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Entre los antecedentes de la seguridad social a largo plazo en nuestro país encontramos al
Código de Seguridad Social de 14 de diciembre de 1956, mediante el cual se aposto por un
sistema de reparto en donde existían aportes tripartitos: empleador, trabajador y Estado.
Posteriormente, como respuesta a la insostenibilidad del sistema de reparto, el 29 de
noviembre de 1966, se promulga la Ley Nº 1732 que establece un sistema de pensiones de
capitalización individual, que tuvo como fecha de inicio el 1º de mayo de 1997.
Finalmente, el 10 de diciembre de 2010 se promulga la Ley Nº 065, que establece la
administración del Sistema Integral de Pensiones (SIP).
La Ley de Pensiones 065, vigente en el país desde diciembre de 2010, instruye en sus 199
artículos, una serie de disposiciones, prestaciones y beneficios que gran parte de la
población desconoce. A continuación se presentan los alcances y problemas en la Ley de
Pensiones 065, que de manera general, enumero a continuación:
PROBLEMA 8: Buena parte de las inversiones de los fondos seguirá en manos del Estado
En éste régimen se administra el Fondo Solidario, que está compuesto con recursos
provenientes del 20% de las primas por Riesgo Común, por Riesgo Profesional y por Riesgo
Laboral, del Aporte Solidario del Asegurado, del Aporte Nacional Solidario, del Aporte
Patronal Solidario, del Aporte Solidario Minero y de otras fuentes de financiamiento,
conforme lo señala el art. 87 de la Ley Nº 065 de Pensiones.
Dicho artículo no prevé el aporte estatal para el Fondo Solidario creado (que es lo nuevo
del actual sistema de pensiones), es más cierra toda posibilidad que eso ocurra, puesto
que dispone que cualquier otra fuente de financiamiento del Fondo Solidario, que
establezca el Órgano Ejecutivo, no debe comprometer recursos del Tesoro General de la
Nación.
Considero que éste es un aspecto que debe ser revisado en el sentido de introducir la
participación del Estado en la financiación del Régimen Semicontributivo, ya que la
LEGISLACIÓN Y NORMAS DE SALUD OCUPACIONAL Y RIESGOS PROFESIONALES CLAUDIA VILLARPANDO GUZMAN
solidaridad debe ser un principio que alcance a todos los aportantes: trabajador,
empleadores y Estado, y no sólo a los dos primeros; al respecto, cabe recordar que el
Principio de Solidaridad, previsto en el art. 45.II de la Constitución Política del Estado y
desarrollado en el art. 3.e) de la Ley de Pensiones sostiene: “Es la protección a los
Asegurados menos favorecidos con participación de todos los aportantes al Sistema
Integral de Pensiones(…)”; nótese que se establece la participación de todos los
aportantes, lo cual incluye al Estado.
En ese escenario, dos de los grandes retos de la seguridad social a largo plazo en Bolivia
son el de optimizar la rentabilidad del sistema de pensiones y de aumentar la base de
aportantes/beneficiarios o, en otras palabras, ampliar la cobertura del sistema de
pensiones.
Éste último tiene relación con el Principio de Universalidad, principio doctrinal que fue
plasmado en el art. 45.II de la Constitución y desarrollado en el art. 3.a) de la Ley de
Pensiones en los siguientes términos: “a) Universalidad: Es la garantía de protección y
acceso de las bolivianas y los bolivianos a la Seguridad Social de Largo Plazo sin que exista
discriminación por la clase de trabajo que realizan, por la forma de remuneración que
perciben, por el nivel económico en que se encuentran, y sin que exista discriminación por
sexo, intra genérica, ni religión”; en ese orden, si bien la Ley Nº 065 de Pensiones tiene el
objetivo de lograr un mayor alcance en cuanto a aportantes y beneficiarios para la
jubilación, lo hace cargándolo en mayor magnitud a espaldas del sector empresarial
formal dicho cometido, no sólo porque tiene que aportar para el Fondo Solidario en
calidad de Aporte Patronal Solidario (3% sobre el Total Ganado), sino, porque varios de los
ingresos que se consideran como Ingresos de los Aportantes Nacionales Solidarios a
efectos de la aplicación del Aporte Nacional Solidario son ingresos percibidos dentro de la
actividad empresarial (alquileres o explotación de inmuebles y muebles, colocación de
capitales en el país y en el exterior); además de constituir hechos ya gravados por el RC-
IVA; aspectos que también deben ser revisados.
Por otra parte, ampliar la cobertura del sistema de pensiones necesariamente pasa por
una aplicación más efectiva de la norma en lo que al empleo informal se refiere,
debiéndose implementar mecanismos que conviertan en aportantes a las unidades
económicas del sector informal y sus trabajadores sean beneficiarios del sistema de
pensiones, lo cual debe estar acompañado por políticas públicas más efectivas para
incentivar la formalidad de las actividades económicas, lograr una mayor formalización del
empleo y la disminución del trabajo precario.
LEGISLACIÓN Y NORMAS DE SALUD OCUPACIONAL Y RIESGOS PROFESIONALES CLAUDIA VILLARPANDO GUZMAN
Que el numeral 1 del Parágrafo I del Artículo 46 de la Constitución Política del Estado,
Dispone que toda persona tiene derecho al trabajo digno, con seguridad industrial,
higiene y salud ocupacional, sin discriminación y con remuneración o salario justo,
equitativo satisfactorio, que le asegure para sí y su familia una existencia digna. Asimismo,
el Parágrafo II del citado Artículo establece que el Estado protegerá el ejercicio del trabajo
en todas sus formas.
2.- En 1977, una Misión del Programa Internacional para el Mejoramiento de las
Condiciones de Trabajo (PIACT) dependiente de la O.I.T., recomendó la elaboración de una
norma legal y técnica única en materia de higiene y seguridad ocupacional.
3.- Sin embargo contamos con una legislación sobre Seguridad e Higiene Industrial , que
no se cuenta con un cuerpo normativo coherente, actualizado, debido a las siguientes
razones:
- Existen actividades económicas que no cuentan con normas sectoriales que regulen de
manera integral los aspectos de seguridad y salud de los trabajadores que realizan esas
actividades . A excepción de la Ley Nº 545, de 14 de julio de 2014, REGLAMENTO DE LA
SEGURIDAD EN LA CONSTRUCCIÓN.
4.- Ley General de Higiene, Seguridad Ocupacional y Bienestar aprobada por D.L. No.
16998 de 2 de Agosto de 1979, no corresponde a esta nueva realidad productiva.
Actualmente, estamos al borde de una revolución tecnológica que modificará
fundamentalmente la forma en que vivimos, trabajamos y nos relacionamos.
5.- Los trabajadores protegidos por la norma en nuestro país, representaron el 21 por
ciento de la población asalariada. La presencia de la informalidad y la relativa facilidad de
operar en ese ámbito influyen para que los avances en la regulación laboral y los costos
emergentes actúen como un incentivo efectivo para que el empleo no protegido sea el
que se expanda. En la medida que se encarece más el costo del empleo formal, es
probable que éste se vea limitado en su expansión y cobertura hacia nuevos trabajadores.
El porcentaje de personas amparadas con esta normativa es muy bajo en el país ya que la
mayor parte de los trabajadores en el sector informal no tienen ninguno de los derechos.
6.- La Dirección General de Trabajo, Higiene y Seguridad Ocupacional, tiene por objetivo el
de promover políticas y acciones para asegurar una adecuada relación laboral, velando
por el cumplimiento y aplicación a nivel nacional de la legislación laboral y de Seguridad
Ocupacional así como de los convenios internacionales sobre la materia. Sin embargo su
personal sin excepción debería presentar credenciales de su formación académica en esta
temática.
7.- Existen normas que requieren ser revisadas y actualizadas en determinados periodos,
pero ello no sucede, tal es el caso de las Normativas de Etiquetado de Sustancias
Químicas. Actualmente el Sistema globalmente armonizado de clasificación y etiquetado
de productos químicos, es base a nivel mundial, sin embargo en el país siguen con el
anterior etiquetado.