso autor, sazonados con bromas Añádase un seductor estilo literario, un hombres descansando al pie de un árbol.
matemáticas, animadas anécdotas y pa­ gran sentido del humor y el gusto por lo «¿Es caballero alguno de ustedes dos?»,
radojas capaces de volver loco al más pin­ paradójico de L. Carroll, y se podrá captar les pregunta. Cuando uno de ellos respon­
tado. El libro culmina con una serie de el sabor de What is the name of this book? de —llamemos, por ejemplo, A a este hom­
problemas, presentados como narracio­ El libro comienza con una historia ve­ bre—, Smullyan conoce instantáneamente
nes, que conducen al lector hasta el nú­ rídica que presenta ya uno de los temas la solución de su dilema. ¿Es A caballero
cleo del revolucionario trabajo que el fa­ constantes en Smullyan. Un Día de los o pícaro? ¿Qué es el otro hombre?
llecido Kurt Gödel realizó sobre la noción Inocentes, cuando Smullyan tenía seis Parecería que no hay suficiente infor­
de indecidibilidad. años, su hermano mayor, Emile, le dijo mación para resolver este problema, pero
¿Quién es Smullyan? Nació en 1919, en que le iban a tomar el pelo como nunca. la clave reside en el hecho de ser la res­
Nueva York, estudió filosofía con Rudolf Todo el día estuvo Smullyan esperando la puesta de A suficiente para que Smullyan
Carnap en la Universidad de Chicago, y mala pasada; todavía esperándola, per­ hallase la solución. Si la respuesta hubiese
se recibió de doctor en matemáticas por maneció despierto aquella noche. Final­ sido «Sí», Smullyan no hubiese obtenido
la Universidad de Princeton. En la ac­ mente, Emile le reveló la burla: Raymond información. (Si A fuese caballero, podría
tualidad es catedrático de matemáticas había estado esperando ser burlado, y de ser caballero uno o ambos de los dos; si
en el Colegio Lehman de la Universidad esta forma, sin hacer nada, Emile se había A fuese pícaro, ambos podrían ser píca­
municipal de Nueva York, y miembro del burlado de él. ros.) Por consiguiente, A tuvo que haber
claustro de los departamentos de mate­ «Me acuerdo de que le estuve dando contestado «No». Ahora bien, si A fuese
máticas y de filosofía del Centro de Gra­ vueltas en la cama hasta mucho después caballero, hubiera tenido que contestar
duados de la misma universidad. Entre de apagar la luz», escribe Smullyan, «sin «Sí», y, puesto que ha dicho «No», for­
TODAS LAS ILUSTRACIONES DE ESTE ARTÍCULO: ILIL ARBEL

los especialistas de lógica, de teoría de estar seguro de que verdaderamente me zosamente ha de ser pícaro. Como el que
recursión, teoría de demostración y de hubieran tomado el pelo. Por una parte, habla es pícaro, su manifestación debe ser
inteligencia artificial, Smullyan es mu­ si yo no había sido burlado, entonces yo falsa; así pues, hay al menos un caballe­
cho más conocido como autor de dos pe­ no había tenido lo que esperaba, y, por ro presente. Por tanto, el otro hombre es
queños y elegantes tratados: First-order consiguiente, me habían engañado... Pero caballero.
logic (Springer-Verlag, 1968) y Theory con igual razón podía decirse que, si me Pronto hace acto de presencia Alicia,
of formal systems (Princeton University habían tomado el pelo, entonces yo había el personaje de Lewis Carroll. Nos la en­
Press, 1961). Su artículo sobre el famoso sufrido lo que esperaba, así que ¿de qué contramos vagabundeando por el Bosque
problema del continuo de Georg Cantor, forma me habían engañado?... No resol­ del Olvido, donde es incapaz de recordar
en The Encyclopedia of Philosophy, es veré ahora esta paradoja; retornaremos el día de la semana (véase el capítulo 3

60  TEMAS 77
El retrato está en este cofre El retrato no está en este cofre El retrato no está en el cofre de oro

ORO PLATA PLOMO

1. La primera prueba de Porcia, extraída de ¿Cómo se llama este libro?

de Alicia a través del espejo). En el bos­ Porcia habrá de casarse con él. (Inciden­ oro ha de contener el retrato». Con aire
que, Alicia se encuentra con el León y talmente, no suele observarse que Porcia triunfal, el pretendiente abre la arquilla
el Unicornio. El León miente los lunes, le da con gran sutileza una preciosa indi­ de oro, descubriendo con horror que está
martes y miércoles, y el Unicornio miente cación a su pretendiente cuando canta: vacío. El retrato se encuentra en el otro
los jueves, viernes y sábados. En todas las «Tell me where is fancy bred / Or in the cofrecillo. ¿En qué falla su razonamiento?
demás ocasiones, ambos animales dicen heart or in the head?» Las palabras finales El error consiste en suponer que el
la verdad. «Ayer me tocó mentir», dice de ambos versos riman con lead, «plo­ enunciado del cofrecillo de plata es o bien
el León. «También ayer me tocó mentir», mo», que es la elección correcta.) verdadero o bien falso. El problema nos
dice el Unicornio. Alicia, que es tan des­ Cambiando las inscripciones de las ar­ enreda con la moderna noción de meta­
pierta como Smullyan, es capaz de dedu­ quillas, Smullyan crea una serie de nota­ lenguaje. La discusión de los valores de
cir en qué día de la semana se encuentra. bles problemas que van acercando más y verdad de un lenguaje no es permisible
¿De qué día se trata? [La solución de este más al lector al descubrimiento de Gödel. sino en el seno de un lenguaje mayor, me­
y los siguientes problemas, al final del Se muestra el primero de estos problemas talenguaje del primero, al que contiene
artículo.] en la figura 1. Porcia, quien jamás miente, como subconjunto de su conjunto de tér­
Aparecen más personajes de A través explica a su pretendiente que a lo sumo minos. Cuando un lenguaje hace referencia
del espejo: los hermanos Tweddle, el Rey una inscripción es verdadera. ¿Qué cofre­ a sus propios valores de verdad, resultan
Blanco, Humpty Dumpty y el Jabberwock. cillo deberá elegir? con frecuencia contradicciones lógicas. Sin
Tweedledee se conduce como el Unicor­ Smullyan improvisa agudas varia­ disponer de metaenunciados relativos a la
nio, y Tweedledum, como el León. Tras re­ ciones en torno al tema de Porcia. En veracidad o falsedad de las inscripciones
solver Alicia cierto número de problemas algunos problemas, cada cofre porta dos de los cofrecillos, o de información acer­
basados en su conversación con los Twee­ inscripciones. También se nos informa de ca de las interrelaciones entre sus valores
dle, Humpty Dumpty revela un secreto que hay dos artesanos fabricantes de ar­ de verdad, las inscripciones de los cofres
cuidadosamente guardado del Espejo: hay quillas: Bellini, que siempre pone en sus pueden resultar carentes de significado.
un tercer hermano, de aspecto idéntico cofres inscripciones verdaderas, y Cellini, Caminando con su larga zancada, en­
al de Dum y Dee, llamado Tweedledoo. que siempre las pone falsas. tra ahora en el libro el inspector Leslie
Doo siempre miente. Este descubrimiento Examinemos otro problema de este Craig, de Scotland Yard. Smullyan nos
hace que Alicia se enfade muchísimo, por­ tipo, que se muestra en la figura 2. El propone una variada serie de enigmas ex­
que todas sus deducciones precedentes cofrecillo de oro porta la inscripción «El traídos de los archivos del inspector, cuyo
pueden ahora ser falsas. Por otra parte, retrato no se encuentra aquí», y el de pla­ esclarecimiento es posible mediante una
Humpty puede estar mintiendo, y Twee­ ta, la leyenda «Exactamente uno de estos deducción lógica cuidadosa. El primero
dledoo puede no existir. Se dan cuatro dos enunciados es verdadero». Estas dos es el más sencillo de todos ellos:
descripciones de lo que a continuación inscripciones ofrecen un dilema lógico «Se ha robado una gran cantidad de
ocurre y se le pide al lector que deduz­ de enorme importancia en la historia de mercancías de un almacén. El ladrón (o
ca cuál es la verdadera, y si Tweedledoo la semántica moderna. El pretendiente ladrones) se ha llevado el botín en un
existe o no. razona así: «Si el enunciado de plata es coche. Tres conocidos delincuentes, A, B
La acción se desplaza después a El verdadero, entonces el de oro es falso. Si el y C, son detenidos y llevados a Scotland
mercader de Venecia, de Shakespeare, en enunciado de plata es falso, entonces las Yard para ser sometidos a interrogatorio.
la célebre ocasión en que Porcia presenta inscripciones de ambos cofres son, o bien Se han podido establecer con certeza los
a su pretendiente tres arquillas, de oro, ambas verdaderas, o bien ambas falsas. siguientes hechos:
plata y plomo, respectivamente, cada Pero si la inscripción en plata es falsa, 1) Aparte de A, B y C, nadie más ha
una de las cuales lleva grabada una ins­ no pueden ser ambas verdaderas, por lo intervenido en el robo.
cripción diferente. Solamente una de las que son ambas falsas. En cualquiera de 2) C nunca “trabaja” sin la ayuda y
arquetas contiene el retrato de Porcia, y los casos posibles el enunciado escrito complicidad de A (y, posiblemente, de
si el pretendiente la elige correctamente, en oro es falso; por tanto, el cofrecillo de terceros).

El universo matemágico de Martin Gardner  61


3) B no sabe conducir. existe? La isla está poblada solamente por lector determinar con una sola pregunta
¿Es A inocente o culpable?» caballeros y por pícaros. Tras una serie de si se trata de un loco?
En las páginas siguientes, Smullyan se encuentros con los lugareños, Smullyan Smullyan, ansioso por saber si el conde
interesa por temas de tanta importancia demuestra que la Isla de Baal no puede Drácula está vivo o muerto, le hace la pre­
práctica como el modo de evitar encuen­ existir. gunta a varios transilvanos. Se le pide al
tros con los hombres lobo, de elegir es­ Tal demostración de inexistencia no lector que deduzca la solución a partir del
posa, de defenderse a sí mismo ante un es válida para la siguiente de las islas que diálogo. Esta sección culmina con un baile
tribunal o de casarse con la hija de un Smullyan visita: la Isla de los Zombis. No de gala en el castillo del conde Drácula,
rey. Por ejemplo, imaginemos que usted hay forma de distinguir a los zombis, que en el que todo se complica debido a que
desea convencer a una joven casadera, siempre mienten, de los seres humanos, todas las preguntas son contestadas «bal»
quien reserva sus afectos para pícaros que siempre dicen la verdad. La vida se o «da», como en la Isla de los Zombis. Hay
ricos, de que usted es uno de ellos. (Se complica todavía más por el hecho de que en consecuencia tres variables a tener en
supone que usted es rico o es pobre.) ¿Es todas las preguntas que normalmente se cuenta: El que habla ¿está cuerdo o loco?
posible conseguir convencerla con solo contestarían «sí» o «no» se responden ¿Es humano? ¿Qué significa «bal»? Final­
una frase? Pues sí. Basta que usted diga: aquí con «bal» o «da», pero no se sabe mente, ­Smullyan descubre que Drácula
«Soy un pícaro pobre». La joven sabría cuál significa «sí» y cuál significa «no». vive, aunque está loco.
inmediatamente que usted no es un ca­ Supongamos que se le pregunta a un lu­ Uno de los capítulos del libro se titula
ballero, porque un caballero no podría gareño si «bal» significa «sí», y que res­ «Cómo demostrar una cosa cualquiera».
mentir diciendo que es un pícaro pobre. ponde «bal». Es imposible saber lo que Tras examinar un sofisma del Eutidemo,
Puesto que usted es un pícaro, su afirma­ significa «bal», pero ¿podría saberse si uno de los diálogos de Platón, en el cual
ción tiene que ser falsa; así pues, usted es un humano o un zombi? ¿Es posible uno de los oradores demuestra que el pa­
tiene que ser un pícaro rico. Supongamos descubrir lo que significa «bal» plantean­ dre de su antagonista es un perro, Smu­
ahora que la muchacha solamente se sien­ do una sola pregunta cuya respuesta sea llyan discute cierto número de curiosos
te inclinada hacia los caballeros. ¿Con qué «bal» o «da»? artificios mediante los cuales se puede
frase podría convencerla de que usted es Transilvania no es menos desconcer­ demostrar la existencia de prácticamente
un rico caballero? tante. En ella, el aspecto de los seres hu­ cualquier cosa (de Dios, de Satanás, de los
La sección siguiente presenta proble­ manos (que dicen la verdad) es idéntico al unicornios, de Papá Noel, etcétera). Uno de
mas lógicos basados en enunciados condi­ de los vampiros (todos ellos mentirosos), estos artificios ha sido deducido del tradi­
cionales de la forma: «Si P es verdadero, y la mitad de los habitantes están locos. cional argumento ontológico de la existen­
entonces Q es verdadero». Los dos enun­ Los locos creen que todas las proposicio­ cia de Dios. Algunos de los restantes son
ciados están conectados por la relación de nes verdaderas son falsas y que todas las variantes de un sutil método descubierto
implicación, cuya comprensión es absolu­ proposiciones falsas son verdaderas. Así por el lógico matemático J. Barkley Rosser.
tamente indispensable para entender el pues, hay cuatro tipos de transilvanos: Tomemos, por ejemplo, la siguiente
cálculo proposicional. Smullyan juguetea seres humanos cuerdos, seres humanos ora­ción: «Si esta oración es verdadera,
con las paradojas más familiares que pre­ locos, vampiros cuerdos y vampiros lo­ entonces existe Papá Noel». Smullyan
senta la noción de implicación, ofreciendo cos. Evidentemente, todo lo que diga un escribe en su libro: «Si la oración es ver­
después 18 ingeniosos problemas que nin­ humano cuerdo es verdadero, y todo lo dadera, entonces ciertamente existe Papá
gún lector podrá elucidar completamente que diga un humano loco es falso. Recí­ Noel (porque si la oración es verdadera,
sin aprehender firmemente los principios procamente, cualquier cosa que diga un entonces también ha de ser cierto que si la
lógicos necesarios. vampiro cuerdo es falso y todo lo que diga oración es verdadera, entonces Papá Noel
El siguiente cuadro se desarrolla en un vampiro loco es verdadero. Afortuna­ existe, de donde se deduce que Papá Noel
la Isla de Baal, lugar único en el mun­ damente, las preguntas se responden en existe); por consiguiente, se da el caso que
do, pues en él hay alguien que conoce español. ¿De qué forma podría determi­ dice la oración, y así pues, la oración es
la respuesta de la superúltima cuestión narse con una sola pregunta si un tran­ verdadera. Por tanto, la oración es verda­
de la metafísica: ¿por qué hay algo que silvanio es o no un vampiro? ¿Sabría el dera, y si la oración es verdadera entonces
existe Papá Noel. De aquí se sigue que
El retrato no está aquí Exactamente uno de estos dos Papá Noel existe». El razonamiento es
enunciados es verdadero falaz, pero sin una buena comprensión
del papel de los metalenguajes no es fácil
explicar exactamente por qué.
El penúltimo capítulo presenta la cono­
cida paradoja del mentiroso («Este enun­
ciado es falso») y muchos de sus disfraces
y variantes. Smullyan presenta algunas de
las más profundas paradojas de la lógica
y de la teoría de conjuntos con una clari­
dad que nunca se había conseguido hasta
ahora. Por ejemplo, he aquí su explicación
de la famosa paradoja, conocida como pa­
ORO PLATA radoja de Richard, en que se basa la de­
mostración del teorema de indecidibilidad
2. ¿Dónde está el retrato de Porcia? de Gödel.

62  TEMAS 77
Un matemático tiene un libro titulado aquel, como la teoría de conjuntos or­ imposibilidad de una demostración cons­
El libro de los conjuntos. En cada una de dinaria—, contiene proposiciones inde­ tructiva que garantice que nunca se llega­
sus páginas está definido un conjunto de cidibles, es decir, proposiciones que son rá en teoría de números a encontrar una
números naturales, ya sea dando la lista ciertas, pero cuya veracidad no puede demostración de la veracidad de la con­
de los números que lo componen, ya me­ ser establecida dentro del sistema. Con jetura de Goldbach y otra demostración
diante una descripción de los números que mayor precisión, Gödel demostró que de su falsedad! Los matemáticos tienen fe
pertenecen a él. Las páginas del libro están si un sistema como el de los Principia y esperanza en que nunca sucederá nada
numeradas consecutivamente. ¿Podremos Mathematica satisface ciertas condiciones parecido con ningún teorema aritmético,
describir un conjunto de enteros positivos razonables, como la de ser coherente (li­ pues, de ocurrir así, toda la aritmética y
que sea imposible encontrar en el libro? bre de contradicciones), entonces permite toda la matemática superior quedaría re­
Podemos, en efecto. Si un número construir proposiciones que son indecibi­ ducida a escombros. (Es fácil demostrar
natural n pertenece al conjunto definido les. Al mismo tiempo, demostró que si un que si un sistema deductivo contiene al
en la página n, lo llamaremos número ex­ sistema tal es coherente, no existe forma menos una contradicción, entonces es
traordinario. Si n no pertenece al conjunto de demostrar la coherencia del sistema posible demostrar cualquier proposición
de la página n, diremos que es un núme­ dentro del sistema. contenida en el sistema.) Los matemáticos
ro ordinario. Examinemos el conjunto de Los resultados anteriores son válidos de escuela platónica, que consideran que
todos los números ordinarios. Suponga­ para todo sistema deductivo lo suficien­ los axiomas de la aritmética son verda­
mos que este conjunto estuviese definido temente rico y complejo como para con­ deros y que las reglas de razonamiento e
en una cierta página. El número de esa tener la aritmética. Incluso en la aritmé­ inferencia son correctas, no sufren tales
página no podría ser ordinario, pues, de tica ordinaria hay proposiciones que son angustias, pues están convencidos de que
serlo, tal número pertenecería al conjunto verdaderas, pero indemostrables. (Hay no pueden surgir contradicciones. Los
definido en esa página y, por consiguien­ sistemas muy simples, como la aritmé­ matemáticos de la escuela formalista y
te, sería un número extraordinario. Por tica sin multiplicación, que se hallan li­ constructivista no disponen, desde luego,
otra parte, tampoco puede ser un número bres de enunciados indecidibles.) No es de tales garantías.
extraordinario, pues en tal caso tendría posible, además, demostrar la coherencia Los enunciados indecidibles en el sen­
que figurar entre los del conjunto de esa de la aritmética por medios aritméticos tido de Gödel solamente son indecidibles
página, y supusimos que tal conjunto solamente. en el seno de un sistema dado. En 1936,
solamente está formado por números or­ Desde luego, se puede ampliar la arit­ en trabajos publicados por A. M. Turing y
dinarios. Esta contradicción nos obliga a mética añadiendo nuevos axiomas, de Alonzo Church, quedó establecida la exis­
abandonar la hipótesis de que el conjunto forma que en el sistema así ampliado tencia de problemas indecidibles en un
de números ordinarios pueda figurar entre sea posible demostrar cualquiera de los sentido más radical y profundo. Turing y
los inventariados en el libro. enunciados anteriormente indecidibles. Church demostraron la existencia de pro­
Nos encontramos ahora preparados Desdichadamente, la situación no es por blemas para los que no hay algoritmos fi­
para el apoteósico capítulo que Smullyan ello menos desesperada que antes: el nitos, esto es, procedimientos descritos
dedica al descubrimiento de Gödel. Este mismo razonamiento de Gödel permite paso por paso, que puedan resolverlos.
capítulo final es la mejor introducción que demostrar que ahora el sistema ampliado Entre los ejemplos de tales indecidibles
conozco para comprender la gran línea contiene nuevos enunciados indecidibles, absolutos se encuentra el famoso proble­
divisoria que en el estudio de los funda­ y que tampoco podrá establecerse la cohe­ ma de detención de la máquina de Turing,
mentos de la matemática ha supuesto tal rencia del sistema razonando en el seno el problema de los dominós de color en
descubrimiento. Desde los tiempos de del sistema. La construcción de sistemas la teoría de teselaciones, algunos proble­
Leibniz han soñado los matemáticos que cada vez mayores puede proseguir inde­ mas del juego de la vida, de John Horton
algún día llegarían todas las matemáticas finidamente, pero nunca se alcanzará un Conway, y otros muchos. Nunca, por muy
a unificarse en un vasto sistema donde nivel donde se hayan expurgado todas las lejano que sea el futuro que se considere,
pudiera demostrarse la veracidad o fal­ proposiciones indecidibles, o en el que se podrá construir en un mundo cohe­
sedad de todo enunciado correctamente pueda prepararse una demostración de rente desde el punto de vista lógico, un
construido. Leibniz extendió este ideal in­ coherencia del sistema que utilice sola­ ordenador, por muy potente que sea, que,
cluso a las disputas filosóficas. «En el caso mente elementos del sistema. manejando y combinando símbolos, pue­
de que surgieran controversias», escribió, Hay en aritmética un famoso problema da resolver tales problemas en un número
«tan poco necesario sería que disputasen no resuelto, llamado conjetura de Gold­ finito de pasos.
los filósofos como que lo hicieran los con­ bach, que afirma que todo número par Desde 1936 hasta la fecha se han cons­
tables. Pues bastaría con que, tomando un mayor que dos es suma de dos números truido toda clase de demostraciones de
lápiz cada uno y sentándose con su piza­ primos. Nadie ha podido ni demostrarla los resultados de Gödel, así como de los
rra, se dijeran uno a otro —con un amigo ni hallar un contraejemplo. Es posible que de Church-Turing, algunas de ellas más
por testigo, si lo deseasen—: calculemos». la conjetura de Goldbach sea un indecidi­ simples que la original de Gödel. Smul­
Tal ideal quedó hecho añicos para ble de Gödel. De ocurrir así, ello significa lyan presenta la demostración de Gödel
siempre al aparecer en 1931 el artículo que la conjetura es verdadera, pero inde­ de manera deliciosa, imaginando una isla
de Gödel. Gödel, que contaba entonces mostrable dentro de la aritmética. Sería de Gödel habitada solamente por caballe­
25 años, demostró en su trabajo que el verdadera, porque si fuese falsa existiría ros y pícaros. Los caballeros que han dado
sistema deductivo propuesto por Alfred un contraejemplo, y entonces la conjetura pruebas de su caballerosidad se llaman
North Whitehead y Bertrand Russell en sería decidible. caballeros probados. Los pícaros que han
sus Principia Mathematica—y lo mismo La situación anterior presenta una dado pruebas de indudable villanía se lla­
vale con otros sistemas relacionados con particularidad todavía más molesta: ¡la man pícaros probados. Los habitantes de

El universo matemágico de Martin Gardner  63


la isla han formado clubs para los cuales cada una en una cara de una ficha. Uno te lo que afirma, a saber, que nunca podrá
son válidas las siguientes condiciones: de los enunciados afirma: «El enunciado ser demostrado. Pero, entonces, ¿cómo he
1) El conjunto de todos los caballeros escrito en la otra cara de esta ficha es ver­ podido demostrarlo?».
probados forma un club. dadero». El otro enunciado establece: «El La falacia, explica Smullyan, consiste
2) El conjunto de todos los pícaros enunciado escrito en la otra cara de esta en que no se ha explicado claramente el
probados forma un club. ficha es falso». Ninguna de las dos frases significado de «demostrable». Examine­
3) Todo club C tiene otro club comple­ hace mención de sí misma; no obstante, la mos una versión modificada de la parado­
mentario: el club formado por todos los contradicción es evidente. De forma aná­ ja: «Esta proposición no es demostrable
habitantes de la isla que no son miembros loga, Smullyan concibe las que denomina en el sistema S». La paradoja se deshace
del club C. «islas doblemente gödelianas», pobladas como por encanto. «La verdad más inte­
4) Dado un club cualquiera, existe al por caballeros y pícaros que satisfacen la resante es que el enunciado anterior ha
menos un habitante que afirma ser miem­ condición siguiente: Dados dos clubs C1 de ser una proposición verdadera que no
bro de dicho club. y C2, existen habitantes A y B tales que es demostrable en el sistema S.» (Se su­
Smullyan puede ahora demostrar en A afirma que B es miembro del club C1 y pone, evidentemente, que todo enunciado
tan solo tres párrafos de razonamiento sen­ B afirma que A lo es de C2. El estudio de demostrable en el sistema S es verdadero.)
cillo, sin terminología técnica, que existen tales islas «bigödelianas» es uno de los Presentada de esta forma, la paradoja es
en la isla al menos un caballero no probado esparcimientos favoritos de Smullyan. En «una tosca formulación de la proposición
y al menos un pícaro no probado. Si se su libro, examina algunos de sus descu­ X de Gödel, la cual se puede considerar
considera que los caballeros representan brimientos sobre ellas y presenta algunos que afirma su propia indemostrabilidad,
enunciados verdaderos, que los caballeros problemas todavía no resueltos. pero no en un sentido absoluto, sino sola­
probados representan enunciados demos­ El libro termina con una versión ver­ mente dentro del sistema dado».
trablemente verdaderos, que los pícaros daderamente asombrosa de la construc­ Llegado a este punto, Smullyan recuer­
son enunciados falsos y que los pícaros pro­ ción de Gödel de una proposición no da de pronto que todavía no ha contes­
bados son enunciados demostrablemente demostrable. Examinemos el siguiente tado la pregunta «¿Cómo se llama este
falsos, los resultados de los razonamientos enunciado: «Esta proposición nunca po­ libro?». Su nombre es... Aunque es prefe­
de Smullyan se corresponden con los de drá ser demostrada». Escribe Smullyan: rible que mire la última página del libro
Gödel. Tan solo le son precisas otras tres «Si el enunciado es falso, entonces es fal­ para conocer la respuesta.
cláusulas para demostrar un resultado de so que nunca podrá ser demostrado; por
PARA SABER MÁS
Alfred Tarski relacionado con los anterio­ consiguiente, puede ser demostrado, lo que
res, a saber, que ni el conjunto de los caba­ significa que es verdadero. Así pues, si el Computability and unsolvability. Martin Davis.
McGraw-Hill Book Company, 1958.
lleros ni el conjunto de los pícaros puede enunciado es falso se tiene una contradic­
Gödel’s proof. Ernest Nagel y James R.
formar un club. ción y, por tanto, debe ser verdadero». Newman. New York University Press, 1958.
Hay una versión muy conocida de la «Ahora bien, acabo de demostrar que The undecidable. Dirigido por Martin Davis.
paradoja del mentiroso en la que en lugar el enunciado es verdadero. Como el enun­ Rayen Press. 1965.
de una sola frase intervienen dos, escritas ciado es verdadero, ocurre verdaderamen­

SOLUCIONE S

En el Bosque del Olvido. El León solamente puede decir «ayer men- Como un pícaro nunca puede hacer una declaración verdadera, esta
tí» en dos días: lunes y jueves. El Unicornio solamente puede hacer contradicción elimina la hipótesis. Así pues, usted ha de ser caballe-
el mismo aserto los jueves y domingos. Así pues, el único día en que ro. Como los caballeros siempre dicen la verdad, usted no es un ca-
el León y el Unicornio pueden ambos decir lo mismo es el jueves. ballero pobre, sino rico.

Los cofrecillos. Las inscripciones del de oro y el de plomo dicen una La Isla de los Zombis. Un isleño ha respondido «bal» a la pregunta:
lo opuesto de la otra; por consiguiente, al menos una ha de ser cierta. ¿Es cierto que «bal» significa «sí»? Si «bal» significa «sí», entonces
Como a lo sumo puede haber un enunciado verdadero, el enunciado «bal» es una respuesta verdadera; por consiguiente, el que habla es
del cofrecillo de plata es falso. Por consiguiente, el retrato se encuen- humano. Si «bal» significa «no», también la respuesta es verdade-
tra en el cofrecillo de plata. ra; por consiguiente, el que habla es humano. No se puede determi-
nar lo que significa «bal», pero la respuesta demuestra que el isleño
Los tres delincuentes. Si B es inocente, entonces se sabe (por el he- en cuestión es humano.
cho establecido número 1) que A o C son culpables. Si B es culpable, Para determinar con una sola pregunta lo que significa «bal», se
necesariamente ha de tener un cómplice, pues no sabe conducir; así le pregunta al isleño si es humano. Como tanto los humanos como
pues, de nuevo resulta que A o C han de ser culpables. Por consiguien- los zombis contestarían afirmativamente a esa pregunta, si responde
te, A o C, o ambos, son culpables. Si C es inocente, A tiene que ser cul- «bal», esta palabra significa «sí». Si responde «da», entonces «da»
pable. Si C es culpable, entonces, por el hecho 2, también A es culpa- significa «sí», y «bal» significa «no».
ble. Así pues, A es culpable.
Los transilvanos. Para determinar con solo una pregunta si un transilva-
La joven casadera. Hay que decir «No soy un caballero pobre». La no es un vampiro, se le pregunta si está cuerdo. Un vampiro dirá que no
chica razonaría que si usted fuese un pícaro, desde luego no sería y un humano dirá que sí. (Se deja la demostración al cuidado del lector.)
un caballero pobre; por consiguiente, su declaración sería verdadera. Para saber si el transilvano está cuerdo, pregúntesele si es un vampiro.

64  TEMAS 77
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Artículo publicado en
Investigación y Ciencia n.o 34
Julio de 1979

Falacias pseudocientíficas
De cómo poseer psiquismo, incluso siendo caballo o cualquier
otro animal irracional

L as artes de magia e ilusionismo tie-


nen la finalidad de entretener a un
auditorio realizando cosas que violan las
esta forma el eje de la rueda. Lo más her-
moso de esta granujada es que ni siquiera
desmontando por completo la barraca se
cuantas cartas para alzar la puntuación
hasta niveles significativos.
A veces, ni siquiera es necesario marcar
leyes de la naturaleza, al menos aparen- puede demostrar que ha sido cometida los naipes para distinguirlos por el dorso.
temente. Una mujer levita. Un elefante se deliberadamente. Cuando los naipes, sean ordinarios o de
esfuma. De la nada se materializan palo- Este mes seleccionaremos unos cuan- PES, se usan unas cuantas veces, es fácil
mas inquietas. Las cucharas se doblan al tos entre los centenares de procedimien- que adquieran toda suerte de minúsculas
tocarlas con el dedo. Y así sucesivamente. tos de que se valen los falsos psíquicos imperfecciones: restos de suciedad, ángu-
Una pequeña rama de la magia, muy para incrementar sus posibilidades al tra- los ligeramente torcidos, etcétera. Por este
en el candelero estos días en razón del bajar con naipes, sean estos ordinarios motivo, en las partidas entre profesionales
interés del público por los fenómenos psí- o especiales para pruebas de percepción los naipes usados en cada juego se reti-
quicos y las personas que los manifiestan extrasensorial (PES). En la actualidad, ran sustituyéndolos por barajas nuevas.
—«psíquicos», como gustan de llamarse ningún especialista o aficionado serio a Supongamos que un jugador de póquer
a sí mismos— se propone realizar cosas la parapsicología permitiría que el sujeto tenga vista de águila y observe que el rey
no imposibles, pero sí extremadamente pueda ver o tocar las cartas, pero en los de corazones tiene una motita de sucie-
improbables. Tales proezas requieren comienzos, cuando se obtuvieron los re- dad en una esquina. Si en una partida de
elementos que introduzcan azar, como sultados más sensacionales, era frecuente póquer descubierto (que se juega con una
barajas de cartas, dados, etcétera, por lo descuidar tales controles. Incluso hoy en carta cubierta y cuatro a la vista) reconoce
que existen considerables puntos de con- día, en pruebas informales y en exhibicio- la mota en la carta oculta de un contrario,
tacto entre los métodos de los charlatanes nes públicas por psíquicos desaprensivos, ¿podría decirse que hace trampa?
psíquicos y los métodos de los fulleros y las cartas que servirán para la demostra- No es de dominio público, ni siquiera
los charlatanes honrados (magos). ción de PES se encuentran totalmente a entre magos y aficionados a la magia, que
La descripción completa de las re- la vista. las cartas oficiales de PES actualmente
laciones entre magia y probabilidad, ¿Cómo podría apañárselas un psíquico utilizadas (con autorización de J. B. Rhi-
deteniéndonos a examinar los métodos espabilado para que su puntuación supe- ne) son de «sentido único». Esto significa
imaginados para controlar naipes, da- rase notablemente la que obtendría por que, examinando atentamente su dorso,
dos, ruletas, monedas, bingos y ruedas puro azar? Un método consiste en mar- se observa que al girarlas 180 grados no
de tómbola, ocuparía tantos volúmenes car secretamente algunas cartas mientras muestran exactamente la misma figura.
como una enciclopedia. Hay en todas es- opera con ellas o durante las pruebas pre- Por ejemplo, en el ángulo superior dere-
tas variantes estratagemas y trampas de liminares. Puede hacerse de muchísimas cho de los naipes para PES puede haber
increíble ingenio. Por ejemplo, las ruedas formas. Los jugadores tramposos suelen o no haber una estrellita. Un psíquico po-
de la fortuna de las barracas de feria, que recurrir al llamado «pringue» en los me- dría apañárselas de muchas maneras para
giran en un plano vertical, pueden sesgar- dios de la profesión, sustancia cerosa fácil colocar en dirección única las 25 cartas
se con ayuda de un tablón flojo de la tari- de llevar en el dorso de un botón de la del mazo oficial de naipes de PES, por
ma. Un extremo de esa tabla hace palanca chaqueta, donde siempre estará al alcance ejemplo durante las pasadas de prueba.
contra la punta de otra tabla vertical que de los dedos. Deja en el borde del naipe Así, podría intentar adivinar solamente
pasa por detrás de la rueda, tabla en la un tizne extraordinariamente débil e in- las cartas que estén vueltas en un senti-
que está perforado un agujero, atravesa- distinguible de la suciedad que las cartas do, no intentándolo con ninguna de las
do por el eje de la rueda. El encargado van adquiriendo con el uso ordinario. restantes, que declarará no conocer. Estas
de la tómbola se sitúa de pie, en el otro Otro método es hacer con la uña una di- cartas, de las que no hace ninguna conje-
extremo de la barraca. Desplazando im- minuta marca en el filo de la carta. Un tura, van siendo apiladas en un montón
perceptiblemente su peso de una pierna a tercer procedimiento, rascar con la uña aparte. Tras la primera pasada (donde
la otra, puede actuar sobre el tablón flojo del pulgar unos dos o tres milímetros de razonablemente puntuará más o menos
del piso, usándolo de palanca y empujar borde, lo que produce una línea de color al nivel de puro azar), antes de cerrar la
hacia arriba la tabla vertical, frenando de algo más claro. Es suficiente marcar unas baraja, se le da vuelta a uno de los mazos.

66  TEMAS 77
RALPH MORSE

1. Anuncio publicitario de un cerdo capaz de leer el pensamiento (colección de Milbourne Christopher).

El universo matemágico de Martin Gardner  67


Todas las cartas están ahora en la misma posible repetir la exhibición tantas veces forma más común de hacer trampa con-
dirección, y el psíquico, preparado para como se quiera. siste en servirse de lo que los magos lla-
obrar milagros. Un mazo típico de cartas para experi- man un «soplón», o sea, una persona de
La literatura sobre magia con naipes mentos de PES consta de 25 naipes; cinco confianza que puede observar disimula-
está llena de hábiles trucos basados en el para cada uno de los cinco símbolos si- damente lo que ocurre y que envía dis-
principio de dirección única. El psíquico guientes: una estrella, una cruz, un círculo, cretamente señales al psíquico mediante
puede extender las cartas sobre la mesa, líneas ondulantes y un cuadrado. Es sufi- cualquiera de las infinitas —si bien no
volverse de espaldas y pedirle a alguien ciente colocar 10 cartas correspondien­tes a muy difundidas— técnicas de comuni-
situado hacia el extremo izquierdo de la dos símbolos en un sentido, y las 15 corres- cación. (Uno de los procedimientos más
mesa que seleccione una carta. Se le indi- pondientes a los tres símbolos restantes en difíciles de descubrir consiste en enviar
ca entonces a esa persona que le pase la el otro, para poder conseguir puntuaciones impulsos radioeléctricos que el psíquico
carta a otra situada hacia el extremo dere- impresionantes en la adivinación de los recibe a través de un diminuto dispositivo
cho para que sea testigo del símbolo que símbolos de las cartas que otra persona electrónico inserto en el ano. Pocos exá-
contiene. La segunda persona devuelve la va sacando boca abajo de un mazo bien menes de presuntos psíquicos han tenido
carta a la baraja extendida, recoge el mazo barajado. Para una baraja no preparada, la en cuenta esta posibilidad.)
y lo baraja. Con las maniobras anteriores puntuación esperada es de cinco aciertos, El empleo de soplones ocultos ha sido
casi siempre se invierte el sentido del nai- suponiendo que no haya información rea- corriente en la historia de los fenómenos
pe. (Hay otros muchos procedimientos, limentada, relativa a las cartas acertadas o psíquicos. Casi todos los animales capa-
algunos muy sutiles, para conseguir que falladas, hasta que se termina de repartir ces de «leer el pensamiento», que en el
una o más cartas queden en sentido con- todo el mazo. Colocando dos símbolos en pasado contaron con caballos, perros e
trario a las demás en una baraja inicial- un sentido, hay una probabilidad de 1/2 incluso cerdos, y que protagonizaron fa-
mente dispuesta en dirección única.) Las de elegir correctamente uno de los dos, mosos números de vodevil, se basan en
cartas se van colocando después en una lo que da una esperanza de 10/2, o sea, señales sonoras secretas que estas espe-
larga fila. El psíquico se vuelve, y pasan- de cinco aciertos. Por otra parte, se tiene cies de grandes orejas y sentido auditivo
do lentamente la mano sobre la fila para una probabilidad de 1/3 de acertar correc- muy superior al humano pueden captar
«captar las energías», localiza fácilmen- tamente en los otros tres símbolos, lo que sin dificultad. Por ejemplo, el jugador ha
te la carta elegida. Entonces la carta se da una esperanza de 15/3, o sea, de otros reconocido por cualquiera de los procedi-
vuelve boca arriba alzándola sobre su pie; cinco aciertos. Dándole al mazo cuatro re- mientos ordinarios de ilusionismo la carta
en cambio, para retornarla a la baraja, pasos completos, como suele hacerse en las seleccionada. El animal va entonces «revi-
se vuelve boca abajo alzándola sobre un pruebas de este tipo, es razonable esperar sando» una por una las 52 cartas de una
costado, con lo que todo el mazo vuelve unos 40 aciertos en 100 intentos. Los espe- baraja extendida en el suelo o expuesta
a quedar en dirección única. cialistas en parapsicología consideran que sobre un gran caballete; cuando llega a
Para realizar parecidas proezas no una puntuación de 30 es señal de una PES la carta correcta, el animal la señala con
es necesario tener toda la baraja de PES excelente, así que una cifra del orden de el hocico, con la pata o la recoge con los
orientada en dirección única. Suponga- 40 es sencillamente sensacional. Es mu- dientes. Como es obvio, el animal recibe la
mos que los dorsos de las cartas del mazo cho más perfecta que el acierto total, que indicación de la carta oportuna mediante
estén en direcciones aleatorias y que us- provocaría fortísimas sospechas de fraude. una señal que solamente él puede detec-
ted sea el psíquico. Se tienen cinco cartas Vale la pena notar que si se marcase sola- tar, y que puede ser casi cualquier cosa,
sacadas al azar de la baraja y dispuestas mente uno de los símbolos, la esperanza desde un suave sorbido de nariz hasta el
en fila. Es suficiente con memorizar en para una prueba de 100 ensayos seguiría chasquido de las uñas de una mano, que
forma de número binario la combinación siendo de 40 aciertos. Sin embargo, para puede estar metida en un bolsillo o do-
que forman, por ejemplo, 11010. Se sigue ello es necesario acertar siempre correcta- blada a la espalda. Tampoco es necesario
la estrategia recién descrita para selec- mente uno de los símbolos, lo que al que- que sea una persona del escenario quien
cionar una carta y devolverla a la baraja, dar consignado en las actas de aciertos y dé la señal; puede muy bien ser cualquier
mientras usted permanece de espaldas. fallos echaría a perder todo el juego. «espectador» de primera fila.
La carta es fácil de encontrar y, memo- Cuando el psíquico no puede ver las Si el animal está convenientemente
rizando las nuevas configuraciones, es cartas en el desarrollo de la prueba, la amaestrado, es capaz de ir recogiendo le-

Cinco de corazones Tres de picas Dorso rojo Seis de picas

2. Truco de predicción de la carta roja.

68  TEMAS 77
Frente
(números bajos) 17 26 28 45

Dorso
(números altos) 30 39 41 58

3. Truco de predicción de sumas de Shigeo Futigawa.

tras del abecedario y componer una pala- el mejor amigo de Geller, llamado Shipi información completa del verdadero valor
bra, o de seleccionar tarjetas numeradas Strang, estuvo siempre presente durante de cada carta después de cada conjetura
que den la solución de algún problema el desarrollo de las pruebas. Cuando este suya podría, si aplicase la estrategia ópti-
aritmético propuesto por un espectador. hecho salió a relucir, Puthoff y Targ ac- ma, aumentar su puntuación media para
Muchos libros antiguos describen con cedieron a confirmar que, efectivamente, 25 cartas de cinco a 8,65. (Véase «Card-
gran detalle cómo entrenar animales para Targ se encontraba allí, aunque haciendo guessing with information: A problem
ejecutar tales actos. Uno de los mejores constar que siempre estuvo cuidadosa- in probability». Ronald C. Read en The
es Haney’s art of training animals (Jesse mente «alejado de la zona de objetivos». American Mathematical Monthly, vol. 69,
Haney & Co., 1869), quien recomienda Con ello pretendían decir que Strang no n.o 6, págs. 506-511, junio-julio de 1962.)
que las señales se hagan con las uñas. se encontraba en la sala donde las imá- Si la realimentación solamente in-
Otro de ellos es The expositor: Or many genes objeto iban siendo seleccionadas formase al psíquico de si ha tenido un
mysteries unravelled, por William Frede- de forma aleatoria para ser «enviadas» acierto o un fallo, todavía podría poner
rick Pinchbeck (publicado por cuenta del a Geller. Pero resulta que Strang, a quien en práctica una estrategia capaz de darle
autor, 1805), que contiene una excelente apenas si se le prestó atención, dispuso de una puntuación media de 6,63 aciertos.
sección dedicada al entrenamiento de cer- toda libertad para rondar por donde qui- (Véase «Statistical problems in ESP re-
dos por el método del sorbido. so, y hay muchas formas mediante las que search». Persi Diaconis en Science, vol.
En su juventud, J. B. Rhine fue total- pudo haberse enterado de los objetivos y 201, n.o 4351, págs. 131-136, 14 de julio
mente burlado por un caballo de Virginia haber enviado las correspondientes seña- de 1978.) En muchas pruebas clásicas de
llamado Lady Wonder, cuyas facultades les a Uri. El contraste entre las elípticas PES es imposible saber por el informe
psíquicas, particularmente en el campo y asépticas descripciones de los experi- publicado si el sujeto dispuso de algún
de la lectura del pensamiento, fueron en- mentos y las caóticas condiciones en que tipo de realimentación o si se encontraban
tusiásticamente descritas por Rhine y su se desarrollaron, narradas por John Wil- presentes amigos o personas que pudiesen
esposa en The Journal of Abnormal and helm en The search for Superman (Pocket enviarle información haciéndole señales
Social Psychology (vol. 23, n.o 4., págs. Books, 1976) y James Randi en The magic secretamente.
449-466, enero-marzo de 1929). Más ade- of Uri Geller (Ballantine Books, 1976), es, En casi todos los juegos de cartas, un
lante, el mismo Rhine, cuyo espíritu crí- cuando menos, sorprendente. Que Strang jugador hábil puede extraer valiosas in-
tico se había afilado en el ínterin, repitió hizo no pocas veces de soplón para Uri formaciones de los naipes ya jugados. Es
sus pruebas con Lady Wonder, y descubrió Geller está bien probado, por las decla- evidente que así ocurre en el bridge y en
que su entrenador le hacía señales. Hasta raciones de una hermana de Geller en el póquer descubierto. En el blackjack (o
el día de hoy, Rhine insiste en que Lady una entrevista concedida a un periodista las 21), que es un juego de casino, un juga-
Wonder tenía genuina percepción extra- israelí, y también por el primer agente de dor que consiga retener en la memoria las
sensorial, que la perdió, y que entonces Geller, Yasha Katz, que así lo manifestó el cartas repartidas puede realmente ganar
su entrenador empezó secretamente a año pasado [1978] en una entrevista para de forma sistemática, apostando fuerte
hacerle señales. (Pueden consultarse los la televisión italiana. cuando la suerte le sonría, y reservándose
detalles en mi libro Fads and fallacies in En el caso de que el psíquico se pro- cuando la tenga en contra. Los jugadores
the name of science, publicado por Dover ponga adivinar mediante PES cartas de este tipo son llamados «calculistas»;
Paperbacks, págs. 351-352.) que no puede observar directamente, el algunos de ellos han tenido tanto éxito
Por lo general, la lectura de las actas soplón puede transmitirle valiosa infor- que la mayoría de los casinos no les per-
oficiales de los experimentos de parapsi- mación aun sin necesidad de preparar la miten entrar en partidas de este juego; lo
cología no permiten saber si estaban pre- baraja ni marcar las cartas u orientarlas que difícilmente puede estimarse justo,
sentes soplones o no. Repasando los ar- todas en la misma dirección. Solo es ne- pues el jugador calculista no hace trampa
tículos de Harold E. Puthoff y Rusell Targ, cesario que el soplón le vaya indicando en ninguno de los sentidos razonables del
donde se refieren los tests de clarividencia el verdadero símbolo de la carta después término.
a que fue sometido el mago israelí Uri de aventurarse la conjetura y descubrir- Al valorar la realimentación producida
Geller con ocasión de su visita al Instituto se el naipe. Esta información le permite por el conocimiento de las cartas reparti-
de Investigación Stanford, no se encon- al psíquico puntuar muy por encima del das, la intuición puede descarriarse de for-
trará en ellos ninguna indicación de que puro azar. Un psíquico que dispusiera de ma increíble. El más sorprendente ejemplo

El universo matemágico de Martin Gardner  69


de este tipo que yo conozco es un juego de por «B. D.», cuyas proezas con naipes de sas variantes. La versión que ofrezco fue
apuestas, descubierto por Robert Conno- juego fueron favorablemente comentadas preparada por Tom Ransom, de Toronto.
lly, matemático de la Universidad Cornell, en el Journal of Parapsychology publica- La figura 2 muestra cómo deben alinearse
quien dio que hablar el año pasado, cuan- do por Rhine. Diaconis, que ha sido ilusio- las seis cartas. Puede decírsele honrada-
do demostró la falsedad de una conjetura nista —y muy hábil— con juegos de cartas, mente al auditorio que las seis cartas tie-
muy famosa sobre poliedros. Supongamos estuvo presente como observador duran- nen valores del 1 al 6. Todas menos una
que todas las caras de un poliedro sean te una de las exhibiciones de B. D. en la tienen reverso azul. El dos de picas tiene
rígidas, pero que estén articuladas por Universidad Harvard. Inmediatamente se reverso rojo, y está boca arriba. Todas las
bisagras a lo largo de sus aristas. ¿Podrá dio cuenta de que el principal recurso de cartas son del palo de picas, excepto el
«flexionarse» el poliedro? Es decir, ¿podrá B. D. era su gran habilidad en las salidas. cinco de corazones, que evidentemente
cambiar de forma? Se sabía desde 1813 que, Si bien aquí no puedo describir con estará boca abajo. Se escribe en un papel:
si el poliedro es convexo, la flexión es impo- detalle de qué forma hacen amplio uso «Usted elegirá la carta roja», y se deja la
sible, y se había conjeturado que lo mismo de salidas los ilusionistas que pretenden predicción boca abajo.
sucedería con todos los poliedros, siempre poseer psiquismo, sí puedo ilustrar la Se solicita un número del 1 al 6. Si se
que su superficie no se corte a sí misma. técnica con una anécdota y dos notables desea, se le puede dar a un espectador
Connolly encontró un contraejemplo for- trucos de «precognición» que permitirán un «dado invisible» y pedirle que haga
mado por 18 caras triangulares. (Puede a los lectores asombrar a sus amigos. Paul como si fuera a lanzarlo, para ver qué
verse una descripción sin tecnicismos en Curry, ilusionista aficionado de Nueva número sale. He aquí las seis salidas
su artículo «A flexible sphere», en The York, gusta de referir una ocasión en que correspondientes a cada uno de los seis
Mathematical Intelligencer, vol. 1, n.° 3, le pidieron a otro mago amigo suyo que números:
págs. 130-131 de 1978.) realizase algunos trucos de cartas en una 1. Cuente desde la izquierda hasta la
Connolly ha llamado a su juego «Diga fiesta. Su amigo observó que la baraja que primera carta. Vuélvala boca arriba, para
roja». El banquero baraja un mazo ordi- le proporcionaron tenía una carta, el ocho que se vea que tiene figura roja. Deles
nario de 52 cartas (baraja francesa) y va de tréboles, pongamos por caso, bastante también la vuelta a las cartas que aún
sacándolas lentamente boca arriba. Las estropeada. Como esa carta entorpecería estén boca abajo, para que todos puedan
cartas ya extraídas quedan a la vista del sus manipulaciones, subrepticiamente la ver que tienen figuras negras.
jugador, quien puede examinarlas cuando retiró del mazo y se la guardó en el bolsi- 2. Dele la vuelta al dos de picas, para
lo desee. En un momento que el jugador llo. Durante su exhibición pidió al audito- mostrar que su dorso es rojo. Vuelva las
decide libremente, puede decir «roja». Si rio que dijese una carta. Una señora gritó: otras dos cartas que aún están boca arriba
la próxima carta es roja, gana la partida «El ocho de tréboles». Sin pensarlo dos para mostrar que todas las demás cartas
y la cantidad apostada; de lo contrario, veces, el mago le contestó: «Lo lamento tienen dorso azul.
pierde. Es obligatorio cantar «roja» an- señora, pero tendrá usted que pedir otra 3. Pídale a un espectador que cuente
tes de que termine el reparto, aunque carta. Verá, es que antes de empezar me hasta la tercera carta desde su izquierda
se puede esperar hasta la última carta. di cuenta de que el ocho de tréboles es- (del espectador). Se termina como antes.
Suponiendo que el jugador aplique la taba muy arrugado y...». El mago se in- 4. Cuente hasta la cuarta carta desde la
estrategia óptima de que disponga, apro- terrumpió entonces, y casi se desmaya al izquierda de usted. Termine como antes.
vechando al máximo la realimentación caer en la cuenta de que había perdido 5. Vuelva todas las cartas dispuestas
producida por las cartas que van sien- una formidable ocasión de obrar un mi- boca abajo para revelar que la carta con
do extraídas, ¿qué ventaja debe darle el lagro: hacer que la carta mencionada se un cinco es la única que tiene figura roja.
banquero para que el juego sea justo? El esfumase del mazo y a continuación se 6. Pídale al espectador que cuente
jugador tiene que anunciar cuánto va a materializase en el bolsillo, deteriorán- desde su izquierda hasta la sexta carta.
apostar antes de comenzar el juego. [La dose por el camino. Termine como antes.
solución de este y el problema siguiente, Quizá cueste creerlo, pero hay ilusio- No importa el número que se elija, su
al final del artículo.] nistas que tienen a punto trucos de cartas predicción siempre será exacta. Eviden-
Otro de los secretos mejor guardados (con baraja arreglada, o sea ordenada con- temente, el truco no puede repetirse con
de que se sirven los charlatanes psíqui- venientemente) con 52 salidas diferentes, el mismo auditorio.
cos para incrementar sus posibilidades de de acuerdo con la carta que sea elegida. Actualmente se encuentra a la venta
éxito consiste en utilizar lo que Diaconis La carta pedida puede aparecer al co- en las tiendas japonesas otro ingenioso
llama puntos finales múltiples en su ar- mienzo o al final del mazo, o ser la única truco con varias salidas, inventado por
tículo antes mencionado. Los ilusionistas que está al revés; puede que un duplicado un profesor de matemáticas aficionado
los conocen con el nombre más informal de la carta esté clavado al techo con una al ilusionismo, Shigeo Futigawa, de Tokio.
de «salidas». En esencia, la idea consiste chincheta, o quizás al abrir el pañuelo de Se necesitan cuatro tarjetas idénticas,
en no especificar por adelantado cuál es bolsillo aparezca una gran reproducción en blanco por los dos lados. En una de
el objetivo exacto que se propone conse- del naipe; tal vez se encuentre bajo el co- ellas se anota el número 17, y en su dorso,
guir, dejando que el resultado dependa jín del asiento de un espectador, o ser la el número 30. En las otras se escriben los
de lo que ocurra. Como dice Diaconis, la única carta que falta en el mazo; o tal vez pares 26/39, 28/41 y 45/58. En la primera
probabilidad de que se produzca algún resulte que tras lanzar la baraja completa fila de la figura 3 se han mostrado cuatro
tipo de coincidencia es mucho mayor que contra la persiana, al alzarla se encuentre fichas como estas, con los números pe-
la probabilidad de que se produzca una la carta pegada al vidrio de la ventana, y queños hacia arriba. Es necesario apren-
coincidencia especificada por adelantado. así ad infinitum. derse de memoria estos cuatro números
Diaconis describe el trabajo de un psíqui- El siguiente truco, muy ingenioso, tie- de forma que sea posible identificarlos
co conocido en la literatura sobre el tema ne seis naipes y seis salidas; hay numero- rápidamente o, si se prefiere, marcarlos

70  TEMAS 77
con un puntito, para distinguirlos de los temente, al hacerlo así quedan dos altas algebraicamente que el truco siempre
números más altos, ahora situados en el y dos bajas, y se termina como en el caso funcionará. La diferencia puede ser cual-
dorso de las tarjetas. anterior. quier otro número. El total predicho será
Se le dan las cuatro fichas a un es- 3. Las fichas pueden mostrar bien tres siempre la suma de los cuatro números
pectador, pidiéndole que las revuelva a altas y una baja, bien tres bajas y una alta. pequeños más el doble de la diferencia.
conciencia, dándoles la vuelta tantas ve- Quizá le resulte sorprendente, pero esta De esta forma es sencillo preparar otras
ces como quiera, y que coloque después es la situación más frecuente, y se pre- tarjetas con números distintos de los ocho
las fichas sobre la mesa, de forma que senta con probabilidad de exactamente antes dados.
los cuatro números visibles están toma- 1/2. Cuando así suceda, se toma la carta ¿Es posible preparar cuatro fichas
dos al azar. Antes de que el espectador singular (tanto si esta es la única carta con ocho números de forma que el tru-
lo haga, se escribe una predicción de la baja como si es la única alta) y, conforme co se realice exactamente como antes,
suma total, que se pone boca abajo en usted le da la vuelta, se dirige al auditorio pero multiplicando en vez de sumando?
una esquina. diciendo: «Fíjense, por favor, en que los Es necesario saber predecir el resultado
Cuando las fichas así barajadas se po- números situados en los dos lados de la del mismo modo que antes se predijo la
nen en la mesa, hay solamente tres posi- ficha no son iguales. Si hubiesen colocado suma, siguiendo los mismos tres proce-
bilidades. En cada una de ellas se sigue la ficha del revés, la suma de los cuatro dimientos de salida. La respuesta es afir-
un procedimiento diferente: números visibles hubiera sido totalmen- mativa, y Futigawa ha diseñado el corres-
1. Las cartas muestran dos números te distinta». Entonces, poniéndose de es- pondiente juego de fichas, variante de su
bajos y dos números altos. Así ocurre en paldas, le pide a un espectador que le dé truco anterior.
tres de cada ocho ensayos, suponiendo la vuelta a dos fichas cualesquiera para
que se repita suficientemente. Sume usted que el resultado sea todavía más azaro-
estos cuatro números. La suma será 142. so. Como al hacerlo así quedan iguales
Esa es la cifra escrita en el papel; haga que números de cartas altas y bajas, se puede PARA SABER MÁS
un espectador lo compruebe. terminar como en el primer caso.
Magic and paraphysics. Martin Gardner en
2. Las cuatro cartas pueden ser al- En definitiva, adoptando este procedi- Technology Review, vol. 78, n.° 7, págs. 42-51,
tas, o las cuatro bajas. Así sucede una miento siempre resulta una suma de 142. junio de 1976.
de cada ocho veces. Póngase en pie, Así que no se puede fallar. Obsérvese que Geller, gulls, and nitinol. Martin Gardner en The
vuélvase de espaldas y pídale a alguien la diferencia de cada par de números de Humanist, vol. 37, n.° 3, págs. 25-32, mayo/
junio de 1977.
que las mezcle un poco más, volviendo cada tarjeta es siempre 13. Dejo al cui-
cualesquiera dos de las tarjetas. Eviden- dado del lector el trabajo de demostrar

SOLUCIONE S

«Diga roja». Sabiendo que el jugador tiene otra parte, supongamos que se hayan saca- en nada favorece al jugador, sin que impor-
derecho a inspeccionar las cartas ya extraí- do ya las dos cartas negras. Se podría razo- ten ni la relación de cartas negras a rojas, ni
das en todo momento, ¿es posible utilizar nar que la tercera será forzosamente roja, el tamaño del mazo. Ninguna estrategia es
esta información para diseñar una estrate- con lo que el jugador no puede perder. Es superior a la de pedir roja en la primera car-
gia que eleve por encima de 1/2 su proba- cierto; pero hay que tener en cuenta que, a ta, o en la última o, en realidad, en cualquier
bilidad de ganar en una larga serie de par- la larga, tal eventualidad solamente se pre- otro momento.
tidas? Aunque parezca sorprendente, no. sentará en uno de cada seis juegos. En los
Pueden darse muchas demostraciones for- otros cinco, la probabilidad de que el juga- Las cuatro cartas. El secreto para diseñar
males de este hecho, pero quizá lo mejor dor venza es de 5/6 × 2/5, o sea, de 1/3, con un conjunto de cuatro cartas que permi-
sea «ver» lo que sucede analizando el jue- lo que la probabilidad total de ganar en la ta el truco de magia descrito en el artículo
go cuando hay dos cartas negras y dos car- tercera carta es de 1/6 + 1/3 = 1/2. pero en el cual los cuatro números aparen-
tas rojas. Si llamamos N a las negras y R a Probemos ahora una idea distinta. Supon- temente elegidos al azar tengan siempre
las rojas, hay seis ordenaciones igualmen- gamos que la estrategia del jugador sea can- el mismo producto (en vez de tener suma
te probables: tar «roja» si, al sacar la primera carta, esta es constante) consiste en elegir los pares de
negra. De no ser así, esperará hasta que falte números que deben situarse en las caras de
RRNN solamente una carta por sacar. Si la primera cada tarjeta de forma que siempre tengan
RNRN carta es negra, el jugador tiene una probabili- la misma razón.
RNNR dad de 2/3 de ganar en la siguiente; pero esta Por ejemplo, en las cartas preparadas
ventaja está compensada porque si la prime- por Futigawa, los pares de números son
NNRR
ra carta no es negra, tiene una probabilidad 26/34, 39/51, 52/68 y 65/85. En todos los
NRNR
de 2/3 de perder en la última carta. casos, la razón es de 13 a 17. En esta va-
NRRN El razonamiento anterior se generaliza sin riante del juego, el producto predicho es de
dificultad a barajas de n cartas negras y r car- 5.860.920. Obsérvese bien que este núme-
Ojeando esta columna, es evidente que tas rojas. La probabilidad de que un jugador ro es igual a 13 × 13 × 17 × 17 × 2 × 3 × 4 × 5.
la probabilidad de que gane el jugador es llegue a vencer usando la estrategia que de- Dejaré al cuidado de los lectores la demos-
de 1/2, tanto si pide roja antes de la prime- see es siempre r/(n + r). Así pues, el cono- tración algebraica de que el truco no pue-
ra, de la segunda o de la tercera carta. Por cimiento de las cartas del mazo ya extraídas de fallar.

El universo matemágico de Martin Gardner  71


Artículo publicado en
Investigación y Ciencia n.o 36
Septiembre de 1979

Un eterno y grácil bucle


Gödel, Escher, Bach, de Douglas Hofstadter

Esta frase no verbo. sobre el teorema de Gödel, pero sus ideas ¿Cuál es la realidad que percibe
—Douglas R. Hofstadter, fueron progresivamente cobrando mayo- Hofstadter como subyacente a la obra
Gödel, Escher, Bach: res vuelos, incluyendo a Escher y Bach, de los tres gigantes? Un aspecto de tal
An eternal golden braid hasta que finalmente llegó a la conclu- realidad es la estructura formal de la ma-
sión de que las obras de estos hombres temática: una estructura que, como pone

D e cuando en cuando, cada pocos de-


cenios, algún autor desconocido pro-
duce una obra de profundidad, alcance,
no eran sino «sombras proyectadas en
distintas direcciones por cierta esencia
sólida y central». Se propuso entonces
de manifiesto la famosa demostración de
indecidibilidad de Gödel, tiene infini-
dad de niveles, ninguno de ellos capaz
claridad, ingenio y originalidad tales que «reconstruir el objeto central», y con ello de capturar toda la verdad en un único
de inmediato es reconocida la importan- vio la luz este libro. sistema consistente. Hofstadter lo expre-
cia del acontecimiento literario. Gödel, Es- Hofstadter talló los bloques de las tri- sa con suprema tersura: «La noción de
cher, Bach: An eternal golden braid, grue- pletas en madera de secoya, ayudándo- demostrabilidad es más débil que la no-
so volumen (777 páginas) publicado por se de una sierra de cinta y una fresa de ción de verdad». En todo sistema formal
Basic Books [y más tarde por el CONA- espiga. La idea fundamental que inspira lo bastante rico como para contener la
CYT en México y Tusquets en España], sus formas es la evolución de un proble- aritmética pueden formularse enunciados
es una de estas obras. Su autor (así como ma clásico: hallar un cuerpo sólido que verdaderos cuya demostración es imposi-
ilustrador y maquetista) es Douglas R. proyecte las sombras de un círculo, un ble dentro del sistema. Para demostrarlos
Hofstadter, joven especialista en ciencias cuadrado y un triángulo. ¿Podrán cons- es preciso saltar a un sistema más rico,
de la computación de la Universidad de truirse tripletas para todo conjunto de donde nuevamente pueden formularse
Indiana, hijo del renombrado físico Ro- tres letras distintas? Si es lícito distor- enunciados verdaderos imposibles de
bert Hofstadter. sionar suficientemente las letras, la res- probar, y así sucesivamente. El proceso
¿Qué podrían tener en común Kurt puesta es afirmativa; por tanto, para que continúa indefinidamente.
Gödel, M. C. Escher y Johann Sebastian el problema ofrezca interés deben impo- ¿Es gödeliano el universo, en el sentido
Bach? Vemos la respuesta simbolizada en nerse algunas restricciones. Para empezar, de que no hay fin para el descubrimiento
la fotografía de la página opuesta y en la las letras (preferiblemente mayúsculas) de sus leyes? Puede que sí. Puede que, por
sobrecubierta del libro. En cada una de deben tener todas la forma habitual, y hondo que cale la investigación científica,
ellas se ven dos bloques de madera flotan- encajar ajustadamente en los tres rectán- haya siempre leyes no captadas por las
do en el espacio, iluminados de forma que gulos correspondientes a las proyecciones teorías, una sucesión infinita de ruedas
las sombras que proyectan sobre las tres ortogonales de un bloque ortoédrico. Ade- dentro de ruedas. Hofstadter razona elo-
paredes que concurren en un rincón de la más, el cuerpo buscado debe ser conexo, cuentemente en favor de una especie de
sala dibujen las iniciales de los apellidos es decir, no debe descomponerse en varias platonismo en el que la ciencia, en cual-
Gödel, Escher y Bach. Más exactamente, piezas independientes. Salvo por tanteos, quier estadio de su historia, sería a modo
el bloque superior proyecta «GEB», enca- no es fácil determinar si podrá construir- de las sombras proyectadas en la pared de
bezamiento de la primera mitad del libro, se una tripleta así para tres letras dadas. la caverna de Platón. La realidad última
y el inferior, «EGB», título de la segunda Resulta, en realidad, que algunas de ellas está siempre más allá de nuestro alcance.
mitad. Podríamos imaginar que las letras son imposibles. Por otra parte, el proble- Es el Tao, del que nada puede decirse. Al
G, E, B son marcas de identificación de tres ma admite exóticas variantes; por ejem- final del prefacio de su libro, Hofstadter
cabos que se van trenzando al permutar plo, n-tup-letas que den por proyección escribe: «En cierto modo, este libro es un
reiteradamente pares de letras. Para com- n letras; tup-letas cuatridimensionales enunciado de mi religión».
pletar el ciclo desde GEB hasta GEB (pa- que proyecten tripletas sólidas, que, a su Para legos, no sé de ninguna exposición
sando por EGB) se requieren seis pasos. vez, proyecten sombras planas de letras; de los trabajos de Gödel, de su revolucio-
El Dr. Hofstadter (se doctoró en físi- cuerpos sólidos tridimensionales que nario descubrimiento y sus consecuen-
ca por la Universidad de Oregón) llama proyecten números, figuras o palabras, cias, que supere a la ofrecida en el libro.
«tripletas» a estos bloques, condensación etcétera. (Debo esta descripción de las tri- El descubrimiento de Gödel se refiere en
de «triple letra». Según él mismo explica, pletas a Scott Kim, amigo de Hofstadter, particular a la recurrencia, la autoalusión
la idea se le ocurrió de repente. Su inten- y con quien colaboró estrechamente en la y la regresión infinita; Hofstadter encuen-
ción inicial era preparar una monografía preparación de muchas facetas del libro.) tra vívidamente reflejados estos tres temas

72  TEMAS 77
en el arte de Escher, el más matemático preludio de Bach sirve de introducción a sigue la pauta de una composición de
de los artistas gráficos, y en la música de una fuga. Además, cada capítulo está pre- Bach, y en ocasiones la correspondencia
Bach, el más matemático de los grandes cedido de una especie de preludio, que ya es estricta. Otro ejemplo: si la composición
compositores. La propia estructura del a comienzos del libro toma la forma de tiene n voces, así sucede en el correspon-
libro se encuentra tan saturada de com- «Diálogo» entre Aquiles y la Tortuga. Más diente Diálogo. Si alguno de los temas de
plicados contrapuntos como las composi- tarde hacen aparición otros personajes: la composición se repite tocado de atrás
ciones de Bach o el Ulysses de Joyce. La el Perezoso, el Oso Hormiguero, el Can- hacia delante, o vuelto del revés, lo mis-
primera mitad del libro sirve de preludio grejo y, finalmente, Alan Turing, Charles mo sucede en el correspondiente Diálogo.
a la segunda, de la misma forma que un Babbage y el propio autor. Cada Diálogo Cada Diálogo enuncia lúdicamente, con

1. Sombras G, E y B proyectadas por un par de «tripletas».

El universo matemágico de Martin Gardner  73


juegos verbales increíbles (retruécanos, iniciales de adenina, timina y citosina, lógica matemática, en las geometrías no
acrósticos, acrónimos, anagramas y mu- tres de los cuatro nucleótidos del ADN, euclídeas, en teoría de computabilidad,
chos tipos más) los temas que luego se- molécula que tiene la extraordinaria ca- isomorfismos, enunciados de Henkin (que
rán examinados con mayor seriedad en pacidad de producir copias de sí misma. enuncian su propia demostrabilidad), los
el correspondiente capítulo. Lo mismo que Aquiles forma pareja con postulados de Peano (no despreciando el
Hay dos razones principales para que la Tortuga, la adenina se empareja con la retruécano «piano»), los diagramas de
los Diálogos sean iniciados por Aquiles timina a lo largo de la doble hélice de la Feynman para partículas que viajan hacia
y la Tortuga. Primera, son los primeros molécula de ADN. La citosina se empareja atrás en el tiempo, el último teorema de
actores de la paradoja de Zenón (tema del con la guanina. Puesto que la inicial G Fermat (con su correspondiente broma
primer Diálogo del libro), donde Aquiles puede tomarse como significando «gen», sobre «fermata»), números transfinitos,
debe alcanzar a la Tortuga a pesar de un Hofstadter se vio inducido a efectuar «re- la conjetura de Goldbach (hábilmente
razonamiento por recurrencia infinita que toques quirúrgicos en el discurso del Can- conectada con las Variaciones Goldberg
afirma lo contrario. Segunda, son también grejo», con objeto de que reflejase esta de Bach), máquinas de Turing, ajedrez
los interlocutores de otra paradoja no me- coincidencia. El asombroso paralelismo por ordenador, música computarizada,
nos ingeniosa, aunque no tan conocida, entre los dogmas de la lógica matemá- lenguajes de programación (Terry Wino-
ideada por Lewis Carroll. En la paradoja tica y el «dogma central» de la biología grad, especialista en simulación mediante
de Carroll, que Hofstadter reproduce en molecular se muestra vívidamente en una ordenador de lenguajes naturales, apare-
el segundo Diálogo, Aquiles desea demos- carta que Hofstadter bautiza «Dogmapa ce en uno de los Diálogos como Dr. Tony
trar el teorema Z de Euclides, partiendo central». Earrwig, anagrama de su nombre), la
de las premisas A y B. Sin embargo, la La letra G puede representar también biología molecular, la «mente» de un
Tortuga no aceptará que el teorema está el «enunciado de Gödel», enunciado que hormiguero (en inglés, anthill) llamado
demostrado mientras Aquiles no postule es corazón de la demostración de Gödel, Aunt Hillary, la inteligencia artificial, la
una regla de inferencia, C, que enuncie ex- y que afirma de sí mismo que es inde- consciencia, el libre albedrío, la polémica
plícitamente que Z es consecuencia de A y mostrable. El enunciado proporciona a entre holismo y reduccionismo, y un tipo
B. Aquiles añade la regla, creyendo de esta Hofstadter un modelo de los que deno- de enunciados que los filósofos llaman
forma zanjar la discusión. La Tortuga sal- mina «bucles raros», y sirve de botón de contrafactuales.
ta entonces a un nivel superior, exigiendo muestra del concepto de autoalusión, uno Los contrafactuales son asertos fun-
otra regla de inferencia, D, que enuncie de los temas principales de su obra. Se dados en hipótesis contrarias a hechos,
que Z se deduce de A, B y C. La regresión comentan en ella docenas de bucles raros, como, por ejemplo, «Si Lewis Carroll
infinita resultante parece invalidar todo desde el canon de Bach, indefinidamente viviese hoy disfrutaría mucho con el li-
razonamiento, de forma muy semejante ascendente (que se va modulando en re- bro de Hofstadter». Tales enunciados
a como la paradoja de Zenón parece inva- gistros más y más agudos hasta cerrar el plantean difíciles problemas de semán-
lidar todo movimiento. «Quedan muchas bucle, retornando al tono primitivo), has- tica en ciencia, y existe en la actualidad
hojas en blanco, según veo», exclama la ta el curso de agua cerrado consigo mismo extensa bibliografía relativa a ellos. Para
Tortuga echando un vistazo al cuaderno de la Cascada de Escher, o la escalera que Hofstadter, son ejemplos de lo que llama
de Aquiles. «¡Las necesitaremos TODAS!» enlaza consigo misma de Ascenso y des- «deslizamiento», es decir, la progresión
El guerrero sufre un escalofrío. censo. Uno de los más divertidos modelos de sucesos a cosas que son casi reproduc-
Uno de los Diálogos de Hofstadter, titu- de G es un tocadiscos X que se destruye a ción de sucesos. El Diálogo que precede a
lado «Contracrostipunctus», es un acrós- sí mismo cuando se toca con él un disco un capítulo sobre contrafactuales e inte-
tico —en el que no faltan ni los signos de titulado «No puedo ser reproducido en el ligencia artificial describe un aparato de
puntuación— que afirma que tomando tocadiscos X». «Subjun-TV», que permite al observador
de atrás hacia delante las palabras que Ejemplo particularmente llamativo de la «repetición instantánea» de cualquier
contiene resulta un acróstico de segundo bucle raro de dos etapas es un dibujo de jugada de un partido de fútbol, y ver
orden que deletrea «J. S. Bach». Otro de Escher donde se ven dos manos, cada una cómo se desarrollarían las cosas al modi-
los Diálogos, «Crab Canon», ilustrado con de las cuales dibuja a la otra. Nosotros, ficar ciertos parámetros, por ejemplo, si
una teselación periódica de cangrejos ori- que vemos la figura, podemos escapar a la el balón no fuese esférico, o si estuviese
ginal de M. C. Escher, se basa en el «Crab paradoja «saliéndonos del sistema», con- lloviendo, o si el partido se jugase en la
Canon» de la Ofrenda musical de Bach. templándolo desde un metanivel, de la Luna o en un espacio de cuatro dimensio-
Al mismo tiempo que la Tortuga discurre misma forma que podemos escapar de las nes, y así sucesivamente.
sobre Bach, sus frases se intercalan con paradojas tradicionales de lógica saltan- También es enormemente interesante
las de Aquiles, quien está comentando a do a un metalenguaje. También nosotros la exposición que el libro ofrece sobre el
Escher. La Tortuga y Aquiles usan las mis- poseemos bucles raros, porque la mente tema de la inteligencia artificial. ¿Obe-
mas frases, aunque en orden inverso. En humana tiene la capacidad de reflexionar dece el cerebro humano a leyes lógicas?
el momento del cruce, el Cangrejo hace sobre sí misma; es decir, la excitación de Hofstadter imagina la mente como un
una breve intervención, anudando los dos neuronas origina pensamientos referen- sistema jerárquico enmarañado: un sis-
cabos del discurso de aquellos, mitades tes a neuronas. Desde una perspectiva tema de múltiples niveles, dotado de
entretejidas en el tiempo de forma similar de más altos vuelos, la mente humana se una estructura profundamente autoa-
a los cangrejos positivos y negativos de encuentra en un nivel del universo donde lusiva e intrincadamente entretejida.
la teselación de Escher, que se entretejen la materia ha adquirido la pasmosa capa- Solamente se ajusta a reglas lógicas en
en el espacio. cidad de contemplarse a sí misma. el sustrato molecular, «su nivel oculto,
Las iniciales A, T y C (de Aquiles, Tor- Hacia el final del libro, Hofstadter ha formal, de hardware», donde opera con
tuga y Cangrejo) se corresponden con las introducido a sus lectores en la moderna pavoroso silencio y eficacia. En opinión

74  TEMAS 77
de Hofstadter, ningún ordenador podrá 2) A todo teorema Mx puede añadir- El sistema tiene solamente un «axio-
jamás realizar todas las funciones del ce- se x. (Por ejemplo, MUMUM resulta de ma»: en la formación de teoremas es
rebro en tanto no se consiga reproducir el MUM; MU puede transformarse en MUU). obligatorio empezar por MI. Toda hilera
hardware de este. En cambio, Hofstadter 3) Si III está formando parte de un teo- que pueda formarse por aplicación de las
apenas si conserva la paciencia con el cé- rema, puede reemplazarse por U, aunque reglas, en cualquier orden, es un teorema
lebre argumento del filósofo anglicano la operación recíproca no es aceptable. del sistema. Así pues, MUIIU es un teo-
J. R. Lucas en el sentido de que el traba- (Por ejemplo, MIII puede transformarse rema, porque puede generarse a partir
jo de Gödel demuestra que un cerebro en MU, y UMIIIMU se puede transformar de MI en seis pasos. Jugando un poco
humano puede pensar por vías a priori en UMUMU.) con el sistema M, I y U, construyendo
imposibles para un ordenador. 4) Si UU está formando parte de un teoremas al azar, pronto se descubrirá
Tan solo podemos ofrecer aquí un teorema, puede suprimirse. (Por ejemplo, que todos los teoremas empiezan por
botón de muestra sobre la faceta recrea- UUU puede transformarse en U, y MUUUIII M, y que la M no puede presentarse en
tiva de este libro tan monstruosamente puede ser transformado en MUIII.) ningún otro lugar.
complicado. En el Diálogo que sirve de
introducción al análisis de difíciles teo-
remas de Alonzo Church, Turing, Alfred
Tarski y otros, que se titula «The Magni-
ficrab, Indeed» ( juego de palabras sobre
el Magnificat in D, «Magnificat en Re»,
de Bach), aparece un extravagante ma-
temático indio llamado Sr. Najunamar.
Najunamar ha demostrado tres teore-
mas: puede colorear un mapa de la India
con no menos de 1729 colores; sabe que
todo número primo par es suma de dos
números impares; y ha podido estable-
cer que la ecuación an + bn = cn no tiene
ninguna solución cuando n = 0. Los tres
son verdaderos, desde luego.
Algunos lectores se habrán dado cuen-
ta de que 1729 es el número del taxi en
que viajó G. H. Hardy cuando visitó al
matemático indio Srinivasa Ramanujan
(«Najunamar», escrito a la inversa). Hizo
Hardy la observación de que el número
1729 era bastante vulgar. Ramanujan re-
plicó instantáneamente que, por el con-
trario, se distinguía por ser el mínimo
entero positivo expresable como suma de
dos cubos de dos formas distintas. Hardy
preguntó entonces a su amigo si cono-
cia el número mínimo correspondiente
a cuartas potencias. Ramanujan no co-
nocía este número, aunque conjeturaba
que sería bastante grande. Hofstadter
menciona la solución: 635.318.657, que
es igual a 1344 + 1334 y también a 1584 +
594. Se pregunta entonces si los lectores
podrán encontrar el mínimo número en-
tero expresable de dos formas distintas
como suma de dos cuadrados, aunque él
no da la respuesta. [La solución, al final
del artículo.]
Para explicar el significado del concep-
to «sistema formal», Hofstadter abre su
libro con un sencillo ejemplo que sola-
mente utiliza los símbolos M, I y U. Estos
pueden disponerse en hileras llamadas
teoremas, de acuerdo con las reglas si-
guientes:
1) Si la última letra de un teorema es
I, puede añadirse U al teorema. 2. La figura FIGURE-FIGURE de Scott Kim.

El universo matemágico de Martin Gardner  75


He aquí un problema: ¿Es MU un teo- desde consideraciones casi triviales hasta una serie de acrónimos, como la obser-
rema? (El lector hallará la respuesta ne- algunas de las más profundas regiones de vación de Turing «Rigid Internal Codes
gativa de Hofstadter y una demostración la moderna matemática. Exclusively Rule Computers and Robots»
de la misma en las páginas 260 y 261 de El libro concluye con el frenético («Los códigos internos rígidos gobiernan
su libro.) No diré aquí nada más acerca Diálogo «Ricercar en seis partes», que exclusivamente robots y ordenadores»),
de MU, salvo que tiene en el libro muchos sigue a un tiempo la pauta del ricercar lo mismo que en la inscripción de Bach
otros papeles; en particular, son las dos en seis partes de Bach, y la historia de «Regis Iustu Cantio et Reliqua Canonica
primeras letras de Mumon, un monje Zen cómo llegó este a componer su Ofrenda Arte Resoluta», escrita sobre una página
que aparece en un delicioso capítulo de- musical. (Un ricercar es una fuga de tipo musical que envió a Federico el Gran-
dicado a los koans del Zen. muy complicado.) En este Diálogo, Turing de. El ricercar en seis partes de Bach
Incluso un sistema tan sencillo como y Babbage, pioneros de los ordenadores, está tomado de su Ofrenda musical, con
el formado por M, I y U le permite a van improvisando, sentados al teclado cuya historia comienza el libro. De esta
Hofstadter suscitar una profunda cues- de un ordenador flexible llamado «idiota forma, RICERCAR sirve, de una manera
tión. Si de todas las posibles hileras del inteligente», que puede ser tan torpe o que resulta muy parecida a riverrun, la
sistema separamos las que forman teo- tan sagaz como su programador desee. (El primera palabra de Finnegans wake, para
remas, nos restarán las hileras que no lo nombre del ordenador se inspira en «pia- retorcer la obra en un gigantesco bucle
sean. Por tanto, la «figura» (el conjunto de noforte», que significa «tocar suave-tocar autoalusivo.
teoremas) y el «fondo» comprendido en- fuerte».) Turing produce en la pantalla de Uno de los más divertidos ejemplos de
tre los teoremas (o sea, el conjunto de no- su ordenador una simulación de Bab­bage. bucle raro se encuentra en el Diálogo que
teoremas) parecen contener información Sin embargo, Babbage aparece en ella mi- prologa el capítulo 16. Allí, el Cangrejo
equivalente. ¿Sucede efectivamente así? rando la pantalla de su propio «idiota in- menciona su intención de hojear un libro
¿Es análogo este sistema a una teselación teligente», sobre la cual ha conjurado una «chiflado» sobre «lógica metálica» titula-
de Escher, donde los huecos entre anima- simulación de Turing. Cada uno de estos do Copper, silver, gold: An indestructible
les de una especie son animales de otra, personajes insiste en decir que él es real, metallic alloy. En la bibliografía comenta-
por lo que al reproducir las siluetas de y que el otro no es más que un programa da que da Hofstadter puede verse que este
cualquiera de los dos conjuntos quedan de ordenador. Se intenta entonces resol- libro ha sido escrito por un tal Egbert B.
automáticamente definidas las del otro? ver el debate mediante el juego de Turing, Gebstadter (obsérvense el grupo EGB de
(O bien, ¿es lo mismo una cebra blanca que fue ideado por Turing como posible Egbert, el GEB de Gebstadter y las inicia-
con listas negras que una cebra negra con método para distinguir un ser humano les EBG) y fue publicado por Acidic Books
listas blancas?) A este respecto, Hofstadter de un ordenador programado, y que con- (el editor de Hofstadter es Basic Books).
reproduce una notable teselación de Kim, siste en formular hábiles preguntas. La He aquí el comentario de Hofstadter: «For-
donde la palabra «FIGURE» se repite pe- conversación de esta escena es parodia de midable batiburrillo, atiborrado y con-
riódicamente en negro, de manera tal que la dada por Turing en su clásico artículo fuso; no obstante, en muchos aspectos
el fondo blanco entre las letras negras for- sobre el tema. notablemente similar a la obra presente.
ma la misma palabra. Llegado este punto, el propio Hofstad­ Contiene algunos excelentes ejemplos de
Esta misma idea está festivamente ilus- ter entra en escena y convence a Turing, autoalusión indirecta. Tiene especial inte-
trada en el Diálogo «Sonata para Aquiles Babbage y los demás de que no son más rés una referencia de su bien comentada
solista» (cuyos modelos son las sonatas que criaturas de su imaginación. Él mis- bibliografía relativa a una obra isomorfa,
para violín solo, de Bach). En ella podemos mo, sin embargo, es tan irreal como los aunque imaginaria».
oír solamente el lado Aquiles de una con- demás personajes del Diálogo, pues tam-
versación telefónica con la Tortuga, que bién él ha sido imaginado por el autor. SOLUCIÓN
trata del tema «figura» y «fondo». A partir La situación recuerda un cuadro de René
de la mitad de la conversación podemos Magritte titulado Los dos misterios, don- El mínimo número entero expresable de
reconstruir las frases de la Tortuga. de la figura de una pequeña pipa aparece dos formas distintas como suma de dos
Los números naturales proporcionan con una nota que dice (traduciendo del cuadrados es 50, que es igual a 12 + 72 y
otros ejemplos del esquema «figura-fon- francés) «Esto no es una pipa». Flotando también a 52 + 52. Si se permite utilizar
do». Podemos determinar todos los nú- por encima de la falsa pipa se encuentra el cuadrado de 0 la solución es 25, que
meros compuestos sin más que suprimir otra mayor, presumiblemente auténtica, es igual a 52 + 02 y a 32 + 42. Si ambos
del conjunto de enteros positivos todos aunque desde luego, también pintada en cuadrados han de ser no nulos y distintos
los números primos. ¿Sucederá lo mis- el lienzo. entre sí, la solución es 65, que es igual a
mo en todo sistema formal? ¿Podremos ¿Y hasta qué punto era real ­Magritte? 82 + 12 y a 72 + 42.
siempre extraer todos los teoremas del ¿Hasta qué punto somos reales Hofstadter,
conjunto de todos los enunciados posibles usted y yo? ¿No seremos acaso sino las
PARA SABER MÁS
en el sistema y hallar que el residuo (la sombras de las páginas del libro que lla-
colección de no-teoremas) es otro sistema mamos Universo, que tan rápidamente Gödel’s proof. Ernest Nagel y James R.
formal complementario del primero? Uno van pasando? Hemos retornado a un Newman. New York University Press. 1958.
The Bach reader: A life of Johann Sebastian
de los resultados menos esperados de la platonismo gödeliano, donde la realidad Bach in letters and documents. Dirigido por
moderna teoría de conjuntos es que no está organizada en infinidad de niveles. Hans T. David y Arthur Mendel. W. W. Norton
siempre ocurre así. Con terminología más ¿Quién podrá decir lo que en verdad es & Co., 1966.
técnica: existen conjuntos enumerables la realidad? La última palabra del libro, Semantic information processing. Dirigido por
Marvin L. Minsky. The MIT Press, 1968.
por recurrencia que no son recursivos. De «RICERCAR», es un juego de palabras de
esta forma, Hofstadter lleva a sus lectores múltiples niveles, del que son precursores

76  TEMAS 77
Artículo publicado en
Investigación y Ciencia n.o 59
Agosto de 1981

Caligrafías, reinas y culebras


Las inspiradas simetrías gráficas de Scott Kim

A caba de salir Inversions, de Scott


Kim, editado por Byte Publications.
Inversions es uno de los libros más de-
Hay muchas palabras, como dedo, dió-
xido, excedido, y algunas frases, como eh,
chico, he bebido 33 cocos, que presentan
ma de escribir «mínimum» de modo que
no se altere al hacerla girar 180 grados:

liciosos y fascinantes jamás publicados. (casi) simetría respecto de un eje horizon-


Con los años, Kim ha perfeccionado has- tal. Si tras volverlas boca abajo las mira-
ta un punto increíble su mágica habili- mos por reflexión en un espejo situado
dad para tomar una frase no muy larga, frente a ellas, quedan invariables (salvo
o una palabra cualquiera, y rotularla de el acento). Kim ha logrado elevar este curioso arte de
forma que exhiba alguna asombrosa pro- Un día, mi hermana vio intrigada la la caligrafía simétrica a cimas que nunca
piedad de simetría. Fijémonos, por ejem- marca «spep oop» en una caja de galle- se creyeron alcanzables. Deformando in-
plo, en mi nombre, que vemos más aba- titas, hasta caer en la cuenta de que se geniosamente las letras, aunque nunca tan
jo tal como fue rotulado por Kim. Al darle trataba de un envase de «doo dads» que violentamente que lleguen a resultar irre-
la vuelta, ¡presto!, queda exactamente tal había quedado invertido en el estante. A conocibles, Kim ha conseguido motivos
cual estaba. Wallace Lee, un ilusionista de Carolina gráficos tan fantásticos como admirables.
Hace mucho que estudiosos y admi- del Norte, le encanta ensalzar ante sus Su libro es recopilación de estas maravi-
radores de los juegos de palabras des- amigos las exquisiteces de un plato, «itta- llas, donde engarza llamativas observacio-
cubrieron la posibilidad de construir ybeds», que él prepara. Para que el nom- nes acerca de la naturaleza de la simetría,
palabras cortas provistas de diversos ti- bre no ofrezca duda, lo tiene rotulado en sus facetas filosóficas y su integración en
pos de simetrías geométricas. En la Rue una tarjeta, así: las artes plásticas y musicales, lo mismo
Mozart, de París, una tienda de ropa, que en los juegos de palabras.
«New Man», exhibe un gran letrero ro- Kim no es desconocido en esta sección.
tulado «NeW MaN», donde la «e» y la Ante la perplejidad de sus amigos, suele Hombre joven, nacido en los Estados
«a» son de formas idénticas, y difieren explicar que «saben muchísimo mejor Unidos, aunque de ascendencia coreana,
solamente en su orientación. Todo el ró- dándole la vuelta al plato». trabaja actualmente en el departamento
tulo presenta, por consiguiente, simetría Muchas palabras cortas, escritas con de ciencias del cómputo de la Universi-
central. Los nombres (revista de tipos normales de imprenta, se transfor- dad Stanford. Aún no tenía veinte años
la Asociación de las Naciones Unidas), man en otras al invertirlas. Así, nos se cuando empezó a crear problemas suma-
zoonooz (publicación del zoo de San transforma en son, «up» se convierte en mente originales de matemáticas recrea-
Diego) y nissin (un fabricante japonés la abreviatura «dn», mientras que oso, tivas. Entre los publicados en la sección se
de equipos de flash para fotografía) han sosos y la palabra inglesa swims quedan encuentran los «recorridos de rey perdi-
sido todos ellos diseñados con gran habi- inalteradas. Otras palabras muestran si- do» (junio de 1977), el problema de situar
lidad, con la intención de que muestren metrías respecto de un eje vertical, tales caballos de ajedrez en los vértices de un
simetría central, es decir, queden inva- como las inglesas «bid» (y «pig», si se hipercubo (abril de 1978), la solución al
riables al girarlos media vuelta en torno traza la g de forma que resulte imagen si- «encajado de la caja» (abril de 1979) y su
a un punto central. métrica de la p). He aquí una curiosa for- precioso mapa «m-perio» (abril de 1980).
DANA NORDHAUSEN

1. El nombre del autor queda invariable al ponerlo cabeza abajo. ¡Compruébelo!

El universo matemágico de Martin Gardner  77


5. «Lester» y «Pearl» en fondo y figura.

2. La tarjeta navideña de Kim se lee también cabeza abajo.

3. «Merry Christmas» es ahora simétrico respecto de un eje


horizontal.
DANA NORDHAUSEN

4. «Merry Christmas» tiene simetría respecto de un eje vertical. 6. Gödel, Escher y Bach dotados de simetría axial.

78  TEMAS 77
n=1 n=2 n=3

7. Problemas de las reinas en el tablero, de Kim.

Además de mostrar sobresaliente capaci- R. Hofstadter, buen amigo de Kim, y con siguen en vigor, así que ninguna dama
dad para el pensamiento geométrico (y quien comparto la sección a lo largo de podrá amenazar a otra situada tras una
no solo en dos o tres dimensiones, sino este año, ha ganado el premio Pulitzer. tercera interpuesta.
también en espacios de dimensión cua- Y hablando de Kurt Gödel, J. S. Bach y Cuando n vale 0, el problema es preci-
tro o mayor), Kim es virtuoso pianista, y M. C. Escher, la figura 6 muestra cómo samente el clásico. Kim logró demostrar
durante años estuvo dudando si proseguir ha logrado Kim dotar de simetría axial que cuando n = 1, el número máximo
estudios matemáticos o musicales. En la a cada uno de estos nombres. En la figu- era de 10 reinas. (Puede verse una de-
actualidad, está profundamente interesa- ra 8, Kim ha rotulado el alfabeto entero mostración en Journal of Recreational
do en la composición de tipos de impren- con tal habilidad que el diseño completo Mathematics, vol. 13, n.° 1, pág. 61; 1980-
ta mediante ordenador, campo donde fue presenta airosa simetría bilateral. 81.) Vemos en la imagen izquierda de la
pionero su amigo y mentor en Stanford, La mágica caligrafía de Kim llamó la figura 7 una muy bella solución. En el
Donald E. Knuth, distinguida autoridad atención de Scot Morris, uno de los redac- centro, una solución máxima, con 14 da-
en ciencias de cómputo. tores de Omni. En el número de septiem- mas, para el caso de n = 2; en una carta,
Durante varios años, el talento de bre de 1979, Morris dedicó una página de donde comentaba tal disposición de las
Kim para rotular palabras y dotarlas de su popular sección de juegos al trabajo piezas, Kim decía que «es tan horrible-
las más inesperadas formas de simetría de Kim, anunciando al mismo tiempo un mente asimétrica que no tiene derecho
permaneció confinado en el diseño de concurso de trabajos semejantes creados a existir». Para los casos n = 3 y n = 4,
tarjetas de felicitación navideña para por los lectores. Kim fue contratado para solo hay conjeturas en cuanto al número
su familia, y como diversión para en- juzgar los miles de diseños recibidos. En de reinas del problema. El mejor de los
tretener a su amigos. No era raro que al el número de abril de 1980 de Omni pue- resultados conseguidos por Kim para el
conocer a alguien en una reunión o una den verse los bellos motivos premiados; caso n = 3 consta de 16 damas, alineadas
fiesta, Kim se esfumara un ratito, para otros finalistas aparecen en la sección de de forma ridículamente simple. Cuando
reaparecer con su nombre pulcramente Morris en los meses de mayo y noviembre n es 4, lo mejor que ha conseguido Kim
dibujado en una tarjeta, con perfecta si- del mismo año. es situar 20 reinas. ¿Conseguirá el lector
metría central. En la figura 2 podemos Todos los diseños del libro de Kim hacer otro tanto, esto es, situar 20 damas
ver su tarjeta de felicitación de las Na- son creación suya. En la página siguien- sobre un tablero de ajedrez de manera
vidades de 1977, que presenta simetría te podemos ver una pequeña selección que cada una amenace a otras cuatro?
central. (Lester y Pearl son sus padres; de algunos nuevos, para dar idea de la [La solución, al final del artículo.]
Grant y Gail, su hermano y hermana, asombrosa variedad de recursos visuales Evidentemente, el problema puede
respectivamente.) Al año siguiente, que Kim aún guarda en la manga. generalizarse a tableros de dimensión
Kim descubrió la forma de que «Merry Dedicaré ahora una mirada a dos arbitraria; pero Kim ha demostrado, va-
Christmas» quedase simétricamente insólitos problemas matemáticos, solo liéndose de la teoría de grafos, que en
centrado respecto de un eje horizontal parcialmente resueltos, originales de ningún tablero, por grande que sea, po-
(figura 3) y, en 1979, que el eje de sime- Kim. En 1975, estando Kim todavía en drá existir solución cuando se exija que n
tría fuese vertical (figura 4). secundaria, se le ocurrió una notable sea mayor que 4. Para el caso n = 1, Kim
Para un aniversario de boda de sus generalización del clásico problema de ha logrado una demostración sencilla de
padres, Kim ideó un pastel cubierto de situar ocho reinas sobre un tablero de aje- que el número de reinas no puede supe-
vainilla y chocolate, cuyo diseño vemos drez sin que ninguna amenace a ninguna rar al mayor de los enteros menores o
en la figura 5. («Lester» se ha trazado en otra. Preguntémonos, dijo Kim, cuál es el iguales que 4k/3, siendo k el número de
negro, «Pearl», en blanco, está invertido.) número máximo de reinas que podemos cuadros del lado del tablero. Para n = 2,
Tal es la técnica de «fondo y figura» de colocar en el tablero, con la condición dispone también de una demostración,
Kim. Puede verse otro ejemplo de esta de que cada una amenace a exactamente aunque no tan sencilla, que establece que
ILIL ARBEL

técnica en Gödel, Escher, Bach: An eter- otras n, siendo n un número dado de an- el máximo número de reinas no puede
nal golden braid, libro con el que Douglas temano. Las reglas ordinarias del ajedrez superar 2k – 2 e, igualmente, que dicho

El universo matemágico de Martin Gardner  79


9. «True»
(verdadero)
inmerso en
«false».

10. «Upside»
queda igual
boca abajo.

11. Una «com-


munication»
entre dos puede
invertirse.

12. «Man» y
«woman» pue-
den invertir sus
orientaciones.
8. Un alfabeto con simetría.

DANA NORDHAUSEN

13. «Infinity» prosigue hasta el infinito en ambos sentidos.

80  TEMAS 77
límite es alcanzable en todos los tableros «cubiculado» el espacio tridimensional.
de orden par. ¿Cuál será el mínimo número de sierpes
El problema de Kim sobre sierpes po- en que podemos descomponerlo, si la di-
licúbicas no se ha publicado con ante- sección se hace por los planos que definen
rioridad, y tanto él como yo recibiremos los cubos?
con agrado e interés la luz que sobre el Al estudiar el homólogo bidimensional
mismo puedan arrojar los lectores. De- de este problema (ahora las sierpes esta-
finamos ante todo qué son las sierpes. rán formadas por cuadrados unitarios) es
Las sierpes son cadenas conexas de cu- sencillo ver que la solución es dos. Basta
bos unitarios idénticos, que se tocan por para ello entrelazar dos sierpes espirales
sus caras, de manera tal que cada cubo infinitas, que parten de orígenes conti-
(excepto los situados en cabeza y cola, si guos, una blanca, y otra gris, como vemos
los hay) está en contacto, cara a cara, con en la figura 14.
otros dos (y solo dos) cubos de la cadena. Cómo llenar el espacio con sierpes
La sierpe puede torcerse y retorcerse en policúbicas ya es harina de otro costal.
todas las direcciones posibles, con tal de Kim ha descubierto un método para
que se respete la regla de contacto expli- formar con cuatro sierpes que parten
cada. No hay objeción, empero, a que al de otros tantos cubos un «ovillo» —con- 14. Dos sierpes teselan el plano.
retorcerse la sierpe queden en contacto viene imaginar que cada sierpe es de un
a lo largo de sus aristas o a través de sus color— formado por sierpes helicoidales
vértices un número cualquiera de cubos. entretejidas, que llena todo el espacio. Su tar por su interior, que persisto en buscar
Hay varios tipos de sierpes policúbicas. método es demasiado complejo para tener una solución».
Pueden ser abiertas, de longitud finita, cabida en este reducido espacio; los lec- Evidentemente, el problema puede
con dos cubos extremos —a modo de ca- tores tendrán que confiar en mi palabra: generalizarse a sierpes formadas por
beza y cola— que solo están en contacto puede lograrse. cubos unitarios de cualquier número de
con un cubo, y no con dos. Pueden ser ¿Podrá lograrse con solo tres sierpes? dimensiones. Kim ha conjeturado que, en
cerradas, de longitud finita, sin extremos, No solo permanece abierta esta cuestión, un espacio de n dimensiones, el mínimo
a modo de collar. Las infinitas pueden te- ¡Kim ha sido incapaz de demostrar que es número de sierpes que lo llenarán com-
ner origen o no; en este último caso serán imposible hacerlo con dos! En una carta, pletamente será 2(n – 1), pero tal conje-
ilimitadas en ambos sentidos. Kim decía: «Una solución con solo dos tura no tiene todavía bases muy firmes.
La pregunta que ahora nos plantea- sierpes crearía una especie de símbolo Hace algunos años tuve el placer de
mos puede parecer sencilla; tal sencillez yin-yang tridimensional e infinito, donde explicarle el problema de las sierpes po-
es ilusoria. ¿Cuál es el mínimo número cada sierpe sería el espacio que deja libre licúbicas a John Horton Conway, famoso
de sierpes necesarias para llenar el es- la otra. Tal sería la belleza del entrelazado, matemático de Cambridge. Al terminar
pacio? Podemos plantear la cuestión de y tan atrayente la idea de construir un le dije que Kim no había demostrado to-
otro modo. Imaginemos completamente modelo lo bastante grande como para rep- davía la insuficiencia de dos sierpes para
rellenar el espacio tridimensional. Con-
way replicó instantáneamente: «Pero es
SOLUCIONE S evidente que...». Se contuvo a mitad de
la frase, quedó mirando al espacio uno
La ilustración de la izquierda muestra la mejor solución conocida del problema de las 20 o dos minutos, y después exclamó: «¡No
reinas de ajedrez. es evidente!»
No tengo la menor idea de los pensa-
mientos que cruzaron la mente de Con-
way. Solo puedo decir que si ni Kim ni
Conway consideraron evidente la imposi-
bilidad de llenar el espacio con dos sier-
pes, probablemente tampoco le resulte
evidente al resto de los mortales.

PARA SABER MÁS

Symmetry. Hermann Weyl. Princeton University


Press, 1952.
Rotations and reflections. Martin Gardner en
The Unexpected Hanging and Other
¿Podrían situarse en el tablero más de 20 reinas que cumplan la condición de amenazar cada Mathematical Diversions. Simon y Schuster,
una a otras cuatro? Jeffrey E. Spencer ha ido un paso más allá que Scott Kim: ha descubier- 1969.
Symmetry in science and art. A. V. Schubnikov
to una solución con 21 reinas. Esta inesperada disposición puede verse en la figura de la dere-
y V. A. Koptsik. Plenum Press, 1974.
ILIL ARBEL

cha. ¿Será maxima? Nadie lo sabe.

El universo matemágico de Martin Gardner  81


Artículo publicado en
Investigación y Ciencia n.o 65
Febrero de 1982

Políticas fiscales
La curva de Laffer y otras gracias de nuestra economía de tipo mixto

N o hay duda de que a los economistas


les encanta trazar gráficas. Ya en los
primeros decenios del capitalismo moder-
cio para poder colocar su producto. Si los
precios se encuentran en el nivel inferior
definido por la línea b, el aumento de de-
hacia la derecha de la curva de demanda,
y la altura del punto de equilibrio aumen-
tará. Si se produce un aumento general de
no, los economistas de la escuela clásica manda hará subir el precio y el vendedor oferta, con demanda constante, la curva
gustaban de explicar la teoría de precios habrá de producir más para atender la de- de oferta se desplaza hacia la derecha, y
construyendo gráficas de oferta y deman- manda. E cae. Si ambas curvas se trasladasen una
da como la que vemos abajo. Si el precio Estas fuerzas de sentidos contrarios misma cantidad hacia la derecha o la iz-
de una mercancía se encuentra al nivel se equilibran en E, punto donde quedan quierda, E permanecería al mismo nivel.
indicado por la recta de trazos a, es fácil compensadas mutuamente la demanda Estas curvas siguen siendo válidas,
comprender, observando la intersección y la masa de producto puesta en venta. porque oferta y demanda desempeñan
de la recta con las curvas, que la gente En este punto es donde el vendedor logra papeles de primera magnitud en todo
comprará menos dicha mercancía. Como ganancia máxima. De mantenerse cons- sistema económico, incluso en aquellos
el vendedor se encontrará entonces con tante la oferta, un aumento general de donde no existe libertad de mercado;
exceso de oferta, tendrá que bajar el pre- la demanda provocará el desplazamiento pero, en nuestros días, los economistas ya
no se refieren a ellas con tanta frecuencia,
porque en las economías de tipo mixto,
como la nuestra, hay cientos de variables
más que causan auténticos estragos en
sus estilizadas formas. Valiéndose de cier-
tas estratagemas, los Gobiernos consiguen
Demanda Oferta
que determinados productos tengan pre-
cios muy superiores o muy inferiores a
los que alcanzarían en un mercado libre.
Las organizaciones sindicales presionan
a las empresas para conseguir de ellas
mejores salarios, generando costos que
luego las empresas cargan en los precios.
Los oligopolios han descubierto sutiles
procedimientos para resguardarse de las
fluctuaciones del mercado, cosa que forzo-
Precio

samente deben hacer para seguir siendo


eficientes.
a En la década de los 60, estando en ple-
na vigencia las teorías económicas keyne-
sianas («Hoy somos todos keynesianos»,
E diría por entonces Richard Nixon), causó
fuerte conmoción entre los economistas la
TODAS LAS ILUSTRACIONES DE ESTE ARTÍCULO: ILIL ARBEL

llamada curva de Phillips. El primero en


proponerla fue el economista londinense
b Alban William Housego Phillips, en 1958;
su curva fue aplicada a la economía nor-
teamericana en 1960 por dos economistas
keynesianos, Paul A. Samuelson y Robert
M. Solow. Como podemos observar en
0 Cantidad la ilustración de la página siguiente, las
curvas de Phillips expresan gráficamente
1. Curvas clásicas de oferta y demanda. la relación de dependencia inversa entre

82  TEMAS 77
desempleo e inflación. Tomando en cuen-
ta la capacidad de las organizaciones sin-
dicales y empresariales para influir en los
precios, la curva de Phillips hace ver que
los objetivos de alcanzar pleno empleo y
al mismo tiempo precios estables son in-
compatibles en economías de tipo mixto.
El pleno empleo (F) solo puede lograrse a
costa de continua inflación. La estabilidad
de los precios (inflación nula) es imposi-

Tasa anual de inflación (porcentaje)


ble sin altas tasas de desempleo (U).
Así pues, ¿qué hacer? Lo mejor que
podemos esperar, nos dicen las curvas, es
tratar de hallar una transacción razonable
entre ambos casos extremos, que cause
el menor daño posible. Si los precios se
disparan, dejemos que un período de re-
cesión los obligue a descender. Si tenemos
demasiados parados, permitamos que la
inflación genere nuevos empleos. Con un
poco de suerte, los Gobiernos podrían ati-
nar con un punto de la curva que combine
una tasa «normal» de desempleo con una
cuota de inflación aceptablemente baja,
que pudiera estar en torno al 4 o 5 por
ciento anual.
Y entonces ocurrió algo muy curioso.
La economía, tanto en los Estados Unidos F U
como en casi todo el mundo, cayó en el 0 Tasa de desempleo (porcentaje)
misterioso trance denominado «estanfla-
ción» («estancamiento con inflación»), 2. La curva de Phillips.
donde, contrariamente a lo previsto por
la curva de Phillips, tanto inflación como
desempleo crecen simultáneamente. Tal que sus economías se deslizasen arriba y transacciones que pretendan reducir el
proceso hace deslizarse peligrosamente abajo de la curva, haciendo subir y bajar desempleo a tasas inferiores a la natural
hacia arriba y hacia fuera el trazado de alternativamente paro e inflación, como desencadenará inflación galopante.
la curva, como indica la línea a trazos dos niños en un balancín? ¿Deberían, tal La curva de Phillips, escribía Daniel
de la ilustración. La ensoñada «transac- vez, ensayar distintas y arriesgadas for- Bell en 1980 (resumiendo anteriores co-
ción», el razonable equilibrio entre paro mas de «rodearla»? mentarios de Solow), «ha generado más
e inflación, se ha transformado en una pe- Según los keynesianos, una fuerza, lla- puestos de trabajo a los economistas... que
sadilla, que los economistas han llamado mada tensión de la demanda, trata de es- cualquier proyecto de obras públicas des-
«el cruel dilema». Los Gobiernos carecen tirar más la gráfica, llevándola hacia una de la construcción del Canal del Erie».
de «programas a la carta», de fórmulas vertical, mientras otra fuerza, la presión Hoy, la curva de Phillips se está convir-
económicas que no ahonden más la rece- de los costos, intenta achatarla hacia la tiendo rápidamente en desvaído símbolo
sión o que no aceleren la actual inflación horizontal. Al cabo resultaría, según ellos, de una idea, a saber, que paro e inflación
galopante. una curva intermedia fuertemente incli- no son calamidades independientes, sino
Los keynesianos lucharon para resca- nada hacia abajo. Evidentemente, lo que que están ligadas por complejas relacio-
tar la curva. Pronto se vio claramente que se precisa es algún procedimiento para nes funcionales que nadie es hoy capaz
no existe nada parecido a una curva de lograr que la curva se deslice hacia abajo de comprender.
Phillips que sea estable a corto plazo. La y hacia la izquierda, permitiendo así tran- Actualmente, y como consecuencia del
curva puede adoptar docenas de traza- sacciones que no aboquen al caos social. creciente interés que suscitan las teorías
dos, según cuáles sean las variables que Ciertos economistas (John Kenneth Gal- de oferta, la curva de moda es otra en-
se tomen en cuenta (incluidas algunas de braith entre ellos) opinan que tan solo po- teramente distinta; se trata de la curva
carácter psicológico, como las esperanzas drá alcanzarse este objetivo combinando de Laffer. A sus 41 años, Arthur B. Laffer
y expectativas de los agentes económicos), oportunamente las políticas monetaria y es profesor de ciencias empresariales en
y además varía ampliamente de unos lu- fiscal con un adecuado control de precios la Universidad de California del Sur. Su
gares a otros. ¿Existirá entonces alguna y salarios. Nada podría ser peor, dice Mil- curva fue bautizada y dada a conocer por
curva de Phillips que resulte estable a lar- ton Friedman. Desde el enfoque moneta- Jude Wanniski, redactor que fue de The
go plazo? Hay opiniones para todos los rista de Friedman, la forma que a largo Wall Street Journal, en un libro que se ha
gustos. E incluso, de existir, tampoco hay plazo tomaría la curva de Phillips sería convertido en la biblia de todos los «ofer-
acuerdo en cómo tendría que aplicarse. una vertical situada en la tasa «natural» tistas», titulado nada menos que The way
¿Deberían, quizá, los Gobiernos tratar de de desempleo; todo esfuerzo por alcanzar the world works: How economies fail—and

El universo matemágico de Martin Gardner  83


succeed («Así funciona el mundo: Sistemas Si la tasa cayera por debajo de E, tal vez la suadidos de la necesidad de sacrificios,
económicos que fracasan... y triunfan» se- producción recibiera algún estímulo, pero es posible imponer tasas fiscales muy
ría la traducción del título), publicado por el Gobierno se vería debilitado. Como, por elevadas y mantener al mismo tiempo la
Basic Books en 1978. La figura 3 nos mues- definición, E es el punto de recaudación producción a pleno rendimiento. En la
tra cómo enfoca Wanniski el significado de máxima, el Gobierno recibe también paz, por el contrario, todos somos menos
la curva de Laffer, al comienzo del capítulo menores ingresos si eleva los impuestos altruistas.
sexto de su libro. por encima de E. Los partidarios de la Ahora bien, la esencia del razonamien-
¿Acaso no es la imagen misma de la economía de oferta hacen notar que hay to de los «ofertistas» es la convicción de
belleza? Como cualquier niño puede com- muchas razones para que así suceda. Para que actualmente la economía norteame-
prender sin más que fijarse en el extremo algunas personas ricas resulta entonces ricana se encuentra en las proximidades
inferior de la curva, si el Gobierno reduce contraproducente seguir trabajando de C, demasiado arriba sobre la curva de
a cero sus tasas de imposición, nada re- tan productivamente como antes. Otros Laffer. Al rebajar los impuestos —lo que,
caudará. Y si eleva sus tipos fiscales hasta huyen de las excesivas cargas fiscales y según algunos de estos economistas,
el 100 por ciento de los ingresos de cada congelan su dinero en «refugios» impro- conlleva fuertes recortes en gastos de
contribuyente, tampoco recaudará nada. ductivos. Algunos prefieren incluso emi- seguridad social—, el brazo productor
¿Por qué? Porque en tal caso nadie se mo- grar a países cuya fiscalidad no sea tan de la economía recibirá una inyección
lestaría en trabajar para recibir renta. En onerosa. Si el Gobierno precisa imponer fuertemente estimulante; tanto que, en
efecto, si todos sus ingresos se los llevase fuertes cargas fiscales para programas de los Estados Unidos, pronto la economía
el Estado, los individuos retornarían a seguridad social, habrá millones de per- irá deslizándose cuesta abajo por la cur-
una economía de trueque: los pintores sonas que no sientan incentivo alguno va de Laffer hasta el punto E, tal vez no
solo le pintarían la casa a los dentistas si para trabajar lo más mínimo. ¿Para qué inmediatamente, pero sí pronto. Los in-
estos les arreglasen la boca. molestarse en hacerlo, si podemos lograr gresos fiscales llegarán finalmente a poder
La curva de Laffer se hace más intere­ ingresos comparables del protector Esta- financiar los crecientes gastos militares,
sante conforme nos deslizamos por sus do? Las grandes sociedades anónimas de- la estanflación terminará, recomenzará
brazos, hacia el centro. En el punto A, dican partidas menores a los programas el crecimiento dinámico, el presupuesto
donde los impuestos no alcanzan a ser de investigación y desarrollo de nuevos quedará equilibrado hacia 1984 y el sueño
del 100 por ciento, algunas personas em- productos. Los empresarios, columna ver- americano recobrará su lustre.
piezan a encontrar conveniente recibir tebral del crecimiento dinámico, estarán Evidentemente, oferta y demanda
parte de sus ingresos en forma de renta menos dispuestos a correr riesgos. A con- están siempre entrelazadas; empero, los
imponible. En el punto B, las ruedas de secuencia de estos y otros factores, las ofertistas se llaman a sí mismos de esta
la economía sisean alegremente; la pro- fuerzas económicas se hacen indolentes, forma para subrayar sus diferencias con
ducción, sin freno apenas, se mantiene a y los ingresos fiscales decrecen. los neokeynesianos. John Maynard Key-
niveles elevados; pero, a causa de lo redu- Es importante comprender, nos dice nes resaltó la importancia de mantener
cido de los tipos impositivos, el Gobierno Wanniski, que E no se encuentra forzosa- niveles de demanda suficientes; para ello
recauda igual de poco que con los duros mente en el nivel del 50 por ciento, aun- se dictan leyes de salario mínimo y se
impuestos de A. que bien pudiera estarlo. La forma de la crean subsidios con cargo a la seguridad
Fijémonos ahora en el punto E, situa- curva de Laffer cambia, evidentemente, social. Los lafferistas han vuelto el razo-
do en el vértice derecho de la curva. En con las circunstancias. Así, en tiempos namiento del revés, cargando el acento
este punto se encuentra la tasa fiscal que de guerra, en momentos en que tanto la en la importancia de estimular la oferta.
hace máximos los ingresos del Gobierno. población como el empresario están per- De no ir el Gobierno a hombros del em-
presariado, la producción remontaría el
vuelo, se desarrollarían nuevos inventos,
se necesitarían nuevos puestos de trabajo
100 A y los salarios reales irían en alza. Toda la
sociedad, y especialmente sus capas más
C pobres, saldría favorecida conforme la
prosperidad creada en lo alto fuera des-
Tipo impositivo (porcentaje)

cendiendo, empapándola.
El segundo de los libros en proclamar
las virtudes del lafferismo es Wealth and
poverty, de George Gilder (Basic Books,
50 E 1981). Su título parafrasea intencionada-
mente el famoso Progress and poverty de
Henry George, que causó conmoción a fi-
nes del siglo pasado al recomendar la abo-
lición de todo impuesto, salvo uno, que
B gravaría la posesión de tierras. El libro de
Gilder es más radical que el de Wanniski.
«¡La regresión del impuesto ayuda a los
0 Recaudación fiscal pobres!», escribe Gilder en su libro. En
cierta ocasión, William Safire describió
3. Curva de Laffer. el capitalismo como «el bien que puede

84  TEMAS 77
resultar de la codicia». Gilder se enfure-
ce cuando se dicen tales cosas; según él,
el capitalismo está motivado por el bien
que se origina al «dar». Pretende de esta
forma decir que la mejor manera de dar
a los pobres lo que quieren y necesitan, en t

Tipo impositivo (porcentaje)


especial a los jóvenes parados de los gru-
pos minoritarios, es permitir que el mer-
cado funcione libremente, sin cortapisas, E
para lograr así que el sistema económico E
recobre su dinamismo.
Lo malo de la curva de Laffer es que, E
al igual que la curva de Phillips, resulta
demasiado sencilla para poder prestar
servicio alguno, aparte su valor expresi-
vo como símbolo de una idea. En el caso
de la curva de Laffer, la idea de que la
fiscalidad excesiva resulta contraprodu-
r
cente es, además de una verdad palmaria,
0 Recaudación fiscal
bastante antigua. El verdadero problema
consiste en definir cuán excesiva es. Nin- 4. La curva neolafferiana (NL).
gún economista tiene la menor idea so-
bre el aspecto real de la curva de Laffer,
salvo en la vecindad de sus extremos. Y de la Universidad Stanford), realizado a do que supiéramos en qué punto debe si-
aun cuando los economistas lo supieran, partir de los más fiables datos económicos tuarse nuestra economía, no está claro, en
ignorarían en qué punto deberían situar relativos a la economía norteamericana vista de la maraña, cuáles deberían ser las
la economía. Así, Irving Kristol, al defen- a lo largo de 50 años. En el gráfico real, políticas monetaria y fiscal que más rápi-
der un modelo económico «de oferta» los datos quedan representados por un damente conducirían nuestra economía
en Commentary (abril de 1981) escribe enjambre de puntos densamente apiña- hacia el punto E más cercano.
que, aunque no sabe decir con exactitud dos, por lo que la forma auténtica de la Al igual que la antigua curva de Laffer,
en qué punto de la curva de Laffer nos curva es hasta cierto punto arbitraria. No el valor de la nueva es solo metafórico,
encontramos, sí está seguro de que es obstante, mi curva sí permite ver con cla- aunque sin duda ofrece un modelo más
«demasiado arriba». Y la disminución ridad meridiana cierto número de ideas perfecto de la situación real. Puesto que es
de impuestos que propone el presidente importantes. reflejo estadístico de conductas humanas,
Reagan es precisamente lo que conviene Tomemos un valor r cualquiera del su forma cambia constantemente (lo mis-
para lograr que la economía se deslice segmento del eje de recaudación fiscal mo que la curva de Phillips) y de manera
hacia el punto E. situado directamente debajo de la tecno- impredecible. La curva quedaría mejor
Con el fin de acomodar mejor la cur- maraña. La recta vertical trazada por r representada por una película cinemato-
va de Laffer a las complejidades de una corta a la madeja en multitud de puntos; gráfica que captara su versátil y mudable
economía de tipo mixto como la nuestra, las ordenadas de estos puntos represen- carácter. Mas como la recogida de datos
dominada por lo que Galbraith gusta en tan valores del eje de tasas impositivas requiere tanto tiempo, y el análisis esta-
llamar «la tecnoestructura», y de tener en con máxima probabilidad de producir la dístico de sus parámetros, más todavía,
cuenta otras variables que la deforman, recaudación r. Debe observarse que tam- para cuando se logra dibujar una de estas
he ideado la que llamo «curva neolaffe- bién sucede así para el valor máximo de curvas NL ya está caduca y, por tanto, no
riana», por brevedad, «curva NL». (Véase r, que determina a su vez varios puntos es de ninguna utilidad. No obstante, por
mi artículo «Changing perspectives on E sobre la tecnomaraña. En dos palabras: intermedio de uno de los más fidedignos
the Laffer curve», en The British Journal hay más de una tasa impositiva capaz de informantes de Jack Anderson, he podi-
of Economeretriciousness, vol. 34, n.° 8, producir la recaudación máxima posible. do enterarme de que la Fundación Smith
págs. 7316-7349, agosto de 1980.) Vea- Fijémonos también en un valor cual- Richardson ha financiado secretamente
mos la curva NL en la figura 4. Notemos quiera t interior al segmento del eje de un proyecto de coste multimillonario (en
que, en la vecindad de sus extremos, esta tasas situado directamente a la izquierda dólares) en el Centro de Investigación In-
preciosa curva recuerda de cerca a la de de la madeja. La recta horizontal trazada ternacional Stanford, cuya finalidad es la
Laffer «clásica», demostrando así que la por él corta también en multitud de pun- construcción de curvas NL. Tal vez valién-
vieja curva no era una primera aproxi- tos la maraña; estos puntos corresponden dose de programas más eficientes y con
mación carente por completo de valor. a los valores del eje de recaudación que la ayuda del velocísimo ordenador CRAY-1
Sin embargo, conforme la curva se inter- se obtendrán con mayor probabilidad al del Laboratorio Lawrence Livermore sea
na en las complejidades del mundo real, fijar la tasa de fiscalidad en t. posible asignar valores de probabilidad
se ve arrastrada y envuelta por lo que yo Observemos ahora que, en ciertos pun- actualizados en los distintos puntos de
llamo «tecnomaraña». En esta región, el tos de intersección, al reducir la presión intersección. Si semejante objetivo pudie-
trazado de mi curva se funda en un com- impositiva se consiguen menores ingre- ra conseguirse, la curva NL podría llegar
plejo análisis estadístico (debido a Persi sos, mientras que en otros ello conlleva a ser un valioso instrumento de predic-
Diaconis, del departamento de estadística aumentos de recaudación. Aun admitien- ción que permitiera a la Administración

El universo matemágico de Martin Gardner  85


tomar decisiones racionales en materia timo razonablemente refinada». Walter cen los lafferistas, sino gastarlo en bienes
económica. W. Heller las ha comparado con un anal- de consumo. Tal vez las clases trabajadoras
Los lafferistas están dando prueba de gésico, y Solow las califica de «purgante». opten por no rendir más, sino menos. Y
la más suprema confianza en sí mismos, El vicepresidente Bush las ha asimilado al quizá las grandes sociedades y grupos de
adornada con un superlativo desprecio vudú. Se dice, empero, que los libros de empresas no hagan gran cosa con los exce-
por las opiniones de sus detractores. De Wanniski, Gilder y Kemp cobran un gran dentes fiscales, aparte de adquirir nuevas
los dieciocho economistas que han sido peso en la actual Administración. compañías.
distinguidos con el premio Nobel, tan solo Los lafferistas parecen disfrutar prodi- Evidentemente, los ideólogos de todos
dos, Milton Friedman y Gunnar Myrdal, gándose elogios mutuos. Laffer, héroe del los credos están convencidos de saber
figuran en el índice de The way the world libro de Wanniski, es citado en la contra- exactamente cómo responderá la eco-
works. Ni siquiera Alan Greenspan, hoy cubierta de la edición en rústica, y en su nomía al combinado de monetarismo y
considerado de la «vieja derecha», ya boca se ponen estas palabras: «Con toda lafferismo que ha puesto en práctica la
abandonada, les merece una mención. sinceridad, opino que este es el mejor Administración. En efecto, tan vasta es
Dado que tanto Friedman como Wannis- libro de economía jamás escrito». En la la confianza que tienen en sí mismos, tan
ki son mentores del actual conservadu- cubierta, Kristol es más comedido. En su habilidosa es su capacidad para raciona-
rismo económico, podría suponerse que opinión, se trata «del mejor compendio lizar y justificar sus fracasos, que a corto
Wanniski habría de tener una elevada de economía desde Adam Smith». Gilder y medio plazo es imposible imaginar una
opinión de las teorías de Friedman. No asegura que Wanniski «ha alcanzado de escena económica capaz de probar la fala-
es así. En su libro, Wanniski explica pro- la noche a la mañana una influencia y un cia de sus respectivos dogmas. El fracaso
lijamente por qué tres famosos modelos prestigio de proporciones keynesianas». de una cualquiera de sus predicciones
económicos (el marxista, el keynesiano y Gilder, por su parte, ha sido aclamado con podrá siempre atribuirse a improvisadas
el friedmaniano) son todos ellos erróneos. euforia similar. David Stockman, director decisiones del poder político o a impre-
Ni siquiera consiguen explicar la catástro- de presupuestos del presidente Reagan, visibles acontecimientos internacionales.
fe económica de 1929. ha ensalzado Wealth and poverty, califi- Así, es inconcebible que Friedman pueda
Se dispone hoy de una ingente biblio- cándolo de «prometeico por su vigor inte- considerar que la tasa inflacionaria de Is-
grafía relativa a las muchas causas de lectual, por su penetración y perspicacia. rael —que ya se escribe con tres cifras—,
aquella crisis, en gran parte escrita por Consigue hacer tambalearse de una vez los recientes disturbios en Gran Bretaña
economistas eminentes. Podemos tirar- por todas las entelequias del keynesianis- o la posibilidad de altísima estanflación
la a la basura. Wanniski ha dado con la mo, las ilusiones del Estado protector que en los Estados Unidos en 1983 puedan
verdadera razón. Nada malo le hubiera agobian la fallida sabiduría económica de conllevar el menor desdoro para sus con-
pasado al mercado de valores si Herbert nuestra era». vicciones monetaristas, no obstante haber
Hoover le hubiera dejado seguir su propio ¡Cuán perplejo debe encontrarse el respaldado entusiásticamente Friedman
curso. En lugar de ello, Hoover y el Con- presidente ante el violento encontrona- las políticas de Begin, Thatcher y Reagan,
greso cometieron un craso error. Escribe zo entre Friedman, viejo amigo suyo, y y pese a haber sido estos tres gobernantes
Wanniski: «El hundimiento de la Bolsa, sus actuales consejeros lafferistas! (El fuertemente influidos por la forma de mo-
en 1929, y la subsiguiente Gran Depresión encontronazo no solo se debe a las opi- netarismo que propugna Friedman.
sobrevinieron a causa de la aprobación niones de Friedman sobre política mone- Los lafferistas, por su parte, tienen
(por las Cámaras) de la Ley de Aranceles taria, sino también por el desagrado que todo tipo de vías de salida en caso de que
Smoot-Hawley, en 1930». produce a Friedman la «locura del oro», la política de Reagan lleve al desastre.
¿Y cómo es que la crisis financiera se que ha hecho presa entre los ofertistas, Algunos culparán a Friedman. A otros
produjo en octubre del año anterior? Muy quienes reclaman el retorno inmediado les bastará el plan de fuga que ya tiene
simple. El mercado bursátil vio venir las al patrón oro.) En la sección de econo- trazado William F. Buckley. Aunque se ha
horrendas consecuencias de las restric- mía del New York Times (domingo, 26 de dicho que las reducciones fiscales y pre-
ciones al libre comercio que estaban en julio), Wanniski lanza sobre Friedman supuestarias de esta Administración son
gestación. No todos los ofertistas están de un ataque verdaderamente corrosivo. las mayores de la historia de los Estados
acuerdo en este punto. Uno de quienes sí lo Su principal argumento es que, si bien Unidos, Buckley considera que ninguna
están es Jack Kemp, coautor del proyecto Friedman «apenas alcanza a medir metro de ellas es suficiente. «Lo malo de los re-
de ley Kemp-Roth sobre fiscalidad —que y medio», su «peso» es tal que hoy es cortes fiscales propuestos por Reagan»,
preparó el camino al programa fiscal de un «enorme lastre» que gravita sobre las escribía Buckley en National Review (24
Reagan—. En su estimulante libro An Ame- espaldas de Menachem Begin, Margaret de julio), «es que (a) son insuficientes e
rican Renaissance: A strategy for the 1980s Thatcher, Ronald Reagan y la economía insuficientemente programados; y (b) las
(Harper & Row, Inc., 1979), Kemp nos ase- norteamericana. reducciones en el presupuesto son igual-
gura que Wanniski ha «demostrado más ¿Tendrán éxito las ideas lafferistas hoy mente insuficientes... No puede preten-
allá de toda duda razonable» la veracidad en boga en la Administración estadouni- derse alcanzar reducciones de importan-
de su notable descubrimiento. dense o, por el contrario, como muchos cia limitando los esfuerzos a una de las
Mas ¿qué opinan de las teorías de la economistas temen, sumirán más profun- tres secciones del presupuesto. Es como
oferta los economistas profesionales? damente al país en la inflación galopante decir que se quiere adelgazar y hacer ejer-
A muchos de ellos, incluidos los más y el desempleo? La verdad es que los eco- cicio solo con la pierna derecha».
conservadores, les merecen aproxima- nomistas lo ignoran. La tecnomaraña está Es de esperar que el presidente Reagan
damente igual juicio que las teorías de demasiado embrollada. Tal vez las clases no trate ahora de reconciliar los enfren-
Immanuel Velikovsky a los astrónomos. ricas y ociosas decidan no invertir lo que tados puntos de vista de estos conserva-
Para Galbraith se trata de «una forma de van a ahorrarse de impuestos, como predi- dores recurriendo a la astrología. Seme-

86  TEMAS 77
COLABORADORES DE ESTE NÚMERO
jante idea no es tan descabellada como
Asesoramiento y traducción:
podría pensarse. En una entrevista con
Luis Bou: Un cuarto de siglo de matemáticas recreativas, Flexágonos, El juego de la vida, Ocho rompecabezas
Angela Fox Dunn, el presidente dijo se-
y un juego, Comunicaciones secretas, Arte y matemáticas, Adivinanzas lógicas, Falacias pseudocientíficas, Un
guir el consejo diario correspondiente a eterno y grácil bucle, Caligrafías, reinas y culebras, Políticas fiscales, Juegos enmarañados; Enrique Trillas y
su signo zodiacal del horóscopo que, dis- Teresa Riera: De números y juegos, Los embaldosados de Penrose
tribuido por agencias de prensa, prepara
Carroll Righter. Nacido un 6 de febrero, PORTADA: Investigación y Ciencia
Reagan pertenece al signo de acuario.
«Estoy convencido», le dice a Dunn, «de
que se descubrirá que el 80 por ciento de INVESTIGACIÓN Y CIENCIA
los personajes del Salón de la Fama de DIRECTORA GENERAL  Pilar Bronchal Garfella
DIRECTORA EDITORIAL  Laia Torres Casas
Nueva York son acuario». EDICIONES  Anna Ferran Cabeza, Ernesto Lozano Tellechea,
Durante muchos años, el presidente Yvonne Buchholz, Carlo Ferri
PRODUCCIÓN  M.a Cruz Iglesias Capón, Albert Marín Garau
Reagan y su esposa Nancy han sido ami- SECRETARÍA  Purificación Mayoral Martínez
gos personales tanto de Righter —quien ADMINISTRACIÓN  Victoria Andrés Laiglesia
SUSCRIPCIONES  Concepción Orenes Delgado, Olga Blanco Romero
también aconseja a Gloria Swanson y a
otros personajes de Hollywood— como EDITA
de la astróloga Jeane Dixon, hoy en Prensa Científica, S.A.
Muntaner, 339 pral. 1.a
Washington. «No se me considera con- 08021 Barcelona (España)
sejera suya», le dice sibilinamente Dixon Teléfono 934 143 344 Fax 934 145 413
e-mail precisa@investigacionyciencia.es
a Warren Hinckle (San Francisco Chro- www.investigacionyciencia.es
nicle, 19 de julio de 1980), «pero algún
consejo le doy». Joyce Jillson, que escribe SCIENTIFIC AMERICAN
SENIOR VICEPRESIDENT AND EDITOR IN CHIEF  Mariette DiChristina
una columna de astrología para agencias EXECUTIVE EDITOR  Fred Guterl
de información, publicada en el Chicago MANAGING EDITOR  Ricki L. Rusting
Tribune, y que cuenta entre sus clientes MANAGING EDITOR, ONLINE  Philip M. Yam
DESIGN DIRECTOR  Michael Mrak
a varios estudios de Hollywood y diversas SENIOR EDITORS  Mark Fischetti, Seth Fletcher, Christine Gorman,
corporaciones multinacionales, declaró   Michael Moyer, Gary Stix, Kate Wong
ART DIRECTOR  Jason Mischka
que, el año pasado, miembros del equipo MANAGING PRODUCTION EDITOR  Richard Hunt
de Reagan le pagaron 1200 dólares por los PRESIDENT  Steven Inchcoombe
horóscopos de ocho hipotéticos candida- EXECUTIVE VICE PRESIDENT  Michael Florek
VICE PRESIDENT AND ASSOCIATE PUBLISHER,
tos a vicepresidente. No obstante, el jefe MARKETING AND BUSINESS DEVELOPMENT  Michael Voss
de la oficina de prensa de la Casa Blanca
la ha llamado mentirosa. Michael Kramer
DISTRIBUCIÓN
escribe (New York, 21 de julio de 1980): para España:
«Ronald Reagan, dice Ronald Reagan, es LOGISTA, S. A.
un hombre agradable y bienintencionado, Pol. Ind. Pinares Llanos - Electricistas, 3
28670 Villaviciosa de Odón (Madrid)
que adora a su familia, a quien le gusta Tel. 916 657 158
consultar su horóscopo antes de tomar para los restantes países:
decisiones importantes, y que llora cuan- Prensa Científica, S. A.
Muntaner, 339 pral. 1.a
do ve La casa de la pradera».
08021 Barcelona
¿Buscará ahora el presidente la ayuda
del zodiaco para decidir si hacer caso de PUBLICIDAD
NEW PLANNING
Friedman, de Laffer o de algún otro? No Javier Díaz Seco
podemos estar seguros. Como ha escrito Tel. 607 941 341
el economista William Nordhaus, de la jdiazseco@newplanning.es
Tel. 934 143 344
Universidad de Yale (The New York Times, publicidad@investigacionyciencia.es
9 de agosto): «Tan solo podemos confiar
en que la economía de la oferta se parezca
más a la aspirina que a la talidomida».
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75 Varick Street, New York, NY 10013-1917.

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inflation. Robert M. Solow en Technology AMERICAN, así como el logotipo correspondiente, son propiedad exclusiva de Scientific American, Inc., con
Review, vol. 81, n.° 3, págs. 30-46, diciembre/ cuya licencia se utilizan aquí.
enero de 1979.
Reaganomics: Supply-side economics in ISSN 1135-5662        Dep. legal: B-32.350-1995
action. Bruce R. Bartlett. Arlington House Imprime Rotocayfo (Impresia Ibérica) Ctra. N-II, km 600
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El universo matemágico de Martin Gardner  87


Artículo publicado en
Investigación y Ciencia n.o 86
Noviembre de 1983

Juegos enmarañados
Topología de nudos y los resultados insolidarios de la Lotería Seductora

Las matemáticas jamás demuestran anudado o se escurriría. Este mes seré yo pararse sin hacer pasar alguna de ellas a
nada acerca de otra cosa que las mate- quien trate de la topología de los nudos. través de las otras.
máticas; un pedazo de cordel es un objeto En topología, los nudos son curvas El estudio de nudos y eslabones es hoy
físico, no un ente matemático. Así pues, cerradas inmersas en el espacio tridimen- una floreciente rama de la topología en la
antes de preocuparnos por dar demostra- sional. Resulta útil valerse de modelos de que se entretejen álgebra, geometría, teo-
ciones nos hace falta una definición ma- cuerda o cordel más o menos gruesos, y ría de grupos, teoría de matrices, teoría de
temática de cuándo han de considerarse también dibujar su proyección sobre el números y otras ramas de la matemática.
iguales dos nudos. plano. Cuando puede manipularse una Podemos hacernos cierta idea de su ri-
—Richard H. Crowel y Ralph H. Fox, curva cerrada —evidentemente, no será queza y profundidad leyendo el excelente
Introduction to knot theory lícito hacerla pasar a través de sí misma—, artículo de Lee Neuwirth, «Teoría de nu-
de modo que pueda llegar a proyectarse dos», en Investigación y Ciencia, agosto

E stamos en Investigación y Ciencia en


plena temporada de nudos. El mes
pasado, en la sección de «Taller y labora-
sobre un plano en forma de curva cerrada
carente de cortes consigo misma, se dice
que el nudo es trivial. En el habla ordina-
de 1979. Aquí nos ocuparemos solamente
de algunos aspectos recreativos de la teo-
ría de nudos: rompecabezas y curiosida-
torio», Jearl Walker nos mostraba cómo ria se diría que la curva no está anudada. des cuya comprensión requiere tan solo
valernos de un sencillo análisis matemá- Se llama «eslabones» o «argollas» a dos un conocimiento elemental de la cuestión.
tico para saber si un nudo se mantendría o más curvas cerradas que no pueden se- Comenzaremos con uno trivial, pero
que puede coger desprevenidos incluso
a matemáticos. En un pedazo de cordel,
anudemos el medio nudo que se muestra
en la parte izquierda de la figura 1. Imagi-
nando unidos los extremos del cordel, ten-
dremos lo que en teoría de nudos se cono-
ce por «trilóbulo». Es el más sencillo de
los nudos, en el sentido de que podemos
trazar de él un diagrama cuyo número
mínimo de cruzamientos consigo mismo
sea tres. (Ningún nudo puede tener menor
número de cruces, exceptuado el trivial,
que no tiene ninguno.) Imaginemos que
se hace pasar el extremo A de la cuerda a
través del bucle, de atrás hacia delante, y
que se tensa el cordel tirando de sus extre-
mos. Evidentemente, el nudo se deshace.
Supongamos ahora que se haga pasar el
TODAS LAS ILUSTRACIONES DE ESTE ARTÍCULO: ALBERT E. MILLER

extremo A, no una, sino dos veces, como


indica la línea de puntos. ¿Se deshará el
bucle al tensar el cordel?
Casi todo el mundo presume que se
formará otro nudo. Pero el nudo se desha-
ce, como antes. Para producir otro nuevo,
el nudo debe pasar tres veces. Llevándolo
a la práctica se observa que el trilóbulo
A
así formado no es idéntico al primitivo;
es una imagen por reflexión en el espejo,
simétrica respecto a un plano. El trilóbulo
1. Disolución de un trilóbulo (izquierda) y un nudo «en ocho» (derecha). es el más sencillo de los nudos imposibles

88  TEMAS 77
de transformar en imagen especular suya
por manipulación de la cuerda.
El consecutivo en cuanto a simpli-
cidad, que tiene un número mínimo de
cuatro cruces, es el «ocho» de la parte
derecha de la misma ilustración. En
la forma en que lo vemos es muy fácil
transformarlo en su imagen especular:
basta darle la vuelta. Los nudos que por
manipulación pueden convertirse en sus
imágenes especulares se llaman «anfi-
quirales» (de «ambas manos») porque,
lo mismo que los guantes, pueden adop-
tar la lateralidad de cualquiera de ambas
manos. El nudo anfiquiral inmediato al
nudo en ocho tiene seis cruzamientos, y es
el único nudo de tal tipo con seis cruces.
Conforme el número de cruzamientos va
aumentando, los nudos anfiquirales son
progresivamente menos abundantes.
Una segunda e importante forma de
dividir los nudos en dos clases es distin-
guir entre nudos alternantes y no alter-
nantes. Los alternantes pueden dibujarse
de forma tal que al ir recorriendo la curva
en cualquiera de sus dos sentidos se va en
los cruces pasando alternativamente por
encima y por debajo. Los nudos alternan-
tes poseen muchas notables propiedades, 2. Los tres nudos no alternantes de ocho cruzamientos.
no compartidas por los no alternantes.
Otra importante división es en nudos
primos y nudos compuestos. Un nudo es siendo la misma, pero la flecha apunte en dos «ojos»; podemos también usar como
primo cuando es imposible llegar por ma- dirección contraria, se diría que el nudo modelo el borde de una hoja de papel con
nipulación a descomponerlo en dos o más es invertible. Hasta mediados del decenio tres tiras retorcidas. Cuando la trenza
nudos separados. Por ejemplo, el nudo de 1960, uno de los más irritantes proble- solamente rodea un agujero, el nudo se
llano y el nudo de rizos pueden trans- mas no resueltos en teoría de nudos con- llama «tórico», pues podríamos dibujarla
formarse en dos trilóbulos, uno junto a sistía en determinar si existían o no nudos sin cruzamientos sobre la superficie de
otro. El nudo llano es «producto» de dos que fueran no invertibles. Todos los nudos una rosquilla.
trilóbulos de orientaciones distintas; el de hasta siete cruzamientos habían sido Trotter descubrió una elegante de-
nudo de rizos lo es de dos trilóbulos de catalogados ya como invertibles a base de mostración de que todos los nudos de
idéntica orientación y, por consiguiente manipular modelos de cuerda, y lo mismo doble ojo son no invertibles cuando el
—a diferencia del nudo llano—, es anfiqui- ocurría con todos —excepto uno— los nu- número de cruzamientos de las tres tiras
ral. Ambos nudos son alternantes. Como dos de ocho cruzamientos, y con cuatro retorcidas sean números enteros impares
ejercicio fácil, trate el lector de dibujar un de los de nueve. Por fin, en 1963, Hale F. distintos, de valor absoluto mayor que 1.
nudo llano con seis (el número mínimo) Trotter, hoy en la Universidad de Prince- Los enteros positivos denotan trenzas
cruzamientos alternantes. [La solución, ton, anunció la existencia de nudos no con torsión en un sentido; los negativos,
al final del artículo.] invertibles en un sorprendente artículo, trenzas de torsión contraria. Posterior-
Todos los nudos primos de hasta siete «Non-invertible knots exist» (Topology, mente, Richard L. Parris demostró, en su
cruzamientos son alternantes. De los nu- vol. 2, n.° 4, págs. 275-280, diciembre de tesis doctoral, que podemos no tomar en
dos con 8 cruces, únicamente los tres de 1963). cuenta los valores absolutos con tal de
la figura 2 son no alternantes. Por mucho Trotter describía allí una familia infi- que los valores provistos de signo sean
que se manipule un modelo de cuerda de nita de nudos brezel (bollo en forma de distintos, y que estas condiciones son ne-
uno de esos nudos, nunca se conseguirá lazo), que aquí llamaremos «nudos de cesarias y suficientes para nudos de doble
adosarlos a una superficie plana en dia- doble ojo», cuya inversión es imposible. ojo no invertibles. Por tanto, el nudo no
grama alternante. Los nudos brezel reciben su nombre por- invertible de doble ojo más sencillo es el
Una cuarta forma de clasificación bi- que podrían materializarse arrollando mostrado. Siendo 3, –3 y 5 sus números
naria de los nudos es en invertibles y no de ciertas formas un cordel sobre una de cruzamiento, el nudo se contará entre
invertibles. Imaginemos pintada sobre la rosquilla en ocho, esto es, un toro con los de tipo 11.
cuerda una flecha, al objeto de dotar a dos agujeros, sin que se cruzase consigo Se sabe actualmente que el más sen-
la curva por ella definida de un sentido mismo. Podemos dibujarlo sobre el plano, cillo de los nudos no invertibles es el
de recorrido. De ser posible manipular la como vemos en la figura 3, a modo de anfiquiral de ocho cruzamientos de la
cuerda de tal forma que la estructura siga trenza de dos cabos que pasa en torno a figura 4. El primero en demostrarlo así

El universo matemágico de Martin Gardner  89


fue Akio Kawauchi, en Proceedings of the Hay muchas extrañas formas de eti- cados y, por esta razón, hay problemas
Japan Academy (vol. 55, serie A, n.° 10, quetar los cruzamientos de un nudo y fáciles de enunciar mas nada fáciles de
págs. 399-402, diciembre de 1979). Según deducir después una expresión algebrai- resolver, salvo, tal vez, manipulando
Richard Hartley, en «Identifying non-in- ca, o una matriz, que sea la misma para empíricamente modelos de cuerda. Por
vertible knots» (Topology, vol. 22, n.° 2, todo posible diagrama del nudo. Una de ejemplo, ¿será factible retorcer una ani-
págs. 137145; 1983), es el único no inverti- las primeras y de las más útiles de tales lla elástica en torno a un cubo, de modo
ble de los nudos de ocho cruzamientos, y técnicas proporciona un polinomio (lla- que cada cara del cubo presente un cru-
hay solamente dos entre los de nueve, y 33 mado «polinomio de Alexander») para el zamiento con pase de arriba abajo, como
con diez. La totalidad de estos 36 nudos nudo. Recientemente, Conway ha dado vemos en la figura 5? Planteado de otro
había ya sido declarada no invertible por un precioso procedimiento nuevo, enca- modo, ¿podremos atar un cordel en torno
John Horton Conway, si bien con el úni- minado a calcular un «polinomio de Con- a un cubo en la forma explicada, de suerte
co fundamento empírico de que él había way», equivalente al de Alexander. Si dos que al destrabar la cuerda del cubo quede
sido incapaz de invertirlos. No han sido diagramas nodales originan expresiones esta desanudada?
identificados todavía los nudos no inver- algebraicas distintas, los nudos en cues- Fijémonos en que, sobre cada una
tibles de entre los más de 550 que tienen tión son diferentes. Desafortunadamente, de las caras, el cruzamiento de la cuer-
11 cruzamientos. En 1967, Conway publicó el recíproco no es siempre cierto. Puede da ha de ser de uno de los cuatro tipos
la primera clasificación de todos los nudos suceder que dos nudos tengan polinomios que vemos en la ilustración. Habrá, pues,
primos de hasta 11 cruzamientos (en una iguales sin que sean, empero, el mismo. 46 = 4096 formas de atar el cubo con la
reimpresión posterior fueron corregidos Uno de los principales problemas no cuerda, como si fuese un fardo. La atadu-
algunos errores de poca monta). Pueden resueltos de la teoría de nudos es el de ra puede representarse con un nudo de
verse diagramas claros de todos los nudos asociar a cada nudo una expresión váli- tipo 12, con seis pares de cruzamientos,
primos de hasta diez cruzamientos y de da para todos los diagramas de ese nudo, de los cuales cada par puede presentarse
todas las argollas de hasta nueve en el pero exclusivamente para ellos. en una de las cuatro disposiciones. Hora-
valioso libro de Dale Rolfsen, datado en Aunque existen criterios para decidir ce W. Hinckle fue el primero en proponer
1976, Knots and links. si un nudo dado es o no trivial, los mé- el problema, en Journal of Recreational
todos disponibles son tediosos y compli- Mathematics, en 1978. En un número pos-
terior (vol. 12, n.° 1, págs. 60-62; 1979-80),
Karl Scherer hizo ver cómo, por razones
de simetría, el número de ataduras esen-
cialmente diferentes es de 128. Scherer
verificó empíricamente que en todos los
casos la cuerda quedaba anudada. Su re-
sultado no ha sido todavía confirmado
por otros, y nadie ha descubierto hasta
ahora procedimientos más sencillos para
abordar el problema. Llama la atención la
imposibilidad de lograr la atadura desea-
da con una cuerda desanudada, porque
es fácil retorcer una anilla en torno al
cubo y dejar situados los puntos de cruce
abajo-arriba en cualesquiera dos o cuales-
quiera cuatro de las caras (los cruces que
se produzcan en las demás caras serán
3 –3 5 rectos), mientras que es aparentemente
imposible lograr lo mismo en solo una,
tres o cinco caras. Podría esperarse, pues,
que fuera factible hacerlo en seis, mas tal
parece no ser así. Quién sabe si la disposi-
ción pedida será posible usando dos, tres
o cuatro anillas de goma.
La figura 6 nos muestra un delicioso
rompecabezas de nudo y argolla, que me
fue enviado recientemente por su inven-
tor, Majunath M. Hegde, estudiante de
matemáticas en la India. Fijémonos en
que los dos trilóbulos forman un nudo
de rizos flojo. El problema es manipular
nudo y anillo de modo que el anillo se
traslade al nudo superior, como vemos di-
bujado en línea de puntos. Todo lo demás
3. El miembro más sencillo de una familia infinita de nudos debe permanecer como está.
no invertibles de «doble ojo».

90  TEMAS 77
Es fácil hacerlo si se atina con la idea dibujarlos, entrelazados, sobre la su-
feliz necesaria. Como es evidente, no po- perficie de uno de esos gruesos aros de
demos desatar la cuerda de las sillas, ni goma que se dan a morder a los niños
es tampoco lícito agrandar un nudo y ha- cuando echan los dientes, recortándo-
cer pasar una silla por su interior. Sería los luego cuidadosamente. También es
prefirible imaginar que los cabos de la posible tallar dos aros encadenados de
cuerda están permanentemente unidos maderas distintas, insertando uno de los
y anclados a una pared. [La solución, al aros en una rendija vaciada en un tronco
final del artículo.] de árbol, y esperando después los años
El truco de disolver o crear nudos ha- precisos para que el árbol, al crecer, la
ciendo pasar una persona a través de un rellene y rodee. Por ser el trilóbulo un
bucle fue utilizado por falsos médiums nudo tórico, es fácil también recortarlo
cuando se puso de moda relacionar los de un aro grueso de goma.
fenómenos psíquicos con la cuarta dimen- El truco que me dispongo a describir
sión. Tan solo en el espacio tridimensional era demasiado burdo para que Slade se
es posible anudar nudos en curvas cerra- valiese de él, pero otros médiums de me-
das. En el espacio de cuatro dimensiones, nor ingenio lo han aprovechado en más de 4. El más sencillo de los nudos
todos los nudos se disuelven. Si nos fuera una ocasión. Podemos encontrarlo expli- no invertibles.
posible lanzarle un aro de cuerda, sin nu- cado, junto con otros timos de ataduras,
dos, a un ser del espacio tetradimensio- en el capítulo 2 de The physical pheno-
nal, este podría anudar en el aro un nudo mena of spiritualism, fraudulent and ge- y se agranda y baja un bucle, como vemos
cualquiera y lanzárnoslo de vuelta, ahora nuine. En una reunión de espiritismo, se en el paso 2. Pasando los dedos a través
con un nudo permanentemente forma- ataba el extremo de una cuerda larga a la del bucle así abierto, se toma el cordel por
do. Entre los físicos espiritualistas llegó muñeca de uno de los participantes y, el B y se baja otro bucle (paso 3). Volvemos a
a hacerse popular la teoría de que los mé- otro extremo, a la muñeca de otro. Finali- colar los dedos índice y pulgar de la mano
diums tenían la facultad de elevar objetos zada la sesión, al encenderse las luces, la derecha por el bucle más bajo, tomamos
a espacios de dimensión superior, y reco- cuerda presentaba varios nudos. ¿Cómo la cuerda por C y formamos otro bucle
brarlos para nosotros desde allí. Algunos pudieron llegar a formarse en ella? más (paso 4). Continuamos de igual modo
médiums, como el charlatán e ilusionista Los dos participantes implicados se hasta haber formado una cadena tan larga
americano Henry Slade, sacaron partido encuentran al apagar las luces de pie, como sea posible.
de esta teoría simulando crear nudos en cerca uno del otro. En la oscuridad, el Sujetando con la mano derecha el ex-
bucles cerrados de cuerda. Johann C. médium, o un cómplice, forma unos cuan- tremo inferior de la cadena, estirémosla
F. Zöllner, físico austríaco, dedicó nada tos bucles muy holgados en la cuerda, y ligeramente. Pídale a otra persona que eli-
menos que un libro entero a Slade y al sigilosamente los pasa por la cabeza y el ja un eslabón cualquiera, y que lo apriete
hiperespacio. Se trata de una obra digna cuerpo de uno de los atados. Los rollos de con fuerza entre índice y pulgar. Demos
de leerse, elocuente testimonio de cómo cuerda quedan yacentes en el suelo, hasta un tirón de ambos extremos de la cuerda.
un físico inteligente puede ser embaucado que más adelante, sin darle importancia, Como era de esperar, todos los eslabones
por un ilusionista astuto. el médium pide al sujeto que dé algunos se esfuman, pero cuando nuestro ayu-
Los científicos siguen dejándose tomar pasos hacia un lado. Los bucles quedan dante separe índice y pulgar, aparecerá
el pelo con trucos de nudos y argollas. así libres, permitiendo al médium tensar un nudo prieto en el lugar preciso donde
Wil­liam Cox y John Richards, investiga- la cuerda y formar una serie de apretados pellizcó.
dores ambos de los fenómenos de psiquis- nudos en medio de ella. Los pasos que se Hace algunos años, Joel Langer, ma-
mo, han estado recientemente exhibiendo dieron hacia un costado parecen tan desli- temático de la Universidad Case de la
una película ralentizada que se propone gados e irrelevantes para el fenómeno que Reserva Occidental, hizo un notable des-
mostrar cómo dos aros de cuero se eslabo- nadie les presta atención. Pregúntesele cubrimiento: dio con un procedimiento
nan y deseslabonan dentro de una pecera. al propio invitado algunas semanas más para construir «nudos saltarines» valién-
«El examen posterior no reveló pruebas tarde si tuvo que cambiar de posición, y dose de alambre de acero inoxidable. Se
de que los aros hubiesen sido cortados sincera y vigorosamente lo negará. anuda el alambre y se sueldan sus extre-
de ninguna forma», escribía el National El cosmólogo británico Roger Penrose mos. Manipulándolo adecuadamente es
Enquirer del 27 de octubre de 1981 al dar me mostró en cierta ocasión un insólito posible comprimirlo hasta formar un aro
cuenta del milagro a sus lectores. Lo que truco relativo a la misteriosa aparición de trenzado plano. Al dejar de comprimir el
me trajo a las mientes una antigua broma un nudo. Penrose lo inventó estando to- aro, la tensión del alambre lo hace saltar
que solían gastar desde el escenario los davía en la escuela elemental. Se basa en súbitamente, formándose una figura tri-
prestidigitadores. El ilusionista anuncia el llamado «punto de cadeneta» utilizado dimensional simétrica. Devolver el resorte
haber transportado por arte de magia un al hacer ganchillo, así como en costura y a su forma primitiva es un rompecabezas
conejito desde una caja opaca hasta otra. en bordado. Se comienza la cadeneta anu- tan enigmático como frustrante.
Y después, antes de abrir ninguna de las dando un trilóbulo en el extremo de un En 1981, Langer y su asociada Sharon
dos, afirma haber vuelto a transportar, largo pedazo de cordel fuerte o de cuerda O’Neil formaron una compañía que lla-
mágicamente también, al conejito de delgada, sujetándolo con la mano izquier- man Why Knots. De ella podemos recibir
vuelta a la primera. da, como vemos en el primer paso de la tres preciosos nudos saltarines: el nudo
Incidentalmente, es fácil fabricar figura 7. Con los dedos índice y pulgar de en forma de ocho, el «botón chino» y el
dos aros de goma encadenados. Basta la mano derecha se toma la cuerda por A «lazo del matemático». Al sacar cada uno

El universo matemágico de Martin Gardner  91


de esos nudos del sobre cuadrado en que Cedemos ahora la palabra a Douglas ¿debería yo cooperar o defraudar?». En
son enviados, eclosionan, formando un Hofs­tadter: La Lotería Seductora, que pro- los ejemplos de cooperación y defección
precioso adorno para colgar. De los tres, puse en mi sección «Temas metamágicos» presentados hasta ahora, la divisoria en-
el ocho es el más fácil de devolver al sobre. de agosto pasado [véase «Un análisis de tre unos y otros estaba nítidamente tra-
El nudo de botón chino (así llamado por la cooperación, puesto a prueba median- zada; ahora parece existir un continuo de
ser una forma ampliamente utilizada en te un concurso egregio»; Investigación posibles respuestas y, por tanto, una con-
China para botones en ropas de cama) es y Ciencia, agosto de 1983] ha levantado tinuidad en el «grado de cooperación».
más difícil; el lazo del matemático es el cierta polvareda. Permítaseme recordar Es obvio que se puede llegar al máximo
más difícil de los tres. que estaba abierta a todos; bastaba enviar grado de cooperación, renunciando vo-
Fue James W. Alexander (el mismo una postal que especificase claramente un luntariamente a participar en el concurso,
del polinomio) quien demostró que cada entero positivo, el número de participa- lo que equivaldría a tirar piedras sobre
nudo admite un diagrama en forma de ciones que el remitente deseara tener. nuestro propio tejado. Es igualmente
trenza circular cerrada. Esta propiedad, Dicho entero habría de ser, efectivamen- obvio que se puede ser extremadamente
que poseen todos los nudos, no solamen- te, su «peso» en la extracción final, así anticooperador, sin más que presentar un
te los tóricos, es conocida como teorema que si escribió usted «100», su nombre número colosal de participaciones, con lo
de Alexander. No es fácil de demostrar, tendría 100 veces más oportunidades que que se consigue a un tiempo fastidiar a los
como tampoco lo es que al dársenos una el de una persona que escribiese «1». La demás y destruir el premio. Hay, empero,
cuerda anudada con muchos cruzamien- única pega consistía en que la dotación un amplio trecho intermedio. ¿Qué decir
tos atinemos con un procedimiento para económica del premio era inversamente de quienes presenten una o dos participa-
transformarla en una trenza anular con proporcional a la suma de todos los «pe- ciones? ¿Y de quien lanzase un dado para
número mínimo de hebras. sos» recibidos a 30 de septiembre. Espe- decidir si participar o no en el concurso
Las formas de los tres nudos de Why cíficamente, el premio se cifraba en un con un boleto nada más?
Knots nos hacen comprender cómo pudo millón de pesetas/P, donde P es la suma No estaría de más que antes de prose-
ocurrírseles a los físicos del siglo xviii la de todos los pesos recibidos. guir explicase yo el sentido generalizado
teoría, respetada en su día, de que las mo- La Lotería Seductora fue propuesta a en que utilizo los términos «cooperación»
léculas eran los diferentes tipos de nu- modo de ejercicio donde se enfrentasen y «defección». Cuando éramos niños, los
dos en que podían enlazarse los anillos «cooperación» y «defraudación». Cada mayores solían reprendernos por pisar
vortiginosos del éter (léase hoy «espacio- uno de los potenciales concursantes se el césped o ser demasiado ruidosos, di-
tiempo»). Tanto así, que fue precisamente enfrentaba a una misma cuestión fun- ciendo a lo mejor, «No, no, no... ¿Qué
esta especulación la que condujo al físico damental: «¿Deberé yo moderarme, y pasaría si todos hiciéramos lo mismo?»
escocés P. G. Tait al estudio de la topología presentar un número pequeño de parti- Quintaesenciado, no es otro el argumento
y a investigar, por primera vez sistemáti- cipaciones, o deberé más bien “ir a por él”, que se utiliza contra los defectores, y el
camente, la teoría de nudos. presentando un gran número? Es decir, que nos servirá para definir el concepto:

5. Problema del cubo y la banda elástica.

92  TEMAS 77
una defección es una acción que, si todo elevada al nivel colectivo, se traduce en
el mundo la cometiera, crearía para todos insania e insensatez. Dicho de otra forma,
los individuos una situación mucho peor tanto la codicia como la apatía, a nivel
que si todos se abstuvieran de realizarla de individuo típico, pueden traducirse en
y que, por otra parte, resulta tentadora a demencia o catástrofe a nivel colectivo.
cada uno de ellos, pues si tan solo un in- El biólogo Garrett Hardin, especia-
dividuo o un grupo reducido la cometiese, lista en evolución, ha escrito un famoso
absteniéndose los demás, la vida resulta- artículo concerniente a este tipo de fe-
ría mucho más grata para ese individuo nómenos titulado «The tragedy of the
(o grupo escogido). commons» (Science, vol. 162, n.° 3859,
La cooperación, evidentemente, es el págs. 1243-1248, 13 de diciembre, 1975).
reverso de esta moneda: es el acto de re- Hay, en su opinión, dos tipos de raciona-
sistir la tentación. No es forzoso que la lidad. Una, llamémosla «de tipo local»,
cooperación deba ser pasiva, y la defec- encaminada y tendente hacia el bien del
ción, activa. Sucede muy frecuentemente individuo, y otra, «de tipo global», que se
todo lo contrario: la opción cooperativa propone el bien del grupo. Ambos tipos
puede consistir en participar industrio- están, según Hardin, en conflicto inevi-
samente en alguna actividad, mientras la table y eterno. Yo podría estar conforme
defección consiste en tumbarse en dolce con dicha opinión admitiendo que los in-
far niente, y aceptar los frutos amables dividuos no tengan conciencia ni noticia
que todos reciben gracias al esfuerzo de de su común destino, y que al ejecutar
los cooperadores. sus acciones procedan como individuos
Son ejemplos típicos de defección atro- aislados, ciegamente.
nar, con el tocadiscos a máximo volumen, Si, empero, teniendo plena conciencia
a todo el vecindario los días o las noches de que sus destinos van uncidos al de to-
de verano; saltarse las señales de STOP dos, continuasen actuando alegremente,
—ya se las arreglarán para frenar quie- como si su situación no fuese de carácter
nes estén cruzando en ese momento—; comunal, yo mantendría que la conducta
utilizar el auto para ir al trabajo, sin preo- de tales individuos nada tiene de racio-
cuparse de buscar una fórmula de trans- nal. Dicho de otra forma, en colectivos
porte compartido con otros compañeros; instruidos y conscientes, la racionalidad 6. Un rompecabezas de nudo y anillo,
derrochar agua durante las sequías, pues «local» no es racional, punto. No solo es venido de la India.
«ya se encargará alguien del problema»; perniciosa para el grupo, sino también
abstenerse de votar en elecciones crucia- para cada individuo. Por ejemplo, en el
les, «porque un voto poco puede impor- dilema del preso a una ronda, que describí No obstante, lo cierto es que cada uno de
tar»; tener despreocupadamente diez hi- en los «Juegos matemágicos» del mes de nuestros pensamientos «personales» es
jos en un período de rápido aumento de agosto, quienes optaron por defraudar reflejado miles o millones de veces en las
la población, dejando a otros el problema lograron para sí menos que si todos hu- mentes de nuestros prójimos.
de limitar su fecundidad; no dedicar tiem- biesen cooperado. Nunca quedó este hecho mejor mani-
po ni energía a presionar a los Gobiernos Tal era el núcleo de mi artículo, don- fiesto que en las respuestas a la Lotería
acerca de temas tan fundamentales como de hablaba yo de «suprarracionalidad», Seductora. Resulta difícil determinar con
la carrera armamentística, el hambre, la o de «racionalidad renormalizada». Tan precisión qué es aquí exactamente «el
contaminación ambiental, el agotamiento pronto se sabe que se es miembro típico campo». El concurso se declaró abierto a
de los recursos, etcétera, limitándose a de una clase de individuos, es forzoso ac- todos, lectores o no de la revista. Podría-
un «Todo eso es muy triste, pero no hay tuar como si nuestras acciones fueran a mos suponer prudentemente, sin embar-
nada que un solo individuo pueda hacer verse multiplicadas muchas veces, porque go, que pocos no lectores llegarían a tener
al respecto». inevitablemente van a serlo. En efecto, al noticia de ella, así que comencemos por
Cuando el número de personas impli- tomar —por así decirlo— un muestreo en los lectores de Scientific American, que
cadas es grande, los individuos pueden uno mismo estamos tomando muestras son un colectivo de al menos un millón de
no llegar a darse cuenta de que sus de- de todo el campo, y si nosotros dejamos de personas en sus distintas ediciones. (Sola-
cisiones, en apariencia propias e idiosin- hacer lo que esperamos que hagan los mente la circulación de la edición inglesa
cráticas, son seguramente muy típicas y demás, quedaremos muy desengañados. alcanza los 660.000 ejemplares.) Supon-
serán reproducidas muchas veces, tal vez Así pues, conviene reflexionar cuidado- gamos que 100.000 lectores se interesasen
incluso a gran escala; así pues, lo que cada samente acerca de la propia situación en por esta sección, y que 10.000 la leyeran y
pareja considera ser su propia y particu- el mundo antes de defraudar, esto es, de considerasen seriamente la posibilidad de
lar decisión (consciente o inconsciente) lanzarnos a realizar actos ingenuamente participar. En cualquier caso, tomaré esta
acerca de cuántos niños tener puede re- egoístas. última cifra como población del campo.
sultar en una explosión de nacimientos. Las personas se resisten vehemente- En mi artículo de agosto había yo ex-
Análogamente, decisiones «individuales» mente a considerarse parte de fenómenos puesto detalladamente mi razonamiento
respecto a la inutilidad de trabajar activa- estadísticos; y ello es comprensible, pues «suprarracional» para el dilema de Plato-
mente por el bien de la humanidad con- parece como si se menoscabara su senti- nia, y mostrado la necesidad de lanzar un
ducen a una inmensa ola de apatía, que, do de individualidad o su libre albedrío. dado de n caras para decidir si participar

El universo matemágico de Martin Gardner  93


0: 1
1 2 3 4 100.000/N + 1: 1
A 1: 115
2: 8
3: 3
4: 1
5: 4
B 6: 0
7: 2
8: 1
C
10: 4
13: 2
D 23: 1
25: 1
50: 1
100: 7
200: 1
500: 1
7. El «punto de cadeneta» de Penrose. 526: 1
1000: 2
999.999: 1
o no. Aquí es aplicable un razonamiento premio es máximo: casi 520.000 pesetas, 1.000.000: 7
parecido. que no son cosa de broma. 9.000.000: 1
En el dilema de Platonia, donde re- Ahora bien, esto significa que si todo Gúgol (10100): 3
sultaba fatal que hubiese más de un con- el mundo hubiese seguido mi ejemplo 244.497 – 1: 1
cursante, el dado ideal había de tener N del artículo de agosto, yo habría recibido, 1010.000: 1
caras, siendo N el número de jugadores. probablemente, en total una o dos tarje- N: 1
Por tanto, 10.000 jugadores equivalen a un tas con un «1» en ellas, y una de estas N + 1: 3
dado de 10.000 caras. Pero en la Lotería afortunadas personas se habría hecho 999 × N: 1
Seductora, las consecuencias de concursar con una suma fantástica. ¿Pero piensa 10N: 1
más de una vez no son tan drásticas. Así el lector que fue eso lo ocurrido? ¡Claro 10∞: 1
pues, el número ideal de caras del dado que no! Sufrí, en cambio, una auténtica
resulta ser alrededor de dos tercios del avalancha de cartas y tarjetas postales, Curiosamente, muchos, por no decir
total de participantes; con 10.000 juga- alrededor de 2000. ¿Y cómo fue el reparto casi todos, de los que presentaron solo
dores, un dado de 6667 caras funciona de participaciones? Doy parte de él en la una participación se felicitaron por ser
admirablemente bien. Al darle al dado tabla siguiente: «cooperadores». ¡Absurdo y ridículo! Los
menos de 10.000 caras, aumenta algo la auténticos cooperadores se cuentan entre
probabilidad para cada jugador de entrar 1: 1133 los supuestos 10.000 ávidos lectores que
en el concurso, con una sola participación. 2: 31 calcularon el número idóneo de caras del
¡Será, pues, muy probable que se reciba al 3: 16 dado, que utilizaron una tabla de dígitos
menos una! 4: 8 aleatorios o algún sistema equivalente, y
Con un dado de 6667 caras, la probabi- 5: 16 luego —muy probablemente— se abstu-
lidad de ganar de cada jugador suprarra- 6: 0 vieron de participar. Tal vez se encuentre
cional no es exactamente igual a 1/10.000; 7: 9 entre las mil y pico participaciones indi-
se aproxima más bien a 1/13.000. La 8: 1 viduales la procedente de un cooperador
causa es que hay alrededor del 22 por 9: 1 suprarracional, pero lo dudo. A quienes se
ciento de probabilidad de que ningún 10: 49 conformaron sencillamente con retirarse
dado alcance a presentar la cara ade- 100: 61 sin lanzar un dado los caracterizaría yo de
cuada, con lo que nadie llegará a enviar 1000: 46 perezosos bienintencionados, pero no de
su participación, y nadie ganará. Dán- 1.000.000: 33 cooperadores auténticos —algo así como
dole al dado menos caras, por ejemplo, 1.000.000.000: 11 quienes contribuyen con dinero a una
3000, el importe esperado del premio 602.300.000.000.000.000.000.000 (nú- causa política, pero no desean tomarse
resulta considerablemente menor, al mero de Avogadro): 1 ninguna otra molestia por el problema—.
ser mayor el número esperado de con- Gúgol (10100): 9 Es la forma comodona de proclamarse
cursantes. Y al darse al dado más caras, Gúgolplex (100gugol): 14 cooperador.
20.000 pongamos por caso, se corre un Incidentalmente, no se vaya a creer
riesgo considerable de que nadie llegue Esto por lo que se refiere a Scientific que he terminado con la tabla de partici-
a presentarse. Hay, por consiguiente, una American. En Investigación y Ciencia, paciones. Resulta, sin embargo, un poco
solución transaccional, cuyo valor ideal aunque el universo era menor, la parti- descorazonador describir lo sucedido.
puede calcularse sin demasiada dificul- cipación ha sido, proporcionalmente, su- Helo aquí, en síntesis. Una muchedum-
tad: 6667 resulta casi óptimo, y es el va- perior (207 cartas). Véase a continuación bre de lectores se estuvo devanando los
lor para el cual el importe esperado del parte de las respuestas recibidas: sesos, intentanto dar con números in-

94  TEMAS 77
concebiblemente grandes. Unos llenaron tan seguro de que la Lotería Seductora no ción como columnista de Investigación
totalmente su tarjeta con minúsculos 9; suponía para la revista ningún riesgo. y Ciencia. Ha sido para mí una oportuni-
otros, con una fila tras otra de signos de Esta miope cartera, esta absurda an- dad valiosa y enriquecedora. Muy grato
exclamación, generando de esta forma sia de «ser el primero», revela cómo, en me ha sido disponer de este estrado, des-
factoriales de tamaño colosal. Un puña- gran multitud, cada persona imagina de donde expresar mis ideas y preocupa-
do de entre ellos llevó el juego mucho que sus ocurrencias son únicas. Tengo ciones. He disfrutado —a veces— con los
más allá, dándose cuenta de que la so- la sospecha de que la mayoría de quie- enormes envíos de correo y, desde luego,
lución óptima escapa a todo proceder nes presentaron números mayores que ha sido un gran placer conocer nuevos
sistemático. Consiste, sencillamente, 1.000.000 estaban convencidos de que amigos gracias a este medio. No echaré
en un «paquete denso» de definiciones iban a ser los únicos en hacerlo. Muchos de menos la temida fecha límite mensual,
construidas unas sobre otras, seguidas de quienes enviaron números como un pero sin duda me encontraré con ideas
por una línea final donde la de rango gúgolplex, o un 9 seguido de cientos de que hubieran sido buenos artículos en
más alto es aplicada a un número rela- signos factoriales estaban manifestando «Temas metamágicos». Los tendré pre-
tivamente pequeño, como el 2, o mejor explícitamente su certidumbre de «ga- sentes, y tal vez en alguna oportunidad
todavía, el 9. nar». Y quienes, saltándose todas las futura escriba una colección de ensayos
Como he dicho, recibí unas cuantas señales de STOP, enviaron definiciones parecida.
de estas participaciones. Algunas de ellas capaces de embrollar a casi todos los Pero por ahora ha llegado el momento
sacaban partido de tan potentes nocio- matemáticos, estaban muy seguros de de mudarme a nuevos territorios: aspiro
nes de lógica y teoría de conjuntos que que iban a ganar. Tal como han ido las a retornar a mi vida profesional y a una
resultó un problema serio establecer una cosas no sé quien ganó, ni tampoco me mayor privacidad. Adiós, por tanto, con
ordenación entre ellas, y ni siquiera está importa, pues el premio es tan aproxi- mis mejores deseos, a usted y a todos los
claro si yo, u otra persona cualquiera, madamente igual a cero que ni el mismo lectores de la revista, de este número, de
podría determinar cuál es el máximo de Dios detectaría la diferencia. este ejemplar, de esta sección, de esta
los números presentados. Ello me sugirió Bueno, ¿y qué conclusión sacar de página, de esta columna, de esta frase,
con fuerza la insania de la inútil carrera todo esto? Nada demasiado serio, aun- esta línea, y por último, aunque no me-
armamentística que padecemos, con am- que confío, eso sí, en que dé a los lec- nos importante, de este «este».
bos bandos rivalizando en producir tan tores motivo para detenerse a pensar —Douglas Hofs­tadter
inmensos arsenales que los equipos de un instante la próxima vez que hayan
expertos no consiguen siquiera decidir de decidir entre cooperar o defraudar,
cuál es mayor. Y mientras, los esfuerzos cosa que probablemente sucederá antes
PARA SABER MÁS
que cada bando realice van en detrimen- de unos minutos, pues todos nosotros
to de todos. afrontamos tal tipo de decisiones mu- An enumeration of knots and links, and some
of their algebraic properties. John Horton
¿Me ha resultado divertido todo esto? chas veces al día. Algunas son triviales, Conway en Computational Problems in Abstract
Un poco sí, desde luego. Pero, al mismo pero otras llegarán a tener repercusiones Algebra, dirigido por John Leech. Pergamon
tiempo, lo encontré molesto y decepcio- monumentales. El futuro del globo está Press, 1970.
nante. No es que no lo esperase. Más to- en sus manos. Knots and links. Dale Rolfsen. Publish or Perish,
Inc., 1976.
davía, era precisamente lo que esperaba Y con esta reflexión, un tanto sombría
que ocurriese, y la razón por la que estaba quizá, habré de poner fin a mi colabora-

SOLUCIONE S

Nudo llano. La figura inferior mues- El nudo y el anillo. Abajo, una forma de resolver el rompecabezas del nudo y el anillo. Primero ceñi-
tra cómo transformar un nudo llano mos el nudo inferior sobre el anillo, y lo corremos, llevando el anillo con él, hasta lo alto, a través del
en otro alternante de seis cruzamien- nudo superior (a). Abrámoslo. Tendremos dos nudos trilóbulo, uno al lado del otro (b). Ahora apreta-
tos. Basta voltear el arco a, dibujado mos el nudo sin anillo, lo hacemos correr por dentro del otro, y lo llevamos hacia abajo. Aflojándolo
en línea de trazos, y formar el arco b. y abriéndolo, habremos terminado.

b a b c

El universo matemágico de Martin Gardner  95


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MyC 13: Emociones musicales T-13: Presente y futuro de los transportes
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MyC 23: El descubrimiento del otro T-22: Trastornos mentales
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MyC 28: Sibaritismo inteligente T-27: El color
MyC 29: Cerebro senescente T-28: La consciencia *
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