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REPÚBLICA DE VENEZUELA

UNIVERSIDAD DEL ZULIA


FACULTAD DE ODONTOLOGIA

FILOSOFÍA DE LA PRAXIS ODONTOLÓGICA


(Apuntes para su discusión)

Trabajo de Ascenso para optar a la categoría de Profesor Titular

Dr. Jorge Luís Balzán Ballesteros

Maracaibo, Mayo de 2008


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FILOSOFÍA DE LA PRAXIS ODONTOLÓGICA


(Apuntes para su discusión)
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La comprensión que tengamos sobre


la Praxis Odontológica
representa la “piedra de rosetta” entre
“el ser” y “el hacer” odontológico

Jorge L. Balzán B.
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Dr. BALZÁN BALLESTEROS, Jorge Luis. FILOSOFÍA DE LA PRAXIS
ODONTOLÓGICA (Apuntes para su discusión). La Universidad del Zulia (L.U.Z).
Facultad de Odontología. Escuela de Odontología. Maracaibo. Venezuela.
1999.____ pp.

RESUMEN

Las relaciones que se establecen entre los hombres, determinan la interpretación y


el abordaje que ellos realizan sobre su entorno. Constituyen una práctica de
carácter social, en la cual se relacionan la experiencia socialmente acumulada
-teoría- y su aplicación en la realidad concreta -método-; ambos elementos
conforman la Ciencia. La Odontología, como práctica social en sí, no es ajena a
este hecho. Su desarrollo histórico está estrechamente vinculado al desarrollo
social de las fuerzas productivas y a la forma como ellas se manifiestan
socialmente. El Materialismo Histórico, como ciencia, ofrece las herramientas
teórico-metodológicas para estudiar las relaciones sociales entre los hombres.
Desde esa óptica, y partiendo del concepto sobre la Praxis de Antonio Gramsci, se
realiza una aproximación a la Filosofía de la Praxis Odontológica, su evolución y
desarrollo histórico -Práctica Odontológica-. Se fundamenta la Odontología como
ciencia, desagregándola estructuralmente de acuerdo al continuum del saber
humano; según los niveles de la lógica y sus niveles de realización. Identificando
su objeto de estudio, y su cuerpo teórico y metodológico.

Palabras Clave: Filosofía, Praxis, Práctica, Praxis Odontológica, Práctica


Odontológica, Odontología Integral.
5

No hay acción revolucionaria


sin teoría revolucionaria
Lenin
6

INTRODUCCIÓN

Se hace necesario destruir, contrarrestar el prejuicio, muy difundido, acerca


de la Filosofía como "algo muy difícil"; por el hecho de ser una actividad intelectual
propia de una determinada categoría de científicos especialistas o de filósofos
profesionales y sistemáticos.

Es de suma importancia terminar con la prenoción, con esa interpretación


acerca de la filosofía como el simple hecho de teorizar, de elaborar construcciones
teóricas, abstractas y complejas, ajenas y distintas de la realidad, de esa realidad
concreta en la cual se encuentra inmerso el ser humano; de esa realidad en la cual
actúa, transforma y elabora el hombre en sus dos acepciones, en lo singular-
individual y en lo plural-social.
Por consiguiente, hay que empezar demostrando que todos los hombres son
“filósofos”; para ello debemos definir los límites y las características de esa
"filosofía espontánea” propia de ''todo el mundo", en otras palabras, de la filosofía
contenida:

1. En el lenguaje mismo, el cual constituye un conjunto de nociones y


conceptos determinados y; no sólo de palabras-símbolos gramaticalmente
vacíos de contenido;

2. En el sentido común y en el buen sentido.

3. En todo el sistema de creencias, de supersticiones, de opiniones, de modos


de ver y de actuar que se incluyen en lo que se denomina o conoce en
sentido general como "cultura popular o folklore".

Todos estos elementos, conforman esa filosofía espontánea, cotidiana y la


cual de manera inconsciente, todos los seres humanos practicamos, ya que, en la
más mínima manifestación de carácter racional-intelectual, cualquiera que ella sea,
7
a través del lenguaje se contiene una determinada concepción del mundo.
El siguiente paso de esa "filosofía espontánea", lo representa el momento de
la crítica y de la conciencia, es decir, a la cuestión de si es preferible "pensar" sin
tener conciencia crítica de ello, de modo disgregado y ocasional, esto es, participar
en una concepción del mundo impuesta mecánicamente por el ambiente exterior y,
por lo tanto, por el grupo social en el cual todos nos. encontramos
automáticamente inmersos desde nuestra entrada al mundo consciente; o por el
contrario, es preferible elaborar una concepción propia del mundo, de manera
consciente y crítica, en conexión con esa labor del propio cerebro, elegir la propia
esfera; participar activamente en la producción de la historia del mundo.

Esa propia participación en la producción de la historia del mundo,


corresponde a una concepción particular de ese mundo, nos ubica siempre en una
determinada agrupación y, concretamente, a la de todos los elementos sociales
que comparten un mismo modo de pensar y actuar.

Cuando esa concepción no es crítica y coherente, sino ocasional y


disgregada, se pertenece simultáneamente a una multiplicidad de hombre - masa;
la propia personalidad se compone de elementos extraños y heterogéneos:
podemos encontrar en ella, elementos del hombre de las cavernas conjugados, con
los principios más avanzados de la ciencia y la técnica; prejuicios de todas las
fases históricas anteriores, mezquinamente localistas e intuiciones de una filosofía
futura.

Criticar la propia concepción del mundo, significa por tanto, hacerla unitaria y
coherente, elevarla hasta el punto al cual ha llegado el pensamiento más
avanzado. Significa criticar toda la filosofía que ha existido hasta ahora, en la
medida que ha dejado estratificaciones consolidadas en la filosofía popular; el
comienzo de la elaboración crítica es la conciencia de lo que se es realmente,
producto del proceso histórico desarrollado anteriormente.
8
"No se puede separar la filosofía de la historia de la filosofía, ni la cultura de
(16)
la historia de la cultura". En el sentido más preclaro, más inmediato, no se
puede ser filósofo, es decir, no se puede poseer una concepción del mundo
críticamente coherente, sin la conciencia de su historicidad, de la fase de
desarrollo que representa, y, del hecho de que se está en contradicción con otras
concepciones o con elementos de otras concepciones. La propia concepción del
mundo, responde a determinados problemas planteados por la realidad,
determinados y originales en su actualidad.

"¿Cómo se puede pensar el presente, y un presente bien determinado,


con un pensamiento elaborado por problemas de un pasado a menudo
remoto y superado? Si así ocurre, quiere decirse que, se es
anacrónico en la propia época, que se es un fósil y no un ser que vive
moderadamente. O por lo menos, se es un extraño y heterogéneo
compuesto". (17)

Si bien es cierto que el lenguaje contiene los elementos de una concepción


del mundo y de una cultura, también lo será que por el lenguaje de cada uno se
puede juzgar la mayor o la menor complejidad de su concepción del mundo.

Quien sólo habla un dialecto, sólo comprende la lengua nacional en grados


diversos o solamente utiliza y se apoya en una interpretación limitada de la
realidad; participa necesariamente de una intuición del mundo más o menos
limitada y provincial, en relación con las grandes corrientes del pensamiento que
dominan la historia mundial. Sus intereses serán limitados, más o menos
corporativos o economicistas, nunca serán universales.

Crear una nueva cultura, no significa sólo hacer individualmente


descubrimientos "originales", sino, que significa también, difundir críticamente
verdades ya descubiertas, socializarlas por así decir y, por consiguiente,
convertirlas en la base de acciones vitales, en elementos de coordinación y de
orden intelectual y moral.
9

Conducir a un grupo de hombres a pensar coherentemente y de modo


unitario el presente real y efectivo, es un hecho filosófico mucho más importante y
original, que el descubrimiento por parte de un "genio filosófico" de una nueva
verdad que se convierte en patrimonio exclusivo de pequeños grupos intelectuales.
10

Por mi parte,
prefiero ayudar a construir lo construible.
Y lo que no lo es, lo baldío,
lo definitivamente exento de esperanzas,
dejarlo de lado.
Pasar ante ello,
como ante un montón de chatarra

Ludovico Silva
11

A. FUNDAMENTOS TEÓRICOS

1. ASPECTOS FILOSÓFICOS SOBRE LA PRAXIS

1.1. Epistemología de la Praxis

Toda referencia sobre la praxis, obliga a establecer la relación existente


entre la realidad y la teoría del conocimiento; entendida esta relación, como el
proceso mediante el cual el hombre como actor social determina su existencia
humana, transformando la realidad.

Esta transformación, se circunscribe a la actividad humana, en la intención


de mejorar sus condiciones materiales de existencia. Pero toda praxis es actividad,
mas no toda actividad es praxis. La praxis, representa una forma de actividad
especifica, de otras que pueden estar incluso íntimamente vinculadas a ella.

Por actividad en general, entendemos el acto o conjunto de actos en virtud


de los cuales un sujeto activo -agente- modifica una materia prima dada. En ese
sentido, actividad es sinónimo de acción, entendida también, como acto o conjunto
de actos que modifican una materia exterior, inmanente al agente.

En forma amplia, actividad se opone a pasividad y su esfera es la de la


efectividad, no la de lo meramente posible.

Este hombre-agente, representa lo que obra, lo que actúa, y no lo que está


solamente en posibilidad de actuar u obrar. Esa actividad o realidad de actuar, no
presenta un carácter potencial, sino actual, se da efectivamente, sin que se pueda
separar del acto o conjunto de actos que la constituyen y conducen a la
modificación de la realidad.
12

Por eso, a los actos del agente y a la materia sobre la cual se ejerce esta
actividad hay que agregarle el resultado o producto, que no es otra cosa que esa
misma materia ya transformada por el agente.

Esta actividad categorizada como actividad humana, sólo se realiza cuando


los actos dirigidos a transformar un objeto, se inician con un resultado ideal o fin, y
terminan con un resultado o producto efectivo, real.

En este caso, los actos no sólo presentan una determinación de causalidad


anterior al hecho en sí determinándolo históricamente, sino, por algo que no posee
una existencia efectiva y que determina y regula los diferentes actos, antes de
obtenerse un resultado real; en otras palabras, la determinación no viene del
pasado, sino del futuro.

Esta articulación de los diferentes actos que conforman todo proceso activo,
lo distinguen, como actividad humana consciente, de cualquier otra actividad que
se halle a un simple nivel natural. "Dicha actividad existe dos veces, -y en tiempos
(40)
distintos-: como resultado ideal y como producto real"

De tal forma que, el resultado que se quiere obtener, existe primero


idealmente, como simple producto de la conciencia, y los diferentes actos del
proceso se articulan o estructuran conforme al resultado que se da primero en el
tiempo, es decir, el resultado ideal; pero, esta "concepción ideal" del resultado no
lo condiciona a una duplicación en la realidad de un modelo ideal preexistente; no,
se refiere a una construcción teórica de la realidad, cuyo resultado puede o no
semejarse al modelo ideal preexistente, y en algunos casos distar mucho de él, ya
que, éste sufre cambios, a veces radicales en el proceso de su realización. "Para
que pueda hablarse de actividad humana, es preciso que se plantee en ella un
resultado ideal, o fin a cumplir, como punto de partida y una intención de
adecuación, independientemente de como se plasme, en definitiva, el modelo ideal
13
(41)
originario" . De tal forma, que se presenta una inadecuación entre intención y
resultado, en toda actividad humana, individual y social; en esta última, mientras
los hombres no son conscientes de las leyes que rigen el proceso económico-
social, la consecución de diferentes fines por los miembros de la sociedad, da lugar
a actividades diversas de los individuos o grupos sociales, los cuales se
contraponen, equilibran o subordinan entre sí produciendo resultados que no
concuerdan con sus intenciones o que se dan con independencia de estas.

Se puede citar como ejemplo, las relaciones de producción, las cuales son
relaciones que los hombres contraen independientemente de su voluntad y de su
conciencia. La actividad humana es, por tanto, actividad conforme a fines, y estos
sólo existen por el hombre, como productos de su conciencia; toda acción
verdaderamente humana, exige cierta conciencia de un fin, la expresión de cierta
actitud del sujeto ante la realidad, por lo tanto carece de sentido proponerse un fin
ya alcanzado o un resultado obtenido.

Este hecho de trazarse fines, hace que el hombre niegue una realidad
efectiva y, afirme otra que no existe todavía.

Considerando la prosecución de estos fines, como el carácter consciente del


hombre en obtenerlos, como producto de su conciencia, la actividad que rigen es
consciente; pero no se trata de la actividad de una conciencia pura, por el
contrario, se trata, de la conciencia de un hombre social que no puede prescindir
de la producción de fines en ninguna forma de actividad, incluyendo por supuesto,
la práctica material, el trabajo humano.

''Tomando en cuenta la semejanza externa que puede darse entre


ciertos actos animales y humanos, hay que concluir que la actividad
propia del hombre, no puede reducirse a su mera expresión exterior y
que de ella forma parte esencialmente la actividad de la conciencia.
Esta actividad se despliega como producción de fines que prefiguran
idealmente el resultado real que se quiere obtener, pero se manifiesta,
asimismo, como producción de conocimientos, es decir, en forma de
conceptos, hipótesis, teorías y leyes mediante las cuales el hombre
14
conoce la realidad" (42)
Esto implica la necesidad de establecer, la relación entre la actividad
cognoscitiva y la actividad teleológica del hombre, las cuales, si bien representan
opuestos, presentando diferencias importantes; al mismo momento contienen en sí,
elementos semejantes de una realidad presente al hombre e inmanente a él.
Mientras la actividad cognoscitiva de por sí, no entraña una exigencia de acción
efectiva, la actividad teleológica, lleva implícita una exigencia de realización, en
virtud de la cual se tiende a hacer del fin una causa de acción real; como
anticipación ideal de un resultado real que se quiere alcanzar, el fin, es también
expresión de una necesidad humana que sólo se satisface con el logro de un
resultado que aquel prefigura o anticipa. Por ello, no es sólo anticipación ideal de lo
que está por venir, sino de algo que, además queremos que venga. Y, en ese
sentido, es causa de acción y determina nuestros actos presentes. Cierto es que el
hombre, no solamente anticipa su futuro con su actividad teleológica, al dar razón
de una realidad presente, y sobre la base de su conocimiento, puede prever una
fase de su desenvolvimiento que no se da aún. Tal es la legítima previsión de la
actividad científica; que con ella, se anticipa idealmente lo que todavía no existe
efectivamente, sin representar necesariamente el querer su existencia real o que
aspiremos a contribuir a su advenimiento.

En este caso, el futuro, no determina nuestros actos, es decir, la


prefiguración ideal de una realidad inexistente no rige como una ley, a diferencia
del fin, donde si se condiciona nuestra acción. En pocas palabras, la actividad
cognoscitiva de por sí no nos mueve a actuar.

Estas relaciones, no separan estas actividades de la conciencia; no se


conoce por conocer, sino al servicio de un fin, o serie de fines, que pueden tener
como eslabón inicial el de conquistar la verdad. Los fines que la conciencia
produce, llevan en su seno una existencia de realización y ésta presupone, una
actividad cognoscitiva sin la cual dichos fines jamás podrán cumplirse, podrán
hacerse reales. Por otro lado, todo fin, presupone determinado conocimiento de la
realidad que es negado idealmente, y, en este sentido no podría desvincularse
15
tampoco del conocimiento. Así, pues, la actividad de la conciencia, que es
inseparable de toda actividad humana, se nos presenta como elaboración de fines
y producción de conocimientos en íntima unidad.

Se actúa conociendo de la misma manera que se conoce actuando. "Si los


fines no han de quedarse en simples deseos, y van acompañados de una
apetencia de realización, esta realización o conformación de una materia dada para
producir determinado resultado, requiere el conocimiento de su objeto, de los
medios e instrumentos para transformarlo y de las condiciones que abren o cierras
las posibilidades de realización. En consecuencia las actividades cognoscitivas y
(43)
teleológicas de la conciencia se hallan en una unidad indisoluble".

Como toda actividad propiamente humana, la actividad práctica, que se


manifiesta en el trabajo humano, en la creación del arte o en la praxis
revolucionaria, es una actividad adecuada a fines, cuyo cumplimiento exige como
ya se ha señalado cierta actividad cognoscitiva.

Esta actividad práctica, radica en el carácter real, objetivo, de la materia


prima sobre la cual se actúa; de los medios o instrumentos, con los que se ejerce
la acción y, de su resultado o producto.

En la actividad práctica, el sujeto actúa sobre una materia que existe


independientemente de su conciencia y de las diferentes operaciones exigidas para
su transformación. Esta transformación de la materia, mediante el trabajo humano,
exige una serie de actos físicos sin los cuales, no podría llevarse a cabo la
alteración o destrucción de ciertas propiedades que hacen posible la aparición de
un nuevo objeto con nuevas propiedades, que subsiste con independencia del
proceso de su gestación y que, con sustantividad propia, se afirma ante el sujeto,
es decir, cobra vida, se hace real, independientemente de la actividad subjetiva
que le dio origen.
16
En ese sentido, es posible decir, que la actividad práctica es real, objetiva,
subrayada por Marx, al emplear la expresión "actividad objetiva", al referirse a la
praxis en cuanto transforma el mundo exterior, que es independiente de su
conciencia y de su existencia.

El objeto de la actividad práctica, en este sentido, no es otro que la


naturaleza, la sociedad o los hombres como realidad social. El fin está
representado por la transformación real, objetiva del mundo natural o social, para
satisfacer determinada necesidad humana. Y el resultado, lo constituye una nueva
realidad, que subsiste independientemente del sujeto o sujetos concretos que la
engendraron con su actividad subjetiva, pero, que en definitiva sólo existe por el
hombre y para el hombre como ser social.

Sin esta acción real, objetiva, de transformación, sobre una realidad natural
o humana, - que existe independientemente del sujeto práctico-, no es posible
hablar de praxis como actividad material consciente y objetiva; por tanto, la simple
actividad subjetiva o meramente de carácter espiritual que no se objetiviza
materialmente, no puede considerarse como praxis.

1.2. Historia de la praxis

Al entrar a comentar la historia de la praxis, forzosamente nos remitimos al


término empleado por los griegos para identificar la acción propiamente dicha. Se
toma este término, fundamentado en la separación del carácter utilitario del
vocablo práctica o práctico.

La praxis, ocupa el lugar central de la filosofía que se concibe a sí misma no


sólo como interpretación del mundo, sino, como elemento del proceso de su
transformación. Para llegar a una verdadera concepción sobre la praxis, entendida,
no como simple actividad de la conciencia humana, sino, como actividad material
del hombre social, se tiene que transitar desde el punto de vista histórico-filosófico
17
por la concepción idealista de la praxis.
Esta concepción idealista, se encuentra contrapuesta a la conciencia
ordinaria de la praxis, la cual se enmarca en el carácter práctico-utilitario de los
actos que realiza para satisfacer sus necesidades inmediatas. La conciencia
filosófica idealista sobre la praxis, supera aunque mistificándola, el punto de vista
inmediato, abstracto y unilateral de la conciencia ordinaria de la praxis. No hay que
olvidar, aquí como en cualquiera esfera del conocimiento, que la esencia no se
manifiesta directa e inmediatamente en su apariencia, y que la práctica cotidiana,
lejos de mostrarla de una manera transparente, no hace sino ocultarla.

La destrucción de la actitud propia de la conciencia ordinaria, es condición


indispensable para superar toda conciencia mistificada de la praxis, y elevarse en
su apreciación, a un punto de vista objetivo, científico, sobre la actividad práctica
del hombre. Sólo de esta forma, es posible unir conscientemente el pensamiento y
la acción. Por otro lado, si no se trasciende el marco de la conciencia ordinaria, no
sólo no es posible lograr una conciencia filosófica de la praxis, sino, tampoco
elevar a un nivel superior, a un nivel creador la praxis espontánea o reiterada de
cada día.

El hombre común y corriente, es un ser social e histórico, se halla inmerso


en una malla de relaciones sociales y enraizado en un determinado suelo y
momento histórico. Su cotidianidad se encuentra condicionada histórica y
socialmente; lo mismo puede decirse de la visión que tiene de la propia actividad
práctica. Su actitud ante la praxis, contiene ya una conciencia del hecho práctico;
posee cierta integración dentro de una perspectiva, en la cual rigen determinados
principios ideológicos. De esta forma, se puede decir que la conciencia ordinaria
de la praxis no se encuentra descargada completamente de cierto bagaje teórico,
aunque en él las teorías se encuentran degradadas.

Esta degradación teórica, se suma e impulsa una lucha o búsqueda por


satisfacer sus necesidades mediante aspiraciones práctico-utilitarias, deformando
la conciencia política del hombre. La despolitización crea así un inmenso vacío en
18
las conciencias del hombre ordinario, el cual, sólo es de utilidad a quien domina y
tiene el control sobre el proceso productivo; introduciendo de esta forma hábitos,
prejuicios y preocupaciones que en definitiva sólo contribuyen al mantenimiento del
orden social establecido. Esta posición, excluye a grandes sectores de la sociedad
de la participación consciente en la solución de problemas fundamentales,
despejándose el camino para que una minoría se haga cargo de estas tareas, de
acuerdo con los intereses particulares, de grupo o de clase.

Para el hombre común y corriente, inmerso en su cotidianidad práctica de


intereses y necesidades, no acierta a ver hasta que punto con sus actos prácticos
contribuye a escribir la historia humana, ni puede comprender, hasta que punto su
actividad práctica se inserta en una praxis humano-social histórica, con lo cual, sus
actos individuales implican los de los demás, ya su vez, estos se reflejan en su
propia actividad.

De tal forma, que para la conciencia ordinaria, existe en los objetos


determinada significación, aunque esta significación sea exclusivamente utilitaria; y
también existen los actos de producción y consumo de esos objetos. Pero,
mientras se mantenga en ese nivel teórico de la cotidianidad, no existe para ella la
verdadera significación social-humana de esos actos y objetos.

Esta significación, sólo puede mostrarse a una conciencia que capte el


contenido de la praxis en su totalidad, como praxis histórico-social, en la cual se
integren sus formas específicas - el trabajo, el arte, la política, la educación, la
odontología-, así como sus manifestaciones particulares en las actividades de los
individuos o grupos humanos, y al mismo momento en sus diferentes productos.

Esa conciencia, es la que históricamente se ha ido elevando a través de un


largo proceso que es la historia entera del hombre como ser activo y práctico;
transitando desde una conciencia ingenua o empírica de la praxis hasta la
conciencia filosófica de ella que capta su verdad histórico-dialéctica.
19

Esta conciencia filosófica sólo se alcanza históricamente, cuando la praxis


misma, es decir, la actividad práctica material, ha llegado en su desenvolvimiento a
un punto tal, en el cual el hombre ya no puede seguir actuando y transformando
creadoramente, revolucionariamente el mundo, como realidad humana y social, sin
obtener una verdadera conciencia de la praxis. La conciencia de la praxis real es
exigida por su propia historia, al llegar a cierto tramo o etapa de su desarrollo, pero
sólo puede obtenerse a su vez, cuando han madurado a lo largo de la historia de
las ideas, las premisas teóricas necesarias.

1.3. Praxis e ideologia

"La noción de ideología, se practica como un conjunto de ideas y


sentimientos que conforman la posición de un grupo social, e indirectamente de las
personas que integran dicho grupo; en torno a los problemas de las prácticas
(29)
sociales: económicas, políticas, culturales, médicas".

Esta expresión, refleja en efecto, que toda persona tiene ideas y opiniones
sobre cosas y procesos de carácter natural o social, que rodean su existencia y
práctica diaria. Toda persona, todo individuo posee su ideología, su manera de
actuar ante la vida, su forma de ver e interpretar las cosas, el mundo. La conducta
humana cotidiana, responde en gran medida a imperativos de orden ideológicos.
Lo que cada Hombre hace está gobernado por su conciencia y voluntad,
independientemente de la influencia que puedan ejercer elementos de orden
biológico, psíquico, social e ideológicos que pueden explicar dicha conducta. Es
ampliamente conocida la máxima: "El hombre actúa según lo que se indique su
(30)
conciencia, su ideología".

Científicamente se puede decir, que la ideología representa las diferentes


prácticas sociales a nivel de la conciencia social, constituyendo ella misma una
práctica, y como tal, reproduce las contradicciones de clase del nivel real, en el
20
nivel ideológico, en el campo de las ideas.

Mientras la reproducción científica, trae aparejado un efecto de distinción de


la realidad, en tanto conocimiento; la ideología deforma la representación, trayendo
consigo un efecto de confusión, justamente como desconocimiento. Por tal razón,
la ideología... "es un reflejo no sólo de las condiciones reales de existencia, sino
también de las propias relaciones imaginarias que los hombres se hacen de esas
(31)
condiciones reales de existencia" . Estas reproducciones representan las
relaciones que las diferentes clases sociales, se hacen principalmente de la
práctica productiva y de la práctica política.

La concepción científica de la ideología, se inicia por su definición objetiva


como práctica, no existe sociedad sin un sistema de nociones, visiones e ideas, a
través de las cuales, las clases y los hombres que la integran, reproducen esa
sociedad y su lugar dentro de ella. "Se trata, pues, de un sistema de
representaciones objetivas e históricas en el seno de una sociedad concreta
(2)
dirigido a encarar las situaciones práctico-sociales existentes".

La ideología como tal, cumple una función práctico-social dentro de una


estructura histórica dada; ella no es otra que la de velar, oscurecer, enmascarar las
relaciones de explotación que una clase social ejerce sobre el resto de la sociedad.
Pero, si bien se puede considerar a la ideología como un instrumento de
manipulación político-social, con el objeto de mantener el orden social en el cual se
asienta la dominación; no es menos cierto, la existencia en el mismo momento
histórico de ideologías revolucionarias. Es el caso de la ideología burguesa, en el
momento histórico de su lucha contra la ideología feudal dominante, en el período
histórico en el cual encarna el progreso humano posible para su tiempo.

De esta forma, la posición ideológica burguesa emergente con la revolución


francesa, en su lucha contra el oscurantismo feudal, debe desmitificar, racionalizar,
ciertas zonas de la naturaleza, de la sociedad y el pensamiento, para destruir el
21
viejo orden e imponer su hegemonía como clase; pero, le está impedido develar
toda la compleja estructura sobre la cual sustenta su dominación, ante la aparición
emergente en la escena histórica-política de la clase trabajadora, la clase obrera,
con escasa identificación ideológica para ese momento histórico, y la cual, está
destinada a adversaria, en razón de las diferencias antagónicas que las han de
enfrentar.

Tal como refiere Gramsci (18)


cuando emite el concepto de "bloque histórico",
en el cual las fuerzas materiales son el contenido y las ideologías la forma; se
debe, de esta manera, analizar la ideología históricamente, según la filosofía de la
praxis, como una superestructura, sustantiva de las relaciones sociales en un
determinado momento histórico.

Esta construcción de bloque histórico, nos enfrenta ante una


conceptualización fetichizada, unilateral de la praxis en la cual, los hombres y las
cosas, los objetos reales se encuentran sujetos a la manipulación ideológica, en lo
(20)
que Kosik llama "el mundo de la pseudoconcreción” , mundo éste de la vida
cotidiana de los individuos en las condiciones propias de la división del trabajo, de
la división de la sociedad en clase. Este mundo tiene que ser destruido, negado en
su existencia, para reconstruirlo nuevamente y así lograr hacer emerger el
conocimiento nuevo. La dialéctica, ligada a una praxis verdadera, con carácter
revolucionario, es la que permite acercamos a ese conocimiento verdadero de la
realidad.

Pero ese conocimiento no es contemplación, como reproducción o reflejo de


las cosas.

El concepto de conocimiento como reproducción, desligado del elemento de


actividad o creación humana, no presenta el carácter dialéctico - histórico que lo
contiene, pues, el hombre sólo conoce en cuanto crea y construye la realidad
humano-social; y la categoría que permite rechazar esa concepción gnoseológica
22
simplista, es fundamentalmente la categoría de praxis, una praxis con un
contenido ideológico que subyace en las relaciones sociales de producción que se
dan entre los hombres, y, que se hace necesario esclarecer teóricamente, dentro
de la práctica social con el objeto de regular conscientemente sus acciones como
sujetos de la historia.

1.4. Papel de la praxis en el desarrollo del hombre


1.4.1. Relación entre Teoría y Práctica en la Construcción de la Ciencia

Desde hace tiempo, se entiende la ciencia como saber y como actividad para
producirlo. La práctica social, exige de la ciencia, en primer lugar, el saber, en
otras palabras, la información fidedigna acerca de la realidad y las posibilidades de
asimilarla. El cuerpo social, paga, costea las investigaciones precisamente por la
información que proporcionan. Por lo tanto, al recurrir a la ciencia, se presta
primordial atención a sus resultados.

La multisecular tradición lógico-metodológica sobre el análisis del saber, ya


bien en su propia estructura, ya bien en su actitud hacia la realidad exterior, tiene
que entendérselas, fundamentalmente, con los productos del saber.

Sin embargo, las nociones que se tienen sobre la ciencia, como actividad,
son en sumo grado escasas.

La motivación por indagar sobre la ciencia misma y su comportamiento,


apareció tan sólo en épocas contemporáneas,... "cuando el desarrollo explosivo de
las investigaciones comunicó extrema agudeza al problema de la elevación de su
(45)
eficacia y de la dirección óptima de las mismas".

Considerando el carácter bipolar del término "ciencia", que se refiere, tanto


al polo del objeto reproducido en el sistema del saber, como al polo de los actos
creadores del sujeto, autor de la reproducción; es preciso separar y correlacionar
dos planos de análisis. Esta interpretación del objeto de análisis epistémico sobre
23
el proceso del saber y de su producción concreta, no se puede realizar ajena,
divorciada de las características propias del objeto y el contenido del saber, so
pena de destruir la unidad de la ciencia como saber y como actividad.
Se parte del hecho de entender que la ciencia, como forma de actividad
socio-histórica, posee tres aspectos, y por lo tanto, sólo se le puede reflejar de un
modo adecuado en el sistema de coordenadas: lógico-objetivo, socio-científico y
psicológico individual.

El concepto de actividad, es una categoría de vital importancia para penetrar


en el estudio de las relaciones y la interacción que se da entre el hombre y el
mundo. Durante mucho tiempo, en el campo de la producción científica; el principio
activo del conocimiento, se entendía como actividad "pura" que construye el mundo
de las formas lógicas; los principios se entendían de distintos modos, sin embargo,
permanecía inmutable e inalterable, la interpretación acerca de su origen, el cual
es atribuido exclusivamente al sujeto, que no tiene fundamento en nada más que sí
mismo.

Si se entiende "el sabe" como la reproducción de la realidad en imágenes


sensoriales y mentales -categorías y conceptos- correspondientes a las premisas y
objetivos de las actividades de los hombres, que realmente actúan, se puede
expresar y comprender como el verdadero punto de partida para la construcción
del conocimiento.

Las peculiaridades de la ciencia como saber, se encuentran condicionada


por su peculiaridad como actividad, que, en virtud de sus tres aspectos, contiene
una estructura especial que sólo es posible dilucidar a través de la cienciología.

La ciencia como actividad, es un sistema en constante desarrollo, su modelo


de tres aspectos debe ser, sin ninguna duda, dinámico. En su descripción y análisis
se han formado dos poderosas tradiciones; la lógico-metodológica, que centra su
interés en la estructura formal del saber, al elaborar sus problemas, se abstrae de
plenitud real del proceso histórico.
24

En contraposición, el enfoque histórico-científico, centra su interés en la


transformación del contenido objetivo del saber, condicionado por diferentes
factores sociales e individuales; pero, en ambos casos, la reflexión acerca de la
ciencia se concentra en el saber.

Estas dos formas de abordaje, de interpretación de la ciencia, no se alejan


de su comprensión como un sistema de conocimientos nada más, y no como un
sistema de conocimientos que figura en el sistema de actividad del sujeto social, y
cuyo comportamiento es determinado por las líneas de fuerza del campo socio-
histórico. Hoy, cuando la ciencia se convierte en un factor cada vez más influyente
del desarrollo social, su dinamismo sin precedentes saca a relucir la estrechez de
sus modelos tradicionales, tanto lógicos como históricos.

Se ha observado como las posiciones "lógica e histórica" en la interpretación


sobre la teoría del conocimiento, apuntan hacia el saber como el órgano central del
proceso en la producción científica.

Dentro de estas dos posiciones, se encuentran posturas que admiten un


supuesto generalmente aceptado, "la primacía del mundo objetivo, cuya existencia
es independiente de la conciencia humana" (27), pero asumen, esta importancia de la
realidad objetiva, dentro de un sentido acrítico, "puesto que, nada puede saberse,
decirse, ni siquiera representarse, de las características concretas de un objeto en
sí cuya existencia no tuviese relación alguna con el hombre y que trasciende la
(28)
conciencia y la praxis – no sólo individual sino también social - de los hombres".

Ella supone la primacía, el predominio del sujeto, tanto este construye


idealmente al objeto, en consecuencia, el objeto se encuentra ya implícito en el
sujeto.
25
Estableciendo una contraposición, encontramos la existencia, la
interpretación, la abstracción del "objeto puro", absoluto, que no mantiene ninguna
relación con el hombre; y, para calificarlos como objetos puros y absolutos, sería
necesario excluir o suprimir la totalidad de sus características, las cuales se
derivan de la intervención del sujeto, poseyendo significado humano. Esto,
transforma al objeto en un "algo" indeterminado, vacío, abstracto, representado por
"la cosa en sí", kantiana como cosa pensada, como abstracción vacía,
reemplazándose el movimiento existente, real del objeto.

Estos enfoques que fundan su interpretación del proceso social del hombre,
en objeto abstracto o el sujeto abstracto, se contraponen al materialismo histórico,
el cual, parte de la interpretación de la actividad práctica social de los individuos
concretos e históricamente determinados, concibiendo al Hombre como un ser
activo y creador.

De esta forma, se reconoce el papel creador del hombre en la selección e


interpretación de la percepción de los sentidos, de la anticipación y concepción de
eventos que no existen en la realidad, y, lo más importante, en la producción de
objetos y en la transformación de su entorno natural y social.

Esta acción del hombre, tanto individual como social, en la producción de


objetos y en la transformación de la naturaleza y la sociedad, se fundamenta en la
"práctica humana". La actividad racional de transformación del entorno y de sí
mismo, se concreta en nuestro tiempo en el conocimiento, específica mente en el
conocimiento científico, el cual, proporciona a los hombres el conocimiento del
mundo real en sus diferentes fases, el conocimiento de los hechos. Pero el hecho
en sí, no es ley, y su recopilación empírica no es ciencia. Al generalizar los hechos,
la ciencia, penetra en los aspectos fundamentales de la realidad reflejando su
esencia, en las leyes que le son propias en forma de ideas y categorías.

Pero antes de reflexionar, es decir, de colocarse en actitud teórica respecto


26
al mundo circundante, los hombres, deben siempre actuar, colocarse en actitud
práctica frente a él, para lo cual se hace indispensable, el conocimiento de las
particularidades de los objetos, de las propiedades y de las leyes que le son
inherentes.

La base material del surgimiento y desarrollo de la ciencia, es la práctica


humana, la actividad racional en la transformación; la ciencia, surge como una
necesidad de la producción material, de la técnica. Ese proceso de transformación
de la naturaleza realizado por el hombre en la producción, trajo inicialmente la
necesidad de los conocimientos empíricos, y luego, en cierto momento del
desarrollo de la producción, en la necesidad de las ciencias naturales. Igualmente,
la transformación de las relaciones sociales, la lucha de clases, dio origen a los
elementos del conocimiento social y, con posterioridad, en cierta etapa del
desarrollo de la humanidad a las ciencias sociales.

Para el surgimiento de la ciencia fue necesario un determinado grado de


desarrollo de la práctica, precisamente, el grado en que se hace necesario e
imprescindible el conocimiento de las leyes de la naturaleza y de la sociedad; el
descubrimiento de los vínculos y relaciones fundamentales de la existencia, es
decir, el conocimiento socialmente acumulado, el conocimiento teórico. La ciencia,
surge diferenciándose de los conocimientos puros empíricos y de la experiencia
práctica. Se encuentra ligada al conocimiento empírico humano, de las masas,
pero diferenciado de él. Estos constituyen, en cierta medida, un elemento de la
conciencia común; surgen directamente de la actividad productiva, verificando la
reproducción de los fenómenos y constituyendo la base de ciertos hábitos y
procedimientos rutinarios. Por el contrario, el conocimiento científico, constituye un
sistema de conocimientos elaborados teóricamente; los cuales reflejan la realidad
objetiva, basados en la práctica de la investigación y la experimentación, y, es
definida en última instancia por las necesidades de producción. La ciencia refleja lo
esencial de los fenómenos, lo general de los procesos en forma de leyes
científicas, proporcionando la posibilidad de prever los acontecimientos reales.
27
La naturaleza, se descubre a la vista del hombre a través de la producción,
de la práctica. La ciencia se desarrolla mediante la generalización de la práctica, la
cual define los problemas de que se ocupa, al definir su objeto de estudio, al igual
que por los medios y equipos técnicos que emplea para la investigación, sin los
cuales no sería posible la investigación científica, la experimentación;
encontrándose vinculada a la producción como una rama especial del trabajo
intelectual.

La ciencia, pues, se desarrolla en base a la práctica, siendo promovida por


ésta, como ayuda a su perfeccionamiento y al desarrollo del proceso de
producción, correspondiéndose con las leyes objetivas y las propiedades del
objeto; todo ello, sin degradar el conocimiento teórico; más por el contrario, toma
elementos sustantivos para abordar el momento práctico del nivel de producción,
superando la contradicción y enriqueciendo la teoría; es en este momento cuando
se asciende de categoría de análisis, emergiendo la unidad entre teoría y praxis en
la construcción y elaboración del conocimiento científico.

Esquematizando la ubicación anatómica de la ciencia según los diferentes


niveles de abstracción dentro del "continuum del saber humano” (1) tendríamos:

Continuum del Saber


+
Filosofía
Ciencia Teoría – Método Metódicas
Técnicas
Procedimientos
Tareas
-
28

No es posible
obtener resultados diferentes
haciendo lo mismo

Albert Einstein
29

2. DESARROLLO HISTÓRICO DE LA ODONTOLOGÍA

2.1. Evolución histórica de la Educación

Antes de la división de la sociedad en clases, la educación era función


espontánea de la sociedad en su conjunto. La educación, desde la época primitiva
hasta nuestros días ha asistido a dos grandes revoluciones: cuando la sociedad
primitiva se dividió en clases y cuando la burguesía del siglo XVII sustituyó al
feudalismo.

Así como existe una dependencia entre la división social del trabajo, la
revolución científico-técnica y el proceso salud enfermedad, representado éste por
la práctica médica imperante dentro de una formación económico-social
determinada; de igual forma existe una relación directa y dependiente entre el
proceso educativo y el modo como se manifiestan las relaciones sociales de
producción, ya que la educación persigue y ha perseguido diferentes fines durante
(21)
las diversas formaciones económico-sociales.

Si analizamos el modo de producción feudal, considerando que estaba


impregnado de un fuerte misticismo religioso, el cual constituía el fundamento
básico del sistema, manteniendo así las condiciones de explotación, basadas éstas
en la igualdad y felicidad; por lo cual se debían aceptar con resignación y
obediencia las penas y martirios sufridos.

“... hallazgos maravillosos que dejaban las cosas como estaban, mientras
(33)
llegaba el momento de resolverlas en el cielo..."

Este arraigo religioso constituyó con el transcurso del tiempo una


organización económica poderosa, la economía monástica, que dirigía todas las
operaciones económicas, produciéndose un entrecruzamiento entre los señores
30
feudales y los religiosos.
“… no sólo el Abad del monasterio pertenecía siempre a la nobleza, San
Bernardo, por ejemplo, era de la casa de los Borgoña..." (34)

Esta fuerte base religiosa, así como imperaba sobre las relaciones sociales
de producción impregnaba totalmente el sistema educativo, tanto más si
consideramos que el conocimiento estaba centralizado en las órdenes y castas
religiosas, quienes lo administraban y ejecutaban, tomando bajo su control la
instrucción y conformándose lo que se llamaron "escuelas monásticas" divididas en
dos categorías: unas destinadas a la instrucción del pueblo, las cuales no
enseñaban a leer ni escribir, como era supuestamente su objetivo; por lo contrario,
se destinaba, no a instruir, sino a familiarizar a las masas campesinas - fuerza de
trabajo - con las doctrinas cristianas y mantenerlas, por lo tanto, en la docilidad y el
conformismo.

Con el desarrollo de. las fuerzas productivas, la aparición y surgimiento de


los artesanos libres; con el desarrollo del mercado en las ciudades o burgos se
produce una transformación en el modo de producción feudal, apareciendo dos
nuevas clases sociales, la burguesía y el proletariado, estableciéndose nuevas
formas de manifestarse las relaciones sociales de producción.

Ante este proceso, el sistema educativo sufre una transformación sustancial


pasándose de las escuelas monásticas del sistema feudal a las escuelas
catedralicias, la cuales se constituyeron en el eje fundamental para el surgimiento
de la Universidad, por lo demás aparte de lo novedoso, no perdió su carácter
clasista.

"Desde el rector hasta los estudiantes eran todos hombres de fortuna,...todos


sin excepción era usureros... el sólo hecho de que la educación era pagada ilustra
(35)
bastante sobre el carácter de los alumnos que la recibían...".

Con el renacimiento, la revolución industrial; con el auge del mecanicismo, la


31
aparición de la máquina de vapor, se constituyeron estos hechos, entre otros, en
productores de múltiples efectos dentro de la educación y dentro del sistema
social, agudizando aún más las contradicciones ya existentes; dividiendo a la
burguesía en grande y pequeña, sin que ninguna de ellas alejara a la iglesia
adaptada ya a las ideas burguesas - en sus -intereses por controlar la educación-;
de esta forma, aparecen las órdenes religiosas dedicadas exclusivamente a la
educación con el apoyo de la administración burguesa.

El desarrollo de la burguesía y con ella del modo de producción capitalista,


condujo a la suplantación de la propiedad feudal y la producción artesanal así
como de las formas educativas anteriores.

Las formas educativas de la sociedad medieval: la educación militar


caballeresca, la educación del clero, la larga y minuciosa formación de artesanos,
pasaron a ser formas obsoletas de aprendizaje a medida que se desarrollaba la
manufactura y fueron sustituidas por una práctica educativa nueva que dio
nacimiento a los sistemas educativos. Los siglos XVIII y XIX presenciaron el
proceso de construcción de los sistemas educativos cuyo desarrollo acompañó el
ascenso de la burguesía al poder.

Todos los procesos apareados a la introducción de la maquinaria y el


desarrollo industrial como son: nuevas formas de organización del trabajo,
determinación de la actividad de los obreros por el movimiento conjunto de las
máquinas; fueron hallando respuestas en la organización de la escuela y es a
través de ella que se consagra e institucionaliza, la separación entre el trabajo
manual y el trabajo intelectual.

La separación y posterior contradicción entre la cabeza y las manos, entre el


trabajo manual y el trabajo intelectual, encuentran su explicación en la base
económica de la sociedad y la eliminación de esta división, implica necesariamente
la eliminación de las condiciones materiales que permitan la existencia de clases
32
sociales. En el modo de producción capitalista, el trabajo intelectual llega a ser
monopolizado por la clase dominante, lo que permite que la imagen de la realidad
sea deformada de tal manera, que puedan conservar su situación de privilegio. Así,
se niega que la actividad productiva de los bienes materiales que se necesitan para
la vida, sea la base del desarrollo de la sociedad, con lo cual la actividad de las
clases trabajadoras - trabajo manual - aparece como secundaria y quienes la
realizan ocupan también un lugar secundario en la organización social.

Como consecuencia de esta separación entre el trabajo manual e intelectual,


el discípulo ayudante de la sociedad feudal se transforma en una categoría social
cuya tarea fundamental es el aprendizaje sin intervención ninguna en la solución.
La práctica que realiza el estudiante en esta situación, es vista como una
experiencia pedagógica y no como una contribución a la transformación de la
realidad social. El gran desarrollo y el considerable refinamiento de la tecnología y
de la organización del trabajo, que permiten descomponer complejos procesos de
producción, hace posible que hoy en día se pueda adiestrar fácil y rápidamente una
fuerza de trabajo no capacitada, para que realice las operaciones fragmentadas.

Como manifiesta T.A. Vasconi, con las características que asume el


desarrollo capitalista, a partir de la famosa renovación científico-técnica, sería
posible dejar fuera de la educación a las grandes masas de población; actualmente
se requiere gente altamente capacitada, en funciones de dirección, de
programación, hasta de mercadeo que se ha convertido en una ciencia; no es
válido para la gran masa de productores, para los cuales el trabajo está
programado de manera tal que puedan trabajar durante doce horas diarias, a
través de una lupa, armando un microcircuito electrónico, ignorando por completo
(44)
para qué puede servir eso.

La fragmentación de la ciencia y la presentación de los fenómenos aislados


unos de otros; son igualmente, consecuencia de esta separación.
33
En una sociedad dividida en clases, la educación escolarizada es la máxima
expresión de tal división pues constituye un proceso intelectual teórico y juega con
abstracciones desligadas de la realidad, despreciando la práctica productiva como
educadora del hombre.

La escuela tal y como observamos en la sociedad actual es una creación


histórica de ella y cumple funciones específicas, como son: la función general de
reproducción de la sociedad y sus modalidades de explotación. Estas funciones se
realizan en dos dimensiones principales, a través de la capacitación de la mano de
obra y la imposición y difusión de las normas culturales e ideológicas dominantes.
Estas funciones se llevan a cabo en el único acto de aprendizaje escolar y
contribuyen como conjunto a la producción y reproducción de la sociedad
capitalista.

La Universidad junto con la Escuela, constituyen una parte singular de la


dimensión institucional de la superestructura y como contribuyente a la función
reproductora, cumple funciones específicas.

"La Universidad representa la cúspide del sistema educativo, sistema que


como se ha señalado tiene ante todo una función socializadora. El proceso de
socialización, en una sociedad dividida en clases, constituye el proceso de
internacionalización a través del sistema educativo de la cultura de la clase
(22)
dominante".

Si la cultura dominante de la sociedad, es la cultura de la clase dominante,


son los contenidos y formas de ésta los transmiten el sistema educativo, lo que
implica la afirmación de sus valores, a la cultura de otras clases, especialmente la
clase trabajadora. Sin embargo, ese dominio no es absoluto, como el de un titiritero
cuando maneja sus muñecos; siempre se enfrenta a una contradicción está
marcada dentro de los límites del poder.
34
Como lo expresaron Marx y Engels, quienes tienen en sus manos los medios
espirituales de producción, por lo tanto proveen las ideas fundamentales que
dominan la sociedad.

"La Universidad, en la sociedad capitalista, se presenta como un organismo


con funciones económicos y educativas: la de formar recursos humanos para la
actividad económica, asegurando la transmisión del patrimonio cultural y
(23)
desarrollar las sociedades individuales para la integración social".

Así, la escuela y la universidad, en el modo de producción señalado, se


aseguran un papel importante como instrumentos de selección, ya que en un modo
de producción basado en la división del trabajo tendrán privilegios aquellos que
tengan competencia técnica, pero ella por sí sola no es suficiente, es necesario
haber adquirido la competencia y el saber en el sistema educativo. Toda la acción
del sistema educativo contribuye a mistificar y justificar el modo de producción
basado en la división del trabajo.

Otra característica de la educación universitaria, en este tipo de formación


económico-social y que contribuye a su mantenimiento, es el carácter abstracto de
la enseñanza, el cual manifiesta al transmitir conocimientos sobre fenómenos y
hechos de los cuales los alumnos no tienen experiencia, es decir, los
conocimientos no pueden ser utilizados para el dominio y transformación de la
realidad, más por el contrario, se encuentran alejados de esa realidad.

Es experiencia de todos los egresados universitarios, la inutilidad de los


conocimientos recibidos, lo que hace necesario reaprender la profesión en el
mundo del trabajo.

Por otro lado, el sistema educativo, otorga un valor a los que egresan de
ella, según sea el nivel alcanzado. Así, los egresados de la educación primaria
generalmente se incorporan a empleos de baja calificación. Pero no sólo se
35
aprende a hacer algo en la escuela, sino que por medio de ella los individuos se
integran a la cultura y a la ideología de una forma de organización social. La
escuela, junto con la universidad, son pues, instrumentos homogeneizadores de la
sociedad, proporcionan al individuo un lugar definido en la estructura social,
dándole por otra parte la justificación.

"El conocimiento abstracto más que permitir un conocimiento y dominio de la


realidad, se separa de ella, produciendo el mismo tiempo la ilusión del saber..." (24)

Ahora bien, la determinación de la base económica de la sociedad sobre el


sistema operativo - parte de la dimensión institucional de la superestructura - no
hay que entenderla de un modo simplista. La superestructura influye también
activamente sobre el desarrollo de la base; esto es una ley histórica general. Del
papel determinante que aquella haya de ser pasiva e indiferente con relación a la
base; Engels decía:

"El desarrollo político, jurídico, filosófico, literario, artístico, descansa en el


desarrollo económico. Pero todos ellos repercuten también los unos sobre los otros
y sobre sus bases económicas. No es que la situación sea la causa, lo único activo,
y todo lo demás puramente pasivos. Hay un juego de acciones y reacciones, sobre
la base de la necesidad económica, que se impone siempre en la última instancia".
(38)

"El papel de los diferentes elementos de la superestructura se manifiesta


(39)
bien acelerando o deteniendo el desarrollo de la base".

Esta ley histórica general, es lo que permite que el sistema educativo y en


particular, la Universidad a través de su "historia particular", vaya generando
valores propios y normas singulares que le permitan dentro de una formación social
concreta, un grado relativo de autonomía.
36
El cumplimiento de las funciones propias del sistema socioeconómico en que
está inmersa la Universidad, así como el cumplimiento de las funciones que "ella
misma se define" como son: desarrollo del conocimiento, difusión y preservación de
la cultura; generan en su seno contradicciones que tácticamente deben ser
utilizadas para la formación de profesionales con cierto grado de una acción social
transformadora de la realidad.

2.2. La práctica y la educación médica en América Latina

Aquí en cuanto a la educación médica, sometida ésta, durante el siglo XIX Y


la primera mitad del siglo XX a la influencia de las escuelas francesas e inglesa;
después de la segunda guerra mundial, comienza a percibir la influencia de la
escuela norteamericana. Dicha influencia, como se observará más adelante, se
hace evidente a través de diversos mecanismos.

A partir de 1930, en las relaciones de los países de la América Latina con los
Estados Unidos, se producen un conjunto de modificaciones substanciales. La
depresión económica de esa década que culminó con la segunda guerra mundial,
reduce la influencia de los EE.UU. en las naciones latinoamericanas y:

"Significó para estos últimos, un respiro de las influencias de los países


capitalistas desarrollados y la ruptura del sistema primario exportador, ya que con
el fin de reemplazar los productos manufacturados que habían dejado de llegar, los
(9)
capitales acumulados en períodos anteriores se vuelcan a la industria".

Este proceso acelerado de industrialización condujo a la transformación y


diversificación del aparato productor y a una recomposición de las fuerzas sociales
significativas en los países de la región. Esta apertura de nuevas líneas de
inversión provocó una demanda ocupacional que llevó al crecimiento de las
ciudades y a la emergencia y desarrollo de nuevos grupos sociales; "crece la
burguesía industrial, el proletariado industrial urbano aparece como una clase
37
dispuesta a obtener crecientes reivindicaciones y la pequeña burguesía crece y se
diversifica como consecuencia de nuevas ocupaciones en la burocracia privada y
estatal" (25).

En este período, entre 1930-1950 en los países de América Latina, el Estado


emerge como "Estado empresarial o desarrollista" y desde la perspectiva de lo
social "el Estado populista", el "Estado benefactor", es la expresión de la nueva
estructura económica. La educación y especialmente la "educación popular", en la
cual se incluían programas de alfabetización, en enseñanza rural, educación de
adultos, estuvo presente con el carácter de acción social.

"El Estado populista llevará lejos la expansión de la escuela, lo que se


traducirá en un incremento rápido de la matrícula que pronto habrá de mostrarse
desproporcionada en relación a las posiciones ocupacionales que ofrecían los
(26)
mercados nacionales de trabajo".

Mientras esto sucedía en lo económico y en la educación en los países


latinoamericanos, en el campo de la salud se observa en los Estados Unidos el
afianzamiento de la atención médica como práctica dominante.

"La atención médica es la práctica que se caracteriza por su individualidad


en el consumo, se dirige a la satisfacción de necesidades individuales y, por
consiguiente, es destinada a constituirse en la hegemónica en formaciones
(10)
socioeconómicas donde impera el modo de producción capitalista".

En América Latina la práctica médica, inicia su ascenso hacia el predominio


sobre el saneamiento, la prevención y otras prácticas de salud.

En este período, el Estado, en los países de América Latina toma a su cargo


la atención médica dirigida al proletariado mediante las instituciones de seguridad
38
social y a los grupos que no participan directamente en el proceso productivo,
mediante los Ministerios de Sanidad y Asistencia Social.

La separación de la acción médica en dos tipos de instituciones diferentes,


indica que existen diferencias en el significado que se da a la atención médica,
para los obreros está destinada a mantener y reproducir la fuerza de trabajo y la
que se dirige a la "población marginal" está destinada a reducir la tensión social. La
atención pública en ese período, también sufre modificaciones, no sólo disminuye
en importancia sino que ha de transformarse en "consumo individualizado" a través
de Centros de Salud, legitimándose así una división entre lo curativo y lo
preventivo.

Cuando en la década de los años '50 se reinician en forma activa las


relaciones de Estados Unidos con Latinoamérica, uno de los objetivos de sus
programas ha de ser la educación y, en el campo de la salud, la educación médica.
En esta década, estimuladas por instituciones norteamericanas, se realizan
conferencias y se crean organizaciones de educación médica. Estas presiones
exteriores se han de articular con el desarrollo antes descrito, para acentuar ciertos
rasgos como fueron: la modernización administrativa y física de las universidades,
la introducción de los estudios generales y la transformación de la unidad cátedra a
la unidad departamento. Las relaciones de la universidad con "lo de afuera" sufre
modernizaciones, lo extramural es un espacio que hay que ocupar, mediante
colonias que reproducen lo intramural, surgiendo así las prácticas extramurales.

En el período de 1950-1976, se observan una serie de cambios en el


capitalismo a nivel mundial y de nuevas proposiciones tanto en el campo de la
educación como en el campo de la salud. El capitalismo en su fase monopólica,
acelera su proceso de integración, un grupo importante de empresas no
relacionadas pero bajo un mismo control, se convierten en compañías
multinacionales productoras en varios países. Como consecuencia de la actividad
monopólica, en los EE.UU. se expanden las actividades del Estado, el cual debe
garantizar al sector monopólico precios estables, mercados y armonía social. Así:
39
"Parte importante de los gastos del Estado están dirigidos a:

1. Mantener la armonía social mediante programas destinados a la


asistencia social y,
2. Aumentar la productividad de la fuerza de trabajo, reduciendo los
costos de reproducción de esa fuerza. Los gastos de educación y
salud se relacionan con esos dos objetivos". (11)

A fines de la década de los '60, como consecuencia de la crisis de


sobreproducción en el capitalismo mundial, aparecen nuevas proposiciones en
salud y educación. La respuesta a esta crisis, es aumentar la eficiencia del sector
estatal, disminuyendo los costos. Uno de los sectores afectados es el educativo,
donde se trata de demostrar - a través de la investigación - que el exceso de
preparación de los maestros no se traduce en una mejor calidad en la enseñanza.
Así, el discurso educativo se impregna de términos económicos.

"Surgen en esta década una serie de programas bajo el nombre de


educación para la carrera, siendo uno de los más conocidos el introducido por R.
Nixon en 1970, por el cual se financia la capacitación de obreros y profesionales en
el campo de la salud, la asistencia social y otros programas, bajo el marco de la
(12)
integración enseñanza-ocupación".

Durante el período, las relaciones entre el centro hegemónico y las áreas


periféricas cambian. La inversión directa pasa a ser el instrumento fundamental del
capitalismo, pasando el capital extranjero a ocupar posiciones hegemónicas en las
economías dependientes, eliminando o aglutinando a su alrededor las empresas
nacionales constituidas en el período de 1930-1950.

En América Latina, se sobrepasa la fase de industrialización sustitutiva, se


enfrentan dificultades para alcanzar etapas superiores. Así, en la segunda mitad de
la década de los '60, el Estado para hacer frente a los problemas recurre al
endeudamiento y a una intervención mayor en el sector social, produciéndose así,
una inversión masiva de capital extranjero como solución a la necesidad interna de
40
capital que es coincidente con la inversión internacional pero no logra el aumento
de empleo esperado.

El endeudamiento no logra solucionar la crisis y se recurre a la


nacionalización del aparato del Estado mediante la planificación, que incluye la
salud y la educación.

Nace así una era, la era de la planificación; se habla de la necesidad de


considerar a la salud como un componente del desarrollo económico y social, "para
ponerse a tono con el movimiento continental que nació en Punta del Este en 1962,
(36)
a raíz de la Alianza para el Progreso" convencidos de la importancia que tiene
para el "desarrollo" de los países una población - la fuerza de trabajo - con unas
condiciones mínimas de existencia y a la que a su vez se puede utilizar de una
manera rentable.

"Es en esta época que los proveedores de capital insisten en la necesidad de


que los países pobres establezcan planes de desarrollo económico y social que
facilitaría la obtención de créditos que le permitirán lograr el despegue hacia el
desarrollo y la expansión de sus economías". (37)

Durante los años 70 se buscan nuevas alternativas para sacar a los países
de la encrucijada en la cual se encuentran. Los objetivos son, dinamizar la
economía, aumentando el mercado interno mediante el estímulo al sector agrícola
y reduciendo los gastos fiscales. Educación y salud, son una de las ramas
afectadas y la orientación consiste en disminuir sus costos.

Es conveniente destacar en este momento los rasgos más sobresalientes


que en educación y salud caracterizaron a los pueblos Latinoamericanos a partir de
1950. En los decenios de 1950 y 1960, los países de América Latina consideraron
la educación como uno de los principales instrumentos para la modernización
política, social, cultura y económica, concediéndole importancia al tipo de mano de
41
obra altamente calificada que sólo puede ser producto de la educación secundaria
o superior, lo que podemos llamar "pensamiento tecnocrático", caracterizado por su
formalismo, ahistóricidad y cientificismo.

Esta consideración que algunos suponían estimularía la creación de empleo


y generaría así el desarrollo económico, condujo para fines de la década de los '60
a una serie de problemas entre los cuales se pueden mencionar:

1. Un incremento del gasto público asignado a la educación, hecho que


colabora en la crisis fiscal de los países.
2. Un creciente "desempleo de los educandos".

"Por esta razón, tanto en los países capitalistas desarrollados como en los
subdesarrollados, se crea un ambiente que permite inculpar al sistema formal
(13)
educacional de los fracasos".

Durante este lapso se acentuaron las críticas al sistema educativo y


aparecen investigaciones y ensayos que critican al sistema escolar. Se
incrementan las proposiciones de modernización.

En la educación superior se sugieren medidas en que se valoriza el espacio


exterior. Se propone reemplazar la concentración de las ciudades universitarias por
la ocupación del espacio exterior, esparciendo en los bordes de las ciudades
pequeños núcleos universitarios.

"El argumento de la separación del estudiante de la vida social y su


concentración en un lugar del espacio urbano que había servido de fundamento
para la creación de las ciudades universitarias son atacados teniendo en vista una
necesidad de la integración de la educación con el trabajo y las necesidades de la
(14)
población".
42
El peculiar desarrollo capitalista de América Latina, también señala los
grupos a los cuales debe dirigirse la medicina: el campesino y la población
marginal. El desarrollo industrial altamente técnico no produjo durante los años
sesenta un aumento importante del empleo. Esto unido a la migración del campo a
la ciudad, resultado del desempleo rural y la introducción del capitalismo en el
agro, dio origen a un grupo cada vez más numeroso de mano de obra marginal
urbana, formada por desempleados del sector servicio. Las estadísticas del BID
indican que el rubro "otros servicios" registra la tasa más alta de crecimiento
durante la década.

"El grupo otros servicios incluye una gama de actividades heterogéneas,


tales como servicios profesionales, educativos, servicios de limpieza, servicios
domésticos y una variedad de actividades marginales con niveles de productividad
más bajos". (15)

Tanto la medicina como la educación no se dirigen a estos grupos, con el


propósito de aumentar su productividad, ya que su participación en el producto
interno bruto es mínima. Este grupo interesa, en la medida en que constituyen un
foco de intranquilidad social y una base de apoyo para soluciones de tipo políticas
de tipo populista y es en esta forma como la medicina se interesa para satisfacer
un consumo mínimo.

La descripción precedente muestra como las proposiciones en el saber y la


práctica médica surgen de una necesidad acorde con el desarrollo del capitalismo
a nivel mundial, dándose así la exportación de ideas desde los países centrales
hacia los países dependientes y pretendiéndose que las proposiciones en este
orden sean extrapolables de un lado a otro. La exportación de estas ideas,
generalmente se hacen cuando las mismas han sido aplicadas extensamente en
los países centrales. Ejemplo de esto es el conocido informe Flexner y las medidas
que recomienda, las cuales son exportadas a nuestros países durante los años 50
y 60.
43
Este informe es producto de la práctica médica dominante en los Estados
Unidos a principios del siglo; fundamentadas en este informe, las escuelas de
medicina norteamericanas sufrieron modificaciones en su organización y proceso
docente, así se fortalece la base biológica de los estudios médicos, aumentando la
enseñanza clínica; se adscriben las escuelas de medicina a las universidades, se
crean los departamentos y se incorpora el hospital a las escuelas médicas para ser
utilizados como parte fundamental del adiestramiento clínico.

La influencia de este informe, se extiende hasta la segunda mitad del


decenio de 1940, cuando surgió en la Escuela de Medicina de la Universidad de
Western Reserve en Cleveland, Ohio, el concepto de enseñanza integrada.

Dentro de la educación médica que se presenta en el contexto educativo


latinoamericano, vemos la enseñanza de la Odontología, entre otras cosas, como
una consecuencia de la posición que ella misma asume de paradigma científico,
centrando su atención básicamente en los aspectos curativos.

2.3. La práctica y la educación odontológica en América Latina

La práctica es definida y determinada por la estructura de cada sociedad. Es


por ello que su aprehensión se debe dar a través de la historia, es decir, la práctica
odontológica no es la misma en cada sociedad, al contrario, se ha ido
transformando en la medida que ésta se ha ido modificando.

En América Latina, con excepción de Cuba, la práctica odontológica ha sido


establecida por el modo de producción capitalista. La formación capitalista, el
subdesarrollo y la dependencia de casi todos los países del área ha hecho de la
Odontología una práctica desorganizada, desorientada, de poca eficacia y baja
calidad, de gran complejidad tecnológica, signada por el uso de equipos e
instrumental de alto costo, lo que ha traído como resultado que la mayoría de la
población no recibe beneficios de la profesión.
44
Para los países desarrollados, Latinoamérica es vista y ha sido considerada
como un mercado, esto se puede determinar cuando observamos la importación
indiscriminada de técnicas y materiales sumamente costosos que no se
corresponden con las realidades económicas de nuestros países, y en algunos
casos transfiriendo tecnología obsoleta y productos que representan el excedente
del mercado.

El problema al cual se enfrentan los países de América Latina es la escasez


de recursos humanos cualitativa y cuantitativa mente disponibles y adecuados a su
realidad, trayendo como consecuencia, que las necesidades de salud bucal están
siendo afrontadas con un modelo derivado de la improvisación; caracterizado por la
falta de programación y sistematización, con el abordaje del problema en base a la
unidad diente. Añadido a esto, la práctica odontológica es competitiva, liberal,
privada, individualista y elitista, limitada a quienes puedan pagar y cubrir los
honorarios.

El patrón que Latinoamérica ha tomado, trae como consecuencia que la


investigación médica sea escasa, dispersa y dependiente, agravándose aún más
en el campo de la investigación odontológica.

El análisis de la formación de recursos humanos odontológicos y el papel


general de las Universidades de América Latina, debe hacerse desde una
perspectiva histórico-estructural.

Las características y la articulación de las Universidades y la sociedad en


Latinoamérica, con excepción de Cuba; debe ser analizada y comprendida
partiendo de la existencia de un modelo de producción capitalista, subdesarrollado
y dependiente. De allí la afirmación: la Universidad Latinoamericana tiene como
función principal la promoción de la fuerza de trabajo y de la ideología dominante
de acuerdo a la división social del trabajo
.
45
Por ello podemos ver una parcialización del conocimiento, subordinación del
alumno, horarios rígidos y complejos, estructura organizativa lineal, competencia
en calificación, objetivos definidos, aceptación de leyes de oferta y demanda,
alineación a través de asociaciones y recompensas; y, como característica
resaltante, el manejo teórico sobre la realidad.

La formación de recursos humanos odontológicos, contemplados en su


relación con la práctica profesional y el saber científico dentro de cada formación
social, produce en América Latina contradicciones importantes, un estado liberal de
la salud hegemónica, el mantenimiento de la mano de obra productiva y la
reproducción ideológico-política del modo de producción dominante.

En el contexto socio-económico de los países latinoamericanos, la


Odontología se define como una profesión de clase, donde ésta se convierte en
una mercancía en cuanto a la oferta y la demanda y es por ello que encontramos
contradicciones fundamentales como:

1. El enunciado "salud para todos", en base a una mayor cobertura y


participación de la comunidad, el cual entra en contradicción con la
articulación estructural y la naturaleza de una sociedad organizada en
clases.

2. La redefinición y recomposición estratégica del Estado en cuanto a sus


discursos y sus programas de salud, entra en contradicción con los recursos
humanos odontológicos que el pueblo necesita.

Así pues, la universidad en Latinoamérica no ha definido un modelo de


formación de recursos humanos coherentes con la realidad y el espacio que
posibilite esta formación en función de las necesidades de la comunidad,
coadyuvando en la transformación económica, social y cultural que necesiten
nuestros pueblos; incorporándose plenamente a través de la docencia, la
46
investigación y los servicios en integración con los organismos de la nación.
Igualmente, la investigación odontológica actual, no escapa a esa
determinación histórica. Por el contrario, esta se desenvuelve en fiel concordancia
con las leyes objetivas que rigen 105 procesos sociales del continente. Así, el
modelo de sociedad que actualmente predomina, fomenta una investigación
orientada a comprender y resolver los problemas de la clase dominante, al mismo
tiempo que soslaya, desalienta y desvirtúa el desarrollo de una investigación
comprometida con el bienestar de los inmensos sectores de la sociedad.

Dado que el conocimiento científico es una mediación, un instrumento que


incide directamente en la transformación o no de la realidad, la producción
científica de las instituciones e individuos en Latinoamérica queda delimitada en
dos posiciones fundamentales:

1. El uso de la ciencia consolidando la dependencia y el subdesarrollo, al


mismo tiempo que usufructuando beneficios individuales por ello.

2. Utilización de la ciencia como instrumento de desalineación, desarrollo y


progreso social, capaz de servir a todos los miembros de la sociedad,
rechazando las injustas discriminaciones propias de una sociedad dividida
en clases.

Así mismo, en la enseñanza de las carreras del área de las ciencias de la


salud, específicamente la Odontología, aún predomina la concepción biologista y
curativa que no satisface ni apunta a la solución de las necesidades de la
población. Aún cuando existe preocupación e interés por el mejoramiento, cambio
e innovación en la instrucción.

En lo que concierne a la elaboración de planes de estudio, casi todas las


Facultades y Escuelas, han partido de tomar de otros países modelos de pensum
de estudio.
47

De esta forma, tenemos diferentes modelos que influenciaron directamente


la formación del recurso profesional odontológico latinoamericano. El primero de
ellos, el tecnológico, de marcada influencia francesa y caracterizado por ser
biologista, elitista, individualista y curativo, en la Odontología se orienta
fundamentalmente hacia la formación de un profesional esencialmente práctico,
con un alto contenido en aspectos biomecánicos.

Este modelo tecnológico fue incorporando progresivamente componentes


biológicos y se transformó en el modelo biológico-mecanicista, asentado en el
modelo médico flexneriano, de marcada influencia estadounidense y caracterizado
por la atención individual y especializada, la causalidad exclusivamente biológica
del proceso salud-enfermedad, el predominio de lo clínico sobre lo epidemiológico,
el ejercicio privado y la práctica intramural y hospitalaria. Este modelo se ve
reforzado a finales de los años 40 en Lexigton, Kentucky, con un plan que tiene
como lema: "formar un Odontólogo biológicamente orientado, técnicamente
capacitado y socialmente sensible"(3), llevando la práctica odontológica, de una
actividad esencialmente técnica a un quehacer médico- científico.

En la práctica médica, la crítica al modelo Flexneriano, vigente desde 1910,


originó el modelo Preventivo social.

En el área de la profesión odontológica, al finalizar los años 50, este modelo


se propone como respuesta a varios planteamientos hechos por la Odontología
norteamericana; de igual forma los Seminarios latinoamericanos sobre la
enseñanza de la Odontología, realizados durante los años 60, contribuyeron a su
desarrollo y afianzamiento.

Este modelo tuvo como marco básico la importancia del manejo de los
elementos preventivos y sociales dentro de la práctica curricular.
48
Se pretende que al concluir su formación, el profesional de la odontología,
incidiera en la práctica, propiciando cambios importantes dentro de ella. De tal
forma, se crean los Departamentos de Odontología Preventiva y Social o de
denominación similar como estrategia para incorporar a estudiantes y profesores
fuera del contexto predominantemente clínico; frente a los problemas sociales y
económicos de las comunidades, estas experiencias fueron conocidas como
experiencias extramurales.

Durante los años 70, se profundiza este modelo preventivo y social en la


formación del Odontólogo; sin embargo, se producen transformaciones, reformas y
replanteo en las carreras de las ciencias de la salud, apareciendo el concepto del
proceso de enseñanza-aprendizaje multidisciplinario, pero dejando de lado la
característica primordial de este proceso, la integración del conocimiento en la
formación del individuo.

A partir de la mitad de los años setenta y los años ochenta, emerge un nuevo
modelo en el proceso de enseñanza aprendizaje del profesional de la Odontología,
sustituyendo al modelo preventivo y social; el modelo Docencia-Servicio-
Investigación, el cual integra los conceptos de estudio-trabajo y aprender-haciendo;
persiguiendo una capacitación y entrenamiento interdisciplinario y
multidisciplinario, con énfasis en el desarrollo de habilidades de investigación y el
dominio integral del componente bucal de la salud, buscando la interacción de las
acciones.

Se busca una relación orgánica entre la institución y la comunidad para


producir transformación en el componente bucal del proceso salud-enfermedad y al
mismo tiempo formar el recurso humano.

Las acciones de las Universidades latinoamericanas, generalmente se


proyectan a través de programas docentes, de institutos de investigación, y de
49
organismos de acción social, pero en el desarrollo de estos no se ha logrado
determinar métodos, definir estrategias ni viabilizar caminos para facilitar una
integración orgánica, que permita obtener beneficios comunes a la Universidad y a
la sociedad en la cual ella se inserta.

Por otro lado, la indefinición teórico-operacional de las Facultades y


Escuelas de Odontología, impide que el estudiante pueda ubicarse históricamente
en relación al proceso social de la salud y finalmente egresa como un técnico,
individualista, repetitivo, elitesco, acorde con los rasgos esenciales de la estructura
socioeconómica dominante.

2.4. La odontología como ciencia

No existe duda que la práctica odontológica se ha derivado de las


necesidades de la sociedad como un todo, por lo tanto, es de suponer que la
Odontología en retorno, debe volcarse a beneficiar a toda esa sociedad, lo que le
da un sentido de actividad social, el cual no es posible obviar; de suceder, se
estará enfocando la profesión odontológica con un sentido y una visión acientífica,
cientificista, tecnocrática, y en consecuencia se estará muy lejos de la categoría
Ciencia.

Relacionada con este último significado, la Odontología, colocándose en la


posición correcta, deberá conocer la realidad, identificar sus problemas y actuar
sobre ellos, tomando en cuenta la totalidad social y producir su transformación
cualitativa.

Esto le permitirá aproximarse, percibir científicamente la realidad y


desarrollar una práctica de acuerdo con la dinámica histórica de la sociedad,
profundizando en su estudio, con sentido crítico y creativo.

Para cumplir con tal función, es indispensable la aplicación del método


50
científico, a fin de abordar los problemas odontológicos dentro de una concepción
estructural, en relación con la sociedad, procurando una transformación de la
profesión en su práctica; en otras palabras, conjugar sus elementos metodológicos
para producir una verdadera y real praxis odontológica.

Esto nos lleva, a conceptualizar y visualizar la posición de los diferentes


elementos estructurales de la profesión odontológica dentro del continuum del
saber humano.
51

ESTRUCTURA DE LA PROFESIÓN ODONTOLÓGICA

Niveles Lógicos Continuum del Saber Conceptualización Niveles de Realización


Nivel Universal Filosofía Concepción teorética – Nivel de transformación de la
Praxis Odontológica epistemológica que se afirma en realidad objetiva.
el concepto de formación
integral, soportada en la relación:
producción de conocimientos,
producción de servicios y
producción de fuerza de trabajo,
y, sustentada en un compromiso
ético - legal hacia la comunidad.

Ciencia Respuesta científico-técnica- Nivel de indagación y de


social de la profesión, producción de conocimientos.
Teoría - Método organizada o no, a la
Nivel General problemática del componente
Práctica Odontológica bucal del proceso
salud-enfermedad.

Compromiso de acción para


solucionar los problemas bucales
de la Comunidad, aplicando
Metódicas
diferentes metodologías y
Nivel Género Nivel de Intervención
conocimientos
Odontología integral

Nivel Genérico Medio para la enseñanza-


aprendizaje del método clínico y
sus relaciones con otros
Técnica
métodos; permite comprender y
Nivel de abstracción
modificar los procesos
Clínica Integral
patológicos que se presentan en
el individuo.

Nivel Particular Procedimientos Conjunto coherente de Nivel de ejecución


explicaciones, estrategias y
Tratamiento Integral acciones clínicas factibles de ser
realizadas por varios actores
sanitarios.

Ejercicio rutinario, de carácter Nivel de la acción.


Tareas operativo que es realizado con el
Nivel Singular fin de acometer parcialmente el
Pasos y/o secuencias abordaje de un proceso
patológico.
52

Entendemos entonces a la praxis odontológica como una: concepción


teorética-epistemológica que se afirma en el concepto de formación integral,
soportada en la relación: producción de conocimientos, producción de
servicios y producción de fuerza de trabajo, y, sustentada en un compromiso
ético-legal hacia la comunidad.

Esta categoría praxis odontológica, supone un camino de acción, de


realización, el cual no es otro que la Práctica Odontológica, la que se manifiesta
por sus componentes: la investigación, la atención y la docencia o enseñanza. A
ella la definimos, si se encuentra inserta en el modelo docencia-servicio, como un
sistema didáctico-tecnológico que prevé un conjunto de experiencias organizadas,
que el estudiante debe adquirir y evidenciar, a nivel individual y colectivo, bajo la
asesoría y evaluación del docente-profesional, en función del perfil profesiográfico.

(32)
Carlos Payares , aborda la práctica odontológica como un proceso de
trabajo, ubicándola dentro del "subsistema ocupacional", signado por los procesos
sociales. Indica que, ella, es la integración de cuatro factores interrelacionados:
(19)
agentes, medios, objeto y finalidad. Esta concepción es calificada por Geiringer
como tecnológico-institucionalizada.
53

PRACTICA ODONTOLÓGICA

AGENT
MEDIOS OBJETO
E

PROFESIÓN CONOCIMIENTOS PROCESO


SALUD/ENFERMEDAD
BULCAL

SUJETOS IDEOLOGICO CIENTIFICO


SOCIALES
(CREENCIAS) MET. CIENTIFICO

PRACTICANTES NECESI
INSTITUCIONALES -DADES

TECNOLOGÍA

INTERNALIZADA
(TECNICA)
FINALI-
DAD
ESTRUCTURAL
(SOCIAL)

Los recursos humanos odontológicos, tienen la obligación de estar en forma


permanente cuestionándose, y buscando alternativas de cambio, hacia una
práctica más vinculada y orgánica con su sentido y razón de ser: la población que
se encuentra disminuida y afectada en el componente bucal del proceso salud-
enfermedad.

Para ello, debe aplicar el conocimiento científico en su práctica social,


orientándola hacia la participación consciente en la transformación cualitativa de la
sociedad, tomando en cuenta su desarrollo histórico, así como, los factores
internos y externos que lo sustentan.
54
Para conocer y aplicar el conocimiento científico, se debe pasar, transitar de
la sensación al pensamiento, aproximarse ha comprender en forma progresiva las
contradicciones internas de los fenómenos que existen objetivamente, llegando a
explicar las leyes que los rigen; su esencia y sus relaciones internas - lo
fenomenológico -, para lograr dominarlo. Este conocimiento - teórico- se verifica a
través de la práctica social.

El conocimiento cotidiano o popular, es la forma común y espontánea de


conocer; se basa en nuestra experiencia, y, se adquiere en el trato directo con los
hombres y las cosas, sin buscarlo, sin la aplicación de un método ni ser producto
de una reflexión.

El conocimiento científico se caracteriza por su sistematización


metodológica, por su coherencia; por ser racional, producto de la abstracción; y por
permitir y facilitar pruebas empíricas, por ser verificable.

Es una forma de actividad humana históricamente determinada, mediante


una praxis, cuyo contenido y resultado no es otro que la reunión de los hechos en
hipótesis y teorías elaboradas, de leyes que los sustentan y de procesos y métodos
de investigación.

Se puede concluir que la diferencia entre el conocimiento popular o cotidiano


y el conocimiento científico no es el objeto de estudio, sino la presencia de un
cuerpo teórico y el modo o método para conocerlo.

2.4.1. Objeto de estudio de la odontología

La Odontología como profesión, como práctica social, ha construido a través


de su desarrollo histórico su "objeto de estudio o de conocimiento", como producto
de la abstracción; de la reflexión lógica, metódica y sistemática, lo cual le ha
permitido cimentar un espacio que le permite diferenciarse de otras áreas del
55
conocimiento.
Febres Cordero, (8) para 1962, conceptualiza a la profesión Odontológica,
como una "profesión científica, fundamentada en las asignaturas básicas y
esenciales de la medicina, que se organiza y estructura como especialidad
independiente, aplicando aquellas ciencias al estudio de los medios necesarios
para defender, fomentar y restablecer la salud bucal"; señalando un conjunto de
elementos sobre los cuales actúa: "los dientes, el periodoncio, la mucosa bucal, los
huesos maxilares, la articulación temporomaxilar, los músculos de la masticación y
de las paredes bucales, la lengua, las glándulas salivales, el tejido conjuntivo laxo
de las paredes y regiones bucales, los vasos y ganglios linfáticos de la boca, los
vasos sanguíneos de la boca y el sistema nervioso bucal". Esta definición de
Febres Cordero, es el reflejo de la visión biológica-mecanicista de la profesión
vigente para la época, y le identifica como objeto de estudio, un grupo de
elementos, que si bien, se encuentran anatómicamente relacionados y vinculados,
se presentan de manera aislada e individual.

Otras definiciones, presentan a la Odontología como una ciencia que se


encarga de mantener la salud o higiene bucal, en un estado de armonía de la boca
o el sistema estomatognático; asignándole funciones de prevención, tratamiento, y
rehabilitación de las enfermedades bucales.

Es importante señalar, la preponderancia que se le otorga en estas


definiciones a los aspectos biológicos e individuales del objeto de estudio de la
Odontología, enfatizando en la enfermedad o las manifestaciones de ella en el
individuo.

La propuesta realizada por P. Blakerby, durante el primer quinquenio de los


años sesenta, de crear los Departamentos de la Odontología Social (7) señala la
incorporación de asignaturas de las ciencias sociales - antropología, sociología,
psicología, administración, economía - así como: salud pública, epidemiología,
estadística, ética, odontología legal entre otras, al proceso de formación ya la
forma de atención; introduce aliado de la categoría paciente-individuo la categoría
56
paciente-sociedad, lo cual representa una influencia substancial en el desarrollo de
la práctica. Por otro lado, determina la separación entre las disciplinas
esencialmente individuales y las de uso colectivo; separándose posteriormente las
primeras en básicas y clínicas.

Como lo señala A. Arango Botero (4) la respuesta a la interrogante planteada


por Blackerby; ¿Por qué no un Departamento de Odontología Social? Obtuvo
respuesta en la Facultad de Odontología de la Universidad de Antioquia, en
Medellín, Colombia, al crear en Iberoamérica el primer Departamento de
Odontología Preventiva y Social.

Estos departamentos, y el modelo educativo preventivo y social que los


sustentaban, plantean la suposición de que "la inclusión de lo preventivo y lo social
como contenidos curriculares permitirá una formación académica, que facultará al
odontólogo para contribuir de manera efectiva en la transformación de la práctica,
(5)

El tiempo demostró - la práctica - que no se ha validado la hipótesis de


trabajo, al no producirse cambios cualitativos significantes. A pesar de, situaciones
como:

♦ No integración funcional a los planes de estudio, de los contenidos


teóricos de las disciplinas incorporadas y las acciones extramurales; por
el contrario, se observan como contenidos y acciones realizadas en forma
paralelas, ajenas al contexto académico.

♦ El personal docente que no pertenece a los Departamentos de


Odontología Preventiva y Social, "desconoce" los objetivos y la ejecución
del plan; discrepan de él y se oponen a su desarrollo e implementación, a
los cambios, la mayoría de las veces sin argumentos de valor.

♦ No se obtiene el efecto deseado en el egresado, por el contrario, se


57
reafirman los contenidos bio-técnicos del ejercicio; no se crea pertenencia
ni identificación hacia esas funciones en el profesional.
Se logra "crear conciencia" en grupos muy reducidos de profesionales, sobre
la necesidad de replantear el modelo para el mejoramiento de la práctica
odontológica, utilizando los elementos teóricos, metodológicos y técnicos que
emergieron de su crítica.

De esta forma, se plantea un cambio en la práctica para que el profesional,


desde el inicio de su formación, se inserte en el desarrollo de una práctica
científica -teoría y método- en relación con una sociedad concreta, pues sólo en
ella es posible construirla y reconstruirla; al conocer la necesidad del servicio, se
plantean los cambios en el componente docente, homologando el perfil ocupacional
y el perfil educativo al partir ambos de una misma necesidad. Estas características
definen de manera general el modelo Docencia-Servicio-Investigación.

En forma paralela, el desarrollo alcanzado por la epidemiología, cuestiona el


concepto de "bienestar bio-psico-social y no sólo la ausencia de enfermedad" como
categoriza la OMS a la salud, incorporándose la categoría proceso salud-
enfermedad, definido por Breihl y Granda (6) como: “la síntesis que resulta de un
conjunto de determinantes que se desarrollan en una formación social concreta, y,
se manifiesta de manera distinta en los diferentes grupos sociales en forma de
perfiles epidemiológicos y riesgos de enfermarse o morir también diferentes"

De ello se desprende como objeto de estudio de la ciencia Odontológica, el


proceso salud-enfermedad bucal el cual se aborda mediante la práctica
odontológica como: la síntesis de un conjunto preciso de factores que
observamos en una sociedad concreta, los cuales reproducen en los grupos
sociales la posibilidad de riesgos diferentes, manifestados en forma de perfiles
epidemiológicos de enfermedad o salud bucal desiguales.

De este modo, resulta inapropiado querer identificar específica mente,


58
diferenciar lo social, lo técnico, lo biológico, y lo odontológico en el objeto de
estudio.
Las características actuales y futuras de la práctica odontológica, la forma
como obtiene, produce y reproduce el conocimiento científico, la visión totalizadora
integral sobre el proceso salud-enfermedad bucal, y la formación del recurso
humano, nos conducen hacia una práctica orgánica con la sociedad.

2.4.2. Cuerpo teórico y metodológico de la odontología.

Para abordar su objeto de estudio y de trabajo, la ciencia odontológica se


fundamenta en un cuerpo teórico y un cuerpo metodológico. Este abordaje, no es
posible realizarlo con una sola óptica, desde un sólo punto de vista. El desarrollo
de la ciencia y la tecnología, el avance en la comunicación, la telemática, la
informática y el proceso globalizador mundial impone a las diferentes disciplinas el
abordaje de sus objetos de estudio desde perspectivas donde converjan
conocimientos que provienen de diferentes áreas del saber.

Es así que, abordamos su objeto de estudio desde una perspectiva teórico-


metodológica que nos permita un enfoque interdisciplinario y transdiciplinario.

El cuerpo teórico, el conocimiento odontológico, se sustenta en las ciencias


básicas comunes a las ciencias de la salud; sin embargo, se ha ido incorporando,
acumulando en su acervo científico, producto de su desarrollo: metódicas,
tecnología y técnicas, instrumental, material y aparatología propias, tan compleja y
especializada que permiten diferenciarla.

De allí que incrementa y perfecciona su cuerpo teórico al punto de originar


un conocimiento propio, especializado y tecnificado, el cual le permite actuar sobre
el proceso salud-enfermedad bucal, en las dimensiones que lo conforman:
estructural, particular e individual.
59
♦ Dimensión estructural: comprende los procesos que desarrollan la
capacidad productiva de los hombres en la sociedad; las relaciones
sociales vinculadas con un problema epidemiológico. Es la perspectiva
sociológica de la salud.

♦ Dimensión particular: comprende los factores de producción y


reproducción social; los factores de riesgo y consumo de cada grupo
social. Refleja las condiciones o calidad de vida en cada grupo social; es
la perspectiva epidemiológica de la salud.

♦ Dimensión individual: conformada por factores que conducen a la


enfermedad, o en caso contrario, permiten y favorecen la salud. Es la
perspectiva clínico-biológica de la salud.

La producción y adquisición de conocimientos científicos en la práctica


odontológica se realiza entonces mediante procedimientos especiales que procuran
integrar la actividad clínica con la epidemiológica. Sabemos que lo clínico se
encuentra regulado por el método clínico, el cual consiste en la aplicación de los
conocimientos biomédicos a la identificación, diagnóstico, prevención y tratamiento
de las enfermedades de los individuos; posee dos componentes:

La recolección o exploración técnica experimental de las manifestaciones


empíricas de los hechos, y la explicación analítica de ellos, fundamentada en los
conocimientos de las técnicas biológicas y médicas.

Se puede decir, que lo clínico es al mismo tiempo una búsqueda técnica y


teórica para el conocimiento y la acción. Es un proceso cognoscitivo y práctico que
está destinado a describir y definir el problema biológico-individual dentro del
proceso dialéctico general del componente bucal de la salud.

En el camino analítico-inductivo; representa el paso empírico del proceso


60
científico que señala a lo social como causal determinante de lo biológico humano;
mientras que dentro del camino de síntesis hipotético deductivo, conforma el nivel
particular empírico que sirve como criterio de certeza final para explicar esa
determinación.

Cuando diagnosticamos un paciente -individuo- hasta los niveles más


complejos de experimentación, con el objeto de comprobar en él los principios
teóricos de carácter biológico, marcamos el límite de lo clínico, pero el proceso
científico se extiende al proponerse hipótesis teóricas socio-epidemiológicas que le
permiten analizar los hechos, sus relaciones y manifestaciones.

De esta forma, el método clínico, presenta una línea de continuidad con el


método epidemiológico; mientras lo clínico se limita al conocimiento biomédico de
un organismo humano, lo epidemiológico enfrenta el proceso salud-enfermedad de
una manera colectiva.

El método epidemiológico se construye basado en un sistema de


conocimientos biomédicos y sociales, los que se aplican para identificar,
diagnosticar y resolver el proceso salud-enfermedad.

Se identifican los procesos sociales y se estudia como ellos se traducen a


través de mecanismos biológicos en las dimensiones estructural y particular de
proceso salud-enfermedad bucal.

La unificación de los métodos clínico y epidemiológico, conforma el método


integral, que como proceso científico representa el estudio de las leyes más
generales de la biología humana y de la sociedad, entendidas como el vínculo que
se establece entre la naturaleza, la realidad y el pensamiento. Para la práctica
odontológica, este método parte de los hechos biológicos, sicológicos, económicos
y sociales integrados –totalidad concreta-, relacionados interna o externamente en
el componente bucal de la salud, describiendo y explicando su historia y situación,
61
con el objeto de estudiar y comprender los hechos, entender el momento en el cual
se encuentra el proceso y producir su transformación.
Los métodos clínico y epidemiológico constituyen dos momentos abstractos,
diferentes del método integral, el cual al producir cambios cualitativos en la
realidad - a través de la práctica- actúa a nivel universal, a nivel de la praxis
odontológica.
62

B. GLOSARIO DE TERMINOS

Atención: Acción de atender las obligaciones o negocios.

Atender: Acoger favorablemente, o satisfacer un deseo, ruego o mandato.

Epistemología: Tratado sobre el conocimiento, o doctrina del saber. Doctrina de


los fundamentos y métodos del conocimiento científico.

Ciencia: Forma especial de organización que adopta el pensamiento sistemático, a


través de un método y una teoría, para abordar los diversos fenómenos que
ocurren en la realidad objetiva. Descripciones y explicaciones parcialmente
"verdaderas" del mundo o de uno de sus aspectos, hechos observables.

Clínica Integral: Medio para la enseñanza aprendizaje del método clínico y sus
relaciones con otros métodos; permite comprender y modificar los procesos
patológicos que se presentan en el individuo.

Método: Conjunto de reglas que emplea el investigador en el proceso del


conocimiento. Organización del pensamiento para realizar el abordaje de la
realidad objetiva basado en formas conceptuales, y permitir el paso de la empiria a
la teoría, de lo conocido a lo desconocido.

Metódica: Conjunto de procedimientos particulares que permiten utilizar uno u otro


método en una esfera específica de la realidad. Principios teórico - normativos que
permiten abordar en forma particular el objeto de estudio.

Odontología Integral: Compromiso de acción para solucionar los problemas


bucales de la comunidad, aplicando diferentes metodologías y conocimientos.
63

Pasos: Diligencia que se hace en solicitud de una cosa.

Praxis: Racionalidad dialéctica de la acción o actividad, orientada a modificar y


transformar la naturaleza y la sociedad, y cuyo fin es ella misma.

Práctica: Actividad que tiene por objeto la acción.

Praxis Odontológica: Concepción teorética- epistemológica que se afirma en el


concepto de formación integral, soportada en la relación: producción de
conocimientos, producción de servicios y producción de fuerza de trabajo, y,
sustentada en un compromiso ético-legal hacia la comunidad.

Práctica Odontológica: Respuesta científico-técnica-social de la profesión,


organizada o no, a la problemática del componente bucal del proceso salud-
enfermedad.

Procedimientos: Sistema de operaciones organizadas a seguir en el


proceso de investigación.

Servicios: Organización y personal destinados a cuidar intereses o satisfacer


necesidades del público o de alguna entidad oficial o privada.

Secuencia: serie o sucesión de cosas que guardan entre sí cierta relación.

Tareas: cualquier obra o trabajo que debe hacerse en tiempo limitado.

Teoría: configuraciones lógicas del pensamiento vinculadas con algún fenómeno


de la realidad objetiva, integradas en una ciencia-leyes, axiomas, teoremas.
64

Técnica: Conjunto de medidas especiales para utilizar un método determinado.

Teorética: Actividad que se busca por sí y posibilita al hombres inmortalizarse y


vivir de acuerdo con lo más excelente que hay en él.

Tratamiento Integral: Conjunto coherente de explicaciones, estrategias y acciones


clínicas factibles de ser realizadas por varios actores sanitarios.
65

La imaginación
surge de tú inteligencia y cultura
y la desarrollas reposadamente.
Ahí reside tu libertad
66
y virtud de crear.

Francisco "Paco" Hung.

C. A MANERA DE CONCLUSIÓN

El objeto-ciencia, en tanto objeto determinado sobre la base de una


definición-teórica específica, es enteramente separable del discurso sobre la
naturaleza de ese mismo objeto. Ai contrario, el conocimiento filosófico. Tampoco
podemos enfocar la historia de la filosofía como un conjunto de piezas de museo
sobre las cuales asumimos la actitud esterlizadamente pulcra de simples
compiladores de información, colocando por separado nuestros conceptos
preferidos, en tanto modos de actividad filosófica no pertinentes cuando nos
ocupamos de períodos pasados en nuestra propia tradición cultural.

La ciencia, tiene en esencia un fin humano y social, valorando positivamente


esa finalidad como capacidad creadora de instrumentos y bienes materiales que
realiza la mediación entre hombres y naturaleza. Desde el punto de vista de los
resultados técnicos, toda ciencia se encuentra ligada a las necesidades, a la vida,
a la actividad del hombre. Una de las principales tareas del investigador es la
transformación, la reconversión social de la ciencia en formas de realizaciones
concretas, dirigidas a la promoción hacia el progreso superior de la población,
dentro de una concepción avanzada de la vida. Esto determina una dimensión
político-social de la ciencia, no separada de la dimensión teórica y metódica como
factor decisivo y dinamizador del progreso y el aprendizaje humano.

Podemos señalar, al respecto lo siguiente:

1. Toda investigación posee su propio método y construye su propia ciencia; el


método particular de una ciencia, se ha desarrollado y elaborado
conjuntamente con ella, con la cual forma una sola cosa.
67
2. No existe por excelencia; ni existe método por excelencia, todo proceso de
investigación científica, construye un método adecuado, cuya generalidad y
universalidad consiste en sólo ser conforme al fin.
3. La ciencia es una categoría histórica, es un movimiento en continuo
desarrollo. No existe algo obscuro, incomprensible; reduce lo que el hombre
no conoce a un empírico "no conocimiento" que no excluye la posibilidad de
conocer, pero la condiciona al desarrollo de la inteligencia histórica del
investigador como individuo.

La Praxis Odontológica, como filosofía del conocimiento odontológico, no la


podemos separar de la expresión histórica de su objeto, la Práctica Odontológica;
verificada por todos los hombres e independiente de todo punto de vista particular
o de grupo. Esta última es suceso histórico intersubjetivo y al mismo tiempo,
conocimiento sobre y a partir de ella construido, como fenómeno concreto;
eliminando rasgos accidentales o accesorios, transformando en una forma
esencial, que adquiere características, reflejando en su esencia, las leyes del
desarrollo.
68

D. BIBLIOGRAFÍA CITADA

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Planificación Sanitaria". Editorial DOYMA.

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